This is a production from the Olivo Verde Community in Costa Rica. The speaker talks about the difficulty of teaching about authority and how people have personal objections to it. They mention examples like Hitler and discuss the nature of humans to resist authority. They also talk about the historical context of abuse and mistreatment by governments. They mention the importance of being part of a church and how it is impossible to be a child of God without being part of the body of Christ. The speaker emphasizes the need to respect and submit to government authorities because all authority comes from God. They explain the structure of the government and how leaders are placed by God, often through popular election. They mention the prophecy about Israel losing power and being ruled by the Gentiles. The speaker also mentions Pontius Pilate and his interaction with Jesus.
La siguiente es una producción de la Comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Yo no sĆ© en quĆ© momento me metĆ en este juco de libros romanos, de enseƱar romanos verso a verso y es muy difĆcil esto. Es muy difĆcil, hermanos, porque todos somos bien complicados con el tema de la autoridad. Todos tenemos algĆŗn tipo de situación con la autoridad que no nos hace mucha gracia. A nadie le gusta que lo controlen, a nadie le gusta que le estĆ©n supervisando, a nadie le gusta que le estĆ©n pidiendo cuentas.
Hablar de la autoridad es un tema que siempre va a ser muy difĆcil. Ayer apenas terminĆ©, se me vinieron aquĆ un grupo de gente y me dijeron, pero por ejemplo Hitler. Es difĆcil porque la naturaleza nuestra, como seres humanos, nuestra naturaleza nos hace ser a nosotros, a todos, independientes. Todos pensamos que estamos bien, somos piadosos, creemos que somos buenas personas, yo no he hecho nada malo. Y desgraciadamente, pues, es difĆcil. Hay muchas formas de desafiar la autoridad.
Algunos somos pavorosamente pasivos. A mĆ no me da la gana. No dicen mĆ”s nada, pero lo estĆ”n diciendo, lo hacen o no lo hacen. No puedo mencionar el tema que es el del brazo, porque me cancelan las cuentas de todo lado y entonces nos arruina el asunto. Pero uno se dio cuenta que, lamentablemente, pues, habĆa gente a favor y en contra y todo lo demĆ”s, pero lo que mĆ”s me llamaba la atención es que siempre, de alguna manera, la gente que no iba a hacerlo, tenĆa alguna objeción personal y asĆ es para todo.
Le dicen, córranse para acĆ”. No, no quiero. SiĆ©ntense para acĆ”, córranse para allĆ”. HĆ”ganse para allĆ”. Hermanos, por naturaleza no vamos a obedecer la autoridad y adivinen que todos tenemos alguna autoridad o todos tenemos de alguna manera alguien o algo que tengamos que rendir cuentas o de alguna forma entender que necesitamos estar bajo esa autoridad. Ahora, quien escribe esto, lo estĆ” escribiendo en un contexto donde se han dado los mayores atropellos de la historia. Treinta aƱos antes, el rey Herodes, porque le roncó la gana, habĆa mandado a matar a todos los chiquitos menores de dos aƱos.
Y la masacre fue sin precedentes. No hubo mayor problema. Nerón, que no fue el que quemó Roma, Roma se quema al producto de una borrachera en una fĆ”brica de candelas. Nerón, que no quemó Roma, utilizó la quema del incendio de Roma que, por cierto, tampoco fue el Ćŗnico incendio que hubo en Roma. Hubo muchos incendios en Roma. Pero Nerón utilizó y se aprovechó de ese incendio para culpar a los cristianos de lo que estaba pasando. Hermanos, la persona que escribe lo que estamos a punto de ver, lo escribe en un contexto donde el abuso la mujer no tenĆa voto ni tenĆa valor.
Los hombres preferĆan tener relaciones sexuales con un hombre porque simplemente era la mĆ”xima expresión de su propia cultura. La palabra homosexual es una palabra nueva, es una palabra que se inventa tal vez hace unos cuatrocientos aƱos. No habĆa la figura de homosexualismo, no estaba todavĆa esa figura dentro de su cultura. Por eso es que la palabra, la Biblia la tiene que regular en la forma en que lo estĆ” haciendo. Hermanos, quien escribe esto, la persona que escribe esto, estamos hablando de que son los peores aƱos de abuso y de maltrato de los gobiernos a las personas.
Una de las grandes razones, y no crean que solamente fue un asunto de Roma, una de las grandes razones por las cuales Dios le divide el reino a Salomón y a su hijo, no solamente es por la locura de Salomón de tener mil suegras, viejo mal loco por Dios, ĀæestĆ” loco? sino que a Salomón le gustaba vivir bien y comer rico. ĀæY adivinen quĆ©? Para construir un palacio, un lugar donde hay que hacerlo con columnas de mĆ”rmol y las canteras de mĆ”rmol estĆ”n a ochocientos millones de kilómetros de ahĆ.
Una pregunta, ¿dónde sale el mÔrmol? Hay que importarlo. ¿Hay que importarlo cómo? Hay que traerlo alzado. ¿Y quién paga la importación? ¿Quién paga? ¿Quiere decir? Usted estÔ diciendo que el oro, el mÔrmol, la madera y muchas de las cosas, porque eso lo dice la Biblia, como se construye el templo, que no construye Salomón, lo construye su hijo, sale la plata del pueblo. ¿Y de quién mÔs? Una de las razones por las cuales el reino se divide es porque el consejo que se recibe es súbale al pueblo los impuestos.
En el capĆtulo trece que nos toca hoy, finalmente llegando al capĆtulo trece, venimos del capĆtulo doce, Pablo se ordena muy bien iniciando el capĆtulo doce, nos dice a todos a ver, a ver, hagamos iglesia. Usted es iglesia, tiene que hacer iglesia. Usted no puede crecer en la vida sin ser iglesia, entiĆ©ndalo. Presente su cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Eso es verdaderamente ser iglesia. DespuĆ©s le dice, ahora sĆ, usted ya entendió que usted se presenta con Dios para que Dios procese su vida a partir del EspĆritu Santo y su palabra.
Eso sĆ, ninguno de ustedes tenga mĆ”s alto concepto de sĆ mismo que el que deba de tener. Dice Pablo, entonces quiere decir que va procesando la idea de cada uno. ĀæPor quĆ©? Y sigue el siguiente versĆculo, versĆculo nueve, estamos hablando del doce en nueve. Llega en el nueve y dice, porque usted no es la cabeza, usted no es el mĆ”s guapo, ni el mĆ”s carga, ni el mejor, usted simplemente es parte de. Usted va a llorar.
Ayer, con los tamales, pasó una situación. Hace como, tal vez unos siete aƱos, vino a este lugar, vinieron dos amigas, una de las amigas, una de ellas habĆa sido, habĆa estado en iglesias evangĆ©licas por muchĆsimos aƱos, y la otra amiga le habĆa alquilado la casa a esta que venĆa aquĆ, a esta que empezó a venir aquĆ ese dĆa, vinieron juntas. Cuando las dos entraron, se sentaron por ahĆ o por ahĆ, ni recuerdo dónde se sentaron, al final ella me la presentó, me dice, ella es una amiga, pero tambiĆ©n es la seƱora que me alquila la casa.
Y mucho gusto. La seƱora no tenĆa noción de dónde estĆ” parada. Y eran aquellos aƱos donde cantĆ”bamos tres horas, Āæse acuerdan? Ā”Por Dios! No, no es cierto, nunca hemos cantado tanto. Y la seƱora no tenĆa noción de dónde estĆ” parada. Y la seƱora no tenĆa noción de dónde estĆ” parada. No, no es cierto, nunca hemos cantado tanto. Miren, me dice, yo creo que ni católica soy porque no he vuelto a misa, yo no soy nada, me estoy pasando por una situación muy dura.
Y mi amiga me invitó, yo vine a ver quĆ© harĆ”, yo nunca he estado en ningĆŗn otro lado que no fuera misa, y nunca he ido a nada. Y la seƱora pasó todo el rato como asustada, asĆ como cara de como diciendo, uy. Ernesto en ese tiempo tambiĆ©n bricaba, silbaba. ĀæMe entienden? O sea, la seƱora salió, la seƱora salió asĆ. Siguieron viniendo y a los dos o tres aƱos se dio una situación con la amiga que la habĆa traĆdo y se fue.
Y ella hasta el dĆa de hoy estĆ” aquĆ. Ayer yo estaba afuera. Y ella llegó un poquillo tarde porque estĆ”bamos planeados empezar a las siete, y ella llegó tipo ocho de la maƱana, y cuando ella llegó yo la vi que entró sola. Y desde ese dĆa que ella vino no se ha ido. Ella habla muy poco, muy poca gente la conoce, no voy a mencionar su nombre, estuvo anoche, a veces aparece un domingo, a veces aparece un sĆ”bado, no falla.
Yo calculo que puede llevar aquĆ alrededor de unos ocho a nueve aƱos. La amiga que la trajo se fue, y ha dado vueltas como en cuatro o cinco lugares mĆ”s, ahora estĆ” metido con los, con los, con Ichihwa, con los coreanos, que no saben dónde estĆ”n parados. Y ella sigue aquĆ. Y cuando yo veo que la Biblia nos dice que somos un cuerpo... Gracias, Tadito. Pero me da que sale el rollo, porque mira que cosa mĆ”s...
No, no es cierto. Cuando la palabra dice que somos un cuerpo, y que somos parte de ese cuerpo, ver entrar a esa seƱora mĆa allĆ, yo dije, guau. O sea, los tamales pasan aquĆ en todo lugar, y ojalĆ” se vendan, y paguemos la alarma, y paguemos lo que hay para pintar y arreglar, y por Dios, por Dios, pero... Usted sin iglesia, usted sin el cuerpo de Cristo, no es hijo de Dios, entiĆ©ndalo. No lo invento yo, lo dice la palabra.
No existe alguien que sea hijo de Dios, y no sea cuerpo de Cristo. Es imposible. Pero es que somos un montón de mal avanzados y hipócritas, es cierto. SĆ, sĆ lo somos, y por eso estamos aquĆ. Sigue Pablo, sigue Pablo, y asĆ que armó el asunto de la iglesia, y les dijo, ahora sĆ, pero vean, pórtense bien, no sean repugnantes, no sean odiosos, siĆ©ntense con los que les caen mal, hablen con los que les caen mal, es mĆ”s, si les caen mal, bendĆgalo, trĆ”tenlo con cariƱo.
Y Pablo arma la iglesia, y pasa al capĆtulo 13, y Pablo habla del gobierno, la iglesia y la persona. Ese es el capĆtulo 13. Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno. Pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad estĆ”n allĆ colocados por Dios. RĆ”pidamente la explicación nos hace entender que, ese es el organigrama de Mideplan, Mideplan es del gobierno de Costa Rica, y nos enseƱa que hay cuatro poderes, Registro Civil, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, aquĆ estĆ”n los cuatro poderes, esa es la estructura, esa es la estructura que Dios forma.
Pero, pero noten que, dice la Biblia, que Dios, toda autoridad proviene de Dios, proviene, proviene, la autoridad proviene de Dios. Pero noten que dicen que los que ocupan puestos de autoridad estĆ”n allĆ colocados por Dios. ĀæPor quĆ©? Eso es por elección popular. ĀæQuĆ© significa eso? AsĆ, que Dios mete mano para que fulano, segĆŗn sea, la necesidad de ese pueblo... Entonces usted estĆ” diciendo que NicolĆ”s Maduro podrĆa ser una especie como de, como de juicio para la nación de Venezuela.
No, yo no puedo afirmarlo asĆ, pero anda cerca. ĀæMe va a entender? Dios, mediante una profecĆa, le dijo al pueblo de Israel que uno de los principales, una de las principales profecĆas que iba a demostrar que Ć©l estaba gobernando, iba a ser que a partir de ahora ya Israel no iba a tener poder sobre nada, y que todo iba a ser entregado a los gentiles, y que el primer gobernante del mundo iba a ser el rey Nabucodonosor, al cual Ć©l lo llamaba su siervo.
Ā”Guau! Cuando Poncio Pilarto estaba a la par de JesĆŗs, se le quedó viendo asĆ como con ojos de loco, y le dijo, pero diga algo, quĆ©dese, alguna cosa. Y JesĆŗs le dijo, mire, Āæsabe una cosa? Usted estĆ” ahĆ porque, usted estĆ” aquĆ porque mi padre lo puso. Y cuando usted se pregunta, Āæcómo es posible que una persona como, una persona como Vladimir Putin, Āæcómo Dios va a poner un desgraciado como Adolfo Hitler? Es cierto, cuando se habla del holocausto judĆo, hay que tomar en cuenta que no ha sido el Ćŗnico holocausto en la historia, han habido mĆ”s holocaustos, lo que pasa es que ese es holocausto de gente blanca.
Pero tambiĆ©n, yo estoy muy seguro que durante el tiempo del holocausto, muchos de esos judĆos clamaron a Dios, y le entregaron su vida al SeƱor. ĀæPor quĆ©? Porque el dĆa que hicieron la selección, vea las peliculitas ahora de Semana Santa para que usted vea, el dĆa que hicieron la selección, y les dijeron, Āæa quiĆ©nes, a cuĆ”l quieren que se muera? ĀæBarrabĆ”s o ese que le dicen Jesucristo? A Jesucristo, maten a Jesucristo, crucifiquen a Jesucristo. ĀæQuĆ© contestó el pueblo? El pueblo contestó, que la sangre de Ćl caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos, y asĆ ha sido.
Los judĆos saben eso. Entonces, hermanos, en esta forma en que, de alguna manera, lo que estĆ” haciendo Pablo es explicĆ”ndonos a todos y empieza a darnos la clase. Toda autoridad, toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno. Pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad estĆ”n allĆ colocados por Dios. AhĆ estĆ” el orden, ese es el orden que Dios ha establecido. ĀæDe quĆ© lado va a estar Dios? Yo me metĆ, yo cogĆ del lote como cinco metros mĆ”s, porque el viejo que vive en la pandemia es un viejo millonario, un viejo que tiene mucha plata, perdónenme.
La palabra de Dios dice que Dios estĆ” del lado de la ley. Por lo tanto, cualquiera que se revele contra la autoridad, se revela contra lo que Dios ha instituido y serĆ” castigado. Pastor, orĆ© por mĆ, porque es que viera que el viejo de la parte dice que yo le cogĆ como quince metros, y yo lo que le cogĆ fueron solamente cinco. Cuando yo lleguĆ© aquĆ en el 2005, cuando llegamos aquĆ en el 2005, el seƱor Carlos RodrĆguez, que decĆan don Ballena, que era chofer de ambulancia, la gente grande lo conoce.
Don Carlos dice que la iglesia le habĆa robado dos metros y resto. El juicio fue aquĆ, en este lugar. El juicio fue aquĆ. Don Carlos dice que la iglesia le habĆa robado dos metros y resto. El juicio fue aquĆ, en esta oficina de aquĆ. La oficina de aquĆ de la iglesia. Cuando el dĆa del juicio, la abogada, en esa esquina ahĆ, detrĆ”s del cilindro ese de oxĆgeno, de esa cosa que estĆ” ahĆ, la abogada me dice, perdónenme, dice, Carlos lo que quiere son dos millones de pesos, y lo dejamos asĆ.
Digo, Āæcómo? ĀæDos millones de pesos de quĆ©? Yo tenĆa diez minutos de haber llegado a San Ramón. Y me dice, Āædos millones de pesos de quĆ©? Me dice, por el pedazo que la iglesia le cogió. Este cuento se los he contado mil veces. Yo le dije, mire, si la iglesia le cogió a don Carlos un centĆmetro, o la iglesia se lo paga o se tira para atrĆ”s. Pero yo no sĆ© quĆ© fue lo que pasó. Y empezaron a venir los testigos y aquello parecĆa el jajĆ” del aire.
Mira quĆ© cosa mĆ”s terrible. ParecĆa novedades Pomponio. Fue divertidĆsimo el juicio. Pero, hermanos, dice la Biblia que Dios estĆ” del lado de la ley. Y punto. Si usted viene a ciento noventa kilómetros por hora, no reprenda al diablo, no sea vagoso. De todas maneras, el Ć”ngel de la guardia y todo el mundo se bajó hace rato. Se bajó a unos ochenta kilómetros por hora. ĀæYa se han parado los trĆ”ficos? Te reprendo, SatanĆ”s. Te reprendo, ciega, lo seƱor que...
Se los cuento por una familiar mĆa que yo tengo, que el otro dĆa Ćbamos con ella y yo no sĆ© quĆ© es lo que iba haciendo. No me acuerdo quĆ© era y cuando veo el trĆ”fico empieza. En el nombre de JesĆŗs, en el nombre de JesĆŗs, en el nombre de JesĆŗs, yo reprendo al diablo. VenĆamos como quince en un carro para cuatro. No me acuerdo ni quĆ© era. Y yo he rependido al diablo, pero Āæpor quĆ© voy a reprender al diablo? Por lo menos tenga la decencia del SeƱor.
SeƱor, dĆ© misericordia a Dios. SĆ, por Dios, o sea. Hay cosas que no estĆ”n, cosas que... Yo no puedo ponerme a decirle a ustedes que sĆ, que no. Nada mĆ”s entienda que Dios estĆ” del lado de la autoridad. No haga feo, no haga tonto. Hay gente que el trĆ”fico le pide la licencia. ĀæQuĆ© fue? ĀæQuĆ© hice? ĀæQuĆ© fue? ĀæQuĆ© fue? Venga, ĀæquĆ© le pasa? Perdón, y hay gente que es malcriada solamente porque le piden la licencia.
Y cuando el trĆ”fico le tiene que... SeƱor, yo estoy haciendo mi trabajo. ĀæPor quĆ© problema es usted? Yo tenĆa un amigo que apenas venĆa un trĆ”fico, ahĆ estĆ”n los sapos. AhĆ estĆ”n los sapos. Digo, ĀæquĆ© te pasa? AquĆ estĆ” la respuesta. Las autoridades no infunden temor a los que hacen lo que estĆ” bien. Entonces siempre las cosas que hacemos las vamos a hacer bien. Hay momentos en que no, en que hacemos las cosas mal. En que somos conscientes de que estamos haciendo las cosas mal.
En que podrĆa ser que somos conscientes de eso. Por favor, no sea usted tan... Aplique el tĆ©rmino que mejor le convenga de no entender que usted estĆ” afectando la ley y que eso tiene consecuencias. Si no a los que hacen lo que estĆ” mal. ĀæPara quĆ© Dios hace esto? ĀæPor quĆ© es esto? ĀæCuĆ”l es la razón? Las autoridades estĆ”n al servicio de Dios. Conmigo en voz alta, para, duro para, mi propio bien. Pero si estĆ”s haciendo algo malo, por supuesto que deberĆas tener miedo.
Porque ellas tienen poder para castigarte. Las autoridades estĆ”n al servicio de Dios para cumplir el propósito especĆfico de castigar a los que hacen lo malo. Vean cómo ahora, asĆ que nos armó como iglesia, y nos dijo, somos iglesia. Nos pertenecemos los unos a los otros. Ahora nos tira a la calle y nos dice, tambiĆ©n tenemos que ser ciudadanos y entender que pertenecemos a una sociedad y a una comunidad. ĀæQuĆ© implica cuando yo entiendo este principio? El principio de la autoridad.
Verso 5. ĀæCuĆ”l es la actitud que Dios acepta con relación a la constitución? ĀæCuĆ”l es la actitud que Dios acepta con relación a la condición personal de cada uno? Sometimiento. La palabra someterse es una palabra complicada. Es muy difĆcil. La palabra someterse es una palabra muy difĆcil porque no nos gusta someternos. Y la palabra someterse es callado, con la boca cerrada, haga caso. Me dicen amĆ©n, por favor. QuĆ© bĆ”rbaro. Eso es someterse. Someterse a ellas, no sólo para evitar el castigo, sino para mantener tu conciencia limpia.
O sea, no lo haga por quedar bien con el gobierno. HĆ”galo porque hay que hacerlo. Porque es lo que Dios estĆ” pidiendo que haga. Y entonces esto tiene una lógica. Y tiene una lógica que es una lógica de Dios. Y es donde uno se da cuenta que esto jamĆ”s lo pudo haber escrito un hombre porque le dio la gana. No tenga lógica de Dios. Y ni siquiera estĆ” hablando de cristianos. EstĆ” hablando del orden que Ćl estableció.
Dice, por esas mismas razones también paguen sus impuestos, ojo. Pues los funcionarios del gobierno, sean cristianos o no, necesitan cobrar su sueldo. Ellos sirven a Dios con lo que hacen. Guau. Vean qué lógica mÔs interesante. Ahora, yo les voy a decir una cosa. Si Dios estÔ pensando en el agente de la muni. Y Dios estÔ pensando en el agente del banco. Y Dios estÔ pensando en el agente de las instituciones. Usted cree que no estÔ pensando en usted.
En el verso 7, Pablo agarra y hace un orden. Y dice, ese es el orden de las cosas. Asà es como tenemos que verlo en términos generales. En el verso 7, dice, ustedes den a cada uno lo que deben. Tenemos que pagar. Paguen los impuestos y demÔs aranceles. A quienes correspondan. Les recuerdo que quien estÔ escribiendo esto, estÔ bajo un estado. Es mÔs, la carta de los romanos se escribe en una condición terriblemente deplorable. Terrible. Las injusticias que se cometen estÔn en el libro de los hechos.
Sin embargo, note la objetividad con que estĆ” escribiendo el EspĆritu Santo a travĆ©s de Apóstol Pablo. Paguen los impuestos y demĆ”s aranceles a quien corresponda. Y den respeto y honra a los que estĆ”n en autoridad. Esta es la enseƱanza. Esta es la palabra. Lo que sigue es la doctrina. Vean la doctrina. La doctrina nos muestra que hay una excepción. La excepción estĆ” en el libro de los hechos, en el capĆtulo 4, verso 13. En el capĆtulo 4, verso 13, los apóstoles acaban de hacer un milagro.
Un milagrosazo. Lo vio todo el pueblo. Todo el pueblo vio al hombre que se sanó. No habĆa forma de quitarse el tiro. Pero definitivamente habĆa que hacer algo inmediatamente. HabĆa que hacer algo para que esta gente no siguiera haciendo milagros y no siguieran extendiendo el reino de Dios con el mensaje de Jesucristo. Entonces, en el capĆtulo 4, verso 13, a partir del 13, el 14, los apóstoles llegan al consejo. Y la gente del consejo dice, sĆ, sĆ, sĆ, es cierto, es cierto.
Es cierto, ustedes andan hablando en el nombre de ese Señor Jesús, pero salgan, salgan de aquà para que nos pongamos de acuerdo aquà en el consejo. La conversación del consejo fue registrada por Lucas. ¿Qué debemos hacer con estos hombres? Se preguntan unos a otros. No podemos negar que han hecho una señal milagrosa. Todos en Jerusalén ya lo saben. Verso 17, asà que para evitar que sigan divulgando su propaganda aún mÔs, tenemos que advertirles que no vuelvan a hablar con nadie en nombre de Jesús.
El consejo se estĆ” poniendo de acuerdo en esto. Verso 17, entonces llamaron nuevamente los apóstoles y desordenaron. No omito manifestar que para la gente del consejo, esta gente, Juan y Pedro, eran Juan Bainas y Chivolo. En serio, en serio, no, no, no, no se rĆan, vean, es cierto, es cierto. Vean, vean. Los miembros del concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan porque veĆan que eran hombres comunes, sin ninguna preparación especial en las Escrituras.
TambiĆ©n los identificaron como hombres que estaban con JesĆŗs. Noten, de una vez dijeron que esta gente, por Dios, son gente de la calle. Son Juan Bainas y Chivolo, que no tienen nada. Pero hicieron un milagro. AhĆ estaban prensadĆsimos. Entonces llamaron nuevamente a los apóstoles y les ordenaron que nunca mĆ”s hablaran ni enseƱaran en el nombre de JesĆŗs. Les ordenaron. ĀæQuĆ© dice la Biblia? SujĆ©tense a las autoridades. A no ser, la excepción, a no ser. Pero Pedro y Juan respondieron, los dos.
ĀæAcaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a Ćl? Si usted estĆ” trabajando en su oficina y usted pone mĆŗsica cristiana en su oficina, y la mĆŗsica cristiana que usted pone es la mĆ”s maravillosa cosa que usted ha puesto en su mundo, en su vida, y usted estĆ” como loco y a usted le encanta, pero le molestan los compaƱeros de la oficina, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, le molestan los compaƱeros de la escuela, lo que tiene que hacer es hablar del SeƱor, testificar del SeƱor, y una autoridad se lo estĆ” impidiendo, inmediatamente entienda que no tiene ninguna autoridad para hacerlo.
Es una declaración flagrante de rebeldĆa, sĆ, asĆ es, pero no sea tonto, no sea tonto, no haga cosas extraƱas, porque hay gente buenĆsima para hacer cosas, pero empapelan, perdóneme, sepa a quien usted le manda un versĆculo bĆblico, un versĆculo bĆblico podrĆa ser un insulto para una persona, o podrĆa ser un consejo. Tenga la acuciosidad y tenga la diplomacia y tenga la sensibilidad de saber a quien se lo manda. ĀæPor quĆ©? Porque algunos jorobamos y somos molestos con tanta Biblia y con tanta cosa y lo que demostramos de alguna forma es otra.
Entonces note que aquĆ tenemos un caso de excepción. ĀæCuĆ”l es el caso de excepción? Cuando la autoridad me impide a mĆ servir a Dios de alguna manera. Termina Pablo y Juan diciendo, nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oĆdo. No vamos a parar de hacerlo. Pablo estĆ” hablando de la autoridad, pero eso no es un tema de Pablo, es un tema de la Palabra de Dios, es un tema que el mismo JesĆŗs, JesĆŗs dijo, pĆ”guenle a CĆ©sar lo que es de CĆ©sar.
ĀæDebemos de pagarle tributo al gobierno romano? SĆ. Y esta es la doctrina. AquĆ estĆ” Pedro hablando. Por amor al SeƱor, respeten a toda autoridad humana, ya sea el Rey como Jefe de Estado. MoisĆ©s hablando. Vea quĆ© belleza de texto. Respete a la gente mayor por default. RespĆ©tela porque es asĆ. Sirva a la gente mayor. Delante de las canas te levantarĆ”s y honrarĆ”s el rostro del anciano. De tu Dios tendrĆ”s temor. Yo el SeƱor y Dios. Pablo.
Ay Dios mĆo. Empezamos mal. Esposas. No me voy a meter con el texto. Porque saben donde me voy a meter. Ustedes saben que me voy a meter. Porque acuĆ©rdense, si ustedes se acuerdan del famoso congreso de parejas que hicimos aquĆ hace algunos aƱos, cuando leemos el texto completo, la recomendación a la esposa es la sujeción, y la recomendación al esposo es que ame a su esposa. Pero acuĆ©rdense que cuando se desarrolla el texto, yo siempre digo esposos, y algunos no llegamos ni acompaƱantes para un.
ĀæMe entiende? O sea, esposa, sujĆ©tese cada uno a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al SeƱor. Atención. Este es uno de los textos mĆ”s cuestionados que hay en la Biblia. CuestionadĆsimo. Eso es transcultural. Eso no tiene nada que ver. Eso se hizo en un momento donde lo que querĆan era proteger la mujer para que la mujer para que si la mujer abrĆa la boca, decĆa algo y la mataban. ĀæCon quiĆ©n quedaban los hijos? Los hombres tenĆan que ir a trabajar al campo, a la calle.
No podĆan. Entonces las mujeres tenĆan que sujetarse al esposo. Pero eso ya no es asĆ. Falso. Todo sistema, acabamos de ver, tiene un orden. Y el orden Dios lo estableció. Ahora, segĆŗn el orden, la Biblia dice que la mujer se sujeta al esposo pero el esposo se sujeta al SeƱor. ĀæY adivinen quĆ©? Ninguna mujer estĆ” obligada a sujetarse a un marido cuyo Dios es no se sabe. ĀæLo escucharon? Cuando la palabra dice sujĆ©tese a la mujer, lo estĆ” haciendo por potencial.
ĀæNo entendĆ? Dios sabe que la mujer no fue hecha del barro de la tierra. Dios sabe que la mujer fue hecha de una parte del varón. Por lo tanto, Dios sabe todo el potencial que hay en la mujer. Y lo que estĆ” haciendo Dios es simplemente ordenando ese potencial en el orden que Ćl establece. No me puedo quedar ahĆ, porque es un tema que lo hemos hablado aquĆ muchas veces, es cierto, hace bastante tiempo, pero es importante que lo sepan.
Que esto es lo que dice la palabra. Y que ningĆŗn hombre puede reclamarle a su esposa que se sujete si Ć©l no estĆ” intentando sujetarse al SeƱor. ĀæPor quĆ©? ĀæCon el peligro de muerte? ĀæCon las animaladas y las cosas que podrĆamos hacer? Es terrible. Cuando yo lleguĆ© a este lugar hace, digamos aquĆ hace 19 aƱos, llegamos a este lugar, habĆa una familia aquĆ que en menos de dos aƱos habĆan perdido absolutamente todo. ĀæPor quĆ©? Por juponada del marido.
Y por no sujetarse al SeƱor. El famosĆsimo mandamiento con promesa. Si usted quiere vivir muchos aƱos y durar mucho en esta tierra y llegar hasta los 90 como dontista que estĆ” en 95 ya. Āæ95? Āæ90? Yo no llego, a esta panza no llego. Āæ90? Y dejó de manejar hace como 5 aƱos tal vez. Hace poquito dejó de manejar, porque venĆa manejando. Por Dios. Atención. Si usted quiere durar muchos aƱos en esta tierra, vaya al gimnasio, coma bien, no coma chancho, no cómanos.
No. ¿Vean qué raro? La Biblia dice otra cosa. La Biblia dice que si usted quiere durar mucho tiempo en esta tierra, honre a su papÔ y a su mamÔ. Honrar al papÔ y a la mamÔ implica, número uno, honrar al papÔ y a la mamÔ implica que no importa la edad que usted tenga, no importa lo grande que usted sea, siempre aprenda a escuchar a sus papÔs. A la edad que sea. Mi tata, mi tata no salió pero me dejó algo.
Con mucho mÔs razón. Yo tuve un tata que era bueno. Mi tata era una cosa de otro planeta, pero algunas veces Dios lo usaba para hablarme. Oiga, dos, cuando la Biblia habla de honrar a los padres es soporte económicamente a sus papÔs. No se le olvide su responsabilidad es cuidar a sus papÔs. Son unos pleitos en las parejas. Es que no, que no tenemos plata y no le van dando 20 mil pesos a la mamÔ. ¿Y cuÔl es el problema? ¿De ah� A mi mamÔ nunca le hemos dado cinco, y ¿por qué no? ¿Se dan cuenta? Todos aquà tenemos la responsabilidad de honrar a nuestros padres.
Y la Biblia dice que si no hacemos, vamos a durar un poquito mĆ”s. Seguramente media hora mĆ”s, pero es un poquito mĆ”s por Dios. Interesante, Āæverdad? Lo que es la palabra. Ay, aquĆ viene la bronca. Yo mejor, como dice Chiquitico, me voy para un lado. A ver. Libro de Hebreos, capĆtulo 13, verso 17. Ay, ay, ay. MĆ”s cuando en San Ramón hay iglesias donde le dicen a la gente que yo soy el padre, el papĆ” de la iglesia.
Dice la palabra. Obedezcan a sus pastores y sujetense a ellos porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta para que lo hagan con alegrĆa, sin quejarse de Tabo, sin quejarse de Alan, sin quejarse de Patito, sin quejarse de nadie. Que lo hagamos con alegrĆa. Cuidado con este texto. AquĆ no dice que usted tiene que llamarme a mĆ para decirme, Āæme pongo el pantalón rojo o me pongo la corbata amarilla? AquĆ no dice, hermanos, porque es mentira.
Para una tontera lo llaman a uno por una tontera, pero se meten unos enredos de plata y paso a olvidar la bronca que me metiste. Usted no se imagina. Si me vienen a buscar aquà no me han visto. Perdón. Ahà no dice que yo pueda tener ninguna autoridad sobre ustedes. Ahà dice que hay una autoridad común para los dos que se llama la palabra de Dios. Y lo único, lo único que me da a mà algo para poder cuidar sus almas es que usted y yo tratemos de seguir la misma palabra.
Nada mĆ”s. Porque es mentira. Es mentira que yo le voy a decir a Iris o le voy a decir a Ale o le voy a decir a quien sea aquĆ de que sĆ, que no, que hagan, que no hagan, que digan, que no digan, la Ćŗnica autoridad que yo puedo tener. Primero, no le demos mucha bola, obedezcan a sus pastores, pero algunos no llegamos de hermanos pero ni a... Perdón, es una palabra muy grande hermanos. Es una palabra que demanda que una persona entienda que dice Dios y dicen los hermanos.
Me tocó hablar hace 15 dĆas en la fraternidad de pastores de Costa Rica. Y les dije, por Dios, pastores es una palabra muy compleja y algunos no llegamos ni siquiera a monaguillo uno, como digo yo. SĆŗmele que algunos no queremos ser ovejas, queremos seguir siendo cabritos. No oye el amĆ©n efusivo. No oye el amĆ©n desesperado. Bueno, pues la Biblia dice que cuando usted estĆ” oyendo la palabra de Dios y si yo estoy usando la palabra de Dios y es la Biblia, la palabra de Dios lo que estĆ” sirviendo para guiar mi vida y su vida, dice la Biblia que respete eso, que Ćl estĆ” haciendo con usted y conmigo.
Eso es lo que la Biblia dice. Y sĆ, yo le agradezco tanto a algunas personas acĆ” que algunas cosas en la vida que han tomado las decisiones, bueno, es que voy a hacer tal cosa. No, no lo haga. No lo haga. Por esto, por esto, por esto. La palabra dice esto y esto y esto. AƱos despuĆ©s me dijo, me acuerdo el dĆa que me dijiste que no lo hiciera. Hermanos, no existe ningĆŗn poder mĆstico. Yo no tengo ningĆŗn poder mĆstico.
Yo no puedo dar 15 horas para decirle a usted que como yo oro 15 horas y usted no oro ni siquiera en la noche para acostarse, Dios, yo estoy mÔs conectado con Dios que usted. No es cierto. Lo único que nos reúnde y que nos hace ser parte del cuerpo de Cristo y me da a mà la oportunidad de poder servir a su vida es que usted sea humilde ante la palabra de Dios y yo pueda decirle a usted, no se embarque.
Porque sĆ, me han pasado cosas con hermanos y conocidos, hermanos muy conocidos, que les he dicho, no haga eso. Pero al menos le agradezco que la persona ha tenido y yo tengo todas las respuestas. No. ĀæPero para quĆ© se metió en esta casa? Terminemos. Terminemos. Terminemos. NĆŗmero uno, lo que Dios ha hecho es una estructura lógica y necesaria. Dios es muy inteligente y lo que estĆ” es preservando nuestras vidas y permitiendo que vivamos en armonĆa y vivamos en paz.
NĆŗmero dos, a todos nos cuesta ser supervisados y someternos a la autoridad. Ā”Todos! Hermanos, uno lo ve aquĆ, en la dinĆ”mica de nosotros. Uno lo ve. Uno lo ve en la casa, cuando alguien dice, tal cosa, recoja, no se quede, se lo voy a dejar ahĆ para que alguien lo recoja, porque yo sĆ©. Dios sostiene, preserva y somete lo mismo que era establecido. Es el mismo Dios que nos sostiene, preserva y lo somete de una buena manera.
Esta mañana hemos visto que no hay un sistema sin orden y el orden empieza en la casa, en lo que Dios ha dado. Vimos también que hay una excepción y la excepción de la autoridad es que se sujete a la ley y de castigar lo malo. Como digo, castigar lo malo. Como dice Pablo en Romanos, que es una forma muy interesante de verlo. Hermanos, nosotros tenemos una cosa muy complicada. La sala constitucional es una cosa muy complicada, terriblemente complicada.
La sala cuarta, hermanos, es demasiado poderosa. Gracias a Dios hasta ahora lo que hemos tenido es un grupo de gente, un grupo de gente que han sido buenos legisladores. Solamente los hijos de Dios reconocen este orden. Ustedes tienen jefes, otros son dueƱos de sus empresas, otros tienen sus carritos de trabajo, tienen sus empresitas de trabajo, alquilan casas. Hermanos, todos tenemos a alguien bajo autoridad, siempre. Nosotros tenemos que aprender a reconocer la autoridad, siempre. Donde quiera que estemos.
Y no, pues, no estÔ de mÔs decir que si yo tengo que decirles a ustedes que el que me desobedece a mà se va para el infierno. Por Dios, ya estamos entendiendo otra cosa. Pues yo tengo que decirle a ustedes que yo soy el papÔ y que me digan papÔ, porque yo soy el padre de la congregación. Ya estamos hablando de otra cosa, ya no tiene nada que ver con Dios. Recuerde que lo único que nos tiene juntos es la palabra de Dios.
Y poco o mucho hay que pulsearla juntos. SeƱor bendito, te doy gracias esta maƱana.