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Arantxa and Manuel present "Cuatro corazones con freno y marcha atrĆ”s," a play by Enrique Jardiel Ponceila. It is divided into three acts. In the first act, Ricardo's wealthy uncle leaves him an inheritance, but only the maid knows. A quartet and a salesman arrive, asking for Ricardo. They eventually uncover the plot. Ricardo receives a call from the doctor, revealing immortality pills. They all take the pills, except for Emiliano. In the second act, they are on a deserted island, regretting their decision. They discover a savage who turns out to be Hortensia's missing husband. In the third act, they have taken herbs that make them young again. They lie about being Elisa's grandchildren. Ricardo and Valentina want to go to Madrid. Emiliano is the only one who didn't take the potion and is happy to be immortal. The truth is revealed by the grandson of Corejudo, and the Somos Arantxa y Manuel, y os vamos a presentar Cuatro corazones con freno y marcha atrĆ”s, una obra teatral de Enrique Jardiel Ponceila, que estĆ” dividida en tres actos. Primer acto. Transcurre en la casa de Ricardo, un joven de alta clase que tenĆa mucho dinero, y iba a recibir una herencia de su tĆo, pero solo lo sabĆa una doncella. Entre tanto, viene un cuartel y un vendedor seguro, preguntando por el seƱor Ricardo, y al final se fueron enterando de la trama. Valentina y Hortensia entran en escena. De repente, Ricardo se pone muy contento porque recibe la llamada del doctor Bremon, prometido de Hortensia. Le cuenta lo que ha descubierto, y este llega a casa. Todo el mundo que se encontraba en la casa querĆa saber lo que ocurrĆa. Ricardo y Bremon cuentan a Hortensia y Valentina que han descubierto unas ales que te hacen inmortales y que no envejece. Entonces se disponen a tomarlas, pero Emiliano, el cartero, les pilla y les dice. Cuando Emiliano se propone a enterarse de una cosa, se entera. Me da a mĆ tambiĆ©n una ración de esas ales, o lo cuento, porque como comprenderĆ”n, esto de tomar una cosa para no morirse no ocurre todos los dĆas. Ā”Que lo cuenta! Esta gente de seguros de vida que acaba de entrar nos va a asegurar la vida a los cinco, con unos seguros muy fuertes. Cien mil reales, tres millones de reales. Entonces se las toman todos. Pasa el segundo acto, que se encuentran en una isla desierta ya con mĆ”s de cien aƱos, arrepentidos todos, excepto Emiliano. Valentina y Ricardo habĆan tenido dos hijos, Elisa y Fernando. En la isla descubren a un salvaje que parece ser el antiguo marido de Hortensia, que desapareció en un naufragio. Hortensia grita, Ā”Socorro, socorro! ĀæHas visto? Un salvaje. ĀæMe habĆ©is visto? Se me ha acercado y cuando ha oĆdo la palabra socorro, ha huido. Ā”Han cazado al salvaje! Hortensia dice, puede ser mi marido, y entonces descubren que era Eliodoro, el antiguo marido de Hortensia. Mientras siguen aburridos y criticando, Bremón dice que ha encontrado una hierba mucho mĆ”s fuerte que las sales, y que les va a hacer rejuvenecer tanto hasta revivir toda su vida anterior y morir de niƱos al nacer. Y comienza el tercer acto. La acción se desarrolla en casa de Elisa, ya que Ricardo, Hortensia, Bremón y Valentina se habĆan tomado las hierbas, y tenĆan unos diecisiete aƱos, y habĆan dicho que eran los nietos de Elisa. Ricardo y Valentina querĆan estar en Madrid, y para ello, mienten. El Ćŗnico que no tomó la pócima fue Emiliano, que estaba muy contento de ser inmortal. Margarita, la nieta de Ricardo y Valentina, estaba manteniendo un diĆ”logo muy enfadada con su madre, porque Fernando, prometido, pasaba mucho tiempo con su abuela y su abuelo de fiesta. Entre tanto, entra Federico, el otro hijo de Ricardo y Valentina, y dice que sus padres le han quitado el dinero de la cuenta. Viene el vendedor de seguros de la empresa con la que habĆan contratado aquel famoso seguro. Entonces, entra un seƱor muy parecido al antiguo Corejudo, y dice Bremón, nos referimos a la gente que en 1860 contrató nuestros seguros, dice el nieto de Corejudo. Mi abuelo, entonces, ustedes son Bremón y Hortensia, que no salga a la calle, que lo va a contar. El nieto de Corejudo conoce la verdad, y la obra acaba con Fernando, admitiendo que estĆ” enamorado de la abuela de Valentina. Ya me he hartado de fingir, estoy enamorada de Valentina. Arrea. Pero, Āæcómo? ĀæA que te parto la cara ahora mismo? Ricardo, te habrĆa perdonado cualquier cosa, pero que estĆ©s enamorado de mi abuela, no.