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Rom 13 del 1 al 7 Sem 68 El Sensible y constante problema con la autoridad Dom 24 Marzo 2024

Rom 13 del 1 al 7 Sem 68 El Sensible y constante problema con la autoridad Dom 24 Marzo 2024

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This is a production from the Olivo Verde Community in Costa Rica. The speaker talks about the difficulty of teaching about authority and how people have personal objections to it. They mention examples like Hitler and discuss the nature of humans to resist authority. They also talk about the historical context of abuse and mistreatment by governments. They mention the importance of being part of a church and how it is impossible to be a child of God without being part of the body of Christ. The speaker emphasizes the need to respect and submit to government authorities because all authority comes from God. They explain the structure of the government and how leaders are placed by God, often through popular election. They mention the prophecy about Israel losing power and being ruled by the Gentiles. The speaker also mentions Pontius Pilate and his interaction with Jesus. La siguiente es una producción de la Comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Yo no sé en qué momento me metí en este juco de libros romanos, de enseñar romanos verso a verso y es muy difícil esto. Es muy difícil, hermanos, porque todos somos bien complicados con el tema de la autoridad. Todos tenemos algún tipo de situación con la autoridad que no nos hace mucha gracia. A nadie le gusta que lo controlen, a nadie le gusta que le estén supervisando, a nadie le gusta que le estén pidiendo cuentas. Hablar de la autoridad es un tema que siempre va a ser muy difícil. Ayer apenas terminé, se me vinieron aquí un grupo de gente y me dijeron, pero por ejemplo Hitler. Es difícil porque la naturaleza nuestra, como seres humanos, nuestra naturaleza nos hace ser a nosotros, a todos, independientes. Todos pensamos que estamos bien, somos piadosos, creemos que somos buenas personas, yo no he hecho nada malo. Y desgraciadamente, pues, es difícil. Hay muchas formas de desafiar la autoridad. Algunos somos pavorosamente pasivos. A mí no me da la gana. No dicen más nada, pero lo están diciendo, lo hacen o no lo hacen. No puedo mencionar el tema que es el del brazo, porque me cancelan las cuentas de todo lado y entonces nos arruina el asunto. Pero uno se dio cuenta que, lamentablemente, pues, había gente a favor y en contra y todo lo demás, pero lo que más me llamaba la atención es que siempre, de alguna manera, la gente que no iba a hacerlo, tenía alguna objeción personal y así es para todo. Le dicen, córranse para acá. No, no quiero. Siéntense para acá, córranse para allá. Háganse para allá. Hermanos, por naturaleza no vamos a obedecer la autoridad y adivinen que todos tenemos alguna autoridad o todos tenemos de alguna manera alguien o algo que tengamos que rendir cuentas o de alguna forma entender que necesitamos estar bajo esa autoridad. Ahora, quien escribe esto, lo está escribiendo en un contexto donde se han dado los mayores atropellos de la historia. Treinta años antes, el rey Herodes, porque le roncó la gana, había mandado a matar a todos los chiquitos menores de dos años. Y la masacre fue sin precedentes. No hubo mayor problema. Nerón, que no fue el que quemó Roma, Roma se quema al producto de una borrachera en una fábrica de candelas. Nerón, que no quemó Roma, utilizó la quema del incendio de Roma que, por cierto, tampoco fue el único incendio que hubo en Roma. Hubo muchos incendios en Roma. Pero Nerón utilizó y se aprovechó de ese incendio para culpar a los cristianos de lo que estaba pasando. Hermanos, la persona que escribe lo que estamos a punto de ver, lo escribe en un contexto donde el abuso la mujer no tenía voto ni tenía valor. Los hombres preferían tener relaciones sexuales con un hombre porque simplemente era la máxima expresión de su propia cultura. La palabra homosexual es una palabra nueva, es una palabra que se inventa tal vez hace unos cuatrocientos años. No había la figura de homosexualismo, no estaba todavía esa figura dentro de su cultura. Por eso es que la palabra, la Biblia la tiene que regular en la forma en que lo está haciendo. Hermanos, quien escribe esto, la persona que escribe esto, estamos hablando de que son los peores años de abuso y de maltrato de los gobiernos a las personas. Una de las grandes razones, y no crean que solamente fue un asunto de Roma, una de las grandes razones por las cuales Dios le divide el reino a Salomón y a su hijo, no solamente es por la locura de Salomón de tener mil suegras, viejo mal loco por Dios, ¿está loco? sino que a Salomón le gustaba vivir bien y comer rico. ¿Y adivinen qué? Para construir un palacio, un lugar donde hay que hacerlo con columnas de mármol y las canteras de mármol están a ochocientos millones de kilómetros de ahí. Una pregunta, ¿dónde sale el mármol? Hay que importarlo. ¿Hay que importarlo cómo? Hay que traerlo alzado. ¿Y quién paga la importación? ¿Quién paga? ¿Quiere decir? Usted está diciendo que el oro, el mármol, la madera y muchas de las cosas, porque eso lo dice la Biblia, como se construye el templo, que no construye Salomón, lo construye su hijo, sale la plata del pueblo. ¿Y de quién más? Una de las razones por las cuales el reino se divide es porque el consejo que se recibe es súbale al pueblo los impuestos. En el capítulo trece que nos toca hoy, finalmente llegando al capítulo trece, venimos del capítulo doce, Pablo se ordena muy bien iniciando el capítulo doce, nos dice a todos a ver, a ver, hagamos iglesia. Usted es iglesia, tiene que hacer iglesia. Usted no puede crecer en la vida sin ser iglesia, entiéndalo. Presente su cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Eso es verdaderamente ser iglesia. Después le dice, ahora sí, usted ya entendió que usted se presenta con Dios para que Dios procese su vida a partir del Espíritu Santo y su palabra. Eso sí, ninguno de ustedes tenga más alto concepto de sí mismo que el que deba de tener. Dice Pablo, entonces quiere decir que va procesando la idea de cada uno. ¿Por qué? Y sigue el siguiente versículo, versículo nueve, estamos hablando del doce en nueve. Llega en el nueve y dice, porque usted no es la cabeza, usted no es el más guapo, ni el más carga, ni el mejor, usted simplemente es parte de. Usted va a llorar. Ayer, con los tamales, pasó una situación. Hace como, tal vez unos siete años, vino a este lugar, vinieron dos amigas, una de las amigas, una de ellas había sido, había estado en iglesias evangélicas por muchísimos años, y la otra amiga le había alquilado la casa a esta que venía aquí, a esta que empezó a venir aquí ese día, vinieron juntas. Cuando las dos entraron, se sentaron por ahí o por ahí, ni recuerdo dónde se sentaron, al final ella me la presentó, me dice, ella es una amiga, pero también es la señora que me alquila la casa. Y mucho gusto. La señora no tenía noción de dónde está parada. Y eran aquellos años donde cantábamos tres horas, ¿se acuerdan? ¡Por Dios! No, no es cierto, nunca hemos cantado tanto. Y la señora no tenía noción de dónde está parada. Y la señora no tenía noción de dónde está parada. No, no es cierto, nunca hemos cantado tanto. Miren, me dice, yo creo que ni católica soy porque no he vuelto a misa, yo no soy nada, me estoy pasando por una situación muy dura. Y mi amiga me invitó, yo vine a ver qué hará, yo nunca he estado en ningún otro lado que no fuera misa, y nunca he ido a nada. Y la señora pasó todo el rato como asustada, así como cara de como diciendo, uy. Ernesto en ese tiempo también bricaba, silbaba. ¿Me entienden? O sea, la señora salió, la señora salió así. Siguieron viniendo y a los dos o tres años se dio una situación con la amiga que la había traído y se fue. Y ella hasta el día de hoy está aquí. Ayer yo estaba afuera. Y ella llegó un poquillo tarde porque estábamos planeados empezar a las siete, y ella llegó tipo ocho de la mañana, y cuando ella llegó yo la vi que entró sola. Y desde ese día que ella vino no se ha ido. Ella habla muy poco, muy poca gente la conoce, no voy a mencionar su nombre, estuvo anoche, a veces aparece un domingo, a veces aparece un sábado, no falla. Yo calculo que puede llevar aquí alrededor de unos ocho a nueve años. La amiga que la trajo se fue, y ha dado vueltas como en cuatro o cinco lugares más, ahora está metido con los, con los, con Ichihwa, con los coreanos, que no saben dónde están parados. Y ella sigue aquí. Y cuando yo veo que la Biblia nos dice que somos un cuerpo... Gracias, Tadito. Pero me da que sale el rollo, porque mira que cosa más... No, no es cierto. Cuando la palabra dice que somos un cuerpo, y que somos parte de ese cuerpo, ver entrar a esa señora mía allí, yo dije, guau. O sea, los tamales pasan aquí en todo lugar, y ojalá se vendan, y paguemos la alarma, y paguemos lo que hay para pintar y arreglar, y por Dios, por Dios, pero... Usted sin iglesia, usted sin el cuerpo de Cristo, no es hijo de Dios, entiéndalo. No lo invento yo, lo dice la palabra. No existe alguien que sea hijo de Dios, y no sea cuerpo de Cristo. Es imposible. Pero es que somos un montón de mal avanzados y hipócritas, es cierto. Sí, sí lo somos, y por eso estamos aquí. Sigue Pablo, sigue Pablo, y así que armó el asunto de la iglesia, y les dijo, ahora sí, pero vean, pórtense bien, no sean repugnantes, no sean odiosos, siéntense con los que les caen mal, hablen con los que les caen mal, es más, si les caen mal, bendígalo, trátenlo con cariño. Y Pablo arma la iglesia, y pasa al capítulo 13, y Pablo habla del gobierno, la iglesia y la persona. Ese es el capítulo 13. Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno. Pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad están allí colocados por Dios. Rápidamente la explicación nos hace entender que, ese es el organigrama de Mideplan, Mideplan es del gobierno de Costa Rica, y nos enseña que hay cuatro poderes, Registro Civil, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, aquí están los cuatro poderes, esa es la estructura, esa es la estructura que Dios forma. Pero, pero noten que, dice la Biblia, que Dios, toda autoridad proviene de Dios, proviene, proviene, la autoridad proviene de Dios. Pero noten que dicen que los que ocupan puestos de autoridad están allí colocados por Dios. ¿Por qué? Eso es por elección popular. ¿Qué significa eso? Así, que Dios mete mano para que fulano, según sea, la necesidad de ese pueblo... Entonces usted está diciendo que Nicolás Maduro podría ser una especie como de, como de juicio para la nación de Venezuela. No, yo no puedo afirmarlo así, pero anda cerca. ¿Me va a entender? Dios, mediante una profecía, le dijo al pueblo de Israel que uno de los principales, una de las principales profecías que iba a demostrar que él estaba gobernando, iba a ser que a partir de ahora ya Israel no iba a tener poder sobre nada, y que todo iba a ser entregado a los gentiles, y que el primer gobernante del mundo iba a ser el rey Nabucodonosor, al cual él lo llamaba su siervo. ¡Guau! Cuando Poncio Pilarto estaba a la par de Jesús, se le quedó viendo así como con ojos de loco, y le dijo, pero diga algo, quédese, alguna cosa. Y Jesús le dijo, mire, ¿sabe una cosa? Usted está ahí porque, usted está aquí porque mi padre lo puso. Y cuando usted se pregunta, ¿cómo es posible que una persona como, una persona como Vladimir Putin, ¿cómo Dios va a poner un desgraciado como Adolfo Hitler? Es cierto, cuando se habla del holocausto judío, hay que tomar en cuenta que no ha sido el único holocausto en la historia, han habido más holocaustos, lo que pasa es que ese es holocausto de gente blanca. Pero también, yo estoy muy seguro que durante el tiempo del holocausto, muchos de esos judíos clamaron a Dios, y le entregaron su vida al Señor. ¿Por qué? Porque el día que hicieron la selección, vea las peliculitas ahora de Semana Santa para que usted vea, el día que hicieron la selección, y les dijeron, ¿a quiénes, a cuál quieren que se muera? ¿Barrabás o ese que le dicen Jesucristo? A Jesucristo, maten a Jesucristo, crucifiquen a Jesucristo. ¿Qué contestó el pueblo? El pueblo contestó, que la sangre de Él caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos, y así ha sido. Los judíos saben eso. Entonces, hermanos, en esta forma en que, de alguna manera, lo que está haciendo Pablo es explicándonos a todos y empieza a darnos la clase. Toda autoridad, toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno. Pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad están allí colocados por Dios. Ahí está el orden, ese es el orden que Dios ha establecido. ¿De qué lado va a estar Dios? Yo me metí, yo cogí del lote como cinco metros más, porque el viejo que vive en la pandemia es un viejo millonario, un viejo que tiene mucha plata, perdónenme. La palabra de Dios dice que Dios está del lado de la ley. Por lo tanto, cualquiera que se revele contra la autoridad, se revela contra lo que Dios ha instituido y será castigado. Pastor, oré por mí, porque es que viera que el viejo de la parte dice que yo le cogí como quince metros, y yo lo que le cogí fueron solamente cinco. Cuando yo llegué aquí en el 2005, cuando llegamos aquí en el 2005, el señor Carlos Rodríguez, que decían don Ballena, que era chofer de ambulancia, la gente grande lo conoce. Don Carlos dice que la iglesia le había robado dos metros y resto. El juicio fue aquí, en este lugar. El juicio fue aquí. Don Carlos dice que la iglesia le había robado dos metros y resto. El juicio fue aquí, en esta oficina de aquí. La oficina de aquí de la iglesia. Cuando el día del juicio, la abogada, en esa esquina ahí, detrás del cilindro ese de oxígeno, de esa cosa que está ahí, la abogada me dice, perdónenme, dice, Carlos lo que quiere son dos millones de pesos, y lo dejamos así. Digo, ¿cómo? ¿Dos millones de pesos de qué? Yo tenía diez minutos de haber llegado a San Ramón. Y me dice, ¿dos millones de pesos de qué? Me dice, por el pedazo que la iglesia le cogió. Este cuento se los he contado mil veces. Yo le dije, mire, si la iglesia le cogió a don Carlos un centímetro, o la iglesia se lo paga o se tira para atrás. Pero yo no sé qué fue lo que pasó. Y empezaron a venir los testigos y aquello parecía el jajá del aire. Mira qué cosa más terrible. Parecía novedades Pomponio. Fue divertidísimo el juicio. Pero, hermanos, dice la Biblia que Dios está del lado de la ley. Y punto. Si usted viene a ciento noventa kilómetros por hora, no reprenda al diablo, no sea vagoso. De todas maneras, el ángel de la guardia y todo el mundo se bajó hace rato. Se bajó a unos ochenta kilómetros por hora. ¿Ya se han parado los tráficos? Te reprendo, Satanás. Te reprendo, ciega, lo señor que... Se los cuento por una familiar mía que yo tengo, que el otro día íbamos con ella y yo no sé qué es lo que iba haciendo. No me acuerdo qué era y cuando veo el tráfico empieza. En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, yo reprendo al diablo. Veníamos como quince en un carro para cuatro. No me acuerdo ni qué era. Y yo he rependido al diablo, pero ¿por qué voy a reprender al diablo? Por lo menos tenga la decencia del Señor. Señor, dé misericordia a Dios. Sí, por Dios, o sea. Hay cosas que no están, cosas que... Yo no puedo ponerme a decirle a ustedes que sí, que no. Nada más entienda que Dios está del lado de la autoridad. No haga feo, no haga tonto. Hay gente que el tráfico le pide la licencia. ¿Qué fue? ¿Qué hice? ¿Qué fue? ¿Qué fue? Venga, ¿qué le pasa? Perdón, y hay gente que es malcriada solamente porque le piden la licencia. Y cuando el tráfico le tiene que... Señor, yo estoy haciendo mi trabajo. ¿Por qué problema es usted? Yo tenía un amigo que apenas venía un tráfico, ahí están los sapos. Ahí están los sapos. Digo, ¿qué te pasa? Aquí está la respuesta. Las autoridades no infunden temor a los que hacen lo que está bien. Entonces siempre las cosas que hacemos las vamos a hacer bien. Hay momentos en que no, en que hacemos las cosas mal. En que somos conscientes de que estamos haciendo las cosas mal. En que podría ser que somos conscientes de eso. Por favor, no sea usted tan... Aplique el término que mejor le convenga de no entender que usted está afectando la ley y que eso tiene consecuencias. Si no a los que hacen lo que está mal. ¿Para qué Dios hace esto? ¿Por qué es esto? ¿Cuál es la razón? Las autoridades están al servicio de Dios. Conmigo en voz alta, para, duro para, mi propio bien. Pero si estás haciendo algo malo, por supuesto que deberías tener miedo. Porque ellas tienen poder para castigarte. Las autoridades están al servicio de Dios para cumplir el propósito específico de castigar a los que hacen lo malo. Vean cómo ahora, así que nos armó como iglesia, y nos dijo, somos iglesia. Nos pertenecemos los unos a los otros. Ahora nos tira a la calle y nos dice, también tenemos que ser ciudadanos y entender que pertenecemos a una sociedad y a una comunidad. ¿Qué implica cuando yo entiendo este principio? El principio de la autoridad. Verso 5. ¿Cuál es la actitud que Dios acepta con relación a la constitución? ¿Cuál es la actitud que Dios acepta con relación a la condición personal de cada uno? Sometimiento. La palabra someterse es una palabra complicada. Es muy difícil. La palabra someterse es una palabra muy difícil porque no nos gusta someternos. Y la palabra someterse es callado, con la boca cerrada, haga caso. Me dicen amén, por favor. Qué bárbaro. Eso es someterse. Someterse a ellas, no sólo para evitar el castigo, sino para mantener tu conciencia limpia. O sea, no lo haga por quedar bien con el gobierno. Hágalo porque hay que hacerlo. Porque es lo que Dios está pidiendo que haga. Y entonces esto tiene una lógica. Y tiene una lógica que es una lógica de Dios. Y es donde uno se da cuenta que esto jamás lo pudo haber escrito un hombre porque le dio la gana. No tenga lógica de Dios. Y ni siquiera está hablando de cristianos. Está hablando del orden que Él estableció. Dice, por esas mismas razones también paguen sus impuestos, ojo. Pues los funcionarios del gobierno, sean cristianos o no, necesitan cobrar su sueldo. Ellos sirven a Dios con lo que hacen. Guau. Vean qué lógica más interesante. Ahora, yo les voy a decir una cosa. Si Dios está pensando en el agente de la muni. Y Dios está pensando en el agente del banco. Y Dios está pensando en el agente de las instituciones. Usted cree que no está pensando en usted. En el verso 7, Pablo agarra y hace un orden. Y dice, ese es el orden de las cosas. Así es como tenemos que verlo en términos generales. En el verso 7, dice, ustedes den a cada uno lo que deben. Tenemos que pagar. Paguen los impuestos y demás aranceles. A quienes correspondan. Les recuerdo que quien está escribiendo esto, está bajo un estado. Es más, la carta de los romanos se escribe en una condición terriblemente deplorable. Terrible. Las injusticias que se cometen están en el libro de los hechos. Sin embargo, note la objetividad con que está escribiendo el Espíritu Santo a través de Apóstol Pablo. Paguen los impuestos y demás aranceles a quien corresponda. Y den respeto y honra a los que están en autoridad. Esta es la enseñanza. Esta es la palabra. Lo que sigue es la doctrina. Vean la doctrina. La doctrina nos muestra que hay una excepción. La excepción está en el libro de los hechos, en el capítulo 4, verso 13. En el capítulo 4, verso 13, los apóstoles acaban de hacer un milagro. Un milagrosazo. Lo vio todo el pueblo. Todo el pueblo vio al hombre que se sanó. No había forma de quitarse el tiro. Pero definitivamente había que hacer algo inmediatamente. Había que hacer algo para que esta gente no siguiera haciendo milagros y no siguieran extendiendo el reino de Dios con el mensaje de Jesucristo. Entonces, en el capítulo 4, verso 13, a partir del 13, el 14, los apóstoles llegan al consejo. Y la gente del consejo dice, sí, sí, sí, es cierto, es cierto. Es cierto, ustedes andan hablando en el nombre de ese Señor Jesús, pero salgan, salgan de aquí para que nos pongamos de acuerdo aquí en el consejo. La conversación del consejo fue registrada por Lucas. ¿Qué debemos hacer con estos hombres? Se preguntan unos a otros. No podemos negar que han hecho una señal milagrosa. Todos en Jerusalén ya lo saben. Verso 17, así que para evitar que sigan divulgando su propaganda aún más, tenemos que advertirles que no vuelvan a hablar con nadie en nombre de Jesús. El consejo se está poniendo de acuerdo en esto. Verso 17, entonces llamaron nuevamente los apóstoles y desordenaron. No omito manifestar que para la gente del consejo, esta gente, Juan y Pedro, eran Juan Bainas y Chivolo. En serio, en serio, no, no, no, no se rían, vean, es cierto, es cierto. Vean, vean. Los miembros del concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan porque veían que eran hombres comunes, sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que estaban con Jesús. Noten, de una vez dijeron que esta gente, por Dios, son gente de la calle. Son Juan Bainas y Chivolo, que no tienen nada. Pero hicieron un milagro. Ahí estaban prensadísimos. Entonces llamaron nuevamente a los apóstoles y les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. Les ordenaron. ¿Qué dice la Biblia? Sujétense a las autoridades. A no ser, la excepción, a no ser. Pero Pedro y Juan respondieron, los dos. ¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a Él? Si usted está trabajando en su oficina y usted pone música cristiana en su oficina, y la música cristiana que usted pone es la más maravillosa cosa que usted ha puesto en su mundo, en su vida, y usted está como loco y a usted le encanta, pero le molestan los compañeros de la oficina, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, le molestan los compañeros de la escuela, lo que tiene que hacer es hablar del Señor, testificar del Señor, y una autoridad se lo está impidiendo, inmediatamente entienda que no tiene ninguna autoridad para hacerlo. Es una declaración flagrante de rebeldía, sí, así es, pero no sea tonto, no sea tonto, no haga cosas extrañas, porque hay gente buenísima para hacer cosas, pero empapelan, perdóneme, sepa a quien usted le manda un versículo bíblico, un versículo bíblico podría ser un insulto para una persona, o podría ser un consejo. Tenga la acuciosidad y tenga la diplomacia y tenga la sensibilidad de saber a quien se lo manda. ¿Por qué? Porque algunos jorobamos y somos molestos con tanta Biblia y con tanta cosa y lo que demostramos de alguna forma es otra. Entonces note que aquí tenemos un caso de excepción. ¿Cuál es el caso de excepción? Cuando la autoridad me impide a mí servir a Dios de alguna manera. Termina Pablo y Juan diciendo, nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído. No vamos a parar de hacerlo. Pablo está hablando de la autoridad, pero eso no es un tema de Pablo, es un tema de la Palabra de Dios, es un tema que el mismo Jesús, Jesús dijo, páguenle a César lo que es de César. ¿Debemos de pagarle tributo al gobierno romano? Sí. Y esta es la doctrina. Aquí está Pedro hablando. Por amor al Señor, respeten a toda autoridad humana, ya sea el Rey como Jefe de Estado. Moisés hablando. Vea qué belleza de texto. Respete a la gente mayor por default. Respétela porque es así. Sirva a la gente mayor. Delante de las canas te levantarás y honrarás el rostro del anciano. De tu Dios tendrás temor. Yo el Señor y Dios. Pablo. Ay Dios mío. Empezamos mal. Esposas. No me voy a meter con el texto. Porque saben donde me voy a meter. Ustedes saben que me voy a meter. Porque acuérdense, si ustedes se acuerdan del famoso congreso de parejas que hicimos aquí hace algunos años, cuando leemos el texto completo, la recomendación a la esposa es la sujeción, y la recomendación al esposo es que ame a su esposa. Pero acuérdense que cuando se desarrolla el texto, yo siempre digo esposos, y algunos no llegamos ni acompañantes para un. ¿Me entiende? O sea, esposa, sujétese cada uno a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. Atención. Este es uno de los textos más cuestionados que hay en la Biblia. Cuestionadísimo. Eso es transcultural. Eso no tiene nada que ver. Eso se hizo en un momento donde lo que querían era proteger la mujer para que la mujer para que si la mujer abría la boca, decía algo y la mataban. ¿Con quién quedaban los hijos? Los hombres tenían que ir a trabajar al campo, a la calle. No podían. Entonces las mujeres tenían que sujetarse al esposo. Pero eso ya no es así. Falso. Todo sistema, acabamos de ver, tiene un orden. Y el orden Dios lo estableció. Ahora, según el orden, la Biblia dice que la mujer se sujeta al esposo pero el esposo se sujeta al Señor. ¿Y adivinen qué? Ninguna mujer está obligada a sujetarse a un marido cuyo Dios es no se sabe. ¿Lo escucharon? Cuando la palabra dice sujétese a la mujer, lo está haciendo por potencial. ¿No entendí? Dios sabe que la mujer no fue hecha del barro de la tierra. Dios sabe que la mujer fue hecha de una parte del varón. Por lo tanto, Dios sabe todo el potencial que hay en la mujer. Y lo que está haciendo Dios es simplemente ordenando ese potencial en el orden que Él establece. No me puedo quedar ahí, porque es un tema que lo hemos hablado aquí muchas veces, es cierto, hace bastante tiempo, pero es importante que lo sepan. Que esto es lo que dice la palabra. Y que ningún hombre puede reclamarle a su esposa que se sujete si él no está intentando sujetarse al Señor. ¿Por qué? ¿Con el peligro de muerte? ¿Con las animaladas y las cosas que podríamos hacer? Es terrible. Cuando yo llegué a este lugar hace, digamos aquí hace 19 años, llegamos a este lugar, había una familia aquí que en menos de dos años habían perdido absolutamente todo. ¿Por qué? Por juponada del marido. Y por no sujetarse al Señor. El famosísimo mandamiento con promesa. Si usted quiere vivir muchos años y durar mucho en esta tierra y llegar hasta los 90 como dontista que está en 95 ya. ¿95? ¿90? Yo no llego, a esta panza no llego. ¿90? Y dejó de manejar hace como 5 años tal vez. Hace poquito dejó de manejar, porque venía manejando. Por Dios. Atención. Si usted quiere durar muchos años en esta tierra, vaya al gimnasio, coma bien, no coma chancho, no cómanos. No. ¿Vean qué raro? La Biblia dice otra cosa. La Biblia dice que si usted quiere durar mucho tiempo en esta tierra, honre a su papá y a su mamá. Honrar al papá y a la mamá implica, número uno, honrar al papá y a la mamá implica que no importa la edad que usted tenga, no importa lo grande que usted sea, siempre aprenda a escuchar a sus papás. A la edad que sea. Mi tata, mi tata no salió pero me dejó algo. Con mucho más razón. Yo tuve un tata que era bueno. Mi tata era una cosa de otro planeta, pero algunas veces Dios lo usaba para hablarme. Oiga, dos, cuando la Biblia habla de honrar a los padres es soporte económicamente a sus papás. No se le olvide su responsabilidad es cuidar a sus papás. Son unos pleitos en las parejas. Es que no, que no tenemos plata y no le van dando 20 mil pesos a la mamá. ¿Y cuál es el problema? ¿De ahí? A mi mamá nunca le hemos dado cinco, y ¿por qué no? ¿Se dan cuenta? Todos aquí tenemos la responsabilidad de honrar a nuestros padres. Y la Biblia dice que si no hacemos, vamos a durar un poquito más. Seguramente media hora más, pero es un poquito más por Dios. Interesante, ¿verdad? Lo que es la palabra. Ay, aquí viene la bronca. Yo mejor, como dice Chiquitico, me voy para un lado. A ver. Libro de Hebreos, capítulo 13, verso 17. Ay, ay, ay. Más cuando en San Ramón hay iglesias donde le dicen a la gente que yo soy el padre, el papá de la iglesia. Dice la palabra. Obedezcan a sus pastores y sujetense a ellos porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta para que lo hagan con alegría, sin quejarse de Tabo, sin quejarse de Alan, sin quejarse de Patito, sin quejarse de nadie. Que lo hagamos con alegría. Cuidado con este texto. Aquí no dice que usted tiene que llamarme a mí para decirme, ¿me pongo el pantalón rojo o me pongo la corbata amarilla? Aquí no dice, hermanos, porque es mentira. Para una tontera lo llaman a uno por una tontera, pero se meten unos enredos de plata y paso a olvidar la bronca que me metiste. Usted no se imagina. Si me vienen a buscar aquí no me han visto. Perdón. Ahí no dice que yo pueda tener ninguna autoridad sobre ustedes. Ahí dice que hay una autoridad común para los dos que se llama la palabra de Dios. Y lo único, lo único que me da a mí algo para poder cuidar sus almas es que usted y yo tratemos de seguir la misma palabra. Nada más. Porque es mentira. Es mentira que yo le voy a decir a Iris o le voy a decir a Ale o le voy a decir a quien sea aquí de que sí, que no, que hagan, que no hagan, que digan, que no digan, la única autoridad que yo puedo tener. Primero, no le demos mucha bola, obedezcan a sus pastores, pero algunos no llegamos de hermanos pero ni a... Perdón, es una palabra muy grande hermanos. Es una palabra que demanda que una persona entienda que dice Dios y dicen los hermanos. Me tocó hablar hace 15 días en la fraternidad de pastores de Costa Rica. Y les dije, por Dios, pastores es una palabra muy compleja y algunos no llegamos ni siquiera a monaguillo uno, como digo yo. Súmele que algunos no queremos ser ovejas, queremos seguir siendo cabritos. No oye el amén efusivo. No oye el amén desesperado. Bueno, pues la Biblia dice que cuando usted está oyendo la palabra de Dios y si yo estoy usando la palabra de Dios y es la Biblia, la palabra de Dios lo que está sirviendo para guiar mi vida y su vida, dice la Biblia que respete eso, que Él está haciendo con usted y conmigo. Eso es lo que la Biblia dice. Y sí, yo le agradezco tanto a algunas personas acá que algunas cosas en la vida que han tomado las decisiones, bueno, es que voy a hacer tal cosa. No, no lo haga. No lo haga. Por esto, por esto, por esto. La palabra dice esto y esto y esto. Años después me dijo, me acuerdo el día que me dijiste que no lo hiciera. Hermanos, no existe ningún poder místico. Yo no tengo ningún poder místico. Yo no puedo dar 15 horas para decirle a usted que como yo oro 15 horas y usted no oro ni siquiera en la noche para acostarse, Dios, yo estoy más conectado con Dios que usted. No es cierto. Lo único que nos reúnde y que nos hace ser parte del cuerpo de Cristo y me da a mí la oportunidad de poder servir a su vida es que usted sea humilde ante la palabra de Dios y yo pueda decirle a usted, no se embarque. Porque sí, me han pasado cosas con hermanos y conocidos, hermanos muy conocidos, que les he dicho, no haga eso. Pero al menos le agradezco que la persona ha tenido y yo tengo todas las respuestas. No. ¿Pero para qué se metió en esta casa? Terminemos. Terminemos. Terminemos. Número uno, lo que Dios ha hecho es una estructura lógica y necesaria. Dios es muy inteligente y lo que está es preservando nuestras vidas y permitiendo que vivamos en armonía y vivamos en paz. Número dos, a todos nos cuesta ser supervisados y someternos a la autoridad. ¡Todos! Hermanos, uno lo ve aquí, en la dinámica de nosotros. Uno lo ve. Uno lo ve en la casa, cuando alguien dice, tal cosa, recoja, no se quede, se lo voy a dejar ahí para que alguien lo recoja, porque yo sé. Dios sostiene, preserva y somete lo mismo que era establecido. Es el mismo Dios que nos sostiene, preserva y lo somete de una buena manera. Esta mañana hemos visto que no hay un sistema sin orden y el orden empieza en la casa, en lo que Dios ha dado. Vimos también que hay una excepción y la excepción de la autoridad es que se sujete a la ley y de castigar lo malo. Como digo, castigar lo malo. Como dice Pablo en Romanos, que es una forma muy interesante de verlo. Hermanos, nosotros tenemos una cosa muy complicada. La sala constitucional es una cosa muy complicada, terriblemente complicada. La sala cuarta, hermanos, es demasiado poderosa. Gracias a Dios hasta ahora lo que hemos tenido es un grupo de gente, un grupo de gente que han sido buenos legisladores. Solamente los hijos de Dios reconocen este orden. Ustedes tienen jefes, otros son dueños de sus empresas, otros tienen sus carritos de trabajo, tienen sus empresitas de trabajo, alquilan casas. Hermanos, todos tenemos a alguien bajo autoridad, siempre. Nosotros tenemos que aprender a reconocer la autoridad, siempre. Donde quiera que estemos. Y no, pues, no está de más decir que si yo tengo que decirles a ustedes que el que me desobedece a mí se va para el infierno. Por Dios, ya estamos entendiendo otra cosa. Pues yo tengo que decirle a ustedes que yo soy el papá y que me digan papá, porque yo soy el padre de la congregación. Ya estamos hablando de otra cosa, ya no tiene nada que ver con Dios. Recuerde que lo único que nos tiene juntos es la palabra de Dios. Y poco o mucho hay que pulsearla juntos. Señor bendito, te doy gracias esta mañana.

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