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Listen to Presentimientos by malmuzrazab MP3 song. Presentimientos song from malmuzrazab is available on Audio.com. The duration of song is 08:10. This high-quality MP3 track has 128 kbps bitrate and was uploaded on 29 Sep 2024. Stream and download Presentimientos by malmuzrazab for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
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Don Pedro had a strong intuition to leave work early and go home, even though he didn't know why. He worked as a nurse in a hospital and had been working extra shifts. When he arrived home, there was an earthquake and part of the house collapsed. Thankfully, his family was safe. The power went out and there were aftershocks throughout the night. Despite not knowing why he felt the need to go home, Don Pedro is grateful he did, as he was able to comfort his family during the terrifying event. This experience made him believe in a higher power that protects and guides us. Hay veces que nos enfrentamos a situaciones super complejas, difÃciles, a veces creÃbles y también increÃbles. Y es el caso de Don Pedro, que tuvo que retirarse temprano de su trabajo porque tenÃa la necesidad interiosa de ir a su casa. Él no entiende por qué pidió permiso y se fue a su casa. Era un momento en que no habÃa celulares. Para poder contactarse con su familia tenÃa que ir a un teléfono que quedaba en la esquina en un negocio. Y él, ese dÃa, de manera muy interiosa, pedió permiso e hizo. Él no tiene claro por qué, pero algo le decÃa que tenÃa que irse a la casa. HabÃa estado cumpliendo un turno de 24 horas. El dÃa anterior habÃa llegado temprano y le habÃan pedido hacer la noche por dos de sus colegas que habÃan presentado complicaciones para asistir a cumplir sus turnos. Trabajaba en un hospital y era enfermero. Y Pedro disponÃa de muy buena, muy buena voluntad para eso. Y a mediodÃa decidió retirarse y se fue para la casa. Y cuando llegó a la casa estaba todo tranquilo. Su esposa estaba preparando ya la once, el té. Sus hijos estaban viendo la tele. Y su papá estaba también en su cuarto viendo el partido de fútbol. Y la esposa se extrañó al verlo. ¿Por qué llegaste tan temprano si habÃas quedado de llegar hoy? Ya pasaba las ocho de la noche para cumplir el turno de 24 horas. No sé, le dijo, pero tenÃa necesidad de venirme para acá. TenÃa necesidad de estar aquà en la casa. Era dÃa domingo y para los servicios de salud no hay dÃas festivos ni fines de semana. Se cumple en turnos y hay que cumplirse. Y a eso de las seis, seis y media de la tarde estaban conversando, tomándose una taza de té y empezó el terremoto. Era año 1965. Y el terremoto fue terrible. Y parte de una de las paredes invisorias de la casa, donde él vivÃa, no era su casa, era la casa de los padres, cayó. Y el perro que estaba al lado pasó al patio donde él vivÃa. Y todos ahà reunidos en el patio, orando, llorando y pidiendo, rogando a Dios para que este terremoto terminara lo más pronto posible. Y bueno, pasó. Pero Pedro recuerda que en el momento en que se produjo este terremoto, su padre tenÃa unos cuadros puestos en el muro. Y estos cayeron estripitosamente sobre una pequeña bandeza, una pequeña mesita donde habÃa una bandeza con vasos. Y quedó la escoba, todo roto, saltaron los libres. Y fue esto en el atardecer. Y se fue la luz. No hubo luz. Toda esa noche, toda la ciudad de Santiago quedó oscura prácticamente. Y esa noche no durmieron. Fueron réplicas tras réplicas. Y fue algo extraordinario. Extraordinario por el evento mismo. Afortunadamente él no sufrió daños fÃsicos ni su esposa ni sus hijos, nada. Ni su padre que estaba ahà tampoco. Pero fue ese sentimiento, esa sensación extraña que le decÃa que debÃa dejar el hospital, debÃa irse a su casa. Cosa extraña. Nunca él habÃa pedido permiso para retirarse antes. Jamás. Incluso sus compañeros de trabajo lo miraron extrañado, pensando que se sentÃa mal, estaba enfermo. PodÃan haber pensado que estaba agotado. Estaba haciendo un turno de 24 horas. Pero no él decidió irse porque algo le decÃa que tenÃa que estar en la casa. Y fue asÃ. Todas esas cosas suceden. Y la Providencia le avisó, tal vez, su intuición de hombre de hogar. Le anticipó lo que venÃa. No se sabe. Pero hasta el dÃa de hoy él agradece que ese dÃa estaba en la casa. Pudo ayudar a su esposa a tranquilizarla porque fue horrible tranquilizar a sus hijos, que eran pequeños en ese momento. Darles la seguridad de que estaba bien, de que todo eso iba a pasar. Estos son eventos en donde la divinidad se hace presente. En donde el entendimiento se concreta en acciones bien precisas que no pueden responderse. No hay una respuesta de por qué se actúa asà o se toma una decisión asà de inmediato. Pero hay algo. Hay algo en el aire. Hay algo en la mente humana que nos avisa de esto suceder. Eso es lo maravilloso. ¿Será Dios? ¿Serán los ángeles? No lo sabemos. Pero a muchas personas ese dÃa les pasó algo especial. Por eso esto es súper importante comentarlo, divulgarlo, porque es interesante el momento en que creemos que existe un Dios Todopoderoso que nos protege, que nos cuida, que nos aconseja. Eso querÃa reflexionar esto el dÃa de ayer. Hasta pronto. CuÃdense.
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