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Entrevista a Íñigo Rodriguez audio

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Pensamiento VolátilPensamiento Volátil

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Tuvimos el gusto de entrevistar al comisario Íñigo Rodríguez (Santiago de Compostela, Galicia, España) Compartió con nosotros su visión en torno a la obra del artista Enay Ferrer y el trabajo que ambos desarrollaron para la muestra individual "Poética de la madriguera" proyecto inaugurado de manera reciente en los espacios de la Galería Nueva en la ciudad de Madrid.

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Bienvenidos al podcast Pensamiento Volati, el podcast de la Casa Nómada, un espacio especialmente creado para hablar del arte y los artistas en compañía de todos sus cómplices. La tarde de hoy estuvimos entrevistando a Enay Ferrer y conversando sobre no sólo su obra sino sobre los próximos proyectos que tiene en la Ciudad de Madrid en este momento y entre ellos estuvimos conversando sobre la próxima individual que va a desarrollar acá en la ciudad y contamos con la suerte de tener la visita de Íñigo Rodríguez, el curador de la muestra, el comisario, como dicen acá en España, y no quisimos desaprovechar la oportunidad de escuchar la lectura de Íñigo sobre esta primera o segunda visita de las obras, Íñigo, con Enay. Bueno, buenas tardes, muchísimas gracias por invitarme a hablar de Enay y de su obra y nada ha sido, es una experiencia trabajar con Enay que es un artista brutal aquí en Madrid y una maravilla que nos haya venido desde Venezuela para podernos traer todo su talento. Qué bueno. ¿Este es el primer encuentro o el segundo? Esta es la segunda vez que estoy descubriendo, redescubriendo, porque yo conocía por internet y por imágenes la obra de Enay pero obviamente no es lo mismo, es la segunda vez que vengo al taller del artista y hoy hemos estado buceando entre sus papeles y más obras. Hace unos días me acerqué para ver su obra sobre el bastidor y nada, multitud de estímulos, de sentimientos, de ideas que fluyen y la verdad es que está siendo toda una experiencia magnífica. Qué bueno, si tuvieses que crear, pensar en alguno, en categorizar algún cuerpo de obra dentro de todo esto que has visto. Yo creo que la obra de Enay es Enay en sí misma, es una fluidez excepcional, yo creo que es la técnica al servicio de la autorreferencia y de unas ideas que han ido madurando a lo largo de muchos años. Tiene una forma de ver el arte como espejo de sí mismo y digamos que como es una persona compleja, con muchísimas ideas que van y vienen, él es capaz de fluir hacia su obra de esa manera, plasmando todas esas ideas, todas las inquietudes que tiene en sus papeles, en esas celas tan maravillosas que fluyen con fuerza, con colores, con manchas, con líneas que son muy definidas y muy bien realizadas. ¿Cuáles serían los retos que ves en este momento en relación al espacio y a esta producción tan numerosa de trabajo? Sí, obviamente Enay tiene piezas en diferentes formatos y realmente no creo que sea un reto posicionar la obra de Enay en el espacio, sino que es una cuestión de entender el espacio y hacer que la obra de Enay fluya en el mismo y es increíble porque tiene grandes formatos que en grandes paredes institucionales funcionarían maravillosamente y sin embargo también tiene pequeños formatos que en pequeños rincones que en la pared de una casa con muy buen gusto funcionarían y realmente estarían realmente en su lugar, digamos, tanto en la institución como colgada en una casa aquí en el propio Madrid. ¿Veis en esta materialidad de Enay, en esta gestualidad de Enay, un eco en la pintura que se puede estar produciendo en la España de hoy o encuentras un inciso distinto a la producción que en este momento se está desarrollando? En España durante un periodo largo de tiempo digamos que la figuración era como una parte maldita dentro de la pintura, pero sin embargo yo creo que la figuración en los últimos dos o tres años está volviendo con fuerza y tanto artistas de Latinoamérica como la gente de aquí de España, artistas jóvenes la están abrazando y yo creo que la figuración está aquí para quedarse durante un tiempo largo y va a ser muy protagonista porque la gente quiere volver a los sentimientos, a identificarse con lo que está habiendo en las paredes y entonces yo creo que son lenguajes que están aquí para quedarse durante un tiempo largo. En esta etapa de la contemporaneidad, a dos décadas del nuevo siglo, cuando el arte se ha vuelto ya tan multidisciplinar, cuando su narrativa se ha expandido y es totalmente poliédrica, que ya no está anclada a los grandes discursos que condicionaron de alguna manera gran parte de la historia del arte, ¿cuál es el papel que juega la pintura hoy? Porque que tú puedas considerar. Para mí la pintura va a estar presente siempre, por lo tanto siempre va a tener un papel, un papel fundamental. Es una técnica que bajo mi punto de vista habrá ciclos en los que estará más en boga o menos en boga pero siempre va a estar ahí y ahora mismo realmente en la pintura hay muchos nuevos artistas o mucha gente que hace pintura que está volcando nuevos lenguajes, nuevas formas de expresarse que son importantes y yo creo que no es tan importante el medio como todos los mensajes y todos los códigos que estos artistas quieren expresar a través de lo que están haciendo y Enayo es un ejemplo de ello. Él habla, tiene temas políticos, habla de sí mismo pero además habla de cosas que nos importan en el día a día, de la política, de las cosas buenas y malas, de los sentimientos y no es tanto el medio, que en este caso cuando la gente pueda verlo, verá la técnica y la fuerza brutal que tienen todas sus pinturas sino todo aquello que quiere expresar. En cierto modo con la obra moderna teníamos esa idea de relacionarnos con ella desde el lugar de un fin, la veíamos como un algo final de un largo proceso pero que ella estaba determinada a cargar con toda la narrativa necesaria para vehiculizarla ante el otro. Esa gran expresión que siempre ha trascendido a lo largo de la historia es que la obra debe contenerse y explicarse a sí misma. Sin embargo la contemporaneidad de alguna manera ha roto ese discurso haciendo presente el proceso de la obra. Los nuevos lenguajes nacidos en contemporaneidad, el videoarte, el performance, la instalación, se han valido, se han anclado en esa idea para hacer protagonista el proceso. Ha sido un reto en ese sentido para la pintura demostrar un poco todo aquello que está detrás de ella porque la obra sigue siendo una imagen, un objeto que está allí colgado. ¿Pero crees que esa condición de realzar el proceso ha favorecido un poco a la pintura? ¿Le ha dado de alguna manera una oportunidad al pintor para demostrar que esa pintura ya no es entendida como un fin sino que viene de un algo planteado y se dirige hacia otro lugar y esta obra es un ente conector sólo para narrar otras historias? Bueno yo entiendo que esta responsabilidad tiene que ser compartida entre el pintor, entre un virato entre el pintor, la obra y el público. Entonces si entendemos que queremos democratizar el arte tenemos que democratizarlo en todos los parámetros, por lo tanto el público tiene que tener cierta responsabilidad, pararse ante la obra y tratar de construirla junto con el artista. Bajo mi punto de vista debería ser así y digamos que las obras más inteligentes, las mejores piezas son las que tienen diferentes planos expresivos e interpretativos, son las que para mí tienen una riqueza intrínseca en sí mismas y en el caso de la pintura yo entiendo que el público tiene que acercarse con esa forma, esa mirada abierta para no hacer que sea todo un conjunto ya concluido sino que sea algo que fluya dentro de la sala o dentro de una casa en la cual una pintura tenga su protagonismo en una pared. Hay que preguntarse, o sea ya no puede ser un acercamiento pasivo ante un objeto sino que es necesario interpelar lo que estamos viendo. Para mí como curador, como comisario, el por qué, esta es una expresión que está continuamente en mi boca, por qué esto, por qué aquello, por qué quieres expresar, en ahí estábamos hablándolo antes, por qué quieres esto, por qué que me estás intentando decir y sin embargo mi responsabilidad cuando estoy curando una exposición es hacer que esos por qué o esas respuestas no sean evidentes, es decir, que el artista exprese en plenitud todo aquello que quiere decir pero que también el público al acercarse puede identificar el misterio o la necesidad de preguntarse cosas y que ellos mismos completen la obra o ese ejercicio de autocompletarse a sí mismos. Estaba buscando la palabra. En este proceso de conversaciones, de intercambio, que siempre miro hacia allá aunque no está en la cámara, Enay está en el fondo, escuchando atentamente todo lo que pasa, siempre en estos intercambios con Enay es común que aparezcan algunos pensadores, nosotros generalmente solemos asistir, en su mayoría son existencialistas, hablamos mucho de, y lo digo en mi pésimo alemán, a Schopenhauer, a Nietzsche, son filósofos que siempre estamos asistiendo a él, en algunos casos hablamos de Spinoza cuando hablamos de la pintura y la pintura que de alguna forma acontece en nosotros, pero siempre es interesante escuchar estas conexiones que puede tener el otro externo cuando llega a hacer esta lectura como es tu caso, este primer encuentro, esta primera aproximación y preguntarle por otros autores que puedas conectar con la obra, que tal vez salen de nuestro marco de referencia. En cuanto a mis procesos también como curador, realmente en estos primeros momentos lo que más me interesa es saber qué siente el artista, obviamente existe un pozo conceptual, todos tenemos una mochila en la cual vamos guardando nuestros conocimientos, nuestros sentimientos, nuestras capacidades y eso lo vamos a terminar volcando, pero este primer contacto para mí realmente es importante saber lo que el artista quiere decir, después sí puede haber ciertos matices o ciertos filtros conceptuales que yo trataré de plasmar en el texto curatorial o en la forma de generar el discurso dentro de la sala, pero sin embargo es la mochila de Naila que importa en estos primeros momentos, después ya cuando tienes una relación ya más a un largo plazo, cuando ya llevas años conociendo a un mismo artista o a su obra es cuando realmente puedes filtrar, aunque yo ya te digo, como curador tengo mucho miedo a la hora de poder posicionarme como un tótem en el cual haya que fijarse y tenerlo de referente, porque cada artista tiene su bagaje y es muy importante que sea la expresión del artista lo que se permite dentro de una exposición, yo no puedo desvirtuar con mi discurso la obra primogenia del artista en sí misma, yo tengo mucho cuidado con eso y yo por ejemplo cuando hago una colectiva sí que yo tengo la responsabilidad, entonces es mi proyecto, sin embargo cuando es una exposición individual soy muy celoso de que todo aquello que quiere decir el artista y expresarse esté bien representado dentro de la exposición. Voy a hacerte una pregunta menos formal, ¿lo has escuchado cantar? No, todavía no, pero me imagino que será una estrella del rock, una rock star total, porque la verdad desde que lo he conocido me sorprende cada día porque tiene ese porte tan increíble, la verdad que me fascinó desde el primer día, pero después cuando lo conoces y hablas con él ves que tiene un trasfondo conceptual, una profundidad de sentimientos y es eso lo que expresa en sus obras y la energía, lo matérico, lo visceral que hay en sus obras es en ahí. Eso sí, vamos a divertirnos un poco, a ver si, ya que lo tenemos allá al fondo con una presencia observándonos de manera ominosa y te parece si lo invocamos a ver si nos canta. A ver, venga, venga, no tendremos que bailar para convencerlo, ¿no? No, no, no creo, no creo, solo que la cara con la que nos está viendo dice ¿en qué lío me metieron? Pero acércate, te ponemos una silla, ven, ven. En este momento el artista se está preparando, ha decidido cantarnos, está preparando su escenario, lo involucramos, vamos a acercarle el micrófono y dejamos que el maestro escoja la canción preferida de su repertorio. Ya cantamos Chabela Vargas hace rato, me gusta mucho también, a ver, adelante maestro. Dice... Vale, vale, sí. Ya, me estoy confundiendo con una canción, bueno, no importa, la primera que me venga. ¿Cómo decir que me partes en mil las esquinitas de mis huesos, que han caído los esquemas de mi vida, ahora que todo era perfecto y algo más que eso, me absorbiste el sexo y me sostiene el peso de este cuerpecito mío que se ha convertido en río, de este cuerpecito mío que se ha convertido en río, me duele abrir los ojos y lo hago poco a poco, no sea que aún te encuentres cerca y guardo tu recuerdo como el mejor secreto que dulce fue tenerte dentro, hay un trozo de luz en esta oscuridad para prestarme calma y que el tiempo todo calma, la tempestad y la calma, eso es una hima improvisada. Enay no se enamora. Siempre, nos conocemos hace más de 20 años y siempre decíamos que bueno, sólo se sabía dos canciones. Ha aumentado un poco el repertorio, entonces, como he descubierto que ese repertorio ha crecido, no estoy perdiendo oportunidades de invitarlo, ¿no? Terminaremos lanzándote al estrellato. En Enay vemos siempre como temas recurrentes en su pintura, primero está la memoria como una fuerza que hila todo lo que trabaja, ¿no? Ninguno de los temas que aborda se escapa a la conexión con la memoria y esa memoria anclada a su casa, pero también existe una fuerte presencia del autorretrato, ¿no? Y es interesante porque, bueno, toda la historia del autorretrato en la pintura nos hace preguntarnos siempre qué más se puede decir del autorretrato, ¿no? ¿Qué tanto se puede decir, o si todavía está vigente, qué podemos aportar, qué existe en esa conexión vital que Enay desarrolla con el autorretrato y qué lo hace ser hoy todavía un medio, un tema tan infinito, ¿no? Bueno, yo la verdad es que cuando he visto, o he conocido más bien, la obra de Enay me llamó la atención, ¿no? Y la autorreferencia en él es constante y entiendo que el autorretrato es necesario para él para ponerse delante de él, bueno, realmente identificar el reflejo delante del espejo. Y entiendo que todo está imbricado, todo está hilado en la casa, el recuerdo, la memoria, la identidad propia que existe, la identidad que está marcada por el territorio, pero también por la imagen y el autorretrato no deja de ser eso. Entonces, bueno, me parece que yo creo que es todo lo que trata de expresar y las obras de Enay son eso, son lo que decíamos antes, son Enay, entonces, bueno, son sus pensamientos, son... yo entiendo que son también sus miedos, pero también sus alegrías, sus esperanzas. Son obras, y yo invito a todo el mundo que pueda ver su obra, tremendamente potentes, con muchos tropos, los tropos son las metáforas, y con mucho simbolismo, cosas por descubrir, con muchos planos expresivos, muchos elementos que tenemos que identificar y preguntarnos el porqué, y a veces acertaremos, pero otras veces no lo haremos, pero interpretaremos la obra de una manera adecuada, porque será la nuestra, es lo que decíamos de esa mochila que llevamos a nuestras espaldas. Y esa ambigüedad es con la que también juega Enay a la hora de crear. Ese sí. Yo no tengo más nada que decir respecto a eso. Y creo que tenemos una información muy bonita para generar el misterio necesario, y que las personas puedan acercarse a la exposición, que aún creo que no tiene nombre, ¿no? Todavía no, pero esta semana tenemos que dárselo, ya, porque la exposición va a ser dentro de muy poco, y todo tiene que fluir, igual que la obra de Enay, y la verdad es que va a ser espectacular la exposición, no por lo que yo pueda hacer, sino porque la obra de Enay realmente merece muchísimo la pena. Así es. Bueno, por ahora no tenemos un nombre, no tenemos una fecha definida, sabemos que va a ser entre finales de marzo y comienzos de abril, seguro. Yo creo que el nombre existe, pero no se nos ha revelado desde el universo. Pulula. El nombre es Pulula, está por aquí. Nos está rodeando, pero llegará, pero más pronto que tarde, eso es seguro. Como llega la palabra en su debido momento, ¿no? Exacto. Bueno, yo creo que con esto podemos cerrar este plus del podcast anterior con Enay, y esta rica lectura que aporta Íñigo a este encuentro con el trabajo, y que no podíamos desaprovechar. Los invitamos a estar atentos a la próxima fecha de la inauguración de la exposición, y al nombre, por supuesto, que va a llegar muy pronto. Exacto. Muchísimas gracias por darme la oportunidad, y muchísimas gracias Enay por contar conmigo. No, gracias a ti, por favor, es un privilegio. Es una fiesta enorme, que además, yo estoy tremendamente convencido de que va a tener mucha repercusión aquí en España y en Europa. Sí, sí, gracias a ti. Yo se lo dije a Kiki, que es nuestra gerente cultural, y le dije estoy muy contento de que Íñigo sea parte de este proyecto. Gracias. Gracias. Un abrazo celoso. Gracias por invitarme. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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