¿La competitividad favorece o perjudica el aprendizaje?

Today's EducaPodcast episode discusses whether competition in education promotes learning or hinders it. The concept of competitiveness in education can be traced back to the pedagogical ideas of San Ignacio Loyola in 1491, who introduced a highly competitive Jesuit teaching method. This method involved dividing students into groups and having them compete intellectually. This competitive approach can create social pressure and fear of failure among students. However, some argue that competition can motivate students to strive for academic success and set higher goals. It can also foster continuous improvement among educational institutions. On the other hand, implementing competition in education can lead to stress and anxiety among students, prioritize evaluations over meaningful learning, and create a toxic learning environment. The key is to find a balanced approach that promotes healthy competition while focusing on personal development, collaboration, and overall well-being. Bienvenidos y bienvenidas a otro programa de EducaPodcast. Hoy trataremos un tema muy debatido en el mundo educativo. ¿Favorece la competitividad la educación o dificulta el buen aprendizaje? Soy Zoe Campos, pedagoga y especialista en educación y en unos instantes comenzamos. Lanzamos una pregunta a nuestros oyentes. ¿Consideráis la competitividad como un aspecto positivo o como un aspecto negativo para el desarrollo del aprendizaje? Para empezar, definiendo el concepto en términos generales, podríamos hacerlo como la capacidad de los estudiantes o bien de las instituciones para competir unos con otros. En este caso sería dentro del contexto educativo. Ahora bien, ¿cuál es el origen de establecer esta competitividad en métodos educativos? Pues bien, nos remontamos al año 1491 con las ideas pedagógicas de San Ignacio Loyola. Este soldado y sacerdote español estableció una didáctica jesuita para las diferentes instituciones dotada de un carácter altamente competitivo. Lo que hacía consistía en dividir la clase en diferentes agrupaciones. Un grupo adoptaba el nombre de cartagineses y el otro grupo adoptaba el nombre de romanos y entre estos tenían que competir intelectualmente los unos con los otros. Dentro del grupo de clase esto provocaba una enorme presión social en los alumnos ya que tenían miedo a perder frente a los demás compañeros y que estos además viesen su derrota en público. Además, San Ignacio Loyola no tan solo hizo estas metodologías sino que además creó unos premios que se le concedían al mejor alumno o a la mejor clase, entre otros aspectos, como una forma metodológica que promovía la competitividad con el intento de hacer público si el trabajo del alumno había sido efectuado positivamente o negativamente. Estas también serán ideas que se implementarán más tarde con Skinner donde hablará del reforzamiento positivo o reforzamiento negativo. Y bueno, Lucas Podcast, en el programa de hoy no vamos a estar solos hablando sobre este tema tan debatido como es la competitividad dentro de las aulas ya que tenemos a una invitada muy especial para el programa de hoy. Enseguida vamos a estar conectando con ella. Unos segundos y volvemos. En el programa de hoy de Lucas Podcast tenemos el placer de contar con la participación de la pedagoga y doctora en educación Emma Simón para realizarle unas cuestiones acerca del tema abordado y poder conocer su punto de vista pedagógico. Emma, bienvenida y gracias por estar aquí. Gracias por la invitación Zoe, es un honor conceder una charla en este podcast. Para empezar Emma, ¿cómo definiría usted el término de competitividad dentro del ámbito educativo? Bueno Zoe, desde el contexto educativo la competitividad yo la definiría como la capacidad que desarrollan los estudiantes para compararse mutuamente unos con otros en relación a aspectos académicos como el rendimiento, las habilidades o por ejemplo los logros. Como habíamos comentado al inicio del programa, la competitividad es un aspecto que se encuentra en constante debate. ¿Por qué consideras entonces que han existido y siguen existiendo instituciones educativas que siguen apostando por ella? ¿Cuáles crees que pueden ser los beneficios que encuentran? Pues bien, acerca de este aspecto se han realizado diferentes estudios. En cuanto a los beneficios, se ha podido comprobar cómo la competitividad puede lograr motivar a los estudiantes a esforzarse más y establecer metas educativas más altas con el propósito de alcanzarlas. Esto en un futuro podría ayudarles también a enfrentar desafíos en la vida laboral y social. Desde el punto de vista de las instituciones educativas también puede fomentar la mejora continua ya que buscan superarse mutuamente para ser la mejor del mercado. Por otra parte, también existen otras instituciones que no ven conveniente implementar métodos educativos que favorezcan la competitividad entre alumnos. ¿Cuáles consideras que son los inconvenientes que encuentran para no hacerlo? Una de las principales consecuencias que puede llegar a producir implementar la competitividad en los métodos educativos es generar estrés y ansiedad en el alumno para que pueda lograr el objetivo, el cual sería destacar o superar entre sus compañeros. En cuanto al método educativo utilizado, también podría haber consecuencias en cuanto a darle una mayor importancia a las evaluaciones en lugar de si se ha producido un aprendizaje significativo y de calidad. Para concluir esta entrevista me gustaría hacerte una pregunta más personal sobre el aspecto abordado. Como pedagoga y especialista en educación, después de exponer los diferentes argumentos en contra y a favor sobre aplicar o no una competitividad en la educación, ¿en qué lado te posicionas como que es el correcto para obtener una educación de calidad? Considero que la mejor respuesta a tu cuestión es crear un enfoque equilibrado adaptando los beneficios de aplicar una competitividad y a la vez considerando los inconvenientes. Es decir, fomentar la competitividad pero de una forma que motive a los estudiantes a querer evolucionar y crecer intelectualmente sin crear un ambiente tóxico y promover el enfrentamiento entre compañeros. Es fundamental que las escuelas sigan centrándose en el aprendizaje y en el desarrollo personal, promoviendo valores como la colaboración. Desde las instituciones educativas se debe encontrar un equilibrio entre la competitividad con el bienestar de los estudiantes. Para llevarlo a cabo se debe fomentar un ambiente de apoyo a través de, por ejemplo, trabajos colaborativos, donde se valoren tanto los logros académicos como el crecimiento personal de cada uno. Muchísimas gracias Emma por compartir tus conocimientos educativos en cuanto al polémico aspecto de la competitividad. Gracias a ti, como he dicho antes, es un placer estar aquí. Ha sido un placer también para nosotros el poder contar contigo tu sabiduría hoy. Estamos convencidos de que tus palabras harán reflexionar a cualquiera que nos haya estado escuchando. Y a nuestros oyentes, muchas gracias por uniros un día más a este programa y darnos la oportunidad de educar con nuestro podcast. Nos vemos mañana con un nuevo tema pedagógico que abordar. ¡Hasta el próximo programa y a seguir educando vuestras mentes!