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This is the first program of La Chispa de la Vida on Radio Escaray. The guests are Yolanda, Azun, Paquita, and Danay. They discuss the importance of International Women's Day and the need to continue fighting for women's rights. The women share their experiences and how the role of women has changed over time. Yolanda talks about her travels and studies in chemistry and history. Azun and Paquita discuss their early work experiences. The guests give advice to young girls and women to have goals and fight for them. The program ends with gratitude for the guests and the importance of their stories. Hola, bienvenidos a la radio de Escaray, la radio del Sex San Lorento, yo soy Camila. Somos La Chispa de la Vida y este es nuestro primer programa, yo soy Arianna. Para nuestro estreno hemos traído unas invitadas especiales, ¿comenzamos? ¡Comenzamos! Como ya sabéis, hoy es 8 de marzo, por eso hemos invitado a tres mujeres con mucha historia. Así es, Arianna, nuestras invitadas son... Yolanda, Azun y Paquita. También le damos la bienvenida a Danay, que es la responsable de la residencia Jesús Nazareno de Escaray. Hola Yolanda, ¿qué tal estás? Muy bien. ¿Qué tal estás Azun? Yo muy bien, Maja, y a gusto con vosotros, porque me han recibido mis nietas. Me gustan mucho todas, son muy listas. Y sigue estudiando, no lo dejéis. Hola Paquita, ¿qué tal estás? Muy bien. Muchísimas gracias por venir. Como sabéis, hoy es un día muy especial, pero no para felicitar a las mujeres, sino reivindicar o seguir luchando por nuestros derechos. Antes de empezar con las entrevistas, nos gustaría recordar por qué se celebra este día. Este día se reconoce que aún es necesario seguir luchando por nuestros derechos de las mujeres y niñas, y que los hombres nos apoyen en nuestra lucha. Gracias, Ariadna, por nuestra breve explicación. Ahora nos gustaría saber cómo era el papel de las mujeres cuando eres joven. Yolanda, cuéntanos un poco de tu experiencia. Bueno, pues mi experiencia es un poco... Yo estoy soltera, no estoy casada, he estado trabajando toda la vida, toda la vida en una empresa, en una oficina, y siempre he tenido mucha ilusión por aprender y por saber. Entonces yo a todas las niñas y a todas las mujeres, a todas, les aconsejo que estudien y que se superen cada vez más en lo suyo. Hay gente que está estudiando, otras haciendo punto, pero haciendo algo. Las mujeres hay que superarse y hay que luchar siempre. Tener una ilusión y una meta. Ángel, cuéntanos un poco cómo era mujer en un pueblo tan pequeño como Escarab. Pues bien, baja, bien, también. Yo he ido a trabajar también en la fábrica. A los 13 años, a trabajar. Porque trabajaba mi madre y mis hermanas en la misma oficina. Fue una fábrica de boinas que había, ¿sabes? Entonces teníamos que ir a trabajar. Y yo me quedaba para ir a la escuela. En el recreo me venía, que era dentro de la guerra, a poner, a echar la patata, los caparrones o lo que sería, y hacía el pan antes de marcharme, el pan blanco, que tenía un tío que era labrador y no se daba el trigo para molerlo en casa. Y hacía el pan. Y se lo hacía yo antes de ir a la escuela, bonitas. Y en el recreo todas mis amigas venían conmigo. Uno me pelaba las patatas, pasaba los caparrones, hacía otra cosa. Entre todas, me ayudaban todas. Todas me querían. Venía de rabón. Paquita, ¿tú crees que tuviste los mismos derechos y oportunidades que los hombres en tu infancia? Pues, para mí, no. Antes vivía de otra manera. Yo era pequeña, tenía cuatro hermanos, y dos iban a trabajar y otros dos nos quedábamos en casa. Íbamos a la escuela y yo tenía que salir a las doce, así que daba el tuchero para cuando salíamos nosotros. Después de eso iban al campo a trabajar. Y yo, pues, después teníamos la hacienda y la cuidadadora. ¿Pudiste estudiar? ¿Pudiste estudiar tú, Paquita? Sí, bueno, no, carrera no. Yo estudié en la escuela y salí muy bien de la escuela. Sabía todos los cuatro versos y los mapas de memoria y todo. Estudié, sí. ¿Cómo crees que ha cambiado la situación de las mujeres? Mucho. Por ejemplo, ¿qué cosas veis ahora que pueden hacer las mujeres si antes no? Las mujeres han cambiado mucho. Porque antes siempre estábamos debajo del hombre. Y ahora hacéis lo que queréis y hacéis muy bien. Pues yo, personalmente, cuando empecé a trabajar, en la cartilla para que me pagasen tenía que figurar. La cartilla era con mi padre y yo no podía figurar sola. Pero a los pocos años ya pude figurar sola en la cartilla. Y me parece que los logros que estamos logrando las mujeres hay que conservarlos y aumentarlos más y luchar por eso. ¿Para mí? Pues mire, yo estuve hasta los 13 años en la escuela. Ya tenía para hacer 14. Pero mi madre a veces se quería salir de trabajar. Era una fábrica de boinas que había en este aray y trabajábamos muchos obreros, muchos, muchos. Trabajábamos. Y mi madre la quería mucho. La quería mucho porque sabía tanto como los hombres. Y ya le dijo el amo. Cuando la guerra, le mataron a un hijo. Le mataron en la guerra a un hijo. Y ya ese hombre ya no quería trabajar. No quería ir a la fábrica ya. Y le dijo a mi madre, ¿Tú sabes si tienes alguna de esas para trabajar? Y le dijo, tengo una. Pero no tiene los años. ¿Qué cuantos tiene? Dice, 13. Dice, nada, cállate. Ya en este momento tiene 14. La dijo, mañana tráela a trabajar. La dijo. Y entonces mi madre se quedó así. Porque quería cerrar la fábrica. Y esto a Gallardo, le dijo a mi madre. Insistió en cerrar la fábrica pero su hija la quería dejar maría. Por mí. Porque teníamos ya tres hermanas trabajando. Y mi madre, mi madre era un hombre. Porque todos los telares se arreglaba ella. Todos los telares. La mandó a Francia. A montar una fábrica de boinas. El amo. La estuvo allá por un mes. Que mi padre estaba renegando. Luego la mandó... Porque la dejaba solo. Se marchaba él. Ella. A trabajar ahí. Luego otra vez vino Marisela. Que también pusieron otra fábrica de boinas. Y la mandaron también a mi madre. Pero entonces les dijo con la condición que venga mi marido. Si no, no voy. Y le llevaron también a mi padre. A Marisela. Y allá lo mismo. Ella a la vuelta acababa. Y ella ya. Y ella a mí. Llegó una. Que no me quería. Y dijo. No, la suena a un tío de 13 años. Tiene los 14. No. No tiene 14 años. Tiene 13. Y no llegan. Le dijo a mi madre. Al amo. Le dijo. Eso es solución mía. Y yo sé que esa chica tiene los 14 años. No. Allá ya había otra hermana. Según la entrevista que os hicimos en la residencia el otro día. Yolanda. Tú has viajado por muchos países y has estudiado química. Y ahora estudias historia. Sí. Yo he viajado. Mientras trabajaba con amigas. Con viajes organizados. Por muchos países. África, Egipto, Países Bajos, Portugal. Mucho. Y después yo en la universidad empecé a estudiar química. En Paragoza. Lo que pasa que me puso enferma y lo tuve que dejar. Pero a mí siempre me gustaba mucho la historia. Y cuando estaba trabajando. Estaba matriculada en la UNED. Trabajando y haciendo historias por la UNED. Muy bien. Luego ya me jubilé. Por enfermedad. Y entonces hice traslado de expediente de la UNED a la Universidad de La Rioja. Y estuve matriculada en la Universidad de La Rioja en Humanidades. Me convalidaron las asignaturas. Y después ya me puse otra vez enferma. Tuve que dejarlo. Y luego pues siempre tenía esa afición. Y ahora que estoy ya en la residencia Jesús Martaleno. Estoy muy tranquilita y muy bien. Y entonces he retomado los estudios de historia. Y voy a la biblioteca. Y pienso que es que en la vida hay que tener una ilusión. Y hay que luchar por ella. Y os lo recomendamos a vosotras niñas y chicas. Luchar por ella. Tener una ilusión. Porque ellos ahora no tenemos ilusión por la historia. Fíjate tú. Y por otro lado Azul y Paquito empezasteis a trabajar desde muy jóvenes. Pues mira. Tenía 13 años pero me dijeron que tenía 14. Yo... Me casaron mis hermanos mayores y yo iba de 10 años con mi padre a acabar al campo. Nos dedicábamos al campo. Y sembrábamos de todo. Y pues eso. Después en el verano lo recogíamos y friábamos y todo. Que era muy bonito. Y así pues íbamos pasando la vida. Y desde todas estas experiencias ¿qué consejo te daríais a los niños y a todas las mujeres o niñas que nos están escuchando? Yo... Que las niñas o yo por niñas y mujeres que tengan una ilusión y que se dediquen a luchar por ella. Y yo les diría que yo trabajo y estoy contenta. Porque iba a la escuela y en el recreo te ponían a echarle la patada a esos caparrones. Y luego a trabajar. A los 13 años me metieron. ¿Qué consejo les darías a las niñas de ahora? Que obedezcan a los padres y que si se meten a trabajar que ahora ni siquiera tienen para estudiar pero entonces no había estudios así como ahora que van pronto a la escuela. A mi padre pues también me metieron a la guerra cuando era en la cárcel pero poco tiempo porque mi padre era muy bueno y mi madre era muy buena. Paquita, ¿qué consejo les darías? Pues yo les daría que disfrutéis lo que podáis que es lo más bonito que hay en el mundo que después ya que somos mayores ya no paguemos nada. Yo me casé a los 20 años y tengo tres hijas que me quieren adivinar y tengo así cuatro nietos tres nietos y vivo con tres nietos. Pues con estos tres consejos nos quedamos. Os agradecemos vuestra visita a nuestra radio. Sois un gran ejemplo de mujeres. Gracias por escucharnos y hasta el próximo programa. Esto fue La chispa de la vida de Radio San Lorenzo.