The speaker introduces the topic of aging and how life changes after the age of 50 or 60. They discuss the importance of focusing on quality of life over material possessions and the need to make the most of each day. The speaker explains that as we age, our health and energy levels decline, and certain biological and hormonal changes occur. They mention that genetics play a role in how long we can prolong this stage of life. The speaker emphasizes two important factors for extending life: reducing calorie intake and maintaining physical activity. They explain that a balanced diet with fewer calories and natural, unprocessed foods is crucial. They also stress the importance of staying physically active to keep joints and muscles flexible and to repair damaged tissues. The speaker concludes by mentioning that they will discuss various topics related to health, medicine, and technology in future episodes, with a focus on the opportunities and challenges faced by older adults.
Bienvenidos a Diario de un Sexo Adolescente. Había estado un poco alejado de este canal en virtud de una serie de situaciones de salud que confronté en estos últimos meses. Sin embargo, ya estoy de vuelta con ustedes para hablar de temas que supongo son de interés para todos aquellos que ya tienen más de 50, 60 años y que están empezando a vivir la segunda mitad de la vida disponible en esta generación de seres humanos. Eventualmente prolongaremos la vida mucho más allá de los 100 años, pero por ahora son unos cuantos privilegiados los que tienen la capacidad genética y el estilo de vida para vivir tanto tiempo.
De tal manera que por encima de los 50 o 60 años, dependiendo de su condición física y de su condición social, la vida cobra un sentido diferente. Ya estamos más preocupados por la calidad de vida que por las cosas materiales. Entonces tenemos a ver la experiencia de cada día que sea lo más nutritiva posible. Ya no nos gusta perder el tiempo como solíamos hacerlo durante la juventud, cuando nos podíamos sentar todo el día sencillamente a no hacer nada en un momento dado porque teníamos tiempo suficiente.
Entonces no representaba un mayor apuro hacer las cosas pronto. Pero más allá de los 50 o 60 años se hace evidente la necesidad de que cada día es importante, cada hora es importante, y lo que vayas a hacer hay que hacerlo ya y cuanto antes. Porque a medida que más pasa el tiempo, más se deteriora la salud, más se deterioran las energías, las habilidades físicas, incluso hasta las habilidades mentales. Si es verdad que cada día descubrimos que el potencial del ser humano de mejorar no termina nunca, que siempre es posible adquirir nuevas destrezas, pero todo el que haya pasado los 50 y ciertamente después de los 60 años se da cuenta de que la voluntad y la energía disponible para hacer ciertas cosas merma.
Y merma por razones biológicas, por razones endocrinas. Muchas hormonas, muchas glándulas que funcionaban a cierto nivel en la primera mitad de la vida, en la segunda mitad de la vida ya empiezan a sufrir cambios relacionados con el agotamiento de los tejidos. Hay un elemento genético que hace que a medida que transcurre el tiempo se vaya ejecutando una suerte de reloj biológico que hace pues que muchos tejidos vayan perdiendo facultades y esa es la razón por la cual nuestra piel envejece, nuestros cabellos se caen, nuestros músculos se hacen más flácidos y menos competentes.
Hay personas que por sus características genéticas pueden prolongar esta etapa por varios años más, pero no por mucho más. Tarde o temprano la edad se impone y eso me lleva pues a lo único que sí podemos hacer y que tiene que ver con las dos cosas que se han demostrado ser efectivas para prolongar la vida. Una de estas es comer cada vez menos, disminuir la ingesta calórica, comer mejor pero comer en menos cantidades. Ciertamente las investigaciones que se han hecho en poblaciones humanas longevas demuestran que su dieta no es particularmente abundante en calorías y que es abundante en productos naturales no procesados, o sea que es la dieta definitivamente que va a tener un efecto importante en la segunda mitad de la vida y podríamos decir en forma general sin estar equivocados que el comer menos, menos cantidades, menos porciones y en hacerlas lo más balanceadas posible, entendiendo por balanceadas que tengan proteínas, algo de carbohidratos y ciertamente algo de lípidos, algo de grasas.
Las grasas han sido vilipendiadas durante muchas generaciones recientes pues en virtud de que la obesidad es la acumulación de grasa se pensó que la ingesta de más grasa podía en un momento dado representar el incremento de la grasa corporal y aunque esto no es equivocado ciertamente los nutrólogos actuales consideran que la grasa juega un papel importantísimo en el balance nutricional y que prescindir de la grasa solo condiciona que entonces terminemos consumiendo más carbohidratos que son en ocasiones los más perjudiciales para la longevidad de nosotros.
El otro elemento es la actividad física, esa vieja concepción de nuestros ancestros de decir el anciano que se acuesta no se levanta, no le faltaba razón hay que vencer esa tendencia natural al descanso que uno tiene después de los 50 y 60 años y tratar en lo posible de hacer alguna actividad física que le permita a las articulaciones mantener su movilidad, su kinética, que los músculos, los tendones se alarguen y se acorten como debe hacerse para mantener la elasticidad y para reparar esos tejidos porque toda esta actividad física termina actuando como un proceso reparador de estructuras dañadas.
El efecto contrario que es la inmovilización termina atrofiando, termina estimulando la calcificación de ligamentos y de estructuras osas y termina como se diría anquilosando, soldando la estructura, limitando cada vez más el movimiento. Entonces es importante que la actividad física se mantenga aunque sea leve a moderada, aunque se restringe a caminar media hora diaria, pero es importantísimo mantener esto porque no es nada más lo que se pierde en calorías o lo que se logra en beneficio mientras se hace el ejercicio, sino que el músculo es una máquina metabólica que mantiene esos niveles alcanzados durante el ejercicio aún mucho después que el ejercicio termina.
Entonces esa necesidad del músculo de deshacerse de las toxinas que se produjeron durante la contracción muscular en el ejercicio termina siendo beneficiosa cuando ya uno no está haciendo ejercicio porque el músculo sigue metabólicamente activo, consumiendo oxígeno, consumiendo energía. El tema de las riquezas son dos de las recomendaciones con las cuales reinicio esta nueva etapa del diario Un Sexo Adolescente para hablar de temas de salud, medicina, tecnología. Voy a hacer una serie de programas que tienen que ver con la tecnología que hoy por hoy se nos presenta a los adultos mayores y que nos brinda la oportunidad de educarnos, de divertirnos, de compartir con otros seres humanos, de disfrutar más de esta segunda etapa de la vida.
Ya en la primera fuimos productivos, desarrollamos una cantidad de productos y servicios, colaboramos con otros y esta etapa no es fácil. Algunos logran mantener su nivel de actividad profesional hasta la sexta, séptima, octava década de la vida, pero muchos se ven afectados por el retiro temprano, ya sea por voluntad propia o por el hecho de sentir que tienen que retirarse porque sus posiciones, sus trabajos ya no están siendo precisados. Entonces hablaremos de esto y de muchos otros temas aquí en su canal del diario Un Sexo Adolescente, el diario de aquellas personas mayores de 50 y 60 años y que nos gusta compartir con otros nuestros pensamientos, nuestras opiniones y nuestros estilos de vida.
Muchas gracias, mi nombre es José Antonio Cisneros, soy médico e ingeniero y actualmente pues estoy semi-retirado, dedicado a esta actividad de comunicarme con ustedes a través de YouTube. Gracias y hasta un próximo episodio.