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podcast-etologia Vargas J, Serrano O y Segura L

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00:00-13:31

Podcast acerca de todo lo que conlleva antropomorfizar animales desde un ambito explicativo.

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Hello, my name is Luisa Segura Gómez, and today my group and I will be talking about anthropomorphism. We will discuss the definition and origin, the negative effects on different species, and provide examples in different species. Anthropomorphism is the attribution of human characteristics to non-human creatures or entities. It has been criticized as it alters the natural behavior of animals and can lead to issues such as loss of identity, behavioral changes, frustration, and anxiety. This practice can be seen in pets, wild animals, and even animals in production. It is important to maintain a clear hierarchy and avoid excessive human-like behaviors in animals. Selective breeding for specific anthropomorphic traits can also have negative consequences for the animal's well-being. Hola, espero que todos los que me estén escuchando se encuentren muy bien. Es muy grato para mí saludarlos a todos ustedes. Mucho gusto, mi nombre es Luisa Segura Gómez, estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Hoy junto a mi grupo conformado por Juliana Vargas y Óscar Serrano, también estudiantes MBZ de la Universidad del Tolima, queremos hablarles sobre antropomorfismo. Hemos dividido la temática en tres grandes grupos. Empezaremos con la definición y origen, seguido de la intervención de mi compañera Juliana Vargas, con efectos negativos de la práctica de antropomorfismo en diferentes especies. Y por último, mi compañero Óscar Serrano nos hablará de ejemplos en diferentes especies, junto a un mensaje para todos los que nos están escuchando. Empecemos en donde se origina la palabra antropomorfismo. Es un término que deriva del griego antropos, hombre inmorphe, forma u apariencia, y fue empleado tempranamente en la cultura clásica griega. Como la tendencia es criticable atribuir formas humanas a las divinidades, suele definirse genéricamente como la atribución de características humanas a otras criaturas o entidades no humanas, o más específicamente de rasgos subjetivos mentales intencionales. El antropomorfismo, por otra parte, en entología, es la manera de cómo ésta ha abordado el estudio científico del comportamiento animal desarrollada en los años 30, que se vio reflejada en la ciencia postdarwiniana, en la cual el antropomorfismo fue un tópico obligado y denotable, con senso negativo, haciendo que los filósofos de la época y los especialistas en estudios animales cuestionaran el antropomorfismo, afirmando que es un sistemático error categorial, que está identificado sobre las lógicas de un rasgo engañoso que nosotros hemos, que en esa época se ha adoptado. Por último, quiero comentar que hoy es más frecuente la opinión de que el término antropomorfismo debería ser reemplazado, o al menos reinterpretado, con lo que podría denominarse evidencialismo, que es el principio general de la filosofía, ya que la etología es una ciencia que se justifica con la evidencia en el comportamiento del animal. Continuamos con mi compañera Julia Navarro. Entonces, después de saber qué es el antropomorfismo, nos preguntamos qué consecuencias trae esto para los animales. Primero que todo, que produce esto en los animales que tenemos como mascotas. La excesiva antropomorfización en animales de compañía deja de ser un bien para ellos para convertirse en un mal, y puede ser entendido como una forma de maltrato. Al tratar las mascotas como personas, estamos alterando el comportamiento natural de los animales, e impidiendo que lleven a cabo las actividades propias de su especie, como caminar, olfatear o socializar con otros animales. Esto puede producir serios problemas en nuestra mascota, como pérdida de identidad, alteraciones en el comportamiento, frustración, interapego, ansiedad e inseguridad. Un ejemplo de esto es el vestir a los animales con excesivas prendas, sin necesidad, impidiéndole que desarrolle sus capacidades que los identifican como un tipo de especie. Más adelante ampliaremos un poco más este tema. Tenemos también que encontramos antropomorfización en animales silvestres. El caso más común son los loros. Nuestra crianza nos hizo ver esto normal cuando no lo es. No es normal que un loro hable, no es normal que este animal permanezca 24 horas al día en una jaula, y así lo ha sido haciendo por años. No es normal darles de comer comida casera cuando no hace parte de su dieta, causándoles sobrepeso e impidiéndoles su acto más natural, como lo es volar. Estos animales ya no podrán volver a su hábito natural. ¿Por qué? Porque simplemente le enseñará a los demás loros a volar, incluso no sabrá los instintos naturales que poseen, y no está bien que esto se lleve a cabo. Claramente partiendo de que estos animales ya crearon el apego con el contacto humano, perdiendo sus comportamientos silvestres. Además, los animales silvestres pueden ser portadores o transmisores de infinidad de enfermedades que por consecuencia a esta humanización pueden ser transmitidas a los humanos. Como estos, hay miles de casos que no solo se presentan en los loros, los invito a investigar para que se asombren de la cantidad de animales silvestres que se encuentran antropomorfizados, y están en estos momentos en organizaciones encargadas de este tema. Por último, ¿será que los animales de producción pueden sufrir antropomorfización? En los últimos años, gracias a leyes y protocolos por sanidad y bienestar de los animales, las producciones se han vuelto muy mecanizadas. ¿Qué quiere decir esto? Son máquinas las encargadas de manejar el animal, además de que prima el bienestar animal ante todo, por lo que no se les enseñan capacidades humanas, ya que prácticamente están destinados a prestarles un servicio a los humanos, sea cual sea su producción. Hablemos de algunos ejemplos de antropomorfización. En este punto vamos a hablar sobre esas acciones que vemos muy seguidamente en la vida cotidiana, y que tal vez no sabíamos o no creíamos que se puedan considerar formas de antropomorfización. Para ello voy a usar al perro como el animal de compañía por excelencia. Cabe aclarar que estos ejemplos son válidos con cualquier especie animal, pero pues seguro será más fácil entenderlo y reconocerlo usando como sujeto de ejemplo al perro. Esto también se puede explicar ya que ninguna otra especie se acerca tanto al humano como al perro. En términos afectivos y en términos simbólicos, ninguna otra especie demanda tan inmensamente ser tratada como humana. Pues la relación entre el humano y el perro es probablemente lo más cercano a que los humanos podemos estar jamás de un diálogo con una forma de vida diferente. Además de nuestros ejemplos, también entendemos que el antropomorfismo puede llegar a ser considerado maltrato animal. Le digo puede porque, como ya vean, hablaré de algunos niveles de antropomorfización desde unos que al parecer no generan ningún daño aparente, hasta otros que son muy evidentes en cuestiones de maltrato animal. Esos niveles de antropomorfización a los que me refiero son niveles que se agrupan según el daño o el maltrato a la invasión de la naturaleza de los animales. Podemos dividir eso en tres y agregar una serie de conductas, las cuales no generan perjuicio para el animal, pero tienen unas etiquetas humanas muy marcadas. Entre esas podemos destacar fácilmente el abrirle cuentas de redes sociales, celebrarle cumpleaños, darle regalos de navidad, que son conductas que verdaderamente no invaden permanentemente la naturaleza del animal, pero se originan de una conducta social muy obvia en cuestiones humanas. En ese apartado quiero aclarar si cualquier cosa que hagamos en exceso o de forma hostigante va a generar un estrés en el animal y pues se puede definir como maltrato. Eso podría ser como no parar de hacer que un animal pose para tomarle fotos o obligarlo a permanecer en el lugar que no quiere estar para terminar de hacer un ritual como el cumpleaños. Para el primer nivel de antropomorfización es importante que hablemos de mantener un orden de jerarquía. El orden de jerarquía se basa en una delimitación clara entre el humano y el perro. De esa manera se evita el surgimiento de problemas de conductas en los caninos, a la vez que se respeta pues esa esencia del perro, la cual hoy en día es muy imprecisa y raramente está definida, ya que cada vez es mayor la aparición de casos como que nos hagan difícil discernir entre la naturaleza real del perro junto con las conductas humanas que se han impregnado en él. También hablemos de otras cosas como también el hecho de cocinarles y prepararles alimentos que ciertamente solo es una práctica que hace el humano y si al hacerlo mal sin el conocimiento de las necesidades nutricionales del animal genera un déficit alimenticio o una afección al sistema digestivo. También podemos decir acá en este punto los accesorios y la ropa que se usan para esa necesidad creada de verse bien que tiene el humano y puede llegar a ser muy molesto e incluso puede conducir a problemas de movilidad, de lesiones, un arcoamiento o una disminución de la actividad en el animal. También se puede agregar en este punto llevarlos a viajes o expediciones que tengamos que hacer y eso es bastante peligroso ya que los podemos convertir en vectores de transmisión para enfermedades afectando a la salud pública. Finalmente pues digamos en este punto la atribución de los estados mentales a los animales. Esos estados mentales como eso de creer que un animal siente culpa por algo que nosotros le decimos que es malo pues no va porque ese es un efecto, un sentimiento que requiere una serie de procesos cognitivos muy específicos que no va a realizar el animal. El segundo nivel de la antropomorfización lo podemos encontrar en el pretender que el animal se comporte como un ser que no es. Es decir, el hecho de no querer que se revuelque, juegue con otros perros, que no permitirle olfatear, algo por más repugnante que nos parezca, pedirle que se quede quieto sin ladrar y sin moverse hasta que uno quiera o prohibirle morder o romper los juguetes que uno le da. El tercer nivel de antropomorfización que es el más delicado está de la mano con la selección antropomórfica. Ese es el responsable de los problemas de salud más severos que actualmente padecen los animales de compañía. Es una forma de antropomorfismo que incluye la creación de razas modificadas para exagerar unas características antropomórficas como disminuir el tamaño corporal, la proporción de las extremidades, la piel, el pelaje suave, los ojos grandes, unas frentes en forma de cúpulas, hocicos aplanados, orejas caídas, entre otros. Esa característica se selecciona mayormente en función de generar animales más atractivos para los humanos sin importar las repercusiones que esto tenga en su bienestar. Un ejemplo de esto, un ejemplo muy claro puede ser el bukdu francés, el cual tiene una cabeza bracteocefálica, una mandíbula curva hacia abajo, orejas y cola distorsionadas, tiene movimientos torpes, así siempre tiene que nacer por cesárea y pues acarrea una serie de problemas respiratorios claros que de hecho muchos se mueren por la falla cardíaca de la privación crónica del oxígeno. Es una forma de antropomorfismo que acorta la expectativa de vida e implica unos padecimientos importantes para el animal. Con esto quiero decir que la antropomorfización puede resultar ambigua ya que simplemente la convivencia con un humano hará que el animal adquiera un cambio en su naturaleza por más pequeño que parezca. De hecho es por ese motivo que en los centros de cuidado, valoración, rehabilitación de faunas silvestres se evita que los animales vean como los humanos son quienes le proporcionan la comida para que así no pierdan su característica natural de buscar el alimento y entre otros muchos ejemplos. Claramente la estrecha relación que las personas forjamos con los animales con los que elegimos convivir nos puede acercar a una empatía o un sentido de pertenencia por la vida lo cual es una característica importante y bastante buena pero sin embargo hay que aprender a diferenciar entre lo que nos parece bien para ellos y lo que realmente es bueno para su forma natural de vivir. Hoy queremos enviar dos preguntas para reflexionar lo que siempre estuvo a la vista. ¿Estamos antropomorfizando los animales a nuestro cuidado? ¿Y cómo podemos mejorar esta mala práctica? Esperemos que todo haya quedado claro en la sesión de hoy y les queremos agradecer a todas las personas que están escuchando este podcast por el tiempo que nos han dedicado y la atención que nos han prestado. También le queremos agradecer al profesor Carlos Martínez Chamorro de la Universidad de Tolima por enseñarnos y asesorarnos para que esta práctica se pudiera realizar. Eso es todo por el podcast de hoy. Se despide Oscar, de parte de mis compañeras Juliana y Luisa estudiantes de medicina veterinaria y psuedotecnia de la Universidad de Tolima. Muchas gracias.

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