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The speaker is reflecting on a strange journey that started off well. They were on a fast and comfortable transatlantic ship, the Provence, with a friendly captain. On board were members of high society who spent their time socializing and finding ways to have fun. They enjoyed the feeling of being isolated from the world and had to relax. The speaker finds it remarkable that this group of people, who didn't know each other before, were now forced to live together intimately for a few days, dealing with the challenges of the ocean. ¿Qué viaje tan extraño? Por lo bien que había comenzado. Por mi parte, jamás me había embarcado en una travesía con tan buenos paisajes. El Provence era un trasatlántico rápido, cómodo y capitaneado por un hombre de lo más amable. A bordo viajaba la flor y nata de la sociedad, que pasaba el tiempo de la noche de la manera más agradable, entablando relaciones e improvisando maneras de divertirse. Disfrutábamos de la extraña sensación de estar apartados del mundo, a solas con nosotros mismos, como si nos encontraramos en una isla desconocida y no nos quedara otra opción que relajarnos. Y así hicimos. ¿Alguien se ha parado a considerar lo original e imprevisto de semejante reunión de personas? Un grupo que ni siquiera se conocía en la víspera, pero que ahora, durante unos días, entre el cielo infinito y el inmenso mar, se había ido obligado a vivir la experiencia más íntima, a desafiar la cólera del océano, el aterrador ataque de las olas, la crueldad de las tempestades y la calma tradicional del agua adormecida.