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The Psalm 119 is the longest in the Bible, expressing a deep love for God's Word. The author invites us to listen to a small fragment of this Psalm, emphasizing the importance of obeying God's commandments. Many people live their lives in a hurry, but the Psalmist understands the need to prioritize God's presence and follow His teachings. Having God in their life is their greatest possession, and they seek His mercy and guidance. They reflect on their actions and make an effort to align themselves with God's testimonies. They don't delay in obeying God's commandments because they understand the importance of diligently following them. Me apresuré, y no me retardé, en guardar tus mandamientos". El Salmo 119, el cual se desconoce si fue escrito por David o por alguien más, es el Salmo más extenso de la Biblia. Expresa un profundo amor y pasión por la Palabra de Dios. Aunque no sepamos quién lo escribió, aquellos que hemos probado de la dulce miel que representa la Palabra de Dios, y que la hemos hecho viva y eficaz en nosotros, entendemos que el Espíritu de Dios estaba en el autor o autores de este Salmo. Hoy te invito a escuchar un pequeño fragmento de este Salmo. Disfrútalo, y acércate más a Dios a través de reflexionar en estas palabras. Salmo 119, 57-60 Mi porción es Dios, y dicho que guardaré tus palabras. Tu presencia supliqué de todo corazón. Den misericordia de mí según tu palabra. Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios. Me apresuré, y no me retardé, en guardar tus mandamientos. Muchas veces, las personas, vivimos nuestros días con demasiada prisa. Estamos acelerados para todo. Desde que despertamos comienza la rutina del día. Nos proponemos todos los días hacer varias cosas, y procuramos hacer todo lo que hemos planeado. Desgraciadamente, a veces no mostramos la misma rapidez ni sentido de urgencia para obedecer la Palabra de Dios. En algunos casos, ni siquiera buscamos conocerla. Las expresiones que hace el salmista, por otro lado, nos dejan ver que hay en el corazón de quien ha tenido una cercana relación con Dios. El salmista comienza diciendo que su porción, es decir, lo que le ha tocado, no son riquezas, casas, bienes, ni siquiera salud. Sin embargo, entiende que tener a Dios en su vida, no es un evento que haya ocurrido porque Él haya hecho algo, sino que es por la gracia de Dios, y por eso se ve en la necesidad de rogar por Su presencia. Por ello dice, tu presencia supliqué de todo corazón, y sabe que no es vano suplicar porque ha entendido que Dios cumple Su palabra, y sabe que Dios es fiel, lo cual expresa al decir, ten misericordia según tu palabra, que es como decir, ten misericordia, así como has dicho en tu palabra que tendrías misericordia. Posteriormente, en su reflexión, entiende que sería vano tener la presencia de Dios en su vida, si no le aprovecha en cambiarla y acercarse más hacia Dios. Es así como Él declara, consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios. Finalmente, para dar inicio a su día, Él lo piensa en las miles de actividades que tiene que hacer. No se acelera por iniciar su rutina, dejando que haber estado en la presencia de Dios se esfume y sea algo pasajero, o una actividad más de entre tantas que hace día a día, sino que se genera en Él un sentido de urgencia, un sentido de aplicar lo que Dios le ha hecho entender mientras reflexionaba. El salmista por eso afirma, me apresuré, no me retardé en guardar tus mandamientos. Él se apresura porque sabe que si en algo hay que mostrar diligencia, si en algo hay que mostrar empeño y esfuerzo, eso es en guardar los mandamientos de Dios. Saludos y que Dios te bendiga.