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Jeremiah was a prophet who warned the Jews that they would be invaded and enslaved if they didn't repent. Instead of listening, they persecuted Jeremiah. His prophecy came true and the Babylonians conquered Jerusalem, destroyed the temple, and ended the kingdom. Some Jews were taken captive to Babylon. During this time, 24 books of the Old Testament were written. Despite their sins, God did not abandon the chosen people, but drew closer to them through His Word. We should reflect on this message and consider how we can live truthfully as part of the new covenant. Palabra de vida hoy, segundo miércoles de cuaresma, al pan por la palabra, del profeta Jeremías. Ellos dijeron, venga, tramemos un plan contra Jeremías, porque no faltará la ley del sacerdote ni el consejo del sabio ni el oráculo del profeta. Venga, vamos a hablar mal de él y no hagamos caso de sus oráculos. Del Evangelio según San Mateo. Jesús les dijo, sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros. El que quiera ser grande entre vosotros que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos. Jeremías es el profeta que fue enviado a los judíos para anunciarles de parte de Dios que otro pueblo les invadiría y les sometería esclavitud si no se convertían y volvían al espíritu de la alianza con Yahvé. Los judíos se escudaban en que poseían el templo y el arca de la presencia, que conservando la materialidad del culto y los signos exteriores de identidad, eso sería su defensa, pues eran el pueblo elegido. La profecía de Jeremías les anuncia los desastres que sufrirían si no rectificaban su camino y sus obras según la voluntad que Dios les expresaba a través de sus profetas. Los judíos, en lugar de escuchar y convertirse, elegían a los sacerdotes que les decían lo que querían escuchar y persiguieron a Jeremías hasta casi acabar con su vida. Finalmente la profecía se cumplió y el pueblo judío fue conquistado por los babilonios en el siglo VI a.C. Jerusalén fue quemada, el templo de Salomón destruido y el reino llegó a su fin. De acuerdo con lo profetizado por Jeremías, los babilonios tomaron cautivos y llevaron a Babilonia al resto de los habitantes con excepción de algunos que quedaron bajo el mandato de los vencedores en la tierra de Judá. En el periodo que transcurre desde la profecía de Jeremías hasta el final del destierro del pueblo judío en Babilonia se llegaron a escribir 24 de los 39 libros del Antiguo Testamento. Por su pertinencia en el pecado con un corazón impenitente vuelto de espaldas a Dios, el pueblo elegido padecía su perdición sometida a esclavitud. Pero Dios no solamente no los abandonó, sino que redobló la cercanía de Su Palabra para mantener encendida la esperanza de los creyentes al tiempo que promovía el florecimiento de nuevos deseos de fidelidad. Recordando que Jeremías es tenido como una personificación profética de Jesucristo entre los profetas del Antiguo Testamento, meditemos el mensaje del Evangelio de hoy y pensemos si de alguna manera nos identificamos con el pueblo judío del tiempo de Jeremías y qué podríamos hacer para vivir con verdad siendo el pueblo de la nueva alianza. Paz y bien, con un abrazo fraterno de parte de vuestros hermanos franciscanos, desde Toledo.