Desayunando con Jesús ¿Son dignas de confianza las biografías de Jesús?

Fernando Montoya Franco

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Transcription

In this transcription, the speaker discusses the reliability and authorship of the four Gospels in the Bible. They mention an interview with Dr. Craig Blumberg, an expert in the field, who confirms that Matthew, Mark, Luke, and John were indeed the authors of the Gospels. The speaker emphasizes that the testimonies of these authors were based on direct or indirect eyewitness accounts, making them credible sources. They also explain that the Gospels were written in a literary style common in ancient biographies, focusing on significant events rather than providing a comprehensive account of Jesus' life. The speaker concludes that the Gospels are valid and historically accurate documents, providing a solid foundation for understanding the truth of Jesus' life and teachings. ¡Bendiciones familia! Muy buenos días. Hoy en Desayunando con Jesús vamos a entrar a un temita que es bastante lindo, que nos va a llevar a cultivar mejor nuestro cristianismo de acuerdo a los estudios que se hacen sobre todo de los textos bíblicos, no solamente de la letra misma que está escrita en los evangelios, en las cartas de Pablo, en fin, sino exclusivamente ver por testimonio de personas expertas en los temas, revisar por ejemplo si son dignas de confianza las biografías de Jesús, y esto lo vamos a revisar a través de una entrevista de Lee Strobel al Dr. Craig Blumberg, autor de La confiabilidad histórica de los evangelios. El Dr. Blumberg es considerado ampliamente uno de los principales expertos en el ámbito nacional en cuanto a las biografías de Jesús, conocida como los cuatro evangelios. El Dr. Blumberg recibió su doctorado en el Nuevo Testamento en la Universidad de Aberdeen en Escocia. Más tarde fue catedrático investigador principal de Tyndale House en Cambridge University en Inglaterra, donde formó parte de un grupo de élite de eruditos internacionales que produjo una serie de trabajos elogiados, estos trabajos sobre Jesús. Durante más de diez años se ha desempeñado como profesor de Nuevo Testamento en el respetado seminario de Denver. Los libros del Dr. Blumberg son, entre otros, Jesús y los evangelios, Cuán grande es la brecha, realizó comentarios del Evangelio de Mateo y Primera de Corintios, Perspectivas del Evangelio, este libro trata exhaustivamente los milagros de Jesús, fue coautor de la introducción a la interpretación bíblica, etc, etc, etc, entonces incluso contribuyó con capítulos sobre el valor histórico de los evangelios para el libro Fe Razonable y el premiado Jesús Bajo Fuego. Bien, y para terminar vamos a ponerlo como detalle que también fue un matemático que enseñó matemáticas al principio de su carrera. Esta es la persona a la cual se entrevista, y empieza la entrevista de esta manera, le dice, dígame Dr. Blumberg, ¿es posible ser una persona inteligente con sentido crítico y aún creer que los cuatro evangelios fueron escritos por las personas cuyos nombres les han atribuido? El libro señala y dice, Blumberg apoyó su taza en el borde del escritorio y me miró resueltamente. La respuesta es sí, respondió con convicción. Es importante reconocer que en sentido estricto los evangelios son anónimos, pero el testimonio uniforme de la iglesia primitiva era que Mateo, conocido también como Levi, el recaudador de impuestos y uno de los tres discípulos, fue el autor del primer evangelio del Nuevo Testamento. Marcos, compañero de Pedro, fue el autor del evangelio que llamamos Marcos. Y Lucas, conocido como el médico amado de Pablo, escribió ambos, el evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles. ¿Qué uniforme es la creencia de que ellos fueron los autores? Pregunta. No se conocen competidores para estos tres evangelios, respondió el Dr. Blumberg. Parece que simplemente no estaba en tela de juicio. Aún así, ¿quiere seguir probando la cuestión? Perdone mi escepticismo, le dice el autor, pero ¿tendría alguien algún motivo para mentir al alegar que estas personas escribieron los evangelios cuando en realidad no lo hicieron? Blumberg negó con la cabeza y dijo, probablemente no. Recuerde, le dice, estos eran personajes improbables. Marcos y Lucas no fueron dos de los doce discípulos. Mateo, sí, pero como había sido un recaudador de impuestos odiado, podría haber sido el personaje más infame, junto con Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús. Contrástelo con lo que sucedió cuando se escribieron los fantasiosos evangelios apócrifos mucho tiempo después. La gente eligió los nombres de figuras reconocidas y ejemplares para ser sus autores ficticios. Felipe, Pedro, María, Jacobo. Esos nombres tenían más peso que los de Mateo, Marcos y Lucas. Así que para responder a esta pregunta, no habría habido alguna razón para atribuirle su autoría a estas tres personas poco respetadas si no fuera cierto. Es decir, el autor afirma que no tiene lógica que personajes que en principio son desconocidos no fueron parte del grupo, y segundo, uno de los apóstoles que era considerado como un personaje muy polémico por haber sido recaudador de impuestos, no se ganaba mucho atribuyéndole la autoría a un evangelio, porque en lugar de ayudar se podría tomar como un desprestigiado testimonio, pero no es así. Entonces, le dice el autor, y Juan era una figura muy prominente. En realidad no era simplemente uno más de los discípulos, sino, de los tres, el más cercano a Jesús, junto con Pedro y Jacobo. Sí, él es la única excepción, admite Blumberg. Y es interesante que Juan es el único evangelio sobre el que existen dudas acerca del autor. ¿Qué es exactamente lo que se discute? Sobre el nombre del autor no hay dudas. Ciertamente es Juan. La cuestión es si fue Juan el apóstol u otro Juan. Verá, el testimonio de un escritor cristiano llamado Papías, alrededor del año 125 d.C., hace referencia a Juan el apóstol y a Juan el anciano, y no se aclara en el contexto si está hablando de una persona desde dos perspectivas o de dos personas distintas. Pero salvo esa excepción, el resto del testimonio primitivo es unánime en cuanto a que fue Juan el apóstol, el hijo de Cebedeo, quien escribió el evangelio. ¿Y usted? ¿Está convencido de que él lo hizo? Sí, creo que la mayor parte importante del material apunta al apóstol. Sin embargo, si usted lee el evangelio atentamente, se puede ver una cierta indicación de que los versículos finales pueden haber recibido el toque final de un editor. Por mi parte, no tengo inconveniente en creer que alguien muy cercano a Juan haya cumplido ese papel, dando forma a los últimos versículos y probablemente creando la uniformidad estilística de todo el documento. Pero en cualquier caso, el evangelio evidentemente está basado en material de testigos oculares, al igual que los otros tres evangelios. Bueno, el autor dice todavía precisaba más, más información, así es que le dije volvamos nuevamente a Mateo, Marcos y Lucas. ¿Qué pruebas específicas tiene usted de que ellos son los autores de los evangelios? De nuevo, el testimonio más antiguo y probablemente más significativo viene de Papías, quien alrededor del año 125 d.C. afirmó específicamente que Marcos había registrado cuidadosamente y fielmente el testimonio ocular de Pedro. Es más, dijo que Marcos no cometió ningún error y no incluyó ninguna declaración falsa. Y Papías dijo que Mateo también había preservado las enseñanzas de Jesús. Luego Irineo, quien escribió alrededor del año 180 d.C., confirmó la autoría tradicional. Dice, Mateo publicó su propio evangelio entre los hebreos en su propia lengua, cuando Pedro y Pablo estaban predicando el evangelio en Roma y fundando la iglesia allí. Después de su partida, Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro, él mismo nos dejó por escrito la esencia de la predicación de Pedro. Lucas, seguidor de Pablo, asentó en un libro el evangelio predicado por su maestro. Luego Juan, el discípulo del Señor, quien también se recostaba sobre su pecho, produjo su evangelio mientras vivía en Éfeso, en Asia. Muy bien, permítame aclarar esto. Podemos tener confianza en que los evangelios fueron escritos por los discípulos Mateo y Juan, por Marcos, el compañero discípulo de Pedro, por Lucas, el historiador compañero de Pablo y una especie de periodista del siglo primero. Podemos estar seguros de que los hechos que registran están basados en el testimonio directo o indirecto de testigos oculares. Entonces, miren cómo la experiencia, la investigación, el estudio de todos estos expertos afirman cómo es que se fueron desarrollando las teorías, hipótesis sobre quién fue el autor y quién no. Se dudaron sobre las autorías de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, pero es evidente que el testimonio que está inscrito dentro de los evangelios fue tomado por estas personas y llevados al momento de escribirlos para no olvidar el testimonio de los testigos oculares, Pedro, por ejemplo, y Mateo, y que fueron recogidos por Lucas y Marcos, y Juan, que también fue un testigo presencial, sobre todo él, quien se decía ser el discípulo más cercano a Cristo Jesús. Muy bien, entonces, dice, todavía habían aspectos conflictivos de los evangelios que tenían que ser aclarados. En particular, dice el autor, quería entender mejor el tipo de género literario que representaban. Cuando voy a la librería y busco la selección de biografías, no veo el tipo de escritura que veo en los evangelios. Cuando alguien escribe una biografía en la actualidad, indaga minuciosamente la vida de la persona, pero consideré a Marcos, él no habla del nacimiento de Jesús, o prácticamente nada acerca de los primeros años de la madurez de Jesús. En cambio, se centra en un periodo de tres años y dedica la mitad de su evangelio a los hechos que desencadenaron y culminaron en la última semana de Jesús. ¿Cómo se puede explicar esto? Dr. Blumberg dice, hay dos razones. Una es literaria y la otra es teológica. La razón literaria es que básicamente esa es la forma en la que se escribían las biografías en el mundo antiguo. No poseían la noción que tenemos hoy día de que era importante dar igual proporción a todos los periodos de la vida de un individuo, o de que era necesario contar la historia en orden estrictamente cronológico, e incluso citar a la gente palabra por palabra, mientras que se preservara la esencia de lo que dijeran. El griego y el hebreo antiguos ni siquiera tenían un símbolo para las comillas, por ejemplo. El único propósito por el que pensaban que valía la pena registrar la historia era porque había algunas lecciones que aprender de los personajes que describían. Por lo tanto, el biógrafo quería extenderse en esas porciones de la vida de una persona que fueran ejemplares, que fueran ilustrativas, que pudieran ayudar a otras personas y que dieran sentido a un período de la historia. ¿Y entonces cuál es la razón teológica? Esta fluye del punto que acabo de explicar. Los cristianos creen que por más maravillosas que fueran la vida, las enseñanzas y los milagros de Jesús, no tendrían sentido si no fuera un hecho histórico que Cristo murió y que resucitó de los muertos, y que esto proveyó redención o perdón de los pecados de la humanidad. Por tanto, Marcos en particular, como escritor del Evangelio, probablemente más antiguo, dedica a grandes rasgos la mitad de su narrativa a los hechos que condujeron a la muerte y resurrección de Cristo Jesús, y comprenden un período de tiempo de una semana hasta la culminación. Dada la importancia de la crucifixión, esto tiene sentido total en la literatura antigua. Bien, con esto vamos a darle un cierre el día de hoy. Hemos hablado un poquito acerca de cómo es que se analizan los evangelios. Hemos visto que los autores sí son Juan, Marcos, Lucas, Mateo. Los tres de ellos, Juan, Mateo y son, perdón, dos de ellos son presenciales y dos de ellos son discípulos de los que fueron presenciales. Entonces, evidentemente tenemos como la base para determinar de que todo lo que está narrado en los evangelios pertenece a una historia fidedigna y verdadera que sucedió. Más allá de saber que la Biblia es palabra de Dios, que la Biblia es un texto inspirado, sagrado, es por esto que se determinan. Literariamente tienen que cumplir con lo que se especifica para determinar qué tipo de narraciones son, qué tipo de libros son, porque esto, como en cualquier evidencia que se quiere refutar, tiene que estar expuesta a análisis. Y cuando una evidencia es real, es verdadera, es específica, como lo que son los evangelios, soportan cualquier tipo de duda para hacer brotar la verdad que hay en ellos. Si fueran testimonios falsos, si fueran testimonios que no están apegados a la verdad, se hundirían. Serían acabados y destruidos por la misma crítica textual. Pero en este punto podemos ver que un erudito en la materia explica de una forma sencilla cómo los evangelios que pertenecen a las biografías de Cristo Jesús son documentos válidos, reales, y de hecho, con todo el peso histórico que estos contienen, como verdades determinadas para que el cristianismo actual tenga base fundamental para conocer a fondo y de manera textual la verdad de Cristo Jesús. Esto es lo que queríamos mostrar el día de hoy.