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Lo que dices creer se alinea con la forma en que vives? Porque la idolatría exhibe la fea desconexión que hay entre la teología confesional y la teología funcional.
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Lo que dices creer se alinea con la forma en que vives? Porque la idolatría exhibe la fea desconexión que hay entre la teología confesional y la teología funcional.
Dear friends, we are currently studying chapters 7 and 8 of the book. We have the rest of November to finish it. Today, we will talk about how idolatry creates confusion. Sometimes people's actions can be confusing, like when they react angrily or manipulate others. These reactions can cause confusion for those around them. Our desires can become idols that affect our relationships. It is important to align what we say with how we live. We need to examine our desires and ensure they are legitimate and not becoming idolatrous demands. We can learn from the stories of Atalia and Zara, who both made sinful choices to achieve their desires. Let's strive to do good and not be afraid, like Zara, who was called the mother of us all. Hola queridas amigas, empezamos este estudio, les cuento que ya vamos en el capítulo 7 y 8. Así que nos quedaría el resto del mes de noviembre para terminar con el libro que hemos aprendido tanto y ha sido de gran bendición para nuestra vida. Así que hoy vamos a empezar con el tema de la idolatría crea confusión. ¿Por qué? Y vamos a ver un ejemplo, pero primero déjame orar. Dios, gracias por este día, gracias porque nos permites reunirnos en tu nombre. Te pedimos que abras nuestro corazón, nuestra mente, nuestro entendimiento para recibir tu palabra, para ponerla en práctica, para seguir aprendiendo de ti. Te lo pido en el nombre de tu Hijo Jesús. Amén. Entonces, ¿por qué hablamos sobre la idolatría? Porque crea confusión, ¿no? Y crea confusión con los que me rodean. ¿Por qué? Porque no sé, no sé si te ha pasado, hay personas a veces que actúan de manera que dices, no entiendo, ¿no? O sea, como que no entiendo por qué está yo de esa manera, o sea, ¿por qué pasó si yo no hice nada? Y es eso, porque a veces nuestros ídolos van a traer confusión, ya sea las personas que nos rodean, ¿no? O la forma en la que las demás personas reaccionen también nos van a traer confusión. ¿Por qué? Porque hay personas que reaccionan así como pues estallan de enojo, ¿no? Y hay personas que son manipuladoras. Hay matrimonios en los que pasa eso, ¿no? Que manipulan muchas veces con la economía, con las finanzas. No, pues si tú ya no vas a hacer esto, pues ya no te voy a dar dinero. Si haces o no haces, ya no te voy a dar esto y ¿sabes qué? Pues mejor ya me voy. Son manipuladores o manipuladoras. Y a decir otras personas que hacen pucheros, bueno, pucheros como de, ay no, es que si ya no me amas me voy a cortar, ¿no? No sé si se acuerdan de, esto pasó en, yo me acuerdo que pasaba como en mi universidad, ¿no? De niñas que realmente hacían cosas por buscar ese amor, ¿no? Entonces, esas reacciones, ¿no? A veces no las podemos entender, ¿no? O a veces ¿qué pasa? Como por decir, ahorita te pongo un ejemplo que me pasaba con Matthew. Pero ya sea que las demás personas no entiendan qué hicieron para que yo reaccionara de esa manera o nosotras no sabemos qué hicimos para que los demás hayan reaccionado así, ¿no? Y es por eso que traemos confusión, porque a lo mejor dicen, ok, pues hice esto que te hizo enfadar pero pues ellos no pueden ver el cuadro completo, ellos no pueden ver lo que hay al fondo de mi corazón y que por qué, o sea, ¿por qué reaccioné así? Entonces, recuerdan que un ídolo es cualquier cosa que ofrece tu corazón y tu mente. Entonces, literal cualquier cosa. Y es algo que pude experimentar hace unos días con Matthew, porque algo que me molesta tanto es que tenga que repetir las cosas muchas veces. Y me acuerdo que le dije a Matthew, es que, ¿por qué te tengo que decir las cosas tantas veces? No me gusta, simplemente hazlo a la primera y ya, ¿verdad? Eso es como mi deseo, ¿no? Eso era lo que yo quiero, ¿verdad? Malamente, pero Dios habló a mi vida a través de este libro. Y me enseñó esto porque es justo lo que escribe el autor, ¿no? Porque, o sea, él tenía este ídolo, ese deseo intenso en él de, es que no debería tener que insistir tanto sobre lo mismo porque le pasaba lo mismo, bueno, con sus hijos adolescentes, ¿no? Entonces, eso era lo que, wow, yo entendí y dije, a lo mejor me puede estar pasando eso a mí, ¿no? Ese deseo que está prestando mi corazón porque como yo quiero que Matthew haga lo que le digo a la primera y pues como no lo hace, entonces me enojo. Y creo que esto puede aplicar ya sea a la edad que tengan tus hijos o hasta con nuestros esposos, ¿no? De que a veces como, ay, les tenemos que repetir las cosas muchas veces. Deja la ropa en su lugar, oye, las llaves en su lugar, oye, no me gusta que dejes abierto ya sea la caja de cereales, etc. O sea, no te tendría que seguir diciendo las mismas cosas siempre. No me gusta que tengo que dejar de hacer lo que hago para repetirlo, ¿no? Eso me enoja, entonces nos aferramos a este ídolo, a este deseo, ¿no? Entonces se dan cuenta como estos deseos realmente sí pueden traer confusión a los que nos rodean. Porque a lo mejor por decir, Matthew, a lo mejor él sabe que yo me enojé porque no hizo lo que le dije cuando debería, pero si yo sigo alimentando ese ídolo, si yo sigo protegiendo ese deseo que tengo, pues habrá un momento en el que pueda explotar y me enoje y ahora sin Matthew pues no lo va a entender y él será el único afectado, ¿verdad? Y por qué, decía el autor, por qué no nos gusta repetir las cosas una y otra vez a nuestros hijos, ¿no? Si Dios nos tiene que repetir las cosas una y otra vez a nosotros mismos, ¿no? A veces fallamos y vamos y lo buscamos y Dios nos repite las mismas cosas, ¿verdad? A Dios no le molesta decirnos las cosas una y otra vez, aun cuando no le hagamos caso, él es un Dios paciente, ¿no? Entonces, gracias a Dios que yo ya me pude dar cuenta de esto y entonces yo voy a trabajar sobre esto para poder tener una mejor relación entre mi Matthew y yo. Y creo que una pregunta que nos podría ayudar a reflexionar es, ¿lo que dices crees se alinea con la forma en la que vives? ¿Por qué? Porque la idolatría exhibe esta fea desconexión que hay entre la teología convencional y la teología funcional, ¿no? Es decir, yo digo que creo en Dios, pero realmente tus actos dicen que crees en Dios y confías en Dios. ¿Qué está diciendo tu vida? O sea, ¿qué ven los demás de ti? Si alguien te estuviera observando, si alguien habría puesto un micrófono en tu casa para escuchar y descubrir qué es lo que te hace enojar, qué es lo que te hace llorar, o sea, siguiendo la pista de dónde inviertes tu dinero o tu tiempo, ¿a qué conclusión llegarías? Encontrarían a Jesús al final del camino. Y esto es lo que podríamos ver, o sea, realmente esos deseos que hay en el fondo de mi corazón me hacen hacer lo correcto o no. Y ahora vamos a hablar, o sea, yo te ponía en este ejemplo como literal para decirte que sí, ahora lo entiendo que literal, cualquier deseo puede convertirse en un ídolo en nuestra vida. Y entonces, ahora vamos a ver los deseos que son legítimos, ¿no? Deseos legítimos, pero que se convierten después en exigencias idolátricas, que es por decir que, bueno, que es un deseo legítimo, es un deseo que es justo, que es genuino, irrazonable. ¿Qué quiere decir? Que por decir para un soltero, el matrimonio es un deseo legítimo, es razonable, es normal que él quiera casarse. Para una pareja sin hijos, tener una descendencia, tener hijos, pues va a ser un deseo legítimo. Para una persona sin trabajo, encontrar trabajo va a ser un deseo legítimo, ¿no? Pero estos deseos se van a convertir en exigencias idolátricas cuando lo quieren satisfacer de forma injusta o cuando voy a hacer de todo para obtenerlo, ¿no? Hay un ejemplo de la vida de Atalía y te voy a empezar a leer este versículo porque fue una mujer que realmente estuvo dispuesta a matar por conseguir lo que ella quería. ¿Te leo el versículo? En Crónicas 22.10 dice, Dice, cuando Atalía, madre de Ocosías, supo que su hijo había muerto, mandó a matar a toda la familia del rey. O sea, este es el versículo, pero te cuento todo el contexto de lo que estaba pasando. Ocosías fue asesinado y Ocosías era el hijo de Atalía. Y en ese momento, cuando su hijo falleció, ninguno de sus descendientes tenía la edad suficiente para asumir el trono de Judá. ¿Qué quiere decir? Que entonces ella como que se dio oportunamente con el poder de tomar el reino, en este caso estaba en el reino del sur y se convirtió en gobernante de Judá. Pero Atalía aprovechó esta oportunidad para promover una masacre, o sea literal, mandó a matar a todos, en la corte de Judá con el fin de exterminar la descendencia del rey David. Así que Atalía realmente intentó matar a todos los herederos del trono, aunque fueran sus propios nietos. O sea, realmente, aunque sea tu propia familia, se estuvo dispuesta y de hecho lo quiso hacer, lo mandó a matar a toda la familia del rey, era su propio hijo, o sea te pones así como que, ¿cómo no? Y entonces realmente te das cuenta de que sí existen mujeres malas, o sí existen esas personas que pues harían todo con conseguir lo que quieren. Entonces Atalía, este ejemplo que nos pone en la Biblia, Atalía pecó con tal de conseguir el reinado. Este es un ejemplo de esta mujer. Pero y luego tenemos otro ejemplo, otro ejemplo de esta mujer que se llama Zara, no sé si se acuerdan de la vida de Zara. Zara fue una mujer estéril, recuerdan, era la esposa de Abram, pero ya era una mujer de edad avanzada, ¿no? Y aunque Dios le prometió que iba a tener un hijo y que él iba a ser la descendencia, ella fue como una mujer... Pues fue, sí, impédula, porque desconfió por una parte y también trató de manipular a Abram, ¿se acuerdan? Creo que está en Génesis 16.2, porque, ¿se acuerdan que Zara le dijo a Abram? Abram, ¿sabes qué? Pues yo estoy muy vieja, yo creo que el Señor me ha impedido tener hijos porque era estéril, así que, pues bueno, acuéstate con mi criada y pues quizá por medio de ella vas a tener hijos. O sea, fue... Bueno, actuó mal, ¿no? Vimos anteriormente esta historia de Zara. O sea, ella le quiso dar un plan B a Dios, ¿verdad? Pero aún así Dios, en su fidelidad, cumplió su promesa en ella, ¿no? Si sabemos que cuando Dios promete algo Dios lo va a cumplir. Así que estaba aquí, ¿no? Y este es otro ejemplo de esta mujer porque así como vimos lo de Atalía, dice otra parte de la Biblia, en donde Atalía fue, creo que, comida por los animales o algo así. O sea, ya ven que a veces el Antiguo Testamento está muy fuerte. Pero terminó mal su historia, ¿no? Por ser una mujer que pecó por conseguir lo que ella quiso. Y al final, bueno, pues vemos Zara, la historia de Zara terminó con un final feliz. ¿Por qué? Porque hasta Dios la estaba llamando madre de todas nosotras. Y te lo leo porque está en 1 Pedro 3. Dice, Zara, por ejemplo, obedecía a Abraham y lo llamaba su señal. Si ustedes hacen el bien y no tienen miedo de nada, es que son hijas de ella. Entonces, Dios honró a Zara, ¿no? Por al final, pues honrar y obedecer a su esposo también, por confiar en Dios, ¿no? Y vemos este ejemplo, ¿no? De dos mujeres que, pues, tenían intensos deseos diferentes, pero que, por decir, el deseo de Atalía la llevó a hacer cosas indebidas y el deseo de Zara, por un lado también, pero sabemos que Dios cumplió su promesa, ¿no? Entonces, bueno, o sea, es a lo que voy, o sea, yo te ponía un ejemplo de mi deseo, por decir, con Matthew, ¿no? Que yo no sabía que tenía y digo, bueno, a lo mejor eso me pasa. Pero hablamos de ahora de estos deseos legítimos, ¿no? Que deseamos que a lo mejor sean cumplidos en nuestra vida. Hay deseos por decir de que, ah, pues yo quiero tener una buena amistad, yo quiero tener una posición laboral más alta. Yo me desearía casar, yo desearía ser madre, yo quiero viajar, o sea, realmente podremos tener una lista, pero muy, muy larga, de nuestros deseos. Pero la pregunta es, o sea, ¿hasta dónde estamos dispuestas a llegar por cumplir esos deseos? O sea, ¿realmente haríamos cosas injustas o indebidas para obtener lo que queremos? Porque, pues, como ya vimos este ejemplo, o sea, hay mujeres que han estado dispuestas a hacer todo y hasta pasar por encima de quien sea y hasta pasar por encima incluso de Dios para haber realizado sus sueños, ¿no? Muchas veces corremos a lo mejor tras los placeres de los deseos terrenales porque, pues, no vemos que Dios nos esté dando placer, ¿no? O que Dios cumpla nuestros deseos, entonces yo me salto, ¿no?, de esa parte, ¿no? Y, bueno, a lo mejor dices, bueno, pero estos deseos a lo mejor son equis, ¿no? Pero ¿cómo voy a llegar a pecar si son simples deseos que tengo? Así que te lo voy a poner como ejemplo. O sea, ¿cómo este tipo de deseos, cómo se pueden llevar como que de una forma ilegítima, ¿no? ¿Cómo estos simples deseos realmente pueden terminar hidaneando nuestro corazón cuando se van a volver una exigencia idolátrica? Porque, por decir, hay un deseo de querer tener una amistad, ¿no? No es malo que podamos o que queramos tener una amistad, pero hay personas que a lo mejor hacen de todo por querer encajar, ¿no? Y creo que por decir como mamás es lo que le tenemos que enseñar a nuestros hijos. Oye, no por querer juntarte con ellos, por querer quedar bien con él vas a fumar o vas a tomar, ¿no? O sea, pasa, ¿no? A lo mejor, pues, yo quiero ser aceptada en ese grupo de amigas y, pues, no importa que me ponga a tomar con ellas o hasta que me emborrache porque, pues, no importa. Yo quiero seguir con ellas aunque yo sé que eso es pecado. ¿Sí me explico? O sea, ¿realmente sí hay deseos legítimos que los estamos volviendo como o que estamos haciendo las cosas indebidas por mantenernos, ¿no? Mantener eso o cumplir eso, ¿no? Una mujer soltera que a lo mejor ya... Ya es que ya me quiero casar, ¿no? Es que ya tengo... ¿Cuántos años tengo y ya me quiero casar y todo? Entonces empieza a pecar a la mejor si ella está saliendo con un hombre comprometido o con un hombre casado, ¿no? O probablemente empieza a usar la... ¿Cómo se llama esta aplicación de Tinder, no? Creo que nunca la usé, pero... Pero eso no está bien porque ahorita lo vamos a ver mes adelante pero, o sea, esa idolatría es no tener la confianza en que Dios va a cumplir su promesa, ¿no? Entonces nos vemos como que... ¿Se acuerdan? Lo mencionamos creo que el miércoles pasado o antepasado. O sea, nos vemos como que dispuestas a sustituir algo, una cosa, un placer a alguien por la verdad de Dios, ¿no? Poder decir, ay, sí, tengo un deseo muy intenso de viajar y quiero viajar y todo y no es malo que queramos viajar pero creo que también el problema va a ser cuando lo hagamos y nuestras finanzas no nos dan. Entonces vamos a tener que gastar hasta lo que no tenemos y vamos a tener que poner al full la tarjeta de crédito solo porque quiero viajar. ¿Me explico? Entonces es lo que realmente Dios nos está enseñando o sea, de poder realmente ver atrás de esos deseos que tenemos si lo hago o no lo hago y bueno, es lo que decía anteriormente o sea, cómo esta raíz de la idolatría en nuestro corazón empieza por una falta de confianza en Dios, ¿no? Es que a lo mejor y dudamos es normal, no dudamos es que, ay, no sé si Dios me va a mandar un esposo o no confío que a lo mejor y Dios me va a permitir ser mamá en su momento o no confío en que podré subir de puesto, etc. Y por eso vemos el versículo ay, no sé si te lo compartí aquí no, perdóname, pero te lo leo está el proverbio 28-26, dice El que confía en sí mismo es un necio pero el que actúa con sabiduría estará a salvo Este libro de proverbios me encanta, ¿no? porque nos ayuda a quitar como nuestra necedad nos ayuda a dejar de confiar en nosotros mismos, en nuestra inteligencia sino al contrario o sea, buscar a Dios, ¿no? buscar su sabiduría porque hay un versículo de la Biblia que dice que Jesús es la sabiduría misma entonces, necesitamos buscar de Jesús para poder estar a salvo de a lo mejor estos deseos que en algún momento nos van a hacer pecarnos y sabemos que el Evangelio va a ser nuestra única esperanza o sea, si queremos dejar de desperdiciar nuestras vidas y persiguiendo lo que deseamos persiguiendo a lo mejor cosas que no tengan importancia en lugar de confiar en Dios, ¿verdad? en lugar a veces de acudir a Dios acudimos a otros lugares, ¿no? o nos aferramos a cosas, a personas o a circunstancias, ¿no? para poder obtener seguridad, ¿no? muchas veces, ¿qué pasa? o sea, creo que pasa que cuando no confiamos en Dios o a lo mejor y que no lo conocemos lo suficiente y estamos en momentos de duda y desesperación vamos con todo mundo a pedirle consejos y para preguntarle, ¿qué hago? es que no sé qué hacer y les preguntamos, ya sea una para que me digan qué hacer o para escuchar lo que yo quiero escuchar ¿no? porque realmente si buscamos a Dios a lo mejor no nos va a gustar lo que Él nos está diciendo a través de Su Palabra pero sabemos que como somos Sus hijas tenemos que amar y corregir de la manera en la que nos va a ayudar a ser esas mujeres que Él quiere que seamos, ¿no? es otro versículo que no recuerdo exactamente bien pero dices así, nosotros mamás, o sea, nosotros como mamás corregimos a nuestros hijos y los amamos ¿cómo no más nuestro Padre Celestial nos va a corregir? nos va a guiar, ¿verdad? entonces que en vez de andar preguntando consejos a lo mejor a todo mundo que podamos buscarlo a través de Su Palabra ¿y por qué les digo esto? yo creo que es algo de cada miércoles, ¿verdad? porque realmente si yo no lo hubiera experimentado por mí misma y que Dios sí responde a través de Su Palabra no se los estaría diciendo, ¿verdad? y creo que a lo mejor y me veo mal ¿verdad? en mi afán de que ustedes quieran leer la Biblia, pero no es por mí, al final yo le decía ayer a mi mamá que a veces hay dudas en mi corazón, te digo con esto de que leo el libro y hay dudas en mi corazón de que estoy haciendo bien y a lo mejor estoy invirtiendo demasiado tiempo en las reuniones estoy invirtiendo y me esfuerzo porque pues Dios sabe que me esfuerzo y yo le preguntaba a Dios que fue ayer un martes, creo, que salía de la oficina y yo estaba así como que un poco desanimada y confundida porque decía, estoy haciendo bien, no estoy haciendo bien ¿verdad? pero al final yo le pregunté a Dios, ¿no? esa parte como Dios, Tú conoces mi corazón Tú guíame y Tú ayúdame a saber si estoy haciendo bien, si no estoy haciendo bien en, no sé, a lo mejor en nuestras reuniones de los miércoles yo en nuestras reuniones de los martes, etc., ¿no? pero, te digo, esas son dudas que realmente yo tengo, ¿no? creo que cada una de nosotras tenemos nuestras dudas con Dios pero ayer, sí ayer, justo ayer en la noche como que algo en mi corazón, bueno, en mi interior mi espíritu, yo sé que me estaba me decía, ¿no? como que antes de dormir ve a leer tu devocional tengo un devocional que leo todos los días y esa vez, este día no lo había leído en la mañana, entonces dije, bueno, lo voy a leer en la noche, yo siento que lo tengo que leer por alguna razón entonces abrí mi mi mi devocional y lo primero que decía era la historia de Lidia Lidia fue una mujer que creyó en Dios y que creyó y Dios abrió su corazón y esa mujer después de creer en Dios abrió su casa y entonces después de abrir su casa, más llegaron a los pies de Jesús, porque esa mujer decidió confiar en Dios y abrir su casa o sea, no saben, ayer yo estaba llorando de alegría y de emoción de saber, Dios, Dios, tú me escuchas realmente, o sea, cuando oramos de verdad, desde lo más profundo de nuestro corazón y decirle, yo quiero saber esto, ¿no? realmente, si todavía no vino mal Dios nos responde, o sea sí o sí, Dios nos va a responder cuando lo buscamos con todo nuestro corazón me conmovió mucho, sí, leer esto porque fue hace un año que pues ya casi un año que empezamos las reuniones y fue justo hace un año que Magda, nuestra pastora de México fue que me dijo esto, ¿no? como que siento que tú, ¿no? como que la historia de Lidia en la Biblia me recuerda a ti, entonces pues yo estaba muy conmovida ayer, entonces es algo que yo les comparto también como experiencia propia de que aun cuando tengan dudas en sus decisiones que podamos creer a Dios en su palabra, porque ahí es en donde nos va a responder no va a ser como que ahí va a llegar un pajarito y nos va a contestar algo, ¿no? o va a pasar algo extraordinario, ¿no? a veces queremos que pasen señales extraordinarias y que Dios me conteste o que Dios cumpla lo que deseo, pero Dios nos va a hablar sí o sí a través de su palabra, ¿no? entonces por último les quería compartir este versículo en Isaías 49, 15 que dice puede una madre olvidar a su niño de pecho y dejar de amar al hijo que ha dado a luz, aun cuando ella lo olvidara, yo no te olvidaré, o sea las que hemos experimentado de ser mamás pregúntate, ¿dejarás de amar al hijo que diste a luz? ¿dejarás de amar a tu hijo por el cual has dado todo? y Dios dice aunque tú lo hicieras aunque tú dejaras de amar a tu hijo, Dios jamás te olvidará de ti ni de mí, o sea es lo que nos está diciendo yo no te olvidaré y es lo que me quedé pensando y reflexionando en esta parte si realmente pensamos en esto, ¿no? si Dios dio a su único hijo por ti y por mí, o sea si Él nos escogió a ti y a mí, entonces ¿por qué creemos que Dios nos está olvidando? ¿por qué a veces nos centra la duda? ¿no? ¿por qué pensamos es que no me contesta mis oraciones? ¿es que ya se olvidó? y es lo que Dios nos está diciendo yo no te he olvidado, o sea yo he estado aquí todo el tiempo, a lo mejor nosotras nos desviamos un poco pero Dios nos está diciendo yo he estado aquí todo el tiempo, yo no me he olvidado de tus oraciones, o sea a Dios si le importan tus sentimientos a Dios si le importan tus dudas como te lo decía ahorita, o sea Él sabía que era una duda que yo tenía y me contestó y es eso, o sea Dios si le importan nuestras circunstancias, ¿verdad? y por otro lado Él es el único que va a saber realmente nuestros deseos de nuestro corazón ya sean deseos buenos que estemos cuidando y protegiendo y que a lo mejor nos van a llevar a hacer algo indeseado, ¿no? Dios es el único que conoce nuestro corazón y nuestros deseos por eso es realmente bonito que podamos buscarlo a Él, ¿no? porque Él sabe a lo mejor ese deseo que yo tengo de tener una mejor estabilidad financiera, o sea Dios conoce ese deseo que tienes de casarte de tener hijos Dios conoce ese deseo que tienes de querer un mejor trabajo, ¿no? por decir como mamás, Dios conoce nuestro deseo también de querer dar lo mejor para nuestros hijos en tiempo, en calidad y lo que ellos necesitan y se merecen o sea, como mamás creo que a veces queremos, sí queremos y queremos darles el tiempo y queremos darles lo mejor pero estamos a veces tan cansadas y tan agotadas realmente nos pasa, ¿no? y qué es lo que dice Dios otra vez, o sea, ven a mí yo sé, yo te conozco, yo sé cómo te sientes, yo sé que estás cansada pero ven a mí, y otra vez en su palabra, y no me acuerdo si una vez lo compartí con Tati o con ustedes en su palabra siempre va a ser como que lo que nos anime, creo que es un versículo que Dios me dijo una vez que estaba lavando los trastes y realmente Dios sabía que yo estaba tan cansada igual de cuidar a Mati todo el día pero dice bueno, tengo que lavar los trastes y me puse una plática del pastor Danilo que antes escuchaba mucho y Dios, lo primero que me dijo fue o sea, los perdónenme, me acuerdo, Isaías creo que 41 30 31 40, algo así, pero les dice, los que confían, lo trato de traer a mi mente, o sea, los que confían en el Señor, renovarán sus fuerzas, o sea, en ese momento para mí fue como que, ay gracias Señor, o sea, fue algo que necesitaba, ¿no? para una mamá cansada, algo que yo necesitaba que me dijeras, o sea, que tú vas a renovar mis fuerzas el día de mañana o sea, tú que estás pasando por situaciones económicas difíciles, o sea, Dios te está diciendo, si yo me encargo de darle alimento a los pájaros todos los días, o sea, ¿cómo no me voy a encargar de darte alimento a Dios? o sea, ¿cómo no me voy a encargar de que no te falte nada? y eso una vez más le podemos encontrar todo en su palabra, hay de todo, realmente cada vez que leo me sorprendo digo, wow, no pensé que iba a encontrar esto en su palabra, ¿no? así que es eso, o sea, de saber que sí, que Dios conoce nuestros deseos más profundos ¿no? y que aun cuando a lo mejor no sintamos que Dios no nos escucha, que podamos ir a Él ¿no? y pedirle que Él haga su voluntad, porque yo sé que Dios, Él que nos creó, Él tiene lo mejor reservado para ti y para mí aunque no lo podamos ver ahora, yo sé que Él tiene lo mejor para nosotras ¿no? al final ya te comparto esta parte ¿se acuerdan de Lucas 22, 42? en donde Jesús estaba orando en el monte de los olivos Él estaba pasando por un momento de angustia, ¿no? es algo que también nos ayuda a entender que Jesús pasó por momentos de angustia, así como nosotras y Él sabía, porque Él sabía que pronto lo iban a crucificar entonces, en ese monte, Jesús le dijo Padre, si es tu voluntad aparta de mí esta copa pero no se haga mi voluntad sino la tuya ¿y qué pasó después? que Dios guardó silencio, ¿no? Dios a lo mejor, no por decir, no apartó esa copa de Jesús, ¿por qué? porque Él quería que se cumpliera su propósito en la vida de Jesús y al final, pues sabemos que esta vida que se convirtió en nuestro Señor, que al final murió y resucitó, pero que ahora es nuestra mayor esperanza para hoy para nosotras, para lo porvenir ¿no? eso es lo que quiero recalcar ahora también con esto, o sea si Dios a lo mejor está guardando silencio a uno de nuestros deseos es porque Él tiene algo reservado para nosotros porque Él tiene lo mejor reservado para nosotras, así que como nuestro Señor siempre ha sido nuestro ejemplo, que podamos seguir su ejemplo y que busquemos su voluntad en todo lo que hagamos, ¿no? que busquemos su sabiduría en nuestras decisiones literal, en todas nuestras decisiones, porque se los prometo que sí, o sea que cuando ponemos nuestras decisiones en sus manos, Él se va a encargar de guiarnos, ¿no? y a qué me refiero en todas, en todas Señor, salgo de vacaciones en diciembre Tú guíame, ¿no? Señor estas amistades me hacen bien, sí o no, Señor esta decisión que quiero tomar guíame Tú, ¿no? que se haga tu voluntad también en mis deseos en mis planes, ¿no? busquemos su palabra siempre, porque sabemos que su palabra va a ser lámpara a nuestros pies, guía, Tú guía ¿no? a nuestra vida a nuestro camino, así que ya por último las animo a que podamos seguir orando por nuestros deseos, por esos sueños y seguir orando para que Dios examine nuestro corazón porque sólo Él sabe lo que hay en nuestro corazón, ¿no? y sabemos que tenemos un Dios que no aporta su oído para escucharnos su palabra nos afirma una vez más, está en Salmos 34 17, dice claman los justos y el Señor los oye y los libra de todas sus angustias clamamos, sabemos que nosotras, que cuando, mientras llevemos una vida justa, dice su palabra, pide lo que quieras y Él te responderá, ¿no? claman los justos y el Señor las escucha nos escucha, ¿verdad? entonces que podamos escoger con sabiduría nuestras acciones que vamos a tomar que recordemos que nuestra vida está hecha para glorificar a Dios, que ese debe de ser el deseo legítimo más grande para nosotras así que, espero me haya explicado, espero haya talmente, este pues, ha hablado Dios a tu vida así como lo hizo conmigo