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Listen to el endemoniado by Mario A Tejeda MP3 song. el endemoniado song from Mario A Tejeda is available on Audio.com. The duration of song is 30:59. This high-quality MP3 track has 1320.866 kbps bitrate and was uploaded on 12 May 2024. Stream and download el endemoniado by Mario A Tejeda for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
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In this transcription, Alberto Tejeda is discussing the story of the demon-possessed man in the book of Mark. He talks about the struggles this man faced, living in tombs and being tormented by evil spirits. Alberto emphasizes the importance of mental health and how sometimes God may remove people or situations from our lives to protect and heal us. He encourages listeners to seek help and find hope in God's ability to bring healing and restoration to our lives. Dios te bendiga y bienvenidos una vez más a esta, tu programación, La Casa del Alfarero. Yo soy Alberto Tejeda dándole gracias al Padre Celestial por la oportunidad que me da llegar a cada uno de ustedes. El dÃa de hoy estaremos estudiando la Palabra de Dios en el libro de San Marcos capÃtulo 5 empezando en el verso 1. Estaremos hablando sobre la historia del endemoniado Gadareno. Marcos capÃtulo 5 verso 1, pero antes quisiéramos hacer una oración al Padre Celestial pidiéndole que Él se glorifique, que Él hable en nuestra vida, que Él derrame su misericordia sobre cada uno de nosotros. Padre en el nombre de Jesús, yo clamo, yo pido en tercero por mis hermanos y mis hermanas allá afuera, aquellos, Dios mÃo, que están atravesando por momentos difÃciles, momentos de angustia, momentos de dolor, momentos de pesar, bendÃcele, Señor, guarda a sus hijos, sus matrimonios, sus empleos, sus finanzas, su fe, sus familias en el nombre glorioso de Jesús. Que tu mano de poder y misericordia sea con nosotros, trayendo libertad, trayendo sanidad espiritual y fÃsica y mental, trayendo fuerza, ánimo a nuestras vidas y a nuestros corazones, en el nombre que es sobre todo nombre, el nombre de Jesús. Amén y amén. El dÃa de hoy estaremos leyendo la palabra de Dios en el libro de Marcos capÃtulo 5 verso 1. En el verso 1 empezamos diciendo, vinieron al otro lado del mar, a la región de los cadarenos, y cuando salió de la barca, enseguida vino a su encuentro de los sepulcros un hombre con un espÃritu inmundo. Y vemos aquà la historia habla de que Jesús estaba con sus discÃpulos en una barca, y a su encuentro vino un hombre, el cual, dice la palabra de Dios, estaba siendo atormentado. O un hombre que tenÃa un espÃritu inmundo dentro de su vida. Y la razón por la cual estos espÃritus eran llamados inmundos, decimos, gloriosa en el nombre de Dios, que la palabra inmunda es algo que es sucio. Y estos espÃritus son sucios. Son sucios no porque están sucios en su cuerpo, porque sabemos no tienen cuerpo, sino moralmente son sucios. Son espÃritu que le gusta el pecado. Son espÃritu que hacen que las personas practiquen el pecado y hagan cosas desagradables delante de Dios. Dice la palabra de Dios que tenÃa su murada en el sepulcro y nadie podÃa atarle, ni aún con cadenas. Este hombre era un hombre homeless. Nosotros el dÃa de hoy en Estados Unidos tenemos muchos problemas con personas vagabundas, personas que viven en la calle, ¿verdad? Será porque tienen problemas mentales, serán porque tienen problemas de adicción, problemas familiares, pero cada dÃa más son más los grupos de personas que se tiran a vivir a las calles. Este hombre vivÃa en los sepulcros, vivÃa en las tumbas, vivÃa en los cementerios, pero tenÃa una fuerza sobrenatural, ya que cada vez que lo trataban de atar, rompÃa los grillos y las cadenas que le ponÃan, no podÃan sujetarlo. Dice el verso 5, y siempre de dÃa y de noche andaba dando voces en los montes y en los sepulcros e hiriéndose con piedra. Era un hombre que no dejaba a los vecinos dormir. Gloria dio, él siempre vivÃa solo, siempre vivÃa para los montes, para los sepulcros, para las tumbas. Él no podÃa vivir alrededor de personas, porque era una persona que estaba en su juicio cabal, y vemos que él se lastimaba a sà mismo, él se cortaba con piedras, se hacÃa heridas. Gloria sea el nombre de Dios. Y a veces es tan grande la depresión o la influencia del espÃritu inmundo en la vida de una persona, que la persona puede pensar que hacerse el daño fÃsicamente puede ayudarle. Gloria sea el nombre de Dios, porque es como balanceando el dolor que tengo en la mente al dolor que tengo fÃsicamente, y a veces cuando uno siente dolor fÃsicamente, se le olvida los problemas que está pasando dentro de sus mentes. Y es importante que nosotros tratemos de ayudar el dÃa de hoy a esas personas que están atravesando problemas mentales. Todos nosotros hemos pasado por momentos difÃciles. No estoy hablando de enfermedad fÃsica, estoy hablando de una enfermedad emocional, una enfermedad en nuestras mentes. Nosotros le llamamos depresión, le llamamos angustia, le llamamos estrés, son muchas formas, y lamentablemente las personas pueden ver cuando nosotros estamos enfermos por fuera, pero no pueden ver cuando nos estamos consumiendo por dentro, cuando el problema es nuestro sentimiento. Y a mà me gustarÃa poder traerle una palabra de ánimo, una palabra de fuerza, una palabra que te haga entender que aunque tu familia, posiblemente tu esposo, o tus hijos, tu esposa, no entiendan los problemas que tú estás atravesando mentalmente hablando, aunque las personas de las iglesias no puedan entender el sufrimiento, el dolor que tú estás atravesando, no fÃsicamente, pero mentalmente, que hay esperanza en Dios, que Cristo puede ayudarte, que Él puede devolver tu salud mental, que Él puede darte la ayuda, sea a través de los doctores, sea a través de mensajes como este mensaje que yo estoy trayendo el dÃa de hoy. Gloria a Dios, Él puede ayudarte, Él puede glorificarse en medio de tu enfermedad y en medio de tu necesidad solamente si nosotros clamamos y creemos en Él. Perso 6 dice, y cuando vio pues a Jesús de lejos, corrió y se arrodilló ante Él, este hombre se arrodilló delante de Jesús, tal vez buscando un milagro, otras personas que se arrodillaron delante de Jesús, era buscando un milagro, glorÃase al nombre de Dios, ahà hubo personas como aquella mujer llamada MarÃa Magdalena que dice de ella que habÃa sido tormentada por siete demonios y Jesús la libertó, Jesús es un milagro en su vida, ella se convirtió en una de las discÃpulos del Señor, y aquà vemos que este hombre, aún con sus problemas mentales, todavÃa él era un hijo de Dios, todavÃa él era un alma que necesitaba salvación, él se comportaba, podemos decir, como los animales, no sé si recuerda la historia de Nabucodonosor en el libro de Daniel, y como este hombre por su orgullo, era tan orgulloso y tenÃa tanto delirio de grandeza, que perdió la mente, y dice que por siete años tuvo que vivir en los montes como los bueyes del campo, pero Dios que es misericordioso, restauró su salud mental, y muchas veces nosotros tenemos tanto delirio de grandeza, a veces le llamamos orgullo, le llamamos de muchas formas, gloria sea el nombre de Dios, que hay veces que podemos enfermarnos, podemos enfermar nuestra mente, gloria sea el nombre maravilloso de Dios, y no solamente la nuestra, sino la de nuestras esposas, la de nuestros hijos, la de aquellas personas que nos escuchan, cuando nosotros miramos el dÃa de hoy, que la persona que predica el evangelio de humildad, el evangelio de santidad, muchas veces son personas que lo hacen con delirio de grandeza, todo el mundo quiere ser un evangelista internacional, todo el mundo quiere tener una mega iglesia, todos nosotros quisiéramos ser grandes, y quisiéramos ser importantes, ser la nueva cosa, o el nuevo mensaje, o la nueva cara del evangelio, gloria a Dios, y olvidamos que ese delirio de grandeza es pecaminoso, y hace mucho daño a nosotros mismos, nuestros hijos, a nuestras familiares, y al reino de Dios. Dice, y clamando a gran voz dijo, ¿Tienes conmigo Jesús, Hijo de Dios AltÃsimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Y ahora vemos que el que se postró delante de Jesús fue el hombre, pero ahora el que está hablando claramente es el demonio, el demonio se sentÃa tulbado, se sentÃa atribulado de que Jesús habÃa venido delante de él. Porque el demonio sabÃa que Cristo iba a sanar a este hombre de esa terrible enfermedad por la cual él estaba atravesando. Pero para Jesús poder sanar a este hombre, él tenÃa que echar fuera a los demonios, tenÃa que echar fuera a estos espÃritus inmundos que estaban trayendo problemas. Y hay muchas veces que Cristo, Dios, tiene que movernos a nosotros para darnos la salud mental que nosotros necesitamos. Hay veces que Dios nos muda de un empleo, hay veces que lamentablemente Dios tiene que movernos hasta de un matrimonio. Gloria sea el nombre de Dios. Hay personas el dÃa de hoy que son personas divorciadas, que se separaron de su matrimonio, no porque ellos querÃan, sino porque Dios mismo, gloria sea el nombre de Dios, separó a estas personas, porque eran muchos los abusos verbales y mentales y fÃsicos que esta hija de Dios estaba siendo vÃctima de aquella persona que la abusaba. Hay personas que Dios las saca de iglesias y los deja en sus casas porque hay muchos lÃderes religiosos que son violentos, que son controladores, que son manipuladores, que son abusadores. Y Dios en su amor y misericordia tiene que echar fuera de nosotros a veces estos enemigos, no solamente a los demonios, pero Dios tiene que sacar personas fuera de nosotros para el darnos la salud mental que nosotros necesitamos. A veces le pedimos Señor ayúdame en este problema y Dios mueve personas alrededor de nosotros que son personas a veces negativas y que están haciendo cosas que no son agradables. No estoy diciendo con esto que estas personas no sean hijas de Dios y que Dios no tenga un plan para estas personas, pero hay veces que Dios para protegernos y cuidarnos nos remueve de la iglesia, nos remueve de algún lugar tal vez en el cual nosotros nos encontremos que no sea saludable para nosotros. Las personas te critican, ¿verdad? Dicen, ¿por qué dejaste tu matrimonio? ¿Por qué dejaste la iglesia? ¿Por qué dejaste ese empleo? Lo mejor es no abandonar, gloria sea el nombre de Dios, las cosas que Dios te ha entregado, pero también hay que cuidar la salud mental, también hay que cuidar nuestro espÃritu, hay que cuidar nuestra familia, hay que cuidar nuestra libertad que Dios nos ha dado. Yo estoy seguro que este hombre se habÃa acostumbrado a vivir con sus demonios, como el dÃa de hoy hay muchas personas el dÃa de hoy que se han acostumbrado a vivir con sus espÃritus inmundos, pero como dice el refrán, hasta la belleza cansa, este hombre se cansó de lo que aquellos demonios le ofrecÃan. Él era un hombre posiblemente muy reverde, era un hombre que le gustaba posiblemente la violencia, y a él le encantaba cuando él tenÃa la fuerza de romper esas cadenas y estos grilletes con la fuerza sobrenatural que le daban los demonios. Hay personas el dÃa de hoy que están siendo atolmentados y atolmentada por espÃritu inmundo porque eran las personas que le gustaban cuando le leÃan la carta y le daban falsas esperanzas, eran personas que le gustaban ir donde el brujito, verdad, para que el brujito le leyera la carta, gloria sea el nombre de Dios, o para que el brujito le contara su futuro y todas esas cosas. Y sin saberlo se estaban metiendo en problemas, sin saberlo estaban abriendo puertas dentro de sà para problemas aún más grandes y más difÃciles. Llega un tiempo donde uno se cansa de esa opresión, donde uno se cansa de la enfermedad, donde uno se cansa aún de estos espÃritus inmundos que por tiempo pensábamos que eran nuestros amigos y después nos damos cuenta que eran nuestros enemigos. Hay veces que nos cansamos de algunas personas que pensamos que quieren lo mejor para nosotros pero al final nos damos cuenta que estas personas en sà no nos amaban tanto a nosotros sino que se amaban a ellos mismos. A mà me ha pasado en muchas áreas de la vida pero una de las que más me ha dolido es dentro de las iglesias. Cuando usted es fiel con sus diezmos, el 10% que es algo que yo no creo el dÃa de hoy o practico, pero cuando usted es fiel a sus diezmos, cuando usted apoya los servicios, cuando usted canta, predica, lava los baños de la iglesia, cuando usted hace lo que las demás personas le dicen, usted es visto como un hijo, como una hija de Dios, como alguien santo, alguien limpio, alguien puro, pero cuando tú empiezas a tener problemas y ya no puedes dar el 10% de tu cheque porque no te dan ni para comer el dinero a veces, cuando ya tú no puedes ir a lavar los baños de la iglesia porque estás sobrecargada con problemas en la casa, cuando ya tú no puedes predicar en la iglesia porque tienes que predicar en tu casa, tienes que trabajar algunos problemas y dificultades en tu vida, ya las personas no te ven como hijo de Dios, te ven como hijo del diablo, te ven como reverde, te ven como una persona indisciplinada y una persona que no se somete. Y por muchos años yo resistà esta tentación y estos ataques de muchas personas que pensaron que su amor era verdadero y que su amor era sincero, pero me di cuenta después que las personas se aman a sà mismos primero, antes de amar a los demás. Y es por eso que mi fe tiene que ser puesta en Cristo Jesús y no en los hombres, porque Cristo me ama a mà primero, antes de que Él se ama a sà mismo. Dios nos ama a nosotros, sus criaturas, antes de que Él se ama a sà mismo, porque Dios es amor y no solamente Dios es amor, el amor de Dios es eterno, el amor de Dios es puro. A veces Dios me movÃa de algunos lugares o Dios movÃa a los lÃderes, a los pastores de la iglesia. Gloria sea el nombre de Dios. Verdad, no porque Dios le gusta las divisiones, no porque Dios quiere que nosotros brinquemos de iglesia en iglesia, no porque hay veces que nuestra mente no puede soportar más el dolor, el sufrimiento, la agravación y uno se va a otro lugar pensando que le vais mejor, pero a veces es un poco más de lo mismo. Y eso pasa también en los matrimonios. A veces uno tiene muchos planes, uno quiere tener un buen matrimonio, una buena familia, ser feliz y las personas con las que uno se casa le sale sinvergüenza, le sale no agradecido o agradecida o le sale con algunos problemas. Y claro que tenemos que pelear por nuestro matrimonio, tenemos que dar el 100% de nosotros para que el matrimonio funcione, para que nos vaya bien, aleluya, pero el matrimonio solamente funcionará cuando las dos personas están dispuestas a obedecer, a portarse bien, a ser fieles al matrimonio, a tratarse con delicadeza, a amarse, a saber que hay problemas mentales, que hay espÃritus que están solamente esperando que nosotros nos caigamos o respalemos para ellos hacernos todas clases de daño. Es nuestra responsabilidad con la ayuda de nuestro Señor buscar esa libertad, buscar esa felicidad, buscar ese contentamiento. Una de las personas que yo admiro es el Apóstol Pablo. El Apóstol Pablo dijo, he aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación, sea que esté en prosperidad económica, sea que tenga muchos amigos. Yo me acuerdo que iba a tiempos en iglesias que tenÃan cientos de gentes y yo estaba contento con eso. Pero también he estado en iglesias que tienen 5, 6, 7 gentes y también he estado contento con eso. Hay veces que cuando uno es joven, uno tiene mucho tiempo para salir con tu esposa, para hacer muchas vacaciones, para hacer muchas cosas. Hay tiempos donde ya tú eres mayor de edad y tal vez no te dan la fuerza. Uno se acontenta cuando está joven, uno también tiene que acontentarse cuando está entrando, gloria sea el nombre de Dios en edad. Aquà podemos ver que estos espÃritus inmundos sabÃan que Cristo lo iba a arrepender, Cristo lo iba a echar fuera. Él lo iba a echar fuera, gloria sea el nombre de Dios. Dice la Biblia en el verso 8, porque le decÃa, sal de este hombre espÃritu inmundo. El verso 9, y le preguntó, ¿cómo te llamas? Jesús le preguntó al hombre y él respondió, o los demonios respondieron diciendo, legión, me llamo legión porque somos muchos. Nosotros lo que conocemos por legión, una legión de un ejército, eran miles de hombres, no podemos contarlo, eran más de 500, más de 1000, más de 2000. Miles de espÃritus inmundos o espÃritus sucios entraron en la vida de este hombre y me pregunta es, ¿por qué entraron en la vida de este hombre? ¿Qué pecado habÃa cometido este hombre tan grande? Y posiblemente no eran sus pecados. Posiblemente este hombre solamente nació con una enfermedad mental. Este hombre nació con un problema, gloria sea el nombre de Dios, y los espÃritus inmundos se aprovecharon de la debilidad, de los problemas mentales de este hombre. Y hay muchos de nosotros que tenemos problemas mentales, que tenemos dificultades y es por eso que tenemos que amarnos, aceptarnos los unos a los otros, en vez de estar criticándonos, en vez de estar tirándonos los unos a los otros debemos aprendernos a amar. ¿Ha usted estado en una iglesia que se llama la iglesia de santidad, iglesia que tienen toda la verdad según ello, que solamente hablan mentiras, y son personas que se pasan el dÃa entero criticando y atacando a los demás, por cualquier mÃnima cosa te quieren criticar y te quieren mandar al infierno? Gloria sea el nombre de Dios. Sin entender que dentro de estas iglesias hay personas con serios problemas mentales, con serios problemas en sus hogares, con serios problemas financieros, con serios problemas de salud, pero para ellos solamente es importante que la gente se someta a sus farsas y malas doctrinas. Y eso da pena, eso da lástima, porque estas iglesias son lugares donde los demonios se aprovechan para entrar dentro de las personas. Y la iglesia está supuesta a libertar a las personas de los espÃritus inmundos, pero hay iglesias que hacen lo contrario. Hay iglesias que ponen temor en tu corazón, hay iglesias que ponen odio, que ponen resentimientos, que ponen dolor y tantos pesares que no son buenos ni hablar de ellos. Gloria sea el nombre de Dios. El verso 9 dice, le preguntó, ¿Cómo te llamas? Y respondió a Legión, me llamo porque somos muchos. El verso 10, y le rogaba mucho que no le enviase fuera de aquella región. Los demonios no querÃan ser tirados fuera. Ellos encontraban una clase de placer en la vida del hombre. No sé cómo encontraban placer en el hombre. Será porque el hombre hacÃa todo lo que ellos le decÃan. Si los demonios le decÃan, córtate, ellos se cortaban. Si los demonios le dicen, come de las personas muertas, esto es lo que este hombre comÃa. Si los demonios le decÃan, grita como un loco, este hombre lo hacÃa. Y ellos encontraban una clase de control, porque a los demonios les gusta controlar a las personas. Y este hombre en su enfermedad mental no podÃa decirle que no a esos espÃritus inmundos. No podÃa decirle que no, como cuando nosotros tenemos nuestros sentidos bien, nosotros decimos, no voy a hacer esto, esto es una estupidez, esto no me conviene. Pero una persona que está enferma mentalmente no tiene la capacidad de decir que no. Estaba allà cerca del monte, dice la Biblia, un granato de cerdos, pasiendo. Y les robaron todos los demonios diciendo, envÃanos a los cerdos para que entremos en ellos. Los demonios querÃan entrar en los cerdos. Ellos sabÃan que iban a ir fuera. Ellos sabÃan que Jesús no les iba a seguir permitiendo herir a este hombre, traer dolor y sufrimiento a este hombre, porque a Dios no le gusta el sufrimiento de ninguna de sus criaturas. Dice el verso 13, y luego Jesús le dijo, permiso, le dio permiso, y saliendo aquellos espÃritus inmundos entraron a los cerdos, los cuales eran como dos mil, y el hato se precipitó, aleluya, en el mar, por un despeñadero, y en el mar se ahogaron. ¿Y qué hacÃan estos cerdos por ahÃ? Yo no sé. Yo sé que para los judÃos, aunque esa era una aldea fuera de Israel, para los judÃos era ilegal, podemos decir, comer la carne de cerdo. Dios le habÃa prohibido comer carne de cerdo. Pero estos vecinos de los judÃos sà lo hacÃan, sà tenÃan cerdos, gloria sea el nombre de Dios, y dice la palabra de Dios que los demonios querÃan entrar, en vez de ir a aquel lugar lejano donde Dios los iba a mandar, no sé cuál es el lugar lejano, serÃa el desierto, donde no habÃan personas, donde ellos se podÃan meter, posiblemente. Dice la vida que ellos le pidieron a Jesús, déjanos entrar en estos cerdos, y eso es lo que quiero decirle, que si hay algo que se parece a un demonio, es un cerdo. Y la razón por la que digo esto, es porque a los cerdos les gusta el sucio, les gusta el lodo, les gusta bañarse en el lodo, comen cualquier cosa, los cerdos no preguntan, puede ser cualquier cosa, y ellos se la comen. Son unos animales sumamente sucios. Claro que hay cerdos que son criados de una forma limpia, pero ellos en sà son sumamente sucios. Y de la forma como nosotros podemos ver a los demonios, son como espÃritus que no tienen cuerpo, son espÃritus que son como cerdos, que les gusta la mardad, el pecado, el odio, el resentimiento, gloria sea el nombre de Dios, y ellos buscan siempre a Dios. Gloria sea el nombre de Dios, y ellos buscan siempre como manipularnos para que nosotros vayamos en contra de Dios y la voluntad de Dios. A ellos les gusta el temor, les gustan las pelÃculas de terror, las pelÃculas de violencia, las pelÃculas de guerras, la pornografÃa, el odio, el resentimiento, el hacerle daño a los demás. Pero nuestro Padre Celestial, el Padre de la creación, de toda la creación, va en contra de todo esto. El Padre Celestial le gusta que nosotros seamos limpio, que nos separemos del pecado, que nos separemos del odio, que nos separemos de la mardad, que nos amemos los unos a los otros, que nos ayudemos en los momentos difÃciles de nuestra vida. Gloria sea el nombre de Dios para que nos pueda ir mejor en la vida. Seguimos leyendo, el verso 14 dice, Y los que apacentaron los cerdos huyeron y dieron aviso a la ciudad y en los campos y salieron a ver lo que habÃa sucedido. Estos hombres estaban sumamente turbados a ver cómo Jesús habÃa echado fuera, tenÃa el poder de echar fuera estos espÃritus inmundos de aquel hombre, y murieron sus cerdos. Estas personas vivÃan de los cerdos, como el dÃa de hoy que tenemos personas que viven de criar cerdos. Estas personas vivÃan de criar sus cerdos, y ellos habÃan perdido su dinero. Para ellos lo más importante no era la salud de este hombre, para ellos no era más importante que Dios habÃa libertado a este hombre que por muchos años habÃa sido un esclavo de estos demonios y de sus problemas mentales. Cristo le habÃa sanado de su enfermedad, y Cristo habÃa reprendido a los demonios, pero ellos se preocupaban más de sus finanzas. Gloria sea el nombre del Señor, y es el problema con la sociedad que nosotros vivimos el dÃa de hoy. Los gobiernos aman más las finanzas que a la propia gente. Las iglesias aman más sus finanzas, sus entradas, sus ofrendas y su diezmo, ante más que a sus propios hermanos y hermanas. Hemos puesto a mamón, o hemos puesto una cosa ante que a la creación de Dios, ante que a nuestros hermanos y a nuestras hermanas. A veces cuando las personas nos ven, solamente nos miran como un número, una persona que puede traer el 10% o una ofrenda de su dinero a mi iglesia para yo tener un ministerio más grande, más importante, más famoso, porque tenemos este espÃritu de grandeza que tenÃa el rey Nabucodonosor, y es cuando empiezan a venir los problemas mentales a nuestra vida. Es cuando empieza a venir la depresión. Es cuando empiezan los demonios a tomar control de nuestras vidas. Gloria sea el nombre del Señor. Cuando descuidamos el verdadero amor, cuando descuidamos el amor del Padre Celestial y no ponemos nuestra confianza en el Señor. El plan que yo tengo el dÃa de hoy es traerle una palabra de esperanza a aquellos que están siendo atribulados por problemas mentales. Como le dije, los problemas mentales muchas veces traen que los demonios se aprovechen de ese problema que tú tienes. También cuando usted es una persona que le gusta mucho el alcohol o los espÃritus. Sabe que cuando tú vas a una tienda de alcohol se llama una tienda de espÃritus, ¿verdad? Cuando usted le gusta mucho el alcohol o las drogas, la cocaÃna, las marihuanas, esto abre ventanas, aunque usted lo crea o no, claro, según la cantidad de drogas que uno consuma. Porque hay personas que dicen, no, yo nada más cojo un chinchÃn y tal vez eso no te haga daño, pero, gloria sea el nombre de Dios, pero una persona que es adicta al alcohol o a las drogas es una persona que en su tiempo va a ser turbada, atormentada por espÃritus inmundos, por espÃritus sucios que se van, gloria sea el nombre de Dios, que van a venir a tu vida para hacerte daño. Los espÃritus inmundos también vienen a nosotros cuando somos súper religiosos y ponemos a la religión antes que el amor, ¿me entiende? Por eso usted ve mucho cristianos que siempre están tristes, que siempre están amalgados, que no tienen felicidad en sus vidas, que ni se bañan ni se peinan. Gloria sea el nombre de Dios, porque ese espÃritu inmundo siempre le está diciendo, tiene que dar más, tiene que dar más, tiene que dar más, tiene que dar más, y ese espÃritu nunca está contento, siempre te va a pedir más. Oh, no te puede despilar, no te puede sacar las cejas, no te puede cortar el pelo, no te puede bañar con jabón, no te puede poner desodorante, y tantas cosas que estos espÃritus inmundos traen para atraer confusión a nuestra mente, para atraer el problema a nuestra vida. Estos espÃritus inmundos te dicen, tiene que involucrarte más en la iglesia para que tú descuide a tu esposo, para que descuide a tus hijos, y al final eso te va a traer problemas, eso te va a traer la destrucción de tu familia. ¿Por qué? Porque escuchaste a estos espÃritus inmundos antes de escuchar el amor y la misericordia de nuestro Dios. Quiero recordarte que estás en sintonÃa en esta subprogramación La Casa del Alfarero. Vamos a volver hacia atrás, ¿verdad?, después de esta pausa musical, pero quiero que no dejes de pensar que hay esperanza en el Señor, que uno puede cambiar, que uno puede buscar la ayuda del Señor. Dios está ahà ayudándonos. Solamente tenemos que abrir los ojos, y si hay algo que estamos haciendo que está trayendo problemas mentales a nuestra vida, y por tal razón, invasiones de espÃritus inmundos, debemos dar un paso, buscar ayuda, tal vez ir a un psicólogo, o ir donde una persona que nos pueda ayudar con esta gran dificultad. Asà que no se vaya, ya regresamos con cada uno de ustedes.
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