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Descubre donde es mas vulnerable tu corazon

Descubre donde es mas vulnerable tu corazon

Dulce Gurrola

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00:00-32:29

Que haces cuando sientes presión? Hacia donde corre tu corazón cuando te encuentras desesperada? El Dios eterno es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen. Deuteronomio 33:27 Dios permite que venga la presión a nuestras vidas para que los idolos queden expuestos y podamos arrepentirnos de ellos y ser libres.

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Transcription

The speaker begins by thanking God for the opportunity to hear His word and asks for guidance and understanding. The topic of the discussion is about discovering the vulnerabilities of the heart and why God allows pressures in our lives to expose our idols. The speaker explains that when we are under pressure, we tend to run to earthly things for comfort instead of relying on God. These pressures can come from the devil, our own sin, other people, physical illnesses, and external pressures. The speaker emphasizes the need to be alert and vigilant against the enemy's attacks and to not neglect gathering together with other believers. Señor, gracias por esta noche, gracias porque nos permites estar aquí escuchando una vez de tu palabra, una vez más. Te pido que abras nuestros corazones, que abras nuestra mente, que nos traigas entendimiento. Te pido que tu Espíritu Santo hable a nuestra vida y que guardes nuestros corazones lo que tú nos quieres hablar hoy, en esta noche. Te pido que por favor nos des la sabiduría de poner en práctica lo aprendido, que podamos ser sabias al aplicar tu palabra. Te ruego que nos guíes en esta noche y que podamos poner atención, que podamos abrir nuestros corazones. Señor, que a veces, aunque no nos gusta, sabemos que tu palabra es viva y eficaz y que va a hablar a nosotras esta noche. Te lo pido en el nombre de tu Hijo Jesús. Amén. Listo. Vamos a empezar. El tema de hoy... Ay, no les he compartido la presentación, perdón. El tema de hoy se llama... Ahí se los paso... Acabado. Nunca les he puesto el tema, pero ahorita les comparto el versículo. Empezamos. Bueno, empieza... Ya es el... ¿Qué viene siendo este? Creo que es el diez. Ya nos faltan dos nada más. Se llama descubre dónde es más vulnerable tu corazón. ¿Verdad? Y ¿por qué? Dios permite que cuando viene la presión en nuestra vida, va a pasar para que nuestros ídolos queden expuestos y podamos arrepentirlos y ser libres. ¿Verdad? ¿Por qué? O sea, Dios... Bueno, a través de este libro, el escritor nos está diciendo por qué nos atoramos siempre en el mismo pecado. ¿Por qué caemos? O como dice el dicho, ¿no? ¿Por qué tropezamos siempre con la misma piedra? ¿Verdad? Y el miércoles pasado vimos que nuestro corazón es el centro del mando. Y ahora vamos a ver hacia dónde corre nuestro corazón cuando está bajo presión. ¿Verdad? ¿Hacia dónde corro cuando estoy bajo presión? Y les voy a leer este versículo. Está en 1 Corintios 10, 13, 14. Dice, las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel, no permitirá que la tentación sea mayor de lo que pueden soportar. Cuando sean tentados, Él les mostrará una salida para que puedan resistir. Pero luego fíjense lo que dice el versículo 14. Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan de la adoración a los ídolos. En 1 Corintios lo escribió Pablo. ¿Por qué Pablo salta de la nada? Está hablando de las tentaciones y el siguiente versículo dice, huyan de la adoración de los ídolos. Porque él estaba entendiendo algo inspirado por su Espíritu Santo y sabía que cuando la apreciamos llega. Cuando estamos siendo tentadas, queremos buscar una salida, queremos buscar un alivio, un lugar de refugio, algo fácil. Por eso es que de la nada salta de las tentaciones a huyan de la adoración de los ídolos. Y Él nos está diciendo, si no estamos en guardia, si no estamos listas, si no estamos nosotros bien paradas y refugiadas en Dios, nuestro primer pensamiento o nuestra primera inclinación es correr a algo terrenal. Cuando estamos en problemas, cuando estamos estresadas, desesperadas, tristes, corremos a algo terrenal. ¿Qué puede ser? Nuestros esposos. ¿Por qué? Porque le exigimos que nos llene de nuestras necesidades. Creemos que Él cumple nuestras necesidades. Puede ser que nos acudamos a nuestro trabajo y que nos llenemos de trabajo. Hay personas que recurren al alcohol, a las drogas, televisión, hay tantas cosas. Hay mujeres que recurren a la comida. Estoy triste, deprimida y se la pasan. Come, come, come. Otras que duermen todo el día. Hay otras que ni eso ni lo otro, pero se van al gym o de compras. O sea, acudimos a las cosas de regalos en lugar de Dios. ¿Cuándo estamos en presión? ¿Por qué? Porque son más fáciles, porque es más rápido, porque me dan placer y porque son visibles. Creemos a la mejor edad. Yo me siento triste que alguien me abrace y corro y busque a mi esposo y todo. ¿Por qué? Porque piensan que Dios no me va a abrazar, Dios no me va a comprender, Dios no está ahí. Y es eso. Las tentaciones, ¿recuerdan? Lo vimos el miércoles pasado, pero no anteriormente, que las tentaciones vienen de nuestros propios deseos, que los cuales nos seducen, nos arrastran, se acuerdan. Porque vienen las tentaciones con nuestros deseos y todo empieza en nuestros pensamientos. Eso hablaba de las tentaciones. Por eso, como ya lo habíamos visto, no me quiero enfocar en eso, sino me voy a enfocar en el versículo 14, que dice, por lo tanto, mis queridas amigas, huyan de la adoración de los ídolos. ¿Y por qué me quiero enfocar? Bueno, en esto porque no solo vamos a ser tentadas por nuestros deseos, ahorita vamos a ver eso, no vamos a ser tentadas, vamos a tener presiones que nos van a llegar por todos lados y son las que vamos a ver ahorita. Te repito las seis, te digo estas seis y luego ya pongo un versículo como ejemplo de cada una. Fíjate, la primera. Vamos a ser tentadas por el diablo y todo su ejército. ¿Por qué vamos a ser tentadas? Porque simplemente sufrimos porque vivimos en un mundo caído. Vamos a sufrir también por nuestro propio pecado porque nos sigue haciendo tropezar. Vamos a sufrir porque otras personas siguen pecando contra nosotras. Vamos a sufrir por las enfermedades físicas y también por las presiones externas. Aquí se lo puse en la imagen. Ahora sí me voy a ir así una por una. ¿Por qué primero? Vamos a subir la primerita, ¿no? Por el diablo y todo su ejército. Anoten ahí si tienen sus apuntes, ustedes anoten porque son muchos versículos, por eso ya no alcancé a ponerlos acá. Pues se los digo, en primera de Pedro 5.8 dice, estén alerta, cuídense de su gran enemigo el diablo porque anda al acecho como un león rugiente buscando a quien devorar. Jesús, este es un versículo, ahora te comparto otro en donde Jesús estaba hablando con Pedro y le estaba diciendo, oye, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo, pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí, fortalezcas a tus hermanos. Cuando los trabajadores en los tiempos del Nuevo Testamento zarandeaban, no sé si conocen esta palabra, yo en México sí la he escuchado, zarandeaban el trigo, es decir, lo agitaban violentamente para separar el trigo de la paja, o sea, eso es lo que le estaba pidiendo Satanás a Jesús, yo quiero zarandearlo, yo los quiero agitar, los quiero mover de un lado a otro violentamente. En Juan 10.10 dice, el ladrón solo viene a robar, matar y destruir, y yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. ¿A quién se refiere como el ladrón? Pues al diablo, ¿no? Así que ya nos dimos cuenta que no solo nuestros deseos, no solo nuestras tentaciones son los que nos van a hacer tropezar, también el enemigo va a hacer todo, él va a hacer todo lo que pueda para hacernos caer, para destruir nuestro matrimonio, como dice, él viene como ladrón a destruir un matrimonio, a matar nuestras esperanzas, a robar nuestra paz, a poner mentiras en nuestra mente, para traer dudas, para desconfiar en Dios. Y es eso, es otra presión en nuestra vida, en nuestro enemigo, que no está contento porque buscamos más y más de Dios. No sé si a ustedes ya les ha pasado o se han dado cuenta que cuando quieren ponerse a leer su Biblia, vas a tener todas las distracciones que nunca hayas tenido. En el momento que tú vas a buscar tener tu momento con Dios, te entra una llamada, tu esposo te invita a salir, o tu hijo no se quiere dormir, o esto y lo otro. ¿Por qué? Porque el enemigo no está contento de que busquemos a Dios. Y les cuento algo, a Gabriel y a mí nos pasó que varios domingos discutíamos en la mañana. ¿Por qué? Porque el domingo en la mañana es cuando vamos a la iglesia, y claro que él no estaba contento con eso. Por eso, te repito lo que estaba diciendo Pedro, en Primera de Pedro 5-8, Por eso nos está diciendo, estén alerta, necesitas estar vigilando. Un vigilante, por decir un vigilante de las casetas, pues tiene que estar con los ojos abiertos todo el tiempo. Así nos está diciendo Pedro en este versículo, oye, necesitas estar alerta, con los ojos abiertos, porque tenemos un adversario y es muy peligroso. Porque hay una historia que se me viene ahorita en la mente, creo que está en Mateo, en donde el diablo mismo estaba usando la Biblia, estaba usando la palabra de Dios para atacar a Jesús. Y él se defendió con la verdad, Jesús mismo se defendió con la verdad, con la verdad de Dios, que era su palabra. Entonces, muchas veces el enemigo también puede usar la palabra de Dios para mentirnos, para distorsionar las cosas. Pero en cuanto a los hechos, necesitamos como estar listos, saber cuando realmente el enemigo está presente para mantenernos firmes, porque sabemos que Dios tiene el control y Él escucha nuestras oraciones. Y te pongo este ejemplo con Gabriel y yo, porque yo se me pude dar cuenta, porque sí, de la nada dices, ¿Por qué estamos discutiendo? ¿Quién empezó? Ni yo empecé, ni tú empecé, y ahorita no se trata de ganar una pelea, simplemente yo me quedaba, o sea, ahí sí como que, la verdad te digo, sí estaba atenta y yo decía, esto ni es de Gabriel, ni es mío, y es el enemigo que nos quiere como no dejarnos en paz, para que no podamos ir a la iglesia, para que estemos, sí me explico, porque pues se siente la tensión en familia, con nuestros hijos, y entonces yo lo que hacía en ese momento simplemente era pues me callaba y oraba en mi mente, porque en ese momento pues ya no te vas corriendo al baño para orar a sola, simplemente en tu mente le dices, Dios toma el control de esta situación, no permitas que el enemigo haga de las suyas. Y ya, y vas a ver como, o sea, como sí Dios toma el control de las situaciones. Pero este es un ejemplo que lo uso de recordatorio para que estemos alerta, ¿Por qué? Porque Dios me habló esta mañana justo este versículo en Hebreos 10, 25, dice, y no dejemos de congregarnos como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca. No dejemos de congregarnos, si nosotros creemos en él, deberíamos de estar viendo a su iglesia, porque es una forma en donde también lo adoramos y le obedecemos, ¿verdad? Por eso necesitamos estar alerta, ¿Por qué? Porque si hemos dejado de ir a la iglesia, necesitamos estar alertas, porque es algo que el enemigo está usando en nuestra contra, y necesitamos estar alertas hasta en nuestras conversaciones con nuestros esposos. Es algo que a mí también se me quedó bien grabado con este versículo, está alerta porque el enemigo es muy inteligente y va a usar todo lo que tú hagas en tu contra, aún las bromas que hagas con tus esposos, sí, aún las bromas, así por decir, ay, que pues, ¿por qué te vas a ir con la otra? No sé, es algo que se mire en la mente, creo que nunca le he dicho eso a Gabriel, pero es algo que realmente a veces hacemos bromas, quién sabe por qué, pero estas bromas y bromas y luego después empiezan a pelear porque empezaste con la broma, ¿verdad? Porque todo, todo lo va a usar nuestro enemigo para hacer de las suyas. Así que estemos alertas y atentos. Bueno, esta fue la primera y era la más larga, no sé por qué. La segunda, sufrimos porque vivimos en un mundo caído. En Juan, ¿te acuerdas de Juan 16, 33? Jesús nos está diciendo, estas cosas les he hablado para que me tengan paz. En el mundo tienen tribulación, pero confíen, yo he vencido al mundo, ¿no? En el mundo tienen tribulación, ¿no lo dijo Jesús? La buena nueva de esto es que si somos cristianos vamos a estar en Cristo, pero la mala noticia es que aunque estemos en Cristo, también estamos en el mundo y en el mundo tendremos aflicciones. Así de simple, vamos a sufrir porque seguimos aquí, ¿no? Y es algo de lo que hablábamos hace poquito en un grupo de la familia que creo que tembló en una parte de México, en Chihuahua, para el paso. Sí, algo, tembló por allá, ¿no? Entonces una prima dijo, ¿no? Es como que ya el fin del mundo se acerca, ¿verdad? Es como los dolores de parto. Es algo que dice Jesús a través de su palabra. Es como los dolores de parto. O sea, cuando Jesús venga van a ser como los dolores de parto. Tú que tienes hijos, te recuerdo. ¿Te acuerdas cuando empezaron las contracciones y eran cada 30 minutos? Y te dijeron, no vengas al hospital hasta que las contracciones sean casi cada minuto. ¿Qué quiere decir? O sea, que peores cosas vendrán. Y es lo que está en su palabra, ¿no? A lo mejor es esto. Ya pasó que la guerra acá, que tembló en Acapulco, perdón, que ahora tembló acá, que era acá, que era acá. O sea, ya van a ser más continuas las guerras, las peleas, todo esto, ¿no? ¿Qué pasa en el mundo? Porque su venida está pronto. Y es por eso que también les recordaba este versículo en Hebreos 10.25. No dejemos de congregarnos, ¿verdad? Animémonos porque ahora que el día de su regreso se acerca. No sabemos cuándo, no es para alarmarnos. Simplemente es para animarnos y seguir haciendo mejor las cosas, ¿no? El número tres. Nuestro propio pecado nos sigue haciendo tropezar. Está en Proverbios 5.22. Dice, un hombre malvado queda preso por sus propios pecados. Son cuerdas que lo atrapan y no lo sueltan. Y otro en Hebreos 12.1. Dice, por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la fe, quitémonos todo peso que nos impida correr. Especialmente el pecado. Que tan fácil nos hace tropezar. O sea, nos está diciendo, quítate en el pecado. O sea, date cuenta de tu pecado que te hace tropezar una y otra vez. Para que podamos entregártelo a Dios. Porque sabemos que Él con Su misericordia nos va a ayudar a seguir. Para no seguir tropezando en lo mismo una y otra vez. Y luego, ¿a qué se refiere esta parte? En donde estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la fe. Esas somos nosotras. Somos testigos de nosotras. Tú eres testigo de lo que yo hago y eres testigo de lo que tú haces. Para animarnos, como te lo decía en el otro versículo, ¿verdad? Así que, cuando después de que tú ya te lo hayas contado a Dios, y tú crees que te va a hacer mejor o que te vas a sentir mejor contándoselo a una amiga, lo puedes hacer. O sea, puedes contártelo a una amiga que tú sepas que sabe de Dios, que conoce a Dios, porque te va a apoyar en oración. Entonces, a eso se refiere también este versículo en Hebreos 12, 1. A nosotros que somos testigos de la fe. Así que, si nos va a ayudar a sentirnos mejor, más libres, hay que hablarlo, ¿verdad? El número cuatro, otras personas siguen pecando contra ti. No solo nuestro pecado, el que está tratando de atraparnos, sino también el de las personas que nos rodean. ¿Por qué? Porque vivimos con esposos que son pecadores. Porque estamos tratando de criar a nuestros hijos pecadores. Trabajamos para un jefe que es pecador y vivimos junto a vecinos pecadores. Porque sí, creo que muchas veces se nos olvida que el pecado inició desde Adán y Eva, claro, y estamos rodeados de pecadores. Sin duda, nosotros fallamos todo el tiempo. Aún las personas que asisten cada domingo a la iglesia, aún el pastor, aún todas esas personas fallan, porque aquí el único perfecto es Dios. Por lo tanto, mientras sigamos confiando demasiado en esas personas, sabemos que nos van a fallar. Y eso está en el Salmo 118, 8-9. Dice, es mejor refugiarse en el Señor que confiar en la gente. Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en príncipes. Y te leo una parte, un ejemplo que nos puso el escritor en esta parte, de por qué no debemos confiar en las personas. Y esto va para nosotras, esposas, escuchemos. Digamos que hemos tenido un matrimonio complicado, pero gracias a la consejería estamos comenzando a mejorar. Tu esposo ha empezado a arrepentirse, pero no pongas toda tu confianza en tu matrimonio para toda tu felicidad. Sigue, ahí está, sigue confiando en Dios y agradecele por lo que está haciendo en tu esposo. Pero no apartes tu confianza de Dios. Cuando tu matrimonio estaba en problemas, cuando estabas desesperada, clamaste a Dios confiando en él. Y a medida que tu matrimonio mejora, si no eres cuidadosa, puedes lamentarte de dejar de confiar en Dios para confiar en tu cónyuge. Esto es idolatría. Y Dios te va a frustrar y te va a sorprender con un fresco recordatorio de la pecaminosidad de tu esposo. Ahí nos está diciendo que por eso no es bueno que confiemos en las personas. Simplemente nos está diciendo, más bien nos está diciendo no es malo confiar en las personas, claro que no. Yo confío totalmente en mi esposo, confío mucho en él, pero no debemos poner toda nuestra felicidad en él. Y creo que esto habla mucho para nosotras mujeres que tenemos esposos que no debemos idolatrar a nuestros esposos. ¿Cómo te das cuenta si tú estás idolatrando a tu esposo? Es porque él te está moviendo con sus emociones. Si él está enojado, tú también te enojas y te frustras y esto te da miedo cómo él se comporta y todo. ¿Por qué? Porque no estás confiando, porque no te estás refugiando en el Señor. Es una forma en la que podemos ver nosotros esposos. Si nuestro esposo es nuestro... pues sí, que lo estamos idolatrando, que le estamos como que dando más importancia a él que a Dios. También a lo mejor yo creo que a mí inconscientemente me llegó a pasar, no sé, en situaciones económicas. No es que la empresa no va bien, no es que nos va a faltar dinero, es que esto... y si él estaba así enojado o frustrado y a lo mejor yo también me ponía enojada o frustrada, pero no, yo aprendí a que Dios es Dios y Dios es mi Dios y a mí me va a proveer y a mí no me va a faltar nada. Y eso es lo que tenemos que ir aprendiendo poco a poco. No es para que dejemos de amarnos, no es para que dejemos de respetarnos, sino de aprender a que Dios sea Dios y nuestro Señor y refugiarnos en el primero. Y luego, claro, nuestros esposos, porque por eso Dios los puso en nuestro camino, porque son y deben de ser nuestros mejores amigos. Y es, lo hemos visto, es la relación más importante de nuestra tierra. Más que mi relación con mis amigas, más que mi relación con mis hijos, mi esposo es la relación más importante y que sí debemos de cuidarla. Era un punto de aparte, chicas, pero ahora vamos con el siguiente. El número cinco, la enfermedad física. Esta es otra, porque claro que la enfermedad llega a nuestra vida cuando menos lo esperamos. De repente estamos bien y ya de la nada estamos enfermas, porque nuestro cuerpo antes aguantaba. Aunque durmiéramos cinco horas diarias, ahora sí, ya no podemos dormir cinco horas. Ya necesitamos dormir siete, ocho horas. Necesitamos alimentarnos bien, hacer de vez en cuando ejercicio, tratar de cuidarnos, porque seguimos creciendo. Creo que sí es algo que no vamos a poder detener. Que aun cuando hay la tecnología y todo esto, que hay cosas que avanzan y está impresionante, pero nuestro cuerpo va a seguir, más bien nosotros vamos a seguir creciendo en edad y nuestro cuerpo se va a ir envejeciendo. Entonces, lo que nos están enseñando también en esta parte es que esto no lo vamos a poder detener y que no nos podemos obsesionar con esto, porque si hay personas que a lo mejor se pueden obsesionar con esto y cirugías y operaciones y cremas, entonces no aceptamos lo que Dios ha permitido en nuestra evolución, en nuestro envejecimiento. Por eso es esto, que no nos encontremos en una situación frustrante o depresiva o que queramos como refugiarnos en cosas para no envejecer. No es malo que nos pintemos el pelo por nuestras carnas, claro que no, que nos pongamos nuestras cremas de noche, eso no, nos estamos cuidando pero sin frustrarnos, sin obsesionarnos con esta parte. Y por último, las presiones externas. Segunda de Corintios 7.5 dice, lo estaba diciendo, creo que era Segunda de Corintios Pablo, cuando llegamos a Macedonia no hubo descanso para nosotros, enfrentamos conflictos de todos lados con batallas por fuera y temores por dentro. ¿Qué batallas o qué presiones externas nosotras podemos estar sufriendo también? Puede ser las presiones de los problemas de nuestra familia, porque a lo mejor si mi hermano está pasando por una mala situación, claro que a mí también, pues sí, me entristece. Las presiones de las dificultades a lo mejor por las que pasan nuestras amigas, son presiones externas que están en el mundo, todo lo que nos rodea, todo lo que está pasando en Israel, todo esto. Y es lo que estamos viendo, que no basta con nuestros temores internos, que no basta a lo mejor con nuestro pecado, también alguien peca contra nosotros, la enfermedad, sufrimos porque vivimos en un mundo caído, presiones por todos lados. Por eso es lo que me quería enfocar en este versículo. Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan de la adoración de los ídolos. ¿Por qué? Porque ya vimos que por todos lados vamos a tener afecciones, ¿verdad? Y una cosa que sí tenemos bien clara, que también no lo mencioné en este libro, es que la prisión va a revelar a nuestros ídolos, y va a ser difícil que nosotras veamos nuestros propios ídolos, ¿Te lo digo por qué? Porque va a ser más fácil que tú empieces a ver el ídolo de otra persona. ¿Por qué? Porque creo que a mí me pasó, yo empecé a detectar, según yo, ídolos en la vida de Gabriel. No, es que Gabriel es un idolatra al trabajo. Yo creo que yo estoy mal, la verdad, yo no soy nadie para juzgar, y te lo comparto a ti para que no te pase, como esposas o mamás, de que no, es que mi esposo tiene este ídolo, o es que mi hijo esto, o es que la amiga del trabajo tiene esto. No, creo que Dios nos ha enseñado siempre que veamos primero nuestro corazón. Entonces, es eso, va a ser difícil, no difícil, sino que va a ser un proceso con el tiempo, no nos frustremos ahorita por decir, ay, qué ídolo tengo. No, es algo que Dios nos va a ir enseñando con el tiempo. ¿Por qué? Porque Dios diseña exactamente lo que se necesita para descubrirlo, no todo a su ritmo. El autor menciona, por las presiones que él estaba pasando en su vida, tenía a su esposa, tenía a sus hijos, vivían en una casa pequeña, él estaba en un seminario, dirigía una iglesia, tenía tantas cosas, pero él seguía pensando que tenía que hacerlo todo, él podía con todo. Y aun cuando tenía problemas con su matrimonio, él se refugió en la iglesia, porque lo que él pensaba era que tenía que trabajar más y más y más duro, aun cuando su matrimonio no iba bien, no se dio el tiempo para resolverlo. ¿Por qué? Porque él lo que descubrió, ya después de todo el desastre que hizo con su familia, él descubrió que su ídolo era el tener la atención, el agradar a la gente, él quería recibir admiración. Y en la iglesia, pues eso es lo que obtenía, ¿no? Al pastor, muchas gracias, es el mejor pastor que he tenido y no sé qué, y por eso él se refugió en la iglesia. Pero la presión en su matrimonio y en su familia tuvo que aumentar más y más para que él pudiera descubrir eso, ¿no? Y fue doloroso, pero a la vez fue lo que Dios permitió para que él pudiera darte cuenta y recuperar su matrimonio, ¿no? Por eso la pregunta para nosotros es, ¿cuándo estamos bajo presión? ¿En qué? ¿En qué nos refugiamos? Él en ese caso se refugió en la iglesia, que es su trabajo, ¿no? Yo lo veo como que es la iglesia, la iglesia tal cual, ¿no? Es su trabajo, no me refiero a Dios, es en la iglesia. Entonces, ¿nosotros en qué nos refugiamos? Por decir, a lo mejor puede ser también en el trabajo, a lo mejor nos refugiamos en la comida, en el internet, ay, es que estoy tan estresada y no sé qué hacer y todo, pero bueno, me meto en las redes sociales a ver qué veo, a ver qué encuentro, y ahí pasamos las horas, ¿no? O en el gym, hay mujeres, yo tenía una conocida que me dijo, o sea, estaba tan triste, estaba pasando como por aflicciones en su vida, igual este que se casó y las dificultades en el matrimonio, pero ella pues no, no conoce a Dios, no conoce a Dios, y se refugió en el gym, ¿no? Hay mujeres que se pueden refugiar en las compras, ¿por qué? Por lo que vimos hace rato, o sea, queremos placeres momentáneos, ¿no? Y la verdad es esta, digo, aunque no nos guste a Dios, no ayuda a los que lo abandonan, y es un versículo que vimos, creo que en septiembre a inicios, y que aplicaba para esto, así que lo voy a repetir, está en Isaías 57.13, dice, veamos si sus ídolos pueden salvarlos cuando clamen a ellos por ayuda, o sea, está fuerte, realmente es algo, es uno de los versículos más retadores que he leído, veamos si sus ídolos pueden salvarlos cuando clamen a ellos por ayuda, o sea, que Dios nos está diciendo esto, con esto, o sea, a ver si cuando te sientes triste o con dificultades, como no clamaste a mí, veamos a ver si tu trabajo te saca de apuros, a ver si el gym te ayuda de algo, clámale a esos ídolos en los que tú te refugiaste por ayuda a ver si te salvan. Dios no está ayudando, Dios no dice, bueno, ay, si yo te cumplo todo lo que quieras mientras tú estás sirviendo a tus ídolos, claro que no, queremos recibir todo lo que pedimos, pero no nos gusta obedecerle, el Señor, por favor, ayúdame, ándale, contesta mis oraciones, por favor, te lo ruego, pero cuando Él nos pide algo a cambio, o sea, cuando nos pide que simplemente lo amemos, que simplemente lo busquemos a Él, que decimos, bueno, al rato, es que tengo que trabajar, y digo, ay, si mis hijos me esperan, la comida, la cocina, y no, y ay, no te lleguen a mi esposo, porque pues claro que le tengo que dar tiempo a mi esposo, se dan cuenta cómo somos, muchas veces nos comportamos así, y es una realidad triste, porque sabemos que Él está ahí, Él es fiel, Él no nos abandona, aunque nosotros fallemos una y otra vez, Él no nos abandona, pero entonces, ¿por qué preferimos refugiarnos en otras cosas? Cuando tenemos problemas, rogamos y oramos, y Él nos contesta, y también, ¿qué pasa? A veces se nos olvida hasta agradecerle, porque contestó nuestras oraciones. En Jonás 2.8 dice, los que rinden culto a dioses falsos, le dan la espalda a todas las misericordias de Dios. Pero, siempre me encanta el pero, no hay una salida, hay una salida para cada problema que tenemos. Y sí, como lo decía ahorita, Dios es fiel, Dios no cambia de parecer, Dios no cambia, hay un versículo que dice, Él no cambia de parecer, nosotros podemos cambiar de opinión, de parecer, pero Él no cambia. Y es ese pero, en el que debemos quedarnos ahorita, con el pero, y está en este mismo versículo de Italias 57.13, perdón, aquí era sólo 13, dice, Pero el que confíe en mí, heredará la tierra, y poseerá mi monte santo. Escuchad, pero el que confíe en mí, el que se refugie en mí. Entonces Dios nos está diciendo, pero la mujer que confíe en Dios, heredará la tierra, la mujer que prefiera refugiarse en Dios, encontrará paz, sanará su corazón, la mujer que se refugie en el Señor, será libre, tendrá gozo, felicidad, esa mujer prosperará en todo lo que haga, porque ha decidido confiar y refugiarse en su Señor. Y es algo que nos debe animar, que Dios es bueno, sobrepasa su bondad, sobre su ira. Por eso es lo que debemos preguntarnos y reflexionar, cuando llegan las presiones, no debemos de recurrir a los placeres momentáneos o terrenales. Necesitamos recurrir y refugiarnos en Dios. Te lo comparto en este último versículo, bueno, te lo digo, porque no lo anoté. Ah, sí, aquí está, perdón de tu horonomio, 33, 27. El Dios eterno es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen. ¿No es hermoso escuchar esto? Él es nuestro refugio, y sus brazos eternos te sostienen. Cada mañana, lo dice en palabras, cada mañana su misericordia se renueva. ¿Para quién? Para las que deciden refugiarse en Él cada día. Sin importar cómo nos sentimos, sin importar cuáles sean las circunstancias en donde nos encontremos, si nos han dañado, si alguien más está pecando contra nosotras, si es nuestro mismo pecado, si son las afecciones, si es el enemigo que nos ataca, ya lo vimos ahorita, por todos lados, siempre somos responsables nosotras de nuestra respuesta a las pruebas que Dios pone en nuestra vida. Porque o nos refugiamos en Dios, o nos refugiamos en las cosas terrenales. Y esto es una decisión que tenemos que tomar diariamente, ¿verdad?, de refugiarnos en Él, de decidir buscarlo a Él. Así que esto es una tarea que nos dejó el libro, simplemente de memorizar y meditar estos versículos. Este es el primero, en Deuteronomio 33.27. El Dios eterno es tu refugio y sus brazos eternos te sostienen. Te comparto otro para que lo anotes, Salmo 46.1. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza. Siempre, siempre, escúchalo, Él siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. ¿Qué es lo que quiere Él? Que vengamos a Él, que nos refugiemos a Él. Él está dispuesto a hacer de todo, sí. Él está dispuesto a darte paz, a ayudarte. ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Simplemente entregárselo todo primero a Él.

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