Details
Nothing to say, yet
Details
Nothing to say, yet
Comment
Nothing to say, yet
The person being interviewed is a journalist who has been involved in the music industry in Spain. They talk about their interest in journalism, their upbringing in Soria, and their early influences in the music industry. They discuss their education in law and their transition into music journalism. They mention the difficulties of finding well-paying jobs in the industry and the challenges they faced in their work, such as the slow communication methods before the internet. Overall, they have found their career in music journalism to be rewarding despite the challenges. Bueno, pues nada, Víctor. Eso. Primero, antes de todo, darte las gracias por participar y por aportar tú parte al periodismo musical aquí en España. Yo antes de empezar con el tema periodismo musical, como tal, y trabajo, quería ir al quid de la cuestión. Quería hacer un poco de recorrido biográfico. Tú naces en Soria, igual que mi padre, por cierto. En el Seguro de Osma. Yo estoy al lado, desde que empezaron a formar la temporada, al lado. Al lado, o sea, a nada. Yo me he ido andando ocho kilómetros. Un frío que pela, imagino. Un frío horrible. Y un calor de justicia en verano, también. ¿Por qué un niño de Soria se interesa por el periodismo musical? Es decir, ¿qué referentes podías tener en ese momento? Pues es curioso, porque realmente hay varios, no sé si voy a recordarlos todos, pero, por ejemplo, Diego Manrique de Burgos, es el periodista musical de referencia en España. Creo que Carlos Sena, que está guay en un documental y hablamos sobre él. Siempre he oído el ronrón de que había mucha gente de Castilla. En realidad yo viví muy poco en Soria. Mi padre era como vendedor de coches. Iba por la concesión donde le contrataban y he vivido mucho tiempo en Barcelona, en Puerto de Santa María, en Estepona, en Madrid. Soria lo conocía de ir a la casa de mis abuelos, a vacaciones, a Burgos también. Tenía otros abuelos en mi pueblo pequeño de Burgos. Y bueno, yo estudié en 72, entonces cuando tenía 10 años aquí estaba la movida, los cuarenta principales, todo eso. Estaba la bola de cristal en la tele, que era un programa que salía música constantemente. Había varios programas de música en televisión. Más que ahora, curiosamente. Y claro, era una cosa como muy natural. El fútbol no me gustaba mucho, ahora sí me he enganchado. Pero tampoco es que... Yo recuerdo que cuando me cambié de ciudad estuve en muchos colegios, tampoco era que la música volviera locos a la gente de mi generación. Era un poco más a los mayores. Pero me dio por ahí y ahora sí es un enganche como emocional. No podría razonarlo ni nada. Simplemente era lo que más me interesaba. Los cómics, leer algunos libros y la música. ¿Estudiaste periodismo? No, estudié Derecho. Estudié Derecho en ICADE, porque quería ser abogado. Pero lo que pasa es que yo me vine a estudiar aquí en 80, 90. Entonces fue ahí todas las alternativas. Esta Mayblood, Valentine, Nirvana, Drems... Todos estos grupos de repente llegan. Y yo estaba ya enganchado al pop británico y todo eso. Y entonces como me enganchó enseguida. Y entonces empezaron a salir trabajos muy rápidos. Hicimos un fanzine en el primer año, en el segundo año de la universidad. Enseguida nos llamaron de la revista Ross de Luz para recibir a los que lo hacíamos. Luego se abrió una revista que se llamaba Espiral, que era una especie de alternativa Ross de Luz más indie. Y de ahí salió el Festival de Benicassim. Nos llamaron para trabajar en el primer Festival de Benicassim. Entonces ya tenías ahí 22 años. Veías que te empezabas a decir 22, 20, 21. O sea, muy al principio de los 20 salía trabajo todo el rato. Y decías, es que esto me gusta mucho más que ponerme un despacho de abogado. Entonces me acabé la carrera y me puse a trabajar. Parecía que iba a ser mucho más rentable que luego, la verdad. Por ejemplo, recuerdo un tío de un grupo que se llamaba Corplex, un grupo de hardcore de la época, que me decía, te he visto en 10 conciertos y en los 10 estabas en el backstage. Quiero decir, tenías el pase del backstage. Una forma muy rara de entrar en la música. No es como primero eres muy aficionado y luego consigues hacerse un hueco y tal. Sino que hubo una explosión comercial de este tipo de música, de Nirvana, Rem, Sonic Youth, todas estas cosas. Y entonces se sabía que en España iba a triunfar y no había mucha gente que se enterase. Entonces los cuatro que nos enterábamos enseguida nos hicieron todos los trabajos disponibles. ¿Y todo esto en prensa especialmente? Es decir, en prensa escrita casi todo. Sí, en prensa escrita casi todo. A Radio 3 nos llamaban, por ejemplo, mira, yo recuerdo la primera vez que hice una entrevista para Rosdelux, que fue a Greg Dooley, el cantante de los Album Weeks, en el Hotel Palace. Era como que en Estados Unidos ya vendían mucho, aquí no los conocía nadie, pero por el estatus ya los ponían en el Palace, que es donde entraban las estrellas. Y entonces había una fila de seis periodistas y yo era el único que sabía inglés. Entonces yo recuerdo, por ejemplo, que a Radio 3 me llamaban a veces, Julio Ruiz o... se quedaban sin traductor, y llegaba un artista británico o estadounidense, es decir, es que necesito a alguien no solo que sepa inglés, sino que sepa el inglés musical, los términos alternativos, y tal. Entonces me llamaban y para hacerles el favor ibas y tal. Pero vamos, lo que pasa es que los puestos de la radio ya estaban repartidísimos desde los años 80, o sea, la mayoría de los locutores de Radio 3 ya eran locutores famosos cuando la movida. Entonces no hubo mucha renovación generacional ahí. Te dejo beber. Me estoy acordando de todo así de golpe. ¿Tú? ¿Lo que te acuerdes? Pues eso más o menos, pues. ¿Y a todo esto, todos estos trabajos que me dices que te pillan como a los 20, 21 y tal, ¿todo esto era remunerado? Porque una cosa es trabajo y la otra es todo remunerado. Era muy complicado conseguir unas remuneraciones dignas, porque aquí los empresarios, sobre todo en el mundo de la cultura, son muy rácanos. Pero yo es que claro, o sea, tuve que dejar la carrera porque yo estudiaba en ICA una mezcla de Derecho y Empresarial. Entonces era toda la mañana esto, luego estudiar un rato y luego trabajar por la tarde. Y llega un momento en que no puedes. Pero sí, sí, sí, estaba bien remunerado, no sé, o sea, no era como... Todo era más barato también, o sea, entonces te podías pillar un piso en Malasaña por 30.000 pesetas, ¿sabes? Eso ahora es ridículo. Pero yo vivía con mis padres y eso, o sea, yo esperaba que con el paso del tiempo me fuese saliendo algún trabajo fijo, digamos. Pero son muy precarios y muy mal pagados los trabajos en nuestra música. ¿Y si lo eran a los 20 cuando estabas empezando y demás, conforme avanza tu trayectoria imagino que te sigue pasando igual o que seguía ocurriendo lo mismo? Sí, sí, sigue pasando lo mismo, sí. Bueno, a ver, hubo una época, una época, digamos, finales de los 90, comienzos de los 2000, que pagaban muy bien el periodismo musical. Yo recuerdo una época en que trabajaba en La Razón, en la revista El, que pagaban extendidamente, porque el mundo de la moda tiene otras tarifas. Entonces trabajaba en Sol Música, que es una cadena de vídeos musicales, y trabajaba en, yo qué sé, salió una revista de la MTV, que pagaban 100 euros por una crítica de 5 páginas, de 5 líneas, 300 euros por una entrevista internacional. En los 90 y los 2000 era fácil que en un mes me sacara 3.000 o 3.500 euros. Lo que pasa que era con un ritmo de trabajo muy alto, que prácticamente tenías que ir en taxi a todos los sitios, unas facturas de móvil de espanto, y ya empezaban a subir los precios en el centro de Madrid, y entonces no es tanto como parece, y pagando la cuota de dos o tres euros. ¿Y el ritmo de trabajo, de prensa, cuando, en el momento que me dices que empiezas a escribir en varias revistas y demás, cómo era a nivel, porque lo que me dices explota esta bomba de rock aquí que iba a triunfar y demás en España, cómo era un poco el workflow de trabajo, de decir, sale una nota de prensa y van los cinco periodistas, o sea, ¿cómo conseguís la información? En una época creo que era mil veces más difícil que ahora conseguir una información. A ver, yo ahora, los planetas están en la gira esta de Super 8, y yo recuerdo que hice la crítica de Super 8 para el Rock Deluxe, y la hice en una máquina de escribir, y tuve que ir a la papelería, tienda de periódicos más cerca de mi casa, y mandarla por fax a la redacción de Barcelona. Otros colaboradores del Rock Deluxe la mandaban por carta, o sea, tú la mandabas el martes y llegaba el lunes siguiente, o con suerte, si tenías suerte, el viernes. Entonces era un mundo totalmente diferente, todo eso hacía por teléfono, por ejemplo, esta entrevista del cantante de One Week, pues te llamaban de la redacción de Barcelona, oye, es Daniel Palas, ¿te gusta? Sí, ¿te quieres entrevistar? Y nos la mandas por fax. Y luego todo claro, se aceleró mucho con Internet, a finales de los 90, a finales de los 2000, pero para ganar bien era un ritmo infernal, o sea, yo estaba a cuatro horas de la razón por la mañana, luego hacía un par de entrevistas, luego me iba a un concierto, porque iba a 50, 60 conciertos al año, y luego llegabas a casa, y el fin de semana era donde más trabajabas, porque era donde estaban los conciertos gordos, entonces tenías que mandar la crónica al día siguiente, muchas veces después de volver del concierto, yo he hecho muchísimas crónicas, me conocí a todas las cabinas de Madrid, claro, no había móvil, entonces yo acababa un concierto en el Palacio de los Esportes o en Vista Alegre, y salía con mis notas y las tenía que dictar del tirón a una persona que estaba en la redacción, horariamente, digamos, y además que no sabías ni el espacio que había, igual te lo habías currado mucho, y había media columna, o igual un día salí de una de un dos en el calderón, y me dicen, no, es que ha decidido un jefe que va a ir en portada, y vas a tener que dictarme dos páginas del periódico, dos páginas del periódico, directamente desde una cabina, yo tenía ahí, páginas, como mucho una página, y tuve que estar inventándome hasta que... hasta que tan, tío, o sea, increíble, era una cosa como muy heroica, comparada con cómo se hacen las cosas a otras cosas. Sí, pero son como los relatos de periodismo que teníamos nosotros en la carrera, el cuarto poder y todo eso. Sí, nos faltaban los manguitos esos de las noticias y la visera, básicamente. Y además te hace mucho callo, te enseña a escribir, a ir al grano, a jerarquizar, todo, a tener un estilo muy claro, porque cuando te pongas a liarte en cosas poéticas, pues va a quedar un churro, entonces te enseña mucho ese periodismo de trincheras. Hombre, el periodismo de inmediato, y de tiene que ser ya, y de con estas órdenes. Yo quería preguntarte si el fancine, bueno, el fancine que me habías mencionado antes, ¿tiene que ver con el grupo activista, el de La Dinamo? No, es una cosa muy anterior. Este fancine era a principios de los 90, era un fancine que se llamaba Malsonando, con una canción que se llamaba Malsoñando, de un cantautor así, underground, que se llamaba Javier Cortobado, que estaba de moda en la época, en el under y tal, y nada, era un fancine porque los grupos que nos gustaban realmente no salían en la prensa, o sea, éramos más alternativos que esto. Pero es una cosa a principios de los 2000, hasta que tuvimos niños, que ya no podíamos hacerlo, y era una cosa más de lavapiés, era una mezcla de, el fancine de Malsoñando era solo musical, La Dinamo era más activista, con todo el rollo este antigológico y multicultural de lavapiés, muy izquierdoso, etc. Sí, yo te iba a preguntar que nos contases un poco la historia mejor, porque si te pones a investigar, pues lo que se encuentra en internet sobre La Dinamo, pues era justo uno de los fundadores, y que luego fue demandada por la SGAE, que reclamaba 829 euros por comunicación pública de música emitida en un sublocal. Que nos contases un poco mejor la historia, en concreto, qué pasó. Bueno, La Dinamo era un colectivo, decíamos un colectivo de colectivos, entonces, lo primero fue la revista, luego había un grupo de danza, luego había un local, yo estaba solo implicado en la revista, o sea, eran como cosas interconectadas, el paraguas del mismo nombre, luego hubo un grupo de DJs también, pero bueno, yo al local iba, de hecho vivía ahí al lado, el local estaba en la calle Miral Sol de Lavapiés, y yo vivía en la plaza de Cascorres, estaba 5 minutos andando de bajada. Y éramos muy del rollo, que ahora yo reniego absolutamente, porque no ha servido de nada, del rollo copyleft, hay un intelectual de Estados Unidos que se llama Lawrence Lessig, que intentó flexibilizar un poco las reglas de copyright, pero dándoles soporte legal para que fuera más sencillo que los músicos sampleasen, versionasen, entonces estábamos muy con ese rollo. Entonces, si tú registrabas tus canciones en copyleft, las podías poner y si el autor te daba permiso para no recaudar derechos de autor, pues podías hacerlo. Entonces, tuvo que ver con eso la demanda de la RAE, en una época en que la RAE estaba súper demonizada, era como la entidad más odiada del país, o sea, una hostilidad que como yo no he visto casi nunca, ¿no? Está ya un poco de capa caída, entonces no se la odia tanto, ¿no? Pero... Pero fue, bueno, tuvo que ver con eso. De hecho hubo, en la casa han tendido algunas jornadas de copyleft, que vino un segundo de Lessig a explicarnos cosas y se... me parecía muy excitante en la época, por ejemplo, recuerdo que vinieron unos profesores que querían hacer libros de texto que no tuvieran derechos de autor, entonces que los padres los pudieran, como ya estaba de moda, todo el mundo tenía unos novios en casa, que esto que se sufre tanto de comprar los libros de texto de esa firma, que te los pudieras imprimir y llevarlos sin tener que pagar más que los pueblos, ¿no? Y parecía tal, pero al final se quedó en agua de borrajas, entonces era una cosa como muy... no sé, como... yo creo que era floja intelectualmente, sinceramente, ¿no? Y que era una especie de flexibilización de los derechos de autor donde quien salía presidente era el creador, digamos. Pero eso no funciona hoy en día. Pero, vamos, la Dinamo fue un proyecto interesante y, de hecho, es que realmente si ves ahora la mancheta con el grupo fundador, flipas de donde ha llegado la mayor parte de la gente. Hay un Isidoro López, es un sociólogo, fue diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, Guillermo Zapata fue concejal de este distrito y de Villaverde, César Rendúeles está en el CSIC, en el Centro de Investigaciones Científicas, y es uno de los filósofos más importantes de la izquierda, Carolina del Olmo dirige la... bueno, es una alta directiva de las artes. Luego Juan José Luis Lara está dando clases en Nueva York, no sé, increíbles, éramos cuatro, yo creo que éramos cuatro matados, como me di cuenta que algunos tenían mucho más dinero de lo que yo pensaba, y que eran muy hijos, pero como eran historistas tirados y van a hacer conciertos de reggae y de doom conmigo, se quedan tan tirados como yo. Pero, vamos, que es impresionante la cantidad, la poca repercusión que tuvo la revista y la cantidad de talento que había ahí. No lo digo por mí, no lo digo por ellos. Y unido a esto que me dices, te quería abrir el cajón de Víctor Lenore es auto ex-hipster y ex-indie. ¿Por qué? Cuéntanoslo. A ver, yo creo que el hipsterismo es un poco como el alcoholismo. Una vez que has sido hipster, siempre vas a ser hipster. Pero que la de esa mirada de superioridad cultural, de buscar la distinción en vez de lo que te une con los demás en la música, una mirada un poco snob y altiva, ¿no? Que yo he tenido de manera inconsciente, como mucha gente durante muchos años, y... Pero luego, yo creo, yo estoy contento, o sea, me parece muy saludable haberme revelado contra eso, ¿no? Y... Y si soy ex-indie, ex-hipster, porque creo que realmente son escenas... Por ejemplo, el indie es, yo creo que es la escena musical española que menos canciones memorables ha dado en la historia. Tú coges cualquier otra escena musical, la nova cançó, el punk, yo qué sé, lo que quieras, y el nivel entre canciones grabadas y canciones buenas, icónicas, buenas, que la gente recuerda, siempre mejor que en el indie. Es decir, en el indie solo se recuerdan cuatro canciones. No, es una cosa que diga yo, hay un libro que se llama Pequeño Circo, de otra entrevista musical que se llama Nando Cruz, y es una historia oral del indie, ¿no? Y en un capítulo pregunta a mí, soy uno de los que entrevista, y será más gente, ¿cuántos discos salvarías del indie? Él habla de la primera etapa y tal. El que más salva, salva cuatro. Es una época en que igual se publicaron cuatro mil. O sea, quiero decir, no sé, es que es ridículo. Es una cosa que tenía más que ver con sentirte especial, sí, yo qué sé, como una fiebre adolescente, ¿sabes? Que hacías las cosas porque molaban, no porque te salieran del corazón realmente, me refiero a la gente que grababa música. Y era muy fácil grabar, era muy barato. Es bueno cuando es barato grabar, por ejemplo en el punk, porque democratiza el acceso cultural, pero es malo en el sentido de, claro, hay menos controles, y entonces se graban y se publican muchísimos discos mediocres, y en el indie es eso un poco. El hipsterismo es que me parece ridículo atender tanto como yo atendía a la música de Estados Unidos y de Inglaterra, cuando aquí tenemos una música igual de buena o mejor, yo diría que mejor. Pero era un una especie de, el liberalismo es un sistema que fomenta el desarraigo. La sociedad de consumo fomenta el desarraigo, lo que quieren son gente sin raíces, que el centro de su vida sea ver qué novedades hay en el mercado e ir comprándolas y que eso configure tu personalidad. Me parece horroroso, es una cosa inhumana. Y creo que salir de ahí es muy saludable. El mundo indie, además es que está muy relacionado con los artículos de festivales, que bueno, además ahora hay mucha crítica porque lo que sabes tú de que ves los festivales de música, los distintos carteles y apenas ya sabes diferenciar en su momento, a lo mejor sí que estabas más diferenciado cuál era indie, cuál era rock, cuál tenía tal tinte, pero sí que el mundo indie ha estado muy unido a todo el circuito de festivales, festivales que ahora incluso tienen más poder que a lo mejor una discográfica en el mundo del periodismo musical porque son quienes más dinero tienen ahora mismo. Entonces tú desde tu perspectiva ex-indie, ¿cómo los ves ahora? ¿Como enemigos? Bueno, es que los festivales, también hablando sobre Nando Cruz, porque es... Sí, este libro es tan bueno. Yo creo que Nando lo explica muy bien y yo lo he vivido eso, porque no solo he trabajado en algunos festivales, sino que he cubierto casi todos. Creo que me falta la cuasella y el ñarrón, creo, ¿no? Pero todos los demás he ido varias veces, además. Entonces yo lo que creo que es un problema que va más allá de la estética, como explica muy bien Nando en el libro. Es un problema de que se han puesto de moda, se pusieron de moda como se pusieron de moda los museos de arte contemporáneo que cada capital de provincia tenía que tener uno para ser molón y para tener sus réplicas del Guggenheim y entonces ha habido un montón de cargos técnicos en los ayuntamientos que no sabían lo que era un festival que simplemente tenían ansiedad por cumplir con el requisito de tener uno para estar a la última y les han timado a los ayuntamientos muchísimo con las condiciones que les dan, con las subvenciones y se ha puesto de moda un tipo de festival que artísticamente es muy poco interesante que es el festival con estrellas anglosajones y estadounidenses que son todos súper parecidos que realmente son cárceles repetidísimos sobre grupos que lo dijeron todo en el tercer visto y van por el noveno y que encima no cumplen como explica Nando, no cumplen las condiciones mínimas de un espectáculo se inventan normas como no pagar 10 euros por una pulsera para salir y entrar en el recinto tienes que no puedes entrar tu propia comida no sabes cuál es la capacidad del recinto entonces puedes ir a ver a tu grupo favorito y estar viéndolo más lejos que si lo estuvieras viendo en el wifi son una calamidad estos festivales que me gustan, algunos de los que dice Nando otros también, Monegros, me parece un festival bastante razonable, el Rototom Benicassing por ejemplo, no me gusta la música pero está muy bien organizado el Paraíso que se ha dejado de hacer aquí en la universidad, con un bosquecito ahí tres escenarios, pues está bien hay un modelo razonable de festivales, no soy antifestivalero hay un modelo irracional que es coger muchos recursos públicos convertirlos en ferias que no le importan casi más los patrocinadores y anunciantes de la música que se está tocando no tener un mínimo control sobre las condiciones tanto de los recintos como de la acústica o sea, estar vendido totalmente como consumidor pues hacen que sea un sector desastroso que podría ser mejor si hubiera técnicos y se cumplieran las leyes, si hubiera mejores técnicos en los ayuntamientos y si los festivales fueran más a garantizar el placer musical que a sacar la última pela de la forma que sea, el último euro ¿y tú crees que en este sentido el periodismo musical se encarga de cubrir todos estos problemas? ¿o que tiene un papel importante respecto a esto? el problema del periodismo musical es que siempre he estado más orientado a los anunciantes que a los lectores entonces cuando tú abres una revista y miras los anuncios una probabilidad altísima de que ninguno de los anunciantes tenga una crítica negativa yo he tenido muy pocos problemas de censura en las revistas musicales pero algunas veces recuerdo un aniversario del Sónar me mandaron a entrevistar a uno de los directivos y yo llevaba 10 años yendo al Sónar y las cosas que me parecían mal pues las pregunto me llaman el director de Rock de Luz no porque esto es una celebración de los 20 años del Sónar entonces si te pones a hablar de aspectos negativos yo soy periodista, no vengo a hacer un puro reportaje no, si podemos cambiar esto, cambia lo que quieras pero yo, no parece bien pero esas cosas me han pasado te llaman menos para hacer festivales tienes mucha más libertad escribiendo eso yo he tenido suerte escribiendo de festivales en La Razón donde se han anunciado muy pocos que escribiendo en Rock de Luz están todos los anunciantes entonces ya, si te dan algunos un día del primavera pero te gusta, pero tal oye, déjame, si confías en mi, mándame y ya está y si no confías, pues manda otro claro, manda otro si no confías, manda otro por ejemplo, hace dos años hubo en el Primavera Sound que la gente no tenía acceso al agua hubo tapones en las estas tú te leías la web de Rock de Luz parecía que no había pasado nada yo hice un tuit que decía si os impacientáis por la llegada de Meta y la realidad virtual ved las crónicas del Primavera de Rock de Luz porque es una realidad totalmente separada de lo que ha pasado en el festival y luego dices no, es que la gente no le claro, es que no te podemos pagar mucho porque esto no lo lee nadie, porque mentís como perros claro, no hacéis el servicio que prometéis, entonces eso ha pasado muchas veces entonces si entra en el 5 de febrero una contraportada de un disco pues le dan el disco al másfan de la redacción y puede ser que el disco sea muy malo y entonces la gente luego se gastaba sus 3000 pesetas en el CD y decía pues no me voy a comprar Rock de Luz porque no está haciendo bien su trabajo el popular 1 también es muy raro que pongan o otro que pongan menos de un 7 a un disco yo no me cabezó me empeñaba en hacer todos los años a final de año una lista con los peores discos del año digo, si hacemos los mejores, tenemos que hacer los peores y a la lista de peores digo, es que este es nuestro trabajo pero es muy es muy inusual no hay mucha gente con ese espíritu tan periodístico es más de integrarte en un sector molar, llevarte bien con este del festi con este de la radio, con este de artistas el amigo de los últimos es que si el periodismo musical no sirve para criticar las cosas que están dando en nuestra industria musical ¿para qué crees que sirve tú? ahora, el periodismo musical ¿cuál es su función? es que ha muerto prácticamente si va a si va a tener otra etapa, hay que resucitarlo porque no es que no está vivo el periodismo musical ahora son los dos últimos minutos del telediario poner el grupito de moda y que te diga este grupo que ha vendido 50.000 y que tal y que él no ha comprobado que han vendido 50.000 simplemente tiene una nota de prensa y lo que le dice la discográfica que lo sabes tú perfectamente entonces si va a resucitar si va a seguir, hay que resucitarlo están muertos, muertísimos ahora es como gente sobreviviendo con modelos antiguos pagando el 10% de lo que pagaban antes y con el 10% en personal ahora el Rock deluxe lo paga el Primavera Sound que tiene toda la lógica, porque en los últimos años ya era un boletín de prensa tenía una pregunta ¿qué le recomendarías a alguien que quiera hacer el periodismo musical? ya no te la pregunto joder, ¿qué le recomendaría? espera, espera, eso es interesante bueno, yo esta entrevisté es una cosa que me gusta mucho, o sea, que hago siempre que puedo que yo tengo fama como de bruñón y todo eso, pero yo siempre que por ejemplo un compañero publica un libro o hace algo, intento entrevistarle y siempre que viene un crítico de fuera intento entrevistarle, entonces entrevistar Simon Reynos, que es probablemente el crítico más prestigioso del mundo ahora con unos libros sorprendos que han vendido muchos en Inglaterra, ahora se ha ido a a Hollywood, hace unos años se fue a Hollywood creo que porque allí entre asesorar a películas sobre bandas sonoras y escribirle algo, pues podía sobrevivir le pregunté, ¿crees que se ha muerto esto? y dijo, yo lo que me pregunto es si va a dar para que llegue a mi jubilación y no estoy seguro, así que sí, se debe haber muerto porque yo tengo ese estatus, y estoy preguntándome si va a llegar a mi jubilación o no pues mira, pues muy bien no está, creo que Simon Reynos tiene razón, es un tío increíble tiene una cualidad que yo envidio mucho, que es la capacidad de hablar mal de cualquier cosa, sin perder el tono amable y que se nota que no lo hace con con mala baba, ni que disfruta hablando mal del trabajo de alguien, se nota que le molesta que le gustaría que el disco le hubiera gustado que el festival hubiera estado perfecto él no se siente ahí, una tentación muy grande que sabe, como yo critico este festival me siento por encima de este festival, soy más listo que este festival no, un festival lleva mucho trabajo y lo normal es que salga mal, y es un milagro cuando sale bien es que hay mucho trabajo muy bien hecho detrás y él sabe hacer eso tiene un muy buen corazón y sabe significar las cosas con mucha dulzura de educación, yo creo que eso también nos hubiera ayudado nos hubiera ayudado a prestigiar esa forma de juzgar las cosas y de valorarlas ¿y entonces qué es lo que hay que hacer para arreglarlo? la manera en la que se publicita la manera, porque claro, no hay lectores no hay lectores porque hay mucha publicidad pero para que pagaran los redactores tenemos que tener publicidad, es decir, estamos en un círculo vicioso en el que, ¿cómo se puede salir de ahí el periodismo musical para que resucite? es muy complicado yo creo que hay que desconfiar de cualquier persona que hable de estas cosas sin hablar de pasta, es muy importante hablar de pasta yo creo que hay un problema que es que en mi opinión con bastante experiencia es que no hay suficientes ejecutivos periodísticos que les gusten la música popular entonces no hay suficientes ejecutivos, gente con poder que diga porque lo que necesitamos es una apuesta a largo plazo por ejemplo, que el país dijese mira, vamos a hacer un medio musical, vamos a poner pasta cinco años, que tampoco es tanto y vamos a ir poco a poco viendo qué funciona y qué no funciona, a probar ahora hasta que tengamos lo que queremos también es muy difícil porque, por ejemplo, el país el país como el mundo, la razón, todos estos tienen una visión muy anglófila o sea, como de mirar como muy por encima del hombro a Sudamérica mirar muy por encima del hombro la música popular de aquí a Camela, a Los Chichos y tal, claro si intentas hacer un periodismo para élites las élites son muy, las autoproclamadas élites son muy pequeñas a lo mejor, aunque esté lleno siempre el primavera, el sonar son la misma gente si las juntas a todos, a lo mejor son 300.000 personas bueno, el periodismo musical tiene que hacer también una reflexión que es lo mejor que lo ha hecho es totalmente espectacular que en 2004 estalle una música que se llama Reggaeton no le hagan ni puto caso durante 20 años está expandiendo su su poder de interpelación a los jóvenes sus ventas, los conciertos, todo eso y no le hagan ni puto caso es que no hace su trabajo o sea, por ejemplo, en los años 70 a los rockeros tampoco les gustaba la música disco pero vendía tanto Sábado Noche, Los Villis Barbara Streisand vendía tanto que lo cubrían con distancia, con menos entusiasmo pero no lo ignoraban, no ignoraron eso hicieron los reportajes que se tenían que hacer y ahora poco a poco fue diciéndose, oye, pues no era nuestra música favorita somos rockeros, pero esto tuvo una importancia cultural que había que cubrir eso con el reggaeton, con la cumbia con la bachata, con todos estos estilos caribeños no se ha hecho el musical ha quedado en punto ridículo si no sabes hacer esto no te tiene que gustar, es que tienes la capacidad de análisis para explicar que es esto que te guste, que no, luego a última hora cuando han visto que no necesitaban vender entradas, los festivales han puesto a Balvin de cabeza de cartel ha habido un público que no les gusta no les gusta para los anunciantes, y entonces han dicho, bueno, pues ya no más o sea, es increíble que sea más fácil si tú eres un cantante de Colombia o de Puerto Rico, o seamos fáciles se paró en Coachela que en el Primavera Sound es el mismo idioma, bueno, hay muchos latinos pero como es posible que lo aprecien más en Estados Unidos no tan mejor a Balvin o a Rolling Stone que en el Rock Deluxe es ridículo Hablaba con Sebas el director de IGNF Pop y me decía le preguntaba también sobre leonizio, que es el periodismo musical porque es tan nicho, porque otras cosas, porque otras secciones tienen un público, porque parece que vayan a sobrevivir más, no parece que sea como el fin constante del periodismo musical, y él por ejemplo su visión era que el periodismo musical ha sido de nicho es decir, nunca ha habido la erupción en 2010 en los blogs y tal, como que parece que sí hubo un estallido de público y que sí que venía más público a su web, pero como que siempre había sido una cosa de nicho que iba a seguir siendo una cosa de nicho como que él consideraba, su visión era, no va a morir va a seguir siendo una cosa de nicho, que nos va a gustar los cuatro de siempre, pero siempre nos va a gustar los cuatro mismos de siempre totalmente en contra de eso, o sea parece una fantasía una visión muy esnobla, como son las cosas o sea, por ejemplo, hace dos semanas Évole hizo un programa sobre Camela no sé cuánta gente lo vio, muchísima gente A3 Premium el canal de pago de Antena 3 hizo una serie, un reportaje en tres partes de Camela, ha hecho una serie de la productora de Sorogoyen sobre la ruta del bacalao ha tenido muchísima gente viéndola ¿Tú crees que la música el Sebas, Alonso y toda esta gente Pablo Gire del Mundo, Rock de Luz, Radio 3 piensan que la música es su música, o sea que es Nick Cave, Killy Minogue el grupo de moda del New Musical Express y el de Peaceful Media, no es eso es de nicho porque es vuestro nicho pero a la música le interesa a todo el mundo y un buen análisis cultural le interesa a todo el mundo yo saqué un libro contra la movida, cuestionando la movida por ejemplo, salió en muy pocos sitios muy pocas muy pocos sitios de prensa musical no me interesó, porque como yo lo cuestionaba y ellos lo adoran, pues no salió pero La Sexta Columna, que es un programa de La Sexta me llama el director y me dice, oye, estábamos pensando hace tiempo en hacer un programa de La Movida he visto tu libro, lo he leído y me ha gustado y vamos a hacerlo, ya he encontrado el enfoque, que es el tuyo que es cuestionar esto, que no cuestionaba a nadie salió y no sé cuánta gente lo vio, más de un millón de personas y yo salía por la calle, oye, estuviste ayer en La Sexta lo que pasa es que ellos tienen una visión tan, tan estrecha de lo que es el periodismo claro, si tú no haces un documental sobre Bad Bunny, un reportaje sobre Bad Bunny a nadie le gusta Bad Bunny es de mincho, joder, pues tú te cursas la ciudad de Madrid, el norte rico al sur pobre y lo más probable es que oigas a Bad Bunny ocho veces si no escribes sobre lo que a la gente le interesa es una visión muy litista, porque piensan, la gente es idiota si no oyen Nick Cave, es porque no les gusta la música no, no, a un tío que le gusta Bad Bunny o Carol G, le gusta tanto la música como a ti, que escuchas el disco más de moda y más chiqui, más cool ¿Tú eres director de la colección de libros Carabé que se dedica... Fui director, sí ¿Fuiste director, ya no? Porque es que el rollo... El problema es que siempre acabo peleándome con los jefes entonces la colección necesitaba crecer pagar más a los autores invertir más en tal entonces le dije al director de Lengua de Trapo, que es Jorge Lago que que nos seguía, que nos crecía me iba, era mucho trabajo y no estaba bien promocionada tampoco, entonces me dijo es que no te puedo pagar más y la dejamos hagamos seis o ocho estuvo dos años sin sacarlos y de repente, pues, ha sacado ahora uno de Mónica Naranjo y otro de Silvia, creo ¿El de Mónica Naranjo es el que escribe... no, no es el mismo, que escribe Juan Sanguino o...? Puede que sea el mismo y desde esa cabeza la empecé yo, me enfadé con él llevamos a un acuerdo económico y le dije, bueno, pues sigue si quiere con nosotros sacamos seis o ocho libros yo a dos Porque te iba a preguntar, porque la edición, o sea, la colección de libros estaba centrada en eso mismo que me estabas contando, en reivindicar un poco la música popular española, porque ¿crees que no se ha reivindicado lo suficiente? Bueno, ya me da que me digas, dicho, pero aún ahora, o sea, las nuevas tendencias ahora, ¿no? Por ejemplo, porque la música popular ahora no es lo mismo que... o sea, lo que ocurría antes no es lo mismo que ahora ahora a lo mejor ha llegado, el trap ha llegado el hiperpop ha llegado... Yo creo que la música popular es la misma ahora que hace 30 años o 40, o sea, que Camela ocupa el lugar de Los Chichos y Bad Bunny ocupa el lugar que tenía Héctor Laboe o cualquier salsero de moda en la época, Willy Colón residentes como Rubén Blades o sea, es lo mismo, la música popular es la música que disfruta la gente hay un prejuicio clasista si alguien hace un reportaje sobre Camela porque les parece que no es música que es una cosa demasiado simple para analizar pues llega un listo ébole y lo hace y lo pete a la audiencia no es que la música no interese, la análisis musical no interesa a la gente, ¿qué es lo que hizo ébole con Camela? ¿qué es lo que hace la sexta con el libro de la movida? ¿qué es cada vez que... no se me ocurren más ejemplos por ejemplo, la colección Estacarave estaba instalada en otra zona con un examen 33 y un tercio cada libro analizaba un álbum mítico entonces uno de los que analizaron fue Celine Dion un periodista que se llama Carl Wilson y hablaba de los prejuicios que había el principio del libro era él se metía en internet todos los insultos hacia Celine Dion ser mujer, ser cursi hacer baladas y él intentaba analizarlo, analizarlo, analizarlo y se daba cuenta que no era una música peor ni mejor que ninguna que era otro tipo de música con su tradición que se había cultivado siempre con músicos de primera haciéndoles las canciones, los arreglos sonido, todo y decía que había muchos novismos en la música nadie hace ese libro, tenía un montón ese libro aquí se publicó en black ebooks con el título música de mierda como un tipo provocador sobre qué se opinaba sobre la música de Celine Dion entonces claro, si tú la música que oyen las masas este concepto elitista que usa mucho la prensa musical para las masas o sea, si tú coges ahora las listas de éxitos de los años 50 hasta ahora es rarísimo que un artista que venda mucho sea malo o sea, qué artista que vendió un montón es malo no hay prácticamente nadie Dolly Parton, se reían de ella porque las tetas, tal, no sé qué una paleta de tal una compositora de una internet de primera o sea están riendo, se reó mucho David Yankee de Nicky Jam de Don Omar músicos de primera claro, hoy las canciones suenan tan frescas soy el gasolina, cumple 20 años este mes suena tan potente, tan fresca, tan adictiva la gente la baila igual que el primer día que salió no le has hecho ni puto caso cuando salió el problema no es tú, no es ni la gente ni los artistas pues Víctor tú además de La Dinamo además de lo que me has contado, has publicado en El Confidencial, El País La Razón, Rolling Stone Playground o Minerva en televisión has estado como guionista en el programa de Mapa Sonoro de todo esto de todas tus experiencias y con todo lo que me has contado cómo describirías el actual mundo del periodismo musical o sea, una síntesis global de todo pues yo creo que es frustrante o sea, porque sobre todo los periodistas musicales somos gente con muchísima vocación, con muchísimas ganas de trabajar y con muchísimas ganas de trabajar y simplemente no hay la estructura para que ese trabajo se desarrolle entonces, yo por ejemplo hubiera hecho un reportaje sobre el reggaetón en 2005, cuando estalló y los primeros reportajes que se han hecho es un informe semanal hace dos años pues ha tardado 20 años en cubrir los escenarios populares, en lo de Camela 20 años de retraso también entonces claro, con ese ritmo es imposible crear un discurso una interlocución con el público en la que entiendas qué es lo que quieren qué es el trabajo que tienen que hacer y encontrar un sitio en que estemos todos cómodos y a gusto, y bien pagados entonces es muy frustrante porque está muy claro, no solo yo, hay más gente Nando, por ejemplo, y otras personas es que está clarísimo lo que hay que hacer pero no hay la estructura, ni el dinero ni los ejecutivos con capacidad para que se haga ¿Alguna buena anécdota que te lleves como ya para terminar con un punto positivo del periodismo musical? Yo creo que es positivo en el sentido de que por lo menos no es poca cosa saber lo que hay que hacer y saber dónde estamos es un comienzo lo positivo, lo he dicho ya, pero está bien subrayarlo es que la gente tiene un muy buen gusto musical tiene un muy buen gusto musical a la gente en España les flipa la música y los que no estamos a la altura somos nosotros muchos ya estamos a punto de... bueno, no me quedan dos o tres años pero muchos a punto de jubilarse los que hemos vivido la época de más centralidad del periodismo musical pero quien quien sepa encontrar el formato y el tono y todo eso va a tener un público dispuesto a verla mira, por ejemplo, otro estilo, el tecno la gente hay gente que su principal obsesión estética o su principal forma de gozo estético han estado desde los 90 hasta ahora con más de 30 años disfrutando de una música, buscándose la información por los causes que había, sin que el periodismo musical atendiera prácticamente a eso a la gente le gusta y ha estado ahí toda la vida, yendo a ver a Mulero yendo a Monegros sabiendo exactamente quiénes eran los clásicos en cada época y el interés musical está ahí, simplemente hay que encontrar la forma en la que llevar el periodismo a lo que pida esa gente a la gente a la que le gusta la música muchas veces más que a nosotros vas a seguir escribiendo sobre música mientras me dejen llega un punto, llega una edad en la que ya te sales solo ya llevas haciendo tanto tiempo que hoy es un disco y no te gusta mucho esfuerzo escribir, ya tienes todos los referentes y tal, entonces es muy difícil renunciar a eso mientras te paguen algo digno, pues a seguir haciendo entonces pues sí, voy a seguir haciéndolo porque ahora me es mucho más fácil en principio sufría un montón para explicarme, porque no tenía referencias suficientes era mucho más inseguro, y tal, ahora que es más fácil no voy a renunciar a eso, aunque la verdad es que lo pido un poco cada vez te piden más una de las cosas tristes de ahora es que te piden el tipo de artículos que va a poder hacer la inteligencia artificial pasado mañana, entonces si te interesa algo que no tiene yo creo que, mira, una cosa que tiene que apostar el periodismo musical y con esto que hago es por la experiencia, por el valor de haber estado ahí, ahora se hacen muchos artículos que son cortar y pegar información de internet, yo creo que tiene que poner el centro yo estuve bailando 20 horas en Bonegros o yo me fui a una peña flamenca de Córdoba que es famosa por esto, y estuve hablando ahí dos tardes con la gente y te lo explico una crónica, algo experiencial o sea, una mirada experiencial porque eso nunca lo va a poder copiar un ordenador eso nunca, además es una cosa con la que el periodista va muy seguro, yo he ido aquí me ha dicho este y te lo cuento a ti no es algo de comerte mucho o poco sino el trabajo plástico de toda la vida y creo que si tiramos por ahí que no lo está tirando nadie, por desgracia tres o cuatro versos sueltos por los periódicos y tal si tiramos por ahí vamos a tener valor Pues Víctor, pues yo creo que lo has sintetizado todo genial, has dado todas las ideas clave super bien, pues eso es todo en principio, pues genial