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Hasta que el dia sea perfecto - Serie Pentagrama de Gloria 2

Hasta que el dia sea perfecto - Serie Pentagrama de Gloria 2

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Ministerio radial y podcast: Hasta que el día sea perfecto hoy con su serie Pentagrama de Gloria. Este ministerio usa los servicios de ⁠www.radio.tierrademilagros.org ⁠como distintas plataformas de podcast. Invita a otros a escuchar la interesante y bendecida entrega con canciones de la década de los ’60 y 80. Nuestros invitados especiales por el mes de marzo serán: Manuel Bonilla, Santiago Stevenson, Las hermanas María y Martha y la serie Un mensaje a la conciencia. R. Nisbett, Jr.

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hasta que el día sea perfecto. Quiero hablarte de mi buen Señor, que mi vida toda transformó, mis pecados todo se quitó y mi alma redimió. En mi ser un canto nuevo hay, porque Cristo me salvó. Y ahora canto aleluya, Él me redimió. Es la estrella del amanecer, es la roca de la eternidad, es el agua viva que mi ser quiere beber. El camino de la salvación, es la puerta a la eternidad, es el irio de los falleces y mi amigo fiel. Y ahora canto aleluya, canto siempre aleluya, ahora canto aleluya a mi salvador. Es la estrella del amanecer, es la roca de la eternidad, es el agua viva que mi ser quiere beber. El camino de la salvación, es la puerta a la eternidad, es el irio de los falleces y mi amigo fiel. Y ahora canto aleluya a mi salvador. Hola, hola, Dios la bendiga, muy buenos días a usted, a pesar de eso quizás debería yo decir muy buenas noches. Yo soy su hermano Reinaldo Nisbe, quien conduce y produce este ministerio radial y podcast hasta que el día sea perfecto. Para nosotros es un alto privilegio, es una bendición, es un gozo saber que usted está justamente ahí donde usted está, escuchando este ministerio, y en entender que usted ha invitado a otros, inclusive ha despertado a otros, ha motivado a otros para que nos escuchen, eso nosotros tenemos que agradecerlo una y mil veces más a través de este medio. Ustedes saben, en caso de que, bueno, ya nos está escuchando, pero que quizás necesita un recordatorio, o que quizás nos está escuchando por primera vez a través de radio.tierrademilagros.org, o quizás nos escucha a través de nuestro podcast, o quien sabe si nos está escuchando a través de uno de los audios que nosotros mandamos a los solicitantes, y que esa persona se lo mandó a usted entonces. Y ahora canto aleluya, él me rendimió. Es la estrella del amanecer, es la roca de la eternidad, es el agua viva que mi ser quiere beber. La programación Hasta que el día sea perfecto tiene varias series. Dios nos ha dado la bendición, el privilegio de hacerlo, junto lógicamente a nuestros colaboradores. Esta de hoy, o este contenido de hoy, esta serie de hoy, le hemos llamado, y ya tenemos algunos años en esto, Pentagrama de Gloria. Pentagrama de Gloria, si algo busca, es rescatar, si lo queremos decir así, traer a memoria, canciones, voces, instrumentación, que nosotros lo tenemos en el olvido en algunos de los casos, eso es lo que hace Pentagrama de Gloria. Así es que preste atención a cada una de las canciones, preste atención a las reflexiones que usted y yo estaremos escuchando, y sé que será grato, y sé, lo digo puntualmente, que será de bendición para usted y para los que usted le sugiera escuchar la programación de hoy. Yo soy su hermano Reinaldo Nisbet Jr., quien conduce, produce ese ministerio Hasta que el día sea perfecto, y créame, que hicimos, hacemos y seguiremos haciendo todo lo posible de que nosotros tengamos una programación con un alto contenido profesional, porque hemos creído que sus oídos son altamente demandantes. Pero también usted tiene un compromiso con nosotros, usted tiene una obligación, permítame ser tajante, un deber hacia nosotros, y es orar por nosotros y cada uno de los que aquí participan. Aleluya Canto siempre Aleluya Ahora canto Aleluya A mi Salvador Es la estrella del amanecer Hola, soy su hermano Israel Bautista, colaborador del ministerio Hasta que el día sea perfecto, por nuestro hermano Reinaldo Nisbet Invito a usted y a los suyos que viajemos al pasado recordando esta producción del año 1971 Juntos escuchemos un himno al corazón con Manuel Bonilla y un mensaje a la conciencia con el hermano Pablo Tuven regresaba a su casa con un corazón muy pesado Cada vuelta de las ruedas del tren parecían decirle ¡Es por demás, es por demás, es por demás! Ya tenía ocho años de no ver a sus padres Había salido de la casa violentamente y en sus aventuras había tenido varios encuentros con Aleh La última de estas había dejado por saldo su encarcelamiento Cuando salía de la cárcel escribió a sus padres que quería regresar al hogar pero esto si ellos le perdonaban Había un árbol de cerezos en el patio de la casa y el tren pasaba cerca a ese árbol El joven había dicho en su carta Si al pasar por la casa veo un lienzo blanco pendiente del árbol de cerezos sabré que me han perdonado Bajaré del tren en la siguiente parada De otro modo seguiré rumbo a no sé dónde Mientras el tren se acercaba a la casa su preocupación se tornó en agonía No pudiendo ya aguantar la inquietud Le contó al compañero de asiento su problema y le dijo Por favor señor ya estamos acercándonos Sería para mí mucho desengaño al no ver el lienzo mire usted mire y dígame si lo ve Al paso de unos cuatro kilómetros el amigo le dijo Si lo veo Si lo veo Esto animó al joven y cuando asomó su rostro a la ventana no vio un lienzo sobre el árbol vio docenas de lienzos que cubrían por completo el árbol de cerezo el perdón era sin medida ¿Qué tal le gustaría saber mi amigo? Que no tiene cuentas pendientes con nadie que está completamente solvente ¿Acaso no le produciría esto un aire de profunda exuberación? Pues mucho más pesada mi amigo es la carga de pecados que llevamos y lo desesperante de esto es que por más penitencias que hagamos no encontramos sosiego es porque nuestra deuda de pecado es con Dios y dígame amigo ¿Con qué cosa? ¿Con qué acción podremos pagarle a Dios? No podemos pero no por eso debemos de creernos perdidos dígame usted ¿Con qué cosa? ¿O con qué acción pudiera el joven de nuestra historia haber comprado el perdón de sus padres? Usted bien lo sabe el perdón no se compra no podemos ganarnos el perdón divino pero sí podemos aceptarlo como un favor inmerecido de Dios San Pablo fue el que dijo oígalo mi amigo por gracias sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros mismos pues es un don de Dios no por obras para que ninguno se gloríe amigo por gracias somos salvos el cerezo está lleno de mantos el perdón de Dios es sin medida para el que le busca venga hoy a Cristo Oh prodigo vuelve no sigas barrando en esos placeres del mundo traidor medita en que otros se encuentran gozando de las bendiciones del padre de amor medita en que otros se encuentran gozando de las bendiciones del padre de amor tu grande herencia estás defraudando pobreza te espera tristeza y dolor regresa que el padre te está esperando te está ofreciendo vestido mejor regresa que el padre te está esperando te está ofreciendo vestido mejor el padre te ofrece lugar más hermoso en bellas mansiones gloriosas sin par cumplido en el padre será el gran gozo por su hijo perdido que al fin pudo hallar cumplido en el padre será el gran gozo por su hijo perdido que al fin pudo hallar creí comprender lo que me decía, pero quería oírlo otra vez de sus propios labios. ¿Qué quiere decir?, le pregunté. Aquí, me dijo, aquí vine a encontrar la satisfacción verdadera que por tantos años busqué. Tuve que llegar a la cárcel para encontrar esto, pero no cambiaría esta experiencia por nada en la vida. ¿Qué bien puede venirle de la cárcel?, le pregunté. Quizá no me entiende, don Pablo me contestó. Estando aquí, acepté a Cristo en mi corazón y me siento como un pájaro desenjaulado. Por otro lado, amigo, no hace mucho que se me acercó un joven quien en sollozos y llantos me dijo, hermano Pablo, ¿qué puedo hacer? Yo no quiero seguir este camino que llevo. Tengo a mi esposa y a dos lindas criaturas, pero usted ve, el alcohol me tiene esclavizado. Por favor, hermano Pablo, ayúdeme. Él no estaba en una cárcel, pero el vicio le era mil veces más prisión de lo que podían ser las cuatro paredes de cualquier cárcel. Jesús claramente lo dijo. En verdad os digo que el que comete pecado es siervo del pecado. Y San Juan nos afirma, el que dice que no ha pecado hace a Dios mentiroso. Y San Pablo añade, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. ¿Qué esperanza tenemos? Parece que la única diferencia entre el bueno y el malo es disciplina. El bueno ha sabido refrenarse, pero el impulso hacia el mal es el mismo en todos. Somos muchos los que unimos nuestra voz a la de San Pablo cuando él dijo, desdichado de mí, ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte? ¿Quiere mi amigo la respuesta? ¿Quiere tal cual el joven borracho que solicitaba mi ayuda ser libertado de las cadenas del pecado? Voy otra vez a lo que el Señor dijo. El que comete pecado es siervo del pecado. Pero él añadió refiriéndose a sí mismo, si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. En la calle y libres, en la casa y libres, en el trabajo y libres, y no solamente libres de alguna cárcel, sino libres del pecado. Porque como Jesús dijo, a quien el hijo libertare, será verdaderamente libre. Jesús, amigo, quiere libertarle de la esclavitud del pecado. Venga a él. Esclavo era yo sin esperanza, esclavo y condenado a morir. Pero Cristo pagó esa deuda que yo tenía y no podía cumplir. Ahora canto porque libre soy y yo sé que Jesús, quien me dio la libertad, no, no, no, no me deja caer de los brazos de él, pues me ama y me guarda y me hereda. Era triste esa vida de pecado, desprecios y engaños por doquier, sufrimientos a mil sin por qué en un vivir, pero Cristo de ese mal sacó mi ser. Ahora canto porque libre soy y yo sé que Jesús, quien me dio la libertad, no, no, no, no me deja caer de los brazos de él, pues me guarda y me ama y me hereda. Aunque para ti, amigo mío, parezca no haber un vislumbrado, Cristo vino y murió por nosotros se dio. Acepta como yo este cantar. Ahora canto porque libre soy y yo sé que Jesús, quien me dio la libertad, no, no, no, no me deja caer de los brazos de él, pues me guarda y me ama y me hereda. Hasta que el día sea perfecto por nuestro hermano Reinaldo Nisbe. CANTO POR EL ESPÍRITU SINFÓNICA CANTO POR EL ESPÍRITU SINFÓNICA Es Cristo mi Toro, el Sombra y el Luz, el vino a salvarme, mi Amante Jesús. No tengo temores, pues conmigo está, mi tierno Pastor, y me cuidará. CANTO POR EL ESPÍRITU SINFÓNICA Digno eres, oh Cristo, el Todo, mi Amor, así yo me entero y te doy honor. Oh, guárdame Cristo, en ti confiaré. Refugio tú eres, tu siervo seré. Refugio tú eres, tu siervo seré. CANTO POR EL ESPÍRITU SINFÓNICA Es gratificante para el Ministerio Radial Cristiano hasta que el día sea perfecto, expresar nuestro reconocimiento al equipo pastoral y a la congregación en general, por el valioso respaldo ofrecido en relación a la difusión de la serie, la Biblia, el Líder y la posible restauración después de una caída. CANTO POR EL ESPÍRITU SINFÓNICA Es nuestro anhelo que dicha serie haya proporcionado las herramientas necesarias para fortalecer y equipar con solidez a los variados ministerios existentes en nuestra comunidad de fe. Agradecemos de manera sincera su compromiso y apoyo. Seguimos trabajando con vigor para lanzar nuevos recursos que potencien el crecimiento espiritual y el afianciamiento en la Palabra de Dios. Próximamente, recorporaremos nuestra serie originales como Líderes en la Mesa del Alfarero, Casos y Cosas y Cositas debajo de las Sábanas, Ahora es la Hora, Pentagrama de Gloria, El Líder Cristiano y el Sexo y muchas otras de gran relevancia para la formación y edificación espiritual, emocional y familiar. Su hermano Reynaldo Nisbet, director junto a ustedes y colaboradores, hoy decimos Hasta aquí nos ayudó Jehová. Síganos por Radio.TierraDeMilagros.org y por las distintas plataformas de podcast. Dios es el Líder. Y mi plegaria se rifo a ti, a mi confianza te debo pedir que por tu gracia podré recibir la tierra amor que puyo aquí y allá contigo iré a vivir. La, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, Sin Cristo perdido estuviera, sin Cristo que fuera de mí, sin Él yo por siempre vagará como barco sin vela en el mar. Cristo, oh Cristo, ¿reconoces a Él o le rechazas hoy? Cristo, oh Cristo, sin mi Cristo qué triste es vivir. Sin Cristo mi alma perdida, sin Cristo vagará en error, sin Él no tuviera consuelo, más por gracia Él ya me salvó. Cristo, oh Cristo, ¿reconoces a Él o le rechazas hoy? Cristo, oh Cristo, sin mi Cristo qué triste es vivir. No quiero ir en ejemplo, y vino vuelvo. Señor, Tú eres luz en mi camino, Tú curas mi dolor y mi aflicción, en Ti está seguro mi destino, y con Tu muerte en cruz seguro está mi salvación. La senda de la luz me ha acercado a Dios, aunque por veces ya pasé andando con Jesús, viviendo en la luz, su gozo así alcanzaré. No lo que quiera ser, ni donde quiera ir, pues quien soy yo que debo ser. Has oído, Señor, mis oraciones, por venturas oído mi clamor, pues derrama Tus ricas flores, sabe fe y alegría, oh Señor. No pretendo riqueza con tonillas o a los bienes terrenos que se van, quiero así que me des la Biblia, así como le dice a San Juan. Oigamos un testimonio desde un rincón del mundo. Dios te bendiga mucho, Junior. Tú sabes, he escuchado el programa varias veces, y lo he compartido y he sido de bendición. De verdad, muy gloriosa. Esa canción me encantó, la que decía, tú con la mujer, que fue y tocó. El rol del vestido, eso fue muy tan lindo. A la casa de Jairo iba Jesús, y una gran multitud iba a crecer, y una pobre mujer llena de fe, no miró la multitud, fue y le tocó. Hay un tesoro que vale más y más y más y más que el oro, y ese tesoro en cuatro letras se llama amor. Exito a usted y a los suyos que viajemos al pasado recordando esta producción del año 1971. Juntos escuchemos un himno al corazón con Manuel Bonilla y un mensaje a la conciencia con el hermano Pablo. Eran como las tres de la tarde, y las primeras gotas de agua empezaban a caer. Los niños que estaban afuera jugando entraron a sus casas corriendo y asustados. ¡Mamá! ¡Papá! ¡Vengan a ver esto! Los padres salieron de la casa y por primera vez experimentaron algo que no conocían, lluvia, agua que caía de los cielos. La comunidad entera se alarmó. Ellos habían oído de esto que se llama lluvia. Había uno que ellos llamaban loco en la comunidad que estaba construyendo un barco aunque no había mares ni laguna cerca. La verdad es que este loco había pasado muchos años en la construcción de su barco y mientras lo construía contaba en su supuesta locura que algún día caería agua del cielo. Pero nunca lo creyeron. Eran tonterías del viejo loco que construía su barco. La verdad, amigo, es que en efecto esto era juicio de Dios. Juicio por la maldad de los antidiluvianos. Juicio por el corazón duro que no quería acatar a las leyes de sinceridad, de amor, de comprensión, de creencia en Dios y de comunión con Dios. El mentado loco no era loco. Era Noé, el que había sido llamado por Dios para construir este arca y la ciencia geológica y astronómica ha comprobado que en efecto hubo un diluvio. Plantas tropicales han sido halladas en las excavaciones de los Árticos. Fósiles de peces y conchas y otras pruebas de vida marítima han sido halladas en las cumbres de los Andes, de las montañas rocayosas y de los Alpes. Sí, amigo, hubo un diluvio universal. Hubo un diluvio que comprobó al mundo que Dios era Dios y que el hombre no podía jugar con este juez eterno. Pues, amigo, pues, amigo, Dios no ha cambiado. Él todavía es Dios y todavía es el juez eterno y vendrá otro día de juicio cuando el mundo terminará no inundado de agua, pero sí quemado por fuego. ¿Quién sabe si Dios no está permitiendo que el hombre mismo, con su descubrimiento nuclear y atómico, prepare su propio juicio? Oiga lo que dice San Pedro, pero el día del Señor vendrá como ladrón de noche en el cual los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos ardiendo serán desechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Amigo, usted no tiene que sufrir este juicio. Jesús quiere ser su Salvador. Venga hoy a Él. Soñé que el gran día del juicio llegó y sonó el clarín. Soñé ver los pueblos reunidos para oír de su suerte sin fin. Del cielo bajó un gran ángel y parado en tierra y mar juró con su diestra alzada que el tiempo ya no más será. Con llanto y duelo entonces los perdidos su cuenta darán. Clamarán a las rocas cubrirnos, orarán pero tarde será. Clamarán a las rocas cubrirnos, orarán pero tarde será. Hasta que el día sea perfecto. El rico llegó a su oro, se fue y se desvaneció. Cual pobre paróse ante el trono, de sus deudas a Dios se acordó. El grande también más la muerte le había quitado su honor. Y el ángel abriendo los libros lo halló dada en su favor. Con llanto y duelo entonces los perdidos su cuenta darán. Clamarán a las rocas cubrirnos, orarán pero tarde será. Clamarán a las rocas cubrirnos, orarán pero tarde será. Clamarán a las rocas cubrirnos, orarán pero tarde será. Clamarán a las rocas cubrirnos, orar pero tarde será. Clamarán a las rocas cubrirnos, orar pero tarde será. Clamarán a las rocas cubrirnos, orar pero tarde será. Por una senda estrella andaba yo y allí abrí la carga que llevaba mi monstruo. Era una cruz que conocí. Ven, trae tu cruz y sígueme. Oí su tierna voz y amar que darle nunca puedo a quien por mí su vida quiso dar. En la programación anterior nos fue presentado una breve reseña del trovador de las Américas Santiago Stevenson y hoy tenemos la misma misión de recordar al hermano Pablo de la serie Un Mensaje a la Conciencia. Un mensaje a la conciencia, un momento de reflexión en la vida diaria. Pablo Edwin Finkenbinder, conocido por toda Latinoamérica como el hermano Pablo, nació el 24 de septiembre de 1921 en Santurce, Puerto Rico, y falleció en horas de la mañana de un 27 de enero de 2012. Llegó a ser muy conocido públicamente, habiendo predicado en pueblos y en ciudades a lo largo y a lo ancho de toda América Latina durante unos 70 años aproximadamente. Pablo era hijo de Frank y Aura Finkenbinder, ambos misioneros. Creció hablando tanto el inglés como el español. Estudió en el Instituto Bíblico Sion en East Providence, en Rhode Island, y en el Central Bible College en Springfield, Missouri. A los 20 años de edad Dios le dio una esposa que fue su fiel compañera de trabajo a lo largo de toda su vida. Se casó con Linda en 1942 y estuvieron casados por 70 años. En 1947 fue ordenado por las Asambleas de Dios. El hermano Pablo conmovía a todo el que lo escuchaba con las anécdotas que contaba y miles de personas aceptaron a Cristo como resultado de sus mensajes. Sin embargo, quienes lo conocían personalmente sentían más que nada el amor que mostraba cada persona. Ya fueran altos mandatarios o servidores en restaurantes o empleados en hoteles que él frecuentaba, sentía la necesidad de compartir del amor y del afecto hacia ellos permanentemente. Pablo y su esposa Linda fueron a El Salvador como misioneros en el año 1942, apenas se habían casado. Allí Pablo recorría el país, a veces a lomo de una mula, predicando el Evangelio y animando a los obreros cristianos. En 1955 el hermano Pablo comenzó un ministerio de radio, Latin American Radio Evangelising, en 1955. Y en 1960 agregó un programa de televisión que supuestamente tenía 100.000 espectadores semanales en solamente El Salvador. Además produjo dramas bíblicos para televisión que llegaron a conocerse como el primer programa cristiano de televisión con un horario de difusión semanal fuera de los Estados Unidos. Después de 21 años de vivir y de evangelizar en El Salvador, Finkenbeinder y su familia se mudaron a Costa Mesa, California, en donde establecieron la sede del ministerio en 1964. Permanecería en California durante toda su vida, aunque continuó viajando extensamente por todo el país. América Latina, en apoyo de cruzadas y eventos evangelísticos especiales, no se quedaría afuera de esos viajes. Después de una disputa relacionada con organizaciones interdenominacionales, se retiró de las Asambleas de Dios en 1972, pero regresó a la denominación en el año 1988. Recibió un doctorado honorario en Saunter California College, en Costa Mesa, en el año 1993. Al hermano Pablo se le conocía principalmente por su programa de radio y de televisión, Un mensaje a la conciencia, que comenzó en el año 1964. Su novedoso programa constaba de una anécdota que iba seguida de una aplicación moral y espiritual, que es una fórmula que ha seguido dando resultados hasta hoy. El programa llegó a difundirse en más de 6.400 oportunidades al día hasta en 33 países. 55.000 personas suscriptas recibían el programa a diario por correo electrónico. Aunque el hermano Pablo mismo no grabó ningún programa durante los últimos 15 años de su vida, él y la junta directiva que lo dirigía aseguraron el futuro del programa al escoger a su sucesor en el año 1996. En 1997 se informó que el programa se transmitiría en más de 2.000 estaciones de radio y en más de 27 países. Alrededor de ese tiempo, Finkenbinder decidió retirarse del ministerio y les recomendó a los miembros de su junta directiva que nombraran a Carlos Rey Stewart como presidente de la asociación. Y estos le pidieron al hermano Pablo que continuara como presidente de la junta, siendo una gran inspiración para todos por medio de su ejemplo, cosa que continuaría sucediendo así hasta el momento de su muerte. El ministerio declara que todo el tiempo de aire en radio y en televisión es donado y estima que el valor actual del tiempo aire, tanto para la radio como para la televisión, ha sido tan alto como 64 millones de dólares aproximadamente. Linda Finkenbinder, la esposa del hermano Pablo, además de haber tenido 5 hijos, 11 nietos, 21 bisnietos y 9 tataranietos, fue autora de dos libros, Mi vida secreta con el hermano Pablo y Esa poderosa luz. Ella pasó a la presencia del señor el 10 de junio del año 2017. Sin embargo, 5 años antes, el viernes 27 de enero de 2012, Pablo Finkenbinder, conocido por toda Latinoamérica como el hermano Pablo, fallecía a los 91 años de edad. Así lo informaba su familia y allegados cercanos. El reconocido teleradio evangelista pasó sus últimas horas en condición crítica en un hospital en Irvine, California, debido a una severa hemorragia cerebral. Según la información divulgada por su familia, el miércoles 25 de enero, Pablo celebró su séptimo aniversario de bodas con su esposa Linda. Sí, 70 años de casados, rodeados con su familia y con sus amigos. Se sintió bien, rió y bromeó con todos, al atardecer se quejó de un fuerte dolor de cabeza y lo llevaron de emergencia al hospital. Sus hijos, sus nietos y también amigos se reunieron allí para pasar con él sus últimas horas. Pasó en paz a la presencia del Señor a las 3 y 55 a.m. hora del Pacífico, aquel viernes 27 de enero de 2012. El salón de subasta estaba ayer. Entre los viejos artículos que el frío y profesional subastador recogió estaba un viejo violín. Despolvó su estuche, lo abrió y levantó el gastado violín cuyas cuerdas estaban ya flojas y polvosas. ¿Quién, dijo el subastador, me da un peso por este violín? Alguien dio una señal afirmativa. Un peso se me ofrece, ¿quién me da dos? Al cabo de un rato otro levantó la mano. Dos se me ofrece. ¿Hay alguien que me dé tres? Por fin alguien ofreció tres pesos. Tres pesos se me ofrece. Tres pesos una vez. Tres pesos dos veces. Tres pesos y cuando estaba ya el vendedor por vender el violín, un anciano desde atrás del grupo interrumpió al subastador. Espérese, señor, espere un momento. El anciano se abrió paso entre los presentes hasta llegar a la tarima. Tomó el violín y el arco de la mano del subastador. Despolvó el viejo violín con ternura y afinó sus cuerdas. Limpió el arco y lo ajustó. Puso el violín a su cuello y empezó el instrumento a emitir notas bellas y dulces a tal altura que no había ni un ojo seco en el lugar. Sin decir ni una sola palabra, el anciano entregó el violín al subastador y regresó a su lugar. Este emocionado levantó en alto el violín y con voz baja dijo, Y ahora, señores, y ahora, ¿cuánto se me ofrece por el violín? Mil, dijo alguien secándose las lágrimas. Dos mil, dijo otro a la ligera. Tres mil, dijo un tercero. Y aquel viejo violín se vendió en tres mil pesos. ¿Qué hizo cambiar el valor del viejo instrumento? Fue el sentimiento de su dueño. Fue el toque de la mano del maestro. Ah, mi amigo, muchas almas que vagan en el mundo son subastadas a precio barato. Un trago, una noche de orgía, un crimen, y cuando han caído víctima a estas aventuras nadie los quiere. Están solos en un mundo lleno de gentes. Solos en compañía de miles. La educación no les da esperanza. La sociedad no les da esperanza. Aún la religión no les da esperanza. Pero entonces, pero entonces a la última hora, pero siempre a tiempo, llega el maestro. Pone su mano sobre el desafortunado. Y el mundo después se pregunta, ¿qué produjo ese cambio tan grande? La respuesta sigue siendo la esperanza de miles de personas. Y amigo, puede ser también la respuesta suya. Fue el toque de la mano del maestro. Dame un nuevo corazón Que te alabe noche y día Dame un nuevo corazón Oh, Jesús, Tú eres mi vida Dame un nuevo corazón Dame un nuevo corazón Y que sea morada Tuya Dame un nuevo corazón Dame un nuevo corazón Aleluya Un amigo mío, Tomás, iba llegando a la esquina de una ciudad en su vehículo cuando una persona que cruzaba la calle con un perro se detuvo como para dar alguna instrucción al perro. Tomás frenó violentamente su vehículo y su primer impulso era darle un regaño al hombre por detenerse a media calle. Pero pronto se dio cuenta que este era ciego. Se bajó del coche y notó que el perro que conducía al ciego estaba temblando. El perro sentía su responsabilidad, pero a pesar de su entrenamiento las instrucciones inseguras que el ciego le estaba dando lo tenía a él confundido también. ¿Puedo ayudarle, amigo? le preguntó Tomás al ciego. Yo creo que sí. Presiento que voy mal porque mi perro no me responde. ¿Qué calle es esta en la cual estamos? Es la primera avenida sur, y usted va caminando hacia el poniente. ¡Imposible! ¿Cómo es que me he trastornado tanto? ¿En qué dirección queda la cuarta avenida? Queda atrás a dos cuadras. ¿Atrás? ¿A dos cuadras? Entonces el banco mercantil queda adelante a media cuadra. Así es, amigo. Yo creo que ahora sí estoy orientado. Sí, señor, muchas gracias. Yo sé dónde estoy. No sé cómo me perdí. Amigo, yo pude sentir el impacto de este incidente porque tengo dos hermanos que son ciegos. Y cuando la memoria es el único guía, es fácil perderse uno. Sin embargo, no es tanto el peligro de una pérdida temporal lo que me interesa hoy, sino el de una pérdida eterna. Jesús llama a los que no le conocen a Él ciegos. Esta ceguera espiritual causa la pérdida de valores eternos. El ciego espiritual no solamente desconoce el camino hacia el cielo, sino que, peor todavía, no le importa. Esta, amigo, es verdadera ceguera. Pero Jesús quiere devolverle la vista. Él quiere regresarle la fe. Él quiere que esté seguro del camino que lleva, como también del rumbo hacia donde va. Por eso Él vino al mundo, y por eso dio su vida en la cruz del Calvario. Él dijo, no he venido para ser servido, sino para dar mi vida en rescate por muchos. Él, amigo, quiere devolverle la vista. Tan ciego caminas en densas tinieblas y Cristo te llama a ti, pecador. Óyele, llamando, te dice que vuelvas. Él quiere llevarte por senda mejor. Tan necio caminas confiando en ti mismo. Desprecias la voz de Cristo el Señor. Caminas a prisa con rumbo al abismo en donde por siempre estará el pecador. Acepta a Cristo el Señor de señores. Lugar preparó para ti también. Si quieres, dichoso, vivir entre flores allá en glorioso jardín del Ede. Lugar preparó para ti también. Gracias por escucharnos. Gracias otra vez por invitar a otros a que preste atención a la entrega de hoy. Gracias, gracias, gracias. Gracias por tomar tiempo para orar por nosotros para que sigamos haciendo un programa de esta magnitud. Gracias por estar inclusive disponible para escuchar nuestra próxima entrega. Yo soy su hermano Reinaldo Nisbe Jr., quien les da las gracias nuevamente a cada uno de ustedes y gracias a Dios, porque Dios, porque Dios ha querido utilizarnos para elaborar programas como esto. Si es que, ¿qué más le puedo yo decir a usted? Que tenga un feliz resto del día. Sabe usted que puede escucharnos a través de distintos medios. Entiéndase por radio.tierrademilagros.org Puede escucharnos a través de los audios de los MP3 que nosotros mandamos. Puede escucharnos a través de los podcasts. Es decir, que hay toda una gama de opciones para usted escucharnos y gracias por esto. Bueno, de esta manera nos despedimos creyendo que nos reencontraremos en nuestra próxima entrega y eso será hasta que el día sea perfecto. Sin Cristo perdido estuviera Sin Cristo que fuera de mí

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