black friday sale

BLACK FRIDAY SALE

Premium Access 35% OFF

Get special offer
Home Page
cover of "Su gracia en medio de nuestra indignidad, servicio e iglesia" (Efesios 3:8-13)
"Su gracia en medio de nuestra indignidad, servicio e iglesia" (Efesios 3:8-13)

"Su gracia en medio de nuestra indignidad, servicio e iglesia" (Efesios 3:8-13)

Horizonte TequisquiapanHorizonte Tequisquiapan

0 followers

00:00-01:07:37

Predicación del domingo 25 de junio de 2023 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo ventura

PodcastCristoCristoesmejorHorizontehorisontetequisquiapantequisquiapanpredicascristianas
3
Plays
0
Downloads
0
Shares

Audio hosting, extended storage and much more

AI Mastering

Transcription

Somos una iglesia que confía, camina y comunica a Cristo. Acompáñanos domingo a domingo. Te esperamos. Sean bienvenidos, hermanos. Vamos a continuar con nuestro estudio en la Carta a los Efesios. Hemos estudiado versículo a versículo ya durante algunas semanas esta Carta de Pablo a la Iglesia en Éfeso. Y el día de hoy vamos a estudiar versículo 8 al versículo 13 del capítulo 3 de Efesios. Entonces, te voy a pedir que te pongas de pie para darle lectura. Acuérdate que estamos utilizando la Nueva Biblia de las Américas o la NBLA. Si la puedes traer ahí en tu celular. O va a ir apareciendo aquí en pantalla también el versículo 8 al versículo 13. La idea es alternar. Yo leo el versículo 8, tú el versículo 9 y juntos terminamos leyendo el versículo 13. Entonces dice, Efesios capítulo 3, versículo 8. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia, anunciar a los gentiles las inexplotables riquezas de Cristo. Versículo 9. De este modo la infinita sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales. En quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él. Ruego, por tanto, que no desmayen a causa de mis tributaciones por ustedes, porque son su gloria. Padre, te amo muchísimas gracias porque en tu misericordia nos has dado un nuevo día, Señor. Gracias porque en tu misericordia, es por tu misericordia que nos hemos ido consumidos. Y no solamente nos hemos ido consumidos, sino que también hemos sido coronados con gracias, Señor. El hecho de que estemos aquí, en tu Iglesia, pudiendo adorarte, pudiendo cantarte, Señor, pudiendo estudiar tu palabra, conocer tu voluntad. Padre, es un tremendo privilegio, es una tremenda muestra de tu gracia y de tu amor hacia nosotros, Padre. Así que yo te ruego, para gloria de Cristo, que abras nuestros ojos, que prepares nuestros corazones, Señor, y que tu Espíritu Santo haga lo que yo no puedo hacer, Señor, que es entender tu palabra, pero aplicar tu palabra, Señor, y ser transformado, renovar nuestra mente, Señor, de tal manera que nuestra vida sea transformada para tu gloria, Señor. Gracias por Cristo, en cuyo nombre oramos. Amén. Ok. Versículo 8 al 13. Vamos a continuar. Esta porción que decíamos hace ocho días es como un paréntesis que Pablo está haciendo del versículo 1 al versículo 13, antes de orar por esta Iglesia y en eso Pablo hace un paréntesis, y entonces está explicando cuál es el propósito del ministerio al cual Dios le llamó de llevar el Evangelio a los gentiles, y también cómo él está en medio de una prisión, está encarcelado, y al final del día Pablo comienza refiriéndose como un prisionero de Cristo Jesús. Veíamos la semana pasada que aún estando en medio de una aflicción, en medio de la prisión, él reconocía que Dios estaba por encima de todas las circunstancias, de todas las autoridades, y que si él estaba prisionero era porque Dios así lo había determinado, él no era prisionero de Roma, él era prisionero de Cristo. Entonces veíamos eso la semana pasada, y hoy vamos a entrar a la segunda parte de este paréntesis en el cual Pablo está abriendo su corazón, estamos viendo la mente o el corazón de uno de los grandes hombres de Dios, por llamarlo así, de un hombre que terminábamos viendo la semana pasada, la palabra de Dios, él se refiere como alguien a quien somos llamados a imitar también, porque él es un imitador de Cristo, y vamos a ver cuál es el corazón del apóstol Pablo en esta segunda parte de esta porción donde él está expresando su sentir. Dice el mapa del día de hoy, versículo 8 al 13, yo lo dividí en tres elementos. Primero, nuestra indignidad magnifica la gracia de Cristo. Segundo, el privilegio de servir a Cristo por su gracia. Y tercero, vamos a ver también cómo es que a través de su iglesia Cristo muestra su infinita sabiduría. Me encanta esto y vamos a entrar de lleno al pasaje, el primer elemento del sermón es nuestra indignidad magnifica la gracia de Cristo. Mira cómo comienza Pablo refiriéndose a sí mismo. Pablo tenía en gran estima el ministerio al cual Dios le había llamado, a los gentiles principalmente, aunque como veremos no solamente a los gentiles sino también a todos los demás, pero no solamente tenía en alta estima el llamado que Cristo había hecho a su vida, sino que tenía muy claramente cuál era su condición, cuál era su propia indignidad delante de Cristo. Mira lo que dice el versículo 8, y este es mi hermano un tremendo versículo, dice a mí que soy menos que el más pequeño de todos los santos, que me concedió esta gracia, anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo. Me llama la atención la humildad y la conciencia que tenía Pablo de quién realmente era él, y podríamos decir somos todos nosotros como creyentes. Este hombre Pablo, que sabemos por la palabra de Dios, vino al conocimiento de Cristo de una manera tan extraordinaria, no solamente Dios le salvó de una manera extraordinaria cuando viene a su encuentro en camino a Damasco, sino que también Dios utilizó para escribir gran parte del Nuevo Testamento. Muchos definen a Pablo como quizá el más grande predicador que ha existido, después de Cristo evidentemente, y como el más grande misionero que ha tenido la iglesia. Ahora a pesar de todo eso, él se veía a sí mismo como el más pequeño, o menos que el más pequeño de todos los santos. Mis hermanos, Pablo nunca olvidó aquella época de su vida cuando era un gran enemigo de la iglesia de Cristo. El rencor que Pablo había tenido, recuerda cuando aún era conocido como Pablo de Tarso, el rencor que Pablo llegó a albergar en contra de Cristo, en contra de la iglesia, al grado que él encabezaba una de las más terribles persecuciones que sufrió la iglesia. Mira cómo Pablo, narrando su testimonio, en Hechos capítulo 22, muestra lo que él hacía en contra de Cristo y de su iglesia. Dice en el capítulo 4 de Hechos 22, hablando de la iglesia, hablando de Cristo, dice Pablo, perseguí este camino, hablando de Cristo, hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres. Es decir, él llegó a perseguir a los cristianos con tal de querer terminar con su vida. Luego en Hechos capítulo 26, versículo 9, mira lo que termina diciendo lo que era Pablo. Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret. Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto, castigándolos con frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a blasfemar. Y enfurecido contra ello, seguía persiguiéndolos aún hasta en las ciudades extranjeras. Pablo probablemente era miembro del Sanedrín, y dice que cuando juzgaban a los cristianos y decían, ¿cómo ven? ¿Los matamos por andar detrás de Cristo? Pablo decía, ¡claro que sí! ¡Hay que matarlos! Y muchas veces él también los castigaba al punto de obligarlos a blasfemar. Dice ahí al final del versículo 11, procuraba obligarlos a blasfemar. Pablo torturaba, no sabemos exactamente de qué manera, pero torturaba a los cristianos. Y les decía, ¡maldice a Cristo o morirá! ¡Maldice a Cristo! Y probablemente muchos hombres y muchas mujeres, por causa de Pablo, por causa de las torturas que él hacía contra estas personas, blasfemaron contra Cristo. No solamente eso, dice, enfurecido de gran manera, iba contra ellos y los perseguía aún hasta las ciudades extranjeras. Era una fichita, Pablo. Hasta los cristianos veían a Pablo, escuchaban hablar de Pablo y sabían que su vida corría peligro. Pablo había sido un cruel perseguidor de esa iglesia que ahora tanto amaba. Me encanta una muestra clara del Evangelio, un total antes y después de Cristo. Pero Pablo fue un perseguidor de la iglesia en Cristo. Ahora, ya en Cristo, Pablo tenía una conciencia de dónde él venía, de dónde Cristo lo había salvado. Y por lo tanto podía reconocerse como el más pequeño de los apóstoles. Mira lo que dice Primera de Corintios 15.9, porque yo soy el más insignificante de los apóstoles. Que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguía la iglesia de Dios, dice Pablo. No soy digno de ser llamado apóstol. Me encanta ese sentir. No soy digno de Cristo. Primera de Timoteo 1.15. Palabra fiel y digna de ser aceptada, también es Pablo hablando a Timoteo. Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos. Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Entonces Pablo se adjudicaba el título del primero de los pecadores. Él decía, si van a hacer una elección de quién es el peor de los pecadores, yo encabezo la lista. Yo soy el peor de los pecadores, yo me gano todos los votos. Ahora, Pablo no tenía vergüenza en referirse a sí mismo como el más pequeño de todos los apóstoles. Pablo tampoco tenía esta actitud como de conmiseración y pobre de mí, entonces no sirvo para nada en la iglesia, por eso no me quiero integrar porque soy un súper pecador. No es a donde nos está queriendo llevar Pablo. Vamos a ver ahorita cómo a través de esa indignidad es que la gracia de Cristo se magnifica. Pero Pablo no tenía ningún problema en reconocerse como el más grande de los pecadores, con toda la indignidad que él tenía sin Cristo. Ahora, era ese sentido, y escucha bien esto mi hermano, era ese sentido de pequeñez que Pablo tenía de sí mismo que le llevaba a magnificar y a valorar la gracia de Dios en su vida. Era ese sentido de pequeñez, ese sentido de saber de dónde venía, de dónde había sido rescatado que entonces podía valorar la gracia de Dios en su vida. Pablo tenía tal conciencia de su pecado y percibía tan claramente la condición tan terrible de querer estar lejos de Cristo, que cuando Cristo llegó a su vida entonces él magnificaba la gracia de él a través de su vida. Y ahí está una clave mi hermano, si tú estás en un momento, yo me confrontaba seriamente esto, si tú estás en un momento de alguna situación complicada y que más bien te estás como amargando, más bien estás llenándote de rencor y probablemente estás perdiendo el contentamiento en tu día a día, estás perdiendo el contentamiento en tu vida en Cristo, probablemente has olvidado de dónde Cristo te salvó, probablemente estás dejando de vivir el Evangelio cada día. Me encanta ahorita que estábamos en los grupos y que es la invitación, hablábamos de esta parte del Evangelio y me encanta como decías, el Evangelio es todos los días, necesitamos recordarnos todos los días, necesitamos recordarnos todos los días del lodo del cual Cristo nos sacó porque entonces abrazaremos y nos deleitaremos en la miel de su gracia. Pero cuando olvidamos, mis hermanos, ese lugar donde Cristo nos salvó, entonces comenzamos a quedarnos con los ojos puestos en las circunstancias, en el aquí y en el ahora, y olvidamos la gracia de Cristo. Poniendo en pantalla, no debemos olvidar quién éramos y lo que merecíamos antes de ser salvados por la pura misericordia de Dios y entonces magnificar y valorar la gracia de Dios en nuestra vida. Ahora, a lo mejor tú dices, no pues yo no, yo tampoco era para tanto, yo no perseguía hacia la iglesia ni andaba queriendo o dando mi voto para que mataran a los creyentes, yo no era así como Pablo, ¿no? Pero la palabra de Dios nos define a todos como enemigos de Dios. Todos nosotros estábamos muertos de nuestros delitos y pecados, veíamos en Efesios capítulo 2, y entonces éramos por naturaleza hijos de ira hasta que Cristo intervino en nuestra vida. Algunos manifestábamos esta enemistad abiertamente, hablando abiertamente en contra de Cristo. Algunos otros manifestaban esta enemistad contra Dios descansando en sus obras, descansando en su rendimiento, descansando en su religiosidad y menospreciando, por lo tanto, el único insuficiente sacrificio que es en Cristo. Pero todos éramos enemigos de Dios, necesitábamos ser reconciliados con Dios a través de Cristo. Mira cómo dice la palabra de Dios Pablo mismo en Romanos capítulo 5, versículo 7 al 8. Dice, porque difícilmente habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno, pero Dios demuestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Éramos pecadores y Él vino y nos reconcilió, nos extendió su gracia, versículo 10 de Romanos 5. Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. Todos nosotros éramos enemigos de Dios, pero por Él, por su gracia, por Cristo, fuimos reconciliados. Mira cómo Pablo describe también esta condición en Colosenses capítulo 1, versículo 21. Dice, y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, la reina Valera dice, eran enemigos. Te ubicas ahí cuando no querías saber nada de Dios. Así, ay, no me hables de eso. Ay, otra vez tú, otra vez Cristo. Y hoy dices, ¿y cómo estoy aquí en una iglesia buscando aprender de la palabra? Bueno, porque Dios nos reconcilió en Cristo. Mira lo que continúa diciendo. Eran de ánimo hostil, enemigos, ocupados en malas obras. Sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo, en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentar los santos sin mancha, irreprensibles delante de Él. Mis hermanos, es bueno, déjame decirte esto, es bueno recordar nuestro pasado sin Cristo, para entonces abrazar la gracia que hemos recibido de Cristo. A veces pareciera que se nos olvidó, y no solamente nos lleva a no valorar la gracia, sino también a no generar empatía con las personas. Ay, ¿cómo no aceptas a Dios? ¿Cómo no quieres venir a Cristo? Mis hermanos, estábamos igual. Fue la gracia de Cristo la que robó nuestra vida, la que nos dio vida, y entonces podemos hoy caminar en pos de Él. Pero no fue algo que hicimos nosotros, por nosotros mismos, sino fue su gracia que intervino y nos salvó. Ahora, no solamente me gustaría y es bueno que recuerdes ese pasado de donde Cristo te salvó. Déjame decirte que si tú no ubicas un momento en tu vida, o tú no ubicas que en un momento de tu vida eres enemigo de Dios, eras enemigo de Dios, probablemente tú no eres salvo. Otra vez, si tú no reconoces que en algún momento de tu vida fuiste enemigo de Dios, muy probablemente no eres salvo. La palabra de Dios dice que en nuestras vidas, todos nosotros éramos enemigos de Dios. Ahora, ¿fue la paciencia de Dios con cada uno de nosotros que nos soportó? Y a lo mejor aquí estás tú el día de hoy más arregañadientes, más porque te trajeron a la fuerza, pero créeme, es la paciencia de Dios que te tiene aquí, es la gracia de Dios que se te sigue extendiendo. Yo podría quitarte la vida en este mismo instante sin darte oportunidad al arrepentimiento, pero Él está extendiendo su gracia contigo. Y mis hermanos, si somos muy honestos y pensamos en nuestra vida en el pasado, si eres creyente, ¿cuántas veces Dios nos libró de la muerte? Probablemente a muchos de nosotros, a lo mejor hasta de la cárcel, a lo mejor de grandes problemas, grandes consecuencias. Tú dices, no, pues a mí sí me fue muy mal. Bueno, pero a pesar de esas consecuencias, Dios tuvo cuidado de ti para llevarte al punto de escuchar su evangelio y que hoy puedas caminar como un hijo amado. Hubo un momento donde Dios abrió nuestro entendimiento, primero para que viéramos nuestra condición de enemigos, viéramos el problema en el que estábamos por causa de nuestros pecados, para que entonces abrazáramos y apreciáramos el don de la vida eterna y la salvación que tenemos en Cristo. El decir antes, era enemigo suyo, pero su gracia intervino, Cristo abrió mis ojos, y ahora tengo no solamente perdón de pecado, sino tengo la esperanza ciertísima de que habitaré con Cristo mi Salvador una eternidad en un lugar donde no habrá llanto ni dolor. En Cristo, mis hermanos, poniendo en pantalla, tenemos un pasado perdonado, un presente consentido y un futuro asegurado por su gracia. Un pasado perdonado, éramos enemigos, Él nos reconcilia, ya la deuda fue pagada. En la cruz, Cristo dijo, consumado es. Ya no hay nada más que pagar, ya fue el castigo que merecíamos, ya fue derramado en la cruz. Dice Isaías, el castigo de nuestra paz fue sobre Él. Tenemos un presente consentido, ya no tenemos que andar como divagando y buscando a ver en qué invertimos nuestra vida, a ver si es por esta carrera, a ver si es con esta relación, a ver si es con este trabajo, a ver si es con este plan, tenemos un propósito definido. Isaías 43.7 dice, todos los llamados de mi nombre, para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Todos nosotros fuimos creados para vivir para Cristo, para vivir conforme a su palabra y dar gloria a su nombre, y tenemos un presente. Y puedes decir, eso es cierto, sin Cristo no hay nada, buscaba aquí, buscaba allá y todo era vacío, pero ahora en Cristo tenemos un propósito consentido, que es el hijos amados y dar gloria a su nombre. Y tenemos un futuro asegurado también, la esperanza que moraremos con nuestro Señor eternamente, y eso no es por nuestros méritos tampoco, es únicamente por los méritos de Cristo y por su gracia. Es la gracia que nos perdonó, es la gracia que nos sostiene. Pablo dice, no es que sea competente por mí mismo, pero es la gracia de Dios la que me dé esa competencia. Es su gracia de Dios lo que nos sostiene, y es su gracia de Dios también lo que nos persevera y nos asegura que estaremos con Él eternamente. Pero mis hermanos, tristemente, a diferencia de lo que debería caracterizar nuestra vida como creyentes a la luz de estas realidades, que sería tener un gozo, una alegría de que tenemos esperanza, de que ya no debemos habitar en culpa o en vergüenza porque nuestros pecados han sido perdonados, de que podemos levantarnos cada día porque tenemos un propósito de vivir para la gloria de Dios y de que tenemos una esperanza segura en Cristo, no solamente de la herencia eterna, sino de un Padre bueno que domina y gobierna y sustenta cada tiempo y cada circunstancia de nuestra vida y eso debería derivar en gozo, que es lo que sucede, tristemente, ponía en pantalla. Como creyentes, tenemos la tendencia a olvidar eso, la gracia. Tenemos la tendencia a olvidar el infierno que justamente merecíamos por nuestros pecados y por lo tanto dejamos de gozarnos y asombrarnos de la gracia recibida cada día. Cuando nosotros olvidamos la gracia, mis hermanos, ya no apreciamos como deberíamos los privilegios que se nos han otorgado por la pura gracia de Dios como hijos, la identidad que tenemos en Él y el propósito de proclamar Su Evangelio. Mis hermanos, eso afectará en nuestro día a día. Enfrentaremos aflicciones y tentaciones en una perspectiva totalmente equivocada, en nuestras fuerzas, para nuestra gloria y evidentemente no sólo será algo que repercutirá en nuestras circunstancias, sino que repercute en nuestro trato con las personas. Cuando nosotros olvidamos que somos salvos por gracia, que hemos sido llamados a servir por gracia y es un tremendo privilegio y perdemos de vista eso, comenzamos a menospreciar a los demás, a levantar barreras con los demás, a caer en religiosismo con los demás, como si hubiera algo brillante en nosotros que comienza a decir, ah, es que mira, yo ya soy mejor, yo ya llevo tanto tiempo en la iglesia, yo ya sirvo, yo ya hago, yo ya hago. Mis hermanos, por gracia, lo hemos dicho infinidad de veces, tanto la persona que esté predicando aquí, como la persona que ve entrando y que esté escuchando por primera vez el Evangelio y está depositando su fe únicamente en Jesús como Señor y Salvador, seremos presentados y salvos y aceptos delante del Padre únicamente por la gracia. Cuando entendemos que es por gracia, cuando entendemos como Pablo nuestra indignidad, seamos honestos mis hermanos, si alguien pudiera ver lo que realmente somos y pensamos, no aquí en la iglesia cuando también sabemos comportarnos y somos muy amables y respetuosos, sino en aquellos momentos donde de verdad sale el cobre, por decirlo así, a lo mejor ya no externamente, pero sí en nuestros pensamientos, creo que deberíamos como Pablo, tener ese sentir honestamente y poder decir de nosotros mismos, híjole, yo soy el primero de los pecadores, soy indigno de la gracia. Ahora eso cambiaría también la manera en como nosotros reaccionaríamos ante las aflicciones de la vida, pero también cuando alguien nos ofenda o nos trate injustamente. He escuchado esto alguna vez que alguien decía, y me ha gustado eso, y me decía mira, por muy mal que alguien hable de ti, tú no deberías ofenderte, porque por muy mal que hablen de ti, todavía se queda corto del infierno que realmente merecerías por tus pecados, y es como, ¿la neta sí? Si somos honestos es como, todo lo que tú pudieras hablar mal de mí, ojo, no es un orgullo de, ah, pues sí, tú hablas lo que quieras de mí, pero si somos honestos es, mira, la verdad es que todo lo que pudieran decir de mí, yo conozco realmente la indignidad que soy, el pecado que aún, la batalla que aún hay en mí, pero eso me lleva a glorificar y abrazar y saber que la gracia es lo que me ha salvado, entonces no tendríamos que ofendernos tan fácilmente, tendríamos que ser coherentes, ¿nos sucede a poco o no muchas veces como creyentes? Que a lo mejor adoptamos esta postura como Pablo, y oramos y decimos, ah, señor, sí soy súper pecador, soy un gusano, y así como que lucimos espirituales, y no dudo que no lo creamos en el momento, pero viene una persona y nos trata como gusanos, y entonces ahí sí hay un problema, es como, a ver, delante de Dios sí lo soy, pero delante de las personas, ahí no podrían tratarme así, y hay como una incoherencia, entonces debemos ponernos de acuerdo en eso, pero sobre todo anclarnos y refugiarnos en la gracia, debemos pedirle a Dios que nos conceda cultivar esa humildad y ese contentamiento que brota de una clara comprensión de que todo lo que somos y todo lo que tenemos es únicamente por la gracia de Dios, es únicamente por la gracia de Dios. Alguien decía, me encanta esta respuesta, un pastor, no me acuerdo, cuando alguien nos pregunte que como estamos, siempre deberíamos responder, estamos mejor de lo que merecemos, estoy mejor de lo que merezco, si no fuera por la gracia de Dios mis hermanos, todos nosotros merecemos ser condenados eternamente en el infierno, ahora en vez de darnos ese infierno, Cristo nos colma de beneficios, de bendiciones, únicamente por su gracia, por eso siempre podemos decir, estamos mejor de lo que merecemos. Otra comprensión que Pablo tenía de sí mismo, no era, te repito, un tema como, pobre de mí, soy súper chafa, mejor ni sirvo a Cristo, no sirvo para nada, soy un pecador, eso decía, en esencia soy indigno, el más grande de los pecadores, pero gloria a Dios porque es en instrumentos o en vasos imperfectos como cada uno de nosotros, en que el poder de Cristo luce glorioso, donde su gracia luce asombrosa, y es con ese gozo de la gracia de Cristo, que Pablo no solamente está soportando las prisiones sin queja, porque recuerda que está en prisión, sino que está viviendo esa situación complicada con gozo, y ese gozo le lleva a servir a Cristo sin importar el precio, y es el segundo punto del sermón, es un privilegio servir a Cristo por su gracia. Si tú ya sirves a Cristo, yo no sé, pero hay una batalla, y Satanás tiene esta batalla de mira, que sirvan, pero quítales el gozo, que sirvan, pero hazlos que sea una carga, que sirvan, pero que ellos se sientan indispensables, que la iglesia no va a funcionar, que ellos no están, comenzamos a creer esas mentiras y perdemos el gozo o el privilegio que es servir a Cristo. Pablo tenía claro que él siendo indigno, era una gracia, era un privilegio el poder servir a Cristo, mira lo que dice en este versículo 8, a mí que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia. Otra vez, se me concedió esto que no merezco, anunciar a los sensibles las inexplotables riquezas de Cristo. El privilegio que veía Pablo, primero reconozco que no soy digno, y es mi anhelo Señor, concedenos ver que no merecemos servirte, no, tú no lo necesitas, Dios tampoco hubiera necesitado a Pablo, honestamente él pudo haber agarrado a cualquier otra persona, y Pablo reconocía eso, no dice, es que Dios me salvó por todos mis estudios, porque yo conocía la ley, porque yo era irrepresible, él dice, es gracia esto, el poder servir a Cristo, anunciarlo a las demás personas, en este caso a los sentiles, es gracia, mi hermano, ¿tú percibes eso como gracia? Hoy que estábamos precisamente empezando esta etapa y en nuestro anhelo como iglesia, el capacitarnos, el prepararnos y proclamar el Evangelio, proclamar y anunciar a Cristo, ¿lo podemos percibir como una gracia? ¿como un regalo? ¿como decir, híjole Señor, yo soy el que menos merecería, pero es un tremendo privilegio el que me hagas portador de tu palabra y de esta buena noticia que es el Evangelio? Ahora, me encanta un detalle aquí, mi hermano, porque probablemente también, no sé si te has topado, que de repente en tu día a día tienes personas alrededor que dices, híjole, yo compartir el Evangelio esta persona, ya sea un familiar, ya sea algún amigo, híjole, como que eso ya es, yo no, yo no puedo, esa persona es demasiado difícil, yo quisiera mejor otro llamado, otro ministerio, no sé, mira lo que el ministerio que Pablo recibió, fue un ministerio especial, lo hemos visto ya semanas anteriores, que era un ministerio principalmente de llevar el Evangelio a los gentiles, gentil era todo aquel que no era israelita, lo hemos dicho semanas anteriores, un gentil era visto como alguien impuro, un gentil era visto incluso como algo prácticamente igual que un perro, habíamos dicho que los gentiles también eran vistos por los judíos como la leña que había sido creada por Dios para alimentar las llamas del infierno, a ese grado menospreciaban los judíos a los gentiles y Pablo fue llamado a anunciar el Evangelio a esas personas, de hecho, si puedes en tu casa, puedes leer Hechos Capítulo 10, Vertículo 13 al 15, Dios le había hecho también un llamado a Pedro de ir a anunciar el Evangelio a los gentiles, le dice Pedro come, mata y come y va a predicar a los gentiles, y Pedro se resiste y dice, no, de ninguna manera, eso, yo nunca he comido nada impuro o inmundo, y Pablo, no lo va a decir, él tiene tal conciencia de su indignidad que dice, yo soy hasta más indigno que esas personas que considerábamos tan indignas, mi hermano, ¿estás viendo así a las personas que te rodean? a esas personas que evidentemente si te rodean y están en tu mundo y es parte de tu día a día, Dios te está enviando como un misionero con este ministerio de anunciar su Evangelio a ellos, ¿los estás viendo como una oportunidad para decir, híjole, si yo alcancé gracia, por supuesto que quiero también que él conozca y abrace y sea salvo por la gracia de Cristo, aun cuando sea la persona más complicada que hacer, hemos platicado esto también, como iglesia somos un cuerpo, lo veíamos la semana pasada, y platico con personas así constantemente y al ser un cuerpo tú vas a estar con personas que para mí sería imposible estar con tu familia, con tus amigos, y así cada uno, cada uno tiene un círculo de personas, un círculo de gente con la cual convivimos cada día, y hay personas que vemos honestamente, y dicen que esta persona es súper complicada, es así casi casi ni Cristo, casi casi la vemos tan difícil, mis hermanos, si somos bien honestos, las personas más difíciles que había éramos tú y yo, y Cristo vino, tomó la iniciativa y en su gracia, nos salvó cuando estamos delante de una persona que para nosotros es complicada, no es nada menos que una foto del Evangelio y de la gracia que nosotros recibimos, porque nosotros éramos totalmente complicados y enemigos de Dios, y él perseveró en su gracia, mis hermanos, es un privilegio servir de lo que vemos a Pablo aun cuando ese privilegio sea incómodo, y pudiera ser visto ante los judíos como algo impuro o inmundo, es para ti un privilegio, mis hermanos, servir a Cristo, primeramente, lo veíamos la semana pasada, parte de venir a Cristo y ser parte de una iglesia y poner nuestros dones en operación para funcionar todos juntos, primero ya estás sirviendo a Cristo a la luz de lo que has recibido en Cristo, y en respuesta a su gracia, no para ganar su favor o su perdón sino porque te sabes y te reconoces que por los méritos de Cristo eres amado, aceptado y tienes un propósito en el aquí y en el ahora que es servirle a Él, segundo, si ya estás sirviendo, esa día de hoy, yo no sé cuando empezaste a servir y hace diez años, cuando empezaste a servir, y era increíble, yo te pregunto el día de hoy, ¿es un privilegio para ti servirle? Viendo que es pura gracia tu salvación, reconociendo que somos indignos, que Él no nos necesita, pero entonces podemos descansar y hacerlo con un gozo de saber la gracia que hemos recibido, ¿es para ti un privilegio, mi hermano? Si no es así, probablemente Dios te está llamando a regresar a la gracia, recuerda que eres indigno, que no te necesitas y por lo tanto es un gozo servir a nuestro Señor. Muchos habrían recibido a lo mejor ese ministerio que le fue dado a Pablo como una desgracia, pero para él no fue así, dice fue concedir esta gracia, anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo. ¿Qué quiere decir ese término de las inescrutables riquezas de Cristo? Se escucha si dominguera la palabra, ¿no? Esta palabra inescrutable significa que no puede ser rastreado. Algún comentarista lo ilustraba como cuando un cazador va detrás de una presa, supongamos que es un buen elemento en este paisaje que tenemos afuera de la iglesia, y que alguien va intentando cazar a una presa hasta el punto que llega un lugar donde el cazador ya no puede pasar, solamente se ven las huellas hasta el punto que se pierden las huellas de la presa y ya no puede seguir persiguiendo a esta presa, se va sin dejar huella y es imposible seguir su rastro. Bueno, esta palabra inescrutable significa que no puede ser rastreado o perseguido hasta el fin. Significa que no puede ser completamente comprendido, que está por encima de nuestra capacidad de razonamiento. Lo que está diciendo padre, lo que la palabra muestra a Cristo, es que Cristo es alguien más grande de lo que imaginamos, lo cantamos muchas veces también aquí. Jesucristo es rico en poder, en gracia, en misericordia, en bondad, y en un montón de cosas. Cristo es rico más allá de lo que nosotros podemos comprender, más allá de lo que nuestras mentes pueden asimilar y de lo que nuestras bocas pueden expresar. Y son esas riquezas las que el Evangelio ofrece. ¿Qué quiero decir con esto? ¿Qué quiere decir Pablo? Bueno, el Evangelio muestra las riquezas que obtenemos en Cristo. Ahora, esa riqueza no está hablando de un tema material, en el aquí y en el ahora. Está hablando de riquezas espirituales. Ponía esto en pantalla y es una manera fácil a lo mejor o concreta de definir el Evangelio. El Evangelio muestra que somos unos pobres miserables, que vamos camino de una terrible pero justa condenación. Es justo porque hemos pecado, pero Cristo, estos peros de Dios, pero Cristo, el Hijo de Dios, siendo rico, se hizo pobre para que nosotros en su pobreza fuésemos enriquecidos. Él tomó nuestro lugar en la cruz para que nosotros, por la fe en Él, podamos venir ya no como estos pobres miserables sin esperanza, sino que por la fe en Él podamos venir ahora revestidos de su justicia, de su gracia. Por lo tanto, son esas riquezas de las que habla el Evangelio. Yo no sé, mi amigo, cuál es tu posición económica. Pero a la luz de la palabra de Dios, lo que importa son estas riquezas espirituales. Yo no sé cuál es tu posición económica, pero si tú no has rendido tu vida a Cristo y lo has abrazado como único y suficiente Salvador, y has confiado únicamente en su justicia para salvación, eres un pobre miserable, mi hermano. Ahora, Cristo y mi anhelo no es ofenderte y dejarte ahí. Cristo nos muestra nuestra condición para revestirnos con Cristo y decirte en efecto, eso eres sin Cristo, pero es por eso que yo di la provisión única e insuficiente en Cristo, para que esas riquezas espirituales permanezcan en ti por la fe en Jesús. Ahora, continuando con el pasaje, versículo 9, vemos aquí un elemento importante que me gusta destacar en el corazón de Pablo, porque hasta aquí podría parecer que la función primordial de Pablo o la función primordial de todo creyente, es únicamente anunciar el Evangelio a los perdidos, como en este caso eran los gentiles, que no tenían acceso al Evangelio. Pero vamos a ver cómo Pablo también fue comisionado a anunciar el Evangelio a todos los demás, dice versículo 9, y sacar a la luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios creador de todas las cosas. Pablo no debía limitarse a predicar a los gentiles, él dice debo sacar a la luz este misterio del plan que Dios había trazado de salvar al hombre por medio de Cristo y por medio de Cristo reconciliar a judíos y gentiles y crear un solo pueblo que es la Iglesia. ¿Qué está pasando aquí? ¿O qué es lo que Pablo está diciendo aquí? Recuerda que está hablando a una Iglesia, mi hermano. Está hablando a una Iglesia de creyentes de esta carta, se está dirigiendo a creyentes y cuando habla de que tenía que sacar a la luz esta dispensación del misterio que Dios había tenido oculto por los siglos, está hablando de cosas que él tenía también que compartir con la Iglesia. Por lo tanto podemos decir que Pablo y nuestra función como creyentes no solamente es predicar el Evangelio estudiar el Evangelio y permanecer en el Evangelio para las personas que no son creyentes sino como creyentes también necesitamos madurar y la manera de madurar es a través del Evangelio. Lo puse en pantalla. Nuestro ministerio no puede limitarse únicamente a predicar el Evangelio a los perdidos. Necesitamos aún como creyentes madurar cada vez más en ese Evangelio a través de la palabra de Dios. Por eso como Iglesia estamos también teniendo este tiempo en la mañana recordar el Evangelio, habitar en el Evangelio y es el Evangelio que nos lleva a enfrentar cada situación de la vida con una perspectiva correcta con una perspectiva de reconocer nuestra indignidad pero poder abrazar entonces todo como gracia como gracia. Pablo dice que debemos profundizar, dice debo traer a la luz para dar a conocer como creyentes debemos profundizar en estas verdades en estas verdades. Lamentablemente cuando nosotros no perseveramos en el Evangelio no recordamos el Evangelio no somos intencionales en conocer las doctrinas bíblicas vienen situaciones complicadas, vienen aflicciones vienen problemas y entonces somos sacudidos muy fácilmente. Ahora Pablo nos está instruyendo o llamando a madurar en el Evangelio y me encanta porque Dios no es Dios no es como Faraón recuerdas que Faraón quería que construyeran pero él no les daba el material y entonces tenían que ir y todo superforzado y era muy pesado para el pueblo de Israel Dios no es así con sus hijos Él nos ha dado los recursos para que nosotros podamos madurar y crecer en su Evangelio Cristo nos ha dado su palabra nos ha dado su Espíritu Santo nos ha dado la oración contamos además el día de hoy con libros, con literatura de doctrinas que nos ayudan a madurar en nuestra fe Dios nos ha dado los recursos y ahora es nuestro deber mis hermanos también hacer un uso responsable de cada una de esas cosas yo te pregunto mi hermano ¿estás invirtiendo en lo eterno? ¿es a tu mirada o es como ah mira pues si ya creí en Cristo alguna vez pero ya no me importa crecer más en la Biblia yo ya sé que me salvó por gracia, murió por mis pecados mis hermanos, tenemos un llamado a perseverar en la palabra, a madurar ¿estás invirtiendo en lo eterno? ¿estás congregándote fielmente? ¿te preparas para escuchar la palabra de Dios? ¿para asistir al grupo? ¿eres fiel o estás haciendo, y aclaro esto, yo sé que hay causas de fuerza mayor, eso solamente tú y Dios lo saben, y puedes ahí abrazar la gracia pero si no es por causas de fuerza mayor que estés invirtiendo y queriendo y preparándote para alimentarte de la palabra, para ser iglesia ¿en qué estás invirtiendo tu tiempo y tu vida? finalmente vamos a ver en tercer elemento ya vimos la indignidad que cargaba Pablo y a lo cual le llevaba no a conmiserarse sino a decir wow que tremenda es la gracia de Dios, que puedo servirle vemos este elemento el tercer elemento de cómo la sabiduría y la gracia de Dios es manifestada a través de su iglesia esta es una parte, mi hermano, pon atención son cosas que lamentablemente ya no se mencionan tanto en la palabra de Dios, pero es algo glorioso es algo hermoso lo que Pablo va a decir aquí y de la preeminencia o la superioridad o el rol tan importante que tiene la iglesia en el plan redentor, mira lo que va a decir versículo 10 hablando del propósito de su ministerio de alimentar a la iglesia para que madure a través del conocimiento de las doctrinas bíblicas versículo 10, de este modo la infinita sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales tenemos, creo yo muy claro, como creyentes la gran comisión y si no, pues te la recuerdo, Mateo capítulo 28 por tanto ir y hacer discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo enseñándoles todas las cosas que yo les he enseñado pero mis hermanos, lo que Pablo está diciendo es que hay otro propósito impresionante a través de la iglesia y dice ahí, por medio de la iglesia dar a conocer a los principados y potestades en los lugares celestiales la infinita sabiduría de Dios es decir uno de los propósitos de la iglesia es que es un instrumento en las manos de Dios para dar a conocer su infinita sabiduría a los principados y potestades en lugares celestiales y de una manera muy sencilla está hablando de los ángeles del cielo que es lo que Pablo está diciendo bueno, Pablo ya se ha referido en porciones anteriores a los ángeles del cielo, mira Efesios 1, 20 y 21, ya lo veíamos dice, hablando del poder que operó en Cristo, dice ese poder obró en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra no solo en este siglo, sino también en el venidero habla ahí de distintos rangos, órdenes angelicales y sabemos que la Biblia menciona diferentes rangos y órdenes es algo definitivamente que la Biblia menciona, no es mi intención ahorita hablar de los ángeles sino del propósito de la iglesia para con los ángeles, que es lo que Pablo está diciendo aquí está diciendo que estos ángeles en todos sus rangos y en todas sus órdenes, tienen mucho interés por ver lo que sucede en la iglesia, por ver lo que sucede en la salvación de los hombres en Lucas capítulo 15, versículo 10 has escuchado de esta parte de que hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente, mira también quien está en ese momento Lucas 15, 10, de la misma manera les digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente primera de Pedro, capítulo 1, versículo 10 al 12, acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendrá a ustedes diligentemente inquirieron y averiguaron procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo, dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían, a ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos sino a ustedes en estas cosas que ahora les han sido anunciadas, mediante los que predicaron el Evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, fíjate lo que dice al final, cosas a los cuales los ángeles anhelan mirar lo que el texto está diciendo literalmente has pasado por algún puente que vas caminando y de repente ves que alguna persona está viendo hacia abajo del puente y tú luego le vamos de metiches como, ay, ¿qué está viendo? yo quiero ver eso que está viendo la demás persona bueno, está dando una ilustración de que los ángeles tienen ese anhelo de mirar hacia la iglesia están inclinados a ver todo lo que sucede en la redención del hombre ahora, ¿por qué los ángeles tendrían interés, no? te has preguntado, ¿por qué tendrían interés en ver estas cosas? ah, bueno porque la obra de Dios en la salvación de los hombres, a través de la iglesia muestra la infinita sabiduría y la gracia de Dios poní esto en pantalla, lo que los ángeles ven al contemplar la iglesia de Cristo enriquece su comprensión que tienen de la sabiduría de Dios y eso los capacita para adorar a Dios con una adoración más sublime es decir, los ángeles ven a la iglesia y no ven grandes hombres de Dios, mis hermanos ven hombres miserables indignos, pecadores, infieles pero ven el resultado de la encarnación del Hijo de Dios, ven a la segunda persona de la Trinidad, que siendo Dios se hizo hombre, para venir y morir en una cruz, y así pagar la deuda que teníamos tú y yo así, cancelar esa condenación que teníamos por causa de nuestros pecados, mis hermanos ellos ven a la iglesia y ven un montón de trofeos de la gracia, dicen no hay nada bueno en ellos, pero gloria a Dios por este tremendo Salvador como en su sabiduría decidió derramar gracia y salvación a estas personas que no lo merecen, por lo tanto su adoración y alabanza crece aquel que es único de toda nuestra adoración que es Cristo no nos adoran nosotros por ser grandes hombres pero ven nuestra indignidad y entonces la gracia de Cristo y su infinita sabiduría luce gloriosa, por lo tanto están constantemente adorando a Dios puse esto en pantalla, ellos ven en la iglesia como Dios satisfizo su justicia perfecta que demanda la condenación de los pecadores pero muestra esto también al mismo tiempo su amor, compasión y gracia proveyendo para ellos salvación en Cristo y por lo tanto los lleva a adoración como Cristo derrama tanta gracia sobre ellos y eso les lleva a adorarle día y noche mira lo que dice John MacArthur hablando de esta porción dice la iglesia no existe simplemente para cumplir el propósito de salvar almas la gran comisión proclamar el evangelio es algo necesario, dice aunque esta sea una obra tan importante y maravillosa el supremo propósito de la iglesia como Pablo lo hace ver explícitamente aquí es glorificar a Dios al manifestar tu sabiduría delante de los ángeles quienes pueden ofrecer entonces una mayor alabanza a Dios Dios luce glorioso a través de personas tan indignas como nosotros, dice MacArthur la iglesia no es un fin en sí misma sino un medio para lograr un fin el fin de glorificar a Dios el drama real de la redención sólo puede ser entendido cuando comprendemos que la gloria de Dios es la meta suprema de la creación los santos ángeles, puse en pantalla fueron hechos especialmente y confirmados en pureza y adoración como criaturas que darán por siempre gloria a Dios y la redención de hombres caídos enriquece sus alabanzas mis hermanos, los ángeles conocían la gloria de Cristo antes de su encarnación ellos comprendían cosas que nosotros no podíamos comprender de su justicia y de su santidad y ellos no pueden controlar el asombro que tienen cuando ven que este mismo Dios dejó su trono en los cielos vino y se hizo hombre para redimir a hombres como nosotros mis hermanos, por eso si hay algo a lo cual están atentos y Dios utiliza como un medio para gloria suya especialmente la iglesia cuando nos reunimos a adorar como iglesia cuando venimos y cantamos y adoramos a Cristo por su gracia cuando nos reconocemos como trofeos de su gracia y damos toda la gloria a el entonces ellos pueden ver y asombrarse a través de esto decía John MacArthur y me encanta esta me encanta esta imagen, es muy gráfica respecto a este pasaje, dice en el salón de clases del universo de Dios, el es el maestro los ángeles son los estudiantes están ahí viendo, observando la iglesia es la ilustración y la materia que se estudia es la infinita sabiduría de Dios, su gracia y para su gloria para su gloria ahora yo me pregunto y fue algo estremecedor honestamente si aun los ángeles se asombran de ver pecadores redimidos y mis hermanos rebosan de adoración a Cristo por eso todos nosotros deberíamos gozarnos por esa gracia que es extendida a cada uno de nosotros cuanto más mis hermanos por eso Cristo tiene a su iglesia en un lugar preeminente y lo dice en vertículo 10 y 11, de este modo la infinita sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor está hablando que no fue algo que se le antojó a Dios sino que dice que desde la eternidad Él lo había decidido así había decidido que por la fe seríamos perdonados por la fe seríamos adoptados a ser una familia en la fe y entonces ahora podríamos dar gloria a su nombre en este caso específico hablando también de principados y potestades en lugares celestiales no fue un plan improvisado tener a la iglesia en ese lugar fue algo que siempre lo tuvo en su plan A dice el vertículo 11 conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él lo que Pablo está diciendo es que por la fe en Cristo nosotros estamos unidos a Él somos parte de este pueblo tan especial que es la iglesia y ahora tenemos también libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él mi hermano si tú eres creyente esa es una parte vital del Evangelio tenemos acceso total a Él tenemos libertad dicen hebreos que nos podemos acercar al trono de su gracia a lo mejor has pasado una etapa incluso de desierto de sequía que dices cómo podría yo volver me ha apartado, me ha alejado abraza a Cristo abraza a Cristo, es por Él que tienes acceso y libertad para acercarte por medio de la fe en Él y me encanta porque habla de una libertad de que podemos acercarnos de una manera vulnerable, honesta a veces, pues sí, honestamente cuando estamos en una iglesia o con más hermanos, hasta nuestras oraciones como que las hacemos así que buscan espirituales y Biblia y cuestiones así y está padre si Dios te está ya llenando el lenguaje bíblico pero a veces decimos, híjole, cómo podría yo venir delante de Dios a decirle que la verdad me siento súper apachurrado, que la verdad estoy súper desanimado, que la verdad estoy batallando fuertemente con este mal deseo, con este pecado con esta insatisfacción, cómo podría acércate, Él te conoce y tenemos este sumo sacerdote que Él se compadece de nuestras debilidades tenemos esa libertad para buscar y clamar no solamente por perdón, sino también por poder de Su Espíritu a través de lo que estemos atravesando tenemos libre acceso, me encanta esta imagen del libre acceso que tenemos a Dios, no dice que es por nuestras obras no dice que es por nuestro servicio dice que es por medio de la fe en Cristo ha llegado a estos eventos no sé, algún evento muy importante donde hay una persona en la entrada ¿no? Fueron en mis tiempos suceder en el antro, por ejemplo ya se ríen algunos que ya no sé, ya entiendo y había antros muy exclusivos y perdónenme hermanos a lo mejor es algo durdo la comparación no estoy intentando comparar el Reino de los Cielos con un antro, estoy ilustrándolo y llegabas a un antro muy exclusivo y había una persona en la cadena y entonces tú llegabas y te decías ¿con quién vienes? no pues no puedes entrar, tenías que conocer a alguien para entrar a cierto lugar ahora lo que está diciendo aquí, es que de alguna manera si hubiera un cadenero para llegar al trono de Dios es Cristo y por la fe en Él, por sus méritos Él te dice, claro que sí, yo te conozco porque tú has creído en mí tú has reconocido tu indignidad y te has abrazado únicamente al sacrificio que yo hice te has aferrado únicamente a la vida de obediencia que yo viví en tu lugar te has aferrado únicamente en mi justicia y entonces vienes confiando únicamente en mí pasa, pasa y ese es acceso y libre libertad de la cual está hablando Cristo aquí ahora, el último punto y este fue como un pilón, yo lo vacío de Pablo, como un remate dice, ruego por tanto, después de que les dice, tienen acceso y libertad total al trono de Dios sean como son ustedes y confíen en que Él los está perfeccionando, Él comenzó la buena obra y a pesar de tu desánimo, a pesar de tus tropezones, Él no va a dejar la obra a la mitad, Él la va a perfeccionar hasta que estemos con Cristo nuevamente por todo este acceso, por todo esto que Pablo nos ha hablado, termina diciendo y exhortando a estos hermanos y exhortándonos a nosotros a que no desmayemos a causa de las tribulaciones vertículo 13, ruego por tanto por todo lo que les he dicho, que no desmayen a causa de mis tribulaciones por ustedes porque son su gloria aparentemente había hermanos que decían oye, Pablo está en la casa, el pobre pobrecillo no, pues este, ha de estar sufriendo un montón, y a lo mejor estaban desalentados y angustiados, pero Pablo no se sentía así, Pablo veía ese sufrimiento como un privilegio él decía mira yo quiero que ustedes se gocen en este sufrimiento porque yo entiendo que Dios está en control, que Dios no desperdicia nada, ponía esto en pantalla y es una gran enseñanza, si tú estás en un momento de tribulación en un momento de aflicción de sufrimiento Pablo dice no desmayes y ponía esto en pantalla, escúchame bien hermano, Dios no desperdicia nada, ni nuestro sufrimiento el llamado es, sufrir para su gloria, lo que Pablo está diciendo un comentarista lo parafrasea así, como si Pablo dijera que honor para ustedes efecios, que ante los ojos mismos de Dios sean considerados de tanto sufrimiento, el cual yo soporto para su beneficio, para mí sufrir por ustedes, el estar aquí encarcelado por causa del evangelio, es algo glorioso, es algo honroso, no se preocupen por mí, mi hermano Dios no desperdicia nada, si tú estás ahí en un momento de desierto en un momento de tribulación debe recordar que Dios es soberano, tú estás en el lugar que quiere que tú estés y a través de ese lugar que probablemente es difícil porque es una tribulación él quiere glorificarse ahí ahora, esta es una pregunta importante ¿cómo puedo saber que estoy sufriendo para su gloria? bueno, yo quiero sufrir para su gloria ¿cómo lo hago? mira poní esto en pantalla, el fruto cuando estás sufriendo para su gloria, el fruto de lo que está pasando en tu vida y en mi vida, y en cómo respondemos en Cristo a eso resulta en que otros puedan ver más glorioso a Cristo, y a mí me encanta como pues, como familiar, aún como pastor, hace poco tenía visitado una hermana que está enfermita y es increíble que según yo así como no, voy a ir a consolarla y salgo de ahí totalmente así totalmente edificado como yo, chillando por cualquier cosa hay dos opciones o commiserarnos, poner la mirada en nosotros mismos, o aprovechar ese sufrimiento para dar gloria a Cristo, es fácil mi hermano, cuando todo va bien querer dar gloria a Cristo, cuando nuestro matrimonio está bien, si quiero servir quiero dar gloria a Cristo, cuando nuestra economía va bien, cuando nuestra salud va bien pero cuando no, ¿cómo reaccionamos? nos amargamos, nos aislamos no desperdiciemos nuestro sufrimiento dice Pablo en Romanos 8.18 pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente, no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada pon tu mirada en lo eterno, y aun en la situación que estés, Señor yo quiero dar gloria a Cristo, si tú me estás permitiendo pasar esta tribulación, esta aflicción Padre lléname tanto de ti, de este Evangelio de mi indignidad, para entonces ver tu gracia, de la identidad que ya tengo en ti para entonces yo poder dar gloria aun en medio de la aflicción para terminar quiero hacer estas preguntas, y mi anhelo es que Dios haya podido hablar a nuestros corazones, y ser honestos a manera de aplicación quisiera terminar con estas preguntas a la luz de lo que vimos el día de hoy ¿has visto o puedes ver ya tu indignidad delante de Cristo? y por lo tanto abrazarte maravillarte y gozarte por la gracia que has recibido y que recibes cada día ahora ante esa gracia ¿consideras un privilegio servir a Cristo en la posición que él quiera? a lo mejor hoy no puedes estar aquí en la iglesia totalmente pero estás en tu trabajo, a lo mejor es tu labor estar como ama de casa a lo mejor es estar pero como esta parte del cuerpo como te decía no estás, estás con personas que otras personas no podrían estar ¿estás haciéndolo con gozo? sin importar el costo sin importar los sufrimientos que eso podría traer sobre tu vida Pablo lo veía como un privilegio aún en medio de la prisión ¿lo ves como un privilegio? ya sea predicando, ya sea enseñando, así como limpiar baños ¿lo ves como un privilegio? ahora segunda pregunta a la luz de lo que hablábamos de la importancia de crecer y madurar en el Evangelio y que esas riquezas que tenemos en el Evangelio también afecten nuestra vida ¿estás creciendo en el conocimiento de ese Evangelio que anuncia las inescrutables riquezas de Cristo, en resumen de toda esta gracia gloriosa de tal manera que se manifiesta en tu vida, en alegría en gozo, aún en medio de la aflicción o del pecado que recibes de otras personas en tu vida Tercero ¿es la Iglesia para ti algo tan importante como para Cristo y para Pablo lo era? la preeminencia que él coloca a la Iglesia ponía en pantalla esto, si Cristo tiene en alta estima, en tan alta estima a la Iglesia es ilógico amar a Cristo y no a su Iglesia no amar la Iglesia es no amar a Cristo para Cristo tiene un lugar preeminente la Iglesia, yo te pregunto y me pregunto ¿también es la Iglesia una prioridad de nuestra vida? si checamos nuestro calendario si checamos las actividades en las cuales Dios nos llama a poder ser parte, a poder hacer Iglesia en esta oportunidad de manifestar y extender gracia hacia los demás hermanos como un instrumento, la Iglesia es un elemento también que dice la palabra que hierro con hierro se afila también nos sirve el convivir el hacer Iglesia, no solamente por los beneficios que tenemos, que son hermosos y invito a que seas parte pero también en momentos cuando somos salpicados aún por el pecado de otros hermanos Dios quiere redimir eso Dios quiere utilizarlo como una herramienta de pulirnos de hacernos cada vez más como Él, finalmente derivado de lo que ya tienes en Cristo, de quien eres en Él y del seguro cuidado que Él tiene de tu vida y la esperanza segura que habitarás con Él por su gracia ¿estás aprovechando o estás caminando tu sufrimiento para dar gloria a su nombre? o más bien, te olvidas de eso y todo se trata de ti queja, amargura resentimiento, me aparto me aíslo dicho sea de paso como paréntesis, si tú estás pasando alguna situación complicada y quieres platicarlo y quieres que oremos por ti o platicarlo acércate al final queremos amarse también en eso pero esto va también para personas que espero Dios nos haya hablado y que digan wow, es cierto, he perdido de vista tanto de lo que ya soy y tengo en Cristo de su soberanía tengo muchas razones en Cristo para dar gloria a su nombre y aprovechar esto y mi amigo, si tú estás aquí sin Cristo y a lo mejor es la primera vez que estás escuchando la palabra de Dios yo te ruego, por lo que dice la palabra de Dios, por lo que vimos este día el Evangelio te ofrece te ofrece riquezas no riquezas materiales no riquezas de este mundo pero riquezas eternas que continuarán más allá de la muerte el perdón de pecados la comunión con Dios que seas hijo de Dios que tengas una conciencia limpia un pasado perdonado, un presente consentido viviendo bajo el cuidado de un Padre bueno viviendo confiado en la esperanza segura que tienes en la eternidad Él quiere darte estas riquezas en Cristo yo te ruego mi amigo, no te vayas más como hablábamos en un inicio siendo enemigo de Dios rechazando a Dios, si Dios te ha hablado hoy te ha traído aquí es porque Él te ama, es porque Él ha provisto todos los medios en Cristo para que vuelvas a casa Él te creó, nuestro pecado nos ha llevado lejos de Él a vivir las consecuencias, a vivir el dolor a vivir un despropósito a vivir una incertidumbre hacia el futuro pero Cristo te ha traído aquí para decirte en mí tienes todo, en mí tienes vida abundante en mí hay perdón de pecados, en mí hay un propósito en esta vida y en mí hay una certeza del futuro así que no endurezcas tu corazón humíllate delante de Dios, clama por misericordia y abraza a Cristo como Señor y Salvador vamos a orar para terminar, le pido al grupo de alabanza que pase Señor gracias por su palabra que es gloriosa Señor gracias por primeramente ubicarnos a través de Pablo nuestra indignidad Señor gracias porque eso quita cualquier carga innecesaria que a veces caminamos en nuestra vida en Cristo como si tuviéramos que asombrarse con algo como si tú nos hubieras salvado por un gran potencial Padre tú viste nuestra miseria, tú sabes nuestra indignidad y a través de todo esto lo único que esperas en una respuesta natural es que te adoremos con toda nuestra vida, que te adoremos con nuestras voces, que te adoremos con nuestro tiempo que te adoremos Señor por lo que ya hemos recibido y recibimos cada día que es gracia sobre gracia ayúdanos Señor a tener una mente a la luz de tu palabra que podamos ver todo como gracia como un privilegio aún en servirte a lo mejor hay hermanos que tú les has hablado el día de hoy del privilegio que es servir y la gracia Señor, pero también a lo mejor hay hermanos aquí que el ministerio el día a día nos ha llevado a ver esto más como una carga y perdemos de vista el gozo y la gracia que hemos recibido Señor Padre yo te ruego que nos concedas entender esto y asombrarnos y así como hoy nos dabas esta ilustración tan gloriosa con los ángeles que se asombran por la gracia que tú extiendes y tu infinita sabiduría concedenos corazones asombrados por tu gracia que recibimos Señor y por lo tanto desafecte la manera en que enfrentamos el día a día la manera en que caminamos y cultivamos nuestra relación contigo Señor y la manera también como hacemos iglesia Padre es un lujo tremendo el poder descansar en tu gracia Señor y saber que tu gracia también nos capacita aún en medio del sufrimiento y a lo mejor hay personas aquí que también están pasando situaciones así Padre recuérdales, recuérdanos en esos momentos a la luz de tu palabra que tú eres soberano y así como Padre estabas prisionero porque tú así lo decidiste tú nos has llevado también a esas circunstancias y tú quieres obrar en nosotros de tal manera que no desaprovechemos ese sufrimiento y contrario a eso podamos dar gloria a tu nombre por la esperanza ciertísima que tenemos en Cristo Señor así que gracias por tu palabra Señor una vez más por estas riquezas que son imposibles de entender con nuestra mente limitada pero Padre gracias porque lo que si entendemos es suficiente Señor para poder rendirnos a ti en adoración así que Padre recibe esta adoración porque tú eres digno Señor a ti sea toda la gloria en el nombre de Jesús Amén Horizonte Tequisquiapan somos una iglesia que confía camina y comunica a Cristo acompáñanos domingo a domingo te esperamos

Listen Next

Other Creators