Ep 1. Masculinidad y perros

The speaker, Arcaix, discusses the topic of masculinity in dog training. He observes that many male clients struggle to express positive emotions towards their dogs, using a dry and stern tone instead. He explains that dogs respond better to higher-pitched tones and that using deep tones is more commonly associated with positive punishment. The speaker emphasizes the importance of empathizing with dogs and communicating with them in a relaxed and high-pitched manner. He also shares his own experiences of praising his dog, Kiwi, in a silly and high-pitched voice. The speaker believes that it is important to show emotions and playfulness with dogs, particularly when they are puppies, in order to strengthen the bond and improve communication. He concludes by noting that it is essential to adapt to the needs and preferences of individual dogs and prioritize their well-being over our own. Muy buenas a todos en este nuevo episodio, básicamente es el primero porque en mi presentación no cuenta, de va de perros. Me presento, yo soy Arcaix, educador canino profesional y nutricionista canino y felino, y esto es Va de Perros. Y en el día de hoy tengo un tema que siempre me ha llamado mucho la atención en el mundo de la educación canina, no solo en profesionales sino sobre todo en clientes, y es la masculinidad, es un tema bastante corrosivo, delicado, pero es la verdad, yo casi siempre que tengo a algún cliente que es hombre, siempre que le intento decir, oye felicita al perro que lo ha hecho super bien, os juro que no le sale, os juro que no le sale poner un tono agudo, un tono amigable, un tono en el que el perro realmente sienta que lo está haciendo super bien, y siempre es un tono bastante más seco, un tono que no expresa felicidad, no expresa esa necesidad de decirle al perro que está trabajando muy bien, que ha hecho algo que realmente era difícil para el perro y está superando obstáculos, y eso se necesita que lo sepa el perro, necesita el perro saber que está haciendo un buen trabajo, y todo viene al final de como ven los perros, como oyen los perros, los tonos que funcionan en ellos, que básicamente los tonos agudos son los que mejor funcionan, los que mejor hacen ver al perro que están, bueno, que estamos bien, estamos felices, es un tono que les permite saber y estar tranquilos, ¿vale?, los tonos graves siempre se suelen usar como castigos positivos, que se llaman, y no hace falta chillarlos, con solo poner el tono grave y ser muy seco, ya le estás castigando con un simple no, pero a la hora de felicitarlos es super importante que los tonos sean muy agudos, que la manera de comunicarnos con el perro siempre sea muy relajada, pero a la vez aguda, porque así entienden muchísimo mejor lo que les pedimos, y básicamente solo es la manera que tiene su oído de funcionar en ese momento, ¿no? Y es que me pasa mucho que cada vez que tengo una sesión con un cliente, incluso con mujeres, que piensan que poner un tono grave a la hora de educar a un perro, a la hora de enseñarle, les va a funcionar muchísimo mejor, y no es así, y muchas veces me han comentado que han estado con otros profesionales y les han enseñado a poner voz de hombres para que el perro haga más caso o menos caso, y es algo que me hace mucha gracia, yo tengo una conocida que sí, sí, que a su perra le enseñó la distradora a poner voz de hombre a ella para imponerse, para hacer obediencia, para mandar todo el rato en todo lo que se refiere a la vida del perro, y es un error, no podemos estar pendientes todo el día de si ponemos un tono muy grave para que nos haga caso, porque es una pérdida de tiempo, al final no es real, si el perro lo hace bien tú te alegras, y cuando tú te alegras siempre pones un tono más agudo, más amigable, más excitable por así decirlo, ¿no? Es un poco como el contraste que utilizan muchos adistradores, que es cuando haga las cosas mal tienes que decírselo fuerte con un tono grave, pero cuando haga las cosas bien hacerlo con un tono muchísimo más amigable, y yo considero que eso lo único que hace es confundir al perro, básicamente porque el método de aprendizaje que se usa no es muy apropiado, si está tirando de la correa no pega, es decirle un no rotundo, y en cuanto se pare hacerle un muy bien, no, no pega, es una manera de confundir al perro porque no entiende realmente qué está pasando, y sus cambios de humor, básicamente, por eso es mucho más fácil a la hora de castigar a un perro, a la hora de intentar que entienda lo que ha hecho mal, no ser muy duro, poner un tono grave, decir una palabra seca, un no, un a-a, lo que sea, y luego cuando haga las cosas bien sí que felicitarlo de una manera muchísimo más natural, la que nos salga, yo soy muy de felicitar, yo soy muy de hacer que entiendan que están haciendo las cosas súper bien, yo me alegro un montón por ellos, al final la empatía también es muy importante, eso se contagia, y realmente es lo que va a diferenciar entre un tipo de educación y otra, cuando un perro quiere ir a su tienda favorita de snacks y no puede porque no está en los planes del paseo, tenemos que entenderle que se va a frustrar porque quiere ir ahí y no va a poder, y el tono que le tenemos que poner al perro para decirle que no puede ir ahí, no debe ser un tono contrario, sino un tono real de frustración, porque tú tienes que entender que para el perro va a ser frustrante no ir a su tienda favorita de snacks, y tú tienes que empatizar con el perro para que te entienda, yo a Kiwi se lo hago mucho cuando no podemos ir, siempre le digo la frase, no podemos ya lo siento, es un tipo de tono más serio pero a la vez más empático con el perro, porque Kiwi, su tienda de snacks favorita muchas veces no está abierta, muchas veces no podemos pasarnos porque tengo prisa o por lo que sea, y es lo que hay, y tenemos que saber empatizar con los perros, y eso a la hora de hacerlo con un género u otro, a nivel de clientela, las chicas soleis ser muchísimo más empáticas que los chicos, los chicos solemos ser más setas, somos sepias, hace una cosa bien tu perro y es un muy bien, hace una cosa mal, muy mal, entonces esa falta de empatía, esa falta de decirle al perro que lo está haciendo muy bien, o lo está haciendo muy mal, es muy importante para una buena educación canina, respetuosa, básicamente porque las emociones mueven el mundo, no son actos, los perros no hacen cosas, no hacen malas conductas o buenas conductas siendo robots, hay siempre emociones detrás, una emoción de alegría, de tristeza, de frustración, de miedo, y eso no lo vamos a poder ni castigar ni reforzar, solo nos queda empatizar con esa emoción, entonces es importante siempre felicitar de una manera guay, de una manera que el perro entienda que lo ha hecho super bien, aunque te miro luego con cara de seta, porque a mi me pasa mucho que desde pequeña a Kiwi yo le he felicitado cuando ha hecho pip, desde pequeñita, cuando quería un poco reforzar ese tienes que hacer pipi en la calle, y ahora sigo diciéndoselo, cuando hace pip le hago ole pipi mol ve, y me mira con una cara de seta, pero oye yo me quedo tranquilo, ¿entendéis? Pero bueno, básicamente es eso, a mi me sorprende que la mayoría de veces a los chicos nos cuesta mucho más sacar a relucir esas emociones, esa manera de hacer el tonto con los perros, porque es importante hacer el tonto, es importante hacer el indio por la calle con los perros sobre todo cuando son cachorros, cuando queremos expresar que lo están haciendo todo super bien, es importante, no tiene que ser un adiestramiento o una educación como queramos decirlo, no debe ser un entrenamiento militar, lo que os digo, todo va sujeto a emociones y es importante hacer ver esas emociones, si tienes que salir corriendo con el perro porque lo ha hecho super bien y quieres empatizar a tope con él y que el perro esté por ti, hay que hacer un poquito el tonto, hay que hacer un poquito el indio en la calle, da igual con quien estéis, da igual en qué situación os encontréis, ya puede ser un parque, un paso de cebra, la calle, enfrente del supermercado, si vuestro perro ha hecho algo super bien y tenéis la sensación y la necesidad de hacer un poco el tonto con ellos porque sabéis que eso les funciona, no pasa nada, hay que hacer el tonto, hay que hacer ese punto de crío, ese punto de niño pequeño, lo tenemos que sacar siempre con los perros porque recordemos que para ellos ese aprendizaje y ese sistema nervioso central lo tienen en comparación como si fueran un niño de dos años y medio y el hacer el tonto y demostrarles que pueden jugar con nosotros de una manera que no solo sea lanzarles una pelota sino también jugar a los mordisquitos y a los golpecitos en el culo y que ellos se tiren encima tuyo, siempre viene super bien no solo para el vínculo sino también para la comunicación de los perros con nosotros y es curioso como sobre todo sale nuestro punto más crío, más niño con los cachorros únicamente y no nos damos cuenta de que cuando son adultos no son sepias, no son adultos reales, saben gestionar muchísimo mejor el entorno, los conflictos, todo lo que queráis pero a nivel interno siguen siendo niños, lo que os he dicho hace muy poquito, el sistema nervioso central funciona como si fueran un niño de dos años y medio entonces siempre hay que, aunque sean adultos, aunque sean mayores a nivel ya viejos, siempre tenemos que ser simpáticos, siempre tenemos que hacer el tonto con ellos, eso les mola a los perros, eso hace que el vínculo se refuerce básicamente, a ellos les gusta que aunque si que tengamos que respetar sus necesidades básicas por supuesto las necesidades de cada individuo, si al perro le gusta jugar contigo, juega con el perro, no pasa absolutamente nada por muy adulto que sea, el juego no solo se debe reducir a tirar palos, pelotas o frisbees, hay mil formas de jugar con un perro y tenemos que entender cuál es la que más le gusta a tu perro, cada individuo es un mundo, entonces tenemos que adecuarnos nosotros al perro, muchas veces pensamos que no, que es al revés, que el perro se tiene que adecuar al estilo de vida del humano, pero no es así, es justo al revés, obviamente va a haber situaciones en las que no vamos a poder hacer muchas cosas porque no podemos, no tenemos tiempo, estamos ocupados, lo que sea, no que le guste a nuestro perro, pero siempre que se pueda tenemos que mirar por él y no por nosotros, el caso que seas hombre o mujer, ten en cuenta de que el tono en el que te diriges a tu perro, el tono en el que le castigas entre comillas, el tono en el que le felicitas, cuenta mucho, cuenta mucho más de lo que nos creemos, tenemos que hacer el tonto con los perros, lo haremos, tenemos que felicitarle de una manera increíble, siempre y cuando nos excite mucho, claro porque puede ser contraproducente, pero tenemos que manifestar esa alegría, manifestar esa felicitación, por supuesto, no tenemos que tener vergüenza ni a jugar con el perro, ni a felicitarle, por mucho que estén nuestros colegas al lado y nos dé vergüenza poner un tono agudo, un tono amigable, un tono de pitufo, tenemos que hacerlo, tenemos que empatizar con los perros y sobre todo a la hora de la educación pasárnoslo muy bien, porque en eso consiste educar a un perro, en eso consiste convivir con los perros, pasárnoslo muy, muy, muy bien y si no te lo pasas bien con tu perro, porque tu perro tiene muchos problemas que no sabes cómo gestionar y estás todo el día enfadado o enfadada, de verdad, pide ayuda porque se va a cambiar la perspectiva de tu vida, se va a cambiar esa perspectiva de cómo funciona un perro y sobre todo tú y tu perro va a ser muchísimo más feliz. Y hasta aquí este episodio del podcast, que no sé todavía cómo lo voy a titular, pero vaya, se va a subir en breves, estamos al lunes creo, si estamos al lunes, y nada, espero que os lo hayáis pasado muy bien, tampoco es para dar saltos de alegría, que hayáis aprendido un poco más, que hayáis reflexionado conmigo, que hayáis empatizado también conmigo porque muchas veces intento contar situaciones personales con Kiwi para eso mismo, para que os recuerde lo que podéis o no podéis hacer con vuestro perro, y nada, os recuerdo que podéis seguirme en todas mis redes sociales, arroba confianzacarina, tiktok, instagram, podéis escribirme un mail, podéis contactar conmigo de todas las maneras posibles, y si tenéis por supuesto cualquier tipo de problema con vuestro perro, queréis aprender más, no dudéis ni un solo minuto en escribirme, y nada, nos vemos en el siguiente episodio del podcast, supongo que será la semana que viene, así que nada, me despido de todos vosotros, y recordad, que el mundo del perro, da para podcast.