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AUDIO FINAL

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There are three main moments of evaluation in all educational processes: the initial assessment, which determines the starting point and establishes the educational program; the ongoing assessment, which monitors progress and makes necessary adjustments; and the final assessment, which measures the effectiveness of the program and the level of achievement. Evaluation should focus on comprehension, creativity, critical thinking, and reflection, rather than just memorization. In the context of environmental education, evaluation should be interdisciplinary and consider criteria such as analysis, creativity, and critical thinking. Written and oral exams are common evaluation tools, and instructions should be clear and concise. The Global Forum on Environmental Education emphasizes the importance of education for sustainable societies and recognizes the need for individual and collective responsibility. Education should promote critical and innovative thinking, be ideological and transform En general, se identifican tres momentos de evaluación en todos los procesos educativos. El primero es el de entrada o inicial que permite conocer el estado inicial del conocimiento de la persona evaluada o del objeto, fenómeno o situación evaluada y sobre el cual debería establecerse el programa educativo para producir las transformaciones o efectos deseados. El segundo es el de proceso o de refuerzo que se realiza periódicamente en el curso de las actividades educativas y permite apreciar el avance en el logro de los objetivos previstos y sobre el cual se deben introducir los redireccionamientos o correcciones aconsejables como necesarios, tanto en el plan formativo como de las actividades diseñadas para tal fin. Y el tercero es el de salida o final que permite establecer la eficacia del programa y de los materiales empleados, así como el nivel de logro alcanzado en el cumplimiento de los objetivos. En este contexto se hace referencia específicamente a la evolución como parte constitutiva del proceso de educar a las personas en tal sentido. Hay que recordar que el proceso de evaluar el aprendizaje es o debe ser una oportunidad más de aprendizaje y no solamente la medición de cuánto ha sido retenido en la memoria de quien se educa. Los maestros deben procurar que la evaluación mira no solo información memorizada, sino niveles de comprensión, creatividad y capacidad de reflexión y análisis respecto de las situaciones estudiadas. Para el caso de la educación ambiental, la evaluación adquiere connotaciones más integradoras que en el caso de la educación monodisciplinaria. Una actividad de educación ambiental debe evaluarse con una visión interdisciplinaria, estableciendo para ello varios criterios evaluativos especiales, entre los cuales pueden incluirse los siguientes, el grado de análisis interdisciplinario y global de lo que el alumno o alumna o el poblador ha alcanzado al examinar situaciones ambientales. La creatividad en la proposición de alternativas para mejorar la situación existente. La capacidad de establecer y comprender las relaciones entre los componentes sociales y naturales de la situación en estudio. El nivel de pensamiento crítico y reflexivo ante situaciones ambientales complejas. Pruebas escritas. Es un instrumento que consiste en un conjunto de herramientas académicas a través de las cuales se puede evaluar cualitativa o cuantitativamente los niveles de conocimiento o información sobre un tema o situación dada. Estas herramientas pueden tener diferentes características y formas de presentación. Respuestas contrastadas o de pares polarizados, verdadero o falso, si no, etcétera. De selección múltiple. Se sugiere un número no menor de cuatro opciones. Si se usa la expresión ninguna de las anteriores, esta siempre irá al final. De apareamiento, donde las opciones se presentan en columnas paralelas, siendo una de ellas mayor en por lo menos un elemento. Se sugiere un número de elementos mayor de cinco hasta diez o doce. Análisis de gráficos. Complementación de frases y operaciones. Análisis de fragmentos de texto y otros. Las instrucciones que acompañan las pruebas escritas deben ser claras, concretas y concisas. Es preferible insertar las instrucciones al comienzo de cada modalidad y una instrucción general al comienzo mismo de la prueba, que establezca las normas o criterios a ser observados, el tiempo disponible y la forma de presentar el resultado final, si es el caso. Pruebas escritas con plantilla de respuestas, por ejemplo. Para el caso de la educación ambiental, este tipo de pruebas escritas deben tener un contrado de libertad, de modo que se pueda expresar alternativas o situaciones que no siempre se incluyen en los procedimientos tradicionales. Pruebas orales. Al igual que el anterior, este es otro instrumento de evaluación, pero aquí se maneja un conjunto y forma de preguntas verbales, a las que el evaluado debe responder igualmente en forma verbal, como en el caso anterior. Las preguntas e instrucciones que se propongan deben ser sobre todo claras, concretas y concisas. Debe basarse en los criterios bien definidos, de modo que la clasificación o puntuación esté en concordancia con las capacidades de los evaluados. Se sugiere evitar las preguntas que buscan la repetición memorística de textos, fechas o cifras. En cambio, se debe estimular el razonamiento, el análisis, la integración de conocimientos y la proyección en la aplicación de los conocimientos construidos. Tratado sobre la educación ambiental para sociedades sustentables y responsabilidad global. Foro Global de la Sociedad Civil, Río de Janeiro, junio 1992. Nosotros, los abajofirmantes, personas de todas partes del mundo comprometidos con la protección de la vida en la tierra, reconocemos el papel central de la educación en la formación de valores y en la acción social. Nos comprometemos con el proceso educativo transformador para crear sociedades sustentables y equitativas. Con ello, intentamos traer nuevas esperanzas y vida para nuestro pequeño, problemático, pero todavía bello planeta. Introducción. Consideramos que la educación ambiental para una sociedad sustentable y equitativa es un proceso de aprendizaje permanente basado en el respeto por todas las formas de vida. Una educación de este tipo afirma valores y acciones que contribuyen con la transformación humana y social y con la preservación ecológica. Ella estimula la formación de sociedades socialmente justas y ecológicamente equilibradas que conserven entre sí una relación de interdependencia y diversidad. Esto requiere responsabilidad individual y colectiva a nivel local, nacional e internacional. Consideramos que la preparación para los cambios necesarios depende de la comprensión colectiva de la naturaleza sistémica de las crisis que amenazan el futuro del planeta. Las causas primarias del problema, como el aumento de la pobreza, la degradación humana y la ambiental y la violencia, pueden ser identificadas en el modelo de civilización dominante, que parte de la superproducción y el consumo excesivo y falta de condiciones para poder producir de la gran mayoría. Consideramos que la destrucción de los valores básicos, la alineación y la no participación de casi la totalidad de los individuos en la construcción de su futuro son inherentes a la crisis. Es fundamental que las comunidades planifiquen e instrumenten sus propias alternativas a las políticas vigentes. Entre estas alternativas está la necesidad de abolir los programas de desarrollo, ajustes y reformas económicas que mantienen el actual modelo de crecimiento, con efectos devastadores sobre el medio ambiente y la diversidad de especies, entre ellas la humana. Consideramos que la educación ambiental debe generar con urgencia cambios en la calidad de vida y mayor conciencia en la conducta personal, así como armonía entre los seres humanos y de éstos con otras formas de vida, principios de educación para sociedades sustentables y responsabilidad global. La educación es un derecho de todos, somos todos educandos y educadores. Dos, la educación ambiental debe tener como base el pensamiento crítico e innovador, en cualquier tiempo y lugar, en sus expresiones formales, no formal e informal, promoviendo la transformación y la construcción de la sociedad. Tres, la educación ambiental es individual y colectiva, tiene el propósito de formar ciudadanos con conciencia local y planetaria, que respeten la autodeterminación de los pueblos y la soberanía de las naciones. Cuatro, la educación ambiental no es neutra, sino ideológica, es un auto-político basado en valores para la transformación social. Cinco, la educación ambiental debe tener una perspectiva holística, enfocando la relación entre el ser humano, la naturaleza y el universo de forma interdisciplinaria. Seis, la educación ambiental debe estimular la solidaridad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos, valiéndose de estrategias democráticas e interacción entre las culturas. Siete, la educación ambiental debe tratar las cuestiones mundiales críticas, su causa e interrelaciones en una perspectiva sistémica en su contexto social e histórico. Aspectos primordiales relacionados con su desarrollo y su medio ambiente, tales como población, paz, derechos humanos, democracia, salud, hambre, deterioro de la flora y fauna, deben ser abordados de esta manera. Ocho, la educación ambiental debe facilitar la cooperación mutua y equitativa en los procesos de decisión en todos los niveles y etapas. Nueve, la educación ambiental debe recuperar, reconocer, respetar, reflejar y utilizar la historia indígena y culturas locales, así como promover la diversidad cultural, lingüística y ecológica. Esto implica una revisión histórica de los pueblos nativos para modificar los enfoques etnocéntricos, además de estimular la educación bilingüe. Diez, la educación ambiental debe estimular y potencializar el poder de las diversas poblaciones, promover oportunidades para los cambios democráticos en base que estimulen a los gestores populares de la sociedad. Esto implica que las comunidades deben retomar la conducción de sus propios destinos. Once, la educación ambiental valoriza las diferentes formas de conocimiento. Este es diversificado, acumulado y producido socialmente y no deberá ser patentado ni monopolizado. Doce, la educación ambiental debe ser planificada para capacitar a las personas, para resolver conflictos de manera justa y humana. Trece, la educación ambiental debe promover la cooperación y el diálogo entre individuos e instituciones con la finalidad de crear nuevos modos de vida, fundados en la comprensión de las necesidades básicas de todos, sin distinciones étnicas, físicas, de género, edad, religión, clases mentales, etcétera. Catorce, la educación ambiental requiere la democratización de los medios de comunicación masivos y su compromiso con los intereses de todos los sectores de la sociedad. La comunicación es un derecho inalienable y los medios de comunicación deben transformarse en un canal privilegiado de educación, no solamente divulgando informaciones con bases igualitarias, sino también promoviendo el intercambio de experiencias, métodos y valores. Quince, la educación ambiental debe integrar conocimientos, actitudes, valores, actitudes y acciones. Debe convertir cada oportunidad en experiencias educativas para sociedades sustentables. Dieciséis, la educación ambiental debe ayudar a desarrollar una conciencia ética sobre todas las formas de vida con las cuales compartimos este planeta, respetar sus ciclos vitales e imponer límites a la explotación de estas formas de vida con los seres humanos. Grupos a participar, este tratado está dirigido a organizaciones de movimientos sociales, ecologistas, de mujeres, jóvenes, grupos étnicos, artistas, agricultores, sindicales, asociaciones barriales y otros. ONGs, comprometidas con los movimientos sociales de carácter popular. Profesionales de la educación, interesados en implantar e instrumentar programas que tengan como objetivo la cuestión ambiental tanto en las redes formales de enseñanza como en otros espacios educativos. Responsables por los medios de comunicación, capaces de aceptar el desafío de un trabajo transparente y democrático, iniciando una nueva política de comunicación masiva. Científicos, instituciones científicas con posturas éticas y sensibles al trabajo conjunto con las organizaciones de los movimientos sociales. Grupos religiosos interesados en actuar junto a las organizaciones de movimiento social. Gobiernos locales y nacionales capaces de actuar en armonía y en conjunto con las propuestas de este tratado. Empresarios, empresarias o empresarios comprometidos en actuar dentro de una lógica de recuperación y conservación del medio ambiente y mejorar la calidad de vida humana. Nueve comunidades alternativas experimentan nuevos estilos de vida de acuerdo con los principios de este tratado. En conclusión podemos decir que el Manual de Guía para Educadores de Educación Ambiental y Conservación de la Biodiversidad puede aprender que la educación ambiental es una herramienta valiosa para incorporar la dimensión ambiental en los procesos educativos. Se abordan conceptos, enfoques y técnicas participativas para lograr una educación ambiental efectiva. Los elementos básicos de la educación ambiental y conservación de la biodiversidad incluyen la participación activa de los estudiantes, la reflexión, la información teórica, talleres dinámicos y participativos de trabajo en grupo, salidas a terreno o a campos y actividades concretas de recuperación ambiental. Además, se puede utilizar técnicas participativas como la realización gráfica, el resumen comparativo y el resumen de conclusiones para lograr una educación ambiental efectiva. En resumen, la educación ambiental es una herramienta importante para fomentar la conciencia ambiental y la conservación de la biodiversidad.

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