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Día 125-Diario Espiritual del Sábado 04 de Mayo 2024-Basado en los Salmos 1-2, 15, 22-24, 47, 68

Día 125-Diario Espiritual del Sábado 04 de Mayo 2024-Basado en los Salmos 1-2, 15, 22-24, 47, 68

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The speaker discusses a spiritual theory based on various passages from the book of Psalms. They highlight the importance of not following the advice of the wicked, practicing righteousness, and meditating on God's law. They also emphasize the need for a pure heart and clean hands in order to dwell in God's sanctuary. The speaker concludes by praying for God's guidance, protection, and strength, acknowledging Him as their Lord and Savior. Día 125, Teoría Espiritual del sábado 4 de mayo del año 2024, basada en los Salmos 1, 2, 15, 22-24, 47 y 68. Los pasajes que me dan atención son los siguientes. Salmos 1, 1 y 2, dice así, Dichoso es quien no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores, ni se siente en la reunión de los burladores, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Salmos capítulo 15, versículos 1 y 2 ¿Quién, Señor, puede habitar en tu santuario? ¿Qué puede vivir en tu santo monte? Sólo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad. Salmos 23, 1 al 3 El Señor es mi pastor. Nada me falta. En verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce. Me enfunden nuevas fuerzas. Salmos 24, versículos 3 y 4 ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ir de los vanos ni jura por dioses falsos. Salmos 68, 19 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Meditando en Salmos capítulo 1, versículos 1 al 2 Dios el Señor dice y quiere que no siga el consejo de los malvados, ni me detenga en la senda de los pecadores, ni me sienta en la reunión de los burladores, sino que en su ley me deleite, y día y noche medita en ella, para que sea dichoso, para que sea feliz. Meditando en Salmos capítulo 15, versículos 1 al 2 Dios el Señor dice y quiere que sea de conducta intachable, que practique la justicia y de corazón diga la verdad, para que pueda habitar en su santuario, para que pueda vivir en su santo monte. Meditando en Salmos capítulo 23, versículos 1 al 3 Dios el Señor dice que si Él es mi pastor, nada me falta, que en verdes pastos me hace descansar, que junto a tranquilas aguas me conduce y me enfunde nuevas fuerzas. Meditando en Salmos capítulo 24, versículos 3 al 4 Dios el Señor dice y quiere que sea de manos limpias y corazón puro, que no adore ídolos vanos ni jure aporteses falsos, para que pueda subir a su monte y pueda estar en su lugar santo. Meditando en Salmos capítulo 68, versículo 19 Dios el Señor dice y quiere que le bendiga, porque Él, nuestro Dios y Salvador, día tras día sólo lleva nuestras cargas. Las emisoraciones basadas en los Salmos capítulo 1, versículo 1 al 2, capítulo 15, versículo 1 al 2, capítulo 23, versículo 1 al 3, capítulo 24, versículo 3 al 4 y capítulo 68, versículo 19 son, Padre nuestro que estás en los cielos, hoy me dispongo, ayúdame a no seguir el consejo de los malvados, ni a detenerme en la senda de los pecadores, ni a sentarme en la reunión con los burladores, sino, Padre, que en tu ley me deleite y día y noche medite en ella, para que sea dichoso, para que sea feliz. Padre justo que me dispongo, ayúdame a que mi conducta sea intachable, que practique la justicia y de corazón diga la verdad, para que pueda habitar en tu santuario, para que pueda vivir en tu santo monte. Padre bondadoso, te ruego que tú siempre seas mi pastor, para que nada me falte, hazme descansar en verdes pastos, condúceme junto a tranquilas aguas e infúndeme nuevas fuerzas. Padre Dios santo, hoy me dispongo, ayúdame a tener manos limpias y corazón limpio, a no adorar ídolos ni jurar por dioses falsos, para poder subir a tu monte y poder estar en tu lugar santo. Padre eterno, hoy te bendigo, porque tú eres mi Señor, mi Dios y Salvador, y porque día tras día sobrellevas mis cargas. Todo eso te lo pido una vez más, Padre, y una vez más te ruego que lo quieras hacer, porque te lo pido conforme a tu palabra, te lo pido creyendo que tienes el poder para hacerlo, y te lo pido en el santo y poderoso nombre de tu amado Hijo Cristo Jesús, mi Señor, mi Rey, mi Dios y Salvador, que así sea, amén y amén.

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