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To promote self-management processes, simple techniques of reflection, analysis, and planning that can be understood and applied by communities are necessary. Prospective methods, such as factorial analysis and sectoral strategy, can be used to analyze different realities and create sustainable development guidelines. These methods have been successfully applied in environmental education, allowing for systematic reflection and action to improve environmental conditions. Solidarity, commitment, and effective social participation are key aspects of participatory environmental education. The population must be actively involved in all processes related to their development. A conceptual framework, dynamic environmental analysis, and alternative proposal design are essential components of participatory research in environmental education. Information from personal experience, institutional memory, and scientific sources contribute to the creation of new knowledge through personal opinions Para promover procesos autogestionarios concretos se requiere el empleo de técnicas sencillas de reflexión, de análisis y planificación que puedan ser comprendidas y aplicadas por las comunidades de manera que se encuentren en condiciones de trazar las pautas de desarrollo sostenibles tal como lo concibe la misma población y de reformular alternativas en la medida en que los procesos se vayan realizando, evaluando y consolidando. Una opción en este sentido es el empleo de métodos prospectivos cuya relación con los autodiagnósticos, el enfoque sistémico y la construcción de futuros deseables son elementos valiosos de apoyo que pueden ser combinados con otros métodos participativos hacia la autogestión. Para analizar las diversas realidades la prospectiva emplea varios métodos y técnicas, dos de ellos son particularmente útiles, el análisis factorial y la estrategia sectorial. El análisis factorial estudia situaciones específicas a través de la identificación de factores determinantes y sus mutuas interacciones para efectuar con ellos el estudio de la dinámica de los sistemas actuantes, tanto en la actualidad como en el futuro deseable. Emplea matrices de doble entrada manejando a su vez los conceptos de la motricidad y la dependencia de los factores involucrados en una determinada situación. La estrategia sectorial por su parte identifica los sectores involucrados directamente en la situación dada para promiciar su autoanálisis y conocer las demandas que tienen hacia los demás sectores partícipes del proceso, con lo cual logra elementos estratégicos orientados a procurar alianzas intersectoriales y a prever y matizar conflictos potenciales. Para el trabajo educativo ambiental las técnicas prospectivas son muy aplicables por cuanto pueden apoyar de manera sistemática y con pasos sencillos varias de las etapas de reflexión y acción que se requieren para promover el mejoramiento de las condiciones ambientales. El inicio de las aplicaciones de la prospectiva en el análisis de temas ambientales y su aplicabilidad en los procesos de educación ambiental tuvo su origen en 1986 en el curso de investigaciones participativas sobre la temática ambiental en Colombia y posteriormente en trabajos disciplinarios e intersectoriales en Perú, los cuales condujeron a numerosas experiencias formativas con diferentes grupos objetivos. Las aplicaciones demostraron que se trata de instrumentos creativos de trabajo que resultan fáciles de comprender y muestran alternativas viables para lograr examinar la dinámica de los sistemas estudiados. Asimismo, se estableció la posibilidad de lograr consensos grupales y de alcanzar niveles importantes de reflexión sobre procesos complejos. Aspectos clave de la educación ambiental participativa. La educación ambiental articulada con procesos de investigación participativa requiere propiciar tres aspectos clave tanto a nivel personal como grupal, solidaridad, compromiso y efectiva participación social. La solidaridad que se asocia con los principios de justicia y equidad social y debe manifestarse en tres niveles. Con los semejantes realizando opciones ambientales positivas en favor de los demás de modo que puedan disfrutar de una calidad de vida compatible con la condición humana. Con la naturaleza desarrollando actitudes que contribuyan a proteger y utilizar adecuadamente los elementos naturales del ambiente y su interrelación dinámica en forma perdurable. Con los semejantes a través de la naturaleza utilizando los recursos naturales de manera tal que se garantice su aporte al bienestar de todas las personas de una comunidad, país o región. El compromiso que surge cuando una persona se hace consciente del beneficio que una determinada acción de gestión ambiental positiva puede significar para sí misma, para su familia, su comunidad y su país y en consecuencia se compromete personal y voluntariamente en el trabajo para lograr este beneficio. La efectiva participación social que se hace real cuando la comunidad toma parte en todos los procesos referidos a su desarrollo desde su planificación hasta su ejecución. Toda acción referida al tratamiento de las condiciones ambientales, naturales y sociales, cualquiera que sea su nivel de complicidad debe tomar en cuenta e involucrar activamente a la población. La participación social activa se deriva directamente de la comprensión personal y colectiva de las formas de relación entre la sociedad y la naturaleza, sus causas y consecuencias y del papel que compete a cada persona y a cada grupo social o comunitario en ella. La participación real de las personas como individuos y como comunidad o grupo social permite mejorar las posibilidades del mejoramiento de las condiciones ambientales a través de una participación voluntaria y consciente que se relacione con la gestión y la toma de decisiones. Por otro lado, el origen y la solución de los problemas ambientales se relacionan directamente con actividades promovidas y realizadas por la población, por ello son los sectores sociales los llamados a replantear las relaciones con la naturaleza y a efectuar los cambios y las mejoras que se requieren. En ese sentido se requiere llevar a cabo procesos educativos que conduzcan a un mejor conocimiento de las situaciones ambientales, con lo cual pueden abrirse vías participativas informadas y consecuentes, posibles consecuencias del proceso de investigación participativa en la educación ambiental. La secuencia de este proceso incluye tres elementos centrales, una base conceptual como marco de referencia, un proceso dinámico de análisis ambiental y un procedimiento para diseñar propuestas alternativas que convergen finalmente en un plan o programa de educación ambiental, base conceptual del proceso. En la concepción metodológica para el trabajo prospectivo, la base conceptual está constituida por una variedad de elementos cognoscitivos y filosóficos que forman el marco de referencia para orientar las decisiones en la gestión ambiental en su relación con las demandas de la población y las posibilidades de satisfacerlas y en función de la naturaleza, accesibilidad y recuperabilidad de los recursos ambientales comunitarios. Esta base parte de que todos comprendan de manera convergente los conceptos básicos a los que se hará con referencia, tales como ambiente, problema ambiental, desarrollo sostenible, calidad de vida, autogestión ambiental, etcétera. Sobre esta primera base se irán expresando gradualmente las opiniones que cada persona tiene respecto a una situación dada. Estas opiniones de alguna manera expresan la verdad de quien la expresa, sin que ello signifique que esté completamente en lo cierto o completamente errado, simplemente es su opinión, su verdad y como tal debe ser respetada por todos. La base conceptual y los restantes análisis que se llevarán a cabo tienen tres fuentes de provisión de información. La propia experiencia de la persona, esto es el nivel de su conocimiento individual respecto del ambiente conseguido a lo largo de su vida y del grado de contacto consciente con diferentes situaciones ambientales. Esta fuente es muy diferenciada, según cada persona y su riqueza está condicionada por una serie de factores internos, sentimientos, expectativas, emociones, motivaciones, etcétera, y por otros de naturaleza externa, educación, trabajo, relaciones sociales, etcétera. B, la memoria institucional o grupal, esta se forma sobre la base del trabajo y experiencia de una o varias instituciones o grupos humanos a través del tiempo y del nivel de recuperación de información en cada proceso o acción que lleva a cabo y registra. Esta información, en la medida en que cada persona tiene acceso a ella, es una fuente de aprendizaje y de conocimiento que puede aplicarse a otras circunstancias similares o que puede servir para el intercambio con otras organizaciones con similares intereses. C, la información científica y llega a las personas y a las organizaciones a través de la educación o por vías diversas, bibliografía, medios electrónicos, etcétera. Generalmente es específica y ha sido expresamente seleccionada para un propósito definido. En el método propuesto se busca estimular los procesos intelectuales de interrelación de los contenidos informativos provenientes de las tres fuentes para producir un nuevo conocimiento que se expresará durante el trabajo en forma de opinión personal. Esta se convierte así en el elemento de interacción con los otros participantes y debe estar abierta a la crítica y a la posibilidad de enriquecimiento al contrastarla con otras opiniones en el grupo de trabajo. Análisis ambiental o autodiagnóstico. El autodiagnóstico ambiental que un grupo comunitario realiza puede partir del análisis de una determinada situación, problema que se considera especialmente preocupante en el momento del trabajo, igualmente puede realizarse el análisis, no de problema sino del balance global de la situación ambiental local, incluyendo sus problemas específicos y las potencialidades a desarrollar. Además de lograr las bases autodiagnósticas referente a las condiciones ambientales, es importante la reflexión sobre las características propias de la comunidad como grupo humano. ¿Cuáles son las características positivas, los elementos negativos y aquellos rasgos interesantes que los diferencian de otros grupos similares? Conocerse entre sí mismo, planteando elementos favorables y aspectos críticos o novedosos, es una excelente manera de entrar en relación con las posibles facilidades o las dificultades que son previsibles. Para lograr avanzar en el análisis de alguna situación ambiental concreta o problema ambiental que sea detectado como prioritario por la misma comunidad, es necesario efectuar un ejercicio de acercamiento a la construcción de sistemas ambientales para facilitar su análisis. Posteriormente, sobre bases autodiagnósticas, ya es posible proceder a definir alternativas de gestión y a diseñar perfiles de proyectos que serán parte de futuros planes de acción. Pasos para la autogestión y la educación ambiental. Como un ejemplo de la estructura de procesos similares, se presenta la relación secuencial de actividades o pasos principales que emplea el método de autogestión y educación ambiental comunitaria MAHER, diseñado y aplicado por la Asociación Cultural Pirámide en varias localidades urbanas y rurales del Perú. El conocimiento de nosotros mismos, punto de partida donde se trata de que el grupo se conozca más de cerca, aunque sean personas conocidas entre sí, pero buscando que lleguen algunos detalles de sus características e intereses personales. Se efectúa un diálogo por parejas y presentaciones cruzadas. El diagnóstico de la situación de la comunidad, un trabajo inicialmente individual donde cada participante señala los puntos que considera más importantes de su comunidad en relación con recursos naturales y costumbres y tradiciones. Lo que se ha perdido en los últimos tiempos los problemas que tiene la comunidad y las organizaciones comunitarias. De allí se pasa a una plenaria donde todos expresan sus ideas en cada punto y se llega a conclusiones integradoras. Los problemas ambientales para entrar a este tema se presenta una breve charla para explicar qué es el ambiente, qué es la población, qué se entiende por problemas ambientales, qué se entiende por desarrollo sostenible, de calidad de vida y qué se entiende por autogestión ambiental y las interacciones entre estos conceptos. De allí se pide a los participantes que indiquen primero de manera individual y luego grupal cuáles son los principales problemas ambientales que se tienen en la comunidad. Al revisar los problemas que se señala se realiza una reagrupación y se determinan los problemas sobre los que hay más consenso y por tanto parecen ser los más sentidos de la población. El sistema de los factores referidos al problema ambiental. Una vez seleccionados los problemas cada grupo escoge uno de ellos para ser trabajado. Los participantes construyen entonces un sistema de máximo 10 factores sobre el cual se estudiará la dinámica de las relaciones internas del problema ambiental. El contacto con la realidad. Una vez establecidos los problemas y sus factores constitutivos se organiza una salida del campo para observar la situación ambiental y sus principales problemas en la cual se puede ver algunos detalles de los casos más significativos. Posteriormente se hace una reflexión grupal sobre lo observado. Los problemas prioritarios. Se efectúa un trabajo en talleres en la matriz de relaciones para llegar a definir en grupos pequeños los factores prioritarios por problemas seleccionados. La contratación. Se examinan los resultados de cada grupo. El análisis de las personas e instituciones. En grupos se hace un análisis de las características generales de las personas e instituciones que constituyen la comunidad para lo cual definen los rasgos principales que los definen y que se puede considerar positivos, negativos o interesantes. Esto como base para poder realizar un plan de acción para lo cual es preciso tener en cuenta en primer término a quienes lo realizan. La solución simulada. El problema que está siendo estudiado por cada grupo ahora se presenta a través de un proceso de simulación en el cual participen los actores involucrados y a través de la representación se conduzca a una propuesta de solución. Esto se prepara en el grupo y luego se representa en plenaria. El plan de acción, teniendo como base el resultado, teniendo como base el estudio de interrelaciones, los factores priorizados, la salida de campo, el análisis de las personas, la solución simulada, se procede a elaborar un plan de acción orientado a superar el plan estudiado en cada grupo. Este plan contendrá el resumen del problema, los objetivos, las actividades principales relacionadas con los factores y el cumplimiento de los objetivos, las principales necesidades, la estrategia para conseguir lo que se necesita, el presupuesto, las responsabilidades de los participantes y colaboradores, el plan de autogestión ambiental participativa. Cada uno de los planes de acción se presenta en plenaria, se estudia sus relaciones y se elabora un plan general articulado. En consecuencia, la organización y conducción de este trabajo, cuyo objetivo central es construir las bases para la autogestión ambiental comunitaria, tiene implícitos tres propósitos muy claros. Uno está relacionado con el establecimiento y fortalecimiento. ¿Qué pasa? El otro se orienta a proporcionarles un instrumento metodológico de trabajo para analizar la situación y el potencial ambiental y buscar alternativas de gestión de factible realización, apoyándose inicialmente con su propio esfuerzo como eje de desarrollo y base de una posible, si se cree necesaria, cooperación local, nacional e internacional. El tercer propósito se centra en los logros educativos. Todos los procesos a los que se ha hecho referencia incorporan en su misma esencia el hecho de que si la población ingresa activamente a las tareas de autodiagnóstico y la elaboración de planes ambientales, de acuerdo con una lógica previamente trabajada con la misma comunidad, la realización de cada paso en sí misma, un proceso educativo ambiental. La comunidad recibe informaciones de base y también capacitación en el uso de técnicas, pero no se realiza en forma clásica, curso o conferencia, sino como parte de las actividades mismas de autodanalisis y planificación, es decir, en el curso de la misma acción. La educación ambiental comunitaria en este caso está muy ligada al convencimiento de que el futuro es posible construirlo sobre bases de una nueva utopía de futuros deseables que estamos en posibilidad de construir juntos autogestionariamente, ampliando el potencial existente y reduciendo los elementos adversos, conformando criterios de congestión y ampliando la visión del presente con mayores alternativas hacia el desarrollo sostenible. Las mejores alternativas se vinculan también con el autoanálisis, la construcción de futuros deseables y el fortalecimiento de la autovaloración comunitaria y de la autoestima de los miembros de la comunidad en la búsqueda de caminos compartidos con criterios éticos y de equidad y de sustentados en las realidades locales y en el concepto global del ambiente de la sostenibilidad. Módulo 3, orientaciones para insertar la dimensión ambiental en los diversos sectores y especialidades educativas. 1, consideraciones generales. Para insertar la dimensión ambiental en los diversos sectores educativos es preciso considerar la definición básica de ambiente propuesta en el módulo 1, es decir, recordar que se trata de un conjunto dinámico de relaciones entre componentes sociales y naturales en un espacio y tiempo determinado. Con este punto de referencia es claro que todos los sectores, todos los campos del conocimiento se relacionan de una u otra manera con el ambiente, desde una perspectiva social o natural o desde bases de pensamiento que relacionan unos componentes con otros. Por este motivo, los docentes que trabajan en los diversos sectores con cada disciplina pueden realizar numerosos ejercicios y aplicar variadas estrategias para poner en evidencia los momentos en los cuales existen aspectos ambientales relacionados con su quehacer. Esta es una valiosa e interesante labor que abre las posibilidades disciplinarias del conocimiento, proporciona elementos de reflexión multi, inter y transdisciplinaria y permite aproximaciones importantes a la construcción de los saberes ambientales. Al examinar sus respectivos temas y las posibilidades de trabajo ambiental en el aula o fuera de ella, es importante también considerar algunos aspectos. Uno, la realidad conocida por los alumnos y alumnas debe ser la principal fuente de ideas, estímulos y temas para desarrollar un trabajo escolar constructivo. La posibilidad de obtener y utilizar recursos propios del centro educativo o de la localidad, incluida la comunidad misma, como recurso referencial o de enseñanza es un aspecto central del proceso. Cada clase o grupo de estudiantes es único, cada alumno y cada alumna son únicos y cada profesor y profesora son únicos en su individualidad. Por lo tanto, no hay fórmulas mágicas aplicables por igual a todas las situaciones educativas. Los métodos y técnicas de trabajo deben ser variados y concretos, cuidando que su aplicación cumpla los objetivos buscados en cada situación educativa. Una estrategia que puede facilitar de los contenidos y los objetivos puede trazarse con ayuda de las siguientes secuencias operativas. Análisis del sector o el campo del conocimiento. En cada caso, el profesor debe realizar un análisis particular de su disciplina, sector o campo del conocimiento a fin de detectar las posibilidades de aporte a la comprensión de las situaciones ambientales y las perspectivas de su desarrollo. Este proceso puede darse en varias etapas, a partir de una identificación básica para continuar con aplicabilidades específicas y ejemplos orientadores y concluir en el descubrimiento de formas de conocimiento alternativas. Complementariedades con otros campos del saber y enfoques creativos para construir nuevos saberes. Revisión de la estructura curricular. Una vez realizado el anterior análisis, es preciso efectuar una revisión curricular que permita hallar los puntos de convergencia de los nuevos contenidos y enfoques o tratamientos, así como los espacios para la acción futura. Identificación de posibles actividades. Es fundamental identificar o crear situaciones dinámicas que contribuyan eficazmente al aprendizaje. La experiencia de las situaciones anteriores y los aportes de otros docentes y de los mismos estudiantes pueden ayudar en este proceso. En ese sentido, es útil crear un banco de actividades. Selección de actividades. Aprovechar el banco de actividades para seleccionar las que se adecúen mejor al logro de los objetivos de aprendizaje previsto. Las actividades que se seleccionen deben tener suficiente capacidad de motivación para estimular la acción de los estudiantes y ampliar su visión ambiental interdisciplinaria. Organización de la secuencia de actividades. Se sugiere organizar las actividades en una secuencia lógica de tal manera que los logros de unas apoyen o refuercen lo que se busca en las otras. Reforzamiento de la comprensión. Es positivo considerar otras alternativas de acción que ayuden a reforzar la comprensión, para lo cual se puede brindar información adicional, la cual puede ser resultante del trabajo investigativo de alumnos y alumnas. Correlación de objetivos con actividades. De acuerdo con los objetivos propuestos que se requiere efectuar un balance previo para ajustar, preparar y ejecutar las actividades a realidad. Correlación de la motivación y las tareas. Se precisa determinar cómo se relaciona la actividad propuesta con la realidad social, económica y cultural de quienes vayan a participar en ella. Asimismo, identificar la fuerza motivacional de la actividad que puede facilitar que la actividad sea realizada con un buen grado de satisfacción y eficiencia. Otras consideraciones a tener en cuenta al preparar las actividades y adecuarlas a la realidad de los alumnos y alumnas son las siguientes. Establecer la edad promedio del grupo con el que van a trabajar y sus capacidades y limitaciones para realizar satisfactoriamente las actividades. Considerar las oportunidades y facilidades que ofrece el contexto geográfico para lograr los resultados esperados de la ejecución de la actividad. Considerar las oportunidades, facilidades o limitaciones que ofrece el contexto cultural para la realización de las actividades. Analizar la flexibilidad que permite la organización escolar para realizar actividades fuera del ámbito escolar o de duración mayor que los periodos académicos establecidos. Considerar la predisposición de los miembros de la comunidad para colaborar con el centro educativo en la realización de las actividades. Considerar la predisposición de la comunidad educativa, particularmente de los profesores, profesoras y personal directivo y administrativo para involucrarse en una actividad conjunta. Establecer las oportunidades que se dará a los alumnos y alumnas para que participen en la selección, planificación y ejecución de las actividades educativas propuestas. Teniendo como marco de referencia las anteriores elementos de reflexión, veamos ahora los enfoques y posibilidades de tratamiento ambiental de cada uno de los sectores o campos del conocimiento. Enfoque ambiental de los diferentes sectores o campos de conocimiento. Ciencias naturales, biología, química, física, ciencias de la tierra. Las llamadas ciencias naturales son consideradas la base clásica del tema ambiental, un papel relevante, obvio, lo presenta la biología y dentro de esta la ecología. Pero aunque las demás ciencias naturales parten también de la naturaleza y tratan sobre fenómenos naturales, no siempre sus expresiones educativas incluyen enfoques ambientales. Por lo tanto, es necesario avanzar un poco más en las diversas formas de acercamiento en las disciplinas científicas naturales en su aporte a la comprensión de las situaciones ambientales. Son cuatro los enfoques necesarios para que una ciencia natural aborde la temática ambiental de manera integradora. Buscar la comprensión de las interacciones de los componentes naturales con un abordaje sintético. Ubicar los fenómenos en estudio en un marco espaciotemporal. Estudiar las situaciones en forma dinámica enfatizando en la evolución y la transformación. Analizar las relaciones de los componentes sociales y su incidencia en los componentes naturales. Al referirse a los ecosistemas se requiere analizar las relaciones que tienen las diversas especies entre sí y con el medio circundante a través de una visión integral en la que se consideran los componentes en su mutuo de influencia y no como componentes aislados. Para ello se emplean algunos conceptos integradores tales como la energía, la materia, las cuencas hidrográficas, el clima, la diversidad biológica, etcétera. El tema de la diversidad biológica y cultural es uno de los que presentan mayores posibilidades de trabajo desde el punto de vista de la educación ambiental ya que permite la articulación de diversas disciplinas sustentando el proceso en el análisis de diferentes ecosistemas, especies, tratamiento y situación de cada una de ellas y de sus relaciones. Así como los nexos con la cultura de la localidad en estudio. La química, la física, la biología y la ecología, la geología son ciencias que estudian el mundo natural desde perspectivas diversas. La química como ciencia que estudia la constitución atómica y molecular de la materia y enfatiza en las interacciones de sus constituyentes tiene aportes valiosos en el campo de las relaciones sociedad-naturaleza. La rama de la química ambiental, por ejemplo, ha venido desarrollando numerosos estudios sobre los problemas derivados de la aplicación de plagicidas, los procesos de contaminación del agua y del aire, etcétera. La química trata sobre el movimiento de la naturaleza. En cierto modo, se ha olvidado su objeto primordial, la búsqueda de la naturaleza esencial de las cosas, la física, para convertirla en una disciplina eminentemente matematizada, pero sus bases naturales permiten abandonar, ahondar en muchos procesos donde el movimiento a nivel macro o micro debe ser caracterizado y analizado. La geología es la ciencia que estudia cómo se ha formado la tierra, de qué está hecha, su historia, los cambios que han tenido lugar sobre y dentro de ella. La geología ambiental estudia, entre otros, los problemas causados por la contaminación del agua subterránea y del suelo. En particular, trata de las fuentes de sustancias contaminantes y los mecanismos de su transporte en el medio subterráneo, los daños que pueden causar estas contaminaciones a la naturaleza y a los seres humanos, la prevención de la contaminación y la recuperación y protección del agua y el suelo. La biología, por su parte, se orienta a trabajar los fenómenos de la vida relativos al desarrollo de los seres, a las condiciones de su existencia y a las relaciones de los organismos vivos entre sí, su reproducción y transformaciones. La ecología enfatiza a las relaciones entre los seres vivos y con su entorno. Tradicionalmente, la biología, la ecología son consideradas la base del estudio de las situaciones ambientales. Sin embargo, es importante señalar aquí que no es suficiente estudiar un elemento natural para que efectivamente se trate de un análisis sistémico ambiental. Por ejemplo, existen muchos estudios taxonómicos puntuales que se dedican al estudio de una o más especies en sí mismas, sin referencias a las interacciones con otras especies, ni con el medio, aportando elementos de trabajo para los estudios ambientales, pero sin una visión integral. Por ello, en los procesos de educación ambiental, cada una de las disciplinas de las ciencias naturales deben reconsiderar los enfoques de su trabajo para aportar a los estudios sistémicos del ambiente, ampliando y enriqueciendo así su visión y metodologías. Algunos ejemplos para trabajar. Estudio sobre los aspectos químicos de la contaminación del aire y del agua en la localidad. Realizar toma de muestras en diversas áreas urbanas y rurales de agua y de aire. Efectuar los análisis correspondientes para detectar contaminantes. Plantear alternativas de contaminación. Visitas y análisis de un área protegida en el país y la región. Examinar las bases legales de la creación de las áreas en la localidad. Analizar las características del área protegida más cercana. En este caso, el salar del huasco. Estudiar los metales como ecosistemas y las necesidades de su conservación. Visitar el área protegida y establecer la situación ambiental en la que se encuentran los valores sociales y naturales y definir alternativas de solución de los principales problemas. Inventario y análisis de interacciones de las especies de fauna y flora de la región. Realización de un inventario básico de las especies de fauna y flora. Determinación de interacciones entre ellas. Inventario y análisis de interacciones de las especies de fauna y flora de la región. Realización de un inventario básico de las especies de fauna y flora. Determinación de interacciones entre ellas. Balance del estado de conservación. Estudio del balance de energías en un área urbana. Determinación de los ingresos y salidas de energía del área urbana cercana al centro educativo y las modalidades de estas energías. Investigar si existe un balance o desequilibrio notable, así como las características de cada caso. Potencial de energía eólica y de energía solar en la región. Investigación y medición de las características de viento y de la radiación solar en la región. Para concluir en las potencialidades existentes para la aplicación de ambas energías en la localidad. Definición de alternativas, ventajas y costos de cada caso y su relación con la sostenibilidad del desarrollo. Estudio histórico del agua subterránea en la región. Documentación y estudio sobre los diversos procesos históricos geológicos del agua subterránea en la región. Principales problemas y potencialidades, formas de manejo sostenible para el futuro. Ciencias sociales, geografía, historia, sociología, psicología. Las ciencias sociales analizan las interacciones entre los seres humanos, las cuales se ubican en dimensiones espaciales y temporales. Cuando se considera prioritariamente la dimensión espacial, se está trabajando en concepciones geográficas. Cuando se trabajan las dimensiones temporales de las relaciones entre los seres humanos, se trata de concepciones históricas. La geografía es la ciencia que tiene por objeto la descripción y explicación del aspecto natural, actual, natural y humano de la superficie de la Tierra. Trata del ámbito espacial de la Tierra y de su construcción por parte de los seres humanos. Este enfoque tiene como sustento las actuaciones de la sociedad ante la naturaleza para lograr su ubicación o permanencia en determinados espacios naturales que son a su vez transformados con fines diversos, de vivienda, producción, alimentación, recreación, etcétera. La geografía física, humana, económica, social y política aportan diversos elementos de análisis que se unen a los esfuerzos actuales por proporcionar medios concretos que aporten al mejoramiento de las condiciones ambientales de los seres humanos y de la naturaleza. La fisionomía y el relieve, la cobertura vegetal, las cuencas y los sistemas hídricos, el estado de los suelos, las características del clima, las condiciones de la fauna y la flora son temas de la geografía, además de las actividades económicas realizadas por la sociedad. El estado en el que se encuentran las áreas naturales protegidas y las interacciones entre las regiones y las poblaciones asentadas en los diversos espacios físicos. La historia, por su parte, analiza las relaciones entre los seres humanos que han transformado las vidas de las personas y las formas de gobierno de la sociedad a lo largo del tiempo. La dimensión temporal es clave para explicar los procesos históricos de realizar las comparaciones y análisis de las diversas épocas. En cada momento histórico, las relaciones sociales han tenido una estrecha relación con la naturaleza y la actuación de los seres humanos se ha caracterizado por una manera de actuar frente a sus recursos naturales, a la posesión de los mismos y a su tratamiento con fines de sobrevivencia y aprendizaje, de dominio o de recreación. El manejo histórico de los recursos naturales y de los ecosistemas es un indicador de los modelos de desarrollo y de las tecnologías que se han aplicado a lo largo del tiempo, así como de sus formas de evolución. Algunos ejemplos para trabajar. Trabajo de zonificación ambiental. Una actividad geográfica ambiental importante para analizar y entender las características ecosistémicas particulares del paisaje local es la zonificación del ambiente. Esta se realiza a partir de diversos criterios, entre los cuales se pueden mencionar los siguientes. A criterios orográficos, la influencia que tiene la conformación física y el relieve del territorio en las características ambientales que tipifican un ecosistema o un conjunto de ecosistemas en particular. Este criterio puede estar asociado a otros criterios geográficos, o sea, el deposicionamiento del área en estudio. En el contexto geográfico de la región o del país, criterios climáticos, características particulares de temperatura, iluminación, humedad y condiciones atmosféricas que tipifican un clima dado y cómo este influye en la estructura y dinámica de los ecosistemas locales. C. Criterios altitudinales, la elevación del territorio expresada en metros sobre el nivel del mar, tomando como referencia un punto específico en el espacio en el estudio. D. Criterios geodésicos, ubicación de la zona sobre la superficie de la tierra, tomando como referencia principalmente la cercanía o alejamiento de la línea ecuatorial. Este es el criterio latitudinal y se expresa como grados, minutos, segundos terrestres de latitud norte o sur. A. Análisis de la oferta ambiental de la región. El estudio de las posibilidades ambientales de la zona para el desarrollo de la población es un ejercicio valioso para reconocer y diseñar alternativas de uso sostenible de la oferta ambiental con la que se encuentra. Esta oferta ambiental se puede definir a través del análisis de las calidades y potencial de los suelos, del subsuelo, de las aguas superficiales y subterráneas, el clima y la presencia de biodiversidad como respuesta a las posibilidades del entorno para el desarrollo de especies de flora y fauna. C. Estudio de la presencia humana en la región. El proceso de poblamiento de la región es un excelente ejemplo para trabajar el tema de la articulación sociedad naturalista desde perspectivas sociales e históricas geográficas. Las culturas presentes en la zona andina se caracterizaron por un diálogo con la naturaleza expresado en forma de una relación telúrica de pertenencia mutua. Así, estudiar el establecimiento de los poblados, la selección de los lugares aptos para agricultura o ganadería, el desarrollo de tecnologías apropiadas a los diversos ecosistemas, la domesticación de plantas y animales y otros aportes de los universos pobladores es una vía interesante para comprender las formas de uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Este análisis articulado con la comprensión sobre la riqueza de las tradiciones, la relación con la naturaleza y la Pachamama permitirá observar la existencia de un nexo vital entre los seres humanos con su territorio y con su concepción del universo, las divinidades y el espíritu con la construcción de una cosmovisión y, por lo tanto, establecer las consecuencias que ellos tienen en el manejo de la vida y de la naturaleza. Matemáticas. La matemática estudia a través del razonamiento deductivo las propiedades de entes abstractos, como los números, las figuras geométricas, las funciones, etcétera, y también las relaciones que se establecen entre ellos. El origen de la matemática es natural y social. Estudia a partir de necesidades humanas en relación con la naturaleza, con el conteo de los animales, de los tiempos, de las cosechas. Se relaciona con los dedos humanos, los dígitos y con la reflexión sobre el tiempo y el espacio. El desarrollo de la matemática ha incluido además temas centrales de la sociedad, tales como la capacidad de razonamiento, la resolución de problemas, de manejo de sistemas de medición y selección de unidades apropiadas. Ha dado instrumentos para la comparación de los fenómenos, ha aportado el análisis de situaciones complejas, etcétera. Un interesante ejemplo de los orígenes históricos, naturales y sociales del manejo matemático se encuentra en los kipis, bosquichua que significa nudo, instrumento andino que consta de cuerdas anudadas empleadas con fines de memorización, de contabilidad y también de recordación de hechos históricos. Un valioso aporte árabe al pensamiento matemático se manifiesta entre otros hechos en la propuesta de un eminente científico del siglo IX, Muhammad al-Jarizimi, quien diseñó un conjunto de reglas y operaciones para apoyar la resolución de problemas, lo que hoy conocemos como algoritmo. Esta sucesión de operaciones finitas se vincula estrechamente con la posibilidad de estudiar y resolver problemas ambientales. En efecto, sus características centrales, ser finito, definible y generalizable, permiten trabajar con magnitudes centrales, transformarlas en magnitudes de salida a partir de conjuntos precisos de instrucciones. Por otra parte, el manejo estadístico, la recolección de informaciones, su ordenamiento y procesamiento, el trabajo probabilístico y estocástico, la graficación y el diseño de tablas son aportes importantes al estudio de las situaciones ambientales. La ecología contemporánea emplea diversos acercamientos matemáticos para establecer situaciones de la diversidad biológica y aportar mecanismos para equilibrar los ecosistemas. Los trabajos de modelización que viene realizando la matemática son referentes importantes en la búsqueda de la clarificación de las relaciones entre variables de entrada y de salida. Los modelos cibernéticos, por su parte, representan de manera abstracta la circulación de las energías y de la información en sistemas vivos o inanimados. En ese mismo sentido, la creación de modelos incluye también la creación de lenguajes que aportan al conocimiento de las diversas realidades, ya que a través de ellos se pueden hallar patrones orientadores de la acción humana. Se han realizado modelos, por ejemplo, de la dinámica de los bosques, de la pérdida o crecimiento de las especies, de las formas de la naturaleza, de la dinámica de las cuentas, etc. Otro tema importante que la matemática puede poner al servicio de los estudios ambientales es la teoría de juegos, 1944, que hasta el momento ha sido utilizada ampliamente por la economía. Esta teoría incluye un conjunto de métodos matemáticos que permiten la resolución de problemas o situaciones en las cuales existen reglas conocidas de decisión y nociones de táctica y estrategia para abordarlos. Una rama relativamente nueva de las geometrías, la teoría de los fractales, 1975, trabaja sobre unos objetos matemáticos denominados fractales, cuya creación o forma no encuentra reglas diferentes a la de ser irregular o fragmentada. Contrasta con la geometría euclidiana de los círculos y cuadrados que no existen en la naturaleza para pasar a una expresión de las formas naturales, como la denominada curva de conch o copo de nieve. La naturaleza presenta sistemas fractales, como por ejemplo la ramificación de una cuenca, las formas de las costas rocosas, el movimiento broudiniano, la ramificación de bronquios y bronquiólogos, etc. Esta teoría matemática plantea el retorno de la matemática como ciencia de la naturaleza, por lo cual representa un enfoque ambiental con grandes potencialidades futuras. Algunos ejemplos para trabajar, crecimiento de poblaciones de fauna o flora.

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