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La Fe Inteligente - Pr. Albert Pabon

La Fe Inteligente - Pr. Albert Pabon

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Aleluya, cada vez que nos cada vez que nos exponemos a la palabra es como cuando usted viene a la mesa, ¿verdad? Usted tiene, usted tiene hambre, usted tiene deseo. Cuando uno se sienta en la mesa y tiene sensación de llenura, no es igual que cuando uno tiene hambre. ¿Cuánto les cambia el humor cuando tienen hambre? Yo conocí a una hermana que se enojaba cuando tenía hambre. No aceptaba una broma, nada. La hambre, hay gente que le cambia el humor, se enojan cuando tienen hambre. Uno cuando va a venir a este lugar, tiene que tener hambre para oír a Dios, hambre para la palabra. Dios dijo que enviaría hambre a la tierra, no hambre de arepas, sino hambre de la palabra de Dios. Qué hermoso que hayan niños entre nosotros. Amén. Levante su mano y diga, Señor, alimentanos como generación. Tu palabra es el pan, Tú eres el pan. Señor, danos de comer. Danos de comer porque Te necesitamos. Danos de comer porque hoy es más necesario que nunca comer a Cristo. Comer Tu palabra que alimenta nuestra fe, que nos forma a la imagen de ese unigénito del Padre. Hablanos en esta tarde en el nombre de Cristo Jesús. Y todos decimos, Amén. Amados, quiero que se ubiquen en Primera de Juan 5.4. Antes de leer Primera de Juan 5.4, hoy quiero hablarles, quedan siete semanas de este año. ¿Cuántas semanas quedan de noviembre? Tres, porque hoy es diez, ¿no? La pastora me quiere confundir, pero son siete. Siete semanas en el nombre de Cristo Jesús. Escúcheme, hermanos, quedan, digan al que está a su lado, solo siete semanas. Miren, algo, cuando estábamos ministrando, cuando estábamos ministrando, Quiero iniciar esta reunión dándoles una información. El año 2024, durante los primeros 21 días, desde el 1 de enero y durante los primeros 21 días, voy a estar aquí, Dios mediante, a excepción de los domingos, todos los días, todos los días compartiendo la Palabra por 21 días seguidos. Si usted quiere comenzar un año de crecimiento, de avance, de afirmación, en esta gloriosa realidad, aquí lo espero. Si los primeros 21 días quiere que sean de crecimiento en el entendimiento de la Palabra, aquí lo espero. Amén. Quiero compartirles una palabra que le he puesto, una fe inteligente. Una fe inteligente. Me estoy viendo con unos médicos y el médico habló de un término que se llama inteligencia biológica. Inteligencia biológica es lo que hace que a una niña le venga a su primer periodo entre los 12 y los 13 años, que se vaya entre los 48 y 53. Hace que un hombre produzca ciertas hormonas a cierta edad. La inteligencia biológica hace que nuestros órganos puedan reproducir semillas para engendrar vida a una cierta edad, ¿verdad? Y yo que me impactó porque hablaba que la salud está relacionada a la inteligencia biológica. La inteligencia biológica necesita, así como para prender el fuego, necesitamos una parte de oxígeno, algo inflamable evidentemente, ¿verdad? Y necesitamos ese triángulo de elementos, ¿verdad? Oxígeno, algo inflamable y combustión para que pueda... Y el médico me explicaba que la salud necesita también energía, oxígeno y una fuente de alimentación. Y me pareció algo tan... enseñándonos cómo funciona nuestro cuerpo, ¿no? Normalmente cuando uno habla de fe, habla es de una creencia, ¿no? Hay gente que dice, yo tengo fe en la Virgen de Guadalupe. Eso no es fe, eso es una creencia. Yo tengo fe en que mi esposo Sebastián Andrés es una creencia. La fe es un don de Dios. La fe es un regalo, es como Dios nos equipa a nosotros. Se lo voy a ilustrar, ¿no? La fe es como el Espíritu enciende el interruptor dentro de nosotros, ¿verdad? Para que podamos creerle a Dios. Sin la obra del Espíritu, el hombre no le puede creer a Dios. Porque todas las cosas de este libro son irracionales para la mente humana. Y la fe es como el Espíritu te activa para que puedas caminar en las realidades de Dios, en lo que Dios llama realidad. Cuando el hombre comió del árbol prohibido, el hombre murió a la capacidad de oír y entender a Dios. Porque Dios es Espíritu y nosotros somos tripartitos. Y aquí tenemos un cuerpo, que ese cuerpo se va desgastando. Cuando la hermana nació, nació una bebecita, fue creciendo, y ahora se va envejeciendo. Y para nadie es un secreto que un día su cuerpo se apagará, se apagará, y ya. El cuerpo es el vehículo donde se mueve la vida en esta tierra. Y ese cuerpo se va debilitando. Pero también tenemos un alma, ¿verdad? Y somos, diga conmigo, somos un Espíritu que tiene un alma y vive en un cuerpo. ¿Por qué somos un Espíritu? Porque Dios es Espíritu. Y el que se une al Señor, un Espíritu es con Él. El alma tiene que convertirse, ser renovada, transformada por la exposición de la Palabra. Ahora, la fe inteligente, la fe inteligente es la fe que nace de la vida que Él nos ha dado a nosotros. ¿A cuántos Dios les ha dado vida? ¿Sabe quién es Juan 14,6? Usted se lo sabe, no lo busque. ¿Qué dice? Juan 14,6. Y yo soy la vida. Escuche, Jesús no dijo yo soy una vida. Yo soy la vida. ¿Ok? Yo soy la verdad. Si Él es el camino es porque el hombre estaba perdido. Y Él dijo míreme, yo soy el camino. El que no está en Él está perdido. Yo soy la verdad. El que no está en Él está engañado. Está engañado. Y yo soy la vida. El que no está en Él está muerto. Pero los que estamos en Cristo, estamos en el camino, caminamos en la verdad y poseemos vida. ¿Amén? Ok. Ahora, quiero hablarles también, hermanos, yo les he enseñado a ustedes y a veces pareciera que fe inteligente fuera incompatible, ¿no? Porque la fe ciega, la fe ciega, no hermano, la fe que es ciega es una fe esclava. La fe de los hijos no es ciega. La fe de los hijos no es ciega. Gálatas 2.20 dice, con Cristo estoy juntamente crucificado. Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí. Y lo que ahora vivo en la carne, dice, lo vivo en la fe del Hijo de Dios. Lo vivo en la fe del Hijo de Dios. Pablo, diga conmigo, lo que vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo. Hermano, la fe inteligente, para abordar ese concepto, para abordar este tema, quiero que vea algo. Los occidentales tenemos varias formas de enseñar, tenemos conceptos y tenemos prácticas, ¿verdad? Tenemos información, tenemos estadísticas. Para los hebreos, para los orientales, ellos no separan lo que sé de lo que hago. Ellos directamente se van a lo que eres. Tú eres, ya está. Tú no sabes nada, tú eres. En la medida de que tú haces, eres. Pero nosotros somos duales, ¿verdad? Duales en el sentido de que yo sé cosas, pero hago otras cosas. Eso se llama dualidad. Eso se llama dualidad. Entonces, cuando uno es dual, cuando uno es dual, uno es, yo siempre le he dicho a usted, que la palabra confusión, con significa junto a, fusión, fusionar dos cosas. La gente se confunde o se siente confundida cuando fusiona dos o más ideas. Pero la gente que sólo es, no se confunde nunca, porque es. Diga, Dios me ha hecho. Hermano, la idea del reino al que pertenecemos es que se muera en nosotros el concepto, la definición de algo para que seamos. O sea, diga conmigo, en la vida del reino, Cristo es la realidad en la que vivo. O sea, usted no, o sea, a nosotros no nos interesa saber cosas. Nos interesa desarrollar la vida que Él nos ha dado. Y la fe inteligente tiene que ver con la expresión de lo que Él ha depositado en nosotros que se desarrolle. ¿Por qué inteligente? Porque toda vida usted no ha visto que hay escuelas para las vacas aprender a amamantar, aprender a criar. No hay cursos para los pájaros aprender a volar o aprender a hacer nidos. No hay cursos para que los patos, usted sabe que de aquí de Europa hay aves que migran hasta Canadá. Vuelan, atraviesan todo el continente y ellos no fueron a la universidad a aprender para dónde es que tengo que emigrar. Hay una fe innata, hay una fe que con su especie, diga conmigo, la especie a la que pertenece le enseña. O sea, Pablo dice la naturaleza misma no se enseña que dejarse crecer para el hombre, dejarse crecer el cabello. La naturaleza no se enseña, eso es una fe inteligente. Todo lo que la vida de Cristo en nosotros, el desarrollo de la vida de Cristo en nosotros se expresa, eso es una fe inteligente. Amados, tenemos que erradicar de nuestras vidas como ciudadanos del reino de Dios, ¿cuántos pertenecen a un reino? Tenemos que desechar el saber como el manejo de información para ser. Yo le hago un ejemplo, yo le hago un ejemplo. Usted compra un medicamento, ya vamos a leer el primer de Juan V. Usted compra un medicamento, ¿verdad?, en la farmacia y se lee todo el prospecto, ¿ok? Se lo lee, retiene información, pero el dolor no se le va con que usted sepa. Usted se leyó todas las contraindicaciones, las posibles reacciones y se lo sabe, cómo se llama, las diferentes presentaciones que tiene, pero eso no afecta tu sistema. Tu sistema es hasta que usted no ponga la sustancia del medicamento dentro de usted, no va a ver el beneficio de lo que esa medicación tiene. Cristo, diga conmigo, Cristo es la sustancia y vida de todas las realidades del reino al que pertenecemos. ¡Aplaudan al Rey de Gloria! Él no es conocimiento, Él no es una definición. Adoración, ¡qué pena que sepamos definir la gracia! Adoración, proscuneo, y buscamos palabras técnicas, y nos volvemos tan profundos que nos perdemos en la profundidad de lo que enseñamos. Amado Cristo es una vida. Lo que Dios nos dio a nosotros cuando estábamos muertos en delitos y pecados, ¿qué fue? Una vida, y a esa vida no hay que definirle cosas, hay que vivirla. Diga, la vida del reino consiste en vivirla, no en definirla. ¿Qué pena que el conocimiento del reino sea teológico y no una vida, no sustancia? ¿Qué pena que sea hermenéutico y que no sea una sustancia? Amado, fe inteligente, me apropié de ese término del médico, el médico dijo, esto es buenísimo para una serie en El Señor, en La Palabra, porque fe inteligente. Usted sabe que conocí a una persona que por medio de una infección urinaria entró en una coma, colapsó su cuerpo, y se le secaron las manos, los pies, por elección, porque el cuerpo, el cuerpo dice que las manos no son vitales. Entonces como hay una infección, el cuerpo concentra la vida en proteger los órganos vitales, y las manos no son vitales, le quita toda la energía, le quita toda la sangre para preservar lo vital. Eso es inteligencia biológica. Es así, ¿por qué usted suda en verano? Porque usted va caminando rápido y el cuerpo no puede subir más de 36 grados, ¿verdad? Entonces es lo que hace sudar. ¿Para qué? Para que no se suba la temperatura mucho. ¿Y por qué en invierno no suda? Porque si no le da más frío. Entonces él lo que hace es conserva el calor. Hermanos, la vida del Espíritu es la que nos enseña lo que debemos hacer, no es la teología, no es la experiencia, es la vida. Y esta vida ha tenido muchos sustitutos. ¡Qué pena que una tradición sustituya la vida! ¡Qué pena que una costumbre sustituya la vida! ¡Qué pena que una doctrina sustituya la vida! ¿Dónde quieren operar ustedes, en una tradición o en la vida? ¿En una doctrina o en la vida? ¿En una religión o en la vida? Hermano, ¡la vida! Los hombres han creado religiones, pero Dios nos ha dado ¡vida! Y nos las dio en abundancia, ¡aleluya! ¡Gloria a Dios! Primera de Juan 5.4 La fe inteligente es una fe infalible. En cambio la fe basada en una creencia es como una montaña rusa. ¿Cuántos se han sentido poderosos en la fe un día? Y otro día dicen, ¿en verdad Dios existirá? ¡Al otro punto! Porque somos todo, diga conmigo, todo lo que administre yo, está en riesgo. Pero la vida, ¡no! Hermano, ¡es impresionante! Usted va conduciendo, y entra en un túnel, y los ojos, la retina, todo el iris se dilata, ¡es impresionante la adaptación que hace! Eso no lo haces tú, ¡eso lo hace la vida! ¡Es impresionante cuando la vida, hermano, nos enseña! Que hermoso, ¿verdad? A nosotros nos enseñan los papás, que nosotros tenemos que ser como nuestro papá, que el hijo y el Señor, la vida nos dice, no, no, no, tú tienes que ser como el niño. No le desgracias la vida, que se parezca a ti, ¡parecete tú a él! Él no tiene malicia, no tiene maldad, no guarda rencor. Y ahora tú quieres que el niño se parezca a ti, ¡te tienes que parecer tú a él! El niño, usted le dice, va a pasar un elefante, rosado, volando, repartiendo caramelo, ¡y él cree! Y tú quieres que sea como tú, incrédulo. ¡Qué tremendo cuando Dios, nos quiere enseñar, amados! ¡Qué tremendo cuando Dios, nos quiere enseñar, amados! Vamos a leer, por favor. 1 Juan 5, 4, ¿qué dice ahí? Porque todo lo que es nacido de Dios, vence al mundo. Ok. ¿De dónde nace la fe inteligente? Esta es la fe que vence al mundo. Porque todo lo que es nacido de Dios, vence al mundo. Escuche, si usted genera fe, se llamará la fe de Albert. Y no nació de Dios. Nació de Dios. Pero si el Espíritu, por medio de oír la Palabra... ¡Qué importante! Les felicito a los que oyen y vienen y se reúnen en este lugar a oír la Palabra. Amigo, cuando usted oye la Palabra, el Espíritu Santo te estimula para producir fe. O sea, así como una bandeja paisa produce fuerza, la Palabra produce fe. Cuando uno se expone a oír la Palabra, se genera fe. Porque todo lo que es nacido de Dios, vence al sistema donde vivimos. ¡Aleluya! Y esta es la victoria que ha vencido al mundo. Esa es una fe nacida de Dios y eso es lo que vence al mundo. El siguiente texto, por favor. ¿Quién es el que vence al mundo? Sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Él es el Hijo de Dios. Este es Jesucristo que vino mediante agua y sangre. No mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que le notifica a tu Espíritu lo que es la verdad, hermano. Diga conmigo, el Espíritu Santo... Le notifica a mi Espíritu lo que es verdad. Y esa verdad es la naturaleza de verdad. No es la verdad porque no es una verdad. Hermanos, el mundo donde nosotros vivimos trabaja con información. El mundo no puede conocer la fe inteligente. El hombre no conoce la vida espiritual porque el hombre murió en el Espíritu. Y Dios es Espíritu y Dios comunica al Espíritu. Y si una persona no tiene el Espíritu, no puede entender a Dios. Es importante que entendamos que Dios le habla, es a nuestro Espíritu. Dios, el lenguaje, el idioma de Dios es la fe. Dios le habla a tu Espíritu, hermano. Dios no le va a hablar a tu mente porque si le habla a tu mente, tu mente distorsiona lo que oye. La fe inteligente es el fluir, el desarrollo de una naturaleza. Usted sabe que los castores, usted sabe que hay muchas especies de animales que cuando viene el verano ellos empiezan a construir una casa. Es impresionante. En los ríos hay árboles así, tirados, ramas, y ellos van construyendo una casa, una casa, y el sello, la puerta es el agua. Y ellos van sellando, van sellando, y cuando viene el invierno, 25 bajo cero, ellos se meten por Dios, y guardan ahí comida, y ahí viven hasta que pasa el invierno. Hermano, ¿quién les enseña eso? Diga conmigo la naturaleza a la que pertenecen. El apóstol Pedro dice que Dios nos ha dado a nosotros una naturaleza divina. ¿Para qué? Primera de Pedro, capítulo 1. Aleluya. Por favor, ayúdenme ahí. Primera de Pedro, capítulo 1. Perdón, segunda de Pedro, David. Perdón, segunda de Pedro, David. Segunda de Pedro. No, es primera de Pedro, es primera de Pedro. Después a ver si estaban activos. Primera de Pedro. Desde el versículo 3, vamos a leer, para que usted vaya viendo. Ponganle cuidado a lo que dice la palabra. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que según su grande misericordia nos hizo renacer. ¿Qué es la palabra renacer? Nos hizo renacer. ¿Qué es la palabra renacer? Re es volver a. Renovar. ¿Qué es renovar? O sea, hacerlo de nuevo. Hacerlo de nuevo. Rejuvenecer. Replantearse. ¿Ok? Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que su grande misericordia nos hizo, diga conmigo, ennacido de nuevo. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura de las cosas viejas, es aquí. Todas son hechas nuevas. Diga todas, todas, todas. Todas, todas. Y nos hizo renacer para una esperanza viva por la re, re es qué? Volver a. Volver a. Cada vez que usted escuche re, volver a. Por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible. Diga conmigo lo que Dios depositó dentro de mí. Nadie puede corromperlo. Qué hermoso. O sea, la herencia que Dios nos ha dado, Dios no permite que nadie la corrompa, por eso la puso dentro de ti. Hermano, una de las riquezas de pertenecer a este reino es que la riqueza y el patrimonio es interior. Wow, gracias al niño que dijo amen. Para una herencia qué? Incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros. Que sois guardados por el poder de Dios mediante. Escuche, diga conmigo el don de la fe me ha guardado en Cristo. Escuche esto, el que guarda la fe, la fe le guarda a él. He peleado la buena batalla, he acabado mi carrera. He guardado la fe. Ahí está, ahí está, por eso Pablo caminó hermano y no perdió nada. Porque todo lo que hizo fue desarrollar la vida que se le había dado. Amados, hay una gran separación en lo que es nacido tuyo y lo que es nacido de Dios. Pablo dice, no soy muchos nobles, ni muchos sabios. O sea, lo que te está diciendo es, hermano ustedes no son nada, pero yo les he dado. O sea, cosas que ojo no vio, ni oído o oyó, ningún hombre se las ha imaginado. O sea, lo que está diciendo es, ni ha subido a corazón de hombre. Son las que yo he guardado y a ustedes se las he revelado, se las he dado. Porque a Dios le plasió que los hombres le conozcan por la predicación del Evangelio. Padre te doy gracias porque escondiste de los sabios y de los entendidos estas cosas para dárselas a quien? A los niños, a los pequeños. Que glorioso hermano es saber que estamos equipados. Amados, si nosotros atendemos, yo siempre digo, cuando uno abraza a otro, cuando uno perdona. Es la expresión de la vida del Señor no encontrando resistencia en ti. Dios siempre va a querer perdonar. Porque Dios nos ha dado a nosotros, diga conmigo el ministerio de la reconciliación. Hermano, para la vida que se te dio es inofendible. Otra vez. La vida que Dios te ha dado es inofendible. ¿Quién se ofende? La vieja vida. Pona y abraza de alguna manera lo que se está expresando la vida nueva. Y como no encuentra obstáculos en ti, abraza, ama, perdona, da, consuela, anima, inspira. Aleluya. Porque no está encontrando obstáculo en ti. Una vez que la vida empieza a encontrar obstáculos, es que acuérdate, no se te olvide lo que te hizo. Una vez que tu mente empieza a levantar barreras, la vida se ve limitada. Levante su mano y diga Señor, quiero expresar tu vida. Que cada día yo sea más débil frente a tu vida. Que cada día yo mengüe, que me debilite a tal punto que tu vida no encuentre obstáculos en mí. Aleluya. Hermano, eso es una fe inteligente. Una fe inteligente no es otra cosa que la expresión, el desarrollo de la vida que se te ha dado. Gloria a Dios. El apóstol Pedro, seguimos leyendo. El cual vosotros, en lo cual vosotros os alegráis. Aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas. ¿Sabes qué? La iglesia que el apóstol le está escribiendo era una iglesia perseguida, militante por Roma. Desprestigiosamente por los judíos. Socialmente, socialmente, eran desprestigiados. Hermano, ser cristiano en el imperio romano era vivir una sentencia de muerte. Les he dicho que estadísticamente, estadísticamente, alguien que se resistiera a Roma, alguien que Roma considerara como un enemigo, entre 15 y 20 días podía vivir. Ese lo buscaban y lo buscaban y lo juzgaban, lo mataban. Roma identificaba a un enemigo y estadísticamente no vivía más de 20 días. Jesús estuvo tres años y medio azaeteando Roma. Con la espada de la palabra, hablando verdad. Usted sabe que la verdad es una amenaza en un sistema de engaño. La verdad, si usted habla la verdad, la verdad libera a las personas. La verdad hace libre. La verdad, diga conmigo, como naturaleza. La verdad como naturaleza. Y Dios a usted lo ha pensado para que usted sea un hombre y una mujer libre. Un poquito he estado estudiando el libro de Daniel, Daniel capítulo 2. Vamos a leer desde el versículo 31. Póngale cuidado. El rey Nabucodonosor vio en un sueño, el rey Nabucodonosor vio un sueño. Y ese sueño ningún sátrapa, ningún mago, ningún sabio de su reino lo podía, le podía guiar lo que él veía. Porque la mente de los hombres no tiene la capacidad de entender los misterios. O sea, hermano, en la gente que tiene inteligencia espiritual siempre estarán en demanda. Si usted crece en inteligencia espiritual siempre estarás en demanda. Cuando la gente puede percibir que hay una gracia en ti, que hay una expresión de una vida, siempre te buscarán. Porque dirán, yo sé que tú tienes. Yo les he contado que un pastor, me pasó algo que me impactó. Un pastor como de sesenta y pico de años, en México, ellos estaban pasando una misterial. Y me acuerdo que me llamó y me dijo, Pastor Albert, yo no te conozco a ti. A veces leo alguna de las cosas que tú escribes. Una congregación grandísima. Él tiene, no sé, cuatrocientos cincuenta mil o quinientos mil seguidores en Facebook. Y tres millones en Tik Tok y no sé qué. Él tiene, no sé, cuatrocientos cincuenta mil o quinientos mil seguidores en Facebook. Y tres millones en Tik Tok y no sé qué. O sea, un hombre conocido. Y me dice, estoy pasando por una crisis ministerial con mi esposa. El Señor nos dijo que tú tenías un consejo para ayudarnos. Y yo digo, wow, no me pongan en este aprieto. Y yo dije, bueno, que el Señor nos ayude. ¿En qué te puedo ayudar? O sea, lo que quiero decir es, hermano, hay gente, cuando tú dejas que esa vida se desarrolle, hay gente que van a venir a ti que tú te vas a sorprender. Pero no vamos a ser como el burrito que cargó a Jesús en la entrada triunfal a Jerusalén. Que ponía en palmas y decía, bendito el que viene en el nombre del Señor. Y el burrito levantaba la cabeza y era el que iba montado sobre él. Diga conmigo, es su vida la que los atrae a nosotros. Nosotros somos la expresión de él. Pero en todo, la gloria es de él. No vamos a confundir nosotros, ¿verdad? Cuando diga, oh, sana al altísimo. Y el burrito mira lo que me canta. Vamos a ser coherentes y vamos a entender que es la expresión de la vida del Señor. Entonces, Nabucodonosor, el reino de Babilonia, era el imperio más grande que ha existido en la historia de la humanidad. Y el rey tuvo un sueño y ningún hombre pudo descifrar. Y trajeron a Daniel. Diga conmigo, la inteligencia espiritual siempre nos pondrá en lugares de honra. Hermano, cuando la vida del Señor se desarrolla en nosotros, siempre estaremos en demanda. La gente va a querer estar contigo porque va a ser la expresión de una vida. Tú no vas a decir, yo pienso que. Tú vas a recibir una expresión del Señor. Póngale cuidado aquí. Lo llamaron, no puedo leer toda la historia porque no me daría tiempo, vamos a abreviar. Vamos terminando, pero vamos a abreviar. Dice, tú, oh rey, veías, y es aquí una gran imagen. Esta imagen que era muy grande y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti y su aspecto era terrible. Avanzamos. La cabeza de esta imagen era de oro fino. Y su pecho y sus brazos de plata y su vientre y sus muslos de bronce. Sus piernas de hierro, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Eso fue la imagen de lo que el rey vio. Y Daniel le está diciendo, Daniel que está en armonía con la vida, con el Dios que le mostró ese sueño, ¿verdad? Le dice, estabas mirando hasta que una piedra fue cortada. Retenga eso en la mente. Una piedra fue cortada, no con mano. Diga, no con mano. Esto es importante. No con mano es la ausencia de lo humano. ¿Ok? E hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro y el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo, eran del verano y se los llevó el viento sin que ellos quedaran rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la piedra. Hermanos, ¿tú sabes qué es el tamo? En los campos de trigo, en los campos donde se rec... Bueno, se los voy a enseñar con una imagen más doméstica. ¿Usted sabe esos cuando uno está barriendo que mete la escoba abajo del sofá y es como un polvito que uno pasa la escoba y salta la escoba? Y hay que pasarlo otra vez, ¿no? ¿Sí o no? Bueno, algunos no han barrido nunca y... Es como un polvillo, es como una... Las bolitas de paja, esos que se las lleva el viento en verano. Continuemos leyendo. Este es el sueño. También la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, rey, eres rey de reyes, en minúscula, porque el Dios del cielo te ha dado reino, en minúscula, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombre, bestias del campo y aves del cielo, Él los ha entregado en tu mano y te ha dado el dominio sobre todo. Tú eres aquella cabeza de oro. O sea, le estás diciendo a Nabucodonosor, le estás diciendo tú eres esa cabeza de oro. Tú eres ese reino que representa lo más. Dese cuenta que los metales van perdiendo valor. Los metales van perdiendo valor. Oro, plata, bronce y hierro con barro. Pero cada vez es menos, menos, menos. En influencia, eso... Oro es la realeza. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo. Ese, creo que Daniel 6 lo estaba leyendo, estúdielo para que usted vea que después Dios le quitó el reino a Nabucodonosor y se los dio a los Medo-Persas, lo que es Irán en este tiempo, a los Medo-Persas. Entonces, se levantará otro reino inferior al tuyo, como el oro, la plata. Y luego el tercer reino de bronce, el cual dominará toda la tierra. ¿Ok? Ahí está Grecia. Y el cuarto reino será fuerte como hierro y como el hierro, desmenuza y rompe todas las cosas y desmenuzará y quebrantará todo. Esto es Roma. Ese imperio, ya usted va a ver que se fusiona Greco-Roma. ¿Ok? Avanzamos. Avanzamos. Y lo que viste de los pies y los dedos en parte de barro cocido, de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido, mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Hermano, ¿qué tiene que haber en la mente de un hombre para comprender los misterios de Dios? Diga conmigo, inteligencia espiritual. Daniel le está diciendo al rey, lo que viste, la figura que viste, la imagen que viste, la cabeza de oro, ese es el reino de Babilonia. Luego el fecho, ¿verdad?, que es plata, esos son los Medo-Persa. Otro reino vendrá después de ti, después vendrá otro de inferior, y después vendrá otro cuarto imperio. Y por ser los dedos en los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte y en parte frágil. Avanzamos. Así como viste hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas, por eso él se llama greco-romano, desde la parte intelectual con la parte militar con el poder político, pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reinos, el Dios del cielo levantará un nuevo reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo. Desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre. Usted sabe de cuál reino está hablando, ¿no? Aleluya. Avanzamos. De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra no con mano, ¿esa piedra cuál es? Diga, es Cristo la roca, el ancla de mi fe. ¿Se acuerda, no? Esa roca no cortada con mano, aquí esto no es un reino humano. No con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce y el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir y el sueño es verdadero y fiel en su interpretación. Amados, esa roca, esa piedra que vino y le dio en los pies, porque Jesús es esa piedra. El mundo, hermano, no tiene fundamento. Ellos van cambiando, van variando. Pero diga, nosotros estamos unificados sobre la roca que es Cristo Jesús. Esa roca, ¿dónde dio? En los pies. Golpeó lo que era Roma. Y la estatua cayó. Entonces el rey naducodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel y mandó que le ofreciesen presentes e incienso. Amados, culmino con esto. La inteligencia espiritual es eso que estaba operando en Daniel. Dios le mostró en una figura todos los imperios. Después que esa piedra, aquella estatua, no ha habido un imperio mundial de estas dimensiones. Y no habrá porque hay un reino que permanece para siempre. Aleluya. Y no será quitado jamás. A ese reino pertenece un ser. Aleluya. Diga, a ese reino pertenecemos. Aleluya. Hermano, lo que quiero es que, mire, después Naducodonosor volvió a tener un sueño. Pero siempre hubo una oposición a la vida de Daniel. Pero había una inteligencia espiritual. Escúcheme esto. Si usted enseña a sus hijos a caminar en la realidad de este reino, ellos heredarán una inteligencia espiritual. Heredarán una inteligencia espiritual. Diga conmigo, una fe generacional. Una fe generacional es lo que Pablo le dice a Timoteo. Tú conoces las Escrituras desde el principio. Porque esa fe habitó en tu abuela Loida, en tu madre Eunice, y hoy opera en ti. Muchos de nosotros venimos de una historia donde ninguna persona ha sido cristiana en nuestras familias. Y Dios te eligió a ti. Y Dios quebró, terminó con una historia. Dios terminó con una historia en tu casa. Y te trasladó a ti a un reino que no será quitado jamás. Y si Dios te trasladó a un reino que no sería quitado jamás, es para que a los tuyos tú lo afirmes en esta realidad. ¿Cómo sería tu vida si tu papá hubiese sido un pastor o un hombre entendido en esta palabra? Tú nos llevaras dos o tres, treinta años más avanzado en este entendimiento. Cuando hay un evangelio que se atraganta con los sustitutos de la vida, por eso no podemos operar en una fe inteligente. Pero David, Moisés, todos los niños Helen, Amada, Isaías, todos los niños que aprenden a Cristo, que aprenden a Cristo, no aprenden de Cristo, sino que aprenden a Cristo. Diga conmigo, aprender a Cristo. Pablo dice, mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo. Esta vida, Camila, todos los niños que aprenden esta palabra, hermano, no van a tener que pelear los conflictos que usted ha tenido que tener en su mente condenación, dudas, incertidumbre, legalismo. A ellos les llegará como a Timoteo una fe refinada. ¿Cuántos quieren participar? Byron, ¿te imaginas que tú seas el abuelo y que tus nietos sean cuarta generación de creyentes? ¿Te imaginas eso? ¿Te imaginas eso? Que eso que no empezó contigo, que tú no tuviste tal vez a esos padres, a esos abuelos, tú seas una generación con una fe inteligente, resultado de una vida, del fluir de una vida. Amados, una fe inteligente es la inteligencia que tienen las palomas, las águilas, que es el fluir de una naturaleza. ¿Para qué queremos nosotros, para qué nos sirve una fe doctrinal o denominacional? ¿Para qué nos sirve? Seríamos una más. Pero la vida, hermano Rubén, cuando la vida se desarrolla, la vida se diseña, se diseña. Sabrás lo que tienes que hacer por convicción, no por presión. No es un conocimiento que te condena, ¿me viste? ¿Viste que eres vagabundo todavía? No, sentirás un rechazo. Y cuando se dobla la apuesta contra ti, la naturaleza se levanta y te preserva. ¡Qué gozo! No tener que hacer interpretación, no quiero mirar. Pero al final miré, Señor, Tú sabes que soy débil porque no es la vida. ¿Cuántos anhelan que sea la vida? Amados, a una vaca no le tienta un media costillal de carne asada, ¿por qué? Porque su naturaleza es otra. Dios siempre ha querido que nosotros crezcamos en esa vida cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste. Incluso el mundo está gimiendo, esperando que se manifieste la vida en los hijos. ¡Wow! Es como si coges a un militar y lo vistes de civil, él sigue pensando militarmente, porque lo que lleva es intrínseco, es interior. Un policía, un policía que lo es por vocación, están robando, y él no se queda, bueno, yo estoy de vacaciones. ¡No! Porque es algo que lo lleva por dentro, que anuló toda forma de vida paralelo, y eso es lo que Dios siempre ha querido en nosotros. Amados, el que ora, el que opera en naturaleza, no se le olvidan las cosas. Y la paloma dice, ¡ay, voy a poner huevos! Y se me olvidó hacer el nido. ¡No! ¿Cómo es que se le dará de comer a este pichón? ¡No! Es algo natural. Esa fe inteligente, te enseñará todo. ¡Qué pena que tengamos que ir a talleres donde nos enseñen a ser cristianos! ¿Por qué hay congresos y talleres de restauración matrimonial? Por ignorar la vida, gracias. Totalmente por ignorar la vida. Pónganse sobre sus pies, por favor. ¿Por qué tenemos que estimular a la gente? Venga a oír la palabra de Dios, hermano. Esfuérzate por ignorar la vida, porque la vida siempre nos traerá a comer, a alimentarnos, a fortalecernos. Aleluya. Quiero orar por ti en esta noche, por ti y contigo. Por ti y contigo. Hermano, cierre sus ojos, por favor. Cierre sus ojos. Aleluya. Dígale, Señor, yo soy consciente que yo soy un vaso de barro, donde Tú depositaste el tesoro de Tu vida, el tesoro de la vida. Me diste Tu espíritu y no hay mayor riqueza ni mayor bendición que tenerte a Ti. Enséñame a caminar bajo la guianza de esta vida. Esta vida tiene intereses. Esta vida marca la dirección en la que me muevo. Esta vida tiene prioridades. Esta vida se expresa. Diga, Señor, no quiero conocerte por medio de una doctrina. Sino por la expresión de lo que depositaste en mí. Dame la sensibilidad para juzgar lo que es nacido de Dios. Porque Tú dices que sólo lo que es nacido de Dios vence el mundo. Que la inteligencia espiritual pueda operar en mis hijos. Diga, Señor, gracias por romper esa cadena de la familia donde yo pertenecía y me trasladaste al reino. Un reino que tiene la naturaleza de la verdad. Un reino que es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el reino de Dios no es comida, no es bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Diga, gracias, Señor, por darme la oportunidad de ser trasladado a este reino. Dígale, Señor, como una mujer embarazada que cuida la vida que hay en ella. Así quiero cuidar la vida que me impartiste para no contristar al Espíritu. Señor, gracias por cada uno de los que aquí estamos. Bendigo, Señor, todo lo que es Tuyo. Bendigo, Señor, todo lo que te pertenece a Ti. En el nombre de Cristo Jesús. Señor, y que nuestros hijos puedan ver desarrollarse esta vida. Señor, cuando no estemos nosotros, no queremos dejarle a nuestros hijos una denominación, una doctrina, una enseñanza de definiciones, sino queremos impartirle vida, que hereden vida, que administren vida, que caminen en vida. Aleluya. Y que ellos también puedan darle a nuestra generación. Nuestra generación, hermano, ora por las generaciones tuyas. Amada, ora por tus hijos, por tus nietos. Los niños, bendigan. Diga, bendigo mis generaciones. Y declaro que ellos caminarán a la luz de la vida de Cristo. Cristo será, no solo será nuestra vida, sino también nuestro vivir. Cristo, nuestra vida y nuestro vivir. Aleluya. Señor, bendecimos nuestro porvenir. Bendecimos los hijos que nos relevarán, Padre de Gloria. Bendecimos la vida de Zoe, la vida de Sofía, Padre. Y declaramos que aún sus hijos, Señor, en el Espíritu, profetizamos sobre sus hijos. Y declaramos que ellos recibirán vida, expresarán vida, caminarán en vida, Señor. Oh, vida Zoe, la vida que proviene de ti, Padre de Gloria. Conocerán la vida de la palabra, conocerán la vida del reino. Conocerán la vida de cada una de las expresiones de este reino glorioso. En el nombre de Cristo Jesús. No conocerán, Señor, definiciones, no conocerán liturgia, sino que conocerán la vida. Aleluya, la vida, porque tú eres vida, Padre. Aplaudimos y honramos tu nombre. Aplaudimos y honramos tu nombre. Aplaudimos y honramos tu nombre. Aplaudimos y honramos tu nombre. Diga conmigo, Cristo, nuestra vida y nuestro vivir. Diga nuestra vida y nuestro vivir. Y nuestro vivir. Amén, amén. Dele un aplauso al Señor.

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