LUNES III DE ADVIENTO

The transcription is about the significance of the incarnation and nativity of Jesus Christ and how it demonstrates the exaltation of humanity. It discusses how Joseph's actions in protecting Mary from the law show his commitment to God's justice. It emphasizes that any law that goes against human freedom, dignity, or life is unjust and against God. The message concludes with a wish for a Merry Christmas from the Franciscan brothers in Toledo. Palabra de vida hoy, lunes tercero de adviento, feria mayor de adviento, al pan por la palabra. La encarnación y la natividad del Hijo de Dios suponen la mayor sobreexaltación de nuestra humanidad que jamás nadie pudo soñar, nadie más que Dios. El Unigénito viene a nosotros por caminos de humanidad y sólo por un camino de verdadera y noble humanidad podemos llegar a encontrarnos con Él. En los textos del Evangelio que debemos meditar en estos días, San José nos da una muestra de cómo se transita por ese camino. Estando ya Él y María prometidos y desposados, pero aún no casados, según las etapas del matrimonio judío, y sin vivir todavía como marido y mujer, Ella esperaba un Hijo. En estos casos la ley judía mandaba denunciar a la mujer ante la comunidad para que, tras un breve y formal proceso, fuera sentenciada la lapidación, y tal sentencia se ejecutara. José no siguió la ley, José creyera justo, como nos dice San Lucas. Era justo. De los posibles términos para expresar el significado justo, el evangelista escogió el término griego dikaió, de dikaiosine, justicia, vocablo que sólo se aplicaba referido a la justicia de Dios. José era justo con la justicia de Dios, y el evangelista dice esto antes de afirmar que su proceder fue contrario al que marcaba la ley. Los caminos de la Navidad son caminos de humanidad, de humanidad sobreexaltada, humanidad excelsa, caminos de divina humanidad. Cualquier ley justa protege el bien común y los derechos individuales de cada una de las personas que contribuyen a dicho bien común, por lo que, por encima de toda ley, está el bien integral de cada individuo, de cada ser humano. La ley que atente contra la libertad, contra la dignidad o contra la vida del ser humano es una ley injusta, inhumana, enemiga de Dios, y por ello, nuestra conciencia y nuestro compromiso cristiano con la sociedad deben obedecer a Dios antes que a los hombres que sostengan esa ley. Obedezcamos a Dios, como hizo San José, y acunemos en nuestros brazos al niño Dios con pureza y libertad de conciencia por ofrecer un abrazo fraterno y cuidadoso a cada ser humano en el que Él se esconde y en Él se nos manifiesta. Un abrazo de Feliz Navidad desde vuestros hermanos franciscanos de Toledo. Crece como violeta, vola como paloma, sin esperar respuesta, con sencillo corazón. Crece lo más pequeño, sin ostentación, crece como violeta, vola como paloma, sin esperar respuesta, con sencillo corazón. Creciendo, volando, amando siempre a Dios, soñando, sirviendo, con un sencillo corazón. Creciendo, volando, amando siempre a Dios, soñando, sirviendo, con un sencillo corazón.