¡Bendiciones familia! ¡Muy buenos días! Hoy en Desayunando con Jesús vamos a revisar un tema trascendental que en esta semana se da, que no es otra cosa más que la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Un evento que partió el tiempo en dos, antes y después. Y claro, para poder hacerlo desde un punto de vista más, digamos así, estudiado, vamos a tratar de mirarlo por los hechos que narran la Biblia y cómo es que los tiempos se dan de una manera cronológica y exacta en esta semana.
Sí, este día, hoy, hace mil novecientos noventa años murió Cristo Jesús. En este año dos mil veintitrés, las formas, los tiempos coinciden tal cual como sucedieron hace mil novecientos noventa años atrás, cuando Cristo Jesús dio su vida en la cruz del madero y resucitó al tercer día. ¿Por qué es, digamos, como esencial coincidir con estas fechas? Porque no solamente recordamos el hecho de que Cristo murió por nosotros y resucitó para darnos redención, y con eso es suficiente.
Bueno, vamos a ver qué pasó en Mateo 12, cuando Cristo Jesús habla a los fariseos, quienes estaban solicitando una señal para ver y probar si tiene autoridad. Cuenta el Evangelio de Mateo, dice, un día algunos maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron, maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar tu autoridad. Jesús le respondió, sólo una generación maligna y adúltera exigirá una señal milagrosa, pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás.
Escuchen bien, así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches. Entonces, Cristo habla enfáticamente que hay una señal, y Él deja marcado el tiempo para evitar que se malinterpreten. ¿Y por qué deja esto? Bueno, lo vamos a ver el día de hoy. Hoy día miércoles 5 de abril del 2023, también se celebra en el mundo judío la Pascua Judía.
La Pascua Judía es un mandamiento que está determinado para recordar el hecho de que el pueblo de Israel salió de Egipto. Y en el Levítico 23, dice en el verso 5, escúchese bien esto para entender el contexto de lo que sucedió en la semana en que Cristo Jesús fue crucificado. La Pascua del Señor comienza a la caída del sol en el día 14 del primer mes. Al día siguiente, al día 15 del mes, comenzarás a celebrar el festival de los panes sin levadura.
Este festival en honor al Señor continúa por siete días, y durante este tiempo tendrás que preparar el pan que comerás sin levadura. Ojo, el primer día del festival, es decir, de los siete días que son de comer panes sin levadura, que comienza el 15 del mes, este primer día de este festival, todo el pueblo dejará el trabajo habitual y celebrará un día oficial de Asamblea Santa. En otras palabras, es un día de reposo. ¿Sí? Un día de reposo.
¿Bien? Esto está establecido como una ordenanza dentro de la ley mosaica, dentro del Levítico, para celebrar y recordar la época en que Dios sacó al pueblo de Israel con mano asada, con prodigios y milagros de la esclavitud de Egipto. ¿Bien? Citado esto, vamos a mirar cómo se medía el tiempo en los días en la época de Cristo Jesús, cuando el mundo hebreo manejaba un calendario lunar. Vamos a establecer de cuándo a cuándo se toma en cuenta los límites de un día, cuándo empieza y cuándo termina.
Bien, esto está tomado desde el Génesis, desde el primer capítulo del Génesis, por ejemplo, en el versículo cinco, dice, y fue la tarde y la mañana un día. En el versículo ocho, vuelve y dice, y fue la tarde y la mañana del segundo día. En el versículo trece, dice, y fue la tarde y la mañana del día tercero. Y así va narrando la tarde y la mañana, la tarde y la mañana. ¿Cómo está nombrado aquí en Levítico? Dice, a la caída del sol en el día catorce del mes de Abif, o del primer mes, es la Pascua del Señor.
¿Sí? Es cuando vamos a recordar que Dios nos sacó de Egipto. Entonces, Cristo Jesús, Él celebra la Pascua. Vamos a verlo, porque esto está narrado en el capítulo veintidós, si no me equivoco, de Lucas, donde en el verso siete dice, cuando llegó el día de la fiesta de los panes sin levadura, en que debía sacrificarse el Cordero de la Pascua. Esto es algo que se debe entender. Dice, el día en que debe sacrificarse el Cordero de la Pascua es el día catorce.
Ese día empezó al atardecer, el día trece, y termina el atardecer del día catorce. Entonces se tiene desde el, digamos, el día trece a las seis de la tarde, hasta el día catorce a las seis de la tarde. Desde la puesta del sol, hasta la puesta del sol. ¿Bien? Entonces, Cristo Jesús celebró la Pascua. Él celebró el catorce, y ahí es cuando se dan los eventos de la última cena. Ahí es cuando Él levanta la copa y dice, esta copa es el nuevo pacto, es mi sangre que es derramada por ustedes, pero sepan que la mano del que me va a traicionar está con la mía sobre la mesa, hablando de la traición de Judas.
Está allá anunciando la traición de Judas. Dentro de las costumbres de lo que se celebra dentro del ambiente judío, hay una copa que se llama la de la redención. Recordando, de acuerdo a lo que está escrito en Éxodo 6.6, donde dice que Jehová nos sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto, nos libró de la servidumbre, nos redimió con brazo extendido, y nos tomó para ser su pueblo. En realidad tienen cuatro copas, en la única se celebra la libertad, la otra la liberación, la otra la redención, y la otra la consagración.
Entonces ellos recuerdan estos hechos en una cena que tienen el momento de recordar la salida de Egipto. En los tiempos de Cristo Jesús se recordaba la liberación, la redención. No se recordaba tan explícitamente como lo que narra el Éxodo 6, sino más bien quedó determinado, en ese tiempo sólo se recordaba la redención. Y Cristo Jesús hace énfasis a esto, ¿sí? La redención. Por eso Él habla y dice, esta es la copa del nuevo pacto. Pero también Cristo Jesús hace referencia a este hecho cuando Él está en el huerto orando.
¿Por qué? Porque Él está en el huerto, porque termina la cena con los apóstoles, termina el evento que Él debía cumplir, recordando la liberación del pueblo de Egipto, y obvio, instaurando la verdadera libertad del mundo, cuando dice, esta es la copa, ¿sí? Levanta la copa y dice, esta es la copa de la libertad, de la redención, de todo lo que significa que yo he venido a cumplir una tarea específica de salvarlos, de salvar al mundo. Entonces, Cristo Jesús, luego de eso, sale y va a orar al monte de los olivos.
Sale de la ciudad y empieza a orar y dice en el verso 22, Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo, pero no se cumpla mi voluntad sino la tuya. Y en el 44, habla de lo que vimos en un audio anterior, cuando dice, pero como estaba angustiado se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra. Si quieres no me hagas beber esta copa. ¿Cuál copa? La copa de la libertad.
Esa copa contenía todo el pecado del mundo. Al tomar Él esa copa, tomó todo el pecado del mundo. Y a partir de ese momento, Él ya no es visto como el Hijo de Dios, sino como el transgresor, como lo que somos tú y yo. Todo este, toda esta potencia del pecado está concentrado en Cristo Jesús. Y comienza todos los eventos, el arresto de Jesús, comienza la negación de Pedro, los soldados se burlan de Jesús, Jesús es llevado ante Perepilato y Herodes, y es condenado, y es ordenado la muerte y la crucifixión de Cristo Jesús, y todos los eventos que nosotros conocemos se llevan a cabo.
¿Cuándo fue esto? En el día catorce. Empezó a las seis de la tarde. Cristo empieza, celebra la pesa conforme a lo que está escrito en Levítico, a las seis de la tarde, a la puesta del sol, celebra la cena, calculemos por ahí un par de horas de lo que estuvo ahí con los discípulos, sale, se va al monte de los olivos, fuera de la ciudad, y se sale fuera, porque la intención de Cristo era que sólo, como fue, a él lo arresten, no estén implicados ninguno de los otros.
Y en fin, va, ora, ora con un temor y temblor fuertísimo, suda sangre, le pide a Dios que si puede le aplique a parte de él esa copa, esa copa que contenía todo el pecado del mundo, porque la toma para dar libertad, porque era la única manera de tomar el pecado de todos nosotros, para que él pueda pagar el precio de la justicia de Dios. Y ahora nos encontramos ante el evento de que Cristo Jesús da su vida, y él dice que para probar que todo esto es verdad, tiene que pasar tres días y tres noches enterado.
Entonces, la reflexión. Se nos ha enseñado a nosotros que Cristo murió viernes y resucitó domingo. Y claro, de acuerdo a nuestros modos de ver tiempo, viernes un día, sábado dos días, domingo tres días. Pero veamos qué dice el relato bíblico del momento en que fue sepultado Cristo Jesús, para ver si estamos bien con esto, porque Cristo dice tres días y tres noches. Viernes, sábado, domingo, tres días, puede ser contado como las veinticuatro horas del día, pero ¿dónde están las noches metidas dentro del día? Bueno, veamos qué tan cierto es.
Porque dice el momento en que Cristo Jesús murió a la hora novena. Es decir, a las tres de la tarde. Ahí es cuando, como a la hora sexta, dice, hubo tinieblas sobre la tierra hasta la hora novena, y el sol se oscureció y el velo del templo se rasgó por la mitad. Entonces, Jesús clamando a gran voz, dijo, Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró en la tarde del día catorce. Bien, entonces, ¿cuándo es que debió haber sido sacrificado el Cordero de la Pascua? Bien, dice, cuando sacrifiques el Cordero de la Pascua, al atardecer del primer día, no dejes que sobre nada para el día siguiente.
Es decir, debes comerte todo el cordero. Hablándolo en el sentido del sacrificio del animalito. Pero dice, el Cordero de la Pascua al atardecer del primer día. ¿Cuál era el primer día? El día catorce, porque él desde el quince y siete días se celebraba la fiesta de los panes sin levadura, y se sigue celebrando hasta ahora. Esto es importantísimo para entender que Cristo Jesús murió ese día, el día de la Pascua, como el Cordero Pascual, cumpliendo exactamente las mismas instrucciones que están dadas en Levítico, en Deuteronomio.
Cuando sacrifices el Cordero de la Pascua al atardecer del primer día. ¿Cuándo murió Cristo Jesús? Al atardecer del primer día. Del día de la Pascua. Ahí. ¿Cuándo empezó ese día? El momento en que Cristo celebra la cena de la Pascua judía, y luego de eso va a orar, es arrestado, llevado ante Poncio Pilato, ante Herodes, ante Caifás, y ante todos ellos, y pasa todo el transcurso del día, y a la hora novena de ese día, Cristo Jesús entrega su espíritu a Dios.
Y esto está narrado. Está narrado aquí, porque incluso da detalles de cómo fue a la hora sexta. Empezó del día, ¿no? Que sería la hora sexta del día, en la parte clara del día, que es de las seis de la mañana a las seis de la tarde, la hora sexta sería mediodía, hasta la hora novena. Entonces ocurre un evento que es muy complicado de pasar en ese momento, el sol en todo su esplendor. Hubo tinieblas, dice, sobre toda la Tierra hasta la hora novena.
Ahí es cuando se dan los eventos más fuertes. Cristo Jesús está en la cruz, está sufriendo, está desgarrado, ya fue ejecutado los azotes, ya fue clavado en la cruz, ya fueron sus pies y sus manos destruidas, y el dolor era intenso, y Él no podía respirar, subía su cuerpo con un dolor intenso porque los clavos en los pies le lastimaban el momento en el que trataba de subir un poco para poder respirar. En fin, ocurrió esto en esas horas.
Finalmente, Cristo Jesús muere, y la Biblia nos narra que había un varón llamado José de Arimatea, de la ciudad de Judea, miembro del concilio, varón bueno y justo, dice la Biblia. Entonces, éste que también esperaba el reino de Dios y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Y quitándolo, lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie.
Era día de preparación y estaba para comenzar el día de reposo, y las mujeres que habían venido con Él desde Galilea siguieron también y vieron el sepulcro y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas prepararon especies, aromáticas y ungüentos, y descansaron el día de reposo conforme al mandamiento. Día de reposo. Después de la Pascua viene un día de reposo que es donde empieza el día quince de Avif, después del catorce, donde se celebra la Pascua, viene el quince, y éste día es, de acuerdo a lo que leímos en Levítico, ordenado día de reposo porque da inicio al festival de la fiesta de los panes sin levadura que dura siete días.
Entonces éste es el reposo que tomaron las personas. Luego de esto vino el reposo de la semana normal, el séptimo día, el Díon Shabbat, como se llama en hebreo. Entonces, la Biblia nos narra que el momento en que fueron a mirar las mujeres la tumba de Cristo Jesús, la sepultura, era el primer día de la semana muy temprano. Bien, voy a hacer una pausa aquí. Si estamos hablando de las fiestas, de las costumbres judías, la cronología de los tiempos nos deja muy marcado, muy marcado, el tiempo en que sucedieron los hechos desde el momento en que Cristo Jesús ha estado hasta su muerte, que es el catorce de Aviv, de esa fecha, de este tiempo.
Luego de eso, de acuerdo a la ordenanza en Levítico veintitrés, hay un día de reposo. Y luego de eso pasarían, si fue miércoles, como estamos seguros de que fue, pasa un día de reposo jueves, ellas no van a la tumba, viernes tampoco van a la tumba, porque viernes no es el primer día de la semana, pasa sábado, que es el día final de la semana judía, y el domingo, que es el Yom Rishon, que es el primer día de la semana, van a visitar la tumba.
Ahí se entiende y se encuadra dos días de reposo, y es donde cuadra perfecta las palabras de Cristo Jesús. ¿Por qué? Entonces, dice que fue sepultado en el momento para comenzar el día de reposo. ¿Cuándo comienza el día de reposo? Cuando se oculta el sol. Entonces, el catorce, al finalizar el día, Cristo fue sepultado a las seis de la tarde aproximadamente, porque ya empezaba la fiesta de los panes sin levadura, y ellos ya no podían tocar nada, peor un muerto.
Entonces, ya pasó el evento de Cristo Jesús, está en la tumba, las mujeres preparan los engüentos y hierbas aromáticas, dice que se lo envolvió en una sábana y se lo llevó a la tumba. Tal vez posiblemente ahí le pusieron algo para conservar el cuerpo, para preparar el cuerpo, pero nada más. Tan rápido como la salida de Egipto del pueblo de Israel, pero así de rapidísimo, tal cual el Cordero Pascual. Bien, pero resulta que Cristo Jesús dijo que va a estar tres días y tres noches.
Bueno, entonces, hagamos cuentas. Enterrados desde el miércoles a las seis de la tarde, a jueves seis de la mañana, es una noche. Desde seis de la tarde a las seis de la mañana es la parte oscura, la noche. De jueves de seis de la mañana a jueves seis de la tarde es la parte clara del día, sería la parte clara del día, un día. Noche y día hacen un día, va uno. Jueves seis de la tarde a viernes seis de la mañana sería la parte oscura del segundo día, ¿sí? Y del viernes de las seis de la mañana al viernes a las seis de la tarde sería la parte clara del segundo día.
Y viernes desde las seis de la tarde a sábado seis de la mañana sería la parte oscura del día. Y el sábado seis de la mañana a el sábado seis de la tarde la parte clara de el tercer día. Entonces tenemos tres días y tres noches. Cristo Jesús resucita entre, ya había resucitado cuando llegaron las mujeres que era temprano en la mañana, entonces estamos hablando de que ellas el primer día de la semana, si fueron un domingo a las cinco de la mañana, como podríamos decir, para untar el cuerpo y terminarlo de preparar, entonces ellas van listas para hacer ese trabajo, pero se encuentran con la novedad de que Cristo ya resucitó.
Y esto es algo que la Biblia narra. Y esto es algo que vamos a mirar, porque dice, el primer día de la semana en Lucas 24, muy de mañana vinieron al sepulcro trayendo las especies aromáticas que habían preparado y algunas otras mujeres con ellas, y hallaron que la piedra había sido removida del sepulcro y entrando no hallaron el cuerpo de Jesús. Él ya había resucitado. Se cumple todo exactamente. La Pascua, el Cordero Pascual, la Copa de la Redención, Cristo Jesús muere exactamente cuando se determina, el 14 de abril en la tarde.
Él no muere un viernes, muere un miércoles como hoy, y se cumplen los tres días y tres noches establecidos como señal por el mismísimo Cristo Jesús, y con esto se configura toda, toda, toda, toda la perfección del cumplimiento de estos hechos. Es importantísimo recordar cómo fue la muerte de Cristo Jesús, para entender que se cumplió con todos los requisitos para poder hacer, como Él dijo en el momento en que estaba en la cena de Pascua, antes de ser arrestado y llevado a la cruz, Él dijo, esta es la copa de un nuevo pacto.
¿Por qué de un nuevo pacto? Porque Él está pagando con su vida el precio de la justicia de Dios. Siendo inocente en esa copa bebe todo el pecado del mundo, y ya no es visto como el Hijo de Dios, sino como el transgresor mayor, porque toma en Él todo el pecado del mundo. No es que Cristo haya pecado, no, toma, asume esas consecuencias. Por eso es importante saber los tiempos, los momentos, y las circunstancias que se dieron alrededor de la vida, muerte y resurrección de Cristo Jesús.
Cristo Jesús resucitó, por supuesto. Celebramos el domingo como el día de su resurrección, por supuesto, porque es ahí donde se marca un antes y un después, porque Él fue levantado de los muertos por amor de su Padre, y ese mismo Espíritu que operó en levantar a Cristo Jesús de entre los muertos, es el que habita en ti y en mí, por los méritos de Cristo Jesús. Las cosas con Él son exactas. No hay para qué inventar, no hay para qué, no sé, dilucidar en mayores cosas.
La Biblia habla, hemos comparado los hechos como sucedieron, cuando fue, bendito sea Dios, recordemos hoy día, que Él, un día como hoy, entregó su vida por nosotros. Bendiciones familiar, hasta el día de mañana. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org