Todas y ninguna

Eres toda sin ninguna, las lunas desenrollándose ante el ojo desnudo, las noches desempolvando a ruidos lejanos, silbidos viajeros, poemas ocultos. Eres todas las mujeres en que no puedo verte, eres todos los labios que no muerden los míos, no, no eres el viento ni el río, pero tan cierto, mira, que todavía te miro. No eres ni el hueco en el alma ni la espalda encorvada, sé que no eres ni lágrima ni sonrisa, ni cerca ni lejos, ni cierto ni falso, eres solamente todos mis condensados te amo. Eres todas las sombras que miro sobre todas esas que percibo, pero ni uno solo de los pasos que escucho, ni una sola de las líneas que escribo. No pude inventarte lo intento cada noche entre sueños, no puedo recordarte, ya, ni sé qué diablos fue cierto, eres todas y cada una de las mentiras que me cuento para dormir, para despertar, para no morir de golpe, para seguir muriendo, pero no eres ninguna ni una sola verdad, no, no eres el viento y no te respiro, pero mira, mira cómo te miro y te pienso, pedazo de realidad que no existe, tinta que solo sabe borrar.