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Jesus, despite being raised in a Jewish environment, had a special relationship with God that reshaped his understanding of reality. His message is that the kingdom of God has already begun, and it is God Himself. Jesus emphasizes that the kingdom is a gift, freely given by God. He sees God as both a father and a mother, and believes that all humans are children of God. Jesus challenges traditional purity laws and emphasizes the law of love. He breaks societal norms by associating with the impure and marginalized. Jesus selects twelve apostles to help spread the kingdom of God. He takes an active role in teaching and proclaims the good news. The number twelve symbolizes the entirety of humanity. Jesus forms a community based on discipleship, where followers not only learn from him but also share their lives and mission. The disciples leave their previous vocations and follow Jesus. Jesus inspires trust and faith in those who encounter him. Some people, despite their good intentions, ar Jesús, aun después de haberse criado en un entorno judío, fue capaz de experimentar en su vida una relación con Dios tan íntima o tan especial, desde la cual reinterpreta su modo de entender la realidad. El mensaje de Jesús es que el reino de Dios ya ha comenzado, y el reino de Dios es, pues, Dios mismo. Jesús conjuga sus mensajes en pasiva, porque el reino de Dios ya está aquí, porque se te ofrece sin tú hacer nada, porque Dios sale a tu encuentro y porque es un regalo. Para Jesús, Dios era padre y madre, por tanto, si Dios es padre, todo lo que ha creado es su Hijo, y somos sus hijos gracias a que Jesús entendió esto primero. Y esto no fue fácil de entender para Jesús, porque en sus tiempos todo lo que era puro estaba cercano a Dios, era querido por Dios y era bueno, pero impuro estaba alejado de Dios, no era de Dios y era malo. Las leyes de pureza e impureza quedan superadas cuando Jesús comprende que todos somos hijos de Dios y que solo existe una ley, la del amor. En los tiempos de Jesús, los impuros no podían caminar por los caminos. Jesús rompe con las leyes y dice que todos somos hermanos. También se solían mirar mal a los publicanos, pero Jesús, en vez de darle la espalda, se sienta con ellos, demostrando que no hay puros ni impuros. De entre todos los seguidores de Jesús, destacaron 12 que fueron muy importantes para Él, los conocidos como los dos apóstoles. Jesús les llamó para que participaran en hacer presente el reino de Dios. En los tiempos de Jesús, eran los discípulos los que buscaban a sus maestros para aprender. Sin embargo, Jesús cambió eso, no se queda en su casa esperando a que vengan para enseñar. Jesús sale a la calle y proclama una buena noticia, y ahí será cuando destacará a los doce apóstoles. Todos los evangelios hablan de los doce. Lucas habla de los doce apóstoles, pero sabemos que también hubo más apóstoles. Es más, después de la muerte de Judas Iscariote, tenían dos candidatos para cubrir la plaza. Finalmente, a suerte, fue escogido Matías. No podían ser ni once ni trece. El número doce simboliza la totalidad de la humanidad. Nunca hubo doce tribus, pero cuando se habla de ellas se sintetizan en doce. El mensaje de Jesús es universal y comunitario, propone una nueva familia en la que todos formamos parte. El grupo de Jesús se organiza en torno al seguimiento. No sólo implica el aprender una enseñanza, sino compartir la vida, aceptar vivir al margen de la sociedad y compartir una misma misión, hacer presente el reino de Dios. La vocación de los primeros discípulos fue cuando Jesús llamó mientras pescaban a Pedro, a Andrés, a Santiago y a Juan, y después de que los llamase, dejaron instantáneamente lo que estaban haciendo y fueron con Jesús. Con esto nos fijamos en las palabras de Jesús y sus consecuencias. Jesús saca a las personas de su zona de confort y hace que se evoquen una nueva misión que no tenía nada que ver con la vocación hasta ahora. De Jesús se nos habla de confianza incondicional, de fe en una persona que han conocido y que les ha cautivado. Aún así, hubo intentos fallidos, personas que, a pesar de su buena voluntad y sus buenas acciones, no siguieron a Jesús porque no pudieron dejarlo todo. ¿Quién fue Jesús para que, dos mil años después de su muerte, siga estando presente en nuestra realidad? A esta pregunta se encuentran diferentes respuestas. Los cristianos proclamamos que Jesús es verdadero hombre y verdadero Dios. La última palabra no la tiene la muerte, sino la vida. Jesús está vivo y vive para siempre. La fe en la resurrección de Jesús es el motor del primer cristianismo. Los discípulos estaban dispersos por el miedo a acabar como Jesús, pero al final acaban dando también su vida, como Él. La expresión del tercer día no es una cuestión numérica, sino de cualidad. Jesús resucita en plenitud para no volver a morir jamás. Jesús, el Cristo, es resucitado por Dios y vive, y vive para siempre. Evangelii Gabrium significa la alegría del Evangelio. Trata de recuperar la frescura del Evangelio. También reflexiona sobre la transformación misionera de la Iglesia en la nución del Evangelio, los evangelizadores con espíritu, y algunos otros. El cristianismo, desde sus orígenes hasta ahora, ha sido una religión de conversos, personas que no creían, pero que se encuentran con Dios. En los letres de los apóstoles encontramos una gran lista en la cual destacaría a San Pablo. Otro ejemplo de conversión es Dorothy Day. Esta mujer nació en una familia protestante, y después de una vida con algunos problemas, se convierte en catolicismo. Esta chica fue muy importante.