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Pr. Albert Pabon

Pr. Albert Pabon

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The speaker emphasizes the importance of the environment we surround ourselves with for personal development. They explain that we are responsible for the people we bring into our lives and that our potential requires a positive and inspiring environment. The speaker encourages choosing wisely who we spend time with and warns against negative influences that can hinder our faith and success. They cite biblical verses to support their message and emphasize the need to surround ourselves with people who uplift and encourage us. They also highlight the detrimental effects of negative conversations and the importance of protecting our faith. Overall, the message emphasizes the power of our environment in shaping who we become. Aleluya. Buenas noches a todos. Muy buenas noches. Vamos a estar transmitiendo este mensaje. DĂ­gale al que estĂ¡ a su lado, el entorno que te rodea es clave para tu desarrollo. DĂ­gale al que estĂ¡ a su lado, el entorno que te rodea es clave para tu desarrollo. Arles, de la necesidad de vigilar nuestro entorno. Usted sabe que usted no es responsable del entorno donde naciĂ³, donde creciĂ³, donde has aprendido a pensar, donde has aprendido refranes, costumbres, pero sĂ­ somos responsables despuĂ©s de mayores, ¿verdad? DespuĂ©s que estamos adolescentes somos responsables de la gente a quien traemos a nuestro entorno mĂ¡s cercano. PĂ³ngale cuidado a esto, esto es clave para que lo comprendamos. Nadie, nadie es inmune al entorno del que se rodea. Ahora, si usted pone en una bandeja de 20 manzanas buenas, usted pone una mala, ¿usted cree que las 20 buenas van a tener la fuerza de componer la mala? ¿QuĂ© es lo mĂ¡s probable? Que la mala haga, ¿ok? Ahora, ¿por quĂ©? Porque en cada una de esas frutas estĂ¡ la descomposiciĂ³n natural, pero si usted esas manzanas las pone en un entorno ideal, Ă³ptimo, van a durar mucho mĂ¡s que si las pone a un entorno dañado. Amados, nosotros somos la suma, el promedio de las personas con quienes nosotros nos rodeamos generan lo que nosotros somos. Es muy importante saber que rodearte de gente que te desafĂ­a a crecer, gente que te inspire, gente que te sume, gente que te estimule, es clave, es sabio, ¿ok? Porque nosotros no somos inmunes a lo que nos rodea permanentemente. Entonces, es sabio escoger con quiĂ©n pasamos tiempo. Si usted pone una semilla, ¿verdad?, una buena semilla en una tierra sin minerales, sin sales, sin nutrientes, ¿verdad?, pues igual germina y nace, pero nace toda dĂ©bil. Si la misma semilla usted la pone en un entorno donde hay nutrientes, donde hay humedad, donde hay minerales, donde hay agua, la misma semilla, el comportamiento es distinto. Exactamente, ¿usted sabe que usted es una semilla del cielo en la tierra? Usted es una semilla del cielo en la tierra. En usted hay, en una semilla, usted coge una semilla y en esa semilla hay Ă¡rboles atrapados ahĂ­. Es mĂ¡s, hay un bosque atrapado ahĂ­. Pero si esa semilla no entra en contacto con un buen entorno, puede ser que se muera. ¿QuĂ© pasarĂ­a si sembramos una semana una semilla de sandĂ­a en la tierra en Rusia o en esos paĂ­ses donde estĂ¡n congelados? Se muere, el entorno mata la semilla. Amados, el entorno donde nosotros andemos estimula, perjudica, beneficia, pero el potencial, lo que hay de Dios en nosotros requiere un buen entorno. ¿Alguien dice amĂ©n? Quiero que leamos dos textos bĂ­blicos. Proverbios 13.20 y Primera de Corintios 15.33. AhĂ­ en multimedia, por favor. Proverbios 13.20 y Primera de Corintios 15.33. Amados, es muy importante. Para nosotros caminar en fe, tenemos que juntarnos con gente que nos estimule en fe. Usted sabe que la incredulidad es un entorno que ahoga la fe, la semilla de la fe. Entonces, normalmente, cuando uno estĂ¡ desarrollĂ¡ndose, uno debe buscar con prioridad y seleccionar, diga conmigo, seleccionar las personas que se van a juntar en mi entorno. Escuche esto. ¿Por quĂ©? Yo le voy a hacer la ilustraciĂ³n. Tienes que seleccionar con sabidurĂ­a quiĂ©n se sube a tu barco. ¿Sabes por quĂ©? Porque hay gente que intentan dañar lo que no pueden alcanzar. Cuando te ven que tĂº vas a emprender un negocio, vas a emprender algo, ellos tratarĂ¡n de ahogar tu fe. Bueno, no te quiero decir nada, pero yo conozco una señora que abriĂ³ una tienda de esas y quebrĂ³ y le quedaron deudas. Bueno, no es que te quiera decir nada, pero bueno, te lo querĂ­a decir. O sea, siembro esa incertidumbre y me voy. Si tĂº te rodeas con gente que te inspiran, que dicen vamos a orar por ese negocio, claro que sĂ­. Todo lo que hoy es grande un dĂ­a fue pequeño, por supuesto, vamos adelante. Es muy distinto, por eso debemos de elegir con quiĂ©n. ¿QuiĂ©n le abrimos nuestro corazĂ³n? ¿Con quiĂ©n tomamos cafĂ©? ¿Con quiĂ©n nos sentamos? Eso es sabio, eso es sabio. Vamos a leer el texto, Proverbios 13, 20. PĂ³ngale cuidado, dice, el que anda con sabios, vamos a leerlo todos juntos, dos, tres. El que anda con sabios, sabio serĂ¡, mĂ¡s el que se junta con necios, serĂ¡ quebrantado. O sea, el que anda con sabios, sabio serĂ¡. Porque tĂº escuchas a los sabios hablando, se te va a pegar la sabidurĂ­a, vas a aprender. Pero el que se junta con necios, va a ser abatido, va a ser quebrantado, va a ser afligido. AhĂ­ hay una enseñanza, levante sus manos, diga, muchas de las aflicciones que he pasado fue por no detectar el entorno en donde estaba. ¿TĂº crees en Dios? ¿Pero cĂ³mo vas a estar creyendo? No, no, no, yo, bueno, yo voy. ¿Ves cĂ³mo te hacen? ¿Ves? Pero el que se junta con esa palabra inicio, imagĂ­nate a alguien que sabe que se debe salir por la puerta y Ă©l se empeña en salir por el balcĂ³n. Ese es un necio, el que sabiendo lo que debe hacer, no lo hace y se empeña en otra cosa. Entonces, muchas de las aflicciones del abatimiento, del desĂ¡nimo que a veces experimentamos, hermanos, se los debemos al entorno. Contar una visiĂ³n, un sueño en un entorno equivocado es afligirte. Afligirte. Te matan inmediatamente. ¿Se acuerdan de JosĂ© cuando le dijo a los hermanos, oye, tuve un sueño? ¡Wow! La envidia, la envidia. Hay una medida de envidia que no quiere lo que tĂº tienes. Lo que quieren es que tĂº no tengas lo que tienes. Es asĂ­, funciona asĂ­. Vamos a leer otro texto, por favor, 1 Corintios 15, 33. Dice, No errĂ©is, no se dejen engañar. Las malas conversaciones, ¿quĂ© dice? Corrompen las buenas costumbres. No errĂ©is. No errĂ©is. Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Mis amados, hay entornos, hay entornos que no nos alimentan a nosotros, que no alimentan nuestra realidad de fe, no alimentan. La Biblia dice que el justo vive por fe. Este sistema donde nosotros vivimos es un sistema depredador de la fe. Es un sistema enemigo de la fe. Es un sistema que aborrece la fe. Por lo tanto, nosotros tenemos estos espacios que llamamos congregaciĂ³n para que estimulen la fe. Porque los hijos de Dios, asĂ­ como un ingeniero hizo un coche para que funcione con gasolina, otro para que funcione con diĂ©sel o gasoil, otro para que funcione con gas, otro para que funcione con electricidad, a usted Dios lo hizo para que funcione con fe. La Biblia dice que nosotros caminaremos por fe. Y si el entorno donde nosotros hacemos vida no nutre nuestra fe, amados, crĂ©anme, vamos a tener deficiencia de combustible para andar. JesĂºs, cuando estuvo en Israel, cuando vino a traer el reino de Dios, vino como, dice que Él venĂ­a como un Ă¡rbol, como una raĂ­z de tierra seca. O sea, imagĂ­nate un Ă¡rbol en tierra seca. No tiene nutrientes en la tierra, no tiene de quĂ© alimentarse. ¿Verdad? El entorno no le nutre, el entorno no le alimenta. A veces hablamos del hombre interior, a veces hablamos que en Cristo tenemos plenitud, a veces hablamos que Cristo es todo, pero nos juntamos con gente que no tiene armonĂ­a con lo que nosotros buscamos. Y es sabio escoger personas que te estimulen. Es sabio venir a estos lugares donde estimulen, donde abonen, donde revitalicen nuestra fe. Por eso, ¿cuĂ¡ntos quieren ser productivos? ¿CuĂ¡ntos queremos caminar? O sea, yo creo que uno se cansa de una media donde uno vive, donde uno vive de una vida ordinaria. Y para salir de ahĂ­, amados, tenemos que elegir la gente con quien hablamos. Nunca le inviertas un cafĂ© a alguien, que vas a perder el cafĂ©. El 1.20, el 1.50, que vale, lo vas a perder. Pero quĂ© rico, quĂ© delicioso es cuando te sientas con alguien y no te levantas igual. Amados, selecciona en tu entorno la gente con quien sabes que no perderĂ¡s el cafĂ©. Selecciona, haz una lista y hazle saber que son importantes para ti. Y oye, ¿sabes que estuve viendo el entorno donde yo vivo? Y eres una persona relevante, eres una persona importante, eres una persona... Me di cuenta que cada vez que me siento contigo disfruto oĂ­rte, me retroalimento contigo. Amados, eso es sabidurĂ­a. TĂº sabes que estĂ¡s en una reuniĂ³n de reino, tĂº sabes que estĂ¡s en una reuniĂ³n de gente importante porque puedes oĂ­r a Dios en la conversaciĂ³n. ¡Guau, quĂ© interesante lo que estĂ¡ diciendo! TĂº sabes que estĂ¡s en una reuniĂ³n de reino porque se estĂ¡ sumando riqueza a tu vida. Ustedes saben que en los entornos, aquĂ­ nosotros, somos una familia en la fe, ¿no? Somos una familia. Y Dios suma, Dios enriquece a los hombres trayendo gente de valor a tu lado. ¿TĂº sabĂ­as que Dios te enriquece de esa forma? ¿TĂº sabĂ­as que Dios te enriquece de esa forma? Cuando tĂº estĂ¡s caĂ­do, cuando estĂ¡s dĂ©bil, cuando te fatiga, cuando te desenfocas y te juntas con gente de valor al lado, cualquier persona llega y te suelta una perla, una palabra poderosa. Pero si te juntas con gente que lo que hacen es murmurar. Amados, no hay gente mĂ¡s dañina. Otra cosa es, identifica como dañino al que venga a hablarte mal de otro permanentemente. Es dañino. El sistema lo que busca es depredar, destruir, abortar la fe por medio de los rumores de otros. ¿A cuĂ¡nto les ha dado temor por algo que escucharon que otra persona dijo? Porque las palabras se suman a nuestro corazĂ³n inevitablemente. OĂ­mos algo y eso empieza a trabajar en nosotros. Amados, elijamos minuciosamente a quien le abrimos nuestro corazĂ³n. La gente que te aporta, la gente que te suma. Cuando hago un ejercicio, estoy desenfocado. ¿A quiĂ©n llamo de mis contactos? Tengo 300 contactos. ¿A quiĂ©n llamo? A veces de los 300 no hay uno. Es porque no tiene al pastor ahĂ­ en el telĂ©fono. Ahora, ¿quĂ© ocurre? Ahora, ¿quĂ© ocurre? ¿QuĂ© ocurre? No es reis. Dice, no es reis. Errar es el dardo, los dardos, ¿verdad? No dar en el blanco. No das en el blanco. No es reis. Las malas conversaciones corrompen, dañan las buenas costumbres. TĂº tienes que guardar los principios de fe como algo sumamente sagrado. Cuando tĂº le hablas a una persona y ridiculiza tu fe, tĂº sabes que a esa persona le debes poner un... no por descartarlo en tu vida, pero sabes que no le vas a invitar la comida, a sentarte con Ă©l, a oĂ­r. ¿QuĂ© vas a oĂ­r? Yo quiero pasar a otro... ¿CuĂ¡ntos tienen expectativas de pasar a otros niveles de vida? ¿CuĂ¡ntos tienen margen de crecimiento? Porque puede ser que alguien diga, no, pastor, ya yo crecĂ­ todo lo suficiente. Pero, ¿cuĂ¡ntos tienen margen de crecimiento? ¿CuĂ¡ntos ven lo que tienen por delante con esperanza? Amado, jĂºntate con gente que te aporte. Por favor, quiero leer 3ª de Juan. 3ª de Juan capĂ­tulo... bueno, tiene un solo capĂ­tulo. SĂ­, 3ª de Juan. Desde el versĂ­culo... vamos a leer desde el versĂ­culo 9. Aleluya. ¿EstĂ¡n allĂ­? Aleluya. ¿EstĂ¡n allĂ­? Dice... Yo he escrito a la iglesia, pero diĂ³trefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuera, recordarĂ© las obras que hace parloteando, o sea, ablachenteando, con palabras malignas contra nosotros, y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quiere recibirlo se los prohĂ­be y los expulsa de la iglesia. Dice, amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios. Todos dan testimonio de Demetrio, y aĂºn la verdad misma. ¡Guau! Y tambiĂ©n nosotros damos testimonio, y vosotros sabĂ©is que nuestro testimonio es verdadero. O sea, este diĂ³trefes, igual que Pablo dice en 2ª de Timoteo, dice, Alejandro, el calderero, me ha causado muchos males. Me ha causado muchos males. ¿Verdad? TĂº llegas a un lugar, te sientas con un corazĂ³n abierto a enseñar. Yo quiero decirte que las personas que estimulan tu fe son claramente, son fĂ¡ciles de identificar. Es una persona que siempre tiene un estĂ­mulo en su boca. Hola, me alegro verte, Iliana. QuĂ© bueno saber de ti. QuĂ© bueno, ¿cĂ³mo estĂ¡ tu esposo? Bien, bueno, ahĂ­ estĂ¡. EstĂ¡ enfermo. Guau, no, pero va a salir adelante, de una vez. SĂ­, asĂ­ es, todos se enferman. AsĂ­ estĂ¡ el mĂ­o, madre mĂ­a, ya yo no sĂ© quĂ© hacer. Siempre hay, usted sabe que la queja, la queja es resultado de poner la mirada en lo que no tengo, descuidando lo que sĂ­ tengo. La queja es resultado de decir, hay personas que si llueve se quejan, si hace sol se quejan, si hace frĂ­o se quejan, si hace calor se quejan, si estĂ¡ en primavera se quejan, en todo momento. Esa persona es un ladrĂ³n de fe. SĂ­, de verdad. Y voy a decirlo de nuevo, hermano, si tĂº andas con gente, permanentemente hablarĂ¡s como ellos, echarĂ¡s los chistes de ellos, caminarĂ¡s como ellos, comerĂ¡s como ellos, te convertirĂ¡s en ellos. AsĂ­ es. Por eso tienes que elegir. Somos, nos convertimos en la media de la gente con que nos rodeamos. ¡Guau! Es verdad. A mĂ­ me gusta juntarme con gente que me estimule, que me ensanche el pensamiento. Que me llegue, que cuando yo me estĂ© mirando el ombligo, me diga, no, escucha, ese no es el centro del mundo, levanta tus ojos, Ă¡brelos. No te observes a ti mismo. Amados, la verdad, diga conmigo, la verdad de Dios, es una verdad corporativa. ¿QuĂ© significa eso? Que en cada uno de nosotros hay una expresiĂ³n de la verdad de Dios. Entonces cuando nosotros nos juntamos, la verdad florece. Dios no le da verdades individuales a alguien, sino que a cada uno de nosotros, como dice la pastora en todas las reuniones, cada vez que nos reunimos, traemos. Es verdad, Dios pone en cada persona, en cada uno de los suyos, Él pone una medida. Y cuando nos estimulamos, sale, florece la medida de la verdad que estĂ¡ en el Señor. Diga conmigo, verdad corporativa. Corporativa es de un cuerpo, porque la iglesia es el cuerpo de Cristo. Entonces, por lo tanto, mira, dime con quiĂ©n andas y te profetizarĂ© tu mañana, tu destino. Dime con quiĂ©n andas, solo dime con quiĂ©n pasas tiempo. Yo no soy profeta, pero te profetizo cĂ³mo va a ser tu mañana. Claro, la Biblia dice que se sabe, se sabe cĂ³mo nos va a ir a nosotros. Eso es lo que te estĂ¡ diciendo. Yo sĂ© cĂ³mo te va a ir a ti. JĂºntate, dime con quiĂ©n andas y te dirĂ© quĂ©. Pero si eso es un refrĂ¡n mĂ¡s viejo que las olas. Eso es de toda la vida. Cuando el entorno no favorece, no estimula, lo que tĂº eres en el Señor, estĂ¡s en un entorno equivocado. Cuando uno va a estudiar, cuando uno estĂ¡ estudiando la Palabra, inmediatamente hay una cosa, hay una regla, ¿verdad?, que es el contexto del texto bĂ­blico. El contexto. O sea, lo que rodea al texto, le da el sentido. Para que un predicador no predique de forma subjetiva, hay que ver el contexto del texto. Para que un predicador no le imponga su idea al texto, hay que ver lo que rodea al texto. Porque un texto se saca del contexto y se crea un pretexto. Basta de ser un trabalenguas, no, no. Es asĂ­. Por lo tanto, cuando nosotros somos introducidos en un contexto correcto, nuestra vida se potencializa. Nos juntamos, dice Proverbios, dice, no os juntĂ©is con hombres violentos para que no aprendan su costumbre. Levante su mano y diga, nadie es inmune a su entorno. Nadie es inmune a su entorno. El entorno siempre lo va a ir conquistando, poco a poco. Escuche esto, el entorno ejerce un poder sutil que nos arrastra hacia una forma de pensar, hacia una forma de actuar. Nos reprime. El entorno a veces reprime tu fe o a veces estimula tu fe. Reprime nuestro potencial o estimula nuestro potencial. Amados, el entorno lo es todo. La naturaleza del ser humano, la naturaleza de nosotros, nos llevarĂ¡ a adaptarnos al entorno. Usted sabe que cuando tiraron bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, en JapĂ³n, hay unos animales donde se tira una bomba y no queda nada vivo. Las cucarachas quedaron vivas. Porque tienen un poder de adaptaciĂ³n tremendo. TĂº llevas a una persona a un lugar frĂ­o, como hablĂ¡bamos antes, y al principio sufre, pero despuĂ©s se adapta. TĂº le cortas una pierna a una persona por algo y Ă©l coge y al final duele, pero al final se adapta, lo supera. Porque la naturaleza del ser humano es adaptarse a lo que tengas. Y una persona cuando se suma a un entorno se adapta al entorno. Hay algo que se llama herencia social. La herencia social es lo que te deja el entorno donde creciste. Por eso las personas que nacen en un entorno de estrechez, en un entorno de pobreza, les cuesta dar mĂ¡s adelante. Porque naciĂ³ con el pensamiento de cuidado, guarde, porque la pobreza viene fuerte y esa no perdona a nadie. Y esa persona se retiene porque naciĂ³ en un entorno estrecho econĂ³micamente. Hay personas que el entorno te enseña a no perdonar, a no hablar, a no hacer favores. Te enseña que la gente no merece la pena atenderla, no merece la pena servirle. Y hay refranes, crĂ­a cuervos y te sacarĂ¡n los ojos. El que le da a un hombre, tal, y siempre hay... Una vez yo escuchĂ© un pensamiento, dice, tĂº coges a un perro de un basurero y le das de comer, ese perro nunca jamĂ¡s te morderĂ¡. Pues esa es la diferencia entre un perro y un hombre. Que tĂº coges a un hombre y en cuanto tenga la oportunidad, y ese razonamiento se te mete dentro y dice, cuĂ­date que te va a morder al final. CuĂ­date que te va a morder. Y el entorno lo que hace es que reprime que tĂº seas generoso. AcuĂ©rdate lo que le pasĂ³ a tal. Que fue de buena... Entonces la Biblia dice, bendecid, no maldigĂ¡is, sed generosos. Mejor es dar que recibir, y el perro te muerde. Entonces como escuchaste eso, la naturaleza lo que hace es adaptarse a lo que oĂ­ste. Amados, el entorno es clave. RodĂ©ate de gente que estimule tu fe. Vamos a orar, vamos a leer un texto bĂ­blico, vamos a hacer esto. La semilla buena en el entorno incorrecto se muere. Ahora, una vez que cuidas tu entorno, esta no es toda la enseñanza. Una vez que cuidas tu entorno, ahora tienes que aprender a desarrollar carĂ¡cter para que el entorno no siempre te conquiste a ti. Son etapas de crecimiento. Son etapas de crecimiento. Cuidas tu entorno, pero despuĂ©s tienes que desarrollar identidad, determinaciĂ³n, carĂ¡cter. Por ejemplo, una persona que es proactiva es una persona que decide Ă©l. Él tiene las riendas de su vida. Dice, mañana voy a salir a correr. Desde ahora, lunes, miĂ©rcoles, viernes salgo a correr. Un ejemplo. Esa persona determina correr por encima de lo que sea. No importa si llueve, no importa si hace nieve, Ă©l decidiĂ³ y comienza a tener la determinaciĂ³n de hacer las cosas. Y entonces el carĂ¡cter o la gente o los flojos que estĂ¡n alrededor primero no lo obstruyen o no logran detenerlo. Pero siempre influye el carĂ¡cter porque si Ă©l tuviese cinco que dice, corremos, con lluvia, con nieve, como sea, vamos a correr, lunes, miĂ©rcoles y viernes, el dĂ­a que tĂº no quieres correr, ellos te hacen correr a ti. Pero si tĂº no quieres correr y ademĂ¡s alguien te dice, voy a correr un dĂ­a mĂ¡s, un dĂ­a menos, lo que podemos es torcernos un pie con la lluvia. Amados, se trata de que nosotros desarrollemos determinaciĂ³n. DeterminaciĂ³n. Cuando tĂº eres reactivo, eres rehĂ©n de las condiciones que te rodean. No eres proactivo, no tienes las riendas de tu vida. Dice, ay, hace solecito, provoca salir a correr. El sol lo hace correr, Ă©l no tiene el carĂ¡cter para correr. Las personas reactivas se dejan volver por el entorno donde estĂ¡n. Y es rehĂ©n del entorno. Hay personas, me decĂ­a un hermano en Italia, me decĂ­a, Pastor, yo no sĂ© decir que no a la gente. Vamos a beber, vamos a beber. Vamos allĂ¡, vamos allĂ¡. Me dice, Pastor, me cuesta, de verdad, mis amigos, porque los quiero y los aprecio, pero es que me llevan y hacen conmigo lo que quieren. Dice, pero me cuesta. Y yo le explicaba, yo le digo, cambia tu entorno, cambia tu entorno, hasta que tĂº no desarrolles. Mira, cuando tĂº desarrollas determinaciĂ³n, cuando tĂº desarrollas madurez, eres como un coche que tiene el, no, no, no, el aire acondicionado, el climatizador lo tiene a 20 grados. Afuera puede estar en menos 5 o en 35, Ă©l va a 20. 20 grados, 20 grados se mantiene. Lo que hay fuera no logra cambiar lo que estĂ¡ dentro. Pero hasta que tĂº no llegas a desarrollar esa determinaciĂ³n, eres vulnerable. Amado, el entorno es clave en tu desarrollo, es clave en tu productividad, es clave en los pensamientos. Una idea, una idea, que usted la diga en un entorno equivocado, mata la idea. Tengo un negocio, ¿sabes quĂ©? Estaba, Dios me dio que iba a vender jarras de esas. ¿En serio? Porque yo conocĂ­ uno que empezĂ³ con un Ă­mpetu a vender jarras y lo que le dejĂ³ fue deudas a su esposa. ¿Ves? ¿A cuĂ¡ntos les ha pasado que han dicho ideas brillantes en entornos incorrectos? Amados, guĂ¡rdate, guĂ¡rdate las cosas. Por eso JesĂºs dijo, las perlas no se las puedes dar a los cerdos. A eso se referĂ­a. Cuando tĂº entrenas en la palabra de justicia a un hombre que es rebelde y que se resiste a ser transformado por la vida, estĂ¡s equipando a un rebelde. Y despuĂ©s dice, no le des las perlas a los cerdos, no sea que se devuelvan y os espedacen. No solo repercute el entorno fĂ­sico, sino el entorno digital. Diga conmigo, no solo es el entorno fĂ­sico, el entorno digital. EscĂºcheme, yo sĂ© que ustedes lo saben, pero yo se los voy a recordar. Cuando usted en su telĂ©fono ve lo que ve, hay algo que se llama algoritmo. Y el algoritmo crea un perfil de tus demandas. Y los algoritmos siempre te mandarĂ¡n cosas de acuerdo a lo que tĂº consumes. Siempre te mandarĂ¡n cosas de acuerdo a lo que tĂº consumes. Eso es un entorno tambiĂ©n. No voy a irme a los extremos de ejemplos, pero lo que voy a decir aplica para todo. A mĂ­ me gusta el fĂºtbol. Y yo veo un fĂºtbol, fĂºtbol... Ellos saben, mira cĂ³mo les gusta el fĂºtbol. Y crean un perfil de lo que yo consumo. Y cuando yo no tengo ganas de fĂºtbol, ellos me dicen fĂºtbol, fĂºtbol. Y eso aplica para todo, el que tiene el espĂ­ritu sabe lo que dice el espĂ­ritu. El entorno digital, en este caso, condiciona mi vida. Amados, tenemos que seleccionar minuciosamente lo que consumimos porque somos lo que comemos. Somos lo que comemos. Y yo siempre digo algo, amados, haciendo lo mismo, nunca... ¿Usted sabe cĂ³mo se define la locura? El que hace lo mismo y espera resultados distintos, eso es loco. Usted no puede sembrar tomates y orar por recoger zanahorias. No tiene sentido. No tiene sentido. Si usted quiere sembrar o cosechar otra cosa, ¿quĂ© hay que hacer? Claro, mire, si una persona es soltero toda la vida, toda la vida soltero. Y tĂº le dices, oye, pero tienes que arreglarte, hacer asĂ­. No, no, no, a mĂ­ el que me quiera, me quiere como soy. No, no, yo no soy profeta, pero te vas a morir virgen. ¿Por quĂ©? Porque lo mismo, claro, porque lo mismo no da resultados distintos. Cambia las cosas, claro. Claro, porque si es lo mismo, ya sabemos. Hermano, 5 mĂ¡s 5, ¿cuĂ¡nto es? MĂ¡s 5, 15. MĂ¡s 5, mĂ¡s 5. ¿Ve que yo no estoy diciendo ahĂ­ saben lo que viene? Es mĂ¡s, ya usted sabe. O sea, por la secuencia, tĂº vienes, tĂº sabes lo que va. La sabidurĂ­a de Dios nos enseña. Cuando nosotros valoramos estos entornos, donde la palabra de Dios nos enseña. Hermano, nosotros, nuestra vida cambia. Nuestra vida se potencializa. El entorno de tu vida es clave para lo que tĂº eres. Es clave. El entorno de tu vida es clave. El que se junta con sabios, sabio serĂ¡. El que se junta con necios serĂ¡ quebrantado. ¿Alguien me ayuda a pensar quĂ© es quebrantado? Afligido, ¿quĂ© mĂ¡s? AyĂºdeme. Reprimido, angustiado, ¿quĂ© mĂ¡s? ¿CĂ³mo? En el suelo. Hermano, quĂ© impresionante. La palabra dice que cuando nos juntamos con las personas incorrectas, nos irĂ¡ de forma errĂ³nea. El quebrantamiento es cuando sufrimos la derrota. ¿Usted sabe cuĂ¡ntas personas estĂ¡n en la cĂ¡rcel por estar en el lugar incorrecto a la hora incorrecta? ¿Usted sabe cuĂ¡nta gente perdiĂ³ la familia por estar en el lugar incorrecto a la hora incorrecta, con el entorno incorrecto? El entorno nos lleva, hermanos. Entornos incorrectos hay en todos lados. En la iglesia no se garantiza. No se garantiza. AquĂ­ hay gente que murmura por deporte. Gente dañina hay en todos lados. Y no se asombre, pastor, en la iglesia sĂ­. Por eso es que vienen aquĂ­. Los sedientos vienen a donde estĂ© el agua. Y el que necesita ser transformado viene a recibir la palabra. Lo que quiero decirte hoy es, elige con sabidurĂ­a a quiĂ©n le abres tu corazĂ³n. Elige con sabidurĂ­a con quiĂ©n hablas. Porque te vas a transformar. ¿TĂº quieres parecerte a quienes te rodean? Si tĂº te quieres parecer, jĂºntate con gente... Quiero decirte algo. Mira, sĂ³lo un ejemplo. Cuando nosotros crecemos en un entorno y tĂº rompes el molde de pensamiento de ellos, dicen que estĂ¡s cambiando. La gente tiene miedo a que tĂº demuestres que del mismo barrio pudiste ser distinto. Y empiezan a maldecir, a decir mal, maldecir, decir mal, tĂº y yo. Ya estĂ¡s cambiada. Me acuerdo los años donde eras humilde. Porque como te quieres salir del entorno, como quieres romper el techo, como no quieres tener barrera, como quieres ir mĂ¡s allĂ¡, empiezan a maldecir tu vida. Y hay personas en tu familia que intentarĂ¡n, a su manera, retenerte. No sĂ©, hijo, yo te recomiendo que vayas despacio. Que conozcas bien. Y te llegan a su manera porque te aman y no quieren que te pase nada malo, pero tĂº estĂ¡s viendo algo que ellos no han visto. Yo les quiero contar, cuando yo conocĂ­ el Evangelio a la luz del nuevo pacto, hermano, mi mamĂ¡ me decĂ­a, cuidado, cuidado, cuidado, cuidado. Ella me frenaba, me decĂ­a, cuidado, quĂ© nuevo pacto y quĂ© historia y que vas a venir tĂº a inventar un nuevo Evangelio. Mi mamĂ¡ no querĂ­a nada en contra de mĂ­, pero estaba sinceramente equivocada. Claro, porque hay amigos, hay gente que te quieren y estĂ¡n sinceramente equivocados. Pero nunca tĂº aceptas un consejo de alguien que no sabe hacer lo que tĂº quieres hacer. TĂº quieres poner una venta de queso y alguien que en su vida ha vendido un queso no te puede aconsejar. TĂº, hay un principio de sabidurĂ­a, si usted quiere ser un buen vendedor de queso, jĂºntese con los que venden queso, lea a los que venden queso, coma con los que venden queso, jĂºnte, aprenda de ellos. ¿CĂ³mo le vas a decir a alguien que en su vida ha vendido un queso? Y a veces lo hacemos, ¿quĂ© piensas tĂº de esto? Y Ă©l te va a decir. Y a veces no tienen ninguna relaciĂ³n con lo que tĂº vas a decir, lo que hace es sembrarte incertidumbre. Eso sobra porque usted no puede pedirle a alguien que no ha hecho eso un consejo. ¿Alguien dice amĂ©n? Tienes que ir a la persona correcta, rodĂ©ate de la gente que quieres aprender. Si usted quiere aprender a Cristo, rodĂ©ese de gente que exprese a Cristo. Honre a la gente, ¿verdad? Yo quiero que usted vea el ejemplo. La gente dice, bueno, todas las personas somos iguales. Bueno, en dignidad sĂ­, como seres humanos sĂ­, pero no en relevancia, no en impacto, no en lo que nos suman. No, no, no. Las opiniones de todos son iguales. No, no. JamĂ¡s va a ser la opiniĂ³n de un experto. O sea, hermano, no importa la importancia que alguien tenga. Si dijo un disparate, es un disparate. Y nosotros tenemos que decir, no puede decirle, pregunto a siete y lo que me digan cuatro, eso hago. Hay algo que es injusto. Las elecciones en un paĂ­s nos enseñaron que eso es la democracia. ¿QuiĂ©nes votan? Hay gente que dice, a mĂ­ me van a dar una ayuda, sĂ­, yo voto por este. Y ellos deciden, la mayorĂ­a decide cĂ³mo se va a conducir el paĂ­s. Y deciden sobre los empresarios, y deciden sobre la producciĂ³n, y deciden sobre la uniĂ³n del fondo. En su vida saben quĂ© es. Pero esos son los sistemas que nos acompañan a nosotros. Pero nosotros no. Nosotros seamos sabios. Al momento de tomar una decisiĂ³n, no busque, voy a buscar cinco y lo que me digan tres son mayorĂ­as. No, las mayorĂ­as tambiĂ©n se equivocan. Escoge. Escoge sabiamente. Amados, escojan sabiamente. Pablo dice, todos me abandonaron. Ninguno estuvo conmigo en mi primera defensa. Pero Dios estuvo conmigo. De ese hombre, a mĂ­ yo me gusta rodearme con Ă©l. Porque no tiene, hermano, ¿sabe una cosa? Hay personas que tienen pensamientos de vĂ­ctima. Y te hacen pensar como vĂ­ctima aunque tĂº no quieras. Como tienen influencia sobre ti y te hacen, te venden su pensamiento. Te venden lo que ellos piensan. Si usted quiere romper el molde de pensamiento, jĂºntese, ame, abrace gente que sepa mĂ¡s que usted. Me gusta un hombre que se llama Henry Ford. Henry Ford, hermano, un hombre brillante. Y Ă©l le decĂ­a, oiga, usted es el hombre, llegĂ³ a ser el hombre mĂ¡s poderoso sobre la tierra. Henry Ford. Le decĂ­a, ¿cuĂ¡l es su secreto? Yo, mi secreto es juntarme con gente que sepa mĂ¡s que yo. AsĂ­ de sencillo. Yo elijo. Yo me junto con gente. Mira, hay personas que no, le ofende que otro sepa mĂ¡s que Ă©l. Hay personas que le parten los pies a otros para ellos verse mĂ¡s altos. Hay gente que le, perdĂ³n por la alegorĂ­a, hay gente que le gusta juntarse con enanos para verse ellos mĂ¡s grandes. Hay gente que le gusta opacar a la gente para ellos brillar mĂ¡s. No, es metafĂ³ricamente hablando. Pero esa es una persona pobre. Ella brilla, es opacando a los demĂ¡s. Pero hay gente que eligen, wow, yo sĂ© que Luis sabe de este negocio. Oye Luis, oye, te invito a un cafĂ©, ¿quĂ© haces? Oye, me gusta lo que haces. Estimulas a esa persona. Hermano, tĂº te sientas a comer con alguien y te deja dos o tres principios de sabidurĂ­a. ValiĂ³ la pena. Hay personas que tĂº te sientas a comer y te abren su mĂ¡ster de quejas y de injusticias y cĂ³mo ve de negro el horizonte y cĂ³mo ve que este mundo camina al abismo. Escucha, todos los dĂ­as se abren universidades, se descubren cosas. El mundo no es como nos los pinta la televisiĂ³n. Eso es un entorno incorrecto, un entorno digital, pero incorrecto. Hay personas que no pueden dormir porque comen viendo las noticias. Si aquĂ­ hay alguien que come viendo las noticias, eso es incorrecto. Comes pero no te nutres. Es verdad. Los alimentos son nutrientes. Comer es toda una ceremonia, hermano. Tiene que estar en armonĂ­a la mente, el corazĂ³n, el tenedor, mi cabeza. Claro, si tĂº estĂ¡s comiendo y te llama el jefe, ¿cĂ³mo va eso? No, apaga el telĂ©fono. Es tu tiempo sagrado. Hay personas que le han dado algo ahĂ­ comiendo porque recibiĂ³ una llamada de alguien y como no es privado su entorno, cualquiera entra. No es que te llamo, que se muriĂ³ no sĂ© quiĂ©n. Ya se muriĂ³, ya se muriĂ³, yo estoy comiendo. SĂ­. Cuando yo coma, porque ya yo no lo voy a revivir. El problema estĂ¡ que yo no lo voy a revivir. Te estuve llamando para decirte que se muriĂ³ algo y no me atendĂ­an. No, no, no. Te estuve llamando para decirte que se muriĂ³ algo y no me atendĂ­an. Estaba comiendo. Porque ya se muriĂ³. Pero usted coge el telĂ©fono y le da una congestiĂ³n. Hermanos, escĂºchenme, hay gente que se enojan porque usted no coge el telĂ©fono. Hace 20 años nadie tenĂ­a celular. Le llamaban para que la vecina, cuando la vecina viniera te decĂ­an que te llamĂ³ no sĂ© quiĂ©n, que las llaves te las dejĂ³ no sĂ© dĂ³nde. Y no pasaba nada y la gente era feliz. ¿A cuĂ¡ntos Dios les estĂ¡ hablando en esta noche? PĂ³ngase sobre sus pies, por favor. Aleluya. Damos gracias al Señor. Quiero que oremos en esta tarde. Quiero que oremos. Quiero que damos gracias al Señor. Amados, cuando uno siembra una semilla tienes que tener tienes que tener cuidado que nadie venga a robarte la semilla. Porque si tĂº dejas que te roben la semilla nunca vas a cosechar. Tienes que cuidar lo que es sembrado en la tierra de tu corazĂ³n. Si usted cree que Dios le ha hablado, levante sus manos, vamos a orar. Cada vez que Dios nos habla a nosotros nos suma sabidurĂ­a, nos suma riqueza, nos aporta vida. Oremos en esta noche. DĂ­gale Padre, gracias por DĂ­gale, gracias Señor por hablar a mi mente. Gracias por sumarle a la tierra de mi corazĂ³n riqueza, vitalidad. Gracias por tenerme en este lugar oyendo palabra, oyendo Señor, corrigiendo Padre, de cosas que yo no sabĂ­a, que yo no sabĂ­a, que yo no sabĂ­a. Corrigiendo, Padre, de cosas que yo no lograba identificar. Señor, ayĂºdame a ser sabio al momento de elegir con quiĂ©n me sumo, con quiĂ©n hago coaliciones, con quiĂ©n hago amistad. Señor, gracias por ministrar nuestras vidas. Somos hijos entendidos. Señor, que lo que nos une es un mismo propĂ³sito, lo que nos une, Señor, es Tu Palabra, es la riqueza, Señor, de Tu Palabra. Bendecimos Tu nombre en esta noche y con gratitud, Señor, recibimos la palabra. En el nombre de Jesucristo y todos los que hemos recibido la palabra, decimos ¡AmĂ©n! Dele un aplauso al Señor.

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TitlePr. Albert Pabon
AuthorCentro de Gloria
CategoryPodcast
Duration53:45
FormatAUDIO/WAV
Bitrate770.214 kbps
Size310.54MB
Uploaded8 Dec 2023

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