EL ESTANQUE ENCANTADO

In a beautiful place, there was a lonely pond that no animal or being would approach. One day, a deer unknowingly drank from it and turned into a leaf. Other animals also suffered the same fate. A wise owl discovered the secret and with the help of a hummingbird, they broke the spell. The owl turned back into a prince and the animals returned to normal. The pond became a habitat once again, bringing joy and beauty to the area. The prince would occasionally visit the pond, grateful for his restored appearance. El estanque encantado. En un hermoso lugar, en medio de dos montañas, había un estanque que siempre estaba solitario. Ningún animal habitaba allí, tampoco ningún ser llegaba a beber de él. Era algo extraño, la soledad embargaba al cuerpo de agua. Cierto día, un venado, que desconocía el misterio que tenía aquel estanque, llegó muy temprano a saciar su sed. Al tomar el primer sorbo de agua quedó convertido en una simple hoja. Aquí habían quedado otros animales que llegaban a beber en el misterioso estanque. Al cabo de un tiempo, al lugar llegó un búho. Allí sólo encontró un profundo silencio y una gran desolación. Aquel sabio animal se preguntaba, ¿dónde están todos los animales de este hermoso lugar? ¿Por qué tanto silencio? De repente un hermoso colibrí que estaba posado en la rama de un árbol dio respuestas a las preguntas del búho. Le contó el por qué de tanta soledad y tanto silencio. Entonces el búho le dijo al colibrí, hagamos algo para acabar con esto. Este es el plan. Colócate esta piedrecita en el pico y llega al estanque a beber agua. En el momento que el encanto del estanque se lance, yo abriré mis alas hacia el sol. El encanto se romperá y todos volveremos a la normalidad. ¿Por qué te incluyes? Preguntó el colibrí. A lo que el búho contestó, yo he sido víctima de un hechizo. Ya te darás cuenta. Adelante, sigamos con el plan. Todo lo planeado se llevó a cabo y en el momento que el hechizo se rompía, el búho se convirtió en lo que era. Era el príncipe de ese país y todos los animales que habían sido convertidos en hojas volvieron a la normalidad, lo mismo que la vida en el lugar, el cual recoló la alegría y la belleza, al igual que el estanque, que volvió a servir de hábitat y fuente de alimento para la fauna y la flora del lugar. El príncipe volvió a su castillo y de vez en cuando visitaba el lugar donde recuperó su apariencia original.