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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
In today's reading from the Gospel of Matthew, Jesus asks his disciples who they think he is. Peter responds, "You are the Messiah, the Son of the living God." Jesus commends Peter for recognizing this and declares that he will build his church on Peter, giving him the keys to the kingdom of heaven. This moment emphasizes the authority and role of Peter in the foundation of the church. The reading from Isaiah also mentions the key of David, symbolizing the authority given to Peter. This primacy of Peter is seen throughout the New Testament and in the writings of the early Church fathers. As the Pope, Peter's successors are entrusted with the mission to guard the unity of faith and charity among Christians. When the Pope defines a teaching as definitive, it is considered unchangeable. This authority is exercised in communion with the rest of the hierarchy and guided by the Holy Spirit. The words and manner in which the Pope speaks reflect the permanence of his decisions. This understand Palabra de vida hoy, domingo vigΓ©simo primero del tiempo ordinario, al pan por la Palabra. Del Evangelio segΓΊn San Mateo, JesΓΊs les dijo, ΒΏQuiΓ©n dice a la gente que soy yo? Ellos le respondieron, unos que Juan Bautista, otros que ElΓas, otros que JeremΓas o uno de los profetas. Γl les preguntΓ³, ΒΏY vosotros, quiΓ©n decΓs que soy yo? SimΓ³n Pedro tomΓ³ la palabra y dijo, TΓΊ eres el MesΓas, el Hijo de Dios vivo. JesΓΊs les respondiΓ³, Dichoso tΓΊ, SimΓ³n, hijo de JonΓ‘s, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso sino mi Padre que estΓ‘ en el cielo. Ahora te digo yo, tΓΊ eres Pedro, y sobre esta piedra edificarΓ© mi iglesia y el poder del infierno no la derrotarΓ‘. Te darΓ© las llaves del reino de los cielos, lo que haces en la tierra quedarΓ‘ atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedarΓ‘ desatado en el cielo. Del libro de IsaΓas, y dijo YahvΓ©, aquel dΓa llamarΓ© a mi siervo, le vestirΓ© tu tΓΊnica, le ceΓ±irΓ© tu anda, le darΓ© tus poderes. SerΓ‘ Padre para los habitantes de JerusalΓ©n, para el resto de JudΓ‘. ColgarΓ© de su hombro la llave del palacio de David. Lo que Γ©l abra nadie lo cerrarΓ‘, lo que Γ©l cierre nadie lo abrirΓ‘. El primado de Pedro es un momento fuerte dentro de la narraciΓ³n evangΓ©lica y es, tras la llamada y el vΓnculo particular establecido por JesΓΊs con los doce apΓ³stoles, un momento fundamental para comprender la fundaciΓ³n de la iglesia por manos de JesΓΊs. El SeΓ±or pone por delante del resto de los apΓ³stoles a Pedro, utilizando usos y figuras propios de la cultura hebrea como recoge la primera lectura, para mostrar la autoridad que recibe Pedro, una autoridad explicada en numerosos pasajes evangΓ©licos posteriores, como por ejemplo en Lucas 22, 32 y siguientes, o en el capΓtulo 21 de San Juan, autoridad que los apΓ³stoles reconocen que recibirΓ‘n aquellos que sucedan a Pedro al frente de todos, al frente de la iglesia. Esto es patente en el libro de los hechos de los apΓ³stoles, asΓ como en todas las cartas apostΓ³licas del Nuevo Testamento y en todas las fuentes extra bΓblicas, como por ejemplo, los escritos de los padres apostΓ³licos y el resto de los santos padres de la iglesia, escritos donde se muestra, entre otras muchas cosas, el rΓ©gimen de vida y el modo de proceder que hace desarrollar esa jerarquΓa eclesial que forma parte del acto fundacional de la misma iglesia, por voluntad de su divino fundador. Pedro, el Papa, recibe la misiΓ³n de guardar a todos los cristianos en la unidad de la fe y de la caridad, recibiendo, para ello, las llaves, la potestad de abrir y cerrar, de definir lo que estΓ‘ dentro o fuera de los contenidos de la fe catΓ³lica con su propia autoridad, aunque no sin apoyarse en la oraciΓ³n, el discernimiento y la palabra del resto del colegio apostΓ³lico al principio y del colegio episcopal desde entonces. Cuando Pedro, el Papa, define un contenido como deseo, como definitivo, lo hace desde la escucha y la bΓΊsqueda de comuniΓ³n con el resto de sus hermanos de la jerarquΓa y del entero pueblo de Dios, pero decide Γ©l, y abre o cierra con su propia autoridad, la recibida de manos de JesΓΊs. No todas las palabras del sucesor de Pedro son definiciones ex cΓ‘tedra, ni solemne y definitivo magisterio pontificio, pero cuando lo es, la forma y las palabras usadas entonces manifiestan que lo que Γ©l abre o cierra es definitivo, y ni siquiera un futuro sucesor de Pedro lo podrΓ‘ cambiar. Es propuesto como de fe, por la importancia de su contenido, y jamΓ‘s podrΓ‘ cambiarse en el futuro lo que desde la oraciΓ³n y el abandono o la guΓa e iluminaciΓ³n del EspΓritu Santo prometida por JesΓΊs a los apΓ³stoles, pero a ninguno como a Pedro, Γ©l ha discernido y presentado ante todos sus hermanos. AsΓ ha sido en estos dos mil aΓ±os, porque todos nos debemos a la voluntad del ΓΊnico capitΓ‘n de la barca de Pedro, y Γ©l mΓ‘s que ningΓΊn otro. Vuestros hermanos franciscanos, con afecto, os saludan con la paz y el bien.