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"Obedece y honra a tus padres, en Cristo" (Efesios 6:1-3)

"Obedece y honra a tus padres, en Cristo" (Efesios 6:1-3)

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Predicación del domingo 12 de noviembre 2023 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura

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We are a church that trusts, walks, and communicates with Christ. We have been studying the Book of Ephesians for the past few months. Last week, we celebrated our sixth anniversary and took a break from the series. Today, we will continue with Ephesians chapter 6, verses 1-3, discussing the relationship between children and parents. It is important for us as parents to instruct our children in the ways of the Lord and to permeate their lives with the word of God. We must utilize everyday moments to teach them and guide them in the path of righteousness. Somos una iglesia que confía, camina y comunica a Cristo. Acompáñanos domingo a domingo. Te esperamos. Para los que nos están visitando, hemos estudiado la Carta a los Efesios durante los últimos meses. Hace ocho días tuvimos el privilegio de que estuviera Kike acá, celebramos el sexto aniversario. Hicimos una pausa en la serie, pero el día de hoy vamos a convivir. Vamos a continuar, perdón, me quedé pensando. Kike me escribió también al otro día y estaba muy contento y agradecido de la hospitalidad y que se había sentido muy amada, me había estado muy a gusto. Entonces me mandó también que les agradeciera, que les mandara muchos saludos. Pero bueno, vamos a retomar nuestra serie en Efesios. El día de hoy vamos a ver Efesios capítulo 6, versículo 1 al 3. Así que voy a pedirte que te pongas de pie por favor para leerlo. Efesios capítulo 6, versículo 1 al 3. Vamos a hablar pues de este tema respecto a los hijos, pero también implica a los padres y rogar a Dios que nos guíe en su palabra que es verdad y que nos santifica. Entonces voy a leer versículo 1, tú lees versículo 2, va a aparecer ahí en pantalla y juntos leemos el versículo 3. Dice, Efesios 6, 1. Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor porque esto es justo. Juntos, para que te vaya bien y para que tengas larga vida sobre la tierra. Señor, muchas gracias por tu palabra una vez más. Gracias porque es un privilegio el estar ante ti Señor y recordar que es tu palabra lo que guía Señor y lo que marca y lo que establece Señor. Cómo es que funcionan las cosas y aún la familia, la paternidad, el ser hijo, todo esto tú lo has dejado establecido y diseñado para un correcto funcionamiento y que dé gloria a tu nombre Señor. Ante tanto ataque y distintos puntos de vista en cómo llevar a cabo el funcionamiento de una familia, de una paternidad, de ser hijo Señor, tenemos la fuente de toda verdad Así que tú eres el creador, eres el diseñador, pero también lo dejaste la manera correcta Señor porque tú tienes un corazón, como menciona este mandamiento que estudiaremos, que quieres que nos vaya bien Señor. Así que Padre yo te ruego que abra nuestro entendimiento, que abra nuestros ojos Señor para poder entenderte a ti, entender tu palabra Señor y que Señor seamos transformados conforme a tu voluntad. Exalta a Cristo Señor en cuyo nombre oramos. Amén. ¿Podemos tomar nuestro asiento hermanos? Llevamos ya buen tiempo estudiando Efesios, varios meses estudiando Efesios y sabemos que es una carta que se dirige a una iglesia, una iglesia en Éfeso a la cual podríamos aplicar también directamente porque dice desde Efesios 1 a 1 está dirigida a los santos en Éfeso. Cuando se refiere a santos habla de apartado para Dios, de aquellos que han creído en Cristo y como creyentes todos los que hemos creído en Jesús ahora somos igual santos y apartados para Él. De tal manera que esta carta es dirigida también para cualquier creyente en cualquier época en este caso para nosotros el día de hoy. Ya vimos del capítulo 1 al capítulo 3 de Efesios cómo Pablo puso los fundamentos de nuestra fe exaltando a Cristo como único autor de nuestra salvación por su gracia, por su misericordia. Él nos eligió, nos adoptó, nos perdonó, nos dio vida cuando estábamos muertos de nuestros delitos y pecados. De tal manera que capítulo 1 al 3 tiene el propósito de exaltar a Cristo y de asombrarnos ante la salvación y la identidad que tenemos únicamente por los méritos de Jesús. Y a partir del capítulo 4 después de poner el fundamento que somos hijos amados, perdonados, sellados por el Espíritu Santo, capítulo 4 comenzó hablando que esa fe iba a producir un fruto que era que anduviéramos de una manera digna del llamamiento o la vocación con la que hemos sido llamados empezó en capítulo 4 versículo 1. A través de capítulo 4, capítulo 5 y capítulo 6 empieza Pablo a describir el resultado de una vida de una vida que ha sido salvada y transformada por Cristo y menciona cómo es que alguien que realmente ha creído en Jesús lo manifestará en una manera diferente de vivir. Y el día de hoy vamos a ver que esto también afecta o también repercute en nuestra manera de ser hijos. La siguiente semana veremos el tema de ser padres pero vamos a ver cómo va también muy de la mano. Ya hace quince días, ya hace tres semanas hablamos del tema de la sumisión de las esposas a los esposos, antes hablábamos de la sumisión a las autoridades y también hablábamos del amor bíblico de una esposa a una esposa. El día de hoy toca el tema de esta relación entre padres e hijos. Y es mi anhelo, de verdad, a lo mejor tú dices bueno, yo ahorita ya no estoy, ya ni soy hijo o todavía no tengo hijos pero es bueno capacitar. Yo recuerdo en algún momento, cuando ya ni me casaba ni nada, no mal ni estaba ni figuraba en mi vida, una de las primeras conferencias que asistí era precisamente se llamaba Parenting, o sea de papás, de cómo ejercer la crianza y todo eso y Dios me habló y me capacitó. Ya después vi que en la práctica hay otras cuestiones pero es de verdad, mi anhelo también, no sé en qué tapeces de tu vida pero yo sé que Dios quiere hablarte, quizás quiere capacitarte, quizás quiere a lo mejor hasta capacitarte para que puedas instruir a más personas pero al final del día que podamos crecer y todo esto conforme a la palabra de Dios que ante tanta corriente filosofía y manera de llevar a cabo una familia nos apeguemos a la fuente de toda verdad, que es la palabra de Dios de aquel que creó la familia, que creó todas estas relaciones y que sabe perfectamente cómo deben funcionar. Así que en el mapa del día de hoy puse primero el deber de los hijos, segundo cuánto dura ese deber, el tercero es sobre qué se fundamenta ese deber importante también para nosotros, como lo veremos, el ser intencionales en permear a nuestros hijos de la palabra, de su iglesia. Ahora, antes de exponer este pataje también, había una carga en mí también, sé que hay jovencitos aquí, hay personas que todavía son hijos que están dentro del techo todavía de sus papás y también la palabra de Dios tiene mucho que hablarmos el día de hoy. Hace una semana que recordábamos los seis años y me mostraba Juanito, por ejemplo, las fotos de Johnny, de Bach y de Alondriz están pequeñitos, ya pasaron seis años y ahorita, por gracia de Dios, he podido ver también cómo en ellos se ha ido, por gracia de Dios, estableciendo su fe en Jesús, pero hemos visto también otro tipo de escenarios en otros niños que ya no están aquí o cuestiones así. Es mi anhelo que realmente Dios pueda hablarte también el día de hoy a ti hijo, a ti joven. Entonces, comienza diciendo hijos, obedezcan a sus padres en el Señor porque esto es justo. Hay algo interesante en este pasaje y es que en versículo 4 se refiere a los papás. Yo me preguntaba, ¿por qué no le habló primero a los papás? Primero comenzó hablando a los hijos. Esto, mi hermano, y esto es para papás, es inevitable desligar y hablar a los puros hijos sin hablar a los papás. Es importante esto, mis hermanos. Aunque dentro de ocho días profundizaremos el tema de la paternidad, la Escritura deja primordialmente la instrucción a los padres. Decíamos en broma, ah, deberían de estar aquí los niños para que escuchen al pastor predicándole a los hijos. Escúchame bien esto, mi hermano. Desde el Antiguo Testamento, desde el diseño de Dios, la instrucción a los hijos ha sido designar a los padres, no al pastor, no a los maestros de su escuela cristiana pudieran ir. Ha quedado en manos de los padres, por eso va a hablar en versículo 4, padres, no provoquen a iras sino críenos en la disciplina e instrucción del Señor. Mira cómo lo dice desde el Antiguo Testamento, Deuteronomio capítulo 6. Está este punto, el pueblo de Israel antes de entrar a la tierra prometida y viene esta instrucción de Moisés a los padres de Israel. Y está hablando a los papás de Israel. Mira lo que les dice. Estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón. Nos comienza con la importancia de que primero como papás teñan que estar llenos de la palabra de Dios. Y luego continúa versículo 7. Las enseñarás diligentemente a tus hijos y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Lo que vemos acá es la instrucción de Dios a los padres como principales responsables de enseñar a sus hijos la palabra de Dios, de andar en el camino de Dios. Ahora, me gusta porque este pasaje describe situaciones cotidianas del día. Dice, hablarás con ellos cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Papás, quiero poner un paréntesis primero. Estoy lejos y clama por mí también en mi paternidad. Quiero llegar a ese punto de poder realmente habitar y utilizar cada situación para llevar a la palabra. No te lo vengo aquí a hablar como yo llevo a la perfección esto, es una batalla. Pero el hecho que esté batallando no significa que Dios no establezca y espere algo de cada uno de nosotros. Ahora, me gusta que habla de la cotidianidad porque muchas veces, si te soy honesto como papá, muchas veces batallamos como en el tema de, ah, es que mis hijos, nos imaginamos como que tenemos que sentarlos y hacer un servicio y el tiempo en alabanza y el tiempo de pasar la palabra de Dios. Y entonces queremos como papás volvernos como una especie de teólogo y predicador ahí. Y nuestros hijos, pues, a los dos o tres minutos ya perdieron toda la atención, si bien te van los dos o tres minutos. Lo que vemos aquí es que en la instrucción Dios les dice, mire, ustedes como papás utilicen los momentos cotidianos en el diario vivir, cuando se acuesten, cuando vayan por la calle, cuando anden por ahí caminando con alguna otra persona, cualquier situación utilícenla para apuntar a sus hijos y darles instrucciones, darles situaciones de la vida real que se apegan a la palabra de Dios. Ahora, toda la enseñanza, toda la información, mis hermanos. Estoy hablando esto como papá porque, te repito, espero que Dios nos capacite primeramente a los papás como principales responsables de transmitir esto a nuestros hijos. Y todo esto de transmitir información aún en situaciones informales, la palabra de Dios nos muestra también que debe ser respaldado de una vida piadosa, de una vida coherente. ¿Cuántas veces no hemos sido o hemos tenido ejemplos de personas que nos hablan de un montón de, y a lo mejor creciste en un hogar así, y te hablaban un montón de Biblia, y es que mira, y te sentaban, y oraban y versículos, pero apenas pasaban algunos minutos y ya veías a tus papás agarrándose del chongo, y faltándose al respeto, y gritándose, y haciendo un montón de cosas. Y muchas veces hemos estado ahí honestamente, hermanos. Y el tema es que la enseñanza debe de ir respaldado también por una vida piadosa, una vida personal, una vida coherente a lo que estamos enseñando. La Biblia enseña en cuanto a la educación de los padres hacia los hijos, y ya lo sabemos dentro de ocho días, que primero debe haber instrucción, después debe haber una vida coherente, una vida piadosa, que respalde lo que estamos enseñando, y tercero, tiene que haber también una disciplina, cuando nuestros hijos no están obedeciendo o atendiendo a la palabra de Dios. De ahí que en Hebreos 12 habla de no tener en poco la disciplina, sino contrario a eso, que Dios al que ama, disciplina. Entonces, quiero poner esto como base, puse ahí en pantalla la educación, podemos resumirla en instrucción, un testimonio personal o una vida coherente, y disciplina, cuando esa instrucción no es correspondida o es desobedecida. Eso suena muy sencillo, ¿no? Si tú eres papá, suena más sencillo de lo que parece. Pero es lo que Dios espera. Ahora, quiero decir esto también antes de entrar de lleno a lo que Dios espera, o el deber de los hijos. Mi hermano, papá, mamá también, porque versículo 4 se refiere a papá y mamá, el llamado que Dios nos da de instruir a nuestros hijos en su palabra, en su camino, eso no es una responsabilidad en la cual nosotros tenemos que dar cuenta del cambio de su corazón. ¿Qué quiero decir con esto? Ni tú ni yo podemos transformar el corazón de nuestro hijo. Ni tú ni yo podemos cambiar su corazón para salvación. Puse en pantalla esto. Solo Dios puede hacer la obra de cambiar un corazón para salvación. Sin embargo, como padres, y en obediencia a Dios y a su gloria, somos llamados a enseñarle la palabra de Dios, respaldados por una vida de piedad, y llamar a nuestros hijos a obedecer como si obedecieran a Dios. Ese es un llamado. Eso no está diciendo para entonces, tengo que salvarlos, tengo que transformarlos, no. Pero es importante cumplir ese llamado. Voy a poner este único ejemplo que aparece en la Biblia, de cómo una abuelita y una mamá, a través de su obediencia a Dios, en transmitir la palabra a un niño, Dios lo salvó. No sé si ustedes han escuchado de Timoteo. Timoteo dice, segunda de Timoteo 3.15, Pablo le habla a Timoteo y le dice, desde la niñez ha sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Timoteo había sido enseñado a instruir en la palabra de Dios desde su niñez. Padres, madres, quiero animarte, quiero de verdad recordarte y reenfocarte que tu principal ministerio es tu familia. Esposo, tu principal ministerio es tu esposo evidentemente, pero también son tus hijos, mamás, mujeres. En esta época que parece un castigo el quedarte en tu casa a crear hijos y parece que estás desperdiciando tu vida porque el mundo te está vendiendo que, cómo vas a desperdiciar, empodérate y estude y no dependas de nadie, cómo le vas a dar tus mejores años a tus hijos, estás desperdiciando tu vida. Mis hermanas, aún para ustedes, quiero animarte a que de verdad entiendan la importancia de tu rol en casa con tus hijos, aunque la sociedad quiera empujarte y sacarte de ahí, no hay mejor tiempo invertido que pasar el tiempo con tus hijos instruyéndolos en el camino de Dios. Ahora, quiero poner un paréntesis, yo sé que hay situaciones, mamás solteras, que hay situaciones en las cuales, pues sí, por las situaciones es inevitable que la mujer tenga que salir y trabajar y buscar recursos. No me estoy refiriendo a esos casos de necesidad real, me estoy refiriendo a esta cosmovisión en la cual la mujer está saliendo del diseño divino al cual Dios le llamó de instruir. Y así como vemos en segunda de Timoteo capítulo 1, lo puedes checar en tu casa, le dice Pablo, mira, yo sé que esa fe sincera que hay en ti, habitó primero en tu abuelita y en tu mamá y ellas te compartieron la palabra de Dios. Me encanta, debes tener esa esperanza, que también como mujer, como mamá, en ese tiempo que estás con tus hijos, Dios lo toma como el más grande ministerio, como si fueras a servir todo el día en la iglesia, como si estuvieras evangelizando en aquellas lejanas comunidades. Para Dios es igual de importante. Y nuestros hijos estarán solamente un breve tiempo en nuestra casa, me refiero a los primeros años de subir, en los cuales son más enseñables y que realmente están con nosotros, y debemos utilizarlos para instruirlos, modelarles y aún corregirles en la palabra de Dios. Así que, mis hermanos, mis hermanas, es importante recordar que la responsabilidad fundamental que tenemos como papás es enseñar su palabra y en este caso, hablando de la instrucción que vamos a ver, del obedecer a los papás, como papás somos los principales también responsables de instruirlos en este tema. Así que ahora entrando al primer punto del sermón, y ya todo esto lo desmenuzaremos dentro de ocho días también, ¿en qué consiste el deber de los hijos? ¿Hijos jóvenes están aquí? También vamos a ver algunos elementos breves, de cómo si tú ya no habitas en casa de tus papás, y ya te casaste, o cuestiones así, cómo este deber tiene alguna duración, y también hay momentos donde la palabra nos llama a seguir honrándolos, aún ya no estando viviendo con ellos. Así que es mi idea también, que Dios nos pueda instruir en esto. ¿Cuál es el deber de los hijos entonces? Bueno, a la luz de estos dos versículos se resume en obedecer, honrar y respetar. Dice el versículo uno, hijos obedezcan a sus padres del Señor, porque esto es justo. ¿Qué quiere decir la palabra obediencia? La palabra obediencia literalmente es estar bajo una voz, escuchar con atención y humildad al que tiene autoridad, y obedecer. Joven que estás aquí, si sigues viviendo bajo el techo de tus papás, esto es algo que Dios instruye. Obediencia es estar bajo una voz, escuchar con atención y humildad. Es importante estos conceptos a tus papás, escuchar atentamente y obedecer. De tal manera que, jóvenes, cuando nuestros papás nos hablan, es importante tomar atención a sus palabras, respetarlas. Mira lo que dice el versículo dos, honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa. Esta palabra honra tiene que ver con una actitud interna, una actitud de respeto, una actitud de tomarlos como algo valioso. Es contrario a obedecer, volteando los ojos, tronando los dientes. Ay, otra vez tú, bueno, pero voy a obedecer, porque no es como siento, es porque tengo que obedecer. Habla de una actitud interna, una actitud de respeto por los padres, tenerlos como algo valioso, como algo hermoso. De hecho, esta palabra honra, entendiendo que este mandamiento, que está en el versículo dos, es tomado del decálogo, que aparece en Éxodo capítulo 20, esta palabra honra señala algo pesado. Cuando la Biblia dice que debemos honrar el nombre de Dios, imagínate que lleva el peso del nombre de Dios, entonces está enseñando que como hijos no debemos tomar con miserieza a nuestros papás, debemos respetarlos como si estuviéramos respetando a Dios mismo. Ahora, quiero también aquí poner una aclaración, porque todo esto habla a los hijos, y mi anhelo, hijo, que estás aquí, es que puedas ver una manera de honrar y de obedecer a tus papás con esta actitud, como un medio por el cual tú amas y agradas a Dios. Por el otro lado, papás, en medio de la instrucción y de la enseñanza y de la disciplina, va a haber momentos que no son cómodos, va a haber momentos que nuestros hijos, no vamos a ser tan agradables para ellos, les vamos a caer gordos. Alguien decía por ahí, mira, nosotros somos los mejores amigos de nuestros hijos, hasta que les decimos que no. Y les dicen, no, es que ya no, ya no es tiempo de jugar si tienes hijos chiquitos, entonces ya te conviertes prácticamente en un enemigo. Recuerda bien esto, mi hermano, a la luz de lo que veíamos en Deuteronomio, puse esto en pantalla. El propósito que el Señor nos da a hijos, no es principalmente para que pasen un buen tiempo con los padres. Puse no es principalmente, porque quiero aclarar que sí hay lugar para eso. O sea, es hermoso tener hijos. A lo mejor dicen, tienes hijas chiquitas, y siempre me dicen, hijas chiquitas son problemas chiquitos, pero conforme van creciendo va a ir sirviendo. Yo creo que a cualquier edad es hermoso tener hijos. No estoy diciendo, ah, es una tragedia. Pero no es principalmente el propósito por el cual Dios nos da hijos, nos da experiencia, que habla en los Salmos. Dios nos da hijos para que nosotros nos encarguemos de enseñarles, educarlos y criarlos en los caminos del Señor. ¿Por qué digo esto? Honestamente también está esta filosofía que se va al extremo y dice, entonces tus hijos tienen que ser tus mejores amigos. Yo no estoy peleado con eso. Creo que instruyéndolos correctamente en la Palabra de Dios y guiándolos, claro que puedes terminar siendo tus mejores amigos, pero me estoy yendo a este lado como, mira, la Palabra de Dios ni figura, no figura la corrección, y más bien es tu mejor amigo porque nunca ha habido límite de nada, ya hace lo que quiere y vive entregado al pecado y a sus deseos. Eso no es amistad. De hecho, a la luz de la Palabra de Dios, el mejor amigo es Cristo. Un modelo perfecto de amigo es Cristo, y Cristo nos santifica. Cristo nos limpia con su Palabra. Cristo nos disciplina también. Cristo nos modela la verdadera amistad, no solamente en cuestión del amor y el perdón, sino también en cuestiones de instrucción y de disciplina. Así que es nuestro llamado. Puse en pantalla. Si la responsabilidad de los hijos, según este pasaje, es obedecer y honrar a sus padres, entonces los padres debemos enseñar a nuestros hijos estas disciplinas. Los hijos no van a aprender obediencia solos. No van a aprender. No sé si recuerdas el momento en el que nació tu pequeñito, ¿no? Hermoso, cachetón, cachetona, rojito. Parecía que no rompía un plato, ¿no? Pero te das cuenta que es egoísta, que no piensa en los demás. Una clara muestra es que en la primera noche que pasa contigo, te va a pedir leche sin importar a qué hora es, y sin importar que te esté arruinando tu sueño, que empiece a romper tus patrones de sueño. Él no va a pensar. Él no va a pensar que si tú estás durmiendo o no. Él solamente piensa en sí mismo. Naturalmente viene con una inclinación egoísta, una inclinación a pecar, por lo tanto, un hijo obediente debe ser instruido, debe ser enseñado. Un hijo obediente nace con esa naturaleza caída que como veíamos semanas anteriores, así como las mujeres por la naturaleza caída, es una batalla someterse naturalmente y bíblicamente a sus esposos, como para los esposos, por causa de esa naturaleza, es esta batalla para liderear y amar bíblicamente a sus esposas. De la misma manera para un hijo, es complicado naturalmente obedecer bíblicamente y honrar a sus papás. Y quiero decirte esto porque a veces creemos o crecemos con esta idea de decir, bueno, pues mis hijos nacieron en una casa cristiana. Un término muy común que se utiliza es cuna cristiana. Está padre que desde chiquito hayas enseñado la palabra de Dios, y en tu caso te honro mucho que desde pequeño lo hayas podido instruir, pero eso no garantiza, eso no es un síntoma de que ellos ya son salvos ni son creyentes realmente. De eso la palabra de Dios nos habla de que todos nosotros nacimos en pecado, de que la necedad está ligada al corazón del niño. Mira lo que dice Proverbios 22.15, la necedad está ligada al corazón del niño, pero la vara de la disciplina lo alejará de ella. Así nace el niño, con el pecado, con la necedad. Aunque se vean simpáticos y tan tiernos, David nos enseña en Salmo 51.5, yo nací en iniquidad y el pecado me concibió mi madre. Dios no está diciendo que él fue concebido de una manera ilegítima, sino que está diciendo que desde el momento de la concepción en el vientre de su mamá, él ya era pecador. Él comienza a expresar y a manifestar este pecado que ya gané. Así que quiero decirte esto porque es importante también, oramos por nuestros hijos y es importante reconocer que necesitamos orar por nuestros hijos por salvación. Se repite a veces, y puede pasar, como son las hijas del pastor, ellas son niñas de pecar, son bien cristianas, mis hijas en algún momento, y con vergüenza lo digo, van a pecar contra ti, te van a desobedecer, son pecadoras, y tienes la autoridad de mi parte, en gracia y en amor, de poder también corregirlas, de poder instruirlas, pero ellas son pecadoras, ya necesitan, ellas vienen a la iglesia, yo las veo emocionadas y les gusta, pero yo no puedo decir que ellas son salvas, que genuinamente hayan tenido un encuentro con Jesús, por convicción propia, no por los papás, porque a lo que Dios nos llamó, ellas decidan voluntariamente entender el sacrificio de Cristo, y en respuesta a eso, dar su vida en sacrificio vivo por Él. Esa es una obra, como veíamos hace un momento, que solamente el Espíritu Santo puede hacer. Así que mi hermano, quiero dejarte en claro esto, para que no tengas falsas expectativas, pero más bien tengas correctas oraciones. A lo mejor has crecido y tus hijos dicen, siempre han estado en la iglesia, ya son cristianos, porque siempre han estado aquí. Recuerda esto, necesitan tener un encuentro real y personal con Cristo, ora por su salvación, ora porque ellos tengan realmente una convicción personal y por lo tanto a través del Evangelio de Jesús rindan su vida a Él. Ahora, somos llamados a instruirlos bíblicamente, a enseñar y modelar la Palabra de Dios. Como ponía en pantalla esto, podemos, y esto es importante porque es el otro extremo, podemos y debemos enseñar a nuestros hijos lo que es honrar, respetar, obedecer, por mayordomía y en obediencia a Dios, pero el cambio espiritual solamente Dios puede producirlo. ¿Por qué aclaro esto también? Porque algunos van al extremo, y ves que sus hijos traen una fiestota, una total rebeldía y dicen, mira, pues yo no me voy a meter con mis hijos, al final del día yo no tengo que obligarlos, yo no tengo que enseñarlos, yo no tengo que disciplinarlos, y le meten Biblia, porque la salvación es del Señor, Él es el que los va a salvar en su debido tiempo, yo no tengo que hacer nada, mis hermanos, el hecho de que Dios es el autor de su salvación no nos libra a nosotros de la responsabilidad, en mayordomía y en obediencia a Él, de instruir, de guiar, de modelar, de disciplinar, porque nosotros somos mayordomos, y se nos pedirán cuentas de lo que hemos hecho en el tiempo que estuvieron con nosotros. No lo hacemos primariamente por el bien del niño, escucha bien esto, porque a veces dices, oye, yo he conocido papás que de verdad, o sea, son de ejercer disciplina e instrucción, y el niño pues trae esta necesidad que menciona Proverbios fuerte, y llega un momento en el que dan ganas de tirar la toalla, que a lo mejor ya estuviste ahí y dices, ya esto, ya ni se ve el cambio, no lo hacemos primariamente por el cambio, lo hacemos por la gloria de Dios y en obediencia a la mayordomía a la cual hemos sido llamados con nuestros hijos. Así que somos llamados a esto, dice el versículo 2, y bueno, otro elemento también que estaremos viendo dentro de ocho días, no solamente es entender, instruir, disciplinar y corregir por temas de la naturaleza caída, sino también como papás somos llamados a proteger también de situaciones que no solamente es la naturaleza caída, también hay un montón de situaciones en el día a día, en las escuelas, en las redes sociales, en los programas, a los cuales como papás nos han llamado a cuidarlo. Y yo creo que por lo menos podría nombrar tres grandes problemas en el tema de la instrucción a los hijos. Uno, ya lo mencionábamos brevemente con el tema de la mujer, que se ha menospreciado el rol de la mujer que tiende también a instruir a los niños. Segundo, el tema de los papás también, de falta de involucramiento del papá como hombre, y entonces se crea esta tendencia también de, mira, con que a mis hijos no les falte nada económicamente, está bien. Yo quiero que no les falte nada de lo que yo no tuve. O a lo mejor es por comodidad, pero falta ejercer, no solamente en instruir, sino también en proteger ante esta conmovisión que está queriendo llevarlos precisamente fuera del camino de Dios. Decíamos, me parece, en la predicación del matrimonio, así como nuestro matrimonio, igual con nuestros hijos, y tú lo dejas naturalmente, si somos evasivos, y bueno, hay que los eduque la escuela, otras personas, naturalmente va a crecer en ellos la necedad y la maldad. Para eso no hay que instruirlos. Eso por todos lados serán, pero el pasito, algo que vaya dando fruto, tiene que estarse regando, tiene que estarse cortando, tiene que estarse dando mantenimiento. La sociedad hoy nos enseña a dejar, a ser libres, a los jóvenes, a los niños, ser libres, y sigue tu sueño, sigue tu corazón, pero la palabra de Dios nos dice, no papá, hay una responsabilidad, son mayordomos, y sus hijos no fueron hechos para seguir sus deseos y su corazón, sino para ser instruidos en el camino de Dios, y esa es responsabilidad nuestra. En el versículo 1, hijos obedezcan a sus padres del Señor, porque esto es justo, honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, ya decíamos, lo opuesto a honra es el irrespeto, ah, tú que sabes, otra vez me vas a decir esto, ah, que amargado, ya son otros tiempos, ¿por qué sigues? déjame yo ser elegido, voy a andar con esta persona, no, tú qué, tú ya hiciste tu vida, tú la regaste, déjame regarla, un montón de cosas que yo atravesé por ahí, y como veremos, dice, para que te vaya bien, yo estudiaba esto y dije, ¿cuántas cosas que me decía mi papá y mi mamá? Y yo dije, no, a mí tú no me vas a decir con quién andar, qué hacer, cómo invertir mi tiempo, yo soy mejor porque escuchando, y ya sabes, escuchando otras opiniones, a tus amigos y cuestiones así, somos llamados a cuidar también eso como papás. Ahora, jóvenes, por el contrario, hijos, Dios es explícita en su palabra, y Dios tiene en súper, súper alta estima la honra y la obediencia a nuestros papás. Mira qué grado lo tiene, que en Éxodo 21, 15, mira cómo dice Dios, refiriéndose a aquel que es irrespetuoso con su papá o que lo desobedece. Dice en versículo 15 de Éxodo 21, el que llera a su padre o a su madre, ciertamente morirá. Versículo 17, el que maldiga a su padre o a su madre, ciertamente morirá. ¿Te fijas cómo, para Dios es algo tan serio, que Él ordenó que los hijos que desobedecieran el Antiguo Testamento merecerían morir? Para Dios, en Romanos capítulo 1, puedes verlo ahí en tu casa también, y en segunda de Simoteo 3, el ser desobedientes a los padres es una manifestación de haber recibido el juicio de Dios, de que Dios le da la espalda a esas personas y los deja ir en sus propios deseos. Es algo severo lo que representa el desobedecer y deshonrar a nuestros padres. Ahora, aunque esa ley ya no aplique el día de hoy, y gloria a Dios, porque esa ira que merecíamos tú y yo, porque en algún momento hemos desobedecido a nuestros padres, cayó sobre Jesús, el justo por los injustos para llevarnos a Dios. ¿Aquel que se obedeció a la perfección al Padre fue juzgado en el madero por personas desobedientes como tú y como yo? ¿Se imaginan que el día de hoy se aplicara eso? A ver, pasen los papás, ¿cómo se portaron tus niños esta semana? ¿Cómo se portó? ¿Hizo bien? ¿Todo bien? ¿Nada de tronar los dientes? ¿Nada de voltear la cara? ¿Nada de enojarse? A ese yo ni quedé. ¿Cuántos hubieran caído ya fulminados aquí? Ahora, imagínate los que quedaran, el temor por la santidad de Dios que tendrían, al ver como, oh, esto es algo serio, entonces, probablemente tendríamos una mejor sociedad, hasta en general. Ahora, aunque eso ya no aplique el día de hoy, déjame decirte que hay situaciones en las cuales Dios, Él no ha cambiado, y mantiene advirtiendo acerca de consecuencias que tiene esta falta de respeto hacia los papás. Y mi hermano también, platicaba ahorita con Isra, precisamente en temas como, hablamos de la levadura y del tema de que permitimos a veces áreas de pecado en nuestra vida, que empiezan a contaminarnos, a afectarnos. Uno de los elementos podría ser que no estamos obedeciendo u honrando correctamente a nuestros papás, y eso está también, ahora sí que como enturbeciendo nuestra relación con Él. Mira lo que advierte, digo esto porque hay pecados de omisión en la Palabra de Dios. Dicen Santiago que el que sabe hacerlo bueno y no lo hace, también es pecado. Y a veces Dios no libra ya de cosas muy, que eran muy visibles, y de repente esas cuestiones que pues, como que nadie las ve, solamente nosotros ahí en la casa y en la relación con nuestros papás, pero Dios advierte de eso. Y mira lo que dice el Proverbio 20-20, al que maldice a su padre o a su madre, se le apagará su lámpara en medio de las nieblas. Imagínate que cuando era joven tuve una experiencia, aquí iba a San Miguel de Allende, como a las 10 de la noche, no me preguntes a qué iba, y se nos apagaron las luces del carro, así en la carretera, y fue algo horrible, estaba totalmente oscuro, no era una autopista alumbrada, era pues ya una carretera federal, no sé, y se apagaron las luces, y fue algo, fue una situación muy fea, porque no sabes si íbamos a chocar, no sabes si alguien, que seguían, ni siquiera conocíamos esa autopista. Bueno, lo que está diciendo aquí, es que cuando un hijo no honra, sino más bien menosprecia a sus padres, su vida será desgraciada. Y Dios se va a encargar de eso. Entonces mira, va a haber confusión, va a haber oposición, Proverbios 37, al ojo que se burla del padre y escarnece a la madre, lo sacarán los cuervos del valle, y lo comerán los aviluchos. Habla de una maldición nuevamente, para aquellos que menosprecian, y se burlan de sus padres, y no solamente de palabras, sino también de gestos. Joven, has estado en ese momento que te obedeces, y bueno, o es que entra tu papá al cuarto, tu mamá, te dan alguna instrucción, te salen, y volteas la cara, ¿no? Bueno, Dios ve eso, y Dios tiene, toma en serio eso, no es cosa light para Dios, la rebeldía de los padres, Él no lo toma ligero. Ahora, Dios en su gracia, no nos llama a aplicar la misma severidad del Antiguo Testamento, porque hubo alguien que recibió esa ira, pero mis hermanos, es un llamado como papá, en el tema de enseñar a nuestros hijos, a obedecer y a respetar, no arbitrariamente, lo veremos dentro de ocho días, no es un tema de, ¡ah, tú me tienes que obedecer y honrar, porque soy tu padre! No estamos hablando de ese tema, pero sí bíblicamente, estudiarlos e instruirlos en esa enseñanza, de que ellos puedan ser obedientes y honrar a sus padres. Entonces, no es sólo obedecer por obedecer, es también una actitud interna de ver como precioso y valioso a nuestros padres. Segundo punto del pasaje. ¿Cuál es la duración de este deber? ¿Hasta cuándo debo obedecer a mis papás? Dice, hijos, es una pregunta también que luego queda ahí, no sabe uno, ¿no? No, y pues, y también por otro lado, a veces, pues hay, bueno, y es otro tema, dice el artículo uno. ¿Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor? Porque esto es justo. La palabra hijos no se refiere a bebitos, no se refiere a niñitos, se refiere más bien a la simiente, al ser procreado. No necesariamente habla de la edad, sino de aquellos que defienden de los papás en este caso. Entonces, ¿hasta cuándo deben obedecer a sus padres? No podemos profundizar tanto, pero hay un principio muy básico y que Pablo ya nos habló en capítulo cinco, versículo treinta y uno. ¿Hasta cuándo debemos obedecer a nuestros padres? Hasta que nos independicemos y formemos un hogar. Dijo, versículo treinta y uno, despecio cinco. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Entonces, pregunta concreta, joven, es que yo ya estoy grande, pero sigues viviendo en casa de tus papás. Es que ya, ¿a mí qué me va a decir? Mi papá ya se quedó allá por los noventas y esta situación de llevar las relaciones, de llevar la manera de hablar, ya son otros tiempos. Mientras estés viviendo en casa de tus papás, les debes obediencia y honra. Ahora, es evidente, y esto también ya sería otra predicación, que esa medida que va pasando el tiempo, que se van abriendo también lo que podemos llamar como rango de libertad o rango de decisión. No podemos tratar de la misma manera a una pequeñita de dos años que a alguien de dieciocho años. Es evidente que en esta instrucción y en esta formación de nuestros hijos tiene que ir cada vez más como abriendo un rango de movimiento en el cual puedan ir decidiendo y puedan ir teniendo cierta libertad, pero al final del día la obediencia, la sumisión y la honra, bueno, la obediencia y la sumisión es hasta que formen un nuevo hogar. Sin embargo, el tema de honrar, este es otro elemento también, si tú ya a lo mejor quieres un, eres hijo, pero ya no vives con tus papás, ya estás casado, el tema de honrar a nuestros papás sigue vigente hasta el día de nuestra muerte. A veces lo malentendemos, ya bueno, ya me casé, ahí nos vemos, ya no quiero saber nada, ahora sí ya no me van a decir nada, y a veces algunos fuimos educados a lo mejor que no somos tan tan tan tan apegados a nuestra familia, pero mis hermanos, sí es algo que espera de nosotros, mira lo que pone en pantalla, el deber de honrar a padres permanece hasta la muerte, ver por ellos, cuidarlos, y eso incluye apoyarlos económicamente cuando ya no puedan por sí mismos, eso no lo digo yo, lo dice Jesús, mira lo que aparece en Mateo capítulo 15 vertículo 3 al 7, Jesús les preguntó, ¿por qué tan bien quebrantan ustedes el mandamiento de Dios a causa de su tradición? Porque Dios dijo, honra a tu padre y a tu madre, y quien hable mal de su padre o de su madre, que muera. Jesús les está recordando, oigan, desde el Antiguo Testamento en la Ley, Dios estima como algo supremo en este quinto mandamiento, la honra y la obediencia a los padres, ustedes, mira lo que dice en versículo 5, le está hablando a un grupo de religiosos ahí, pero ustedes dicen, cualquiera que diga a su padre o a su madre, es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudiera ser ayudado, no necesitará más honrar a su padre o a su madre, y así ustedes invalidaron la palabra de Dios por causa de su tradición hipócrita. Lo que está pasando aquí es que ellos tenían este concepto del Orban, y entonces los religiosos veían a sus papás en necesidad y decían, es que, ¿con esto que yo pudiera ayudarte? No, porque esto es para el reino de Dios, para darlo a la Iglesia. Y Jesús está diciendo, recuerden que el amor está por encima, y la relación con sus papás es algo que Dios tiene en suprema jerarquía. Y ustedes están invalidando por cumplir esa parte religiosa, el amor y el cuidado de sus papás. Son unos hipócritas, porque hacen cuestiones externas, cuestiones religiosas, creyendo que lo están haciendo en pro de Dios cuando se están olvidando de amar a aquellos que los procrearon. Es algo severo lo que está diciendo Dios, y también es algo que evidentemente no solamente deberíamos llevarlo al tema económico. Por ahí alguna vez leía un libro y daba algunos conceptos de cómo podemos seguir honrando a nuestros papás aun cuando ya no vivimos por ellos, pasamos tiempo con ellos, y son mayores. Algo que me gustaba es, no sé si tienes algún papá que te cuenta las mismas historias, y las mismas historias, y las mismas historias, y ya eres grande, siéntate y escúchalo. Algo que le emociona, pasa tiempo con él, honra, lo halo sentir importante. Como paréntesis, y es mi anhelo que Dios nos dé el discernimiento. No estoy diciendo, pon por encima de tu matrimonio esto. Hay un extremo que también, matrimonios que no alcanzan a entender este correcto concepto de dejar a su padre y a su madre y formar una sola familia, y siguen habitando totalmente bajo los lineamientos prácticamente de sus padres, en lugar de crear una nueva identidad como familia. Pero sí debemos realmente atender, y quizá Dios está hablando y se está exhortando, como de, probablemente es un área en la cual puedes crecer, en la cual puedes también honrar a tus papás, no solamente en tu casa que estás viviendo ahí, sino también si eres un hijo adulto, independiente, eso no elimina el tema de honrar. Y como veremos ahorita, eso es independientemente de si tus papás son o no cristianos. También algunos, es que si no es cristiano, él no me entiende. Y caen en otro extremo, pero bueno. ¿Qué base sustenta este deber? ¿Por qué deben obedecer los hijos? Versículo 1, Obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es justo. La base que sustenta es la palabra de Dios. Dios lo dice, Dios es el creador, Dios formó la familia, Dios formó todo esto, y Él sabe, pone en pantalla, el hecho de que los hijos obedezcan a sus padres se encuentra enraizado sobre la autoridad de la palabra de Dios en nuestras vidas. Entonces cuando quitamos la palabra de Dios, y esta manera de llevar la paternidad conforme a su palabra, se vuelve un desastre. Y el día de hoy, honestamente en el mundo, lo que menos hay es interés en la palabra de Dios, mucho menos en instruir a los hijos en la palabra de Dios, en disciplinar, y por lo tanto vemos un desastre. Un desastre. Al final del día, creo que antes por lo menos había cierto temor a Dios. Nuestros abuelos, bisabuelos quizá, y tenían aún conceptos morales muy claros, como, oye, tú no le vas a hablar así a una autoridad. Y no era que necesariamente metieran la palabra de Dios, pero había temas de entendimiento que no se permitían, y muchos de esos, aunque no lo sabían, tenían el respaldo de la palabra de Dios, del temor de Dios, del respeto, del respetar a las autoridades, porque la palabra de Dios lo dice. Sin embargo el día de hoy, por causa de negligencia, por causa de quitar la palabra de Dios, y de caer en otras corrientes, o de nuestro propio sentir, o lo que creemos que es mejor para no ser quizá tan severos o tan cuadrados con nuestros hijos, termina siendo un desastre. Y en lugar de acudir a aquel que es el creador de todas las cosas, incluida la familia, confiamos en nosotros mismos, mis hermanos. La sociedad y la crianza sobre los hijos se está llevando como si Dios no existiera, y aún mucho dentro de la iglesia, como si Dios no existiera. Y si Dios no existe, entonces ¿quién creó la familia? ¿A quién podemos ir? Sería como es todo ambiguo, todo desordenado, pero déjame decirte esto, Dios sí existe, Dios es real, su palabra es verdadera, y Él creó y sustenta todo, y tiene el derecho de autor, Él estableció las reglas del juego, Él creó la familia, y creó la manera como debe funcionar. Por lo tanto, cuando nos revelamos ante la palabra, y lo queremos hacer en nuestras fuerzas, o en nuestra sabiduría, nos estamos revelando contra la autoridad total sobre la familia, sobre la paternidad, que es Dios. Hijo, joven, cuando nos revelamos contra nuestros padres, estamos revelándonos contra Dios mismo. Él estableció las autoridades. Dice Pesios 6,1 Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es justo. Mencionaba ahorita también, y es importante aclarar esto, joven creyente, incluso si tú ya no vives con tus papás, si Dios te salvó, y tu papá no es cristiano, tus papás no son cristianos, eso no es un argumento para que entonces tú seas áspero con tus papás, para que tú levantes una barrera, y entonces yo ya no tengo que respetarlos, porque yo ya ando en otro sentido, en otra línea, tú no me entiendes. Muchas veces, honestamente, como hijos, o jóvenes creyentes que son salvados, y sus papás aún no vienen a Cristo, son irrespetuosos, son impacientes, ¿cómo sigues haciendo eso? Si la palabra... Y por causa de ese deseo de agradar a Dios, o incluso de servir a Dios, descuidan el honrar a sus papás. Mi papá no quiere saber nada de Dios, voy a estar todo el tiempo en la iglesia, y me voy a olvidar de mi papá, ya no tengo que obedecer yo solamente a Dios. Bueno, la manera primera en la cual tú puedes honrar y agradar a Dios es obedeciendo y honrando a tus papás. Pablo no dice obedezcan a sus padres cristianos, teólogos, pastores, que visitan hospitales y que tienen un montón de obras, de buenos frutos, no dice eso. No dice eso. De hecho, muchas veces cuando actuamos de forma arrogante hacia autoridades, o hacia nuestros padres no cristianos, muchas veces lo que genera eso es una barrera. Y puedes pensar, oye, estos se convirtieron en cristianismo y ahora son más duros, son soberbios, son duros, son obstinados, pues ¿qué nos supone que es un Dios de amor? Y Dios nos instruye, mira, en algún momento también estuvimos así, y fue la misericordia de Dios que nos salvó, no por algo brillante que hubiera habido en nosotros, sino por su voluntad. Entonces, también es mi anhelo y mi instrucción para ti, si tus papás no son creyentes, esto no nos exime de un área en la cual nosotros podamos seguir amándoles y honrándoles. Entonces, ya vimos el deber, la duración del deber, la base sobre la cual se fundamenta, y ahora el motivo por el cual debemos obedecer, y es muy clara la palabra, dice el artículo 1, ¿por qué esto es justo? La palabra de Dios, y podíamos dejar de la palabra de Dios, es verdad y es justo. ¿Por qué es justo? Alguien me decía alguna vez, y estoy de acuerdo con eso. En primer lugar, porque son nuestros padres. Y quiero decir esto porque muchas veces cuando no tenemos hijos, no nos damos cuenta lo que implica ser papá. Déjame decirte esto, es justo que obedezcas y honres a tus padres porque son tus padres, ellos te dieron la vida. Ellos se han desvelado por ti, ellos se han sacrificado por ti, probablemente han llorado por ti, probablemente han estado agonizando por ti, y es justo que tú ni te enteres. Es probable que tú ni te enteres, pero la palabra de Dios dice, es justo que los obedezcas y los honres. Segundo elemento, ¿por qué es justo? Porque Dios lo ha mandado. Dios lo ha mandado, y eso no importa qué clase de padres tú tengas, como ahorita explicábamos, sino que Dios así lo manda. Dice, honra a tu padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa. Dios no cambia, Dios es inmutable. Y Pablo está tomando la ley, está tomando el Antiguo Testamento y está diciendo este mandamiento sigue válido porque el carácter que hay detrás de ese mandamiento es el carácter de Dios, y Dios sigue siendo el mismo, Él es inmutable, por lo tanto somos llamados a honrar a nuestros padres. ¿Para qué? Me encanta Dios encima de todo eso, es justo por nuestros papás, a lo mejor dices, no, yo no concuerdo contigo, mi papá me abandonó, que se haya desvelado por mí, a mí nunca de manera presente, él se la vivía en la fiesta, perdido, eso para mí no aplica porque yo no le debo nada, bueno, pero Dios lo establece. Y la manera en que tú amas y honras a Dios se verá reflejado en cómo lo haces a través de honrar a tus papás. Y Dios es un padre de verdad hermoso y que da gracia sobre gracia, dice el versículo 3, para que te vaya bien y para que tengas larga vida sobre la tierra. Él pudo haber dicho, yo soy justo y ya, yo soy Dios, pero dice, mira, hay una bendición, hay una vida bienaventurada, joven, esté esta promesa para ti, cuando honras, cuando obedeces, cuando procuras a tus papás con este respeto, con esta valía, la palabra de Dios habla de que tu vida será dichosa, tu vida será dichosa. Ahora, ¿sabes por qué muchas veces no se obedece a los papás? Pues porque ellos son mejores que ellos. Y no alcanzamos a entender también la autoridad que Dios ha puesto y entonces tus padres te dicen algo y tú dices, no, mira, yo lo voy a hacer a mi manera. A la luz de lo que hemos visto, es ilógico amar y servir a Dios y no obedecer y honrar a nuestros padres. Por el contrario, hijos, no hay mejor manera de ejercitarnos en la piedad, amor y servicio a Dios, que obedeciendo y honrando a nuestros padres para que tengas larga vida sobre la tierra. ¿Cuántos jóvenes? Es una regla general que la obediencia a los padres resulta en una vida larga y dichosa y la desobediencia evidentemente una actitud desafiante de rebeldía, de vivir como nosotros queramos sin tomar en cuenta la experiencia, aún las heridas de nuestros papás. Muchas veces nos llevan a la muerte y yo te contaría muchas amistades que sus papás fueron totalmente ausentes y terminaron en la cárcel muertos en situaciones que ni en su peor escenario hubieran querido estar atravesando porque sus papás no estuvieron ahí o más bien porque no atendieron la voz de sus papás, porque cuando hubo una advertencia cuando hubo un intento de instruirlos ellos dijeron, ¿saben qué? Mejor yo me voy y hago lo que yo quiera y Dios advierte de eso. Proverbios 3 Versículo 1 al 2 Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza y tu corazón guarde mis mandamientos porque largura de días y años de vida y paz te añadirán años de vida y paz te añadirán Versículo 13 Bienaventurado el hombre que haya sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento Joven la tarea de tus papás no es hacerte la vida aburrida Hijo el interés de tus papás no es hacerte la vida aburrida sino guardarte del mal ahora muchas veces no vas a entender exactamente porque te están diciendo las cosas pero puedes tener la certeza que Dios los puso. Ahí obviamente hay momentos donde ya siendo joven a lo mejor también puede haber situaciones que tus papás te quieran llevar a a pecar en contra de la palabra de Dios y ahí hay momentos también en los cuales debemos poner una línea pero también hacerlo con una actitud de respeto y de honra no es un momento que eso nos dé pauta para faltar al respeto a nuestros papás para concluir en primer lugar quiero dirigirme a los papás mis hermanos es un tema de verdad muy muy muy extenso y si tienes alguna duda específica con todo gusto quiero escucharte confío poder ayudarte pero si no orar y llevar la situación a nuestro Señor y pedir sabiduría porque entiendo que hay muchas situaciones oye pero es que bueno esto es lo que dice Dios y estamos en la mejor disposición también de ayudarte pero en primer lugar quiero dirigirme a los papás y en el próximo sermón veremos más detalladamente el deber que tenemos como papás y la actitud de la disciplina y la instrucción y veremos que no es un tema de tiranía de maltrato de hecho bueno lo veremos la semana que entra pero el mandamiento que va a dar Pablo debió de haber sido muy revolucionario en esos tiempos porque ahí todavía tenían muy fresco la autoridad de que si querían matar a sus hijos lo podían hacer entonces desde Pablo hablar a la luz de la palabra de Dios y dijera miren la manera de disciplinar y de instruir tiene una manera bíblica o algo revolucionario entonces puse esto en pantalla, padre recordar las salvaciones de Dios pero en mayordomía, obediencia y buscando la gloria de Dios y el bien de nuestros hijos persevere en enseñar a tus hijos la verdad de Dios en todo tiempo, en lo cotidiano y respándalo con una vida de piedad frente a ellos no es perfección mis hermanos no es perfección aún en esos momentos que haya caídas una buena manera también de modelar y de instruir es pedir perdón por nuestros errores, es tener la humildad de decir hijo me equivoqué, hija me equivoqué eso también es una manera de modelar, de ser humilde y de reflejar que necesitamos de igual manera que ellos el evangelio de nuestro señor, ahora para hacer esto quiero animarte a que perseveres persevera papá, yo sé que hay momentos que nuestros hijos hay pecados, está en esa edad y pareciera que nos desanimamos y queremos tirar la toalla y dejarlos ya mejor que la escuela le dé y que la iglesia le dé o sus amigos o sus abuelos y ya estamos cansados no te amedrentes no te amedrentes y debes saber que Dios te ha llamado a eso y te ha puesto a eso y no lo ha dejado en tus propias fuerzas el te ha capacitado el te llama y en su espíritu santo puede seguir caminando o nadando en contra de la corriente de este mundo mira lo que puse en pantalla, lo que está detrás del quinto mandamiento es la autoridad de Dios enseñar a tu hijo a honrar la autoridad honrando tú la autoridad de Dios, es el instrumento que muy probablemente Dios usará para llevar a tu hijo a honrar su autoridad el que tú tomes en serio primero tu palabra y su autoridad y porque lo está diciendo, también será algo independiente para tus hijos ahora para los jóvenes voy a terminar con esto recordarte que Dios no quiere tu mal si eres un joven que todavía estás bajo el cuidado de tu papá, vives bajo su techo Dios no quiere tu mal Él quiere tu bien, Él conoce lo que hay en tu corazón y sabe de antemano las consecuencias que habrá cuando te has guiado y vivas bajo tus propios deseos bajo tus propios intereses por eso ponía en pantalla hijos, ya no de dientes y honren a sus padres y reciban la bendición de Dios y podrán ser bendición a otros también desafiar a los padres es desafiar a Dios y es asegurarte un destino miserable ahora y por toda la eternidad y Dios no quiere eso Dios quiere bien sus pensamientos son de bien así que vamos a terminar con eso en el artículo 3 para que te vaya bien y para que tengas larga vida sobre la tierra así que mis hermanos es un llamado evidente mi anhelo es que podamos realmente a lo mejor Dios te dice, ah wow andaba como como desubicado en el tema de mi paternidad a lo mejor como hijo también wow, creí que era poca cosa pero a lo mejor también como hijo ya adulto puedo hacer una manera de decir, oye ni siquiera creí que Dios le tomara importancia y que yo pudiera seguir honrando a Dios y sirviendo a Dios aun cuando ya no iba con mis papás y como Dios lo tiene en tan alto concepto ahora quiero antes de terminar, vamos a pasar al tiempo de la santa cena y quiero recordar, estoy leyendo ahorita un libro que se llama la gracia abrumadora y yo sé que al leer esto, si somos bien honestos tiene una sensación como de híjole estoy muy lejos y a veces pudiera parecer como que, ah esto es muy complicado y lo primero que la palabra de Dios hace es que nos muestra nuestras carencias y nuestras deficiencias ahora, déjame decirte que Dios ha permitido que estés en el lugar donde estés en la situación que estás como hijo, como papá y ser expuesto ante tu necesidad de decir híjole la verdad estoy lejos de eso y Dios lo ha permitido mi hermano, no para humillarte para que te vayas de aquí y lo primero que la palabra de Dios hace es que nos muestra nuestras carencias y nuestras deficiencias ahora déjame decirte que Dios ha permitido que estés en el lugar donde estés, en la situación que estás como hijo, como papá y ser expuesto ante tu necesidad de decir híjole la verdad estoy lejos de eso y Dios lo ha permitido mi hermano no para humillarte, para que te vayas de aquí no sirvo como papá no sirvo como hijo lo ha mostrado para que puedas ver precisamente la carencia que hay pero que puedas entonces ser revestido de la justicia de Cristo Cristo no vino a morir por papás perfectos Él vino a morir porque precisamente no somos perfectos y le necesitamos Él no vino a morir por hijos perfectos vino a morir precisamente por hijos imperfectos que le necesitamos y en ese llamado de gracia no solamente podemos abrazar su perdón y decirle Señor gracias porque a la luz de la palabra de Dios son situaciones que en mi vida ni creí que tuvieran tanta repercusión para ti pero gracias porque tú también ya pagaste por todo eso y no solamente pagaste sino como dice la palabra en Pedro me has capacitado para todo lo que necesito en esta vida de piedad así que vamos a tomarnos un tiempo para orar vamos a tomar ahorita la santa cena y creo que es un gran momento precisamente recordar eso, al final del día lo que estoy seguro que todos somos todos los que hemos creído en Jesús es que somos sus hijos y Él nos ama y se dio por nosotros no solamente con todas nuestras imperfecciones sino a pesar de todas nuestras carencias de todo nuestro pecado y lo que recordamos hoy primeramente es que este llamado al cual nos hacen como hijos aquí en la tierra como padres aquí en la tierra viene derivado de esta identidad que tenemos como hijos amados de Él y que contamos con todo el apoyo con todo el respaldo en su Espíritu Santo para desempeñar esto que Dios nos ha llamado y no será perfecto pero aún en momentos de debilidad, de caídas podemos acudir nuevamente y reabastecernos de su gracia y de su perdón para continuar corriendo la carrera de la fe así que tómate un tiempo ahí recuerda que el tiempo de la santa cena tiene como propósito recordar el Evangelio recordar que no es por nuestros méritos recordar lo de Efesios 1 al 3 toda la identidad que tenemos Señor gracias porque me salvaste me da muerte en mis delitos y pecados gracias porque hoy recuerdo con esta galleta con este jugo recuerdo que tú derramaste tu sangre por mí, que si yo puedo ser aceptado y perdonado y tener una relación contigo, no es por mis méritos y puedas hallar descanso, gozo en este tiempo recordando el sacrificio único y suficiente para una salvación completa y perfecta únicamente por los méritos de Cristo, así que vamos a orar Señor, gracias por tu palabra, gracias porque como mencionamos al inicio es hermoso saber que no estamos aquí para vivir a la deriva, inventando siguiendo sentimientos, siguiendo nuestra propia inteligencia sino que nos has dejado tu palabra Señor, es verdad algunos han dicho este manual y al final aunque no es únicamente un manual por supuesto que también sirve porque tú eres el creador de todas las cosas todas las cosas son de ti por ti, para ti, y aún las familias como papás, como hijos tú nos has creado para tu gloria Señor, gracias porque ante la lluvia de ideas ante la lluvia de opiniones y de maneras de ejercer una familia Señor no hay lugar más seguro que venir a tu palabra padre, así que gracias Señor porque sé que nos has hablado, probablemente nos has redargüido, pero también nos has instruido a lo mejor cosas que ni sabíamos Señor y el día de hoy queremos en respuesta a tu amor Señor vivir y hacerlo para tu gloria Señor gracias porque este tiempo que vamos a tomar y después de precisamente ser expuestos ante ante tantas carencias que honestamente hay en nosotros, recordar tu sacrificio, recordar tu perdón recordar tu amor Señor gracias porque como cantábamos, en esto conocemos tu amor Señor que te diste por nosotros, en esto conocemos tu amor Señor, que viniste y derramaste tu sangre por papás imperfectos, por hijos desobedientes padre gracias porque diste tu vida Señor no solamente para perdonarnos sino también para adoptarnos y ahora vivir con gozo, con la identidad y con la seguridad de que somos tus hijos por los méritos de Jesús y al ser hijos tuyos también nos has sellado con tu Espíritu al ser hijos tuyos también nos llamas ya no a vivir y anhelar andar en estas buenas obras a las que nos llamas en nuestras propias fuerzas sino descansando y confiando en tu Espíritu Santo Señor, y aún en medio de las caídas como probablemente hoy tú nos has hablado y nos has redargüido Señor queremos venir Señor y beber nuevamente de tu perdón de tu gracias Señor y gozarnos en quien somos en ti padre así que Señor queremos recordar este tiempo Señor recordar tu sacrificio recordar que es por tu sobra Señor que nosotros nos acercamos a ti Señor, y en humildad gozarnos por la salvación completa y perfecta que tenemos en Cristo, en cuyo nombre oramos Amén somos una iglesia que confía camina y comunica a Cristo acompáñanos domingo a domingo te esperamos

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