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EP-1-A PARTIR DE LOS 40_PRESENTACIÓN_PILOTO_

EP-1-A PARTIR DE LOS 40_PRESENTACIÓN_PILOTO_

00:00-19:04

En este breve episodio de tan solo 19 minutos nos presentamos para los futuros podcast que iremos subiendo, con más colaboradores. No somos divulgativos, tan solo queremos reír un rato contigo. Sin sonríes habremos cumplido el propósito (no seas cruel opinando, es el primer grabado....)

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This is a conversation between friends discussing various topics. They talk about their friendship, their frustrations with everyday things, and a funny incident involving finding a dog late at night. They also mention their opinions on politics. Overall, they reflect on the importance of friendship and reminisce about past experiences. Vale, bueno, voy a intentar ponerme en serio, es que ahora estamos sentados en la mesa con mis dos grandes amigos, Ángel y Monse, son amigos, vecinos, familia y hermanos, todo junto pero no mezclados. Ángel, el empresario del grupo, el barman frustrado y el hombre que siempre está cansado. ¿Algo que añadir Ángel? De momento no, todo va bien, esperad a que acabemos el programa. Bueno, que se acabe la buenda, aunque la llevas. Me he liado, tía, pero se van todas a medias contigo, ¿eh? Bueno, vamos a dejarlo así, vamos a pasar un tubiduelo. Monse, amiga, amiga, mi vecina, mi hermana, gran persona, profesora de primaria y es la mujer de las mil y una migrañas. ¿Cómo estás, Monse? Pues ya lo sabes, estoy mucho mejor desde que he ido a tu oficio, ¿qué me has recomendado? Pues claro que te lo recomiendo, me haces un título de descuento cada vez que va algún amigo mío. Espérate que me des una cuña publicitaria. Bueno, me he perdido. A ver, chicos, ¿qué he decidido utilizar este podcast para hacer pequeñas protestas sobre cosas cotidianas que nos molestan a todos? A ver, en vuestro día a día, ¿hay algo que os moleste? En plan, no sé, no me refiero a los intereses de los bancos que están subiendo las hipotecas o que Fejó diga de que los coches de más de 10 años no deberían de circular. Yo también opino que muchos de estos políticos viciados de más de 10 años en su cargo no deberían de seguir en el gobierno, pero bueno, lo estoy diciendo, me lío, me lío. Venga, va, decido alguna queja vosotros. Yo que me ponga las cervezas calientes, algo que no puedo aguantar. O sea, es increíble. O sea, vas a los bares y te ponen la cerveza tirada del tirador y genial, o te sirven la copa de esas congeladas. A ver, Ángel, escúchame una cosa. No vale Goldam. A ver, escúchame, me has puesto media cerveza en un vaso y lo que tengo es espuma. Vamos a hacer un chin-chin, que lo escuche ahí. Casi quemamos el ordenador. El barman y la clienta es esto, ¿eh? No, perdona, yo no me he ofrecido de clienta. Cuando Ángel dijo de montar el bar, dijimos de montar algo más serio. Ponce, lo que pasa es que te rajaste. Siempre ha querido trabajar para Ángel. Ahí lo dejo, ¿eh? Bueno, vamos a hacer un concierto publicitario. El concierto publicitario soy yo mismo, que ni me han presentado ni estoy aquí. Soy el niño recado, o sea que soy su marido, ¿eh? Hazme el favor, ¿eh? A ver, vamos a centrarnos todos un poco porque aquí voy a mucha buenda, por aquí rulando, a ver, venga, vamos a ponernos serios. ¡Que no le da cocaína, coño! Decía Kiko Matamoros, es uno de sus mejores libros. Nos van a remandar esto, no nos hemos anunciado, publicado. A ver, escúchame una cosa, yo quiero hablar sobre la amistad, ¿vale? Aquí estamos sentados cuatro grandes amigos, bueno, de hecho, dos matrimonios. Venga, vamos a ponernos serios. En realidad, yo soy amiga de Kiko y de Maika. Maika solo es amiga de Ángel. Perdona, te he presentado como casi mi hermana y me contestas que solo soy amiga de Ángel. Quiero educar a mi mujer que me ha quitado 10 años de la carretera, públicamente. 10 años rotos. Y yo soy testigo. Este no ha hecho nada, Maika. En realidad, es que la amistad entre Ángel y Maika va un paso más allá. Ellos se dedican a tener ideas, digamos, no diré de bombero porque no me parece correcto, pero ya lo he dicho. No, porque sería joder a los bomberos. ¡Exacto! Porque ahora, en nuestro piso de 55 metros cuadrados que tenemos cada uno, en la escritura pone 62. De acuerdo, 55 útiles, porque... ¡38 con los rasgos! En realidad, desde hace un tiempo tenemos una fuente de agua en nuestra supercocina. Y gracias a Dios... Y que si eso me toca descargar a mí las putas botellas, tío. Siempre me pilla mierda el ¡Joder, tío! A ver, vamos a ver, si yo bebo agua de grifo. Señor repartidor, ¿por qué tengo que repartir? Encima, las mías se me han regrecido. ¡Ocho botellas! ¡Caray, hombre! Ángel, ¿lo vamos a ver los interruptores del cuarto? Dicen que sabe más barato, pero no. En el fondo sabe más, claro, porque si no, no nos lo venderían. Pero bueno, el tema es que a veces eso les ocurre... A ver, amor, ¿tú cuando bebes agua de dónde bebes? ¿De grifo o de la fuente? ¡No bebo agua nunca, coño! Siempre la bebo en trabajo. Yo solo con cerveza, tío. Yo estoy con espuma, yo estoy con espuma. El próximo aparato que tengamos seguro que es... Estirador de cerveza. Exacto. Es que no lo hemos encontrado. Y estamos ahí en Guadalupe buscando. Oye, me traigas mi cerveza, yo por ahí no paso, ¿eh? A ver, vamos a ver, a ver si tengo que venir yo aquí a poner cordura a este postre. ¿Esto sería lo último? Porque eso era a partir de los 40, ¿no? Me han dicho, o me habéis dicho durante la cena. Mira, Ángel, vamos a hacer una reflexión. Este podcast se llama ¿Cómo vemos la vida a partir de los 40? ¿Tú te acuerdas que antes de los 40 yo piqué una madrugada a tu casa? Pues sería a las 12, la una de la madrugada. O más. O las dos. No, no era tan tarde, tío. Venía a rezar contigo, Kiko, por cierto. Eran amantes antes. Antes. Ahora estamos casados por la iglesia. Entonces ya no sé si son amantes. Os estoy desviando del tema, a ver. A ver, a ver. Yo te piqué una noche, ¿vale? Porque yo me encontré un perro en la calle cuando venía a mi casa. Fijaros, ¿eh? Ella ya lo ha dicho. Yo te piqué. A ti, Ángel. Yo también vivía en esta casa. Bueno, a ver. Yo piqué y... Perdón, ¿eh? Sí, sí, sí. ¿Quién dijo? Tío, pica en la puerta. Seguro que es Maika. Tenemos que abrir. Y Ángel dijo, pero tío, ¿quién me ha picado en la puerta a las dos de la mañana? Y yo dije, seguro que es Maika. Es decir, la amiga soy yo. ¿Vale? El tremendo es él. Vale, vale. Ya, ya, ya. Vale. El caso es que yo me encontré un perrito en la calle, en la portería. Y dije, ay, qué mono. Entonces lo recogí y subí arriba y dije, oye, pues voy a picar a mis vecinos, amigos. ¿Vale? Pues para compartir la historia de que me he encontrado un perro. ¿Me parecía? Esta historia se nos fue de las manos, Maika. ¿Por qué? Porque... Desarrolla. A ver. Una cosa es encontrarse un perro. Y otra cosa es intentarle dar de comer a un perro. Cuando no habíamos tenido ni una puta tortuga. O sea, no sabíamos darle de comer a un perro. Por no decir... No teníamos comida. No teníamos nada, un perro o un gato. No era un perro. No era un perro. No, pero se lo llevaron de paseo con una correa. ¿De Vodafone? Muy bien, con una tira de esas del cuello de Vodafone, porque claro, no tenían correa. Y decidieron que con eso podían sacar al perro. A ver, vamos a ponerlo sencillito. El tema está en que yo pico a las dos de la madrugada al piso. Y... Bueno, hace que no se vayan a criar a los fans o los haters. Me abre y Montse me dice... Sabía que eras tú. ¡Ángel, tu vecino! Salió Ángel, se vistió. Se vistió porque yo en esas horas estaba durmiendo. ¿No sabes si estaba Topinoccio o no? Es que no sé. Yo no fui testigo de esto, quiero dejarlo en paz. No, no, porque yo salí vestido. Y estaba embarazada, por cierto. Es verdad, sí, es verdad. Ojalá que salí Topinoccio, seguro. Seguro, seguro, seguro. Ya hubieras descargado... No, no. El caso es que yo me encontré el perro y lo quise compartir contigo. Te dije, Ángel, me he encontrado un perro. ¿Lo paseamos? Sí, claro. ¿Qué tienes que hacer a las dos de la madrugada? Nada, nada. Fueron a comprarle comida, porque no podía comer jamón dulce que tuviéramos en la nevera. Necesitaban piel. ¿Pero qué tienda era aquella? Ahora, como que tengo más de 40, pienso y digo, ¿y por qué cojones tuvimos que ir a comprarle comida a un supermercado? No, fuimos primero a una gasolinera. No, fuimos primero a una gasolinera y nos dijeron que no nos daban comida para el perro. Cierto, es verdad, que estaba en una jaula y que no tenían las llaves para abrir la comida. Tiene huevos. No, porque decían, a ver si nos vais a robar. Y tú y yo, no necesitamos vecinos, nos hemos encontrado este perro. Mira, lo ves. Es cierto, eso es verdad. Y nos mandaron a la mierda. Es nuestra amistad. Todo venía resumido a porque aquí nuestra directora del podcast quiere hablar de la amistad. No, pero hemos hablado de políticos también, ¿verdad? Eso no lo he entendido tú. Pero escúchame, cuando aprendamos a editar todo eso, luego lo de políticos lo borro. No, no, por culo. No te preocupes. Que le follan los políticos. ¿A quién le importa hacer jo? Oye, en el otro podcast llamaste a los hijos de puta y filipullaste a los de los patinetes. Esto yo, hombre. ¡Políticos, talones! Él tiene que hacer su papel, no te preocupes. Ya sabes cómo son. Pero escúchame, es que no se pega, amor. Ya, pero es que eso no hay cojones a editarlo. Es que no se puede cortar esto. Esto es la muerte. Esto es nuestro recuerdo. Como la espada de Kirby. Saca un filtro. Como la espada de, ¿cómo se llamaba el japonés de Kirby? El Shumanshin. No, Shumanshin. No, Shumanshin no. Shumanshin no. ¿No? No, el Hattori Hanzo. Hattori Hanzo. Bueno, para acabar el tema del perro, el caso está que al final conseguimos comprarle comida en un open court abierto hasta no sé qué hora de las madrugadas. Sí, pero de todo esto también te digo que esto viene a lo que es la amistad. ¿Una amistad? ¿A una persona? ¿Es comprar un perro? No, escúchame. La amistad es cuando tú puedes picar a las dos de la madrugada a tu amigo y decirle me he encontrado un perro y tu amigo se viene contigo a pasearlo, tío, con una correa de bodafone. Y se coge el coche. Y decimos al perro que luego, también te digo una cosa, hace una semana colabillas, porque aquel perro no se sabía ni qué mierda se llamaba ni nada de nada. Pusieron un anuncio en la escalera y apareció el protagonista. Pero chicos, esto... El dueño. Gracias, el dueño. Esto no es amistad, ¿vale? Esto son gilipolletes que se hacen antes de los 40, ¿vale? Perdona que te diga, eh. Perdona. Pero te digo una cosa, esto me pasa hoy y yo continúo. ¿Por qué? Porque es una mierda. Sí, porque no... O sea, yo me considero que no he evolucionado. O sea... Eso es cierto. Eso es cierto. Ahí está vuestro abuelo. Ángel no ha evolucionado. Ha involucionado. Ángel, una cosa, suéltame una cosa, ¿para ti qué es amistad, Ángel? Pues eso, pasear un perro, estar con unos colegas hoy tomándonos unas birras, si tienes un problema podérselos contar y echarnos unas risas. ¿Esto para ti es amistad? Esto es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Es una parte de la amistad. Y pensé, vaya tía más gorda y colega, con lo bien que me cayó, seguro que ya se a que iba a joder aquí el tema. Estoy un poco forzada. Sí, soy la mujer de Ángel. Cabrona. Oye, muy sincero. Tú en algún momento, desde que nos conocimos, tú dijiste, hostia, ahora si que somos amigas. O todavía no lo has pensado. Veinticinco años más tarde. ¿Cómo no vamos a ser amigas si cada día sacamos a nuestros actuales perros? Porque por ejemplo, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando yo era chica, cuando

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