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EP-9-LUIS SANCHEZ- AJEDREZ

EP-9-LUIS SANCHEZ- AJEDREZ

MaykaMayka

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En este episodio hablo con Luis Sánchez sobre el apasionante mundo del ajedrez. Está federado en el club de ajedrez de Sant Martí de Provençals, y nos cuenta algún anécdota. Espero que lo disfrutéis. Seguidme en ivoox Así lo veo a partir de los 40 y en instagram @asiloveoapartir_delos_40

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Hakamate comes from a Persian phrase, Sakmak, which means the king is dead. Luis Sánchez, a professional chess player, talks about his love for math and how it relates to chess. He started playing chess at a young age and was inspired by a friend's father who was a chess champion. Luis discusses his experience playing chess and the importance of the chess club in his life. He also shares his thoughts on the role of chess in schools and the challenge of competing with technology. He advises against playing against computers as they are too advanced. Hakamate proviene de una frase persa, Sakmak, que significa el rey está muerto. Hoy tengo conmigo a un invitado mío especial, Luis Sánchez, ajedrecista profesional. Hola Luis, ¿qué tal? Buenas tardes, Maika. Antes de nada, darte las gracias por venir a grabar conmigo. En caso de ti, pues piensa en mí, pues no pienso que tenga nada que aportar, pero bueno, adelante. Luis, ¿cuando eras pequeño se te daban bien las mates? Sí, la verdad es que sí. ¿Sí? Todo y que no llegué a estudiar matemáticas, mucho menos, ¿no? De hecho, con los años hice una carga de historias a letras. Pero me gustaban las matemáticas. Tenía facilidad. ¿Sí? ¿El ajedrez, las mates, dónde no van? ¿Mito o realidad? Yo creo que es un mito. ¿Sí? Todo y que, pues lo mito te ayuda, ¿no? Porque hay una parte del ajedrez muy importante que es el cálculo. Y claro, si no tienes facilidad para el cálculo matemático, tampoco vas a tener para el cálculo posiciones y jugadas concretas. Quizás sí. ¿Sí? Empezaste a jugar al ajedrez con 13 años. Pero a los 13 años, ¿aprendiste a jugar o a mover pinchaos? A ver, realmente empecé antes. Lo que no sé qué era antes, pero era muy niño. Cuando mi hermano, el mayor, me enseñó a mover las piezas. Pero mover las piezas era un momento ordinantario. Cómo se mueve el caballo, qué si la L, qué si la torre, qué si el alfil, etc. Pero luego, cuando tenía, creo que eran casi 12 años, vino a mi clase, a mi colegio, Juan Antonio Pareda, que tú conoces perfectamente. Sí, sí, ahí he estudiado también. Sí, correcto. Teníamos una amiga, una compañera, que su padre decíamos nosotros, en la barra excursal, que era campeón de Cataluña del ajedrez. Mentira, no por nombre, madre mía, no lo era ni muchísimo menos. Era un jugador destacado, pero era un jugador más. Y este señor, que era el padre de mi amiga, un día vino a clase y ofreció hacer un torneo de ajedrez. Un torneo siempre. Y me apunté, me apunté, bueno, que era subcampeón de ese torneo. No tenía ni idea, ni yo, ni ninguno. Pero yo supongo que por la facilidad que tenía con las matemáticas o el hecho de saber cómo se movían las piezas, conseguí quedar subcampeón. Y entonces este mismo señor, el señor Joan Prats, que en pan descansa, nos ofreció ir a su club de ajedrez. Y el de ajedrez supuestamente sabéis dónde está, que es el antiguo Ateneo Libertario, que está justo enfrente de donde vas a hacer el taekwondo. ¿Sabes? Ese edificio de una planta que tenía abajo unos... Ah, sí. Eso era el Ateneo Libertario, y ahí dentro había la sección de ajedrez. Y ahí nos llevó y nos daba clases. Nos apuntamos a escolares y ahí me fui introduciendo. Entonces empecé a jugar realmente, pues, unos 13 años, pero formal. Te inspiró él, Joan Prats. Sí, sí, claramente. Y ahora estás excederado en el Club de Stag de San Martín de Provençals, en Barcelona. Sí, en ese mismo club donde me inició, que luego cambió de ubicación. Ahora está en el Centro Cívico de San Martín, en la Revolvía Antigua. Pero, bueno, ese mismo club. Ahí estuve de inicio 7 años. Luego empecé a prospegar, a mejorar y quería... Tenía inquietudes de mejorar más claramente. Y me fui a otro club también del barrio. Bueno, en el barrio de Polo Nuevo, el Ateneo Polón. Histórico también. Los dos son históricos. Y estuve 18 años en el Ateneo Polón. Ahí conseguí algunos éxitos y, bueno, mi título que tengo y tal. Y luego volví a San Martín, que llevo ya otros 15 años. Llevo muchos años jugando allá. El club que estás excederado en el de San Martín de Provençals es un club histórico catalán que se fundó por los vecinos en el año 1974. ¿Sí? ¿Se te está con una sonrisa? ¿Cómo lo sabes? ¿Qué te espera este club y su gente? Cuando estéis allí, ¿qué hacéis? ¿Os reunís? ¿Practicáis jugadas? ¿Compartís estrategias? ¿Qué hacéis? A ver. Primero, ya ha cambiado mucho las cosas. Ya no te reúnes en el club de ajedrez. No es el lugar de encuentro como lo ha sido históricamente todavía. Cuando yo empecé era el lugar del encuentro, correcto. Ahí ibas y hacías tus tertulias, tus partidas de ajedrez, tus torneos, tus juegos frikis. Hacíamos de todo y tal el lugar del encuentro como club social, ¿no? Que además hacíamos ajedrez, por supuesto. ¿Y qué me inspira cuando escucho San Martín o voy al club? Pues cariño, es confianza, es amistad, es mi familia. Porque la gente que hay allí, evidentemente, todo en esta vida es para mí. No son las cosas, son las personas lo que lo forman. El club de ajedrez San Martín lo forman las personas que en este caso son mis personas desde hace... Tengo 55. Desde hace, yo qué sé, 43 años o 42 años, yo qué sé. De toda la vida, de toda la vida. Eso. ¿Sí? ¿Y cuando estáis allí qué hacéis? ¿Practicáis...? Cuando vamos allí, por ejemplo, hoy a 7 de la tarde tenemos un torneo, vamos allí porque tenemos algo concreto, en este caso un torneo de ajedrez, que ya no es rápidas, y vamos y jugamos y charlamos, pero estamos compitiendo. Ya no es un lugar de encuentro. Ya sí, encima ya es directamente a jugar. No es a competir. A veces quedamos, pero ya la gente queda más bien en el lugar. Ya. Yo soy buena experta en hacer tablas en el ajedrez, pero he leído que se ha de evitar a toda costa quedarme en tablas. Es mejor perder que quedarme en tablas. No, no, no. Vale, vale, es que lo he leído y me he quedado un poco contrariada. No, no, no. La tabla es un resultado natural, muy natural. Es realmente el resultado que más veces se da, sobre todo cuando hay un nivel. Cuando no hay nivel, cuando la gente mueve las piezas por moverlas, siempre gana uno o gana otro, evidentemente, ¿no? Sin criterio. Ahora bien, cuando los jugadores tienen un cierto nivel, y cuanto más nivel más todavía, las tablas son el resultado natural porque empiezan 16 piezas y cuando hay más posibilidades, el blanco tiene un poquito de ventaja de inicio, de apertura, pero es muy leve y normalmente es difícil desequilibrar la partida, por lo cual al final acabas saliendo en tablas. Es el resultado natural y no pasa nada. Mejor es tener tablas que sumas medio punto que no perder. O sea que yo que siempre consigo tablas es que soy muy buena, ¿no? Ya, me lo he creído. Mis hijas hacen ajedrez en el cole desde primero de primaria. Hacen una hora de ajedrez cada quince días, pero luego cuando pasan a la ESO ya no lo hacen. ¿Tú crees que debería de ser una asignatura obligatoria en el cole? O sea, hacer ajedrez, pero no una hora cada quince días, sino tenerla como asignatura. No lo sé. Yo sé que hay muchas escuelas que lo hacen, que es una asignatura obligatoria. Pues ellas lo tienen como asignatura obligatoria, Pues ellas lo tienen como asignatura obligatoria, pero la tienen una hora cada quince días, y en la ESO ya no lo tienen. ¿Es que una hora cada quince días? Ya. Ah, ¿verdad? Ya. Pero yo no soy capaz de decir, con todas las materias que hay que estudiar y tan importantes para la vida, que de hecho hay muchas que se están desechando con nuevos planes de estudios, no sé si realmente el ajedrez es una asignatura que hay que introducir. Yo creo que es muy importante y muy interesante, pero no de manera obligatoria. Quizá objetiva. No sé. No es muy claro que sea necesario o sea obligatoria. ¿Tú crees que el ajedrez es un juego apto para todos los públicos? ¿Edad y sexo? ¿O crees que está más para gente a partir de tanta edad? Por supuesto. ¿Para cualquiera? Para todos los públicos. ¿Niños, mayores, medianos? El problema que hay con el ajedrez, es un ajedrez, bueno realmente es un juego mayoritario, porque se juega en todo el mundo, casi todo el mundo, pero el problema que tenemos con el ajedrez actualmente, es que tiene tanta competencia, tiene tantos elementos competitivos que te restan tiempo al ajedrez, las consolas, las móviles, los juegos, aparte los deportes que hay en esta realidad, que si el fútbol, que si el básquet, que si el taekwondo, que es que es muy complicado que dediques tiempo al ajedrez y que te enganches, porque aquel que se enganche al ajedrez, ya no hay otra cosa en el mundo más importante que el ajedrez, puedes poner lo que te dé la gana. Ya. El que se enganche al ajedrez está perdido. Bueno, perdido en buen sentido de la palabra, yo estoy muy feliz de ser ajedrecista, pero sí, sí, para todos los puntos, por supuesto que sí. Yo jugaba siempre al ajedrez con mi padre desde pequeña, siempre, lo que pasa que en el coni es ajedrez, pero nunca llegué a aprender a hacer jugadas de mate, entonces me quedo en tablas, porque estoy capaz de velar estrategias, no sé qué, no me matas al 3, pero yo no soy capaz de matarte al 3. Pero bueno. Pues así es, muy cerca de mejorar exponencialmente, porque dar mate es una técnica realmente fácil de aprender, dar mate en posiciones de... Claro, pero no sé hacerla. Entonces, claro. Es más rápido. Nosotras hicimos una competición de ajedrez, mis dos hijas, Kiko y yo, con unas amigas que también hubo una época que se engancharon al ajedrez, y montamos así unas mesas largas, hicimos un sorteo con copa y todo, ahí entre nosotros. Sí, sí. Estuvo... A veces son más divertidos, esto que son informales... Pues nos lo pasamos súper bien, pero tanto mi hija número 1 como la número 2, o sea, las dos jugaron. Oye, y una pregunta, ¿te gusta jugar contra el ordenador? No juego nunca. ¿No? El ordenador se utiliza cada día, es una herramienta de estudio imprescindible. No hablo de mí, no hablo del Luis, porque yo ya estoy en otra fase, mi fase del ajedrez ya pasó, pero todas las nuevas generaciones, todos los grandes jugadores, los grandes maestros del ajedrez, en esas categorías, todos se fueron con el ordenador, porque los módulos de estudio, los módulos que calculan jugadas, variantes, son increíblemente espectros. Entonces, hubo una época que sí que era interesante jugar con el ordenador, porque estábamos ahí equilibrados, y es una partida casi como un juego humano. Pero es que ahora mismo, cualquier móvil que tengas, el bolsillo más simple que tengas, gana el campeón del mundo. O sea, te aburres, te aburres porque no entiendes nada. Pues haz como yo, pues nivel cero. A mí tampoco, no. Aparte que la magia del ajedrez es el enfrentarte con otra persona, es algo muy íntimo, es una lucha de mi yo de verdad, de mi yo interior, mi cerebro, contra el yo de verdad que está frente a mí, ¿no? No sé. ¿Qué te parece un frente a frente? Te aburres jugar con gente que no sepa jugar bien, que no lo domine. Por supuesto. Sí, ¿no? Es que no, no juegas. Es el típico... Estaba yo ya así, ya estoy empezando, pero cuando empezabas a jugar, que era muy importante, ¿no? Y me colabas y tal. Ah, yo sé jugar al ajedrez, ¿no? Ah, vamos a jugar, vamos a jugar, ¿no? Bueno, pues jugabas, pero es que no tiene ningún sentido. Y no tiene ningún mérito, es que yo no soy de tu nivel. Pero si tú no sabes jugar, sabes decir, ¿jugabas contra mí? No, es que no estamos jugando. Ya. No sé si el fin y el del tenis, pero si yo jugara contra un jugador de tenis que supiera jugar, ¿qué haría este hombre conmigo? Se aburriría, ¿no? No le volvería la pelota por lo mismo. ¿Por qué Kasparov es considerado el mejor jugador de este ajedrez? Es que no está claro que esté considerado el mejor de este ajedrez. ¿No? Ciertamente es uno de los... Dicen que si no fuera por Kasparov sería Magnus Carlsen. Tampoco está claro. ¿Tampoco? No. ¿Para ti quién es? No te puedo dar una respuesta, lo que he dicho, que no la puede dar nadie. Puedo darte una opinión. Opinión, tu opinión, tu opinión. Claro. Esta no va a ir a la Wikipedia. A la Wikipedia. ¡Ah! Hay varios, ¿eh? Hay un camillete de grandes jugadores en el mundo a lo largo de la historia que han sido los mejores claramente de cada uno en sus momentos históricos. Por ejemplo, Borghisier fue el mejor del mundo. Cavalanca, que fue anterior, fue el mejor del mundo. No había discusión. Fue el mejor del mundo sin duda. Bueno, de cada uno de los campeones de tenis, de lásquer, a Bikini, más recientes. Karpov, maravilloso. Anthony Karpov, Kasparov después. Y actualmente está el Kramnik. Lo que sí que te puedo asegurar es que actualmente no hay duda de que el mejor jugador del mundo con diferencia es el Kramnik, el Carlsen. El Kramnik tan hermoso. Lo fue. Tanto es así que es el mejor del mundo que se ha aburrido y va a dejar de jugar. Ya no va a competir por el campeonato. Deja de jugar por el campeonato del mundo. Y si me tengo que mojar con cuál ha sido el mejor, pues quizá Diablo XVIII. ¿Para ti qué cualidades tiene que tener un arjedrecista? ¿Uno bueno? Bueno. ¿No perder nunca? ¿La manera de ganar? No, no. No sé, pregunto. No hay nadie que no pierda nunca. Es que es un deporte, un juego muy ingrato porque por muy bueno que seas, pierdes. No hay tutela. ¿Qué cualidades? Por supuesto que tienes que tener capacidad de concentración muy importante. Tienes que tener una capacidad de estudio brutal porque tienes que aprender y memorizar muchísimas posiciones y muchísimas jugadas, planes, técnicas. Y luego tienes que tener, si quieres mejorar, tienes que tener un instinto asesino. Tienes que ser una persona muy ambiciosa. No puedes ser conformista porque si eres conformista llegas a gastarlas más fácilmente. No tienes que rendirte nunca. Tienes que tener una capacidad de resistencia brutal. Aunque tengas una posición difícil, me da igual. En cada partida tengo una oportunidad y la tengo que buscar. O sea, no abandono. No abandono nunca. No abandono nunca, entiéndame. Si estoy perdido, pues la hago. Pero siempre tienes que pensar que tienes la posibilidad de trabajar. ¿Existe la suerte en el ajedrez? Bueno, existe el... A ver, buena pregunta. Es una buena pregunta porque existe la suerte. Nosotros tendríamos a decir tiene una muy mala suerte porque hizo esa jugada y entonces me hizo esta y me ganó. Bueno, vamos a ver, pero nada. Perdónenme a mí mismo. ¿Quién ha hecho la jugada? ¿Quién te ha dicho que hagas esa jugada? Ya, o sea, no se llama la suerte. Es decir, quien sabe lo contrario, ¿no? O es una bestia, ¿no? Tú mismo que estás equivocado que no seas suficientemente hábil como para ver que esa jugada no es una derrota que te lleva a la derrota. Que no siempre te lleva a la derrota porque realmente quien realmente acaba perdiendo la partida es el que comete el último error y quien la gana es el que comete el penúltimo porque siempre te queda la posibilidad de que cometas un error. O sea, que para ti el ganar no es cuestión de suerte. Es el mejor y punto en una partida. Por supuesto. ¿Te gustó la Fede Neff y la de Cámbito de Dama? ¿La viste? Sí, la vi entera. ¿Te gustó? ¿Se teñe a la realidad o no? A mí me gustó muchísimo, me gustó muchísimo porque, de hecho, a todos los ajedrezistas cuando hay algo, alguna novela de ajedrez, para algún libro de ajedrez o alguna película, pues nos gusta algo que... Claro. Algo que nos gusta mucho. Algo que nos gusta aunque es algo que es nuestro, ¿no? Nuestro caso es nuestro, ¿no? ¿Se teñe a la realidad? Se teñe bastante a la realidad. Pero los que entendemos de ajedrez vemos muchas más cosas que son fantasía, ¿no? Que están hechas porque pueden enganchar, porque está bien que visualmente fuente así. Bueno, está bien, es una buena película divulgativa. Explica un poquito el mundo friki porque somos todos unos frikis, sin duda, yo el primero, de este juego, ¿no? De este juego competitivo de este juego competición, deporte, ciencia, no sé, de esto. Ya. Mi hija la número uno estuvo súper, súper enganchada a la serie esta. ¿Y tus hijos? ¿Han heredado tu afición por el ajedrez? ¿Les gusta? No. Todos los que... Los ajedrecistas que estamos ahí en el chaos y tal, que luego con los años somos padres, nuestra ilusión es que sigan nuestros pasos, ¿no? Entonces yo, por supuesto, lo intenté, evidentemente. Y a mi hijo mayor, que hoy tiene 28, yo lo apunté a clases de ajedrez en aquel momento en mis clases de ajedrez en Latino Colón en el Pueblo Nuevo y lo llevé a los campeonatos escolares. Bueno, aprendió los rendimientos del ajedrez pero... el ajedrez ahora te engancha o no te engancha. Y nada más eso. Y el pequeño me entendió bien, que tenía ahora 25 casi. Y es que ya ni eso, nada, nada, nada. Ya nada, sabemos mover las pizas y... Sí, las pizas en el juego. O sea, el mayor aún, aún podría ganar una partida. Alguno que lo sepa lo gana seguro, pero no, no, no. Bueno, ¿y tú has ganado cositas? Cuéntame, ¿qué has ganado de campeonato? Yo, yo he ganado, claro, he ganado muchísimas cosas, evidentemente, claro, muchísimas cosas porque yo he sido un friki enganchadísimo, estoy, ahora ya estoy de... para mí es un hobby ahora actualmente, ¿no? Pero bueno, esa ha sido parte de mi vida, una parte vital de mi vida porque he ganado torneos menores, he ganado muchísimos, torneos de rápidas muchísimos, incontables y torneos importantes he ganado alguno, poquitos, he ganado dos internacionales y poco más, poco más. ¿Dos internacionales? Bueno, internacionales no, no, no, no te creas que eso quiere decir que sea gran cosa, lo que pasa es que lo que pasa es que internacionalmente hay que jugar gente extranjera, hay que jugar de español... Bueno, ¿no? Bueno, he ganado un inglés, un placer, ¿no? Bueno, he ganado un torneo y eso, y luego he quedado en el podium en otros muchos, pero yo tampoco, no, yo soy profesional, no, no. Cuéntame alguna anécdota que te haya pasado jugando al ajedrez o algo que te haya pasado a alguien que conozcas. Pasan muchísimas cosas, lo que pasa es que son cosas del ajedrez, ¿no? Pero recuerdo una partida, un torneo, un torneo por equipos que estábamos jugando hace muchísimos años y, bueno, cuando jugamos al ajedrez quedamos absolutamente absoltos en la partida, es decir, el que está afuera no entiende, y él no entiende, no sabe qué está pasando ahí, ¿no? Porque hay dos personas ahí que están panados ahí con la mano de ahí, aguantándose la cabeza y pueden pasar minutos, cuando digo minutos en un tablo de treinta minutos pueden pasar quince, veinte, veinticinco, treinta, treinta y cinco minutos como si estuvieran muertos. Es como si jugaras con quien que no te pasa y ya te habla, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya,

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