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Como  identificarnos  como Iglesia de Cristo Sab 16 Marzo 2024

Como identificarnos como Iglesia de Cristo Sab 16 Marzo 2024

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Olivo Verde is a community focused on studying and respecting the Word of God. They discuss how to identify as the Church of Christ and the challenges of living as Christians in today's world. They explore biblical passages that talk about a future time of great tribulation and the characteristics of the Church. They emphasize the importance of bearing fruit as true believers. The parable of the wheat and tares is used to illustrate the coexistence of good and evil in the world until the time of harvest when the wicked will be separated from the righteous. The message encourages believers to examine their own lives and strive to live as true members of the Church. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. ¿Cómo podemos identificarnos como Iglesia de Cristo? Y es que cuesta, hermanos, cuesta mucho. Pero la Biblia dice que en estos tiempos que estamos viviendo, en estos tiempos, el trigo que representa la Iglesia está creciendo con la cizaña. Y entonces, Dios mío, cuando pensamos en eso, hace mucho tiempo atrás yo me ponía a pensar, bueno, ¿entonces yo qué seré, cizaña o trigo? Bueno, por eso es que quiere la Palabra. Y muchos de los problemas que tenemos como Iglesia, como cónyuges, como familia, en el trabajo, lo que sea, en todo el ambiente, es que no nos identificamos como trigo, como Iglesia. Pero primero quisiera entrar así rápidamente en el libro de Daniel 12.1. Este texto, así de entrada, de entrada nomás, nos da a conocer tres cosas, ¿verdad? Yo quisiera que le pongamos más énfasis a los segundos, a los segundos. El verso es un solo verso, pero nos da a conocer tres cosas así nomás de entrada. La segunda parte del verso es la que nos gustaría que tomemos en cuenta para avanzar. Dice, en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo. Y será tiempo de angustia cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces. Pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hayan inscrito en el libro. Y este libro, en el libro, todos los que se hayan inscrito en el libro. Este libro en el Apocalipsis le llama el libro de la vida. Entonces, para que lo tengamos en cuenta. Pero, esa primera parte, obviémosla, en aquel tiempo será levantado Miguel. Miguel es un ángel. Y esta parte es una parte escatológica, lindísima, que tiene que ver con cosas extraordinarias, pero no me puedo detener ahí. Me interesa que le pongamos atención a la segunda parte. Y será tiempo de angustia cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces. Y será tiempo de angustia cual nunca fue desde que ha habido gente hasta entonces. O sea, estamos esperando, esto es un tiempo a futuro. Estamos esperando, o espera la humanidad, un tiempo de angustia terrible. Un tiempo de angustia terrible. Yo espero que ya no estemos en eso. Hay muchas posiciones sobre este asunto, pero yo espero que en ese tiempo ya no estemos. Sin embargo, no está claro, ¿verdad? Si vamos a estar o no vamos a estar. Y si hoy en día, con una mal mirada que nos hagan, que nos arde la cara de la cólera, pues imagínense que en este tiempo, o estamos haciendo berrinches, imagínense que en este tiempo que dice que es un tiempo de angustia cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces. Mateo 24, esto lo dijo Daniel, como 500 o 550 años antes de que Cristo lo reafirmara. Ahora venimos al tiempo de Cristo cuando Él estuvo aquí y en Mateo 24, 21 dice, porque habrá entonces gran tribulación cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora ni la habrá. O sea, Cristo también lo profundiza un poquito más. Pero prácticamente son las mismas palabras, ¿verdad? Porque habrá entonces gran tribulación cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora ni la habrá. O sea, solo en ese momento de la historia habrá un tiempo. Esta situación es muy dramática, pero es palabra de Dios. Y lo está diciendo nuestro Señor Jesucristo. Teniendo esto en cuenta, vamos a ir, Eucaristios 6, 9 dice, Y en aquellos días, ahí es en ese tiempo que estamos hablando. Yo diría en un futuro muy inmediato, muy pronto, ¿verdad? Y en aquellos días, ¿ves qué interesante lo que dice? Dice, los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán. Y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. ¿No les parece increíble eso? ¿Saben por qué me parece increíble? Porque siempre hemos dicho, aquel dicho que dice, Todo tiene solución menos, ¿qué? Menos la muerte. Bueno, pero aquí, lo que es la palabra de Dios es interesante, ¿verdad? Está diciendo que habrá un tiempo tan terrible para la humanidad. En aquellos días los hombres, la humanidad, la palabra hombre es ahí de una vez, la humanidad entera. O sea, ansiarán morir, ¿por qué? Porque será un tiempo de angustia, dice Cristo, y dice Daniel, como nunca lo ha habido ni lo habrá jamás. Los hombres ansiarán morir, y Dios no se los permite. La muerte huirá de la gente. Porque esto se está escribiendo para que lo escuche todo el mundo, pero en realidad es la iglesia la que tiene que estar atenta a estas cosas. Todo esto se escribió para la iglesia. Entonces sirve despertar un poquito de temor de Dios en nuestros corazones esta noche. Y decirles que definitivamente a este mundo no le espera nada bueno. O sea, a este planeta no le espera nada bueno. En aquellos días los hombres, ya les dije, está hablando de la humanidad, pero no dice iglesia. O sea, en realidad está enfocándose en un grupo de gente que no es la iglesia. En aquellos días la humanidad, los hombres, buscarán la muerte. Y no la hallarán, y ansiarán morirse, y la muerte huirá de ellos. Entonces tenemos el privilegio de entender que no precisamente la iglesia está involucrada en eso. Amén. Si estamos de acuerdo. No precisamente la iglesia está involucrada en eso. Seguimos con la incógnita de que si lo pasaremos o no lo pasaremos. No por la posición escatológica o teológica, sino por mí. Esa es la pregunta. ¿Soy iglesia? ¿Qué características tiene la iglesia? ¿Cómo puedo demostrarle a mi familia, en mi trabajo, a mis amigos y aquí, que soy iglesia? La Biblia habla de cosas que son características de la iglesia. Y ahí es donde quiero yo llevarlos esta noche. Porque es muy, muy importante entender cuándo somos iglesia y qué es iglesia. Porque ahora, como ha dicho nuestro pastor, a cualquier cosa le dice iglesia. Por eso es que aquí no le decimos hasta que usted es el poderoso gigante y que todo lo va a tener y que todo lo va a obtener. El poderoso gigante aquí es Cristo. Disculpen. Aquí no enseñamos a que decrete. Nosotros no tenemos el poder de decretar nada. El que decreta es Cristo. Características de la iglesia. Mateo 13.24 dice así. Es una parábola, es una parábola muy bonita, muy linda. El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras dormían los hombres, o sea, mientras descansaban, después de la siembra, ¿verdad? Vino su enemigo, tenía un enemigo, y sembró cizaña entre el trigo y se fue. Ahora bien, aquí hay una analogía. Primero dice el reino de los cielos. Y después dice que el enemigo sembró cizaña entre el trigo. El trigo también es la iglesia. Pero un enemigo sembró cizaña. Las cizañas se parecen mucho al trigo. Muchísimo. Son dos hierbas muy parecidas. Entonces, aquí el trigo, el reino de los cielos y el trigo es la iglesia. Pero vean, un hombre, un enemigo vino y sembró cizaña entre el trigo. Verso 26. Y cuando salió la hierba, o sea, cuando todo nació y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. ¿Por qué se dieron cuenta? Que había cizaña porque dio fruto. O sea, los dos dieron fruto. Se dieron cuenta que había cizaña ya hasta que hubo fruto. Ojo, todavía no ha llegado el tiempo de la cosecha. Nada más hay fruto. La cizaña también tiene otra característica, y es que es hueca. Es muy parecida al trigo, pero es hueca. O sea, no tiene semilla, no tiene alimento. Lo que tiene es una cáscara. Dicen que es muy fácil distinguirla del trigo porque cuando da fruto, el trigo se carga. El trigo es algo muy parecido al arroz. El trigo se carga de semilla, llena, bastante alimento, entonces se dobla. Y la cizaña se queda ahí parada porque no tiene nada. Entonces, el punto es que hasta que dieron fruto, se dieron cuenta quién era quién. Entonces, si somos el reino de Dios, si somos el trigo, tenemos que empezar a entender que tenemos que dar fruto. Bien, versículo 27. Dice, vinieron entonces los siervos del padre de familia, o el que sembró, y le dijeron, Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene la cizaña? 28. Ellos les refieren, ¿verdad? ¿Qué está haciendo esa cizaña ahí? Recuerden que, pues, sembraban mientras dormían, mientras descansaban. Él les dijo, un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron, ¿quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? O sea, arranquemos esta cizaña. ¡Qué fea está! Está estorbando. Y él les dice esto, 29. Él les dijo, no, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. O sea, no se podía en ese momento. Tenía que suceder algo especial. Tenía que suceder algo especial para poder recogerla. Y era que llegara el tiempo de la cosecha. O sea, tenía que quedarse ahí. Esto refiere a la iglesia tal y como estamos en este momento. En este momento no estamos dando fruto, porque ya todo lo demás les aseguro que pasó. De hecho, Cristo, cuando estaba hablando esto, ya estaba sembrando esa semilla. En ese momento Él la estaba sembrando. Era su evangelio, la palabra de Dios. Y si en este momento, dos mil y el resto de años después, no entendemos que tenemos que estar dando fruto, como dice alguien por ahí, mi hermano, mejor a paz y vámonos. Y recuerden que si no damos fruto, no somos trigo. Somos cizaña. No somos el reino de Dios. Versículo 30. Dejad crecer. Hace más de dos mil años estamos en esto. Dejad crecer. Dejad crecer juntamente lo uno con lo otro. La cizaña y el trigo. Hasta la siega. O sea, el tiempo de la cosecha. Y al tiempo de la siega, yo diré a los cegadores, recoged primero la cizaña. Primero la cizaña. Y atadla en manojos para quemarla. ¿Saben qué significa eso? Recojan esto y échemelo en el infierno. Eso es lo que está diciendo, literalmente. Recuerden que estamos hablando de la humanidad y la iglesia. Pero recoger el trigo en mi granero. El granero sí es el cielo. Pero cuando dice, atadla en manojos para quemarla, que es la cizaña, es directamente el infierno. Ahora vamos a ver, porque los discípulos no entendieron bien este asunto. Y es muy importante entenderlo a fondo. Algo les expliqué yo ya. Pero él explicó muy bien esta parábola, dice. Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa. Esto sería Mateo 13, 36. Brincamos al verso 36. Despedida la gente, entró Jesús en la casa. Y acercándose a él, sus discípulos le dijeron, explícanos la parábola de la cizaña del campo. Respondiendo él, el Señor Jesús les dijo, El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. ¿Quién es el Hijo del Hombre? Nuestro Señor Jesucristo. Él es el que estaba siembrando la buena semilla. El campo es el mundo. Ojo que no está diciendo que es la iglesia. El mundo. Y aquí el mundo no se refiere a la tierra. Está refiriendose a la humanidad. El campo es el mundo. La buena semilla son los hijos del reino. ¿Se dan cuenta? ¿Se dan cuenta que cuando empezó a decir la parábola, el reino de los cielos? Ahí está. La buena semilla, o sea, el trigo, son los hijos del reino. ¿Cuántos son hijos del reino? Yo sí, ¿verdad? Yo no quiero ser la otra semilla, Dios guarde. La buena semilla son los hijos del reino. Y las cizañas son los hijos del malo. Hijos del malo. Todos sabemos también a qué se refiere esto. Hay hijos de Dios y hay hijos del diablo. La misma palabra en muchas partes, en varias partes, el mismo Jesús les llegó a decir a muchos de los fariseos y otro tipo de gente, ustedes son hijos de vuestro padre, el diablo. Entonces, las cizañas somos hijos del malo. O sea, del diablo. Ahorita lo aclara el mismo texto. Dice, el enemigo que la sembró es el diablo. Ahí está, ya lo aclaró. El enemigo que la sembró es el diablo. La siega, que es la cosecha, es el fin del siglo. Póngale la venida de Cristo o los tiempos de su venida, como usted quiera. Pero ese va a ser el tiempo de la siega o cuando se recoge la cosecha. Y los legadores son los ángeles. Ok, entonces son ángeles los que van a estar... Esto sí es literal ya. Él está explicando la parábola literalmente. Son los ángeles los que van a reconocer quién es trigo y quién no. Pero usted tiene que estar bien seguro en su corazón si lo es o no lo es. Ya, hoy. Porque podemos esperar, Dios quiera que venga el Señor, lo más pronto posible. Y podemos esperar que nos recogen los ángeles. Pero también nos podemos morir. Y ya no tener más tiempo. Sin embargo, en ese momento también vamos a resistir y nos van a recoger los ángeles. Pero tenemos que estar listos. O sea, no importa en qué tiempo de la historia haya vivido X hombre o X mujer que es iglesia, siempre hay que estar listos. Y saber si se es o no es iglesia. Si se es o no es trigo. Entonces los ángeles son los legadores. De manera que como se arranca la cizaña una vez más y se quema en el fuego, en el infierno, así será el fin de este siglo. Duro, ¿verdad? Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad. Y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque la tierra, en este caso, esta tierra, sí tenemos que tomarla como nosotros, la iglesia. Que bebe la lluvia, que muchas veces cae sobre ella y produce hierba provechosa. O sea, da fruto. Aquellos por los cuales es labrada... ¿Se acuerdan que era Cristo el que sembraba el trigo? Qué interesante, aquí dice aquellos. Habla en plural. Qué interesante. ¿Saben por qué? Porque está hablando del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Pero la que produce, la tierra, pero la que produce es pinus, ¿a cuál dicen cizaña? y a brogos es reprobada. Todos saben qué significa la palabra reprobada, ¿verdad? Se queda. Está próxima a ser maldecida y su fin es ser quemada. La misma línea. La misma línea de pensamiento. 6-9 Pero en cuanto a nosotros, o amados, el trigo. Esto es el trigo. Esto es la iglesia. Pero en cuanto a nosotros, o amados, estamos persuadidos de cosas. ¿Lo notan? Les dije que habían cosas que identificaba a la iglesia. Cosas. Estamos persuadidos. Esta palabra, persuadidos, quiere decir estamos seguros. Absolutamente seguros. Tenemos que tener seguridad de que somos iglesia. Pero todavía no hemos llegado a las características. Ya casi llegamos. Estamos persuadidos, estamos seguros de cosas mejores y que pertenecen a la salvación. La salvación solo la puede tener, ¿qué? Los hijos del reino, el trigo, la iglesia. Hay cosas que pertenecen a la salvación y que solo tiene la iglesia. Aunque hablamos así, cuando dice hablamos así es... Reconocían o hablaban de lo que no era iglesia. ¿Estamos de acuerdo? De lo que no es iglesia. De lo que va a ser quemado y echado al horno. En este verso en especial, yo quiero que le pongamos atención que estamos persuadidos de cosas mejores, cosas mejores y que pertenecen a nuestra salvación que nos ha regalado nuestro Señor Jesucristo. Vamos a ir por esas cosas. Ahora sí vamos de lleno. Si pues habéis resucitado con Cristo, esta frase lo que está diciendo es si de verdad son iglesia, busquen las cosas de arriba. Otra vez cosas, ¿la ven la palabra? Busquen las cosas de arriba. Y ya una vez más, dejen de estar pensando en el cielo. Allá vamos a estar algún día, pero no. Después de que el reino de los cielos somos, ¿quiénes? Según la parábola de la cizaña, perdón, sí, del trigo de la cizaña, somos nosotros, la iglesia. Si en realidad somos iglesia, busquemos las cosas de arriba. Donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. En realidad sí, o sea, tenemos que pensar en que el cielo es un reflejo de lo que el Señor tiene aquí abajo, que es la iglesia. Y más que un reflejo, es una realidad más bien. La iglesia es una realidad de las cosas del cielo. ¿Estamos? Entonces, ahí nos exhorta, busquen las cosas de arriba. ¿Cómo, las cosas de arriba no? No, están aquí. No están en el cielo. Son del cielo, pero están aquí. Ahora sí está más bonito, ¿verdad? No como aquellos pasajes que la muerte huía de ellos, más bien, ni los quería. Donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, o sea, donde Él está ejerciendo toda su autoridad, dominio y control sobre su creación. ¿Qué privilegio? Cosas de allá, que las busquemos aquí. ¿No les parece maravilloso? Poner la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y esta muerte es una muerte espiritual. Sí, esta muerte, no es que estamos, aquí todos estamos vivitos y coleando, va. Está hablando espiritualmente. Ahorita vamos a ver a qué hemos muerto, o a qué tenemos que morir. Y nuestra vida está escondida con Cristo, en Cristo, allá, donde está, en Dios. Ven la relación. Pero yo no quiero que ustedes piensen en algo tan lejos. No, no, aquí está. Estamos conectados con las cosas de arriba. Porque habéis muerto y vuestra vida, al recibir a Cristo, nosotros morimos. Morimos completamente a algo que se llama el viejo hombre. Ahorita hablamos de eso. Y estamos escondidos en la vida de Cristo. Escondidos completamente. Nada nos puede tocar. Así que, aunque tuviéramos que pasar esos tiempos, ¿qué importa? Yo no le tengo miedo a ningún anticristo, ni a ningún diablo, ni a ningún falso profeta. A mí no le tengo miedo a nada de eso. De verdad, yo no le tengo miedo. Ojalá que no pasemos esos tiempos. Pero y si, y si, ¿qué, qué, qué? No guardó el Señor al pueblo de Israel con todas las plagas del Egipto. No guardó a Lot con todo lo que pasaba en Soma y Gomorra. No guardó a Noé con todo lo del diluvio. ¿Cuál es el problema? No nos puede guardar si aparece un anticristo. Pero no estamos hablando de eso. Lo que les estoy diciendo es que vean qué bonito. Dicen que nuestra vida está escondida en Cristo. Escondido quiere decir algo que no lo pueden tocar. Ahí vean qué hitito ahí. Nadie lo puede tocar. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, ¿cuándo era? En el tiempo de la cosecha, de verdad. Se manifieste, entonces nosotros también seremos manifestados con Él en gloria. Nos cosechará. Vamos a ser manifestados con Él en gloria. 3.5 Antes de que podamos ver las características de la iglesia, que es lo que más me interesa, primero da una lista de cosas que son todo lo contrario. Da una lista de cosas que son todo lo contrario. Y no precisamente nosotros estamos haciendo todo eso. Pero sí tenemos que cuidarnos mucho de no estar involucrados, por lo menos en alguna de estas cosas. Dice, hacer pues morir. Hacer morir pues lo terrenal. Lo terrenal en nosotros. Y dice, fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia. Que es idolatría. Miren ustedes que, si bien es cierto, nos cuidamos mucho de no estar en fornicación, de no estar en adulterio, de no estar en pasiones desordenadas, puede ser que aquí todos estemos luchando contra eso y cuidándonos mucho, pero malos deseos. Y no precisamente pongamos nuestra mente a pensar solamente en cosas sexuales, porque es muy característico de que pensemos una vez en eso, ¿verdad? Pero esos malos deseos pueden ser, la camioneta último modelo que se compró el vecino y yo con el cacharro que tengo. Eso no está bien. ¿Me explico? Malos deseos, porque eso es avaricia. Y dice la Biblia que cuando tenemos un deseo así, aunque sea por la camioneta del vecino, eso es idolatría. Estamos idolatrando lo que tienen los demás. Para poner un ejemplo, cosas por las cuales, oiga bien, la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Los hijos de desobediencia son la cizaña, en las cuales esas cosas posiblemente muchos de nosotros practicamos o anduvimos en esas cosas en otro tiempo, cuando vivíamos en ellas. Entonces quiere decir que eso tiene que estar en el pasado, porque esas cosas las tienen los hijos de desobediencia y ellos son cizaña, nosotros somos trigo. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas, y vean que interesante. Ira. Hay veces somos muy iracundos, ¿verdad? Enojo. Malicia. Todo lo que uno pueda desear contra el hermano. ¿Se acuerdan lo que decíamos? Nos tiene que importar la vida del hermano. Pero muchas veces estamos deseándole más bien el mal. Eso es malicia. Y ojalá lo arrolle un carro. Que Dios nos libra. Blasfemia. Yo no blasfemo. Palabras deshonestas de vuestra boca. Ustedes sabrán. Mejor no sigo ahí, ¿verdad? Tres nueve. No mintáis. Recuerden que les dije que daban una lista primero de cosas que tenemos que sacar para que las cosas que nos identifican como iglesia entren. No mintáis los unos a los otros. No nos hagamos. No nos hagamos. La mentira es muy parte de nuestra vida. Toda mentira, toda mentira, pequeñita o grandísima, haga muy poquito daño o muchísimo daño, está mal y Dios la ve de la misma forma. La mentira es terrible. No mintáis los unos a los otros, ni menos en la iglesia. Somos el cuerpo de Cristo. Jamás que no haya eso entre nosotros. Habiéndonos despojado del viejo hombre con sus hechos, recuerden, el viejo hombre, las cosas que hacíamos antes, y revestidos del nuevo, o sea, del nuevo hombre, el cual conforme a la imagen del que lo creó, o sea, Cristo, se va renovando hasta el conocimiento pleno. Sí, es un proceso. Pero nos vamos renovando en un nuevo hombre hasta el conocimiento pleno. Ese conocimiento pleno también es el día de la cosecha, o el día de la venida de Cristo, o los tiempos de su venida. Donde no hay griego ni judío, ni circuncisión, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni exista, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todo, sino que Cristo es todo y en todo. O sea, aquí lo que está diciendo es, aquí todo va a ser igual. Estamos en una igualdad con todo mundo. Ahí cuando dice, donde no hay griego ni judío, está hablando de la región que él conocía, él pone este verso a decir, todos somos iguales aquí, y Cristo es en todos nosotros. Vestíus pues, vestíus. Esta palabra, vestíus, vean, se va a entender perfectamente, ¿verdad? Vístase este atuendo, espiritualmente hablando, vístase de esta forma, vestíus pues, como escogidos de Dios, como iglesia, santos y amados, o sea, que Él nos apartó para Él, de entrañable misericordia. ¿Cuáles son las cosas que identifican a la iglesia? Las cosas que identifican a la iglesia, por favor, atención, santos y amados, o sea, amándonos entre nosotros, la iglesia, de entrañable misericordia. ¿Oyeron eso? Cosas que son características de la iglesia, de entrañable misericordia. Esa palabra, entrañable, es que nos sale de las entrañas del amor, la misericordia nos sale de adentro, de las entrañas, lo sentimos, lo vivimos, de entrañable misericordia, de benignidad, ser benignos, hacer el bien, pensar en los demás, de benignidad, de humildad, como nos cuesta a veces ser humildes, ¿verdad? Ahora somos delicadísimos, mire hermanos, nosotros somos delicadísimos, y aún en la iglesia, y ahora todo es los derechos, yo tengo mis derechos, y entonces si yo digo que yo me siento en el cuerpo de un sapo, me tienen que respetar que yo diga que soy un sapo, ya vemos cómo está el mundo, si hay gente que cree que es un animal, ni hablar de los que creen que son mujeres, habiendo nacido varones, y al revés, de humildad, lo que hace falta es humildad, eso es todo, lo que hace falta es humildad, de mansedumbre, ser mansos, tranquilos, misericordiosos, dejar la ira, dejar la contienda, dejar las palabras vociferantes, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, y de paciencia, cuesta un montón, pero eso es la iglesia, eso es la iglesia, si no está eso, no es iglesia, si no está eso, somos cizaña, soportándonos unos a otros, peleando unos con otros, no, soportándonos, y perdonándonos unos a otros, características de la iglesia, perdonándonos unos a otros, si alguno tuviera quejas contra otro, de la manera que Cristo nos perdonó, así también, hagámoslo nosotros, y sobre todas estas cosas, otra vez la vestidura, esto es lo mayor, por eso lo dejo de último aquí, en esta lista de características de la iglesia, y sobre todas estas cosas, amados hermanos, vestidos espiritualmente, de amor, que es el vínculo perfecto, en la iglesia, amados hermanos, hay perfección, ¿lo oyen?, así que no me salgan con que, nadie es perfecto, no, no, no, no, olvídense de eso, vistámonos de amor, para con los hermanos, para con la familia, vistámonos de amor, dice la palabra que es, es un vínculo perfecto, vínculo quiere decir que está completamente atado, el amor está completamente atado, no puede desatarse, y es perfecto, de esta lista de Colosenses 3, del 2 en adelante, 12, 3 y 14, ahí están las características de la iglesia, yo les voy a pedir que por favor vayan a su casa, y las vuelvan a leer esas características, Galatas 5.22 dice, más el fruto del escrito es, aquí empieza al revés, primero con el amor, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, hay varias características aquí, que también están en Colosenses, vaya a esos pasajes, ya se los dije, y también este de Galatas 5.22, en adelante 22 y 23, y busque, busque por favor, se lo pido, busque, que quiere decir todo eso, y métaselo en el corazón, y ore a Dios y digale, Señor, yo quiero esto, porque necesito de verdad ser iglesia, si no sabía que es iglesia, o que es lo que la Biblia dice que es iglesia, pues ahí está, esas cosas, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, o sea, solo los que son salvos, tienen esto, si no, no, y solo los que son salvos, son trigo, si no, no, y solo los que son salvos, van al granero, que es el cielo, si no, no.

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