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The Rabbi Samuel was defending his thesis on the existence of God. He had doubts and had written a document reflecting on the existence of God. He argued that human life is finite, but human existence is infinite to some degree. He discussed how species exist for a certain time, but as individuals, we are limited by our lifespan. He mentioned that humans have conquered the planet and speculated that there may be other creatures similar to us in the universe. He also talked about how different religions have their own teachings and practices. He concluded that God transcends time and space and that God's existence is more than just existing, but rather, God is. These were the words of Rabbi Samuel in a session discussing the existence of God. El Rabino Samuel tenía que defender su tesis. Habían pasado ya muchas, pero muchas, muchas sesiones de trabajo respecto a la existencia de Dios, y no tenía argumentos para justificar la existencia de éste. Aquel cónclave había sido importante para todos. Hacía ya varios meses cristianos, musulmanes, judíos, en fin, incluso budistas e hinduistas también estaban presentes. Era maravilloso verlos conversar, verlos difundir sus pensamientos respecto a la existencia de Dios, y estaba él muy orgulloso de ser el representante más fiel de su congregación. Pero tenía dudas. Tantas divagaciones le habían hecho cuestionar una infinidad de cosas. Aquella tarde salió a caminar por los prados de su pequeño pueblo, y tenía una infinidad de ideas. Había muchos manuscritos que él llevaba siempre a todas estas sesiones de trabajo, escatología, teología, en fin, que a los cristianos les fascina. Pero él, dentro de su apreciación muy personal, tenía varias ideas. Había redactado muchas, muchas ideas, muchas reflexiones, que no eran cosas de la hora, del ayer, sino eran cosas ya producto de toda una vida en la lectura de la Torah y de otros textos, tanto cristianos como musulmanes. Y redactó un documento, un documento que al final fue leído por algunos cristianos y también musulmanes, y también hinduistas y budistas, y realmente lo consideraron un aporte importante. El escrito era una profunda reflexión sobre la existencia de Dios, y escribió lo siguiente. Abro comillas. El hombre en su vida es una trayectoria permanente de descubrimientos. Cada persona vive, se desarrolla y finalmente muere. La vida humana es finita, pero la existencia humana es infinita en cierto grado, en ciertas dimensiones. Una especie vive mientras se reproduce, existe, pero sus individualidades, las personas como nosotros, vive con ciertas limitaciones hasta donde su organismo le permite vivir. Habrá personas, hombres, mujeres y niños que vivirán cierto tiempo mientras su organismo le permita vivir, pero como especie existen de una manera casi infinita, pero no infinita, existen como especie mientras la naturaleza misma les permita existir. Los científicos han determinado que hay muchas especies que existieron y que ya están extintas, los dinosaurios, muchas especies de mamíferos y recientemente se han ido descubriendo otras tantas que ya están en vías de extinción o dejaron de existir, así de simple, por diferentes razones, cambio climático, caza, contaminación, en fin. La especie humana indudablemente existe e individualmente cada uno de nosotros está sujeto a su periodo de vida. Nuestros conocimientos son transmitidos de manera oral, de manera escrita, generamos una cultura y ésta se transmite a otras generaciones y vamos enriqueciendo nuestros conocimientos, pero como humanos existimos sobre este planeta y hemos conquistado este planeta y si nos ponemos en cierta perspectiva de fe, Dios nos ha entregado para dominar este planeta y si pensamos tal vez en términos universales, mucho más allá de lo que es el planeta Tierra, indudablemente podríamos encontrar infinidad de otras criaturas semejantes a Dios o semejantes a nosotros biológicamente hablando, siendo humanos o humanoides, pero con una clara existencia prolongada en el tiempo, pues nosotros tenemos la condición de existir en una línea de tiempo, es decir, nuestra aparición pero también una línea de tiempo en donde dejamos de existir y eso ha sucedido con todas las criaturas de nuestro planeta, con todas las criaturas o seres inteligentes que posiblemente deben vivir en lejanos otros planetas o galaxias o dimensiones, seamos creativos, espacios paralelos o tiempos paralelos, dimensiones paralelas, en fin, la ciencia nos ha ido entregando conceptos que van más allá del entendimiento humano ordinario, como también Dios nos ha entregado preceptos y actitudes de vida que también nos dejan huella y nos dejan descolocados, no podemos saber cómo va todo esto, hasta dónde podemos nosotros aceptar esos preceptos, seguir sus enseñanzas. La Torá entrega preceptos, el pueblo elegido los ha podido seguir, algunos al pie de la letra, otros no tanto, los cristianos de igual modo las enseñanzas de Jesús también las practican, no al 100%, no al pie de la letra, pero bueno, ha ido determinando ciertos modos de pensamiento y ciertos modos de conducta, cierta apreciación respecto a lo que es el universo, a lo que es la universalidad de la persona humana. El Islam exactamente igual, respetando estas creencias, también, también las comparte, el hinduismo, el islamismo, el budismo, en fin, por lo tanto, el hombre existe, el alma humana existe, mientras estemos dentro de esta línea de tiempo, tenemos un comienzo, tenemos un final como tantas otras especies han existido, queremos mantenernos en el tiempo como especie, como especie humana que somos y deseamos encontrar también a otras tantas que tal vez existen allá lejos, entre las estrellas, entre otros mundos, orbitando soles, inmaculados, perpetuos, al igual que el nuestro, que también se extinguirá en su momento, de acuerdo a los argumentos científicos que hoy en día nos entrega la ciencia. Existimos en la medida en que esta línea de tiempo nos permita existir, como tantas otras especies sobre la superficie de este planeta llamado tierra, y seguramente habrá otras civilizaciones en otros mundos que han descubierto exactamente lo mismo, existen dentro del concepto espacio-tiempo, ocupan un espacio, un lugar físico y de un tiempo, es decir, dentro del espacio-tiempo que se les permite existir, y también dentro de ese espacio-tiempo en donde ellos mismos construyan y se perpetúen de manera permanente para no dejar de existir más Dios. ¿Existe? ¿Está Dios dentro de esta línea cronológica de espacio-tiempo? Es decir, ¿existe para Dios un inicio? ¿Existe para Dios un final? ¿Podemos considerar a Dios como una criatura dependiendo del espacio y del tiempo? ¿Es eso posible? Yo creo que no. Dios excede lo que es el espacio, excede lo que es el tiempo. Él no depende del tiempo ni del espacio, entendiendo espacio un lugar físico donde poder existir, donde poder desarrollarse como especie y prolongar su existencia, entendiendo también el tiempo con un principio y un final, es decir, un Big Bang que le permite ser creado o crearse a sí mismo, y el término de ese espacio, un final, una extinción. Yo creo que Dios está más allá que el espacio y que del tiempo. Dios es más allá de lo que nosotros podemos pensar. Por eso no es posible imaginarlo, no es posible pensarlo, pero sí es posible sentirlo, saber de sus preceptos, entender su sabiduría divina, su luz primordial que nos entrega en el día a día para poder ser cada vez más perfectos, más santos como muchos profetas han dejado escrito. Yo creo que Dios existe dentro de un espacio-tiempo para que nosotros como personas únicas podamos comprenderlo, podamos entenderlo. Pero en términos de Dios, en términos divinos, en términos de esa gracia divina que nos ha entregado desde el momento de ser creados, Dios es más que eso. Dios no existe, Dios es. Dios es porque tiene la voluntad de ser. Dios es porque tiene la voluntad de ser lo que es y esa voluntad de ser lo lleva al plano de la existencia. Entra a lo que es nuestra existencia humana para hacernos crecer, para hacernos ser más perfectos, ser a su imagen y semejanza. Eso es Dios. En términos simples, Dios no existe, Dios es. Es más que existir, Dios es por sí solo, porque no hay nada más grande que esté por sobre Él ni por fuera de Él. Él es. Más que existir, Dios es. Cierro comillas. Estas fueron las palabras de nuestro Rabino, del Rabino Samuel, que dejó por escrito este texto para que otros los pudieran leer en esa sesión final que se relacionaba con la existencia de Dios. Este fue un relato de Malmus Razab.