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Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. La Palabra de Dios es la palabra de Dios. 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En mi caso, Dios utilizó una situación muy especial, una situación extrema de vida, y yo le doy gracias a Dios porque si no hubiera utilizado esa situación especial, muy especial, en la que yo pude entender que había un propósito, que había una especie de llamado, que había un vacío en mi corazón, yo hoy entiendo que a veces Dios, somos tan duros de corazón, que a veces Dios tiene que traer una muerte, o tiene que traer un cáncer, o tiene que traer, no sé, un incendio, un accidente, para que nos volvamos a Él, lamentablemente. Gracias. Doña Dios, somos duros de corazón. Mi pregunta hoy inicial es, ¿ha tenido usted situaciones difíciles? ¿Por qué o cómo fue que usted llegó a los pies del Señor? Todos sabemos que no fue una decisión que nosotros tomamos, es un llamado de Dios, pero, ¿cómo le abrió usted su oído al Señor? Dice, sí señor, ahora entiendo que sos vos el que me está llamando y voy a obedecer. Pregunta, ¿cuándo fue o cómo fue que usted inició este camino? Porque nunca debemos de olvidar de dónde venimos y cuál fue ese motivo inicial. En este momento puede ser que haya circunstancias muy especiales, repito, un accidente, una enfermedad, una muerte, y es Dios el que está llamándonos, y ojalá todos, o aquellos que están dentro de su plan, pudiéramos escuchar su voz. Repito, el plan de Dios está en este libro maravilloso que se llama la Biblia, y hoy vamos a referirnos un poquito a esa golondrina que ahí está otra vez, ¿la pueden ver? Anda atrapada. Estos muchachos que acabamos de mencionar, no es la idea hablar de ellos, pero nos van a servir de referencia, pero permítame más bien contarle otra historia, una historia diferente, para que usted me pueda entender. Hace unos años escuché yo una, en algún lado leí, de un soldado que después de muchos años en la guerra de Vietnam, lo rescataron o salió a la civilización. No sé, veinte, treinta años después, él estaba aprincerado, comiendo de lo que la naturaleza, de lo que el bosque, la selva le podía proveer. Ustedes se podrían imaginar ese soldado afuera en la civilización, ¿cómo venía? ¿qué creía? ¿cuál era su entendimiento? Usted se pone a meditar o en los pies del soldado, probablemente venía con su rifle, seguramente inservible después de los años, y dispuesto a pelear. No sabía que la guerra había terminado, él venía con una actitud diferente, pero ya la guerra había terminado hace muchos años. El soldado estaba atrapado en el bosque, atrapado en el tiempo, atrapado en otras circunstancias que no le permitían su entendimiento, su conocimiento no le permitía entender. Tenga presente esa palabrita de atrapado. Como les mencioné al principio, usted y yo conocemos el plan de Dios, conocemos qué pasó en el Génesis, por qué el hombre fue sacado del huerto del Edén, toda la desobediencia y el caminar del pueblo de Dios durante su travesía en el desierto por 40 años, la venida de Jesús, la muerte, la resurrección y todo lo que nos cuenta el Nuevo Testamento, qué maravilla que nosotros podemos accesar y tenemos la bendición de poder tener acceso a ese plan. Dice el libro de Gálatas, que ahí lo tienen en pantalla, para referirme un poquito a la ley y cerrar ese tema de alguna manera, dice Gálatas 3.20.25, así que la ley ha sido nuestro ayo, esa palabra no es muy usual, ayo es como en esas casas que uno ve que son muy glamorosas, donde tienen mucho dinero, por ejemplo los que vieron la película de la reina Diana, había un profesor, un maestro, que era como una maestra, una institutriz, y esa es la persona que enseña a los niños, los educa, esa es la palabra, ayo. Así que la ley ha sido nuestro ayo, nuestra institutriz, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe, pero en ir a la fe ya no estamos bajo esa necesidad de tener una institutriz, nosotros mismos tenemos acceso. Amén. Hagámonos algunas preguntas, hagámonos algunas preguntas. Yo pienso que alrededor de dos razones podemos acomodar el tema hoy. Hoy todos entendemos que el Espíritu Santo es el que nos guía, el que nos dirige, el que nos muestra el pecado, y una de las preguntas, de las dos preguntas que quiero hacer en esta noche es, ¿por qué la gente se va? O sea, ¿por qué hay gente que está en iglesia un tiempo y no permanece? ¿Por qué la gente, y no estoy hablando de las iglesias que llaman aquí al frente y los obligan a rezar o a hacer maniobras, este, hablo de realmente la gente que voluntariamente llega a la iglesia y por alguna razón, X, se va. Conozco mucha, mucha gente en este pueblo y fuera de este pueblo, muchas razones también las conozco. Es que el pastor dijo algo que no me gustó, es que hay mucho ruido, no se escucha bien, no se siente el mover del Espíritu Santo en la iglesia, no sé, tantas razones. Hay hermano que me cayó mal y la verdad es que ahí no vuelvo, no sé. Este, hay muchas razones porque la gente se va de esta iglesia o se ha ido, o de otras iglesias, no necesariamente de esta, pero hagámonos esa pregunta, ¿por qué la gente se va de la iglesia? Bueno, yo pienso porque no era salva, porque no entendieron por dónde es el asunto, ¿verdad? Son convencidos pero no convertidos, pasa mucho en los grupos de jóvenes, hay uno que es el líder, hay uno que es el convertido y los otros no es que van a la iglesia porque están convertidos, sino porque tienen un seguidor al que acompañan y eso lo he vivido en carne propia. ¿Por qué se va la gente de la iglesia? Yo creería que una respuesta inicial es porque no han entendido de qué se trata, porque realmente no hay un llamado genuino de parte de Dios, pero una de las cosas que, de las respuestas que me han llamado la atención históricamente en estos varios años que tenemos mi esposa y mi familia de reunirnos acá en Olivo, es que alguna gente dice que no hay un mover del Espíritu Santo y los que tenemos la oportunidad de ver este libro, de leerlo, de escruciñarlo, los que sacamos un ratito para leer, encontramos algunas funciones del Espíritu Santo. Dice que el Espíritu Santo es consolador o ayudante, ayuda a consolar, a guiar y a fortalecer a los creyentes, eso dice la Biblia. Dice que el Espíritu Santo convence a las personas de pecado, de justicia y de juicio. Eso lo dice este libro, no lo digo yo. El Espíritu Santo capacita para la obra y guía en su vida. El Espíritu Santo otorga dones espirituales a los creyentes para edificación y para servicio. El Espíritu Santo testifica de Jesús y revela su verdad. Entonces, nada más mencioné uno por decir algo. Yo no veo en la Biblia donde dice que es necesario que tengamos que hacer todo un show, donde dice la Biblia que tengamos que votar a la gente, donde dice la Biblia que es necesario que la gente tiemble. Ciertamente la Biblia dice que el diablo tiembla cuando escucha a Jesús, pero eso es un versículo. De manera que a mí me parece que lo que la misma Biblia nos explica es verdad, por supuesto que es verdad. Por falta de conocimiento, por falta de entendimiento, mi pueblo pereció. No entendieron la verdad de Dios y murieron. En alguna oportunidad, conversando con nuestro pastor, mencionó algo que me llamó poderosamente la atención. Me dice, mira Andrúbal, afuera lo que hay es un montón de actores sociales. ¿Me voy a entender? ¿Me voy a entender? ¿Me siguen? Un montón de gente que está atrapada en la religión. Que vuela y vea la gente que está. Ahora se puso ahí porque está cansada, pero ahorita vuelve a hacer lo mismo, va a tratar de ver por donde sale. Pero la Biblia es clara. La Biblia dice, y conoceréis la verdad y la verdad nos va a hacer libres. Ahorita vamos a hablar de este versículo porque realmente la parte que nos interesa es la que acabo de decir. Pero el versículo no dice solo eso. Entonces estamos mencionando dos razones. Una de ellas ya la dije. ¿Por qué la gente se va de la Iglesia? ¿Por qué la gente renuncia? ¿Por qué la gente no se congrega teniendo el llamado? La segunda que quisiera mencionar, les prometo que no voy a tomar mucho tiempo, esto es bien conciso, es ¿qué se enseña en la Iglesia hoy? Y no hablo de Olivo Verde, hablo de la Iglesia en Costa Rica o de la Iglesia en el mundo. ¿Qué se enseña en la Iglesia hoy? Permítanme hacerle un extracto de qué es lo que yo creo que estamos viviendo en este momento y no ahora. Lo resumí de esta forma, dice, se apela a nuestras emociones principalmente para obtener recursos económicos y recibir a cambio la bendición de Dios. ¿No les parece conocido? Por lo menos yo lo viví en carne propia y lo he vivido. El Evangelio de la prosperidad, el Evangelio de la salud, la riqueza o el Evangelio del éxito. Eso es lo que se predica lamentablemente hoy en nuestras Iglesias. ¿Y en qué consiste ese Evangelio de la salud o el del éxito? Traté de resumirlo de esta forma. Sostiene que la bendición financiera y el bienestar físico son siempre la voluntad de Dios para ellos. Y que la fe, el discurso positivo y las donaciones a causas religiosas aumentarán la riqueza material de la persona. Ve a la Biblia como un contrato entre Dios y los humanos. Si los humanos tienen fe en Dios, Él les dará seguridad y prosperidad. Enfatiza la importancia del poder personal. Interpreta que la reconciliación de Dios o con Dios incluye alivio de la enfermedad. O sea, Dios está obligado a curarme de alguna manera. Y la pobreza, o sea, no es posible que usted sea pobre. Se consideran bendiciones y deben romperse por la fe. Y entonces usted escucha a las personas de esta religión o de otras inclusive. Yo ato, yo desato, yo amarro y yo desamarro. Y todo ese tipo de cosas que ya las hemos comentado acá en la congregación. Se cree que esto se logra a través de donaciones de dinero, visualización y confesión positiva. Yo declaro, yo ato, yo proclamo, yo ordeno. Inclusive casi torciéndole el brazo a nuestro Dios. Eso es lo que se predica en las iglesias, en la gran mayoría de las iglesias hoy en día. Lamentablemente eso es así. Se apelan las emociones, se apelan el evangelio del éxito. A que usted tiene que tener cargo, usted tiene que tener casa. Dios lo quiere así. ¿Pero qué nos enseña la Biblia? ¿Cuál es la verdad bíblica de estas dos preguntas que nos acabamos de hacer? ¿Por qué la gente se va a elegir? ¿Será que lo que se está predicando en las iglesias no es bíblico en la mayoría? ¿Será que los ojos de los creyentes, de los feligreses están puestos en la música? ¿O en el pastor que tiene mucha adicción, que predica muy bonito? Obviamente en el mensaje que todos los domingos estamos escuchando, que es un mensaje que debería ser bíblico. Obviamente en el mensaje que todos los domingos estamos escuchando, que es un mensaje que debería ser bíblico. ¿Cuántos me dicen amén? ¿Qué nos dice la Biblia? Veamos algunos versículos. Santiago 1.25 Para tratar de entender un poquito algunas cosas. Dice Santiago 1.25 Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado, será feliz en lo que hace. ¿Cuántos me dicen amén? Hay que perseverar. La palabra viene por el oír, y el oír es la palabra del Señor. Eso dice la Biblia. Pero aquí dice no siendo oidor olvidadizo. Dice también que hay que ser hacedor. Es decir, no basta con venir a la iglesia los sábados o los domingos, o el culto virtual, o la enseñanza virtual, sino que estos son principios de vida para ponerlos en práctica. Y no le estoy hablando a usted, me estoy hablando a mí. Estoy hablando a la persona que nos escucha por las redes sociales. No siendo oidor olvidadizo. Si la Biblia nos dice eso, es porque hay un buen propósito. Si la gente le gusta escuchar el discurso, pero como decía un pastor amigo, durante la semana no lo rumea, no le da vuelta, a ver si realmente lo que Abdrúbal dijo, lo que Federico dijo, lo que don Luis dijo, lo que el pastor que estuviera de turno dijo, es realmente palabra de Dios. Si la Biblia lo dice. ¿Por qué? Porque antes lo dijimos, si conoceréis la verdad, y hay un fruto, la verdad nos va a hacer libres. Miremos otro, para saber de qué se trata. ¿Por qué yo estoy aquí? ¿Por qué yo me congrego? ¿Por qué yo no me voy de la iglesia? ¿Por qué yo sigo en Olivo? ¿O sigo en tal iglesia o en otra? Dice el Romano 6.22 Pero ahora que habéis sido libertados del pecado, y hechos siervos de Dios, tenéis, por vuestro fruto, la santificación, y como fin, la vida eterna. ¿Cuántos me dicen amén? Ustedes conocen el versículo, sin santidad nadie verá al Señor. Nos habla de los frutos, los frutos del Espíritu. Si realmente somos guiados por el Espíritu, si realmente somos guiados por el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo mora en cada uno de nosotros, esos frutos poco a poco se tienen que ir viendo. Paz, benignidad, ustedes los conocen, no son nueve, son más. Amor. Paciencia. Pero ahora que habéis sido libertados del pecado, a través del sacrificio y la resurrección de Jesucristo, creer en Él y depender en Él, depender de Él, y hacer de Jesús el centro de nuestras vidas, tenéis, por vuestro fruto, la santificación, y como fin, la vida eterna. Uno más. Dice Gálatas 5, 1. Estad, pues, firmes, firmes, en la libertad con que Cristo nos hizo libres. ¿Quién nos hizo libres? Cristo Jesús. Por eso empecé con la historia que ustedes ya saben que empecé, porque los fariseos... Pablo no tuvo la oportunidad de conocer toda la historia, pero Pablo se encontró con la historia misma, se encontró con Jesús. Y en el poco, mucho tiempo que pasó en esta tierra, él conoció la historia, él conoció el plan de Dios. Y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. ¿Por qué nos habla de esclavitud? Es un animal. Mire cuántos cuarenta años le va a costar a esa palomita. Obsérvela. Da vueltas y da vueltas y da vueltas. Ese es un animal que no va a entender, pero nosotros no somos así. O sea, nosotros tenemos la capacidad, Dios nos ha dado el entendimiento, nos ha dado dominio propio, Cristo dice que cuando pasemos por fuego no nos vamos a quemar y que cuando pasemos por agua no nos vamos a ahogar. Él nos da la capacidad, no nos va a hacer ir más allá de lo que podemos pasar. Estad pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gloria al Señor. Para ir cerrando, un par de versículos más. ¿Qué nos dice Romanos, que ya lo hemos estudiado recientemente? 8 del 1 al 2, que recientemente lo acabamos de estudiar. Dice Romanos, ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la ley de la muerte. Y finalmente, quiero mencionarles un clásico, todo el mundo lo sabe, nada más que, normalmente como lo dije al principio, solo le ponemos atención a una parte del versículo. ¿Por qué? Porque en ocasiones leemos la Biblia con un poco de ligereza, o tal vez aprendemos, o queremos entender de la Biblia solo algunas partes que nos convienen y no toda la Biblia. ¿Qué dice Juan 8, 31? Para ir finalizando. Juan 8, 31. Dice, dijo entonces Jesús a los judíos, a esos que mencionamos al principio, a los judíos que habían creído en Él. O sea, Jesús le está hablando a gente convertida, a cristianos, a personas que entendemos de qué se trata esto. No a esa palomita que anda ahí achapada, perdida, tratando de ver cómo encuentra la verdad. Le está hablando a gente que tiene fe en Jesucristo. Dice Jesús entonces a los judíos que habían creído en Él, si vosotros permaneciéreis, ese es un requisito, es una condición, yo debo permanecer. ¿En qué? En mi palabra. No dice exactamente en tener amistad con el pastor, o adorar por el pastor, ¿todo eso es bueno? No dice congregarme, ¿qué es bueno? Dice si permaneciéreis en mi palabra, en este librito, no lo quito pues el celular se me cae. Aquí lo tengo. Seréis verdaderamente mis discípulos. Ahora, cuando dice verdaderamente mis discípulos, podría decir solo mis discípulos. Entiendo que hay dos clases de discípulos. Los que verdaderamente son los discípulos, vamos a ver si lo podemos comprender de otra forma, los que entendieron, los convertidos, y los convencidos. Lo voy a entender. Hay unos que verdaderamente son los discípulos de los creyentes que están escuchando el versículo. Y dice que van a conocer la verdad. Van a saber de qué se trata, de qué se trata, esta historia a la que tenemos acceso. No todo el mundo tiene acceso, pero no todo el mundo la va a entender. Algunos se quedaron botados en el camino. De todos los dos millones y resto que salieron, que se cree de Egipto, solo Josué y Caleb llegaron al otro lado. Hay gente que se va a quedar en el camino. Hay gente que no va a entender. Por eso hoy es un buen momento, si usted que me escucha no ha entendido, si usted que me escucha en los medios digitales no ha entendido, hoy es un buen momento para empezar a creer. Porque a través de la escrutinía de este libro, yo voy a entender una verdad eterna. Voy a conocer la verdad de Dios como Pablo. No tenemos a Pablo acá sentado, pero él conoció la verdad ahí frente a frente. Y esa verdad nos va a hacer libres. Entonces ya no vamos a tener excusas para decir es que, la verdad es que no me gusta que pongan a Druval a predicar. No me gusta que pongan a Don Luis a predicar. A mí me gusta que predique Federico. Mi hermano entienda, somos solamente un medio, lo importante es este libro. Seguramente no lo hacemos muy bien, pero el contenido de este libro es lo que es importante. No la persona que, transitoriamente, les habla cada domingo, cada sábado, o virtualmente. Y vamos a conocer la verdad, y esa verdad nos va a dar una libertad en Cristo Jesús. Amén. Meditemos en esta palabra, repasemos los versículos, y medite. Si usted, hermano, amigo que me escucha, está atrapado, hay alguna circunstancia que no lo deja caminar, hay alguna circunstancia que no le permite, que el velo se le abra, y usted pueda descubrir quién es Jesús. Para los amigos que conversamos del principio, es solamente un personaje histórico, no es un personaje divino. Nosotros creemos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, y sabemos que cada uno tiene un rol particular. Y la Biblia nos enseña que es necesario que Jesús se fuera, para que nos dejara un Consolador, y que nos mostrara sus dones espirituales, que algunos mencionamos antes, para que nos dejemos guiar por Él, y para que nuestra vida sea transformada, no para lo que nosotros queremos, como ya lo hemos aprendido en esta congregación, sino para poder ser parte del plan de Dios. El plan no es mío, el plan es de Dios. Agradecemos su atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Olivo Verde. Costa Rica.