Home Page
cover of Cap 12:  Testimonio: Claudio Fierro
Cap 12:  Testimonio: Claudio Fierro

Cap 12: Testimonio: Claudio Fierro

Mi Nuevo YoMi Nuevo Yo

0 followers

00:00-43:06

En este capítulo conversamos con el abogado Jefe de la Unidad de Corte Suprema y Tribunal Constitucional de la Defensoría Penal Pública, Claudio Fierro. Con él nos sumergimos en su cáncer testicular y cómo los hombres enfrentan esta enfermedad. Además, de cómo estar atento a las señales y poder ir prematuramente al doctor.

Podcastcancer
109
Plays
0
Downloads
0
Shares

Audio hosting, extended storage and many more

AI Mastering

Transcription

Hola hola, estamos en el capítulo 12 ya, de la segunda temporada, igual no sé si os gusta el tema como de temporada, es como un pretenso, no es pretenso si no nos renuevan para la tercera temporada. Nosotros no renuevamos, así que es lo mismo. No, es para las vacaciones, pensé que de vacaciones es de vacaciones. Y vamos a tener como dos programas seguidos con testimonio, que nos interesa retomar la conversación con gente que ha tenido cáncer y que nos cuente su experiencia y cómo lo vivieron, que yo creo que es bastante nutritivo para la gente que nos escucha saber cómo cada uno ha enfrentado, porque hay miles de historias detrás de esto de cómo han enfrentado el cáncer. Ahora estamos con Claudio Fierro, que es de la Ascensoría Penal de San Julio de Santiago, y tú me contabas que además tú eres jefe del área de... Sí, que soy jefe de la Universidad Suprema Institucional Constitucional de la Ascensoría Penal. O sea, saber cómo está el Fiscal Nacional y pues está Claudio. Vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver. Los álibes estamos... El que está en el próximo Fiscal Nacional... Exacto, exacto. El de la Ascensoría Penal Nacional. De la Ascensoría Penal Nacional, de la Ascensoría Penal Nacional. De la que tú defendiste, de la que abusé. Exactamente. Eso lo aprendí hace poco, no, no. Ya bueno, vamos, Claudio, bueno, Claudio tuvo cáncer del testículo, nos acotó que fue el derecho, entonces, bueno... Gran panetonista. Yo creo que no hemos tenido, no hemos tenido... ¿Cuántos casos fueron? 21. Bien, bien, bien. El último ocurriste... Pero vale, escúchame, si no he tenido los dos testículos, ¿no podía haber hecho los 42? Sí, claro, lo que pasa es que cuando uno corre se generan unos contrabesos físicos. Sí, para el lado, sí. Para el lado, sí. Claro, claro. Se acaba, se acaba, se acaba el tiempo. Hace, hace esta intervención, de este, como le llaman, de trance inclínico, cinco reyes, uno entre dos, pero el delincuente no duele. Ah, qué masivo corredor. Yo, yo, yo dos de mucho y lo máximo que llegué a 21. Hay que tener una cabeza demasiado fuerte para, para llegar a... Mira, yo tengo una amiga que estrenó todos los 42. Y que estaba muy vivo. Pero tenés que tener, es muy cerebral, ¿verdad? Sí, sí, sí. Y hay que tener una disciplina, hay que tenerla. ¿Sí? O sea, esto le está, para que estén escuchando, hay una mesa muy subida en, en muchísimas. Porque está subida. Vamos, vamos, vamos, vamos. Porque aquí no son privadías, está alguien que está revelándose los 42. Ah, mira. ¿Con serio? Ah, sí. Bueno, yo me estoy preparando, chiquita. No, no, no. Pero espérate, esto fue el domingo y hoy día es martes. Y está impeque, se ve aquí, pero ya... Igual yo subiendo la escalera y veo... ¿Ponía chanque? Ponía chanque. No, no, no. Ya. Bueno, Claudio, ahora, vamos, tomémonos en serio esto. Y... ¿Alguna vez? No. Y... Bueno, ¿un poco entrando tu historia? O sea... ¿Hace cuánto fue? Claro. Pero esto, esto es... ¿Cómo fue? Esto es como cuando... Cuando vienen una, vienen todas. Sí, es verdad. Porque... Esto tiene un contexto. Yo creo que venía hace mucho tiempo una relación de pareja bastante desgastada, muy compleja, donde yo creo que generó una angustia permanente, que se fue concentrando. Es importante decirlo, ¿verdad? Por la... Por la... Como dice Jorge Nerezler, hay que amar más la historia que el desenlace. Es verdad. Y... Y... Y coincido con el estallido social. O sea, estamos hablando de 2019. De 2019. Y ya era el estallido social y yo como ascensor, y vaya, el cargo que hubo. Participé mucho en las comisarías, en la calle. Y esto también generó un estrés muy importante. Me lo imagino. Y entre mí y el estallido social, nos separamos. Y, espérate, ¿antecedentes de cáncer en tu familia? Nada. No, nada. ¿Y tú corrías a cerrar? Bueno, ya. Mi papá tenía un cáncer en la próstata, pero ya salió bien. Ya. Pero ya tenía... ya. Ok. Sí. Pero... Pero, claro, yo tenía 47 años. Nunca visualicé que esto podía pasar, ¿verdad? Al contrario, yo estaba muy... Muy buena forma, pues estaba entrenando mucho. Entonces, bueno, pues yo me creía sano. Pero yo espiritualmente, y yo debo decir, no soy creyente, soy ateo, pero yo espiritualmente estaba bastante aceptado. Y activamente muy aceptado. Entonces, ¿cuánto duró tu proceso de desgaste y separación? Yo creo que fue largo, pero nos separamos en medio del estallido social. Es decir, en octubre... En octubre nos separamos. Justo. Con todo lo que todo significó. Y el desgaste, yo creo, laboral por el tema del estallido fue también muy... Fue muy imponente, fue muy violento. Yo creo que fue bastante mal por el tema de las niñas. Yo tengo dos niñas. Ahora una de 15 y la otra de 12. Y eso fue algo muy dramático para mí. Y nos vamos de vacaciones. Nos vamos de vacaciones al Bahía de Aiki con mi mamá. Después la llevamos. Y aquí viene un punto de inflexión. Llegamos al Bahía de Aiki con mis niñas, mi mamá, las unas tías, a disco. Y después de haber viajado casi todo el día, salgo a un patio que siempre vivió de mi adolescencia. Y ahí era un ritual salir. Y hacer tiris durando en el mirambo. Es como un ritual a la piscina. Y cuando me sube siempre siento algo raro, un dolor raro. Me balté. Que esto es muy... Ya no sé la analogía con el cáncer de mama. Entonces... Me escribió un amigo médico, un urológico, y me dice que voy a hacer cualquier cosa. Escúchame, te rompaste 10 centímetros y le estoy como pidiendo dolor. No un dolor. No un bulto ni nada. No un dolor. No, no, no. Y te pregunto porque es muy importante la gente que está escuchando. Nuestra adolescencia no es tan masculina, pero de todas maneras es importante que... Y es súper relevante para la gente que va a escuchar para mamás de adolescente. Un cáncer que le da a gente joven. Hay muchos adolescentes que están con este cáncer. Entonces... Lo único que entendí es que es una célula que se choca y se conoce a él. Y bueno, llegamos a Santiago, volví a trabajar... ¿Te siguió doliendo? Empecé a sentir como dolor. Entonces dije, bueno, voy a hacer cualquier cosa. Hice lo que nunca hay que hacer en internet. Nunca más lo hice. Y entendí que era algo raro había. Casi voy a un médico en la serena. Dije, no, no. Voy a esperar a llegar a ver a mi amigo. Dije, vale, voy a irme a verme. ¿Pero no es esta psicosis? ¿Con el cáncer? Sí, o sea... No es lo que se usa allí. Nunca en Chile nada. No, no, no, no. Bueno, tenía demasiado. Tenía demasiado. Bueno, me voy a dejar la pistola. Voy a dejar la pistola y la droga al lado. En verdad... ¿Tú lo ves? Ahí, en la boca. Yo lo veo. Yo lo veo. Yo lo veo. Yo lo abasto con el sueño. Yo lo abasto con el sueño. Dije, bueno, vamos a jugar. Yo me hice consejo. Yo me hice consejo. Claro, claro. Entonces, efectivamente, era un gran verbo. ¿Verdad? Efectivamente, estaba muy psicoseado. O sea, algo caía. Y con un presentimiento. Entonces, llegamos a Santiago. Un día vengo. Un día donde vuelvo a trabajar. Y la tarde voy donde mi amigo médico. Me palzo. Me dice, no. Este es un tumor. Está feo. ¿Un neurológico? Un neurológico. Un neurológico de amigo mío. Eso... Bueno, porque en el cáncer de mamá te dicen tener la mamografía. En este caso, no hay nada. Pero nunca... No hay como un trono. Sí, sí. Ahí. A mí me hicieron una... Una... ¿Cómo se dice? Una... Cuando te pasan ese gel y... ¿Una acrobacía? Una acrobacía. Entonces... Claro. Entonces... O sea, porque también es importante eso. O sea, que el... No, no. Es una acrobacía. O sea, si hay un caso así cuando... Hay acrobacías. ¿Cuánto tiempo? ¿No sé? Como... ¿Cuándo es? Entonces, leí... Gabriel, mi amigo médico, me dice. Me dice. Mira, anda de urgencia. Tiene una clínica. Tensible acrobacía. Antiguo. La EBO. Y... Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro. Electro.

Listen Next

Other Creators