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The speaker discusses living in a society filled with hypocrisy and prejudice, where conformity is valued and anyone who thinks differently is judged. They express frustration with the constraints imposed by societal norms and encourage embracing one's true self and pursuing happiness without fear of judgment. They urge the listener to not let anything or anyone hinder their talents and love, and to not be afraid of failure or the opinions of others. They emphasize the importance of living life to the fullest and not being held back by fear or societal expectations. The speaker concludes by advising the listener to be brave and make the most of their time because life is unpredictable and finite. Me di cuenta que vivimos en una sociedad careta, llena de prejuicios, a los que siempre nos someten o nos señalan con el dedo por pensar distinto. Una sociedad en la que el estatus hubo impone las reglas básicas sobre qué es lo que tenés que hacer y qué no. Porque si no, serás condenado a la hoguera de la humillación pública, como en épocas antiguas cuando por curar un empacho eras la mano derecha del diablo. Maldito los que te condenan a vivir en una sombra que ellos mismos crearon para estar cómodos. Y que si te atreves a salir de ese lugar, serás condenado a miles de años de casigo eterno. Loquita, loquito, a vos te digo. Salí, viví, corré, saltá, bailá, volá, escribí, llorá, amá y queré con todas tus fuerzas eso que te haga feliz. No dejes que algo o alguien te impida dar ese talento que tenés, ese amor que tenés. Y si tenés ganas de abrazar, amar y besar en la boca a alguien de quien realmente estás enamorado, hazlo. No te cierres, que hoy estamos y mañana, quizás, quién lo sabe. Juntate con tus amigos, ilustra tu arte y no tengas miedo a fallar. Porque no sé si sabes que en lo único que vas a fallar es en lo que no vas a intentar por miedo al que dirán. Que te chupen un huevo si piensan que estás loco por seguir tus sueños. Mientras vos con el viento en la cara vivas como vos pienses que es tu máxima felicidad. Lo que digan los demás no importa. Eso sí, no lastimes a nadie, porque serías igual que ellos y vos no querés parecerte a ellos. Y acá va mi último consejo. Los valientes no viven mucho tiempo, pero los cobardes no viven para nada. Secate esas lágrimas, sacudite la tierra de las rodillas del revolcón que te está dando la vida, parate y anda por todo. Que todo es nada en este libro que se llama vida y no sabemos cuántas páginas nos quedan.