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Salmo 54

Salmo 54

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David is described as facing difficult circumstances and being pursued by enemies. Despite this, he turns to God for salvation and defense. David praises God and acknowledges that only He can help and protect him. David's example teaches us to seek God in times of trouble and to worship and praise Him. Prayer should be directed to God alone, and He will fight against our enemies. It is important to respect and value every person, as they bear the image of God. God supports and helps those who love Him. Habrá su Biblia conmigo, Salmo 50 y 4. Otra vez, este Salmo describe la actitud de David frente a una circunstancia difícil, frente a un momento difícil, cuando era perseguido, cuando tenía que estar a escondida para poder ser librado de la muerte. Salmo 50 y 4, leo en el nombre de Jesús, dice así, Oh Dios, sálvame por tu nombre, y con tu poder defiéndeme. Oh Dios, oye mi oración. Escucha las razones de mi boca, porque extraños se han levantado contra mí. Y hombres violentos buscan mi vida. No han puesto a Dios delante de sí. He aquí, Dios es el que me ayuda. El Señor está con los que me sostienen, con los que sostienen mi vida. Él devolverá el mal a mis enemigos. Córtalos por tu verdad. Voluntariamente sacrificaré a ti. Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque eres bueno. Aleluya, porque Él me ha librado de mis angustias, y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos. Aleluya. Creo que en la Biblia, la santa palabra de Dios, no encontramos a otro personaje que se viera tan obligado a tener que lidiar con la gente y de manera general con gente que le hacía la guerra, con gente que se levantaba en su contra. Y era que la gracia de Dios se había derramado sobre la vida de David, y esto hacía que muchos envidiaran ese poder, esa autoridad, ese liderazgo que Dios había puesto sobre su vida. Y no deja de ser una bendición cuando Dios nos ha señalado para algo especial. De hecho, cada persona, Dios tiene un propósito lindo y especial con cada persona. Pero no deja de levantar la envidia, la tiranía y el maltrato de algunos de los que nos rodean cuando Dios nos lleva a otro nivel. Y en varias ocasiones, David tuvo que afrontar a sus enemigos, que confrontara a sus enemigos. En otras ocasiones, David tuvo que... Eran tan fuertes los enemigos que se levantaban en contra de él, que muchas veces anduvo a escondida, errante por los campos. Bendito sea el nombre poderoso del Señor. Pero hay algo muy especial en la vida de David, algo digno de imitar. Y es que cuando más miedo, cuando más temor, cuando más angustia sentía David, se detenía a invocar el nombre de Dios. ¡Guau! Es maravilloso. ¡Aleluya! Cuando más cerca David se sentía de la muerte, cuando más cerca David sentía el peligro, era cuando hacía un estote en su camino. ¡Aleluya! Y estallaba, no en gritos, no en quejas, no en lamentos, sino en alabanza y exaltación al Señor. Y es que hay poder en la alabanza, hay liberación en la alabanza. Esta Salma nos deja esa enseñanza, cuando más turbado o turbada sienta tu mente y tu corazón, haz un estote y vea la presencia de Dios. Hay momentos en que ni siquiera pueden salir, podemos emitir nuestros deseos y nuestras peticiones con claridad y sinceridad delante de Dios. Y cuando esto acontece, nada más importante que romper el silencio con nuestra adoración al Señor. ¡Aleluya! Y es que cuando adoramos a Dios, todo nuestro ser se impregna de su santa y bendita presencia, nuestro ambiente, y ningún espíritu del mal podrá sediarnos, cuando entramos en una plena adoración, en una adoración directa al Padre Celestial, sin necesidad de amuletos, ¡Aleluya!, sin necesidad de repetir oraciones que otros escribieran, sino esa adoración que sale de lo más profundo del ser humano. Es cuando nos vamos, y si podíamos decir, y nos desnudamos delante de Él, de hecho delante de Dios estamos desnudos, Él conoce nuestro interior, alabado sea Dios, pero cuando venimos con sinceridad, y aún las cosas que tal vez hayamos hecho y que no son a lo mejor agradables ante sus ojos, pero cuando venimos arrepentidos y humillados ante su presencia, y le decimos Señor mira, mira donde resbalé, mira donde estoy resbalando, ¡Aleluya!, es que sin tu ayuda no puedo seguir hasta adelante, es que sin tu ayuda no puedo vencer este proceso, dame tu mano, socórreme, Jesús ven a mi encuentro, como dice un tema, ven a mi encuentro, un tema hermoso, un alabanza, alabado sea el nombre del Señor. David es un ejemplo a seguir en esta área de la vida, ¡Oh gloria al Señor!, no podemos tener vida abundante, no podemos tener una vida victoriosa, si no hacemos un stop en el camino del día y vamos a su santa y bendita presencia, en alabanza y adoración. Te reto en esta hora, que cuando esos momentos difíciles abrumen tu mente, tu corazón, y no encuentres el camino a escoger, no encuentres la decisión más satisfactoria, vete al altar del Señor, en alabanza y adoración, alabado sea el nombre de Jesús. Uno de los momentos en que estamos más expuestos a cometer un error, a dar un paso en falso, es cuando nos sentimos abrumados por el tiempo, por la circunstancia, por las crisis que vienen a la vida, es cuando más cerca, es cuando más al borde de cometer un error, un fracaso, nos encontramos, es cuando no debemos tomar decisiones, sino irnos a su santa y bendita presencia, invocar su nombre, pedir su paz y su bien. Cuanta gente hoy en día, hermanos y amigos, viviendo días difíciles, días de crisis, ¡Aleluya!, y a veces no estamos tan conscientes de que hay un Dios Todopoderoso, a quien debemos permitirle acercarse a nuestras vidas y darnos su guianza, su quietud, su paz y su dirección. ¡Aleluya!, eso era lo que hacía el salmista, ¡Oh Dios, sálvame por tu nombre!, fíjese que no está diciendo ni siquiera, sálvame porque tú sabes que yo soy bueno, sálvame porque tú sabes que yo soy un adorador que vivo tocando el arpa para exaltar tu nombre, sálvame porque yo respeto tu palabra, él no dice nada de eso, ¡Oh gloria a Dios!, por eso siempre creo que David fue quien más a plenitud vivió la gracia en el tiempo del Antiguo Testamento. David dice, ¡Oh Dios, sálvame por tu nombre!, ¡Claro que sí por tu gran nombre!, ¡Sálvame!, y con tu poder defiéndeme, ¿habrá alguna circunstancia en la que Dios no nos pueda ayudar?, ¿habrá alguna crisis de la que Dios no nos pueda sacar?, ¡Oh bendito sea el nombre del Señor!, Dios es conocido como el Todopoderoso, como el Omnipotente, ¡Aleluya!, Él hizo el Universo, hizo el Cosmo y no sólo que lo hizo sino que lo sustenta, entonces no hay nada, ¡Aleluya!, imposible para Él, por eso David sabía a quién acudir en tiempo de angustia, dice, y con tu poder defiéndeme, ¡Oh Dios, oye mi oración!, a Dios le agrada que nosotros vayamos a Él en oración, ¿y cómo debe ser nuestra oración?, ya Jesús lo dijo, en una ocasión uno de los discípulos le dijo, Maestro, enséñanos a orar, y su respuesta no se hizo esperar, cuando le dijo, cuando oréis, oraréis así Padre nuestro, de modo que todas nuestras oraciones deben ir dirigidas a Dios, nuestras oraciones no pueden ir dirigidas a San Pablo, a San Mateo, a San José, a María, a Juan, no, Jesús le dijo, cuando oréis, oraréis así Padre nuestro, que todas nuestras oraciones deben ir dirigidas a nuestro Padre celestial, ¡Oh, gloria al nombre de Jesús para siempre!, y en su última parte de la oración modelo le dijo, en el nombre de Jesús, pedimos todas estas cosas en el nombre de Jesús, por razones del tiempo no podemos detallar todo el significado de esta oración modelo, pero si nos interesa que nuestras oraciones vayan dirigidas a Dios, y Dios envuelve la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¡Aleluya la divinidad!, y nuestras oraciones deben ser dirigidas al Padre en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesucristo, el único que murió en la cruz del Calvario por nuestros pecados, ¡Aleluya!, aquel que dice la palabra que está sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros, como dice el libro de los Hechos, ¡Aleluya!, no hay otro intercesor entre Dios y los hombres, solo Jesucristo, ¡Oh Dios oye mi oración!, ¡Escucha las razones de mi boca!, porque extraños se han levantado contra mí, yo no sé quienes se hayan levantado contra ti, puede ser que los enemigos que te hacen la guerra, puede que sean enemigos corporales, pero puede que sean también enemigos incorpóreos, alabado sea el nombre del Señor, la tristeza, la depresión, el desánimo, ¡Oh Aleluya!, la turbación, espíritu de las tinieblas que vienen con desánimo en la vida del ser humano, así que sean quienes sean tus enemigos, ¡Aleluya!, el Señor puede levantarse y pelear en contra de tus enemigos, ¡Aleluya!, dice porque extraños se han levantado contra mí, y hombres violentos buscan mi vida, no han puesto a Dios delante de sí, así es, el que le hace la guerra a otra persona, no tiene pendiente a Dios, y es que la imagen de Dios está en cada ser humano, y cuando le hacemos la guerra a un ser humano, es como si le hiciéramos la guerra al Padre Celestial, entonces es necesario respetar a cada persona, porque cada persona lleva en sí la imagen de Dios, dice la palabra que fuimos hechos a imagen y semejanza del Creador, y es necesario respetar la imagen de Dios que hay en cada ser, cuando menospreciamos a alguien, cuando no le damos el valor necesario a alguien, es como si se lo hiciéramos al Padre Celestial, alabado sea el nombre del Señor, dice porque extraños se han levantado contra mí, Dios no está de acuerdo que nadie le haga la guerra, que otro le haga la guerra a otro ser humano, Dios no apoya eso, Dios no está de acuerdo con eso, dice y hombres violentos buscan mi vida, hombres violentos, esos que están dispuestos a violar tus derechos, los agresivos, los iracundos, los soberbios, que se levantan para derribar a otros, dice no han puesto a Dios delante de sí, que aquí Dios es el que me ayuda, deja que Dios esté a tu lado para ayudarte, deja que el Señor esté con los que sostienen tu vida, porque el verso 5 dice, y él devolverá el mal a mis enemigos, si somos creyentes y amamos a Dios en nuestro prójimo, nunca nos alegraríamos con el mal que le acontezca a un prójimo, a otro ser humano, pero si somos testigos de que Dios se levanta a pelear a favor de los que le aman, alguien decía un día de esto, como es posible que si Dios es amor, se levante en contra de unos de manera tan terrible, y esto comentaba la gente cuando veía la novela de David, de Moisés, y yo decía, y lo grande y maravilloso es, que para contar con Dios como nuestra defensa, como nuestra ayuda, sencillamente hay que amarle, aleluya, amarle por encima de todas las cosas, inmediatamente obtendremos nosotros su respaldo, su defensa y su compañía, ¿quieres la compañía del Todopoderoso?, ¿quieres la defensa del Todopoderoso?, aleluya, ¿quiere que Dios pelee tu batalla?, ¿quiere que Dios te ayude?, comienza a amarle, dile Señor abre mi corazón a tu palabra, y ayúdame a amarte con todo mi corazón, por encima de todas las cosas, una de las actividades que nos ayudan a amar a Dios con todo el corazón, es cuando decidimos estudiar y leer su santa y bendita palabra, con un corazón humilde y dispuesto a recibir la guianza del Señor, si esto sucede Dios estará de tu parte, Dios peleará a tu favor, Dios hará la guerra a los que te persiguen, aleluya, abre tu corazón hoy a Jesús y entregale tu carga y cuenta con su ayuda, aleluya, gloria a Dios para siempre, te reto hoy a amar a Dios con todas tus fuerzas, entregarle tus batallas y tus guerras a Él. Amén. 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