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Un quince de junio, en la escuela, se empezó a sentir un ambiente muy tenso en el salón. Pensamientos que van y vienen, rumores fuertes que se escuchaban. Nadie debería pasar por esto. Nadie debería ignorar que el acoso escolar afecta a uno de cada cuatro estudiantes entre los ocho y los dieciséis años, lo sufren o bien lo provocan. A continuación, les contaremos un caso real de bullying. En el salón todos se conocían desde pequeños, pero había una chica nueva que no todos querían. Un día llegó a la escuela, y no la recibieron de la mejor manera. Se complotaron entre todos para hacerle pasar un mal día. Apenas entran, le hicieron la magia de la silla. Casi la hacen caer. ¿Qué hacen? ¡Me van a lastimar! Ay, pero no es para tanto, malicona. No te pasa nada, no tienes por qué ofenderte. Estábamos corriendo nomás. Juliana ignoró sus comentarios. Al pasar la tarde, supuestamente habían quedado bien entre todos, hasta que salen al recreo y se vuelven a encontrar. ¡Ay, córrete, nena! ¿No ves que estoy por pasar? No sabía que era tuyo el pasillo. Tratala con respeto, cuatro ojos. Juliana los ignoró otra vez, y se fue. Al llegar a la casa, saluda a la madre con entusiasmo y sube corriendo a su habitación. Así, abre su computadora y entra a Twitter. Ve el inicio y encuentra unos tweets medio rayos. Eran de sus compañeros que estaban hablando mal de ella. Tweet de Martina. Tenemos una compañía nueva, jaja, pobrecita. No le hicimos nada y yo estaba por llorar. Tweet de Alexis. La vida es imposible, le vamos a decir seguramente, jaja. Juliana besó y se lagrimeó en los ojos. Yo solo quería estar tranquila en la escuela nueva y lo único que hicieron fue molestarme, además de publicarlo en las redes. Cada día para mí era peor, ya no quería comer, no quería ir a la escuela y lo peor es que lloraba por todo. La mamá fue a hablar con la proyectora sobre el tema. Y después de hablar, la proyectora entra al aula. Permiso, profe, voy a hablar con los alumnos un segundo. Chicos, vengo al aula a hablar con ustedes porque me llegaron comentarios de que hay alumnos que están siendo molestados. En el recreo, en el aula. Y quiero aclarar esta situación porque todos venimos a la escuela a pasarla bien, a estudiar, a ser compañeros. Y no es justo que alumnos compañeros de este curso la pasen mal. Si se vuelve a repetir esta situación, vamos a tener que tomar otras medidas. ¿Están... Ayer fue la proyectora que el grupito del fondo empezó a murmurar sobre el anunciado. Ya fue la otra llora con la mamita. Y si hay abuelo que sabe hacer. Juliana llega a la casa. Ma, me quiero cambiar de escuela, ya no los quiero ver más, me hacen mucho daño psicológicamente. Hemos decidido contar este caso breve, lo cual sucede muy seguido en todos lados. Somos juzgados por como somos, por como nos vestimos o por algo que no es justo. Y muchas veces creemos que cambiarnos de escuela o salir de ese lugar en el que estamos pasando mal es la solución. Pero ahí es cuando nos damos cuenta que situaciones así suceden en todos lados. Pero todos somos diferentes y tenemos que respetar al otro. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org