Rompiendo Moldes (Andrea Paiz)

Que hoy, por los días de dos semanas, viene el día con el corazón más saboroso. Que mamá y papá de verdad se alegría de poder estar esta mañana juntas con ustedes para poder recibir nuestra primera clase de la conferencia. Pues, esta mañana, mi madre y amigos, para que el viernes podamos en verdad empezar a predecir todo lo que Dios tiene preparado para nosotros, quiero presentarles a alguien muy especial, que si transformarse se podrá cambiar su identidad, ella podría decirse a lo mejor, muy especial. Es una abuela de Manteca que se enamoró en 1995, a los 18 años, cuando se alcanza la niñez del pobre. Tiene 37 años, es una niñita, casada con madres padres desde hace 27 años, con dos periodistas, Gabriela de 14 y Adriana de 10, y después de ella ha servido en diferentes ministerios del mundo de la iglesia, como maestro de córneres, universitario, y también condicionera en la iglesia de México por más de 6 años, y les comentaba a ellos que era la etapa del cristianismo que han aprofundado, que fue ejercitada por ella, es maestra de tres primares, pero niñita a tiempo complejo desde hace 26 años. Dice que Dios nos ha dado el privilegio a ella y a su esposo, Alex, de regresar a Guatemala hace 26 años, para servir y liderar esta hermosa iglesia en nuestro país. En la misma motivación y corazón, me gustaría ser fiel a Dios, servir a su iglesia en el tiempo que Dios nos permite, y ver a otras generaciones volvendo a Jesús. Así que, por mucho gusto, tengo la honor de presentarles a Andrea Amaya. Gracias, gracias Dios. Bueno, un poquito para que se conozcan, y les quiero dar gracias a Dios, principalmente, por este tiempo, la verdad, estoy muy, muy emocionada, estamos como vidas, creo que todas, estamos muy felices de compartir este tiempo, porque hace cuatro años, yo fui a ella a agarrar cuatro años de tantas cosas, de novernos, de no abrazarnos, de transmitirnos amor a través de una pantalla, de estos últimos dos años, pero Dios nos ha regalado esta gran transmisión, que fue estar juntos, juntas, como familia, como hermanos, y bueno, vamos a compartir este tiempo indiferentemente. Así que vamos a iniciar con una oración, que nos acompañan, y muchas gracias por este privilegio, iglesia de Salvador, muchas gracias por su servicio, ver a Josué también, muchas gracias por esta gran oportunidad. Vamos a dar inicio, entonces, con una oración. Amado Señor, muy buenos días, estamos tan agradecidos de Dios, que nos sentimos, Padre, de poder compartir este tiempo. Gracias por tu amor, gracias por enseñarnos, por amarnos, por abrazarnos, por moldear nuestra vida. Gracias, Señor, por habernos creado y por darnos el privilegio, el privilegio de conocerte, de tenerte con nosotros, de saber que Tú nos abrazas, de saber que Tú, Padre, caminas a nuestro lado, y sobre todo nos ayudas, Padre, a entender y a ver que ser hija de Dios es más importante que cualquier otra cosa. Me damos tan suerte a verte, y por eso deseamos, Dios, que Tú purifices nuestra vida, que Tú moldees nuestro corazón, que Tú nos ayudes a tener todos los deseos para ser hijos y hijas que te adoramos. Gracias, Señor, recargo nuestros hermanos en las diferentes clases, por favor, y en el nombre de Jesucristo nuevo, nos guíes y me guíes, Padre, a través de Tu Palabra. Amén. Y bueno, yo quiero hablar de lo siguiente del año, me encanta mucho esta Escritura, y esta palabra está basada en la Escritura que termina 186, que dice Soy hermano del alfarero y Dios continúa trabajando en mí. ¿Lo crees? Dios continúa trabajando en nosotras. Esta Escritura nos habla de nosotros, somos como este barro en las manos, en las manos de nuestro Dios. ¿Sí? Somos este barro en manos de este alfarero, este alfarero perfecto, este alfarero tan amoroso, que está constantemente trabajando en nosotras. Hasta yo me acuerdo de escuchar de 17 años en la fe, personalmente, en mi terreno, lo voy a decir, de 18, y es increíble saber y reconocer que Dios ha seguido trabajando en mí. Y de Dios gracias, porque aunque a veces estar en manos del alfarero no es fácil, no es fácil, no es sencillo, pero algo que Dios nos quiere recordar de que esas son sus manos, hermanos, esas son sus manos donde estamos seguros. Esas son sus manos del lugar perfecto para encontrar esa parte de nosotras que Dios quiere. Esas son sus manos, no en las manos del mundo. No en las manos de la humanidad. Y nosotros queremos animarles a que intentemos y que mismos tenemos y reconozcamos que nosotros debemos de refugiarnos más en las manos de Dios, debemos de refugiar más en las manos que a el mundo. Hoy quiero animarles a que reflexionemos profundamente que cuál es el lugar donde estamos siendo condenados. Hoy estamos viviendo en una época, en un tiempo donde el mundo está impactando en nuestra sociedad. A través de la tecnología estamos tan cerca, mucho más cerca de muchas cosas que pueden contaminarnos. Pero ¿sabes qué? Si Dios sigue trabajando en nosotros es porque quiere que hagamos una diferencia. Él quiere que se haga un diferencia y no un diferencia con esa actitud de orgullo, de arrogancia, de sentirnos valosos de lo público. No, sino esa diferencia que va a traer esperanza, que va a traer el mensaje, que va a hacer conocer a Dios en la vida de este mundo. El mundo se fue olvidando de Dios y Cristo, en algunos lugares, se está volviendo un amor, más que un estilo de vida. En el Talmón, la siguiente, por favor, 139 versículos antiguos, me encanta esta escritura porque dice que la desgracia, de la desgracia, porque ha encontrado ahí, maravillosamente, el estilo hecha. Maravillosa son sus obras y mi alma lo sabe muy bien esta escritura cantando. Dios quiero que te lo añerges en el corazón, que estés pensando constantemente quién tú eres, porque eres maravilloso, porque eres maravilloso, porque eres una creación de Dios y tenemos que alabarnos por lo que es en nosotras también, tenemos que alabarnos y darte gracias, no dejar, no dejar de ser obedecer y alabarnos, no dejar de ser mujeres que están agradecidas, tenemos desafíos, sí, tenemos fallas, por supuesto, hay otro reflejito, ¿verdad? hay otro, hay otro, hay otro, hay alguna, alguna, sí, no todo es perfecto, pero me encanta saber que somos hechas maravillosamente, fuimos hechas maravillosamente y esto me reta porque a veces cuando nos dejamos al espejo de la vida, nos sentimos menos, a veces nos sentimos feas, espiritualmente a los órdenes, ante el mundo nos sentimos poca cosa y no, Dios está constantemente diciendo tú eres una creación y eres maravillosa, yo seguíte, no seguí todo su lado pirata ahí, medio cristiana y no, porque me acordaba ayer de cómo eres un creador tan detallista, tan amoroso, tan especial, somos maravillosos también, tú y yo somos maravillosas y cada vez que te regalas al espejo, y ella es una creación de Dios, es una maravillosa creación de Dios y esa creación soy yo, a ver, recuérdalo, que los espejos siempre son los tiempos buenos y los tiempos malos, pero sobre todo cuando te pones de San Fermón, cuando el mundo te hace creer algo diferente, tienes que recordar, yo soy hecha por Dios, soy maravillosamente y asombrosamente creada por Dios también, sin embargo, también existe un molde, ustedes saben que es un molde, podemos verlo aquí en el diagrama, ¿qué es un molde? un molde, bueno, es algo que da forma a algunos objetos, ¿verdad? ahí tengo algunas definiciones, es una pieza con forma y detalles que rellena para, pues, formar una estructura creativa y tú le puedes decir, bueno, ¿pero cómo así, molde? lo hacen aquí cocinado, ¿verdad? ¿sí? ¿sí? ¿ya me entienden? sí, los moldes hacen que sean las cosas posibles, pero algo increíble es que Dios no es un molde que sea único para todos nosotros, todos somos ustedes, todos somos únicas, ¿sí? sin embargo, hay moldes que sí nos han formado en común y que tenemos que desmontar ustedes, tenemos que montar ese molde, hay una historia, vamos a ver de ese cuadro, pero bueno, para que tengas una pequeña idea de un cuadro que dice que un gran maestro, un guardián, vivía en la Administración de Buenos Aires, cierto día el guardián murió y fueron 5 sustituidos, el gran maestro reunió a todos los sustituidos para escoger quien sería el que sustituiría al guardián y dijo, voy a presentarles un problema quien es el que lo resuelva primero será el guardián del jardín terminando el discurso colocó una pequeña mesa en el centro del salón, encima estaba un florero de porcelana carísimo y bellísimo con una rosa roja que lo decoraron este es el problema, los maestros los discípulos contemplaban perplejos, por lo que veían los diseños sofisticados, la finísima porcelana la frescura y elegancia de la flor, yo me preguntaba a aquellos, cual sería el mismo que hace se preguntando después de algunos minutos uno de los discípulos se levantó, miró el florero y lo tiró al suelo destruyéndolo usted es el nuevo guardián le dijo el maestro entonces el maestro explicó recibiendo un saludo del maestro yo fui muy clara dije que ustedes estaban ante un problema no importa cual sea y al final este es el problema el problema tiene que ser eliminado muchas veces hermanos vemos la vida y el mundo así como hoy y hoy es personal el florero de ellos, que finísimos que elegantes y nos atraen como estaban estos hombres atraídos por la belleza de ese florero pero que pasaba el florero era el problema y todos estaban tan desmembrados por la belleza de ese florero que no se daban cuenta de lo que el maestro les estaba diciendo que le dijo al maestro aquí está el problema aquí está el problema y hermanas tenemos de frente de nosotros un gran problema y es el molde que en el mundo está siendo utilizado para nuestra vida que nos está formando a nosotros áreas que no agradan a nadie todo lo que está formando en nosotros tiene nuestro carácter cosas que no agradan a Dios y saben que debemos de hacer como este discípulo destruirlo y Romano XII dice en la siguiente escritura, no se amorden no se amorden al mundo actual sin ideas transformadas transformadas mediante la unión de su mente así podrán comprobar cual es la voluntad de Dios buena agradable y perfecta y en la escritura de Bebé Hijo nosotros en nuestros caminares diarios estamos saliendo porque no, Dios no dio a su Hijo para nosotros sermos guiados por el mundo sino Dios dio a su Hijo para mostrarnos la diferencia en este mundo pero nos amordamos y la escritura nos da una advertencia no lo hagan no se amorden no callan en esta trampa porque sabes que es bien fácil es bien fácil amordarnos a lo que el mundo nos ofrece a lo que el mundo nos da y mundo me refiero al mundo humano cercano y todo lo que me refiero a la creación es lo que se hace desde Dios pero el mundo nos amorda y lo aceptamos lo aceptamos pero Dios nos exige ser transformadas Dios quiere que tú y yo seamos transformadas y que relojemos el genicio algo interesante es que todo inicia mira, aquí en tu mente en lo que está en tu mente pero es la única manera en que nosotros vamos a poder transformarnos a través de la voluntad de Dios Dios nos llama entonces a romper sus moldes y hoy vamos a ver qué cosa son esos moldes alguna, quizá puedas sentir alguna otra más Dios te hará enseñar Dios nos llama a romper esos moldes porque sabes qué? un molde rojo ya no sirve ya no se puede usar despechado ya no puede manejarlo cuando nosotros lo despechamos cuando nos quitamos hábitos cuando nos quitamos esa numeracia que no agrada a Dios ya no se puede usar ya deja de volver a nosotros y hoy necesitamos romper esos moldes ya no busquemos intentar encajar en el mundo porque este ha sido un error sobre todas las nuevas generaciones estamos buscando encajar en el mundo en vez de volver al mundo aquí, en vez de traer al mundo aquí y por eso te quiero hablar primero no nos amoldemos al mundo no nos debemos amoldar al mundo, amén? creo que se está haciendo bien empezamos la mente la mente todo lo que entra en nuestra mente ¿qué entra en tu mente hermano? ¿qué está entrando en tu mente? ¿cómo lo puedes saber? ¿qué es lo que miras? ¿qué es lo que oyes? ¿qué es lo que tocas? ¿qué es lo que participas? ¿qué es lo que escuchas? ¿cómo es lo que está en tu sentido en tu mente? si tu mente en realidad está totalmente intoxicada ¿y cómo esta manera de desintoxicar nuestra mente entrenándola ahí entrenándola en palabras compartiendo dos personas que van a ayudar escuchando consejerías visualizando cómo se alimentan su pecho, su cuerpo su casa, su pasión todo eso todo lo que le escuchas por eso tenemos que tener tanto cuidado de no dejar que el mundo cierre más nuestra mente que Dios la tecnología que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios que Dios 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