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This radio program discusses the novel "War of the Worlds" by H.G. Wells, which tells the story of an extraterrestrial invasion in England during the late 19th century. The novel explores themes of imperialism, social class, and the vulnerability of humanity. The program also mentions the societal context of the Victorian era, the influence of other science fiction authors, and the impact of the novel through radio and film adaptations. The main characters include the anonymous narrator, the aggressive and technologically advanced Martians, and various other individuals affected by the invasion. The style of the novel includes symbolism and a reflection on the human condition. The program encourages readers to explore this classic science fiction work and appreciate the power of literature. Hola, hola queridos oyentes de esta radio nuestra, esta radio tan querida que es la radio del Trini y ahora nos vamos a poner con una novela potente, nuestro programa de literatura universal con una novela potente que nos lleva a una invasión extraterrestre, una invasión que es casi un genocidio, sin decir casi, ¿no? Estamos hablando de la guerra de los mundos, esa novela de Wells que de alguna manera pues nos habla, claro, nos habla en su momento de una invasión extraterrestre, esto luego lo hemos visto muchísimo en el cine y en otras historias, pero es muy original a la hora de contarlo, pero también ahora nos contarán estos chicos si además de la invasión extraterrestre han leído entre líneas algo más en esa novela, ¿vale? Porque Wells es especialista en hacernos reflexionar con la ciencia ficción y en hacernos ver otras cosas de más calado. Bueno, para hablar de la guerra de los mundos y de Wells tenemos aquí delante a cinco compañeros que ahora os les menciono, está Luna, está Fran, está Tania, está Hanna y está John, ¿qué tal chicos? Bien, buenos días. Bueno, pues venga, os dejo ya la palabra, ¿qué podéis decir de esta novela? Empezamos con el contexto histórico, lo primero por hacer un poco de almohadilla, ¿no? A ver, Fran, ¿empiezas tú? No, Luna, Luna, ¿empiezas? Bueno, pues la guerra de los mundos fue escrita por H. J. Wills en 1898, está ambientada en Inglaterra y por entonces este país estaba gobernando por la reina Victoria en una monarquía parlamentaria. Fue una época de gran esplendor para Inglaterra ya que la reina ha conseguido al país como gran potencia colonial y económica. Sus colonias abarcaban desde vastos territorios en África hasta Asia. Una de las colonias más importantes para el emprendimiento británico eran las Indias ya que la compañía de las Indias Orientales contaba con una red de comercio hacia China muy importante. También unos años antes, en 1870, había empezado la segunda revolución industrial y estaba en pleno auge. Comenzaban a electrificarse las calles y los medios de transporte sufrían grandes avances gracias al petróleo, lo que mejoró muchísimo las comunicaciones. Bueno, voy a hablar un poco de la sociedad. La sociedad victoriana estaba caracterizada por la rigidez moral y los valores puritanos. El hombre debía ser todo un gentleman y mantener su honra y estatus puro, en alto. Era el que dominaba el espacio público y la mujer pues debía ser discreta, acomedida y dedicarse a los hijos y al hogar en exclusiva. Pero sobre todo, con el hombre existía una doble moral ya que tanta hipocresía y fingir le provocaban querer huir de esas obligaciones y muchísimos cayeron en el vicio del opio y los fumadores de opio proliferaron mucho en esta época, al igual que los prostíbulos. Un ejemplo de esta sociedad tan poco tolerante lo vemos con Oscar Wilde, que por ser homosexual pues fue condenado a trabajos forzados y al exilio. La sociedad estaba dividida en clases sociales siendo las más importantes la alta burguesía, la propietaria de las fábricas y las minas y la aristocracia que seguía siendo propietaria de muchas de las tierras. La baja burguesía eran los pequeños comerciantes y artesanos de la ciudad, pero como siempre la mayoría de la población era la pobre, de clase baja. Surgió aquí también dentro de los pobres el proletariado, que eran los trabajadores de las fábricas, de las minas y de los campos. Bueno, les daban tan poco por trabajar que la mayoría tenía que poner a los hijos a trabajar en edades muy tempranas y las minas requerían muchísimo de esta mano de obra infantil que era todavía más barata que la adulta. Y en medio de esa sociedad que no es un dechado de virtud es donde aparecen unos extraterrestres a llevarnos por delante. No sé, a lo mejor nos lo merecíamos. Bueno, vamos a hablar un poco ahora más de Wilde, el autor, ¿no? A ver, ¿qué nos podéis contar? Fran, creo que eres tú. No, eso es el contexto literario. Sí, eso, el contexto literario. Venga, cuéntanos algo más. La literatura de este siglo comprende las obras, los movimientos literarios y los autores de este siglo. Un siglo marcado por conflictos bélicos, como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, que sacudieron la conciencia de todos los escritores y estuvo muy influenciada la escritura por la tecnología y los grandes avances que tuvo. Muestra de esto es el libro Un mundo feliz, escrito por Adolf Huxley, que es una muestra de la sociedad futura en la que la manipulación genética ha sustituido a la procreación natural. O otro, de George Orwell, que presenta un mundo dominado por Gran Hermano, que vigila y domina a los ciudadanos desde medios de comunicación. Un poco como la serie de Gran Hermano que ha habido ahora. De hecho, es así, es una copia de esta novela. Entonces, nos has ido un poquito más adelante. Quizás has querido hablar de... porque Orwell pone las bases de la ciencia ficción y luego vienen estos dos y nos hablan también de historias más potentes. Pero esto es cuarenta años después o por ahí. Pero bueno, venga, estamos ahí en el cambio de siglo y estos ya están metidos un poco a mediados de siglo. También Fahrenheit de Ray Bradbury, ambientada en una sociedad futura donde la palabra escrita está prohibida. Bueno, nos has encuadrado a Orwell con luego todos sus discípulos, los grandes de la literatura de ciencia ficción, que no está mal que nos lo recuerde. Sí, señor. Y otros autores también conocidos de este siglo fueron James Matthew, escritor de Peter Pan, L. Frank Brown, escritor del Mago de Oz, Joseph Conrad, con Corazón de las tinieblas, Marcel Proust, En busca del tiempo perdido, Frank Kafka, con la metamorfosis, Pedro Salinas, El presagio, Virginia Woolf, escritora de la señora Dolaway y también de Las Olas, un escritor español, Pablo Neruda, Graham Greene, con El agente confidencial. En este siglo también escribió Anna Frank su diario y Graham Greene escribió El agente confidencial. Bueno, siempre te vas a quedar corto si nos hablas de autores del siglo XX. Nos hace un picoteo así un poco selectivo, pero nos dejamos muchísimos en el tintero. En esas estamos ahora en clase, ¿no? En el siglo XX ya. Bueno, ¿y de Woolf nos puedes decir algo? ¿No investigaste un poquito sobre la vida de Woolf? No. Bueno, simplemente recuerdo algunas obras más de él, ¿no? Hemos hablado, cómo no, del hombre invisible, hemos hablado de La máquina del tiempo, hemos hablado de otra novela que es La isla del doctor Moreau, que es genial. Esa también os la recomiendo mucho porque habla de unos experimentos que están haciendo con humanos y con animales, ¿no? Y entonces ahí se reflexiona mucho hasta dónde llega la animalidad del ser humano y hasta dónde llega la humanidad, ¿no? Es muy muy curioso, ¿no? Y en general, bueno, es un hombre que pone las bases de la ciencia ficción. Las bases ya las puso, ¿no? Ya vimos a Mary Shelley, de alguna manera, ¿no? Y otros autores, pero éste las pone muy férreamente, ¿no? Y marca, digamos, los grandes temas de la ciencia ficción. Y después pues siguen por las sendas que tú decías, Fran, ¿verdad? Bradbury, Aldous Huxley, etcétera. Muy bien. Venga, pues vamos a hablar ahora del argumento. A ver. Bueno, la historia comienza en un observatorio donde un astrónomo llamado Ogilvy nota que Marte ha experimentado un descenso repentino de los niveles marítimos y de la temperatura. Para escapar de la extinción de su planeta, los marcianos que lo habitaban buscaron otro lugar para poder instalarse y la Tierra estaba lo suficientemente cerca como para ser el objetivo ideal. Los pequeños marcianos viajaron a la Tierra en unos cilindros. El primer cilindro impactó cerca de la casa del narrador del libro, M. Wilkin. El brutal impacto del proyectil formó una fosa de grandes dimensiones. Cuando se abrió frente a un grupo de curiosos, se asomó un marciano del tamaño de un oso con grandes ojos y largos tentáculos. Sin embargo, en la pesada atmósfera de la Tierra le costaba mucho moverse y regresó rápido al interior del cilindro. Al verlo, unas personas juntas que iban astrónomos se aproximaron hacia la nave, pero desde el cilindro se levantó una extraña máquina que disparó sobre ellos un llamado rayo calórico que los incineró en el acto. El ejército británico fue rápidamente y rodeó el cilindro para destruirlo. Tras recibir el impacto de la artillería británica, desde dentro se asomó una especie de trípode enorme comandado por un marciano y descargó su rayo calórico sobre la artillería y todo lo que rodeaba el cráter. Tras esto, el narrador pidió préstado un vehículo y llevó a su esposa a Liderheid, a casa de sus primos, donde estaría más segura. Luego regresó para devolver el caballo, pero en el camino se topó con uno de estos vehículos marcianos y volcó. El animal quedó herido, por lo que continuó a pie. En la noche de aumento, sabió que por la región se movían más de estos enormes trípodes y el cielo se tiñó de rojo por donde las poblaciones habían sido incendiadas por el rayo. Cuando llegó a su casa, se encontró con un artillero que huía de la destrucción y le anunció que otro cilindro había caído en las cercanías. Con la intención de dar un rodeo y regresar a Liderheid, el protagonista se dirigió junto al artillero a Waybrad. Poco después de llegar, varios trípodes atacaron a la población. Para escapar, el narrador se arrojó al támesis y se dejó llevar por la corriente. Luego encontró una barca y navegó hasta el río y se bajó hasta Walton. A la orilla del río se encontró con un cura que se le une. Ambos contemplaron esa tarde el avance organizado de muchos trípodes hacia la línea de defensa que el ejército británico había establecido para proteger Londres. También observó que estos objetos de los marcianos atrapaban a algunos supervivientes y los guardaban en una caja en la parte posterior de la máquina. Tiempo después, mientras buscaban provisiones en una casa, un quinto cilindro cae junto a ellos y el impacto derrumba la vivienda, enterrándola bajo una montaña de tierra, por lo que el narrador y el cura quedaron allí atrapados. En los días que pasaron dentro de la casa derruida, observaron por una rendija los movimientos de los marcianos alrededor y vieron que aquellas criaturas se alimentaban mediante la succión de la sangre de los humanos. El cura enloqueció e intentó llamar la atención de los marcianos para suicidarse y un tentáculo apresó su cuerpo y se lo llevó. Sin embargo, el narrador logró esconderse y días después, cuando abandonó su escondite, nota que una extraña enredadera roja estaba creciendo por todas partes. Comprendió que los marcianos habían abandonado el cráter y retomó su camino. El paisaje alrededor estaba totalmente transformado. La hierba roja había crecido por todas partes. En las proximidades de Putney, el narrador se encontró con el artillero con el que había viajado hasta Waveride, quien le contó su plan de reconstruir la civilización humana bajo la tierra. Sin embargo, tras compartir un día con él, comprendió que el plan era descabellado, por lo que abandonó al hombre y se internó en el centro de Londres. Al ver la destrucción por todas partes, comenzó a perder la razón y se aproximó a un trípode con el objetivo de que los marcianos lo exterminasen. Sin embargo, esto no sucedió y descubrió con asombro que el marciano estaba muerto dentro de su vehículo. Exploró y encontró a su alrededor más alienígenas muertos. Aquellas criaturas habían perecido debido a la acción de las bacterias y microbios terrestres a las que su biología no estaba acostumbrada. Tras este descubrimiento, sufrió un colapso nervioso y fue cuidado por una familia que lo encontró vagando por las calles de Londres. Días después, ya recuperado, regresó a Woking. Y finalmente allí se encontró con su mujer, que también había sobrevivido a la invasión. Muy bien. Fijaros, os decía antes que esta novela tiene un trasfondo más potente, ¿no? A ver, yo no sé si veis que la especie más fuerte del planeta no somos los humanos, ¿no? Porque llegan unos extraterrestres y nos ventilan en upisplas y en cambio esos extraterrestres, ante cualquier bacteria que hay aquí en la Tierra, sucumben. O sea, son ventilados, los extraterrestres no desaparecen por la mano humana, desaparecen por una bacteria, por unas bacterias de la Tierra. Con lo cual aquí está pegando un golpetazo sobre la mesa al antropocentrismo a pensar que el ser humano es el centro de la vida, de la Tierra, del Universo. Dice, no, no, no, de eso nada. Somos un animal más y además de los más débiles, mira, llegan unos extraterrestres y nos ventilan en un upisplas, ¿no? ¿Vale? Bueno, trae mucha cola esta novela, ¿eh? Muchísima. Más de lo que pensamos. Claro, es la primera, ¿no? Luego ya hemos visto cosas de estas parecidas. No sé si suena a una serie que era V. ¿Os suena? Que venían unos lagartos a la Tierra con naves espaciales y venían a alimentarse de humanos, ¿vale? Como estos, ¿no? Venían aquí a hacer... a que la Tierra fuera su despensa, ¿no? Una anécdota que cuentan de esta novela es que Orson Welles, el famoso actor y director Orson Welles, en los años 30, la radió en Estados Unidos, la contó por radio y la contó de tal manera que la gente se creyó realmente que estaba habiendo en Estados Unidos una invasión extraterrestre y cundió el pánico, ¿eh? Cundió el pánico en todos Estados Unidos. La gente lo creyó por la radio que estaba habiendo una invasión. Tuvo luego que salir a los medios decir, no, no, perdón, perdón. Pero lo hizo también, ¿no? Lo narró también esta novela que cundió el pánico. Y luego, muy recientemente, lo hablábamos antes, ha hecho Spielberg, bueno, recientemente, ya hace 20 y pico años, ¿no? Pero hizo una adaptación bastante decente de esta novela. La ha actualizado, ¿no? No son los mismos personajes ni lo mismo que has contado tú, Hanna, pero bueno, sí que en la esencia es lo mismo, ¿no? Muy decente. Se puede ver la película de Spielberg después de leer la novela. Vale, venga, continuamos y nos vais a hablar ahora un poquito de los personajes, ¿no? Venga, Jon, a ver. Bueno, pues comenzamos por el narrador, que la novela se cuenta desde su perspectiva. Él es un narrador anónimo, que también es un filósofo y un astrónomo aficionado. Es uno de los primeros en notar algunas rarezas que ocurren en el paisaje marciano y que los marcianos están lanzando una invasión. Logra sobrevivir más allá del final de la invasión, en su mayoría, ileso. Luego, los marcianos son una especie de alienígena agresiva, despiadada y tecnológicamente avanzada, que intenta huir de su planeta moribundo. Las armas humanas son inútiles contra sus máquinas de guerra. Ellos son grises y de miembros largos, parecidos a unos pulpos. Se alimentan de humanos, drenando sus fluidos y alimentándose de ellos. Y, a pesar de sus avances, una cepa común de bacterias terrestres los mata a todos. El artillero fue separado de su unidad de combate. Afortunado, escapa de los rayos de calor de las máquinas de guerra y termina vagando por el jardín del narrador, donde es acogido y cuidado. Luego, el párroco está siempre en conflicto con el narrador, pero, a pesar de los conflictos con él, se niega a separarse de él, quizá porque es un poco cobarde. Su vida llega a su fin cuando su negativo a guardar silencio atrae la atención de un centimilena marciano, el cual le arrastra para consumir sus fluidos corporales. El hermano del narrador no se menciona directamente, se describa a través de la voz del narrador y es un estudiante de medicina y un pensador crítico y moralmente recto. La esposa del narrador, a pesar de toda la carnicería y muerte que experimenta la Tierra, al final se encuentra con él. Ogilvy es uno de los primeros en darse cuenta de los marcianos cuando empieza a investigar un cilindro de transporte marciano. Henderson, que es amigo de Ogilvy, periodista, que es el que va contando todo lo que pasa sobre los marcianos. El dueño, el narrador, no da detalles de cómo muere y los Elphinstone, que son un matrimonio y la hermana del marido que compone el matrimonio, la hermana del doctor Elphinstone es muy práctica y su mujer es dócil y se preocupa por la seguridad de éste. Hay quien dice que Wells se adelanta en esta novela a lo que luego va a ser el siglo XX, a los genocidios del siglo XX, incluida la Segunda Guerra Mundial, que somos la propia raza humana a los que nos dedicamos a destruirnos a nosotros mismos, no hace falta que venga una especie de invasora. Terminamos con el estilo. Tania, ¿qué nos puedes decir? Consta de nueve capítulos y un epílogo, emplea una gran variedad de adjetivos y adverbios, es fácil de entender ya que el autor te pone en situación, es narrado en primera persona, hay muchas definiciones, expone los hechos, utiliza simbología como la misericordia de la naturaleza, ya que la guerra que tuvieron entre marcianos humanos, estos ganaron por un milagro, en este caso las bacterias, ansiedad evolutiva, y los marcianos serían los invasores de naciones extranjeras, la hierba roja que simboliza la sangre derramada en las guerras, la maleza que son las enfermedades, que esto mata a los invasores, y el caos que esto lo podíamos ver en la pobreza, a personas decaídas luchando por vivir, y esto pues lo veíamos en las guerras. Muy bien, hay toda una simbología ahí, y casi un hablar de lo que va a ser el futuro, por desgracia. Muy bien, pues muchísimas gracias chicos por dejarnos así a huevo esta novela, y animarnos a leerla, que de verdad, ya sé que soy pesado, pero es que hay novelas que hay que leer sí o sí, y hay historias que hay que conocer sí o sí, y sacarlas del trasfondo, y Wells es un grandísimo autor, para vosotros, para vuestra edad, porque la ciencia ficción es muy juvenil, son historias que os hacen pensar, que os hacen plantearos la vida, y que al mismo tiempo son muy divertidas. Bueno, yo es que soy un forofo de la ciencia ficción, y a mí en momentos de mi vida me ayudó mucho y me entusiasmó mucho. Pues nada chicos, muchísimas gracias de nuevo, y vamos a terminar el programa como siempre, animando a que la gente lea, y que siga amando y siga queriendo las grandes historias y la literatura. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Traducido por Marie Arias