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In September 2014, 43 students from Ayotzinapa disappeared in Mexico, sparking a nationwide movement. This was a significant event because Mexican society had previously been weak and inactive in response to disappearances. The disappearance of the students led to an increase in protests and a reevaluation of the relationship between the people and the institutions. This event created a new social narrative and a sense of solidarity and community among Mexicans. It also connected past events, such as the student representation in 1968, with the current need for a better future and justice for all. Buenas a todos y todas. Hoy vamos a tratar el tema de Ayotzinapa 2014. A pesar de la desaparición forzada en México, registran niveles similares a aquellos países que han experimentado guerra civil y violencia política como Siria y Pakistán. En las últimas décadas, la respuesta de la sociedad civil mexicana ha sido débil y descontinua, a diferencia de otros países como por ejemplo Guatemala, Argentina y Chile. El 26 de septiembre de 2014, la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, hizo emergir en México un amplio movimiento en solidaridad con los familiares de las víctimas, cuya principal consigna es la representación de jóvenes. La respuesta que dio la sociedad mexicana a la desaparición de los estudiantes rompió esta tendencia hasta la inacción de dar lugar a un movimiento del país inédito. Dicho movimiento se caracteriza por una alta participación de ciudadanos que no se vinculan a ningún sector permanente organizado de los movimientos sociales u organizaciones formadas. Los datos laboratorios de análisis de organizaciones y movimientos que se valen de la metodología de análisis de eventos de protesta, destacan que después de los acontecimientos de septiembre de 2014, hubo un incremento de los eventos de protesta, habiéndose realizado después de esta fecha el 47% de las acciones colectivas de todo el 2014, año que tuvo un incremento de la protesta del 120% sobre la tendencia media anual. Esto nos lleva a preguntar, ¿qué pasó en esta ocasión para generar amplia movilización a lo largo de todo el país? La relevancia de la pregunta reside en el hecho de comprender por qué la sociedad civil de México no quiso ver la desaparición de los 43 estudiantes como un caso aislado más. Desde la plaza en Tartelolco hasta la crueldad de Ayotzinapa, un largo ciclo de la protesta en México, el 2 de octubre es una fecha de movilización social en la que se realiza una marcha conmemorativa por la masacre de estudiantes en la plaza de las tres culturas en Tartelolco, ocurrida en el mismo día de 1988. Como todos los jóvenes y años, miles de jóvenes, asociaciones en defensa de los derechos humanos, colectivos sociales y otras organizaciones de la sociedad civil se preparan para participar en dicha marcha en la Ciudad de México. El 26 de septiembre de 2014, un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raul Ciro Burgos de Ayotzinapa, Estado de Guerrero, tomaron de manera pacífica algunos autobuses en servicio del transporte público del municipio de Iguala, en el mismo estado en el que se da intención de trasladarse a la Ciudad de México, y participar en la movilización social del 2 de octubre. En la misma noche, los autobuses fueron interceptados por la policía de Iguala y atacados con armas de fuego. Como resultado, siete murieron, uno de ellos fue destoyado y le arrancaron los ojos. Cuarenta y tres jóvenes entre los 18 y 23, hijos de campesinos pobres de la región que estudiaba para ser maestros de primaria, en algunas de las escuelas públicas rurales, fueron detenidos por policías y desaparecidos. Sin embargo, la desaparición forzada de la Escuela de Infantería de Estudiantes Normalistas en septiembre de 2014, provocó la ola de protestas más importantes en su número y extensión que ha registrado la historia reciente del país. En varias ciudades del extranjero, también se presentaron protestas en el mismo campo, y en la búsqueda de dichos normalistas se descubrieron decenas de fosas clandestinas en Guerrero y en otros estados de México. Para finalizar, sin respetar el elemento traumático de la desaparición forzada por la Escuela de Infantería de Estudiantes Normalistas de Ayotzinapa, como un trauma cultural, permite comprender por qué escenarios de miles de mexicanos han roto la inacción social y han empezado a solicitar un cambio social. Como hemos podido ver, en México, los eventos de Ayotzinapa han creado una nueva narrativa social, por un lado, la construcción simbólica y social de la realidad presente y las expectativas futuras, caracterizadas por una seguridad búsqueda a través de la solidaridad y el sentido de comunidad, y por otro, el rediseño de las relaciones con las instituciones, caracterizadas por un sentido de desconfianza e injusticia. La nueva que emerge desde el evento traumático de Ayotzinapa resulta importante para la sociedad mexicana, pues ha permitido crear un puente entre eventos olvidados, la representación estudiantil de 1968, eventos violentos que han pasado desapercibidos los miles de desaparecidos que hay hoy actualmente en todo el país, y la mejor necesidad de crear un futuro mejor. Es importante y cabe recalcar que todos tenemos los mismos derechos y hay que hacer justicia. Bueno, eso sería todo.