En busca de la felicidad

The speaker reflects on the exercise of envisioning how they want to be remembered and the importance of leaving a lasting impact. They discuss the concept of transcendence and the pursuit of happiness. They mention the movie "Fast and Furious" and how the character Dom Toretto values family. The speaker emphasizes the need to prioritize what is truly important in life and not seek happiness in superficial things or relationships. They acknowledge the challenges and struggles faced in life and suggest that external distractions and vices only further distance one from true happiness and transcendence. Esta mañana, acordándome un poco de muchas cosas, ¿no? Y de ejercicios que a uno le dan como para que en la vida empiece a progresar, o se plantee dónde se ve de aquí a cinco años. Porque muchas veces no es fácil pensar uno dónde estará de aquí a cinco años de una forma fácil o sencilla. Y entonces me acordé de un ejercicio que se llama la esquela o la carta, los parientes, ¿no? Que consiste básicamente en ponerse en la situación de que estás un poco tétrica, ¿no? Pero es muy útil que se está publicando la noticia de tu ofrecimiento en el diario, o un amigo está dando un discurso en tu velorio. Y entonces, ¿cómo te recuerdas? ¿Qué es las cosas por las que estás orgulloso de haber logrado? En definitiva, ¿cómo quieres que te recuerden? Y en medio de eso, ¿no? Hay una canción que para mí es fantástica, que es una poesía, porque lo cantaba una persona que fue una fantástica cantante de nuestra música, que es Gilda, ¿no? Y entonces ella dice en su canción No es mi despedida, quisiera no decir adiós, pero debo marcharme. No llores, por favor, no llores, porque vas a matarme. No pienses que voy a dejarte, no es mi despedida. Una pausa en nuestra vida, un silencio entre tú y yo. Recuérdame en cada momento, porque estaré contigo. No pienses que voy a dejarte, porque estarás conmigo. Me llevo tu sonrisa tibia, tu mirada errante. Desde ahora y en adelante vivirás dentro de mí. Yo por ti volveré, tú por mí espérame. Te pido, yo por ti volveré, tú por mí espérame, no me olvides. Recuérdame a cada momento, porque estaré contigo. No habrá distancia que te aleje, porque estarás conmigo. Me llevo tu sonrisa tibia, tu mirada errante. Y termina diciendo, no me olvides. Qué lindas palabras son las que utiliza Gilda, porque justo fue como la gente lo dice, no sabe si fue una cuestión de que lo preveía y que se dio. La cuestión es que Gilda, después de esta canción, después de escribirla, encuentra su trágico final en la fruta. Pero ella, inconscientemente, involuntariamente, buscó dejar un recuerdo de su persona. Buscó pensar que había algo que no podía dejar. Que había algo más. Que esto no era el final. Y muchas veces vivimos así. Como si el momento en el que vivimos, la situación en la que estamos, las personas con las que nos encontramos, son lo que hay, no hay más, es todo. Se acabó, se termina. Y entonces empezamos a pensar en el sentido de trascendencia, o no. Pero es algo intrínseco al ser humano, el querer trascender. Te hago dos preguntas. ¿Cómo quieres que te recuerden? Y si pensás que esto es todo. Que terminaba esta vida, no hay nada más. Y vos me decís que preguntas más tontas, hechas en el mismo contexto, porque no están relacionadas y nada que ver. Nada que ver. ¿Cómo quieres que te recuerden? Porque, como quieres que te recuerden, dependerá ese sentido de trascendencia que todo ser humano tiene en su corazón, en su mente. ¿Cómo quieres que te recuerden? Y eso te lleva, o nos lleva, quizás a otra cuestión que me parece muy importante. Que es la pregunta que tenemos que hacernos todos, pero te la voy a dejar para más adelante. Cuando pienso en este tema de trascendencia, me viene, yo como católico, tengo como algunas escenas del Evangelio en la cabeza, cada tanto. Y me viene, ¿no? Preguntas del Señor que las puedo aplicar a mi vida. Te invito a que en este momento apliques esta pregunta que hace Jesucristo a sus apóstoles. Vienen a preguntarle, de parte de Juan el Bautista, si era Jesús el que venía o tenía que venir otro. Y entonces le dice, bueno, díganle a Juan el Bautista que los sordos escuchan, los ciegos ven, los cojos caminan. Y cuando se van, los discípulos de Juan el Bautista, Jesús se queda hablando con los más cercanos. Y les pregunta, ¿qué salieron a ver al desierto? ¿Hierba azotada por el viento? ¿Sí? ¿No? ¿Qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido con ropa fina? Escuchen, los que se visten con ropa fina viven en palacios. ¿Qué es lo que salieron a ver? Es lo que quizás a mí en este momento de mi vida, y creo que de la tuya por lo que he visto en muchas circunstancias, aplica. Respecto a nuestra vida, a nuestro futuro. ¿Qué saliste a ver? ¿Qué saliste a buscar? ¿Qué es lo que mueve tus deseos interiores? ¿Qué es lo que te hace estar consciente cada día de eso que la gente llama felicidad? Buscamos la felicidad con el sentido de trascendencia. Queremos ser felices y a la vez dejar una huella en el mundo. ¿Cómo la vamos a dejar? ¿Cómo vamos a lograr ese doble objetivo que quizás es tan alto? Quizás viendo las películas, viendo series donde nos dan la respuesta. Y si te pones a verlo, películas o series de hoy en día que más éxito tienen. Son personas que todo les sale bien, que tienen éxito entre comillas con las mujeres porque salen con la mujer que quieren. Mujeres que logran superarse en su trabajo y consiguen la pareja ideal y no les cuesta nada y son... Y te digo la verdad, esa es la mentira. Eso es lo que nos han vendido. Eso es lo que quieren que sea nuestra vida para desconcentrarnos. Para que nos olvidemos de que tenemos personalidad. Para despersonalizarnos. ¿Qué quieres vos de tu vida? No te lo va a decir una película. ¿Qué es lo que deberías buscar? Tampoco te lo voy a decir yo, porque eso lo tenés que entender vos. Lo que sí sé, lo que estoy seguro y eso no te lo voy a negar, es que esa felicidad que buscas no la vas a encontrar con esos modelos de películas pochocleras. Hay una que quizás se acerque bastante que no me gusta. No me gusta por lo que es, las películas, y tampoco me gusta porque... No sé, ¿por qué no me gusta? Que no me gusta porque... Tampoco me gusta porque... No sé, ¿por qué no me gusta? Y no me gusta tampoco el meme que usaron, pero que es real. Que es Rápido y Furioso. Desde la película 1 hasta la 16, no sé en la cual van de Rápido y Furioso. Dominic Toretto repite una frase que le han hecho meme. Familia. Y te das cuenta, que nos damos cuenta, que Toretto dice familia, pero no es algo secundario en su vida. A lo largo de todas las películas, lo poco que he visto, él tiene el objetivo claro. La importancia fundamental de su vida radica en la defensa de su familia. Su familia personal, con... no me acuerdo cómo se llama su mujer, que creo que no te la voy a espolear, pero... Creo que le pasa algo en alguna película. Y su familia ampliada, que son la gente de los autos, la gente que se lleva bien, el fluido que no me acuerdo cómo se llama. Todo eso son sus familias y él las protege. Y su objetivo de vida, en todo, es proteger esa familia que él está buscando. Y Vin Diesel lo hizo no sólo en la película, sino también lo hizo en la vida real. Porque cuando murió el actor de Rápido y Furioso que se llama... Paul Walker, cuando murió Paul Walker, Vin Diesel cuidó a la hija de Paul Walker. Con lo cual pienso que Vin Diesel quiso poner algo de su personalidad en las películas. Y algo que quizás podamos aprender. No sea quizás lo más importante para vos la familia, ojalá que sí. Pero... Poner algo en nuestra vida que sea central e importante nos lleva a... a olvidarnos de lo que es secundario, y a pensar y a trabajar el mundo en base a lo que vivimos. Y vuelvo a la pregunta que no te hice recién, ¿cuánto vales como persona? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? Y eso va relacionado con lo que es la vida. ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? ¿Qué quieres del mundo y cómo quieres que te recuerden? Y eso va relacionado con la pregunta, ¿cómo... o perdón, ¿cuánto vales como persona? ¿Por qué necesitas a alguien a tu lado? Veo... a muchos de ustedes... pensar que la felicidad se consigue... teniendo a alguien que te haga compañía, para no estar solo. Y cuando salís a una fiesta, cuando... no sé... vas con tus amigos... tus amigos... esa persona con la que elegiste que esté a tu lado para no estar solo, no existe. ¿Para qué? ¿Te convertís en Mr. Jekyll y Dr. Hyde? No, Mr. Jekyll y Dr. Hyde, no. Que de un día era un médico... muy importante... y de noche se convertía en una bestia... que destruía a todos. Qué buena analogía para algunos de ustedes. También me la aplico para mí, porque no sé... Eres a doble vida. ¿Qué es... lo que te lleva... qué es lo que te lleva... a despersonalizarte? ¿Qué es lo que te lleva... a buscar a alguien... con quien sabes que no vas a ser feliz? No eres fiel. Y eso... porque te conozco, sos un tipo bueno... genera en vos una complicación tremenda. Porque por un lado... te importa esa persona con la que estás... pero por otro... te duele... el hacerle daño. Y entonces... sumado a los problemas de tu vida diaria... porque créeme que muchos dicen... bueno, con 20, 21, 19, 26... 30... ¿qué vas a tener problemas? Problemas son los nuestros... que vivo trabajando todo el día... rompiéndome la espalda... para que vos tengas un buen pasado. Y sí hay problemas. Hay dolores, hay sufrimientos... hay cuestiones que no las podemos contar a nadie... y no sirve contarlas a un psicólogo. A ver, no digo que no sirva ir al psicólogo, a lo contrario, es necesario a veces ir al psicólogo... si uno tiene problemas. Pero hay dolores en el alma... que no los sana un psicólogo. Que los puede tratar y ayudar a resolver... pero no los sana. Y vos vas cargando todo esto... y vas... vamos... llevando una mochila muy pesada... que nadie la puede entender. Y entonces, ¿cuáles son las soluciones que encuentro? Ruido... vicios, alcohol... Y me alejo... cada vez más... de ese objetivo... que es la felicidad y la trascendencia. Hay una canción fantástica de Los Garrelitos... un grupo que a mí me encanta, el rock y la cumbia... pero el rock... hay una canción fantástica de Los Garrelitos que dice... eres un hombre... tan simple como todos. Pero sumamente... cobarde para amar. A veces pasa eso, ¿no? Que tenés miedo de enfrentar o encarar... a la chica que te gusta... y entonces te conformás con lo que te alcanza... perdón que lo diga así... y tenés tanto miedo a vivir y a ser feliz... que terminás vendiendo... el corazón que tenés. ¿Y sabéis lo que es esto? El corazón pasa factura. En contrapartida... convertís a esa persona que está al lado tuyo... con la que salís... esa chica que quizás tuvo alguna falencia de amor en su vida... porque sus padres no le dieron bola... porque tuvo un desencuentro amoroso con algún chico alguna vez... porque no quiere confiar en los hombres... y tiene mucha razón... porque a veces no nos portamos como deberíamos. Haces que esa chica luche... por el poco cariño que vos estás dispuesto a darle. Y entonces... la denigrás. Le seducí su calidad de persona. Hablamos de las guerras, los sufrimientos, los desastres... los dolores del mundo... ¿Y sabes qué? No necesitas una guerra para destruir corazones. Necesitas... ser incapaz de actuar con amor. Necesitamos ser incapaces de actuar con amor. Eso destruye más que una bala. Mata... con mayor dolor... que siendo torturado. ¿Cuántas veces... vamos a dejar... destruida a la gente? ¿Qué necesitamos... para cambiar nuestra vida? En primer lugar, darnos cuenta... de dónde estamos. En segundo lugar... ver hacia dónde quiero ir. No sos feliz. Sí, lo sé. Sé que no sos feliz. Porque venís cargando todos estos sentimientos... todos estos problemas... y claro, la solución que hay es... los fines de semana de fesaca. Salir a tomar con mis amigos... tomar hasta no poder más... porque así olvido el mundo. Pero a la mañana siguiente... vuelve a empezar. Vuelve a empezar. Y tenés en tu casa a tus viejos, a tu vieja... que te dice que por qué no comes con nosotros... que esto no pasaba antes... y en la semana te putean... y la única escapatoria que tenés es la facultad... o el lugar donde estudies... o las reuniones... o tu trabajo. Y decís... bueno, acá la voy a pasar bien. Y resulta que tenés profesores... que son unos desgraciados... y que no te aprueban... y a veces sos un tipo mediocre... como todo el mundo en el estudio... y que te va más o menos bien... y entonces tu vida empieza a ser un desastre rotundo. Fracaso tras fracaso tras fracaso. Fracasas en el amor... fracasas en el trabajo, en el estudio... fracasas en las relaciones interpersonales... fracasas como persona. Y perdemos el sentido de la existencia. Perdemos el sentido... de quiénes somos. Y permitime ahora... que haga un poco de... de publicidad, por así decirlo... de lo que vengo hablando. Perdemos el sentido de la vida. ¿Sabes por qué? Porque perdemos... el sentido de Dios. De ese ser trascendente... que, perdón que te lo diga... pero me baso en la experiencia personal... de tantos que han sido felices... es el único que puede darnos la felicidad... que no tiene fin. Pero para eso... tenemos que luchar con una enfermedad... que es el pecado. El corazón de cada uno y de cada una... decía el Papa Juan Pablo II... han ido a esa enfermedad... que todos nosotros tenemos. El pecado personal... que asaiga más y más en las conciencias... a medida que se pierde... el sentido de Dios. A medida que se pierde el sentido de Dios... sí, amados jóvenes... estad atentos a no permitir... que se debilicen vosotros... el sentido de Dios. No se puede vencer al mal con el bien... si no se tiene el sentido de Dios... de su acción, de su presencia... que nos invita a apostar siempre... por la gracia, por la vida... contra el pecado, contra la muerte. Puede construir un mundo sin Dios... pero este mundo acabará... por volverse... contra el hombre. De ahí... que tengamos que ver... las implicaciones sociales del pecado... para identificar un mundo digno del hombre. Hay males sociales que dan pie... a una verdadera comunión del pecado... porque junto con el alma... abajan consigo a la Iglesia... y en cierto modo al mundo entero. Es justa la reacción de la juventud... con el pecado que envenena el mundo. Amados jóvenes... dice el Papa Juan Pablo II... luchad con denuedo contra el pecado... contra la fuerza del mal en toda su forma... luchad contra el pecado... combatidelo en combate a la fe... por la dignidad del hombre... por la dignidad del amor... por una vida noble de Hijo de Dios. Vencer el pecado mediante el perdón de Dios... es una curación, es una resurrección. Hacedlo con plena conciencia de vuestra responsabilidad... es renunciable. Te digo esto... porque entiendo... que lo que vengo diciendo... lo dice el Papa... de una forma sesumida e increíble. Si penetráis en vuestro interior... descubriréis sin duda defectos... anhelos de bien no satisfechos... pecados... pero igualmente veréis que duermen... en vuestra intimidad... fuerzas no actuadas... virtudes no suficientemente ejercitadas... capacidades de acción no agotadas... cuántas energías hay como escondidas... en el alma de cada joven... cuántas aspiraciones justas y profundas... cuántos anhelos... que son necesarios despertar y sacar a luz... energías y valores que muchas veces... los comportamientos y presiones... que vienen del mundo... asfixian y que solo pueden despertar... con la experiencia de fe... la experiencia de Cristo vivo... Cristo muerto... Cristo crucificado... Cristo ejercitado. Queridos amigos... no tengan miedo de mirarlo a él... ¡Mirad al Señor! Con ojos atentos... y descubriréis... en él... el rostro mismo de Dios... Jesús... es la palabra que Dios tenía que decir al mundo... ese Dios mismo que ha venido a compartir... nuestra existencia cada uno... te lo digo yo... con las palabras del Papa... porque lo sé... al contacto de Jesús despunta la vida... lejos de él... hay solo oscuridad y muerte... ustedes... tienen sed de vida... de vida eterna... busquenla... y la hallarán... en quien no solo da la vida... sino que es la vida misma... te he hablado de fe... en unas pocas letras... pero te he hablado de tu vida... porque te conozco... sé donde están tus dolores... y tus alegrías... no creas que estoy lejos de eso... porque no solo la he vivido... sino que también me duele verte así... ese dolor que arraiga en el corazón... de cada quien que ha sabido encontrar... cariño en su vida... es compartido... comparto tu dolor y lo entiendo... y en mi camino... en mi vida... por experiencia personal... y por conocimiento de otros... la única forma que he encontrado... de... tener felicidad... aunque sea un cachito... es al lado de Cristo... que es... la vida... y perdón... si después leo las películas... pero... está la frase de... en busca de la felicidad... que dice al final... esta parte de mi vida... este pequeño momento de mi vida... lo llamo felicidad... la felicidad... no es... un camino... sin tropiezos... no es un tubo por el que llegamos... del punto A al punto B... no... es una ruta... argentina... con muchos baches... pero si tenemos claro el horizonte... si sabemos a donde queremos llegar... entenderemos... y descubriremos... que la felicidad se encuentra... al final del camino... termino... hablando de felicidad... y quizás quien mejor la comprendió... fue Victor Frank... fantásticamente... en su libro El hombre busca el sentido... que te lo recomiendo que lo leas... es un judío... psiquiatra... que estuvo en un campo de concentración... y logró salir de ahí... y desarrolló lo que es la logoterapia... una forma de... psicología psicológica... pero mientras... estuvo encerrado... pasó millones de cosas... y hay un... relato que él cuenta... que es fantástico... donde nos explica el sentido de la felicidad... él dice que mientras marchábamos... a tropezones durante kilómetros... resbalando en el hielo... y apoyando continuamente el uno con el otro... no dijimos palabras... pero todos lo sabíamos... lo que era... de vez en cuando... yo levantaba la vista al cielo... y veía diluirse las estrellas... al primer albor rosáceo de la mañana... y comenzaba a mostrarse... tras una oscura franja de nubes... pero mi mente... se aferraba a la imagen de mi mujer... a quien me ilumbraba... con extraña precisión... ella la oía contestarme... la veía sonriéndome... con su mirada franca y cordial... su mirada... su sentimiento... me petrificó... por primera vez en mi vida... comprendí la verdad vertida... en las canciones de tantos poetas... y proclamada en la sabiduría definitiva... de tantos pensadores... la verdad... de que el amor es la meta última... y más alta que puede aspirar el hombre... fue entonces cuando aprendí el significado... mayor de los secretos de la poesía... el pensamiento... y el credo humanos... que han intentado comunicar... está en el amor y a través del amor... comprendí como el hombre... desposedido de todo en este mundo... todavía puede conocer la felicidad... aunque sea sólo momentáneamente... si contempla al ser querido... cuando el hombre se encuentra... en una situación de total desolación... sin poder expresarse por medio de la acción positiva... cuando su único objetivo... es limitarse a soportar los sufrimientos... correctamente y con dignidad... ese hombre puede, en fin... realizarse en la amorosa contemplación... de la imagen del ser querido... por primera vez en mi vida... podía comprender el significado de las palabras... los ángeles se pierden... en la contemplación perpetua... de la gloria infinita... amar... es lo único que nos va a sacar adelante... es lo único que nos va a hacer felices... pero amar... a la persona correcta... con el fin correcto... no instrumentalizando el cariño... el amor... no poniendo a otra persona... un objeto de mis satisfacciones... no encontrando en los meros placeres... esos sucedaños que me hagan felices... por momentos... la felicidad... la encontrás... en el amor... un amor trascendente... que supere todo lo efímero... te invito... me gustaría... que trates... de volver el rostro... al amor... el amor con mayúscula... que es Dios... encarnado en la persona de su hijo Jesucristo... el único... sacrificio humano que valió la pena... morir en la cruz... por el amor máximo... porque te amaba vos... y me amaba a mí... nos ama... tratemos... no te digo que lo vamos a lograr... tratemos de ser felices... pensando en esa trascendencia... en que... al final de todo... como última instancia... Dios... me está esperando... para que seamos felices...