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Menos quejas , demos mas gracias

Menos quejas , demos mas gracias

Catherine Carmona

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Transcription

The speaker, Caterine Carmona, greets the listeners and thanks God for the opportunity to share the word on their radio program. They pray for God's guidance and read a portion of Psalm 145, emphasizing the importance of praising and thanking God. They encourage listeners to focus less on complaints and more on gratitude, acknowledging God's love, mercy, and provision. They remind listeners that God is always present and capable of helping in any situation. The speaker encourages everyone to trust in God's will and to approach him with a humble and thankful heart. They conclude by sending blessings and wishing everyone a happy weekend. Hola, muy buenos días. Les saluda Caterine Carmona desde nuestro programa radial Clama a mí, yo responderé. Estoy muy feliz una mañana más de poder estar aquí con ustedes, compartiendo este espacio y también le quiero dar gracias al Señor por este tiempo y por la disposición y la gran labor de nuestra radio, su cambio, esta labor que nos permite que lleguemos a más y más lugares del mundo donde puedan escuchar la palabra. Bueno, como ustedes saben yo siempre estoy aquí para compartirles una porción de la palabra, pero quiero poner este tiempo primero en las manos del Señor para que sea Él dirigiendo este espacio. Oramos. Señor Jesús, yo te quiero dar gracias, papá, gracias por este día, gracias por tu amor, por tu misericordia, por tu bondad, Señor. Señor, yo quiero ponerte este tiempo en tus manos para que seas tú, Señor, dirigiendo lo que se vaya a compartir esta mañana para que todo lo que salga de mi boca sea de edificación y sea de bendición para cada uno de nosotros, para cada persona que lo está escuchando. Señor, te pido que cada palabra y cada versículo que se vaya a compartir esta mañana nos ayude a levantarnos y a saber que tú eres un Dios vivo, un Dios que nunca cambia y que siempre nos da aliento y que siempre nos muestras tu amor y tu misericordia. Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos durante este tiempo. Te pongo esta labor tan bonita del cambio tu radio para que seas tu Señor dirigiendo, trayendo más oyentes, más personas que puedan ser beneficiados de tu palabra. Señor, te pido, Padre, que hables a nuestros corazones y te quedes con nosotros en el nombre de Jesús. Amén y Amén. Bueno, mis queridos hermanos, como ustedes saben, yo siempre comparto una porción corta de la palabra del Señor y les pongo siempre un título y el día de hoy pensé en ponerle más gracias y menos, más gracias y menos quejas, menos quejas y quería contarles que tomé una porción de la palabra que está en Salmos, en el Salmo 145. Me gustaría y me encantaría poder leerlo todo. Este Salmo tiene aproximadamente 21 versículos, pero voy a leer unos cuantos versículos y vamos a reflexionar en ellos. La palabra de Dios se lee en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y la palabra de Dios dice así, te exaltaré mi Dios, mi Rey y te bendeciré y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Jehová y digno de suprema alabanza y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrarán tus obras y anunciarán tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de las manificencias y en sus hechos maravillosos meditaré. El poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres y yo publicaré tu grandeza. Miren, si se dan cuenta este Salmo fue escrito por el Rey David y es un Salmo de extrema alabanza y quiero enfatizar en este Salmo porque así como el Rey David alababa al Señor, pienso yo que nosotros deberíamos de hacer lo mismo, deberíamos de tener menos quejas, menos reclamos y más gracias. Más gracias a nuestro Padre. Gracias solamente cuando nos levantamos y miramos la grandeza de su nombre, la grandeza de su creación que nos permite caminar, que nos permite estar en pie, que podemos ver la luz, que podemos sentir el viento, vemos la grandeza de su majestad, de todo lo que él ha creado para nosotros. ¿A qué me refiero? Muchas veces como seres humanos nos enfocamos en las dificultades, en los momentos de tribulación, en los momentos en los que no encontramos ninguna salida y se nos olvida en poner nuestra esperanza en él. Nuestra esperanza debe de ser dirigida hacia él porque de él es la tierra y todo lo que hay en la tierra y eso nos incluye a nosotros como sus hijos. Entonces esta mañana es animarnos a que tengamos menos quejas y lo alabemos y lo exaltemos por lo que es. Miren, el Señor hizo este mundo maravilloso, este mundo que nos muestra la grandeza de lo que él es. Él nos dio todo lo que necesitamos y él nos da ese amor, ese amor incomparable que ninguna otra persona nos puede dar y nos lo da todos los días. Cada día él con su misericordia y su gracia nos arropa y nos llena de su amor. Entonces cómo no tener la habilidad nosotros como ser su hijo de glorificarlo, de exaltarlo y de decir por tu grandeza comprendo lo que haces, por tu belleza y tu majestad estoy segura de que todo lo que pasa son hechos que van a ser para bien y son hechos maravillosos y yo aprendería a confiar en ti y en tu perfecta voluntad. Entonces, ¿por qué no exaltarlo? ¿por qué no hacer alabanzas a su nombre? ¿por qué no decir, Dios tú eres justo, tú eres un Dios omnipotente, omnipresente? ¿por qué no dejar que nos consuelen esos momentos que nos sentimos desolados, que nos sentimos tristes, que estamos en esos momentos de soledad, que creemos que no tenemos oportunidad para cumplir lo que lo que queremos cumplir, pero se nos olvida que él es un Dios omnisciente, omnipresente, omnipotente y que todo lo puede. Se nos olvidan los atributos de él como nuestro padre. Cada atributo nos debe recordar que su grandeza y su amor es para siempre y va a permanecer en cada una de las promesas que él tiene para nuestras vidas. Él todo lo que hace, lo hace con amor y así como nos creó a nosotros, todo lo que se permite en esta tierra caída, él tiene un propósito para levantarnos. Así que esta mañana quiero animarlas a que tengamos menos quejas, más gracias y que confiemos en su voluntad, porque recordar que él da fuerzas al caído, que él consuela al que está desconsolado, que él alimenta a los que están necesitados, que él tiende su mano al que le abre su mano al que lo busca y él lo da en abundancia. Dios es un Dios de amor, Dios es un Dios maravilloso. Vayamos ante el trono de su gracia y busquémoslo con la confianza de que él siempre está ahí, con los brazos abiertos, dispuestos a atender nuestros retos, a atender cada una de nuestras oraciones. Vengamos ante él con un corazón contricto y humillado para que él sienta que él es nuestro padre. No lo dejemos en último lugar, sino que busquemos lo primero antes de buscar nuestras soluciones humanas. Acuérdense que nuestra humanidad es limitada y él es un Dios ilimitado. Que nuestros labios sean para alabarlo, para exaltarlo, no para renegar, no para quejarnos, no para decir cosas que a veces no se deben decir, sino que los labios se abran para ser exaltado en nombre del Señor. Y así podemos ver sus bendiciones y su grandeza. Quiero que nos vayamos de este programa en esta mañana con un corazón dispuesto y lleno de agradecimiento a nuestro padre por las cosas tan básicas, por las cosas desde lo más básico que nos da hasta lo más complejo. Y démosle gracias a Dios por cada cosa compleja que él permite, porque él hizo los cielos y la tierra y todo lo que hay en ello. Él lo hizo y él sabe en qué momento y en qué lugar y cuándo nos dará conforme a esto la salida. Nuestra confianza debe estar dirigida a él. Hermanos, los animo a que pongamos en práctica, a que tomemos como hábito de nuestro diario vivir, quejarnos menos y agradecer más. Espero que todos estén muy bien donde quiera que se encuentren. Espero que sus corazones se hayan llenado de un poco de esperanza para el que la necesita y el que la tiene, que siga adelante y siga perseverando en la búsqueda de nuestro Dios. Lo más seguro que tenemos en nuestra relación con él. Cualquier persona nos puede fallar, pero Cristo no. Él siempre está ahí. Espero que se encuentren muy bien. Me despido. Soy su servidora Caterine Carmona. Espero contar con ustedes en nuestro próximo programa y esperamos que sus familias y todos se encuentren muy bien. Dios los bendiga. Espero que tengan un resto de feliz fin de semana. Bye bye. Bendiciones. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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