Mi experiencia durante la pandemia

Rafael Castañeda, a Civil Engineering student, shares his experience during the pandemic. Initially, he resisted returning home when the pandemic started in his city, feeling that his life was fulfilling. However, he realized it was time to face reality. He enjoyed the solitude initially but soon felt the need for more meaningful connections. Along with his exchange partner, they started a donation project to help their community. Rafael confirms that serving others gives life a sense of purpose. He took the pandemic seriously, leading to disagreements with his family. Eventually, everyone in his household became symptomatic, and he tested positive for COVID-19. His grandparents supported him during his recovery, and he felt the true confinement of the pandemic. Despite the challenges, Rafael felt loved and began to appreciate his relationships and personal growth. He changed his mindset, finding positivity in life's challenges. Overall, he valued his relationships and found purpose in Hola, ¿qué tal? Les saluda Rafael Castañeda, estudiante de Ingeniería Civil. En el día de hoy les estaré comentando un poco acerca de mi experiencia durante la pandemia. El inicio de esta pandemia para mí fue un poco diferente al de los demás, ya que yo no me encontraba de intercambio en el extranjero. Fue un año donde trabajé mucho en mí mismo y en las relaciones que hacía con las personas. Podría decir que estaba bien orientado y sentía como mi vida no tenía ninguna otra preocupación, hasta que me enteré de que empezaron los primeros casos en la ciudad en la que yo estaba. Fue entonces cuando mi familia empezó a preocuparse por mí y a quererme de regreso en casa, a lo cual yo reaccioné de una manera un tanto egoísta al molestarme y no querer regresar, pensando que querían arrebatarme en sí la vida que yo había llegado a formar y a la cual yo le había encontrado un sentido. Sin embargo, pude comprender que esa etapa había llegado a su fin y era momento de regresar a mi realidad, a una realidad un poco distinta porque no sabía en sí cómo iba a ser. Yo creo que al igual que mucha gente, disfrutamos al inicio cómo era esta nueva modalidad, el estar solos en casa, tener nuestro tiempo solo para nosotros, el no preocuparnos, el enfermarnos si no salíamos, hasta el momento en el que ya no me llenaba el simplemente hablar por un dispositivo móvil hacia mis amigos y necesitaba el conectar un poco más allá. Y gracias a esta necesidad es que nace la idea, junto a mi compañero de intercambio, de hacer algo más, hacer algo diferente y qué mejor que buscar donaciones de las conexiones que teníamos para ayudar a nuestra sociedad en esos momentos más difíciles. Y así es como surge un granito de amor, el cual fue un proyecto a base de donaciones para juntar víveres y dárselos a la gente de nuestra comunidad. Estuve con esto por un mes y puedo confirmar que el servicio a los demás sí le llega a dar un sentido a la vida. Es una satisfacción inexplicable que podría llegar a describirse como un sentimiento de felicidad, de saber que mi vida le ha sido de utilidad a alguien más. De esta manera inconscientemente dejé de esperar que la vida me diera algo. Yo estaba muy consciente de la situación en sí y me tomaba muy en serio las medidas de distanciamiento, a tal punto de ser el único en mi casa que no salía para nada. Y eso me llevó a molestar mucho y discutía siempre con mi familia porque ellos no lo tomaban de la misma importancia en que yo la hacía. Y eso me generaba unas discusiones que al fin y al cabo eran simplemente por el hecho de que yo estaba frustrado de que todo el tiempo fuera lo mismo y no pudiera salir. Hasta que pasó lo que tenía que pasar y todos dentro de la casa empezamos con síntomas. Yo fui el único que fue a tomarse la prueba de COVID para quitarnos la duda en sí. Y al momento de salir positivo lo primero que hice fue buscar ayuda con mis abuelitos en sí. Ellos me ayudaron a tomarme mucho más en serio esta enfermedad, en alojarme en sí dentro de su casa y darme mi espacio para poder recuperarme y cuidarme. Y fue donde en verdad llegué a sentir el encierro de la pandemia, ya que estaba más alejado que nunca sin poder salir. A pesar de todo esto, mi familia y amigos me hicieron sentir muy querido. Así que no me deprimí tanto y empecé a aprovechar este tiempo que tenía a solas para dedicármelo a mí y a los temas en los que me empecé a interesar. El entablar con estos temas me ayudó a terminar con ese bucle de frustración y luego aprovechamiento o frustración y el en verdad darme cuenta que todo tiene su lado positivo. Y ahora que lo pienso, este momento fue muy importante para mí, ya que me ayudó a cambiar mi mentalidad y mi percepción de las cosas que me sucedían, al no frustrarme por cosas innecesarias y verle un poco más el sentido bueno a la vida, porque entendí que también las cosas malas siempre estarán, que no podríamos vivir sin el dolor, sin el cansancio, sin el trabajo constante, pero todo lo debemos a nuestro sentido de la vida, ya de aferrarnos hacia él. En este caso, después de yo salir de esta enfermedad, pude apreciar mucho más las relaciones con mis familiares y con mis amigos más que todo. Llegué a encajar un poco más y a sentirme más valorado en sí, creo que podría ser la palabra. Lo más importante para mí fue salir del bucle de la frustración dándole sentido a mi día a día. Y de esta manera fue como pude sobrevivir a esta terrible pandemia. Gracias y espero les haya gustado.