Home Page
cover of Desayunando con Jesús_ Para que salí de Egipto?
Desayunando con Jesús_ Para que salí de Egipto?

Desayunando con Jesús_ Para que salí de Egipto?

Fernando Montoya FrancoFernando Montoya Franco

0 followers

00:00-17:32

En este Podcast hablaremos sobre por que luego de estar 430 años en esclavitud el pueblo de Israel no tiene la capacidad de mirar el esplendor de aquel que los libero, dedicándose a protestar y quejarse como si estuvieran todavía bajo el yugo del Faraón.

11
Plays
0
Downloads
0
Shares

Audio hosting, extended storage and much more

AI Mastering

Transcription

In this transcription, the speaker discusses the complaints of the Israelites in Exodus 17 and Numbers 20. They highlight the importance of recognizing our insufficiency and dependence on God, comparing Moses to Jesus. The context of Israel's slavery in Egypt for 430 years is explained, showing how they became accustomed to their circumstances. The speaker emphasizes that none of us have a perfect life with God and that we often think we are fine without Him. The Israelites' complaints about their lack of water in the desert reflect their lack of trust in God's provision. The speaker also mentions the importance of understanding the theological message of the Bible, rather than just viewing it as a historical book. The Israelites' mindset of being slaves to Pharaoh hindered them from seeing the better option of freedom. The speaker emphasizes that God's patience and goodness should not be taken for granted. Overall, the speaker encourages self-reflection and a deeper understanding of o Bendiciones familia, muy buenos días, hoy en Desayunando con Jesús vamos a revisar lo que hemos venido observando durante unos días sobre lo que está narrado en Números 20 y Éxodo 17, que es cuando el pueblo de Israel se quejó delante de Moisés y cometió dos veces el mismo error en diferentes épocas del tiempo, de las líneas del tiempo. Vamos a revisar un poco de acuerdo a la geografía de ese entonces, cómo es que se ubicaron en los distintos sitios y dónde narra Éxodo 17 es un lugar y Números 20 es otro lugar, en fin, pero para esto quisiera introducir este tema el día de hoy, indicando que posiblemente ustedes en algunos de los audios que les ha llegado, ha escuchado que hago mucho énfasis en reconocer y entregar el mensaje que Dios me da, de hacernos mirar que somos insuficientes para poder llegar a estar a cuentas con Él por un medio propio o por nuestras propias conclusiones, pensamientos, teorías, hipótesis o lo que queramos poner como algo fundamental para decir que estamos bien delante de Dios y la Biblia nos narra todo el tiempo que eso es absolutamente imposible. Es por esto que también hice una comparación inicial sobre Moisés y Jesús, indicando cómo Moisés es un ser humano que tiene la guía del Espíritu Santo de Dios, que habla con Él, que hace todo lo que Él le ordena, pero tiene momentos de debilidad muy fuertes y que en esos momentos de debilidad muchas veces nos vamos en contra de todo lo que hemos aprendido de Dios y pensamos que definitivamente no damos como la talla para llegar a estar al lado de Él, que es justamente de lo que se trata. Moisés incluso llega a decirle a Dios que le quite la vida porque ya no aguanta el pueblo, es parafraseando el texto, y el pueblo reacciona de la misma manera, indicándole a Moisés, ¿para qué nos sacaste de aquí? ¿por qué vamos a este lugar? Pero el contexto histórico y la secuencia de los hechos nos indican que Israel había pasado 430 años de esclavos, y esa esclavitud no fue nada sencilla, fue una esclavitud donde al inicio cuando llega José y se convierte en el segundo al mando después del faraón en Egipto, introduce a 70 personas, que es Jacob y su familia, sus hermanos, y luego ellos se transforman en un pueblo de 3 millones de personas cuando muere el primer faraón, el segundo dice, no, estos ya son demasiado fuertes y pueden acabarnos si les damos oportunidad a que sigan creciendo como pueblo. Ordenan matar a los primogénitos y de ahí nace Moisés, la historia de Moisés, salvado de las aguas, y en fin. El contexto es de esclavitud, de incertidumbre, en relación a cuánto o cómo vamos a soportar esta tenaz vara del faraón en nuestras vidas. Pues es obvio que durante todo este tiempo el pueblo de Israel, a más de hacer algo para el faraón, es decir, construir ladrillos o adobes y trabajar para todos los proyectos que tenían en ese tiempo faraónicos, valga el énfasis, y este faraón hace que el pueblo de Israel se convierta en un esclavo perfecto para construir todas sus obras. Pero en medio de todo esto, el pueblo también aprende a asimilarse dentro de la cultura egipcia, el pueblo también empieza a aprender sobre cómo desarrollarse. Hay gente que nació en medio de la esclavitud, hay gente que creció en medio de la esclavitud, que murió en medio de la esclavitud de Egipto. Y todos estos contextos hacen que nos hagan mirar que dentro de nosotros también existen este tipo de situaciones. Ninguno de nosotros está rodeado de la seguridad, de saber que tiene una vida perfecta delante de Dios. Lo que hemos hecho es nos hemos acomodado a las circunstancias. Pensamos que haciendo tal o cual cosa estamos bien con Dios, porque posiblemente creemos como el pueblo que estaba en ese tiempo en Egipto, que Dios se olvidó de nosotros, que Dios ya no tiene nada que ver con el pueblo. Esos 430 años marcan un antes y un después en Israel. Porque habría que pensar, ¿por qué Dios no cogió a Jacob y a todos los hijos de Israel, a los hijos físicos, a los que fueron los padres de las tribus, y los llevó directo hacia la tierra prometida? ¿Por qué había necesidad de pasar este tramo por el desierto 430 años? Bueno, las respuestas posibles a esta interrogante es que justamente, incluso luego de haber pasado tantas penalidades, tantas cosas terribles dentro de lo que fue su esclavitud en Egipto, porque no la pasaron bien, eso quiero dejar claro, la Biblia narra que ellos fueron esclavos, pero esclavos de adeberas. Más allá de las imágenes que tengamos de las películas de Hollywood donde se ve a muchos egipcios castigando y latigando a judíos o a israelitas, o a hebreos, en fin, esto en realidad pasó, y esto está comprobado, pero más allá de todo esto, como les dije hace un tiempo atrás, la Biblia más que un libro histórico es un libro teológico. ¿Qué significa esto que nos enseña la relación de Dios con su pueblo, con la humanidad? Lo que hace este texto interesante es que apenas salidos en el primer relato de su esclavitud en Egipto, el pueblo de Israel protesta, y protesta de una manera dura a Moisés, porque pasan una necesidad puntual, tenían sed, y para ellos el tener sed, imagino que era una de las cosas peores que les podría pasar, porque en un desierto, tener sed y no tener el recurso del agua, como la tenían en Egipto, porque a pesar de ser esclavos ellos no murieron, no tenían sed, les daban de beber agua, porque era parte de mantenimiento de la máquina, por decirlo así, es como ahora si a tu auto no le pones aceite se funde, entonces a ellos había que darles agüita para que sigan trabajando, y la comparación de ellos es interesante, porque dicen, allá teníamos un montón de cosas y nos sacaste a morir a este desierto, ni siquiera, ni siquiera nos das agua, entonces las comparaciones se ponen en relación a un supuesto bienestar que ellos dejaron al salir de Egipto, comparado a lo que tenían como promesa de llegar a una tierra prometida, pero el punto esencial es este, que ellos no se dan cuenta de que están bajo el amparo, la protección y la guía y el sustento de un Dios Todopoderoso, su mirada está en Moisés, no está en Dios, porque a Dios no lo ven, Moisés es el único que habla con Dios, y los del pueblo se quejan contra Moisés, y empiezan a presionar a quien ven, y a exigir que querían ellos tener agua, en fin, todo este contexto nos lleva a revisar nuevamente lo que va a ser el tema de hoy, que le he puesto como título, ¿Para qué nos sacaste de Egipto? No por qué, ¿Para qué? ¿Para qué yo me salgo de Egipto? ¿Por qué yo tengo que dejar de ser como soy? Al fin y al cabo vivo bien, tengo, estoy rodeado de buenas cosas, y hablando en un contexto general, no estoy hablando en un contexto puntual, ¿Por qué que llamo yo con ser cristiano y meterme a la religión, y asistir a cultos o a iglesias? Porque yo estoy bien acá, o sea, tengo lo que necesito, no hago mal a nadie, trato de hacer el bien a quien se me ponga al frente, sí cometo algunos errores, pero definitivamente creo que estoy bien, y no tengo tiempo para estar en este tipo de cosas, tengo demasiadas cosas que hacer, pero para ponerme a pensar, que yo necesito estar un poco más en este tipo de situaciones. De hecho el pueblo de Israel pensó lo mismo, pero cuando estaba en medio de la esclavitud, sus pensamientos no eran de, vámonos a rebelar contra el faraón, no, si hubiera alguien que nos saque de aquí, sería lindo, porque ellos estaban totalmente impotentes delante del faraón. El faraón tomaba sus vidas como cualquier otra cosa que él podría tomar, así decidía sobre ellos, como cuando un, no sé, una persona decide qué animalito va a sacrificar para dar de comer a su familia, y qué otros van a vivir, o sea, así de terrible era en ese tiempo. Pero en fin, el punto esencial es que cuando estamos rodeados de un entorno tan como de autosuficiencia, nos hemos buscado la vida como para poder salir como gatitos panza arriba, creemos que todo depende de nosotros, y pensamos que Dios nos está fallando. ¿Por qué? Porque no salen las cosas como nosotros creemos que Dios debería actuar en nuestras vidas. ¿Cómo es que Dios permite estas situaciones? Bueno, hay una cosa fundamental, nosotros tenemos algo que se llama libre albedrío. Yo quiero ser enfático en determinar ahora de qué es lo que el pueblo que salió de Egipto, ellos como esclavos sometidos a paliar sus mentes fueron reducidas a pensar que no hay otra mejor opción. Esto es como el síndrome de Estocolmo, que piensa una persona que ha sido capturada, que ha sido raptada por una persona, y desarrolla una relación con su raptor, y piensa que no hay mejor opción, o sea, mejor es acomodarse a la situación y tratar de vivir lo mejor que puedas en ese momento, con lo que mejor tengas, a intentar tener libertad. Así estaban los israelitas, sus mentes reducidas a pensar que aunque el faraón era algo terrible en sus vidas, era su mejor opción. Cuando salen al desierto, sus reclamos son el reflejo de lo que ellos pudieron haber hecho con el faraón. ¿Pero por qué le reclaman a Moisés y por qué reclaman a Dios? Bueno, porque el pueblo de Israel no se reveló solamente a Moisés porque estaban sintiéndose mal, no, se revelan ante la bondad de Dios, abusan de la bondad de Dios, abusan de su paciencia. Si Dios hubiera sido como el faraón, un personaje temperamental, un personaje que simplemente busca sus propios intereses y sus propias satisfacciones a través de hacer edificios para contemplar su vanidad, bueno, Dios hubiera determinado que hasta aquí llegaron y los mato a todos y hasta aquí llegó todo, pero no sería nuestro Dios, un Dios fuerte, fuerte en el sentido de que puede pasar lo que sea, Él es inmutable, no cambia su opinión, no depende de cómo se hayan comportado estos jóvenes israelitas que salieron de ahí para liberarlos. Es decir, este pensamiento de Israel es lo que nos muestra cómo nosotros también en algún momento llegamos a sentir estas cosas, y claro, pasamos de sentirnos autosuficientes a sentirnos autoflagelados porque creemos que nos merecemos algo mejor, y ojo, ojo, que este fue el error de Israel, pensar que primero Dios está al nivel del faraón, entonces pueden tener algo como que por lo menos llegar a tener algo a lo que tenían con el faraón pues, si ya nos sacaste de aquí, comportate por lo menos como el faraón pues, eso es lo que reclama el pueblo, y acaso no hacemos a veces lo mismo nosotros, acaso pensamos que por ser cristianos alguien nos vendió la idea de que todo va a ser lindo y todo va a ser cánticos y vamos a estar bien y saludándonos todos con caritas felices, y en fin, bueno, Pablo, los apóstoles murieron de formas terribles, queremos ver a el máximo de los máximos, el incomparable Cristo Jesús murió en un madero, en la cruz, crucificado, una muerte durísima, entonces nadie dijo que va a ser fácil, pero si lo que se le puede decir a alguien cuando está en estas condiciones es que va a valer la pena, y esto es, creo yo, lo que debe llevarnos a entender lo magnífico de Cristo Jesús, porque Cristo, a diferencia de Moisés, acerca al pueblo al reino de Dios, y Él acerca el reino de Dios al pueblo, esto es algo que sólo entendiendo el contexto bíblico nos podremos dar cuenta, siempre fue el hombre llevado al desierto para llegar a tener un encuentro con Dios, Cristo hace lo contrario, Él como Dios baja el encuentro del hombre, y se pone al mismo nivel, y nos enseña que Él es el único que puede ponernos a cuentas y abrirnos una puerta hermosa a una relación íntima con Dios, ¿para qué salí de Egipto? dirán algunos, ¿para qué? ¿qué idea te vendieron? ¿cuál fue tu idealización al decir, bueno, ahora voy a seguir a Cristo y voy a estar bien y voy a tener mejor vida? Sí, sí se tiene mejor vida, sí se está mejor, sí se está bien, pero es un bienestar que no está configurado en el contexto físico-material, sino en algo que supera todo entendimiento, ¿por qué? porque no proviene de nosotros, proviene de la mente perfecta de Dios, y Él dice, mis pensamientos no son los tuyos, así como tan altos del cielo, de la tierra, así tanta diferencia hay entre tus pensamientos y los míos, parafraseando lo que dice el texto. Entonces, para cerrar este tema hoy, que apenas he hecho la introducción, lo veremos mañana, es, ¿para qué salimos de Egipto? Bueno, para seguir a Cristo, esa es la única respuesta. Bendiciones hasta el día de mañana.

Listen Next

Other Creators