Nos vamos al diĆ”logo internacional. Con Red Contacto Sur, llevamos la voz al mundo en vivo. Por Radio Ciudadana y la Red Contacto Sur. Porque otra radio es posible, la zurda presenta... Voces Andantes. El programa de Pablo Silveira Artagaveitia. Y habĆa un hombre, que era de si un pueblo, con su traje de cale, sus ojos de abuelo, un hombre salvador, un che. Nunca como ahora, la canción nacional tuvo para ustedes y para mĆ tanto y profundo significado.
Desde el hongo pintor de la patria Se levanta el clamor popular Ya se anuncia la nueva alborada Todo Chile comienza a cantar En nuestros discursos lo dijimos Somos los herederos legĆtimos De los padres de la patria Yo que soy americano No importa de quĆ© paĆs Quiero que mi continente Viva algĆŗn dĆa feliz Y juntos haremos la segunda independencia Que los paĆses cercanos De CentroamĆ©rica y Sur Por en las sombras del norte A ramalazos del sur La independencia económica de Chile Ciudadanas y ciudadanos de Santiago Trabajadores de la patria Ustedes y solo ustedes Son los triunfadores Quisiera estar en mi puerta Quisiera estar en mi puerta EsperĆ”ndote llegar Todo que vaya en Santiago Todo que vaya en Santiago Mi comienzo y mi final Septiembre, el Comando Nacional de Gremios Coordinadora de Organizaciones Patronales Lleva a una ofensiva nacional Contra el gobierno de la Unidad Popular El 4 de septiembre en todo el paĆs Se celebra el tercer aniversario Del gobierno en Santiago Alrededor de un millón de personas Desfilan por Ćŗltima vez Frente al presidente Allende El 9 de septiembre Carlos Altamirano Secretario General del Partido Socialista En Chile Llama al enfrentamiento A oponerse por todos los medios A la ofensiva golpista Descartando cualquier tipo de diĆ”logo El 10 Allende anuncia a sus ministros Y a los militares Su decisión de convocar un plebiscito Para resolver la crisis El 11 de septiembre Un golpe de Estado Termina con el Estado de Derecho en Chile Las instituciones democrĆ”ticas Son clausuradas Y reemplazadas Por una dictadura Encabezada por el oscuro Augusto Pinochet Quien crea una nueva institucionalidad Basada en la represión Y la eliminación sistemĆ”tica De sus opositores Voy a poner todas las órdenes Que se me han hecho En las redes sociales Voy a poner todas las órdenes Que se han dado por el nuevo gobierno Primero EstĆ” prohibido salir a la calle en grupo A todos los que no obedezcan Se les dispararĆ” eso Segundo No se podrĆ” salir a la calle A partir de las 3 de la tarde Tercero Los trabajadores no deben abandonar su trabajo Se castigarĆ” al que lo haga Cuarto Todos los extranjeros que estĆ©n ahĆ Y no tengan sus papeles en orden Deben presentarse en una comisarĆa Quinto No se deben hacer manifestaciones Como poner banderas en las ventanas Gritar en las calles, etc.
Sexto Prohibido portar armas de cualquier tipo SĆ©ptimo Hay que quedarse en sus casas calmados Y dejar que la aviación, marina y ejĆ©rcito Octavo Antes de las 6 de la tarde Deben estar todos los trabajadores, obreros O profesionales en sus casas Y gritar en las calles nuevamente De lo que fue Santiago ensangrentar Y en una hermosa plaza liberar Me detendrĆ© a llorar por los ausentes Yo vendrĆ© del desierto calcinante Y saldrĆ© de los bosques y los lagos Y enfocarĆ© en un cerro de Santiago A mis hermanos que murieron antes A mis hermanos asesinos Que nacerĆ” mi pueblo de su ruina Y cuadrarĆ”n su culpa los traidores El 28 de junio de maƱana En Santiago de Chile Tuve miedo Los tanques me sacaron de la cama Fui lanzado sin mĆ”s Del sueƱo al cuerpo Desde el medio del Panamericano Mientras mi compaƱero atente hablaba Por la radio Exhortando a los soldados del pueblo A resistir a la militar Nosotros los captores observĆ”bamos A los soldados traerles Y aguardĆ”bamos Cada pocos minutos La metralla de los tanques alzaba carabinas Y a cada nuevo explotó Las murallas de la moneda Mientras en la esquina del hotel Los sirines se agitaban ParecĆan responder Pueblo chileno AquĆ hay tambiĆ©n Soldados pero buenos Cuando a las once y media de ese dĆa El compaƱero presidente dijo Hay tres tanques rebeldes todavĆa Pero siento el profundo regocijo De decirles que huyen Los cantores Mis amigos poetas Los civiles Las tamaƱas del hotel Los miles de chilenos lanzados a la calle En un instante Estallamos en un ritmo Adelante compaƱeros soldados Nuestro canto Para el soldado de virguete blanco Al compaƱero valiente El pueblo lo defiende Soldado amigo El pueblo estĆ” contigo El pueblo unido no serĆ” vencido Viva Chile Lo cual Era lo mismo que decir Vivan Dios y el socialismo Vivan los niƱos y los viejos Vivan el rubio amor y los consejos Vivan el estudiante y el obrero Viva el soldado Viva el pueblo entero Que luce como un sĆmbolo En la prensa de tu nombre CompaƱeros militares Pero en septiembre 11 Estaba muerto compaƱeros El primo Allende Allende el elegante Allende el hombre El del praga del hombre salvador Allende el compaƱero presidente De los chilenos Que una vez fuera Solo abandonarĆ” mi puerto militante Con los pies por delante Y era cierto CompaƱeros Lo sacaron muerto Con 17 balas Con 17 muertes en el pecho En el alma del pueblo Con su vida sangrando Sobre el traste a la bebida Lo cual Luego dijeron Fue suicidio Para que no se diga Genocidio ĀæQuiĆ©n va a llorar Allende? Quien se sepa Que el pueblo era su roja camiseta Que su cuerpo fue pasto de la silla Porque era sangre de la mayorĆa ĀæQuiĆ©n llorarĆ” tan solamente? Sepan Sus asesinos Que seremos puros En el puƱo del pueblo Que no lo juro Su nombre salvador SerĆ” trozado como fuego en incendio Como llama el amor combatiente Y el soldado Que haya visto sangrando su costado Sepa que Allende El pueblo lo defiende SĆ Y no solo de Chile Sino AmĆ©rica morena Malherida pero inmortal Cual bestia de Luriana Se alzarĆ” militante Y que lograrĆ” InĆŗtilmente Nuestro dolor Juramos Resucitarte Todos tus hermanos Que no serĆ” lo mismo Luchar sin ti Por nuestro nacionalismo Pero con el puƱo del alto Prometemos Que habrĆ” tanques Callones y fusiles Soldados y civiles CompaƱeros Levantando en tu nombre Al pueblo entero Como roja subiente Salud Querido hermano presidente Un niƱo jugarĆ” En una alameda Y cantarĆ” Con sus amigos Nuevos Y ese canto SerĆ” el canto Del suelo A una vida cegada En la moneda Solo me cabe decirle A los trabajadores Yo no voy a renunciar Colocado en un trĆ”nsito Histórico PagarĆ© con mi vida La lealtad del pueblo 1973 Santiago de Chile La reconquista de Chile Una gran nube negra Se eleva desde El palacio en llamas El presidente Allende Muere en su sitio Los militares matan De a miles por todo Chile El registro civil No anota las defunciones Porque no caben En los libros Pero el general Tomaso Paso Santander Afirma Que las vĆctimas No suman mĆ”s Que el 0 0,1% De la población Lo que no es Un alto costo social Y el director de la CIA William Colby Explica en Washington Que gracias A sus fusilamientos Chile estĆ” evitando Una guerra civil La seƱora Pinochet Declara Que el llanto De las madres RelimitarĆ” el paĆs Me mandaron Una carta Por el correo Temprano En esa carta Me dicen Que cayó preso Mi hermano Y sin lĆ”stima Con grillo Por la calle Lo arrastraron SĆ La carta dice El motivo Que cometió Roberto Haber apoyado El paro Que ya se habĆa Resuelto Si acaso Esto es un motivo Presa tambiĆ©n Voy sargento Si acaso Esto es un motivo Presa tambiĆ©n Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Voy sargento Y se llenó de Chile Este paĆs que es nuestro Yo sĆ© que estĆ”s peleando Che Salvador eterno Y se llenó de Chile Ese paĆs que es nuestro Yo sĆ© que estĆ”s peleando Che Salvador eterno No, no, no No son campanas No, no No son de muerte Que son de vida Son todo un pueblo De compaƱeros Todos armados Cientos de miles Porto Chile Si, si, si Que son obreros Si, si Son campesinos Son los mineros Los estudiantes Tomando tierra Como bandera Cientos de miles Por todo Chile No, no, no Nadie te olvida No, no Manuel RodrĆguez De tu silencio Nacen violetas Se abren caminos Y crecen niƱos Cientos de miles Por todo Chile Si, si, si El cobre es nuestro Si, si, si Pero no basta Queremos todo Lo siempre ajeno Lo nunca nuestro Lo tomaremos Cientos de miles Por todo Chile No, no, no Manos vacĆas No, no, no Si nos preguntan Contestaremos Con el arado Con el martillo Y el guerrillero Cientos de miles Por todo Chile Si, si, si Con alegrĆa Si, si, si Haremos nuestra La cordillera La patria toda Su ancha ternura Su fuerza larga Cientos de miles Por todo Chile Cientos de miles Por todo Chile Todos armados Por todo Chile Cientos de miles Por todo Chile Estamos teniendo este punto de encuentro Con Salvador Allende Y yo tengo por aquĆ algo que Pablo Pablo Neruda, poeta de Isla Negra Escribió acerca de Allende Y que quiero compartirlo con ustedes Nos dice Pablo Neruda Allende era un gobernante que consultaba todas sus medidas Fue el antidictador El demócrata principista EstĆ” en los detalles Le tocó un paĆs que ya no era el pueblo visoƱo De Balmaceda Encontró una clase obrera poderosa Que sabĆa de quĆ© se trataba Allende era dirigente colectivo Un hombre que sin salir de las clases populares Era un producto de la lucha de esas clases Contra el estancamiento Y la corrupción de sus explotadores Por tales causas y razones La obra de que realizó en tan corto tiempo Es superior a la de Balmaceda MĆ”s aĆŗn es la mĆ”s importante En la historia de Chile Solo la nacionalización del cobre Fue una empresa titĆ”nica Y muchos objetivos mĆ”s se cumplieron Bajo su gobierno de esencia colectiva Las obras y los hechos de Allende De imborrable valor racional Enfurecieron a los enemigos De nuestra liberación El simbolismo trĆ”gico de esta crisis Se revela en el bombardeo Del palacio de gobierno Uno evoca la Witzkrieg De la aviación nazi Contra indefensas ciudades extranjeras EspaƱolas, inglesas, rusas Ahora sucedĆa el mismo crimen en Chile Pilotos chilenos atacaban En picada el palacio Durante siglos fue el centro De la vida civil del paĆs Porque el pueblo siempre vuelve Siempre estĆ” Acción y palabra Que resucita Mil veces Cuando cien veces Lo matan Muere uno Mueren diez Mueren cien Mil se levantan ĀæSe puede acaso clavar El viento en una montaƱa? Y el pueblo es viento Y es sol Es rĆo Y volcĆ”n Que estalla No le sirve NingĆŗn fredo No cabe En ninguna saula Los que invocan Con cinismo a Dios Los que invocan Con cinismo a Dios A la democracia Los que hablan De la cultura occidental Y cristiana Son los mismos Que en AmĆ©rica Graban su sangrienta Guerra Contando Con los cipayos Miserables que se arrastran Pero hay quienes No se alquilan No se venden No se arrastran Los pueblos Deforjan siempre La epopeya libertaria Y ya podrĆ”n Esos pueblos Recuperar nuestras patrias Aplastando la cabeza Aplastando la cabeza De las torpes Alemania Escribo, dice Pablo Neruda Estas rĆ”pidas lĆneas para mis memorias A sólo tres dĆas de los hechos Incalificables Que llevaron a la muerte de mi gran compaƱero El presidente Allende Su asesinato se mantuvo en silencio Fue enterrado secretamente Sólo a su viuda Le fue permitido acompaƱar Aquel inmortal cadĆ”ver La versión de los agresores Es que halaron su cuerpo inerte Con muestras de visible suicidio La versión que ha sido publicada en el extranjero es diferente A renglón Seguido del bombardeo aĆ©reo Entraron en acción los tanques Muchos tanques Para luchar intrĆ©pidamente Contra un solo hombre El presidente de la RepĆŗblica de Chile Salvador Allende Que los esperaba en su gabinete Sin mĆ”s compaƱĆa que su corazón El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile El presidente de la RepĆŗblica de Chile Matar la guerra es matar la guerra TenĆan que aprovechar una ocasión tan bella HabĆa que ametrallarlo porque nunca renunciarĆa a su cargo Aquel cuerpo fue enterrado secretamente en un sitio cualquiera Aquel cadĆ”ver que marchó a la sepultura acompaƱado por una sola mujer Que llevaba en sĆ misma todo el dolor del mundo Aquella gloriosa figura muerta iba acribillada y despegazada Por las balas de las metralletas de los soldados de Chile Que otra vez habĆan traicionado a Chile Pablo Neruda, recordando a Salvador Allende Porque aĆŗn seguimos respirando futuro Una historia cuenta el viento de amor, lucha y agonĆa De un pueblo que florecĆa conquistando el nuevo tiempo Y el hombre de cada dĆa trabajando la esperanza Con la canción en los labios su futuro construĆa El canto se hizo silencio, mil manos quedaron frĆas Cayó violenta la noche sobre miradas vacĆas Y el hombre que caminaba entre banderas floridas Quedó mirando sin ver como su tierra morĆa Cayó violenta la noche, en Chile sangra una herida Se ofende toda la tierra de ver este pueblo herido Millones piden castigo para extrajeros, serpienas Y el Chile que lucha unido por alumbrar el maƱana SabrĆ” imponer la justicia de los puƱos contenidos Y de banderas de pobre se llenarĆ”n los caminos RenacerĆ”n con la patria el canto de los martillos Y el compaƱero caĆdo, muerto por cuatro asesinos VerĆ” por las alamedas marcharĆ”n los oprimidos Y de banderas de pobre se llenarĆ”n los caminos Yo tengo por aquĆ un artĆculo escrito por Gabriel GarcĆa MĆ”rquez que se llama La verdadera muerte de un presidente que quiero compartirlo con ustedes junto a la querida voz de Pablo Milanes DispararĆ© de las primeras balas, mĆ”s temprano que tarde sin reposo RecordarĆ© en los libros las canciones, de quemar las manos de asesinos RenacerĆ”n mi pueblo de su ruina, y pagarĆ”n su culpa los traidores A la hora de la batalla final con el paĆs a merced de las fuerzas desencadenadas de la subversión Salvador Allende continuó aferrado a la legalidad La contradicción mĆ”s dramĆ”tica de su vida fue ser al mismo tiempo enemigo congĆ©nito de la violencia y revolucionario apasionado Y Ć©l creĆa haberla resuelto con la hipótesis de que las condiciones de Chile permitĆan una evolución pacĆfica hacia el socialismo dentro de la legalidad burguesa La experiencia le enseñó demasiado tarde que no se puede cambiar un sistema desde el gobierno sino desde el poder Esa comprobación tardĆa debió ser la fuerza que lo impulsó a resistir hasta la muerte en los escombros en llamas de una casa que ni siquiera era la suya Una mansión sombrĆa que un arquitecto italiano construyó para fĆ”brica de dinero y terminó convertida en el refugio de un presidente sin poder Resistió durante seis horas con una metralleta que le habĆa regalado Fidel Castro que fue la primer arma de fuego que Salvador Allende disparó jamĆ”s El periodista Augusto Olivares que resistió a su lado hasta el final fue herido varias veces y murió desangrĆ”ndose en la asistencia pĆŗblica Hacia las cuatro de la tarde el general de división Javier Palacios logró llegar hasta el segundo piso con su ayudante el capitĆ”n Gallardo y un grupo de oficiares AllĆ, entre las falsas poltronas Luis XV y los floreros de dragones chinos de los cuadros de rugendas del Salón Rojo, Salvador Allende los estaba esperando Llevaba en la cabeza un casco de minero y estaba en mangas de camisa sin corbata y con la ropa sucia de sangre Me encuentro tan lejos esperando una noticia me viene a decir la carta que en mi patria no hay justicia Para matar al hombre de la paz, para golpear su frente limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en pesadillas Para vencer al hombre de la paz tuvieron que congregar todos los podios ademĆ”s los aviones y los tanques De tu gesto generoso, saldrĆ” mĆ”s alto y glorioso tu Chile, mucho mejor Para abatir al hombre de la paz tuvieron que bombardearlo, hacerlo llama porque el hombre de la paz era una fortaleza Para matar al hombre de la paz tuvieron que desatar la guerra turbia Para vencer al hombre de la paz y acallar su voz modesta y taladrante tuvieron que empujar el terror hasta el abismo y matar mĆ”s para seguir matando Para abatir al hombre de la paz tuvieron que asesinarlo muchas veces porque el hombre de la paz era una fortaleza Para matar al hombre de la paz tuvieron que imaginar que era una tropa, una armada una hueste, una brigada, tuvieron que creer que era otro ejĆ©rcito pero el hombre de la paz era tan solo un pueblo y tenĆan en sus manos un fusil y un mandato y eran necesarios mĆ”s tanques, mĆ”s rencores, mĆ”s bombas, mĆ”s aviones, mĆ”s oprobios porque el hombre de la paz era una fortaleza Para matar al hombre de la paz, para golpear su frente limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en pesadilla Para vencer al hombre de la paz tuvieron que afiliarse siempre a la muerte matar y matar mĆ”s para seguir matando y condenarse a la blindada soledad Para matar al hombre que era un pueblo tuvieron que quedarse sin el pueblo Mario Benedetti La bandera saltende delgada tierra chilena que nos duele Los aƱos no borroƱan la luz de aquel pueblo alegre de bandera Porque vuelve, siempre vuelve, porque vuelve, siempre vuelve Y recordamos su lucha y por el aire aparece la canción de Vitor Jara La canción de un presidente Que vivĆa allĆ” cuando hubo un presidente como murió Salvador Allende El buen dolor con el gato y el corazón con la piel que surgió el ejemplo Salvador Allende Y nos dice Salvador, y nos dice Salvador Allende desde La Moneda En nombre de los mĆ”s sagrados intereses del pueblo, en nombre de la patria los llamo a ustedes para decirles que tengan fe La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen Esta es una etapa que serĆ” superada, este es un momento duro y difĆcil Es posible que nos aplasten, pero el maƱana serĆ” del pueblo SerĆ” de los trabajadores, la humanidad avanza para la conquista de una vida mejor Ay Salvador Allende, Salvador De tu gĆ©nero generoso, saldrĆ” matando al glorioso Un cinemuchio mejor La patria PagarĆ© con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta patria CaerĆ” un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos Faltando su palabra, roto la doctrina de las fuerzas armadas El pueblo debe estar alerte y vigilante, no debe dejarse provocar ni debe dejarse masacrar Pero tambiĆ©n debe defender sus conquistas, debe defender el derecho a construir con su fuerza una vida digna y mejor Ay donde llegas tu Y donde todo comienza Canto que has sido valiente Siempre serĆ” canción nueva Siempre serĆ” canción nueva Siempre serĆ” canción nueva Me dirijo a ustedes, dice Salvador, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra A la campesina que creyó en nosotros A la obrera que trabajó mĆ”s, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niƱos Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales Colegios de clase que defendieron tambiĆ©n las ventajas de una sociedad capitalista Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegrĆa y su espĆritu a lucha Me dirijo al hombre de Chile No, no, no, no son campanas No, no, no son de muerte, que son de vida Son todos pueblos de compaƱeros, todos hermanos Y en todo Nile, por todo Chile Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serĆ”n perseguidos Porque en nuestro paĆs el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente En los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vĆas fĆ©rreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos Frente al silencio de quienes tenĆan la obligación de proceder Estaban comprometidos, la historia lo juzgarĆ” Seguramente Radio Magallanes dice, Salvador Allende, serĆ” callada y el metal tranquilo de mi voz no llegarĆ” a ustedes No importa, la seguirĆ”n oyendo, siempre estarĆ© junto a ustedes Por lo menos mi recuerdo serĆ” el de un hombre digno que fue leal con la patria El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino Va a ser breve un tarde sin reposo RetornarĆ© en los libros las canciones He quemado las manos de asesinas RenacerĆ”n mi pueblo de su ruina Y pagarĆ”n su culpa los traidores El niƱo jugarĆ” con alabejas Y cantarĆ” con sus amigos nuevos Ese canto serĆ” el canto del suelo A una vida cegada en una moneda Yo pisarĆ© las calles nuevamente de lo que fue Santiago en sangre Sigan ustedes sabiendo que mucho mĆ”s temprano que tarde De nuevo se abrirĆ”n las grandes alamedas Por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor Yo les digo sedes compaƱeros CompaƱeros de tantos aƱos Pero sigo con calma Con absoluta tranquilidad Yo no tengo pasta de apóstol Ni tengo pasta de mentĆa No tengo condiciones de mar No tengo condiciones de mar No tengo condiciones de mar No tengo condiciones de mar No tengo condiciones de mar No tengo condiciones de mar Y que los pagas no hagas guerrera o heras Cuando cumple el marcado y el pueblo le diera En las voces andantes de hoy compartĆ fragmento del discurso de asunción del presidente Salvador Allende en el aƱo 1970.
TambiĆ©n sus Ćŗltimas palabras el 11 de septiembre de 1973 desde el Palacio de la Moneda que fueron retransmitidas por Radio Magallanes de Chile. CompartĆ diversas piezas sonoras. Inti-Limani, la segunda independencia de VĆctor Lima. Lo sucarĆ” ni toda la tierra entera. Larvano A. Carrero, ocho letras. Y por todo Chile. Pablo MilanĆ©s, yo pisarĆ© las calles nuevamente. Alfredo Zitarrosa, desde un ensayo de un poema de su autorĆa dedicado a Salvador Allende. Escuchamos dos textos leĆdos por Eduardo Galeano de su obra Memoria del Fuego.
La Casa de Allende y la Reconquista de Chile. CompartĆ tambiĆ©n CompaƱero Presidente por Ćngel Parra. Che Salvador de CĆ©sar Isela a Salvador Allende en su combate por la vida de Soledad Bravo. Elegida por Salvador Allende de Carlos Puebla. Por todo Chile de Daniel Biglietti. Chile herido y vuelvo por el grupo Inti-Limani. De Mario Benedetti compartĆ su poema Allende. CompartĆ tambiĆ©n las crónicas de Pablo Neruda y Gabriel GarcĆa MĆ”rquez referidas a la caĆda de Allende y el golpe de Estado en Chile.
La canción de Carlos Benavides Allende Chile de Washington y Carlos Benavides. Manifiesto en la voz de VĆctor Jara. La patria fusilada en la voz del payador Carlos Molina. La carta por QuilapayĆŗn y por su autora Violeta Parra. El pueblo unido jamĆ”s serĆ” vencido de Sergio Ortega en las voces del histórico grupo QuilapayĆŗn. TambiĆ©n compartĆ la recreación del diario de la niƱa chilena Francisca MĆ”rquez de 13 aƱos que inspirada en el diario de Ana Frank relató los primeros momentos del golpe de Estado en Chile.
Algunos audios de la pieza radiofónica Los Mil Sonidos del Golpe, coproducido por el Centro de Producciones Radiofónicas de Argentina, Eco, Educación y Comunicaciones de Chile y la Radio Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile. Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el diario de la niƱa chilena Francisca MĆ”rquez de 13 aƱos que inspirada en el diario de Ana Frank relató los primeros momentos del golpe de Estado en Chile de manera escrita. Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el director Pablo León musicalizado en las voces por mĆŗsicos y actores chilenos como Manuel GarcĆa Chinoy, Javier Aparra, Lulo Lewayork, Ana Tijoux y Denis MalebrĆ”n Soto.
Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el director Pablo León musicalizado en las voces por mĆŗsicos y actores chilenos como Manuel GarcĆa Chinoy, Javier Aparra, Lulo Lewayork, Ana Tijoux y Denis MalebrĆ”n Soto. Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el director Pablo León musicalizado en las voces por mĆŗsicos y actores chilenos como Manuel GarcĆa Chinoy, Javier Aparra, Lulo Lewayork, Ana Tijoux y Denis MalebrĆ”n Soto. Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el director Pablo León musicalizado en las voces por mĆŗsicos y actores chilenos como Manuel GarcĆa Chinoy, Javier Aparra, Lulo Lewayork, Ana Tijoux y Denis MalebrĆ”n Soto.
Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el director Pablo León musicalizado en las voces por mĆŗsicos y actores chilenos como Manuel GarcĆa Chinoy, Javier Aparra, Lulo Lewayork, Ana Tijoux y Denis MalebrĆ”n Soto. Hacia el final compartĆ el discurso de Allende realizado por el director Pablo León musicalizado en las voces por mĆŗsicos y actores chilenos como Manuel GarcĆa Chinoy, Javier Aparra, Lulo Lewayork, Ana Tijoux y Denis MalebrĆ”n Soto. Millones ya imponen la verdad, de atleros hoy Allende batalló, sus manos van llevando la justicia y la razón.
Son mujeres, con fuego y con valor, que alcanzan aquĆ junto al trabajador. Y ahora el pueblo que se alza en la lucha, con voz de gigante gritando adelante, del pueblo unido jamĆ”s serĆ” vencido. Del pueblo unido jamĆ”s serĆ” vencido. Hasta la próxima semana aquĆ en La Zurda con Voces Andantes. La Zurda, tu radio compaƱera, presentó Voces Andantes El programa de Pablo Silveira Artagabetia SubtĆtulos realizados por la comunidad de Amara.org