Details
CREER Y VIVIR CON EL CÁNCER: LA RAZÓN POR LA QUE ESCRIBO
Details
CREER Y VIVIR CON EL CÁNCER: LA RAZÓN POR LA QUE ESCRIBO
Comment
CREER Y VIVIR CON EL CÁNCER: LA RAZÓN POR LA QUE ESCRIBO
The speaker is reflecting on their experience with cancer and questioning whether they should prioritize themselves or think more about others. They wonder why people remain silent about the situation. Despite the opportunity for readers to stop reading or watching their videos, the speaker has no choice but to live with and understand the emotions that come with the disease. They acknowledge that writing may seem selfish, but it also serves as a tribute to those who have overcome cancer. The speaker aims to objectively verbalize their experience, offer help to others in similar situations, and connect their faith in Jesus Christ to their journey. Writing helps them overcome loneliness and sadness caused by the illness. They emphasize that they cannot focus solely on others' opinions and need to stay true to themselves and their beliefs. Writing about their illness is also a way to showcase their faith and demonstrate God's path. The speaker acknowledges the challenges of their journey Pasión de Cristo, pasión de enfermo, entrega 5 La razón por la que escribo. Cuando escribo sobre el cáncer, elaboro vídeos o audios, me pregunto si he de pensar más en los demás o debo de pensar un poco más en mí. Me pregunto sobre el silencio de la gente ante esta situación. ¿Debo de abandonar la pretensión de escribir cuando estoy viviendo? Escribir para mí es como la intuición que me ronda y me sitúa en la convicción de que es un canal muy válido de dirigir la cantidad de emociones que de esta enfermedad brota. Mientras el lector tiene la oportunidad de abandonar la lectura o dejar de visionar el vídeo o de escuchar el audio, yo no tengo más remedio que vivir, aceptar y comprender la emoción que me surge cada día, con lo que debo atenderme de manera inexcusable en todo cuanto la enfermedad requiera. Aunque parezca un poco egoísta, elijo escribir, hacer vídeos y audios, pero en el escribir existe un brindar y un homenajear a todos cuantos han vencido la enfermedad. También puede suceder que existan personas que el tema les parezca reiterativo, cansino o simplemente no soportan el espejo que la situación refleja. Pero eso no depende de mí. Quizás mi error ha sido no explicar qué pretendo con estos escritos. Pretendo situarme de una manera objetiva en mi proceso de verbalizar la situación por la que estoy viviendo. Pretendo brindar una simple ayuda a quienes están pasando por la misma situación que yo. Pretendo vivir en profundidad cuanto estoy pasando y situarlo en la fe que profeso, Jesucristo. Pretendo ejercer también mi vocación de predicador. Así que escribir todo este proceso no es una simple llamada de atención para que me tengan en cuenta. Esa no es la intención. Un ejemplo. Emocionalmente, escribir me permite vencer los momentos de soledad y tristeza que la enfermedad provoca. No puedo quedarme con lo que provoque cada palabra que escriba los otros. Ni puedo dejarme vencer por el miedo de desvelarme y descubrirme. Estaría traicionándome si solo tengo en cuenta el parecer de los otros. Dejo en los otros la libertad de la lectura, atenta o no, de cuanto ofrezco. Escribir sobre mi enfermedad es una manera también de mostrar el camino de Dios. Soy una persona creyente, sacerdote, dominico. No puedo abandonar mi fe, mi vocación, mi minicerio en este camino de soledad y tristeza que no depresión en la que me sitúa la enfermedad. Solo venzo con un poco de ironía y me quedo con la paz que me produce el hecho de escribir cuanto la vida me otorga de bondad. ¿Qué distinto desande tal vez otra mañana de sol? Cierta o imaginada, con muy poco de brillo en la voz, se añeja la mirada. Pero amigos como tú y yo conocen la llamada. Amigos como tú y yo volverán a acercarse, subirán al ciele ese esplendor sin apenas tocarse. Despertarán al buen depatrón de las cosas perdidas, reclamándole olvido y adiós para las despedidas. Porque amigos como tú y yo desbordan letalidad. Amigos como tú y yo volverán a juntarse, la distancia propicia un olor que ni el tiempo deshace, comportirán más tarde el sabor a domingo y nostalgia y mantendrán a punto el vapor. Para las añoranzas es que amigos como tú y yo son milagros del alma.