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Pablo is finishing his letter in Corinto. It is likely that Tercio, his scribe, is writing the letter while Pablo walks around and tells him what to write. The letter is addressed to the church in Rome, a congregation that Pablo did not found or personally know. However, in chapter 16, Pablo mentions that he has friends and acquaintances in other churches, showing that he has connections and relationships outside of the church in Rome. Pablo emphasizes that not everyone who sits in a church is a part of the church. The church of the Lord is everywhere and it is not defined by people who simply seek the Word of God to be good people. Only the Lord knows who truly belongs to His church. The letter to the Romans addresses various topics such as the humanity's sinfulness, the righteousness of God, and justification by faith. The letter also mentions Abraham and discusses the different theological perspectives such as Arminianism and Calvinism. The main message is that the church La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Pablo está en Corinto, está terminando su carta. Es muy probable que Pablo no estuviera escribiendo, que Tercio, que está ahÃ, se llama Tercio, esté escribiendo, su escriba, y Pablo está caminando alrededor de Tercio, contándole, diciéndole las cosas. No, no, no pongas eso, no pongas eso, suave. Borre, borre, borre, borre. No se podÃa borrar, habÃa que hacer quién sabe qué cosa para poder, porque no habÃa cómo borrar. Pero la carta es de Pablo. Y la carta a los romanos, con todas las caracterÃsticas que tiene, la está escribiendo a una congregación que no la fundó él, que no conoce. Aún asÃ, el capÃtulo 16 es un capÃtulo bastante claro, de que a pesar de que yo no estoy en la iglesia de pavas, sà tengo amigos en pavas, conozco gente en pavas, puedo llamar ya a alguien que creo que está en ese momento en la iglesia, que es un amigo en pavas. En algún momento de mi vida conocà a alguien de alguna iglesia en pavas. Ahora, hay un detalle muy importante, y no se puede dejar pasar. La carta a los romanos, la carta a Corinto, la carta a Gálatas, no era carta al centro de adoración, ni era carta a la iglesia bÃblica, a la iglesia bÃblica bautista, ni era la carta a Olivo Verde, era la carta a la iglesia en San Ramón. Me estoy dando a entender, pero no todo el que se sienta en una silla es iglesia. La iglesia del Señor está en todas partes, porque la iglesia no está en la gente que está buscando la Palabra de Dios para ser buena gente. Quien es iglesia del Señor, el Señor sabe quien es. O sea, se está diciendo que es probable que en este recinto haya alguna persona que sea un asistente, simplemente un simpatizante, no es iglesia del Señor. SÃ. ¿Por qué? Porque las caracterÃsticas de la iglesia del Señor son las caracterÃsticas de que hemos hablado una, dos y tres veces, la iglesia es el Señor quien la edifica, la iglesia es el Señor quien la alimenta, la iglesia es el Señor quien la sostiene, la iglesia es el Señor quien la hace crecer, quien la cuida, es la iglesia. Pero no todo el mundo se somete a lo que es la iglesia. No todo el mundo lo hace. Yo les conté que aquà venÃa una señora que decÃa, Dios puede decir eso y lo puede decir la Biblia, pero a mà no me da la gana. Yo no me voy a poder apelar porque yo entiendo claramente que estoy ante una persona que no lo es. Entonces, la iglesia va a Roma y es muy probable, por lo que está Pablo aclarando aquÃ, que sean diferentes hogares que representan la iglesia del Señor y que el domingo se reunieran en un recinto como hermanos para celebrar un culto. Pero lo que es importante, amigos y amigas, es entender que iglesia del Señor hay donde usted menos se imagine. Cuesta, cuesta. Romanos, capÃtulo uno, resumen rápidamente. En el capÃtulo uno, Romanos nos enseña, Pablo nos enseña, nos presenta, se presenta como apóstol de Jesucristo y que les hace ver que existe una figura que se llama apóstol y que él es alguien que conoció al Señor personalmente en un momento especial que fue, que fue tirado del caballo. Pablo nos enseña, Pablo enseña en el capÃtulo uno que lamentablemente quien no quiera tomar en cuenta a Dios, Dios lo deja seguir viviendo la vida que quiere porque tiene el pensamiento entenebrecido. CapÃtulo uno, Pablo nos enseña que la humanidad peca, que la gente peca, que la gente está llena de idolatrÃa y moralidad y diversas formas de maldad. CapÃtulo dos, Pablo en el capÃtulo dos nos habla de la justicia de Dios. Se enfatiza que tanto judÃos como gentiles serán juzgados. Los judÃos son los, no son justificados por la ley. Los judÃos no son justificados por la ley. Que a partir de la venida del Señor, todo el mundo tiene que ser salvo por Cristo. En el capÃtulo dos, Pablo nos enseña que la circuncisión no es un asunto del varón y del pene. Nos enseña que la circuncisión es del corazón, que hay que quitarle al corazón aquello que de alguna forma nos hace daño. Eso es lo que nos enseña en el capÃtulo dos. CapÃtulo tres, todos hemos pecado, todos, todos pecamos. Todos somos personas que nadie puede decir yo soy mejor que, yo soy más bueno que. Tantos judÃos como gentiles están bajo el pecado. Nadie es justo por sus propias obras. Nadie se puede justificar ni por las ofrendas que dé, ni por quedarse acostado en la cama sin hacer absolutamente nada. Si me levanto peco y si no te levantas, también pecas por omisión. En el capÃtulo tres, Pablo nos habla de justificación por la fe. La justicia de Dios se manifiesta aparte de la ley. Todos son justificados por medio de la fe en Jesucristo. CapÃtulo cuatro, Pablo introduce a Abraham, trae a Abraham para explicar cómo es que se escoge y cómo es que sucede esto de elegir las personas porque Dios ve el corazón de la gente. Les recuerdo que en esas semanas vimos que hay diferentes posiciones, los arminianos, les expliqué que los arminianos tienen la tendencia a pensar que la gente se va a salvar por las obras buenas que haga. Yo hago cosas buenas, por lo tanto me tengo que salvar. Mucho del pensamiento de la comunidad romana. Les hablé también del pensamiento calvinista. El pensamiento calvinista tiene dos posiciones. El pensamiento calvinista moderno y el pensamiento calvinista conservador. ¿Quién es Juan Calvino? Juan Calvino era un escocés que después de Lutero empieza a hablarle a la gente sobre cinco puntos en donde le enseña a las personas que de una u otra manera Dios ha escogido la gente, Dios ha escogido la gente para ser salva. Entonces la posición calvinista original, la que Calvino enseñó, es una posición en donde se entiende que todo el mundo, todos vamos para el infierno y Dios escoge de la gente para que no se vayan para el infierno. La posición nueva calvinista, la actual, está enseñando que en el cielo Dios saca un bebé de una nalga y le pone infierno, el cielo, infierno, el cielo. Complicado, complicado. Y hay versÃculos que se ven interesantes. Ahora, lo más importante que usted tiene que saber es que esto es una doctrina paralela. Lo más importante que usted tiene que saber es que Dios sà se fija en la gente. Yo tengo una pregunta. ¿Cómo sé yo que soy un elegido? Señora Gladys, ¿cuánto tiempo tiene que estar con el Señor? ¿Desde chiquitilla? Gloria, ¿desde cuándo estás con el Señor? ¿Cuarenta años? Anita, ¿vos? Perdón, ¿para estar aquà un domingo? Don Luis, ¿cuánto tiempo tiene usted de estar con el Señor? Toda la vida. Perdón, ¿cómo sabe usted que es un elegido? ¿Hay que estar loco o ser elegido para sentarse domingo a domingo, aquà o en cualquier parte del mundo, a buscar de la Palabra de Dios? ¿Me estoy dando a entender? Porque hay miles de cosas que hacer en este momento. No, hoy juegas a PrÃncipe de la Liga, hoy está bonito, hoy vi un asunto en la mañana de un muchacho que ya está absolutamente borracho y ni siquiera el partido crece a las ocho o a las cuatro. ¿No lo va a ver? ¿Cómo sabe usted que es un elegido? Porque usted pasa los dÃas y pasa los dÃas y pasa los dÃas y usted dice, no, yo como que, ¿yo no puedo estar sin Dios? No puedo. No, no, algo me está pasando. Lo necesito de, o sea, digamos, el EspÃritu Santo de Dios no te deja en paz. Eso es un elegido. Muchos son llamados, pero muy pocos son elegidos. CapÃtulo cinco, tenemos paz para con Dios a través de Jesucristo, tenemos paz con Dios y acceso a su gracia. En el capÃtulo cinco, Pablo nos habla sobre Adán y Cristo, la desobediencia de Adán trajo el pecado y la muerte, mientras que la obediencia de Cristo trae la justicia. CapÃtulo seis de Romanos, en el capÃtulo seis, la muerte al pecado, vida en Cristo. Los creyentes han muerto al pecado, deben vivir una nueva vida, novedad de vida. Ya no somos esclavos del pecado, somos esclavos de la justicia de Dios. Se exhorta a los creyentes a ser esclavos de la justicia de Dios en lugar del pecado. ¿Cuál es la diferencia? No pecamos, no, sà pecamos y a veces peor, que reconocemos que es pecado, reconocemos que a Dios no le agrada y necesitamos ponernos a cuentas con Dios todos los dÃas. CapÃtulo siete, Pablo nos enseña en el capÃtulo siete que hay una lucha contra el pecado. Pablo describe la lucha interna contra el pecado y la incapacidad de la ley para salvar. La liberación es a través de Cristo. Sólo Jesús nos libera de esta lucha. No podemos depender del pecado, lo que significa que no podemos depender de una mente, de un corazón tan falible, un corazón tan vulnerable. Nos está enseñando que nuestro corazón, nuestros pensamientos son falibles y vulnerables. Eso nos enseña la palabra. Eso nos enseña Pablo en el capÃtulo ocho. CapÃtulo nueve, nos habla sobre la elección y la soberanÃa de Dios. Dios elige soberanamente a su pueblo. Pablo explica el propósito de Dios en la elección de Israel. Hay un rechazo y aceptación. No todos los descendientes fÃsicos de Israel son Israel espiritual. La justicia es únicamente alcanzada por la fe. Eso es capÃtulo nueve. CapÃtulo diez de Romanos, salvos para todos. La salvación está disponible para todos los que confiesen y creen en Jesús. El asunto es que creer es parte de la realidad, de entender que el evangelio tiene que estar en mi corazón para que yo pueda creer y pueda confesar. Pablo nos enseña en el capÃtulo diez que la fe viene por el oÃr y por el oÃr la palabra de Dios y la predicación es esencial para la salvación. No se trata de levantar la mano y sentirse mal porque si fuera por levantar la mano y sentirse mal estarÃamos todos aquà pidiendo perdón y lo deberÃamos de hacer, claro que sÃ. Pero se trata de la convicción de la realidad del evangelio del Señor que trae luz a nuestra vida y nos enseña a entender que nuestra vida no tiene nada que ver con religión sino que la integralidad y la capacidad de un ser humano sabio, sano, inteligente, sólo Dios lo produce en la realidad del corazón de cada uno. Dios no está intentando meterlo en un lugar para hacerlo religioso. Dios está intentando que usted entienda que Él quiere que usted tenga vida y vida en abundancia. CapÃtulo once, nos habla sobre la restauración de Israel. En el capÃtulo once Pablo menciona que Dios no ha desechado a su pueblo, que hay un remanente elegido por gracia. Nos habla de que nosotros hemos sido injertados, los gentiles son injertados en el pueblo de Dios pero que ambos pueblos debemos de evitar la arrogancia. CapÃtulo doce, en el capÃtulo doce hay un cambio pastoral completamente. El apóstol Pablo nos habla de una vida práctica, se exhorta a los creyentes a ofrecer los cuerpos como sacrificio vivo, no conformarse al mundo y renovar la mente. Nos habla de los dones espirituales y el uso de los dones espirituales en la iglesia. Se legitima la realidad de la iglesia. Somos la iglesia del Señor, el cuerpo de creyentes, los elegidos. CapÃtulo trece, en el capÃtulo trece nos habla de que hay que someterse a las autoridades. Los creyentes deben someterse a las autoridades que son establecidas por Dios. El amor es el cumplimiento de la ley, un punto importante del capÃtulo trece. El amor al prójimo es el cumplimiento de la ley y se nos exhorta a vivir en la luz. CapÃtulo catorce, capÃtulo catorce, libertad de conciencia. Si usted come algo y eso afecta a la persona que está con usted, no se lo coma. CuÃdense como habla y cuÃdense como actúa usted delante de las personas que no conocen al Señor. Porque van a decir, pero esto no era que era... Yo lo he visto salir el domingo ahà como a las doce con cara de... Los creyentes deben respetar las convicciones de los demás en cuestiones secundarias y no juzgarse mutuamente. No ser tropiezo. En el capÃtulo catorce Pablo nos enseña a no usar la libertad cristiana para hacer tropezar a otros. CapÃtulo quince, ejemplo de Cristo. Se insta a todos a vivir en armonÃa y a aceptar a otros como Cristo nos aceptó. El capÃtulo quince es el capÃtulo de la iglesia. Tenemos que entender que ahà se define la iglesia. Si usted se va a ir de aquà por las razones que sea, busque una iglesia donde se cumpla el capÃtulo quince. Que no estoy diciendo que se cumpla aquÃ. Pablo expresa su misión, su deseo de visitar Roma, su misión de predicar a los gentiles. En el capÃtulo dieciséis, Pablo tiene dos partes, de hecho tiene tres, pero lo vamos a dividir en dos partes. En el capÃtulo dieciséis, Pablo viene presentando un modelo de iglesia y nos dice a ustedes, ya lo saben, se los estoy recordando. Pablo dice en el capÃtulo dieciséis, tenemos que esforzarnos para todos poder ser presentados delante de Dios como una ofrenda. En el capÃtulo dieciséis, Pablo reafirma que su ruta a España pasa por Roma y en Roma él espera dar de él, dar de sus dones, servir a los hermanos para que los hermanos lo ayuden con una platica o algo para irse para España. La oración de Pablo en el libro de Romanos es interesantÃsima. Pablo, hermanos, oren por mÃ, voy para España y yo voy a pasar ahora, estén orando por mà para que Dios, ahora que paso en mi ruta a San José, paso por Palmares para que la gente de Palmares y más bien la oración tiene un efecto que uno dice, ¿qué pasó? ¿qué pasó? Porque ni la oración fue contestada como Pablo esperaba, ni llegó a Roma en el tiempo que él esperaba. Eso fue lo que sucedió. Iniciamos con el capÃtulo dieciséis, versos uno y dos, hablando de una mujer servidora en la iglesia en Sencrea. Les encomiendo a nuestra hermana Febe, Luz, Febe, Luz, quien es diaconisa de la iglesia de Sencrea. ¿Qué? Recibanla en el Señor. Recibanla en el Señor. Ve qué interesante la expresión, recibanla en el Señor. ¿Qué es en el Señor? ¿Qué es en el Señor? No ve absolutamente nada más que el Señor en ella. Aquà me tienen que decir amén. Recibanla. Es que es muy repugnante, es que es muy... tiene mucho trajero, es muy... tiene muchos tenis, es muy gorda, es muy alta, es muy flaca. Recibanla en el Señor. ¿Están entendiendo en el Señor? Muy profundo, muy profundo. No hago otra cosa más que recibirla. No lo está haciendo ni por ella, ni por usted, en él. Señor, como digna, oiga, oiga, como digna de honra en el pueblo de Dios. No me gusta hacer esto, pero lo voy a hacer. Vuelvas a su hermano que está a la derecha o a la izquierda. Véalo, vuélvala a ver, vuelva a ver a Doña Murillo, y vuelva a ver para acá, y vuelva a ver a Doñana, y vuelva a ver a Ronald, y a... vuelva a ver. Digan esto conmigo, mis hermanos, en el Señor son dignos de la honra del pueblo de Dios. ¡Guau! ¡Guau! Vean qué belleza por Dios. Es una belleza. Y sigue, no la deja ahÃ. Dicen que ese ya quien se viene desde Corinto con la carta para Roma. Ayúdenla. Ese ayúdenla que está ahÃ, mis amados amigos y amigas, ese ayúdenla es, a ver, para yo saber qué ayuda necesita Ronald, necesito preguntarle a Ronald qué necesita. Para yo preguntarle a Ronald qué necesita, necesito preguntarle el nombre, y necesito preguntarle cómo está don Ronald. DÃganme una cosa, ¿lo puedo servir en algo? ¿Le puedo ayudar de alguna manera? ¿Dónde se queda esta noche don Ronald? Ya comió, ya comió. Ayúdenla en todo lo que necesite, porque ella ha sido de ayuda para muchos, especialmente para mÃ. Inicia su cierre hablando de una mujer, hay diez mujeres, a partir de ahora aparecen diez mujeres, Pablo presenta, presenta a 26 personas, estamos a punto de conocerlas, de una manera muy interesante, hace un contraste, algunas de las personas que presenta son nobles, y luego gente, gente de a pie, para que usted me entienda, cita a una persona que es un noble, cita a una persona de a pie, esa es la caracterÃstica de los nombres, no se sabe de dónde los conoce, por eso empecé hablando sobre el asunto de la iglesia en Pavas, para que ustedes sepan que Pablo a través de caminar todo por Asia Menor, fue conociendo diferentes personas, pero aparecen estas personas, ellas han sido de gran ayuda para mÃ, especialmente para mÃ. Den mis saludos a doña Priscila y a su marido Aquila, Priscila, anciana, Aquila, águila, mis colaboradores en el ministerio de Cristo Jesús, de hecho una vez arriesgaron, no se sabe cuándo, puede ser, puede ser arriesgaron la vida por mÃ, yo les estoy agradecido, oiga, dice que él está agradecido, pero que además de todas las iglesias de los gentiles, también están agradecidos. Primera lección de Pablo, que hacemos con los hermanos, los recibimos, los ayudamos y los conocemos, la primera lección, de hecho es la lección clave de la introducción del capÃtulo 16, vamos inmediatamente al verso 5, den también mis saludos a la iglesia que se reúne en el lugar de ellos, lo ven, se reúne en el lugar de ellos, por favor, noten el detalle, den también mis saludos, ¿a quién?, a la iglesia que se reúne en el lugar de ellos. Saluden a mi querido amigo Epénesto, él fue el primero de toda provincia de Asia que se convirtió en seguidor de Cristo, vean qué dato, es un dato, simplemente es un detalle, denle mis saludos a MarÃa, no es la Virgen MarÃa, es una MarÃa, el nombre MarÃa era muy común, Miriam MarÃa, denle mis saludos a MarÃa, y oigan lo que dice, que ha trabajado tanto por ustedes. A mà me vuela la cabeza esto, pero si no me pongo a llorar y dejo el asunto a la mitad, mejor sigo, mejor sigo, sÃ, sÃ, sÃ, mejor me pongo asà como emocionado. Saluden a Andrónico y a Junias, judÃos como yo, quienes estuvieron en la cárcel conmigo, ellos son muy respetados entre los apóstoles, y se hicieron seguidores de Cristo antes que yo, ahà no dice que ellos eran apóstoles, dice que los apóstoles los conocÃan y que eran gente muy respetada por los apóstoles. Saluden a AmplÃas, mi querido amigo en el Señor, saludos también a Urbano, nuestro colaboro en Cristo, y a mi querido amigo Estaquis. Es muy probable que Urbano, el nombre de él no fuera Urbano, que el nombre de él fuera Miguel o Pepe o Luis, lo que pasa es que Urbano era una forma de llamar a una persona que todavÃa era esclavo. Entonces ese nombre Urbano, en este caso Urbano, podrÃa ser eso, podrÃa ser eso. Saluden a Urbano, saluden a Pélez, y oigan lo que dice, un buen hombre aprobado por Cristo. Yo quiero que usted me diga, ¿cuántos de ustedes están pensando en sugerirle a una nuera, a una amiga que use un nombre de la Biblia para sus chiquitos? ¡Aristóbulo! Perdónenme, oiga algo, oiga algo, vea, dice ahÃ, saluden a Pélez, ¿cómo se llama el chiquito? A Pélez Felipe. Hermanos, una pregunta, ¿no les parece raro que de un pronto a otro aparece el nombre de un poco de gente que no se sabe quién es? No importa cómo se llamen, es igual que los chinos, cuando los chinos oyen los nombres de los otros se mueren de risa. Yo quiero que usted me entienda algo, estas personas que Pablo está mencionando son tan importantes para el Señor que Él quiso que sus nombres quedaran grabados de por vida en la Palabra de Dios. Cada vez que se abra el Libro de Romanos, en cualquier parte del mundo, a través de los años, se va a leer el nombre de don Apélez, de don Aristóbulo, de Herodión y de Narciso. Den mis saludos a los creyentes de la familia de Aristóbulo, saluden a Herodión, judÃo como yo, saluden a los de la familia de Narciso, que son del Señor. Den mis saludos a TrÃfena y Trifosa. ¡Ah, ahà las gemelitas! ¿Cómo se llama la chiquita? TrÃfena Susana. Den mis saludos a TrÃfena y Trifosa, oigan, obreras del Señor. A la amada Pérsida, quien ha trabajado tanto para el Señor, saluden a Rufo, oigan, a quien el Señor eligió para hacerlo suyo. ¡Guau! ¡Qué belleza, por Dios! Y también a su querida madre, quien ha sido como una madre para mÃ. Deben ser que don Rufo es pequeño, jovencito, porque el carácter de la expresión es muy paternal, muy pastoral. Verso catorce, verso quince. Den mis saludos a ZÃncrito, Flegronte, Flegonte, Hermas, Patroas, Hermes, y a los hermanos que se reúnen con ellos. Saluden a Filólogo, a Julia, a Nereo y su hermana, a Olimpas, y a todos los creyentes que se reúnen con ellos. Hay una discusión sobre el versÃculo, sobre el capÃtulo dieciséis, porque el último, el primer papiro, o el último papiro, es del año doscientos dieciocho, y es el papiro cuarenta y seis de Romanos. Y hay una discusión sobre el capÃtulo dieciséis de Romanos, y la parte de la discusión es esta. En la Reina Valera, aquà dice, salúdense entre ustedes con un beso santo. ¡Vean qué belleza! Salúdense entre ustedes con un beso santo. Salúdense entre ustedes, dicen las versiones supuestamente anteriores, con mucho cariño y con afecto. Todas las iglesias de Cristo les envÃan sus saludos. Esta es la primera parte del capÃtulo dieciséis, que es un sueño de bello. ¿Por qué es un sueño? Porque es lindo. ¿Qué es lo que tiene de lindo? Porque Pablo está diciendo, usted no puede ser iglesia si no conoce el nombre de la gente. Y le estoy diciendo que me salude a la gente que yo conozco, por nombre y por cercanÃa. Número dos, en esta introducción del capÃtulo dieciséis, Pablo menciona el cariño como algo importante entre nosotros. Número tres, noten que además de conocerlos, además de saber quiénes eran, además de saber el nombre tan divertido que tienen para nosotros, porque a nosotros no nos suena divertido, seguramente habÃa tantos, Nefistolo, ¿cómo es que se llamaba aquel? No, Nefistolo no ahà no estaba. Cualquier nombre extraño de esos, pero habÃan seis con el mismo nombre. Miren, a mà nunca se me olvida, a mà nunca, nunca se me olvida. Mi casa en San José queda muy cerca de la clÃnica católica, muy cerca. Y a cien metros de la clÃnica católica habÃa un famoso, un famoso viejillo que tenÃa una pulperÃa que hacÃa frescos. Recuerden uno que hacÃa frescos por aquÃ, que hacÃa batidos. Bueno, algo asà como ese, por eso se llamaba Gabelo. Y cuando a mà me dijeron que se llamaba Gabelo, yo me pregunté, ¿cómo era posible que le pusieran Gabelo a ese muchacho, por Dios? A mà me sonó tan raro y tan feo el nombre, y ahora las abuelas se llaman Luis Gabelo, Jorge Gabelo, Michael Gabelo, Federico Gabelo, ¿me entiende? Porque lo que le suena a usted raro es que nunca lo oye. Gabelo Culebra, Pablo quiere que todos entendamos que el cariño es clave, pero el cariño va más allá, es el paso siguiente. Hermanos, terminamos, si Dios lo permite, el próximo fin de semana con la segunda parte del final de Romanos, capÃtulo 16. Pero lo único que quiere Pablo es que entendamos que al cerrar él mencionando a la gente, nos está diciendo a nosotros, esa es la iglesia que el Señor espera, que seamos. Señor bendito, yo te doy gracias. Agradecemos su atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos lo pueda compartir. Somos Olivo Verde, Cosa Rica.